"El Midrash dice"

Los pecados de la generación anterior al Diluvio

"A pesar de que los seres humanos ya no vivían más en el Gan Eden, su estilo de vida anterior al diluvio todavía se asemejaba al del Gan Eden.
La vida era buena. En realidad era demasiado buena. Era una vida de ininterrumpida serenidad y placer. Por ejemplo, los hijos se concebían y nacían el mismo día. Un recién nacido podía pararse y caminar inmediatamente y también era capaz de hablar. Aun más, ningún hijo se moría mientras sus padres estuvieran con vida - en realidad todos los padres vivían para ver, no sólo a sus hijos sino también a sus nietos.

- La generación anterior al mabul poseía una fuerza física enorme, como dice el pasuk: (6:14) "Los gigantes estaban en la tierra en aquellos días". Ellos eran capaces de extraer de raíz cedros enteros y consideraban a leones y panteras tan inofensivos como pulgas. Su fuerza no disminuía en la vejez sino todo lo contrario, aumentaba con la edad. Esta fuerza desapareció únicamente después del mabul.

- Vivían una vida muy prolongada, cientos de años. Sólo cuando pecaron Hashem dijo: (6:5) "Y sus días serán ciento veinte años."

- No conocían sufrimiento de ningún tipo.

- Sembraban sólo una vez cada cuarenta años y la tierra producía una cantidad suficiente para los cuarenta años siguientes.

- No tenían que soportar ni calor ni frío excesivo, ya que no había variación de estaciones y el estado del tiempo era un continuo clima primaveral suave y placentero. Sólo después del mabul fue que Hashem dijo -"La siembra y la cosecha, el frío y el calor, el verano y el invierno, y el día y la noche no cesarán."

Como consecuencia de esos beneficios desecharon la autoridad de Hashem diciendo, "¿Para qué lo seguimos necesitando? Ni siquiera necesitamos su ayuda para obtener agua ya que no necesitamos de la lluvia. Estamos abundantemente provistos de agua de diferentes fuentes; tenemos los ríos y los pozos de la tierra." Hashem contestó- "¿Es justamente con la misma generosidad que yo les otorgué, que se rebelan contra Mí? Los castigaré con la misma sustancia, agua de lluvia, y por lo tanto (6:17), "Y he aquí, que yo traigo el diluvio."

¿Cuáles eran los pecados de estas generaciones?
Eran culpables de idolatría, derramamiento de sangre e inmoralidad.

Idolatría

-"Ellos le decían a D-s, ‘Apártate de nosotros, porque no deseamos conocer Tus caminos. ¿Quién es el Todopoderoso para que lo tengamos que servir? ¿Por qué le debemos rezar?’"(Iov 21:14- 15). Ellos reforzaban su independencia de Hashem adquiriendo experiencia en hechicería. Abandonaron a su Hacedor Supremo y servían a ídolos.

Derramamiento de sangre

Eran asesinos. Su depravación era similar a la que luego encontramos en la perversa ciudad de S’dom (como se explicará en parshat Vaiera, "La perversidad de S’dom").

Inmoralidad

Estas generaciones rechazaban el mandamiento impartido a Adam (1:28), " Procread y multiplicaos." Dado que su meta en la vida era gratificar sus instintos, trataban de reducir al mínimo el número de hijos que engendraban. Esto explica las atrocidades que prevalecían en esos tiempos.

- Los hombres tomaban dos esposas, una con el propósito de engendrar hijos, la otra para el placer.

- Se intercambiaban sus esposas.

- Arreglaban "contratos matrimoniales" entre hombres y bestias, legalizando de esta manera relaciones prohibidas.

- Los jueces mismos eran corruptos.

Hasta los animales imitaban sus caminos corruptos; el perro se unía con el lobo y el gallo con el pato.
Sin embargo, Hashem habría indultado a estas generaciones perversas si hubieran pecado inconscientemente. Pero a ellos les enseñaron las seis mitzvot encomendadas a Adam que incluían la prohibición de la idolatría, el asesinato y el adulterio. Fueron castigados porque prefirieron ignorar los mandamientos de Hashem. A pesar de esto, Hashem habría continuado siendo paciente y moderado si no hubiese sido por el pecado adicional del robo.

Robo

Hashem dijo "El fin de todo ser llegó ante Mí" (6:13).
-¡La acusación de ladronería llegó ante Mí y por lo tanto no puedo prolongar más el castigo!
¿Cuáles eran las costumbres de la Generación del Diluvio? Si un hombre traía una canasta llena de arvejas, inmediatamente una multitud lo rodeaba y se las arrebataba. Cada uno tomaba hábilmente una pequeña cantidad que valía menos que una prutá (moneda pequeña). La canasta se vaciaba rápidamente. Sin embargo, la víctima no podía presentar su problema ante el juez porque cada uno de los inculpados podía alegar que había robado una cantidad tan minúscula, que no era pasible de castigo según la ley.

R. Eliezer caminaba por la calle y le pidió a uno de sus alumnos que le trajera una astilla de madera del cerco que rodeaba un viñedo para usarla como escarbadientes. A pesar de que el cerco era propiedad privada, era evidente que el dueño no se iba a rehusar a que le saquen una minúscula cantidad de madera sin valor. Sin embargo, R. Eliezer cambió de parecer y dijo:- ¡No me traigas la astilla! ¡Los demás podrían seguir mi ejemplo y provocar eventualmente la destrucción del cerco!

R. Shimón ben Elazar contó - Una vez una niña me dió una lección en materia halájica. Yo atravesaba un campo cuando la niña me llamó: -¡Rabi éste es un campo privado! -Pero estoy caminando por el sendero- repuse. -Este sendero - contestó - fue marcado por ladrones como usted.

Una de las costumbres de esa generación era la de desplazar los cercos que divide a cada vecino para extender cada uno su propiedad. Además se robaban habitualmente ovejas los unos a los otros. Si alguien veía un buey o un burro en manos de un huérfano desamparado o de una viuda, se lo arrebataba. La gente estaba tan temerosa de que le roben la ropa que llevaban puesta, que decidieron que era más seguro caminar desnudos.
¿Por qué el veredicto final de culpabilidad recalcaba el pecado de robo más que los delitos de idolatría, derramamiento de sangre o inmoralidad. La respuesta es que el robo consume los cimientos básicos de toda civilización. El concepto de que la propiedad ajena no puede ser robada, forma parte del sentido común. Cuando Hashem juzga a una persona que es culpable de varios delitos, existe uno que lo delata por sobre todos los demás, el pecado de robo." (Tomado de "El Midrash dice" Bereshit, Volumen I)

Preguntas de estudio:

  • ¿Sabe usted de alguien que no quiera conocer los caminos de Dios?

  • ¿Conoce usted a personas que prefieren seguir sus propios caminos o sus propios dioses y dejar a un lado los mandamientos de Dios?

  • Asesinar no necesariamente es derramar sangre de manera premeditada, asesinar también es hablar mal de alguien. ¿Es usted un asesino con su boca?

  • La generación de Noaj desdeñaba la fidelidad conyugal y optaba por la perversión sexual. ¿Conoce usted casos similares?

  • En nuestra generación el robo ha llegado a un nivel alarmante. Las personas sienten miedo cuando salen a la calle o cuando salen de viaje. ¿Cree usted que estas personas que se dedican a robar deberían ser castigadas?

Conclusión:

1. Si la generación en la que estamos viviendo se caracteriza por la idolatría, el asesinato, relaciones sexuales ilícitas y robo, ¿cuál debería ser el castigo Divino para nuestra generación?

2. Qué precisamos para traer equilibrio a la sociedad:

  • Religión

  • Filosofía

  • Ateísmo

  • Implantación de Leyes Justas basadas en los principios de la Torá

Alguien dijo: "No es difícil enseñar a las personas lo que Dios espera de ellos. Lo difícil es no hacerlo en nombre de alguna religión".

Mensaje:

Usted y yo podemos detener el diluvio de inmoralidad y perversión que están abrazando a esta Creación. Unámonos para implantar en nuestra sociedad las Siete Leyes Noájidas y así ser co-participes con aquellos del pueblo judío que han permanecido fieles al Eterno.

Contacte a FulVida si desea recibir alguna charla, taller o seminario de capacitación noájida en su ciudad. Estamos para servirle.

Licenciado Jonathan Ortiz

info@fulvida.com 

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