Pesaj: Aprendiendo a ser libre

Licenciado Jonathan Ortiz

El Santo, Bendito Sea, sacó de Egipto con su brazo fuerte y extendido al pueblo de Israel, y así salieron de la esclavitud física y espiritual a la libertad total. Es su obligación relatar la salida de Egipto en la noche de la festividad para que las nuevas generaciones experimenten la salida de Egipto. Muchos de los preceptos de la Torá que se otorgaron al pueblo Israel - el Shabat, el trato al extranjero, la prohibición de infamar en un juicio, las leyes referentes al esclavo hebreo y otras - están relacionadas con la esclavitud de Egipto, y nos enseñan que debemos cuidar el honor del ser humano y su libertad.

La libertad no es algo que se adquiere automáticamente, es un proceso. La persona que ha estado en la cárcel por años y ha salido libre, aunque parezca ilógico, añora el ambiente en el que estuvo tanto tiempo. Debe pasar una buena cantidad de años para que todo su ser asuma que es libre. Debe aprender a ser libre.

Muchos de nosotros quizá no hemos aprendido a ser libres. Tal vez porque nadie nos enseña o porque sencillamente no tenemos tiempo para adquirir conciencia de Libertad.

Ante esto, ¿cómo podemos aprender a ser libres?

Viviendo según la normativa Divina

El Rey David dijo: "andaré en libertad porque guardé tus mandamientos" (Salmo 119). Tanto judíos como noájidas tenemos mandamientos, y ellos vienen revestidos de libertad.

Si vivimos cada día, de manera sencilla y no complicada aplicando cada principio Divino a los distintos aspectos de nuestra vida, la amargura, el rencor, el odio, la mentira, desaparecerán y al mismo tiempo serán sustituidos por la tolerancia, el respeto, la salud y la alegría.

Sin hacer culpables a otros por nuestras fallas, ni victimarnos cada vez que cometemos un error, o sin buscar que otros sientan lastima por nosotros; entonces podremos alcanzar libertad plena y significativa.

Las Siete Leyes y sus ramificaciones, están sustentadas por la Torá, no son independientes de ella. Tienen origen Divino, por tanto están por encima de la lógica humana. Sólo a través de ellas, el ser humano alcanzará su plenitud.

Haz que cada área de tu vida esté definida por principios espirituales, no para que te alejes de la sociedad, sino para que añadas bondad a tu medio.

Te brindo Siete sencillos pero completos pasos que te llevarán hacia la libertad plena:

  1. Reconoce al Creador. Sabe que es Él quien te sostiene y no la mano humana. No brindes tus pensamientos, sentimientos y/o acciones para agradecer a otro que no sea Dios. Así serás libre de la idolatría.

  2. Respeta a Dios y rézaLe. Así como tu esperas que los demás valoren lo que eres, Dios espera que tu valores lo que Él es. No solamente que lo valores, sino que le des el lugar que se merece. ¿Cómo lo haces? PidiéndoLe, orándoLe, buscándoLo, única y exclusivamente a Él. Confía en Él. "No confíes en príncipes, en un ser humano que no posee la salvación, cuando salga su alma, en ese día perecerán todos sus planes" (Salmo 146). Si así obras, te cuidarás de no blasfemar el Nombre de Dios.

  3. Respeta la vida humana. Valora a tu amigos y vecinos. ¿Por qué cambiar momentos agradables por discusiones en temas triviales? ¿Por qué en lugar de tratar de convencerlos de tu posición respecto a algo, no los oyes acerca de lo que ellos piensan, creen y sienten? Descubrirás que tienen mucho en común. Recuerda, son tus amigos. Salgan a comer, a pasear, al parque, al museo, de comprar, a comer un helado y hablen de la vida. Así te estarás guardando de asesinar.

  4. Respeta la familia. Considera a tu esposa. Óyela, quizás desde hace tiempo trata de comunicarse contigo. Y viceversa. Apaga el televisor por un momento y conversen acerca de ustedes. De lo importante que son el uno para el otro. Y cómo la vida ha cobrado más significado desde que están juntos. Y si tienen hijos, reúnanse en la entrada de cada séptimo día y reciban el día de descanso juntos. La familia es la única que te apoyará incondicionalmente cuando estés en momentos oscuros. Haciendo esto evitarás caer en actos sexuales inmorales.

  5. Respeta los derechos y propiedad de otros. Recuerda que Dios da a cada quien lo que necesita. Lo que está dispuesto para tu prójimo debe ser cuidado. Debes valorar las pertenencias ajenas más que las tuyas. Si haces lo contrario, estarás actuando como la generación previa al Diluvio. Respetando lo ajeno, te cuidarás de no robar.

  6. Respeta las Leyes de tu Estado. Las leyes civiles, de una u otra manera, tienen su origen en la Justicia Divina. Debes actuar legalmente en todo lo que ellas han establecido. El respeto a ellas es fundamental para el respeto a las pautas anteriores. Además, debes respetar las leyes de los países extranjeros. No pases por encima de la ley ajena. Eso lleva castigo. Cuidado con robarte una identidad que no es tuya. Si respetas estas leyes, estarás guardando el mandamiento de Establecer Cortes de Justicia.

  7. Respeta a todas las criaturas. Recuerda que eres la corona de la creación. Si tienes animales, no los hagas sufrir sin comida. Aliméntalos, dale de comer a ellos, luego siéntate a comer tú. Si puedes, cómprales el alimento necesario y llévalos al veterinario periódicamente. Por otro lado, no comas carne de animales que aun estén con vida o que hayan sufrido en el momento de la muerte. Haciendo esto evitarás ser cruel con los animales.

Esto es solamente una pequeña guía que puedes aplicar diariamente en tu vida. Está basada en las Siete Leyes de Noaj.

Aprovecha estos días de Pesaj para aprender a ser libre. Experimenta tu libertad viviendo cada día según la normativa Divina. Es sencillo, no lo compliques.

Licenciado Jonathan Ortiz

info@fulvida.com

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