CARA A CARA CON LA REALIDAD La Torá vs. Jesús Por: Alfredo Zambrano G. 1. Dijo Jesús: “Yo soy el Camino”. Texto base: (Juan 14: 6). ¿Qué dice la Torá al respecto?
2. Dijo Jesús: “Yo soy la Verdad”. Texto base: (Juan 14: 6). ¿Qué dice la Torá al respecto?
3. Dijo Jesús: “Yo soy la Vida”. Texto base: (Juan 14: 6). ¿Qué dice la Torá al respecto?
4. Dijo Jesús: “Nadie viene al Padre, sino por mí”. Texto base: (Juan 14: 6). ¿Qué dice la Torá al respecto
5. Dijo Jesús: “Yo soy el buen pastor”. Texto base: (Juan 10: 11). ¿Qué dice la Torá al respecto?:
6. Dijo Jesús: “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”. Texto base: (Juan 8: 12). ¿Qué dice la Torá al respecto?:
Una inevitable aclaratoria: Entiendo que muchos de mis lectores, que se aferran a la doctrina de la trinidad, o triunidad, puedan creerse que los argumentos aquí expuestos quedan sin efecto, pues el Padre y Jesús, según ellos, son una misma cosa, por lo tanto, lo que la Tanaj (Sagradas Escrituras) dice del Eterno (el Padre) se aplica sin ningún problema a Jesús (el Hijo) en el “Nuevo Testamento”, ya que son una misma divinidad. (No sé si existe una doctrina más impura y perversa que ésta). Pero, ¿qué dice la Torá al respecto?: La Torá es enfática y absoluta en afirmar: "Escucha, Israel: HaShem nuestro Elokim, HaShem uno es" (Deuteronomio 6: 4). HaShem mismo, a través del profeta Isaías, declara: “Yo soy el primero, y Yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Elokim”. También dice: “No hay Elokim sino yo. No hay fuerte; no conozco ninguno”. Y también: “Yo soy HaShem, y no hay otro”. Continúa diciendo: "Yo soy el Eterno, y no hay otro. Aparte de Mí no hay Elokim. Yo te ciño, aunque tú no Me conoces, para que desde el nacimiento del sol y hasta el occidente se sepa que no hay nadie más que Yo. Yo soy HaShem, y no hay otro." (Isaías 44: 6, 8; 45: 5-6, 18). Por amor al Eterno y a Su inquebrantable verdad, vean con sus propios ojos lo que declara el Eterno: fuera de mí no hay Elokim; No hay Elokim sino yo; no conozco ninguno; no hay otro; Aparte de Mí no hay Elokim; no hay nadie más que Yo; no hay otro. Mis queridos lectores, tratar de definir al Eterno a través de una concepción pluralista es ni más ni menos la esencia misma de la idolatría y la falsedad. Quien así piense y enseñe está actuando con soberbia, altanería y vulgaridad extrema (y póngale todos los calificativos que sean pertinentes). Se ha rebelado contra la mismísima Santidad del Eterno, contra Su Nombre y contra Su Honor. Los antiguos Sabios y profetas de Israel jamás percibieron la divinidad como “una esencia compuesta”, antes bien, muchos de ellos entregaron sus vidas por mantener inexpugnable su emuná (certeza absoluta) en la unidad del Eterno y su inquebrantable confesión: “Shemá, Israel: HaShem Elohenu, HaShem Ejad”. (Escucha, Israel: HaShem nuestro Elokim, HaShem uno es). “Porque contigo está el manantial de la vida; y en tu luz veremos luz”. (Salmo 36: 10). Para consultas y demás: e-mail: info@fulvida.com Continuará… |