El comienzo y el final

Escuche un comentario que me sonó conocido, porque hace mucho tiempo también lo decía a menudo, y creo que muchos lo han dicho alguna vez, después de intentar fervorosamente “cambiar el mundo” vemos que sigue igual, fue más o menos el comentario que escuche, decía un amigo que charlaban entre varios conocidos y decían algo afligidos que después de varios intentos y de la ilusión de poder cambiar el mundo  veían que esto era prácticamente imposible, aun cuando eran los intentos con muchas ganas y con muchos ánimos llegaron a la conclusión de que el mundo  no iba a cambiar, ¿a qué te suena esta frase apreciado lector?

Porque suele ser que el individuo se enfrasca en querer cambiar el mundo sin empezar primero por sí mismo, y no es tan raro ver que la persona suele ver en todo lo que le rodea cosas que mejorar pero deja de ver dentro de sí mismo para ver si hay cosas que tienen que ser cambiadas o mejoradas, así pasamos por la vida tratando de corregir el exterior sin haber corregido primero el interior.

Personalmente en reiteradas ocasiones he tratado de hacer cambiar a muchas personas, y en realidad esto no es malo pero para la mejor y más efectiva forma de hacer que cambien los demás es primero cambiando uno mismo, primero mejorar y pulir la propia existencia y así lo demás será susceptible de mejorar, pero si solo vemos a nuestro alrededor tratando de empezar los cambios desde fuera pocas probabilidades tendremos de cambiar nosotros mismos y realizar verdaderos cambios en el mundo.

Como siempre el ego ese enemigo interno es el que desvía a las personas de su verdadero objetivo, pues se la pasa echando culpas a otros de lo que el mismo es responsable, pero como sabemos el ego también tiene una finalidad positiva como todo en la creación, así que cuando el ego nos indica que el mundo necesita ser mejorado que todo está de cabeza es tiempo de empezar a hacer cambios en nuestro interior para así poder contribuir al mejoramiento colectivo.

El verdadero trabajo de rectificación del Mundo comienza dentro de nosotros mismos y termina ahí mismo.

Y como dijera un buen amigo y gran compañero “Alégrate gentil que cuando te cambias a ti mismo cambias el mundo”     

6 comentarios sobre “El comienzo y el final”

  1.  “Médico, cúrate a tí mismo”.

     Si cada uno barriera la puerta de su casa, el mundo sería mucho más agradable para vivir en él. Y una vez nuestra casa está limpia y arreglada podremos sin duda ayudar a que los demás crezcan por sí mismos… (No son mias estas palabras).

    Gracias Amigo.

  2. Muy ciertas sus palabras. Así es. Si queremos que alguien modifique su conducta primero debemos revisarnos nosotros y cambiar lo que sea necesario para que nos escuchen y nos tomen en cuenta las sugerencias que hacemos.  Esa es mi orientación básica a los padres de niños y adolescentes  con problemas de aprendizaje y de conducta. ¡Y qué dificil se le hace a la mayoría!  Pero siempre hay alguien que por amor hacen los cambios en si mismos.

  3. Conforme a lo que crey, cumplo y actuo como noájida; en las acciones diarias. Actuo, trabajo, compro, viajo y opino en los lugares de mi ciudad; con las personas que trato. Cambiar el mundo, para una hormiga noájida, como soy es algo en lo concreto y cercano, y es lo de cada día, en todo lugar…

    Esas campañaz publicitarias, de ayudar a los necesitados, cuando el que lo dice esta viviendo como un rey y en un buen hotel; y con su doble lenguaje sugiere a los otros. Porque no deja de fumar, y da el importe de su tabaco para pagar la comida a una persona, eso sería más posibivo que ese periodista, que solo hace publicidad y dudo de que el ayude en nada a su entorno, pero si cuanta historias… de lo que los demás pueden hacer.

    Yo solo me ocupo en hacer, y actuar en casa (con mi madre), en mi trabajo (con compañeros) y en vecindario (con vecinos); etc. cosas concretas… del mundo, en que si tengo incidencia, no voy a ejercer de Hussein Obama o Rodiguez Zapatero, que solo son pura demagogía «barata y no veraces».

  4. Tanto mirarse el ombligo, a lo me jor no deja ver la oportunidad, de ayudar a llevar la compra a una señora mayor, o sujetar la puerta del subte, para que entre una madre con su niña…

  5. Muy buen texto, definitivamente gastamos mucho tiempo en querer y pretender que los demas sean los que cambien y los que hagan cosas por el mundo, si pretendieramos menos de los demas y dieramos mas de nosotros mismos, quizas se notaria el cambio.

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