El Mashiaj, la Redención y los Noájidas[1]

Por el Licenciado Jonathan Ortiz

Uno de los Trece Fundamentos señalados por el Rambam (Maimonides) es esperar la venida de El Mashiaj cada día.

Aunque es un fundamento, para desconcierto de muchos, los sabios de Israel han establecido que no es necesario estudiar los detalles acerca de la Venida del Mashiaj. Si así fuera, el fundamento diría: “Yo estudio profundamente la venida del Mashiaj”, pero no.

La razón de esta determinación se basa en que, profundizar en los pormenores de dicho tema, no añadirá temor ni amor a Dios al corazón de la persona que se aboque a dicha tarea. Especulaciones, suposiciones, conjeturas y hasta mentiras y desilusión, serán el resultado de estudiar un tema que ha sido sellado como “clasificado” en los “archivos” del Cielo. Todos los detalles acerca de la Venida del Mashiaj, serán conocidos única y exclusivamente cuando se desarrolle su rol, pero no antes. (Ver Maimónides, Leyes de los Reyes, XII, 2).

Contrario a las enseñanzas de grupos ajenos al judaísmo, el Rey Mashiaj será proclamado como tal, luego de haber llevado a cabo, correctamente, su trabajo. En otras palabras, una vez que cumpla, diligentemente, con las profecías:

Reconstrucción del Tercer Templo, reunión de todos los judíos en Israel, entre otras; entonces y sólo entonces, judíos y no judíos sabrán que ese es el Mashiaj.

No importa si miles de personas creen firmemente que fulano de tal es el Mashiaj porque así lo sienten en sus corazones. Si no cumple con las obras que se demandan del Mashiaj entonces no es el Mashiaj.

No importa si existen libros que enseñen la mesianidad de un ser humano, si él no realizó el trabajo requerido al Mashiaj, entonces no es el Mashiaj.

No importa que “demuestren” a través de eruditas interpretaciones la supuesta mesianidad de un ser humano, si sus todas sus obras están en desacuerdo con los requisitos del Mashiaj, entonces, el pueblo judío seguirá esperándolo.

El Mashiaj no será un predicador de oficio que se auto publicitará en todos los rincones del mundo para que lo acepten como el Rey del Pueblo Judío.

Básicamente, el Mashiaj será un ser humano de carne y hueso, hijo de un padre y una madre como cualquiera de nosotros, un rey de gran relevancia reconocido por todos los gobiernos gentiles.

Su venida no significa que hará acto de presencia de manera pomposa y ostentosa, sino significa el momento cuando todas las naciones del mundo lo reconocerán como el Rey Mashiaj.

Inicialmente, el mundo continuará su curso normal, luego ascenderá a un estado supranatural, esto incluye la resurrección de los muertos.

¿Cómo se beneficiarán los noájidas con la presencia del Mashiaj? ¿Acaso todos los noájidas se harán judíos y guardarán los mandamientos que Dios ha ordenado a los judíos?

No encontramos en la Escritura Hebrea alguna idea que nos de pie a pensar de esa forma. La era mesiánica no tiene como intención que todas las naciones se vuelvan judías. Quien especule así, pierde su tiempo y resta temor y amor hacia Dios.

Los beneficios serán, por ejemplo:

  • Fin del hambre.
  • Fin de la guerra
  • Fin de la envidia
  • Fin de la competencia malsana
  • Abundancia de todo bien

En pocas palabras, no más preocupaciones.

Si las preocupaciones no existirán, entonces ¿en qué nos ocuparemos?

La única ocupación que tendrá todo el mundo será la de conocer a Dios.

Como está escrito: “La tierra estará llena del conocimiento como las aguas cubren la mar”. (Isaías XI, 9).

Que sea pronto y en esta generación.

Licenciado Jonathan Ortiz*

info@fulvida.com 

Nota: *No soy judío, pero sé y entiendo que el Mashiaj fue prometido primeramente al Pueblo Judío, por tanto, pesa sobre sus hombros la responsabilidad de reconocer al Mashiaj. No incumbe a las naciones ajenas a Israel imputar un rey que no cumple con los requisitos para tal cargo. Eso es un grave pecado. Así como también lo es afirmar que sobre sus ojos está puesto un “velo” y que por causa de él no pueden reconocer a X o Y como el Mashiaj prometido.

Como noájida mi responsabilidad es rezar para que el potencial Mashiaj de ésta generación se manifieste, realice su trabajo y finalmente, sea reconocido como el Rey del Pueblo judío, por el mismo pueblo judío.

Cuando el pueblo judío reconozca la mesianidad de uno de sus hermanos, entonces yo podré reconocerlo como tal. Cuando ellos digan: “Fulano es el Mashiaj” entonces yo diré “Fulano es el Mashiaj”.

Mientras tanto no me sentiré culpable, ni pecador, ni desechado por Dios por no ocuparme en un tema que no es, primeramente, de mi incumbencia. Hay mucho por hacer. En lugar de discutir con la gente acerca de la mesianidad de una persona, es mejor ocupar las palabras y las fuerzas en provisiones de aliento y esperanza para el hambriento, el desnudo y el enfermo. Nuestra bandera debería ser: Vivir según las Siete Leyes de Noaj. Dios no nos pedirá cuentas por lo que creímos o no, sino por lo que hicimos con nuestra vida.


[1] Noájidas, termino usado para referirse a todos los no judíos.

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