Por
Alfredo Zambrano G.
Introducción:
Tres nefastos sentimientos invaden hoy la mente de muchas
personas en nuestra querida América Latina; sentimientos que
tienen su fundamento en tres poderosas excusas:
-
Sentimiento fatalista: “Este es mi destino,
por lo tanto, nada podré hacer para mejorarlo”.
-
Sentimiento de culpabilidad: “Muy grandes han
sido mis errores, por lo tanto, no hay forma de
rectificarlos y cambiarlos para mi propio bien y el de
mi familia y generación”.
-
Sentimiento de insignificancia: “Jamás podré
salir de esta pésima vida que llevo”.
Esta clase de pensamientos ha hecho que muchos hombres de
nuestra modernísima sociedad se encuentren hoy paralizados y
petrificados emocionalmente, llevando un estilo de “vida”
tormentoso y cruel. Creen que no existe salida para sus
muchos conflictos y que no hay forma de escapar airosos de
esa pesadilla que sufren en silencio y, lo que es peor aún,
se aferran a falsos dioses y seudos movimientos religiosos
buscando en ellos apagar la angustia de sus adoloridos
corazones.
El mal manejo de esta insoportable situación ha hecho que
muchos hombres y mujeres tomen alocadas decisiones que
tienden a agravar más sus escenarios, generando caos y
destrucción, no sólo de sus mentes, sino hasta de sus
propias familias.
Esta sencilla enseñanza ha sido diseñada para mostrarle a
aquél que llora en su soledad que sí existe una solución
real para su crisis personal, que los errores sí pueden ser
rectificados y transformados para bien y que sí es posible
superar una pésima condición personal en escenarios de
excelencia y bienestar.
Todo es cuestión de creerle a Dios y prepararse mentalmente
para el cambio, de romper el paradigma del “no puedo” y
asumir una actitud valiente ante lo que lo acobarda.
Lo primero que debes saber:
1.
Más que haber nacido “en el mundo”, realmente has nacido “al
mundo”. Esto significa que eres más que un simple ser
humano: eres una persona, un hijo de Dios, con un Propósito
específico ligado a tu propia existencia.
2.
El desconocimiento de este Principio te puede llevar a vivir
una vida vacía, estéril y desordenada.
3.
Un estilo de vida sin Propósito generará en la persona una
terrible insatisfacción integral. Esta insatisfacción
generará, a su vez, una serie de actitudes hostiles y
antagónicas hacia todo lo que lo rodea.
Por lo tanto, te invito a que desarrolles una conciencia
hacia la Productividad Integral:
1.
Sentido de Identidad en la vida:
saber quien eres en tu generación, sin usurpar identidades
que no te pertenecen. Como acostumbran a usurpar los mal
llamados “mesiánicos” o “netzaritas”.
2.
Sentido de Propósito en la vida:
saber el para qué de tu existencia; es decir, cuál es la
tarea que te corresponde desarrollar en la tierra, como
judío o como gentil.
3.
Sentido de Dirección en la vida:
saber hacia donde te diriges; esto es, el camino que el
Eterno ha diseñado para ti.
4.
Sentido de Superación en la vida:
creer que sí puedes llegar a ser un mejor ser humano, sin
necesidad de recurrir a doctrinas y movimientos religiosos
que en vez de producir en ti progreso y crecimiento
verdaderos te llevan a las más terribles cárceles de
ignorancia, confusión y muerte.
5.
Sentido de Utilidad en la vida:
utilizar tus capacidades y habilidades para servir a tu
generación.
6.
Sentido de estar Protegido:
caminar en completa paz y libertad. Libre de todo temor e
inseguridad.
Debes enfocar tu esfuerzo, tiempo y dinero hacia la
Productividad:
a)
Dedícate al tu crecimiento y desarrollo personal e Integral.
b)
Proyéctate hacia el mejoramiento de tu línea familiar. Rompe
todas aquellas sombras generacionales que quieren
perpetuarse en ti y en tus descendientes (idolatrías,
vicios, inmoralidades, etc.).
c)
Busca el pleno desarrollo de todo el potencial que has
recibido de parte del Creador, en la única fuente segura: la
Torá).
d)
Lucha por llegar a convertirte en un instrumento de
expansión y fructificación en los diferentes escenarios
donde te desenvuelves.
e)
Lucha por alcanzar el mejoramiento de este nuestro mundo.
Responde a estas preguntas cada día de tu vida: ¿Qué
herencia le voy a dejar a mis hijos en este mundo? ¿Qué
mundo le voy a dejar a mis hijos como herencia? ¿Qué hijos
le voy a dejar a mi mundo como herencia?
f)
Esfuérzate por llegar a cumplir cabalmente el Propósito para
el cual has sido creado.
El
Sendero hacia la Productividad:
1.
Adquiere y desarrolla Capacidad de Reflexión.
2.
Busca sanidad y equilibrio anímico - sentimental.
3.
Reconoce, valora y fortalece tus Puntos Buenos, esto es, tus
virtudes.
4.
Identifica tus Puntos Negativos, esto es, tus debilidades, y
lucha por transformarlos en Puntos Buenos.
5.
Busca la liberación de todo aquello que le ata y oprime,
especialmente esas doctrinas de falsedad y mentira que sólo
producen en ti atraso, esclavitud y miseria espiritual.
Recuerda que tú has sido llamado a la libertad integral.
6.
No te inmiscuyas en religiones y mucho menos en idolatría,
bajo el nombre que se oculte.
7.
Sácale provecho a la crisis que hoy te desafía. Utilízala
como un trampolín hacia la libertad integral y el verdadero
éxito.
8.
No permitas que las críticas destructivas malogren y
paralicen tus sueños.
9.
Conciénciate que entre la vida mediocre y la plena libertad
existen desfiladeros, peñascos agudos y muchos peligros.
10.
No le entregues tus sueños, aspiraciones e intimidad a
cualquier persona.
11.
El éxito y la libertad integral sólo lo alcanzan las
personas que están dispuestas a trabajar por crecer: Sé tú
una de esas personas.
12.
El camino hacia la libertad integral y el éxito está
asfaltado de pequeños triunfos. No menosprecies esos
pequeños éxitos y sigue adelante.
13.
Dale sentido y propósito a tu sexualidad.
14.
Por favor, ponle fecha a tus éxitos. No sigas improvisando
en la vida.
15.
Muy importante: sé paciente, firme y constante en tu marcha.
No te desesperes. Lucha con tenacidad, pero sin sobresaltos.
¿Dónde
está la clave para vivir una vida a plenitud?:
Dijo el rey David: “Andaré en holgura, porque he buscado
Tus Preceptos” (Salmos 119: 45). Aquí, señores, está la
clave que te conducirá a la libertad integral y te llevará a
las cumbres del verdadero éxito, el cual consiste en cumplir
el propósito para el cual viniste a esta tierra.
Si eres judío, acepta tu misión con alegría, y lucha con
devoción por cumplir los 613 Preceptos que te han sido
ordenados por el Eterno. Si eres gentil, acepta tu misión
con alegría, y lucha con devoción por cumplir los 7
Preceptos (y sus ramificaciones) que te han sido ordenados
por el Eterno. Tanto para el judío como para el gentil, el
cumplimiento de los Preceptos han sido dados por el mismo
Eterno.
Entrar a esta dimensión de vida, dominados por la obediencia
y la emuna (certeza), desatará en ti toda una ráfaga de
sabiduría, inteligencia y conocimiento. Además, te llenarás
de fortaleza, visión y entendimiento que te llevarán a
cumplir todo el propósito del Eterno para tu vida. Asegúrate
que así sea.
Conclusión:
1.
Es un hecho que has venido a este mundo con un Propósito
específico. No eres un error de la naturaleza. Naciste “al
mundo”.
2.
Es un hecho que has sido llamado a ser integralmente
productivo en la tierra, no un antagonista, querelloso y
esclavizado ser.
3.
Abandona ahora mismo el grupo de los que se aferran a la
falsedad y la mentira y vincúlate al grupo de los que
quieren impactar a esta generación.
4.
Nunca olvides que el verdadero concepto de éxito personal
está relacionado directamente con el cumplimiento de tu
llamado en la tierra.
5.
La vida de holgura y libertad integral está ligada al
cumplimiento de los Preceptos, según apliquen al judío y al
gentil.