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Sucot e Israel

De las cuestiones que Dios ordenó a los judíos, hay dos que ponen en juego a todo el cuerpo.
No son acciones que impliquen necesariamente conciencia, ni estar atentos a algo en particular, sino simplemente con ubicar el cuerpo en cierto lugar.
Esas dos cuestiones son: el mandamiento de residir en una Sucá durante la festividad de Sucot y la de residir en la tierra de Israel.
Si uno está, anda, se sienta, duerme, trabaja, descansa, come, conversa, cualquier cosa que haga dentro de la Sucá (durante la festividad de Sucot), está cumpliendo con una mitzvá, uno de los 613 mandamientos que Dios ha ordenado al pueblo judío.
De manera similar, el judío al estar en la tierra de Israel, por ese simple hecho, por esa ubicación espacial, ya está conectando su ser a la Fuente de Vidas, está armonizando su existencia con el Cosmos.

Resulta simpático darse cuenta que hasta al dormir, en la cumbre de la inconsciencia, igualmente se está actuando según prescrito por Dios.
Resulta paradójico que aún siendo ateo, o peor aún, contrario a la Tradición, el judío que reside en la tierra de Israel está actuando –en ese aspecto- en coherencia con la Voluntad de Dios.

Pero así está establecido, son cuestiones que involucran la ubicación del cuerpo, no la conciencia, ni el deseo, ni la voluntad, ni el sentido, ni la opinión personal.
Si eres judío y pones tu cuerpo bajo el techo de la Sucá en Sucot, estás haciendo lo correcto, aunque no hicieras otra cosa más en ese momento, ni bendijeras, ni rezaras, ni tomarás en tu mano objetos rituales, incluso aunque ni siquiera sepas que estás cumpliendo con un mandamiento que Dios ha dado al pueblo judío.
Eres judío y estás en la tierra de Israel, igualmente.

Para muchos esta identidad no ha pasado desapercibida, por lo cual identifican a la festividad de Sucot no solamente con los años de residencia de los judíos en el desierto, tras la salida de Egipto, siendo protegidos y sostenidos por Dios. Sino que también lo perciben como un compromiso para alcanzar la tierra de promisión, a afincarse en ella, a establecer en ella un estilo de vida de santidad.
Es lo que hicieron los antepasados judíos cuando hace 3300 años tomaron posesión de la tierra y se afincaron en ella para perpetuidad.
Es lo que sustenta el ideal mesiánico, de retorno de los hijos a los límites del hogar sagrado, de hacer florecer la tierra, de desplegar todo el potencial de la triple alianza sagrada: pueblo judío, tierra judía y Torá judía. Porque cuando hablamos de mesianismo, cuando añoramos una Era Mesiánica, estamos pensando centralmente en el pueblo judío, en la tierra de Israel viviendo de acuerdo a las reglas pautadas por la Torá dada por Dios a los judíos. Ciertamente el efecto positivo y redentor de este enlace sagrado será percibido por todo el mundo, en cada rincón brotará la espiritualidad pura, el amor a Dios y sus cosas, el noajismo a pleno para los gentiles. Pero esto como efecto secundario al real enfoque de lo que respecta a la Era Mesiánica.

Estas palabras que parecen ideales fantásticos hacia el futuro, anhelos soñadores del presente, o míticos relatos del pasado de la nación judía, ciertamente tienen sus paralelos en el mundo, en las naciones, en procesos históricos bien conocidos en general.

Atiende a estos comaprativos:
Pesaj es la liberación del yugo extranjero e imperialista.
Shavuot es la Jura de la Constitución nacional.
Sucot es la independencia de la patria.

Los que vivimos en América y conocemos un poco de nuestra historia, podemos reconocer que estos han sido pasos que en mayor o menor medida han dado nuestras naciones para conformarse en lo que son actualmente.
Habíamos estado sometidos al imperialismo europeo, hicimos nuestras guerras de liberación.
Pudimos establecer códigos de vida propios, muchas veces constituciones nacionales o estatales.
Declaramos y sostuvimos –más o menos, en realidad- nuestra independencia de poderes extranjeros.
Allá por fines del siglo 18 y durante el siglo 19 muchos nos libramos del mandato oprobioso de España, de Inglaterra, de Portugal, de Holanda (me olvido seguramente de alguno), aún penamos bajo la bota imperialista romana-cristiana, árabe-musulmana, socialista y por supuesto la de otros imperios codiciosos. Las gestas libertadores se reproducían por toda América.
Supimos hacer nuestros Cabildos, nuestras asambleas constituyentes, nuestras legislaciones, etc.
Supimos proclamar la independencia de poderes colonialistas, de intervenciones extranjeras, aunque luego nos sometimos por viles necesidades, por negociados de políticos corruptos, por la ceguera moral de muchos, por el EGO entorpecedor de las masas, por el populacherismo, pero al menos supimos desear ser libres, iguales, independientes.

De manera similar, pero con miles de años de anticipación, aconteció para los hijos de la nación hebrea.
Para aquella gesta redentora no solamente trabajamos nosotros, en realidad bastante poco, sino que fuimos guiados y protegidos por el Todopoderoso.
Sin embargo, con el correr del tiempo fuimos pudiendo hacer nuestra parte, con tropiezos, con dudas, con vacilaciones, con retrasos, con apurones, pero finalmente el pueblo judío estableció su patria en su tierra (esa tierra que desde siempre ha sido pretendida por otros y ahora está a punto de ser robada nuevamente por el imperialismo extranjero, cuya punta de lanza son los que se hacen llamar “palestinos”, pueblo inexistente, invención imperialista en su lucha contra los judíos, que es su lucha contra Dios).

Podemos hacer nuestra parte, cada uno su parte. Ni más, ni menos.
Está en nosotros el conectarnos a través de nuestras acciones positivas.
Podemos establecer nuestra Sucá, endeble, débil, fácilmente desarmable, al tiempo que confiamos en que es Dios el que la refuerza y sostiene.

Los judíos tienen su tarea particular en el plan de Dios para la redención de la humanidad, pero también tienen la propia los gentiles.
Por medio del judaísmo, para unos, y del noajismo para los otros es que estableceremos un mundo de Shalom. Que no sea solamente un bello ideal, una fantasía soñadora, algo parecido a una canción de John Lennon, sino una realidad concreta, vibrante, es posible.

A levantar cada uno nuestra Sucá interior, a librarnos del EGO, a tomar para nosotros el cumplimiento de la Torá que nos corresponde, a construir una patria interna de plenitud y Shalom.

Cordero de Dios… ¿o de Juan y de Pablo?

Dice el libro atribuido a alguien que denominan Juan (cap. 1, verso 29): “Al día siguiente vio a Jesús que venía hacia él, y dijo: He ahí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. “
En otro lugar de la oscura compilación el cabecilla de los misioneros afirma en la misma línea (1 Corintios, cap. 5 , verso 7): “Porque aun Cristo, nuestra Pascua, ha sido sacrificado.”

En ese mundillo de fe y absurdos es evidente que el sacrificio pascual es de un cordero destinado a quitar pecados.
¿Será cierto?

Antes de responder a esta pregunta absolutamente válida y necesaria, parece superfluo pero no está de más decir que un hombre no es un cordero; que la muerte tormentosa de un hombre a manos de la “justicia” romana no es el sistema ritual de sacrificios santificados por la Ley de Dios; que el cordero pascual y los ritos sacrificiales no eran representaciones figurativas ni profecías de un futuro mesías, sino hechos cotidianos y corrientes en épocas que existía un Templo de Dios en Jerusalén. Es tonto realmente tener que decirlo, porque parece más que evidente que un hombre no es un cordero, pero durante siglos hay personas que siguen creyendo con total firmeza de que un hombre es un cordero, que una pena de muerte romana es un sacrificio ritual y que el sistema de sacrificios establecido en la Torá no es más que un arquetipo para que sea cumplido por un fracasado al que se le atribuye carácter mesiánico.
Sí, son disparares, pero con la fe hasta esto es admitido y reverenciado como si fuera algo sagrado.
Es triste que así funcione la mente de los seguidores de tal personaje, sea que lo llamen Jesús, Ieshu, Yeshuah, o con cualquier otra denominación.
Es patético que en bases tan toscas y enfermizas se sostenga la “espiritualidad” de cientos de millones de personas, pobres atribulados que cargan sobre sí los mitos del imperio romano que los sigue sometiendo con sus engaños y astucias. Sea con el ropaje de cristianismo, catolicismo, supuesto judaísmo mesiánico, falsos benei anusim, imposibles descendientes de la tribu de Efraín, netzaritas, entre otras sectas y títulos cada vez más extraños y enajenados.

Ahora, retornemos a la primer pregunta: ¿El cordero pascual estaba destinado a limpiar o quitar de pecados al mundo?
Veamos qué nos indica el sagrado texto de la Torá:

Exo 12:1  Y el SEÑOR habló a Moisés y a Aarón en la tierra de Egipto, diciendo:
Exo 12:2  Este mes será para vosotros el principio de los meses; será el primer mes del año para vosotros.
Exo 12:3  Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: «El día diez de este mes cada uno tomará para sí un cordero, según sus casas paternas; un cordero para cada casa.
Exo 12:4  «Mas si la casa es muy pequeña para un cordero, entonces él y el vecino más cercano a su casa tomarán uno según el número de personas; conforme a lo que cada persona coma, dividiréis el cordero.
Exo 12:5  «El cordero será un macho sin defecto, de un año; lo apartaréis de entre las ovejas o de entre las cabras.
Exo 12:6  «Y lo guardaréis hasta el día catorce del mismo mes; entonces toda la asamblea de la congregación de Israel lo matará al anochecer.
Exo 12:7  «Y tomarán parte de la sangre y la pondrán en los dos postes y en el dintel de las casas donde lo coman.
Exo 12:8  «Y comerán la carne esa misma noche, asada al fuego, y la comerán con pan sin levadura y con hierbas amargas.
Exo 12:9  «No comeréis nada de él crudo ni hervido en agua, sino asado al fuego, tanto su cabeza como sus patas y sus entrañas.
Exo 12:10  «Y no dejaréis nada de él para la mañana, sino que lo que quede de él para la mañana lo quemaréis en el fuego.
Exo 12:11  «Y de esta manera lo comeréis: ceñidos vuestros lomos, las sandalias en vuestros pies y el cayado en vuestra mano, lo comeréis apresuradamente. Es la Pascua del SEÑOR.
Exo 12:12  «Porque esa noche pasaré por la tierra de Egipto, y heriré a todo primogénito en la tierra de Egipto, tanto de hombre como de animal; y ejecutaré juicios contra todos los dioses de Egipto. Yo, el SEÑOR.
Exo 12:13  «Y la sangre os será por señal en las casas donde estéis; y cuando yo vea la sangre pasaré sobre vosotros, y ninguna plaga vendrá sobre vosotros para destruiros  cuando yo hiera la tierra de Egipto.
Exo 12:14  «Y este día os será memorable y lo celebraréis como fiesta al SEÑOR; lo celebraréis por todas vuestras generaciones como ordenanza perpetua.

Este es el sacrificio pascual, el Pesaj, exclusivo de Egipto, aquel que Dios ordenó para ser hecho en una única ocasión, como preparación previa de la plaga final que posibilitaría la salida de los esclavos judíos de Egipto.
Si leemos con conciencia e imparcialidad notamos que en nada se relaciona este sacrificio con pecados, con remisión de pecados, con perdón de pecados, con borrar pecados, ni siquiera con cuestiones del mundo.
Es un sacrificio puntual, destinado a preparar la salida de Egipto. Los días previos el animal debía ser atado a vistas de los egipcios, para mostrarles que los judíos ya no estaban sometidos a los mandatos de Faraón, sino a los de Dios. Toda la preparación y banquete era una manifestación pública de orgullo nacional, de reafirmación personal, de poderío y no más de sumisión y esclavitud.
Cada grupo familiar debía tener su animal, el cual sería sacrificado a la noche, cuando da comienzo el día 15 de Nisán. Uno por grupo familiar. No uno general, no uno para todos, no uno por el mundo, sino que uno por grupo familiar, de acuerdo al número de personas que comerán de su carne. La forma de consumirlo, acompañado por hierbas, sin romper sus huesos, que satisfaga y no quede, que sea para todos y cada uno, son las pautas de que es un mensaje para los judíos y los egipcios: estamos listos para ser libres,para vivir como hombres plenos, no más como ratas de alcantarillas, no más como ovejas de pastores sedientos de dinero y poder.
Por si fuera poco, está explícitamente declarado que es un mandamiento para ser cumplido en Egipto, según el mismo texto enfatiza en más de una oportunidad.
El cordero, uno por grupo familiar, era de un año, no de más, no de menos.
Sin defectos, es decir sin cortes, sin magullones, sin heridas, sin laceraciones, sin partes faltantes.
Debía ser matado de forma ritual, con mucha delicadeza, para no quebrar sus huesos y para que la sangre se vertiera en tinajas destinadas a su recepción. Con esa sangre se marcarían las entradas de las casas de los judíos fieles al Eterno, aquellos que hicieron caso a este mandamiento específico, por lo cual al momento de la muerte de los primogénitos no habría difuntos en sus casas.
El cordero de cada grupo debía ser asado al fuego por completo, y da detalles la Torá al respecto.
Y su carne debía ser ingerida por los miembros de cada grupo familiar, toda la carne debía ser consumida aquella noche. Los restos deberían ser incinerados por completo al fuego, nada debía quedar de ese animal.
En recuerdo de aquel momento es que los judíos celebran la festividad de Pesaj, pero no actuando igual que aquellos judíos esclavos de Egipto, puesto que de hacer un sacrificio pascual al estilo del hecho en Egipto, se estaría violando el mandato de Dios, el que ordenó que este ritual fuera único y exclusivo para la víspera de la liberación de los judíos de la esclavitud de Egipto.
El texto es claro, no da para dobles interpretaciones.

Cuando se lee con conciencia y objetividad el texto, rápidamente se diluyen las fantasías de Jesús como “cordero pascual de Dios que quita los pecados del mundo”.
Porque es más que evidente de que el cordero pascual no es UN cordero sino decenas de cientos; que cada animal era de un año; sin lastimaduras; que es un animal y no un hombre; que no es para quitar pecados sino para preparar la salida de Egipto; que expresamente no se habla de limpiar pecados por medio de este sacrificio; que debe ser matado de forma ritual; que debe ser asado y específicamente al fuego, no por carbones ni es una alusión metafórica a tomentos o vinagres; que debe ser comido por completo en una noche y acompañado por matzá y hierbas amargas; que debe ser asado al fuego; que no deben quedar restos materiales del mismo; que debía ser hecho en Egipto la víspera de la salida de los judíos de Egipto; que era específicamente un mandato para los judíos y para nadie más; que los judíos debían estar listos para salir de Egipto; que su sangre no era para limpiar pecados sino para marcar las casas de los fieles y prevenir la muerte de los primogénitos (y solo de ellos) en las casas marcadas.
Sí, la persona que no se deja llevar por fantasías ni por locuras de la fe, rápidamente reconoce la trampa de los misioneros, de Pablo, de los mesiánicos, de todos sus secuaces de cada generación.
No se sostiene ni un momento esta tramoya ridícula del cordero de Dios que quita el pecado del mundo.
Ni siquiera con los habituales malabarismos manipuladores que hablan de sombras y prefiguraciones, de Jesús escondido en cada palabra del “antiguo testamento” en forma de misteriosas alusiones.
El texto es claro, la historia no es pasible de triquiñuelas, aunque los traficantes de la fe, los soldados del imperialismo romano no dejarán de inventar argumentos cada vez más disparatados para seguir sosteniendo como puedan estas patrañas.

Claro, es cuestión de fe… pobrecitos…

Ahora, cuando somos realistas e investigadores, encontramos que en la sagrada Palabra del Eterno se ha ordenado a los judíos el sacrificio pascual para las generaciones, que es diferente al que hemos visto que era exclusivo para la previa a la salida de Egipto.
Veamos si el Pesaj (sacrificio pascual) para las generaciones sí puede tener relación con el dichoso “cordero de Dios que quita el pecado del mundo”.
Vamos al texto sagrado:

Exo 12:42  Esta es noche de vigilia para el SEÑOR por haberlos sacado de la tierra de Egipto; esta noche es para el SEÑOR, para ser guardada por todos los hijos de Israel por todas sus generaciones.
Exo 12:43  Y el SEÑOR dijo a Moisés y a Aarón: Esta es la ordenanza de la Pascua: ningún extranjero comerá de ella.
Exo 12:44  Pero el siervo de todo hombre, comprado por dinero, después que lo circuncidéis, podrá entonces comer de ella.
Exo 12:45  El extranjero y el jornalero no comerán de ella.
Exo 12:46  Se ha de comer en una misma casa; no sacaréis nada de la carne fuera de la casa, ni quebraréis ninguno de sus huesos.
Exo 12:47  Toda la congregación de Israel la celebrará.
Exo 12:48  Pero si un extranjero reside con vosotros y celebra la Pascua al SEÑOR, que sea circuncidado todo varón de su casa, y entonces que se acerque para celebrarla, pues será como un nativo del país; pero ninguna persona incircuncisa comerá de ella.
Exo 12:49  La misma ley se aplicará tanto al nativo como al extranjero que habite entre vosotros.
Exo 12:50  Y así lo hicieron todos los hijos de Israel; hicieron tal como el SEÑOR había mandado a Moisés y a Aarón.
Exo 12:51  Y sucedió que aquel mismo día, el SEÑOR sacó a los hijos de Israel de la tierra de Egipto por sus ejércitos.

Aquí se refiere Dios al mandamiento exclusivamente para judíos de celebrar el sacrificio pascual por las generaciones venideras, tal como reza el texto.
Y es muy explícito Dios al declarar que es un mandamiento, un ritual, un sacrificio, una carne, un mensaje, que está absolutamente vedado para los extranjeros, es decir, para los gentiles. Es un ritual exclusivo para judíos. Solamente la persona nacida judía o aquella que se ha convertido de acuerdo a la ley respectiva es admitido dentro de este ritual.
Es lo que dice Dios, está en la Torá, no es invento de hombres, no es como el llamado nuevo testamento una obra literario fraudulenta, creación del imperialismo romano. No señor, la Torá es obra sagrada, directa de Dios.

El mismo Dios luego explícito aún más las cosas al ordenar a los judíos:

Deu 16:5  No podrás sacrificar la Pascua en ninguna de las ciudades que el SEÑOR tu Dios te da,
Deu 16:6  sino que en el lugar que el SEÑOR tu Dios escoja para poner allí su nombre, sacrificarás la Pascua al atardecer, al ponerse el sol, a la hora en que saliste de Egipto.
Deu 16:7  Y la asarás y la comerás en el lugar que el SEÑOR tu Dios escoja. Luego, por la mañana, regresarás a tu habitación.

Ciertamente no se hacían en cualquier lugar, sino expresamente en el lugar elegido por Dios para hacerlo: el monte del Templo. Que no es el Gólgota, ni cualquier otra parte de Jerusalén o del mundo.
Y debía ser comido por completo en el monte del Templo. Desde que David tomó posesión de Jerusalén y su hijo construyó el Templo, allí se debía hacer, en ningún otro lugar, sin excusas. Es en el monte del Templo y solamente allí.
Y debía ser un ritual exclusivo de judíos, sin intervención de extranjeros, ni de romanos, ni de húngaros, ni de rastafaris, solamente judíos.

Señalemos que tanto el Pesaj ordenado para Egipto como el posterior, el de las generaciones, sin parte de los mandamientos de Dios a los judíos.
Aunque fueron decretados previo a la entrega de la Torá en el Sinaí, igualmente son mandamientos de la “Ley”, eso que tanto detestan los seguidores de Jesús que se atrincheran con Pablo en la aversión a la Torá y la adoración a un hombre redentor.
Recordemos que la “Ley” ya fue establecida para toda la humanidad desde el mismo comienzo de la misma, puesto que Adam recibió una Torá simple, compuesta por seis mandamientos. Al igual que Noaj recibió la Torá noájica, compuesta por siete mandamientos. Posteriormente los judíos recibieron su propia y exclusiva Torá, la que concierne a la nación judía y con los 613 mandamientos correspondientes a ella.
Por tanto, los payasos teólogos que quieran decir que el mandato del cordero pascual en Egipto fue antes de la Ley, por lo cual “se demuestra” que es por fe en Jesús que la persona es salva y no por acatar los mandamientos, no es más que una mentira falta de fundamentos, plena de grotesca falsedad.
¡Cuidado con los teólogos! Doctores en “divinidad”, que son sirvientes de sus EGOs.

Volvemos a notar que no se menciona para nada en el texto sagrado que el cordero pascual, los decenas de miles de ellos en realidad, sean para quitar pecados, ni siquiera se roza el tema de los pecados y los ritos sacrificiales que posteriormente se establecerían al respecto.
Como cualquier niño con un poco de educación en Torá sabe, el pecado se remedia con arrepentimiento sincero, no con sacrificios de animales… ¡menos que menos con el cordero por grupo familiar que se sacrificaba para recordar el Pesaj!
Pero esto tan simple, tan cierto, tan claro, no lo es para el que está preso en su celdita mental, entre sus barrotes de la fe.
Ni tampoco salvo a “todos” el primer cordero pascual, sino solamente a los primogénitos que permanecieron en sus hogares marcados por la sangre del cordero del grupo familiar.

Los de la fe seguirán repitiendo los lemas de su religión, seguirán difundiendo mentira y error.
Para ellos está bien hacerlo, pues sus líderes son los que les marcan el ritmo que bailan. Desde sus comienzos sus líderes fueron expertos en mentir, en falsear, en presentarse con disfraces, en llamar “santo” a lo inmundo, en adorar falsos dioses.
Para ellos es cuestión de fe, aunque sea algo absurdo.
He visto las piruetas que hacen para transfigurar esto, adaptarlo a su conveniencia, ver simbolismos según les convenga, convertir en metáfora lo que debe ser tomado literal, inventar alusiones, etc… son expertos en mentira, no lo olvidemos…

Podemos y debemos respetar a las personas, pero es nuestra obligación demoler las creencias terribles. Es una tarea necesaria, para todo el que es fiel a Dios, un sincero constructor de Shalom.

Ahora, a la vista de las evidencias, ¿alguien en su sano juicio y con lealtad a Dios puede seguir invocando la patraña del cordero, llamado Jesús, de Dios que quita el pecado del mundo?

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Como un plus, ya que el argumento central es el de más arriba, te dejo el texto del procedimiento para el sacrificio por el pecado, el real y no el invento de los seguidores de Jesús.
Tómate tu tiempo y verás que termina por hundir por completo el engaño del Jesús cordero quitador de manchas:

Lev 4:27  «Y si es alguno del pueblo el que peca inadvertidamente, haciendo cualquiera de las cosas que el SEÑOR ha mandado que no se hagan, y se hace así culpable,
Lev 4:28  y se le hace saber el pecado que ha cometido, traerá como su ofrenda una cabra sin defecto por el pecado que ha cometido.
Lev 4:29  «Pondrá su mano sobre la cabeza de la ofrenda por el pecado y la degollará en el lugar del holocausto.
Lev 4:30  «Entonces el sacerdote tomará con su dedo de la sangre y la pondrá sobre los cuernos del altar del holocausto, y derramará todo el resto de la sangre al pie del altar.
Lev 4:31  «Luego quitará toda la grasa, de la manera que se quitó la grasa del sacrificio de las ofrendas de paz, y el sacerdote la quemará sobre el altar como aroma agradable para el SEÑOR. Así hará el sacerdote expiación por él y será perdonado.
Lev 4:32  «Pero si trae un cordero como su ofrenda por el pecado, que traiga una hembra sin defecto.
Lev 4:33  «Pondrá su mano sobre la cabeza de la ofrenda por el pecado y la degollará como ofrenda por el pecado en el lugar donde se degüella el holocausto.
Lev 4:34  «Entonces el sacerdote tomará con su dedo de la sangre de la ofrenda por el pecado y la pondrá sobre los cuernos del altar del holocausto, y derramará todo el resto de la sangre al pie del altar.
Lev 4:35  «Luego quitará toda la grasa de la misma manera que se quita la grasa del cordero del sacrificio de las ofrendas de paz; y el sacerdote la quemará en el altar con las ofrendas encendidas para el SEÑOR. Así hará el sacerdote expiación por él, por el pecado que ha cometido, y será perdonado.

Inicios y reinicios

Esta semana los hijos de la Familia judía celebran los días intermedios de Sucot y también Sheminí Atzeret/Simjat Torá.

Según afirma la Tradición, la fiesta de Sucot es el “tiempo de nuestra alegría” para el pueblo judío. Se han brindado diversas ideas al respecto de este nombre:

· Porque la gente puede aprender que la felicidad no proviene de cuánto se tiene, sino de cómo se disfruta de lo que se es.

· Porque comienza la estación invernal y lluviosa en Israel, tiempo de descanso, de preparación para el nuevo ciclo de tareas agrícolas en unos meses.

· Porque recién se ha culminado un año de trabajo y se goza de los beneficios del mismo.

· Porque tras Iamim Noraim (Rosh HaShaná y Iom Kipur), de seria reflexión para ajustar la conducta, queremos alcanzar similar finalidad a través del sano regocijo.

· Porque Sucot recuerda y revive la compañía, educación y protección que Dios brindó a los judíos tras de su salida de la esclavitud de Egipto.

· Porque es símbolo del hogar personal y nacional estable y en paz.

· Porque representa a la futura Era Mesiánica, en la cual las personas vivirán en construcción de Shalom y no más provocando dolor y miserias a causa de sus Egos.

Por su parte, Sheminí Atzeret/Simjat Torá es broche de oro para Sucot, pues es la jornada que Dios ha destinado para que los judíos solamente se deleiten y estén contentos, sin que haya motivo histórico o suceso para que sea recordado y guardado como día feriado-festivo.

¿Cómo puedes tú compartir esta alegría desde una perspectiva noájica?

Por otra parte, este sábado los judíos dan lectura pública a la primera sección de la Torá judía, a la porción denominada Bereshit.
Como es nuestra costumbre, compartimos brevemente algunas ideas y conceptos del texto, para que podamos nutrir desde una visión noájica la espiritualidad de todos los gentiles que son fieles al Eterno.

 

Seleccionamos de Bereshit

 

1. El relato de la Creación como enseñanza espiritual y no como descripción científica.

2. El camino de la Torá que lleva de la confusión al orden, del egoísmo al altruismo, del conflicto a la unidad armoniosa.

3. El respeto necesario hacia la obra del Creador. Tenemos derecho a usar, a disfrutar, a tomar posesión de lo que nos está permitido, pero no es legítimo que destruyamos, corrompamos o desperdiciemos innecesariamente.

4. La humanidad recibe los seis mandamientos universales de parte del Creador.

5. El desvío y el drama que se originan al dejarse llevar por pasiones oscuras, deseos poco trabajados, opiniones falaces, buenas intenciones sin fundamento.

6. Las primeras generaciones de humanos que van conociendo su mundo, poblándolo, en cierta medida humanizándolo (para bien o no).

7. La corrupción egoísta que se impone y va provocando una serie de infortunios que desembocarán en la gran catástrofe que conocemos como “El Diluvio”.

 

Relato: La prisión en una rama

Un rey recibió como obsequio especial dos pequeños halcones y los entregó al maestro de cetrería para que los entrenara.

Pasado un tiempo, el entrenador informó al rey que uno de los halcones estaba perfectamente, pero que al otro no sabía qué le sucedía, no se había movido de la rama donde lo dejó desde el día que llegó.

El rey mandó llamar a curanderos y otros sabios para que vieran al halcón, pero ninguno logró que abandonara su rama y volara.
El monarca comunicó públicamente que ofrecería una gran recompensa a la persona que hiciera volar al halcón.

Grande fue su sorpresa cuando a la mañana siguiente vio al halcón volando ágilmente por los jardines.
El rey ordenó: “Traedme al autor de este milagro”.
Sus subalternos trajeron ante él a un humilde campesino, de ropas pobres pero correctas, mirada firme pero mansa, manos de hombre esforzado por trabajar.
El rey le preguntó: “¿Tú hiciste volar al halcón? ¿Cómo lo hiciste? ¿Eres un mago? No tienes aspecto de mago… ¡dime cuál es el secreto!”.
Con voz calma y silenciosa el campesino respondió: “No ha sido magia ni milagro, mi Señor. Solo corté la rama a la que el halcón se aferraba y éste voló.”.

Preguntas para repasar y reflexionar

1. ¿Cuál es la moraleja?

2. ¿Qué simboliza la rama a la que se aferraba el ave? ¿Y las alas?

3. ¿Por qué acostumbramos a engancharnos a lo conocido y nos cuesta desplegar nuestro potencial?

4. ¿Cómo relacionas este relato con el contenido de Bereshit?

5. ¿Cómo se podría aplicar esta enseñanza a la vida cotidiana?

¿Quién es feliz?

Uno de los sabios del Talmud (Avot 4:1) enseñaba que el rico es aquel que se contenta con su propia porción, con lo que le corresponde poseer.
Allí mismo declaraba que el respetable, el merecedor de honores, es aquel que respeta u honra a las criaturas (creaciones del Eterno).
También decía que el sabio es el que aprende de toda persona.
Y el fuerte, es quien conquista su pasión.
Son frases muy interesantes para observar, analizar, compartir y, por qué no, asumir como modelos saludables de existencia.
Ser rico porque se disfruta de lo que se tiene, sin amargarse por lo perdido, sin angustiarse por lo que falta, sin atormentarse por la competencia con otros.
Ser respetado por vivir en paz con el prójimo, al mantener relaciones desde la humildad, desde el reconocimiento de las virtudes y defectos propios y ajenos, procurando juzgar positivamente en caso de necesidad.
Ser atento hacia los demás, comprensivo, encontrar aquello que el otro tiene de valioso, rescatar hasta lo mínimo positivo con ánimo constructivo y de agradecimiento.
No dejarse llevar por pasiones, no desbarrancar detrás de anhelos desmedidos, no perder el Norte por cuestiones que resultan urgentes pero realmente poco importantes.
Sí, sin dudas son opciones saludables de vida.

Pero, ahora, cuando estamos por ingresar a la festividad (judía) subtitulada como “Tiempo de Nuestra Alegría”, a Sucot, ¿cómo podríamos responder en breve, emulando al maestro talmúdico a la pregunta de “¿Quién es feliz?”?

¿Podría ser: “Aquel que es rico con su propia porción.”?

¿Tú que opinas?

Espero que quieras compartir tus ideas con nosotros, me haría muy feliz…

Hasta luego.

(Es un tema que sería interesante seguir tratando en otras oportunidades.)

El universo te ayuda a ser feliz…

Están compartiendo una frase atribuida a Louise Hay:

“Para cambiar tu vida por fuera debes cambiar tú por dentro. En el momento en que te dispones a cambiar, es asombroso cómo el Universo comienza a ayudarte, y te trae lo que necesitas.”

Humildemente, yo no sé si el universo se entera de la existencia de cada uno, ni si está al tanto de nuestros dramas y aspiraciones.
Modestamente considero que es bastante dudoso de que el universo siquiera tenga algún tipo de conciencia individual, a la que podamos identificar como “conciencia universal”. De tenerla, es altamente improbable que te quiera ayudar, sea que estás en disposición de cambiar (para bien o mal), sea que te dejes llevar por la inercia o la pasividad.
El universo no es un dios, ni un ente, ni una fuerza.
El universo es la sumatorio de todo lo que lo compone, que incluye por supuesto lo que las personas consideramos  bueno, también lo malo así como lo indiferente. De hecho, tengo la fuerte impresión de que lo indiferente es más del 99% del mismo en su relación con el hombre y con cada miembro de nuestra especie.

Así pues, esta bonita frase, muy inspiradora y positiva, a la hora de la hora no deja de ser una bella fantasía, irreal y hasta quizás en cierto modo peligrosa.
Te hace tener esperanzas en algo improbable. Te afirma que cuentas con un poder ilimitado, el cual en realidad no existe. Te promete un auxilio que difícilmente te llegará.
Como todas las cosas bien intencionadas pero poco sustentadas en conocimiento, suelen acarrear más dramas que bendiciones.

De por sí los consejos de auto-ayuda, que en buena medida popularizo la Sra. Hay, son riesgosos.
Se constituyen en una nueva fe, en una religión, que incluyen rituales, plegarias, invocaciones fuerzas misteriosas y por supuesto, siempre habrá alguno que otro con baldes listos para recoger el dinero que los “fieles” dejarán caer a rolete, con la esperanza de obtener la bendición de parte del autor de moda del mundillo de la auto-estima, de la ineficaz seudo ciencia del crecimiento integral basado en misterios y supersticiones.

Ahora, lo que humildemente encuentro bastante acertado es el comienzo de la frase de la Sra. Hay.

Cuando uno cambia favorablemente, (desde el mismo momento en que se dispone a cambiar y se compromete a hacerlo, de hecho ya está cambiando), uno encuentra recursos en sí mismo que habían pasado inadvertidos, que estaban tapados por “noes”, por mandatos, por censuras, por la ceguera impuesta por el EGO.
Al encaminarse por la senda de la superación real, sin fantasías, sin falsas metas, sin ideales imposibles, sino pasos seguros hacia el cambio, entonces quedan a disposición recursos que parecían imposibles, insospechados en uno mismo. Son potenciales ya existentes, en el interior de cada uno o al alcance de la mano en el entorno, que favorecen y fortalecen el crecer.

No nos confundamos, no es un dios misterioso que está haciendo magia, no se están obrando milagros, no hay una confabulación universal coelhiana para favorecerte, no hay un “secreto” que se alía a tu deseo.
Nada de eso es real, nada de eso existe, a no ser en la imaginación de los que lo inventaron y de los que lo creen.

Pero sí hay un mundo a disposición para aquel que está dispuesto a tomar lo que está a su alcance.
Vivimos sometidos a una negación constante de nuestra identidad, nos sumergimos en identidades falsas, somos prisioneros de nuestro impotente EGO (al que consideramos todopoderoso).
Vivimos huyendo, fracasando, hundiéndonos en dolores y quejas, en amarguras y quebrantamientos.
Porque tenemos miedo, porque preferimos la comodidad, porque nos desconocemos en nuestro potencial.

Cuando nos embarcamos en la aventura de conocernos, a nosotros y no a nuestras máscaras, estamos cambiando y encontramos que sorprendentemente la vida es más bella de lo que nos creímos hasta entonces.
Hay más luz, más bondad, más poder, más posibilidades, pero no a causa de un genio bondadoso que nos apadrina, sino porque encontramos el poder que existe en nuestro interior y el lazo que nos conecta en verdad al universo.

Por lo cual, dispongámonos a cambiar, hagámoslo, construyamos Shalom desde el interior y hacia las capas externas y luego hasta el infinito.
Encontraremos mucho bueno, aunque no siempre sea fácil, no siempre logremos nuestras metas, no siempre seamos victoriosos… pero siempre seremos exitosos.

La felicidad es posible, el bienestar, la bendición, la plenitud, a la medida de nuestra posibilidades.

Cuando derrotamos al EGO, cuando le despojamos de su terrorífico poder, cuando dejamos de escaparnos para refugiarnos en nuestra celdita mental, estamos preparados para disfrutar de una vida plena.

Es un mensaje propicio para la festividad de Sucot que está por comenzar, muy atinado para tal ocasión.
¿Sabes por qué?

(Gracias Jackie)

Sucot para noájidas

En pocas horas más los judíos estarán celebrando la festividad de Sucot, de las cabañas.
Esta festividad es netamente judía, una de las celebraciones particulares que el Eterno ha concedido a la nación de Israel. Y específicamente es una festividad de corte histórico-nacional, pues se vincula a los sucesos maravillosos que acontecieron a los hebreos a la salida de Egipto y durante su estancia en el desierto, previo a la entrada a la Tierra de Promisión.
Por esta herencia celestial, y por este encadenamiento al pasado nacional, los noájidas NO deben celebrar Sucot al estilo que SÍ lo deben celebrar los judíos.
Un gentil que pretenda conmemorar Sucot como los judíos, está incurriendo en apropiación indebida del patrimonio nacional y espiritual ajeno, está desobedeciendo la divina Voluntad, y está dañando su pureza espiritual con alimento que no le es apto.

Sin embargo, es una fecha a tener bien en cuenta en el calendario de eventos noájicos, y para celebrar con altura y bendición.
Ahora te dará unas pocas pautas para que festejes correctamente el tiempo de Sucot.

Para comenzar, recordemos que en épocas del Templo en Jerusalén, durante esta festividad los sacerdotes judíos ofrecían 70 animales en honor al Eterno, en representación de todas las naciones gentiles de la tierra.
Es decir, se les daba a todos los noájidas un lugar de importancia durante Sucot, se los incluía ritualmente, se les representaba sacerdotalmente, porque todos somos hermanos, hijos del Eterno. Si bien los judíos son el pueblo sacerdotal, los noájidas son los hermanos que colaboran y contribuyen a la edificación del mundo y al predominio de la santidad en el universo.

Recordemos también que de acuerdo a la profecía de Zacarías (14), en la Era Mesiánica Sucot será la época universal para la peregrinación al Templo en Jerusalén. Judíos y gentiles a la par nos presentaremos a rendir nuestra devoción ante el Padre en la ciudad que Él escogió para asentar Su santo Templo. Judíos y noájidas, cada cual desde su rol propio, cumpliendo con la divina Voluntad.

En la práctica, tú actualmente puedes construir una pequeña cabaña si deseas, pero no tienes obligación de hacerlo. Recuerda que el mandamiento de morar siete días en una Sucá es exclusivo para los judíos (varones), y que tú solamente estarás actuando de buena voluntad, para promover tu crecimiento espiritual y el de tus allegados. Pero no puedes considerar que con este acto estás cumpliendo algún mandamiento que te compete, tenlo presente por favor.
En cuanto a medidas, formas, materiales, etc. para la edificación de tu cabaña, queda a tu mejor parecer como constructor. Lo interesante sería que pudieras emplear elementos naturales, palos, ramas, hojas, palmas, etc., como una manera de distinguir lo que proviene de la naturaleza, directamente por bendición del Padre, sin mediar mayormente la mano del hombre.
Este aspecto de apreciar lo natural en estos días, y a través de lo natural la obra del Creador, es una de las tareas que te competen cumplir como noájida. Ten presente que tú eres el encargado de desarrollar el mundo, de convertirlo en un lugar propicio para el ejercicio de la santidad. Tú eres el socio del Creador a la hora de transformar, de perfeccionar, de completar la obra de la Creación.

¿Qué haces luego de que te has construido tu chocita, o has ayudado a otro a hacerlo, o has participado en la construcción del tabernáculo comunitario?
En la cabaña puedes comer y pasar un rato, con la expresa intención de recordar como vivieron los judíos a la salida de Egipto, recordando que es festividad judía. Aprovechas así a vincularte emocionalmente con tus hermanos judíos, con el pasado de la nación santa; NO para creer que eres miembro de Israel, sino para reconocer que ambos son camaradas en la obra de completar el mundo, cada cual de acuerdo al rol específico que el Padre les ha dado.

Cuando el noájida pasa un tiempo en su cabaña, puede abrir el canal de su memoria para rememorar los milagros que el Padre ha hecho por Israel, el amor que ha tenido por el pueblo judío, y la hermandad de todos los humanos bajo las alas de la divinidad.
Y el provecho personal está en que el noájida aprenda de esta manera a valorar lo pasajero de la vida terrenal pero su importancia cardinal para adquirir buenos frutos para gozar en su eternidad.
Que el noájida aprenda el valor de cada cosa, dejando en segundo plano a lo secundario para que predomine lo realmente principal, De esta manera estará ejercitando su voluntad para la misión de construir un mundo más perfecto.

Está muy bien que se reúnan y canten salmos de alabanza al Eterno.
Porque es fiesta del Eterno, conmemoración de Israel, momento de crecimiento para todos nosotros.

Espero que puedas celebrar y que pronto peregrinemos juntos hasta Sión, a venerar al Santo.

Sucot para noájidas

En unos días comienza la "festividad de la alegría", que es Sucot.
Recomiendo a los lectores que relean este texto que ya publicamos: http://fulvida.com/festividades/sucot-para-noajidas

Y que visiten los otros textos que se encuentran en la sección:
http://fulvida.com/category/festividades/pesaj-shavuot-sucot-fiestas-judias-de-peregrinacion

Estoy a las órdenes para recibir vuestras dudas, consultas, sugerencias, aportaciones, etc.
No sé si podré responderlas a la brevedad, pero trataré de hacerlo, con la ayuda del Eterno.

Que sepamos construir Shalom, una sucá mundial de Shalom.

Decálogo

El Decálogo, lo que común y erróneamente se denomina como “Diez Mandamientos” fue entregado y ordenado por Dios para los judíos.
Son muchísimas las enseñanzas que obtenemos y derivamos de estas diez frases, que corresponden en realidad a catorce mandamientos divinos para los judíos.
Algunas de las ideas y especialmente reglas son específicas para las personas judías, pero muchas de ellas tienen un valor universal, que es compartible y aplicable por cualquier persona que desee andar por la Senda del Eterno, a la Luz de su Palabra.
No es mi intención extenderme demasiado, sino tan solo concretarme a la introducción  de una fascinante enseñanza que se desprende de analizar los enunciados en un contexto “topográfico”.
Permíteme que te lo muestre.

Máximo EGO
El individuo está aislado, centrado en sí mismo, víctima de su impotencia y los delirios de poder. Es esclavo de su EGO.

Tableta B
Relación entre el hombre y el hombre

Idea central
Desarrollo de la personalidad

Tableta A
Relación entre el hombre y Dios

No asesinar

Aceptación de la existencia de Otro

Saber que Dios existe

No al adulterio

Aceptación de la relación con Otro

No adorar dioses ajenos

No secuestrar

Aceptación de la otredad del Otro

No usar el nombre de Dios en vano

No testimoniar en falso

Aceptación del poder del Otro

Recordar el Shabbat

No codiciar lo del prójimo

Coexistencia armoniosa con Otro

Honrar a los padres

Máxima CONEXIÓN
La persona está integrada como sujeto, como miembro de la sociedad, en su relación con Dios.
Es altruista, solidario, responsable, comprometido, bueno, justo y leal.

Ahora, un breve desarrollo para aumentar la comprensión.
Nacemos siendo impotentes, es condición básica de todo ser humano.
Contamos con una herramientas rudimentaria para sobrevivir, el EGO.
Sus métodos bruscos para llamar la atención suelen ser efectivos para que alguien se encargue del bebe, lo alimente, lo cambie, lo consuele, lo divierta, lo duerma, etc.
Si el llamado de atención no funciona, o el adulto no está disponible o dispuesto, el EGO “desconecta” al niño de la realidad dolorosa, lo lleva a un mundo de fantasías, el sueño.
Por supuesto que en esa etapa de vida el EGO es un gran amigo y así se va presentando a la naciente conciencia del ser.
El EGO se pone en lugar de un “salvador”, cosa que es cierta, de cierta forma.
El problema se avecina cuando el EGO se mantiene en el control del niño, siendo que éste va adquiriendo otros instrumentos y formas de conectarse con los demás y con la realidad, además de operar sobre ella.
El EGO en funcionamiento, cuando ya no es necesario, lleva a la persona a aislarse, a manipular a los demás, a situaciones de conflicto interno y externo, a multitud de desequilibrios, a una vida caótica y de desconexión con la realidad más o menos intensa.
Es necesario que el niño sea educado correctamente para que el EGO se vaya reduciendo, para que quede en su rol de herramienta útil en situaciones de extrema necesidad, cuando la impotencia gana nuevamente a la persona y no tiene prácticamente ninguna otra opción que recurrir a él.
Nuestro Creador, que es también es nuestro Maestro, nos brinda instrumentos de liberación del EGO, nos instala en nuestro lugar, nos fortalece en nuestra identidad, pero no de forma mágica o milagrosa, sino a través de un mapa de conductas que debemos conocer y aplicar, para que de esa forma podamos crecer integralmente, derrocar al EGO situado como dios al cual servimos en esclavitud.
El mapa de conductas se denomina “Torá”, que en hebreo quiere decir “instrucción”, “guía”, “ley”.
La Torá noájica es oral, se compone de siete mandamientos fundamentales, así como el relato de la entrega de los mismos por parte de Dios al patriarca Noaj.
La Torá judía es tanto oral como escrita, uno de cuyos componentes es el Decálogo, que estamos comentando en esta oportunidad. Los catorce mandamientos que componen el Decálogo están incluidos dentro del conjunto de 613 mandamientos que Dios ha dado para la nación judía, para ellos y no para el resto de las naciones. Así como la Torá que Él ha dado a los judíos es para ellos, y no para los gentiles.
Sin embargo, ambos tienen el mismo peso, similar valor, idénticas intenciones: conducir a la persona y a la sociedad hacia un mundo de Shalom, de plenitud, armonía, gozo consciente de la Presencia de Dios y Su bendición constante.
Si los gentiles conocen y viven sus siete mandamientos, así como el pueblo judío se hace cargo de sus 613 mandamientos, se estará en un mundo que no se encuentre bajo el dominio del EGO, y por consiguiente plagado de personas impotentes y caóticas, sino en un mundo solidario, espléndido, gozoso.
(Sin embargo, el cumplimiento por sí solo no basta para llevar una vida íntegra. Será necesario retomar este tema en otra oportunidad, o buscar lo que ya tenemos publicado al respecto).

El Decálogo, como hemos dicho al comienzo, es para el pueblo judío, pero algunas de sus enseñanzas son aplicables y saludables para el gentil también.
Esto que te enseño ahora es para compartir por ambos.

Estábamos en el relato del comienzo de la vida del individuo, que queda bajo el mando del EGO.
Un estado de caos, de desconexión, de soledad, de dolor, de falsedad, de fantasías, de delirios, de locura, de malicia, de robo, un mundo enfermo por dentro y por fuera.
El primer paso hacia el derrocamiento del EGO lo vemos en la tabla que presentamos más arriba: aceptar la existencia del Otro, sea Dios o el prójimo.
Si el Otro no es más que “algo” para satisfacernos, para ser manipulado, para estar a nuestro servicio, para llenar nuestras apetencias, no le estamos reconociendo una real existencia, sino una funcionalidad, que bien puede ser “usa y bota”. ¿No te ha pasado que alguna persona te haya hecho sentir así? ¿Qué eras “apreciado” mientras le servías de algo, pero luego fuiste borrado del mapa? ¿O quizás eres tú el que así ha hecho con alguien?
El Otro “no existe”, porque no le das lugar en tu corazón.
El bebe no está capacitado pues su sistema nervioso no se ha desarrollado, por tanto es normal que no sea consciente de la existencia de otros… pero tú, ¿qué excusas puedes dar?
Viene Dios y te enseña: “Yo existo, no preciso mandarte que lo creas, ni que tengas “fe”, sino solamente basta con decírtelo. Viste Mis obras, Yo soy quien te sacó de Egipto. Sin embargo, no me interesa que hagamos doctorados en teología, para Mí es más importante que sepas que el prójimo también existe. A Mí no me cambia en nada si tú Me sirves o no, pero a tu prójimo sí le puede afectar del modo en que te comportas con Él. no lo niegues. No lo asesines, ni siquiera simbólicamente. Admite que Yo existo, admite que el prójimo existe. No somos tus sirvientes, no somos tus títeres, Yo soy tu Dios, y él es tú prójimo.”

Cuando se avanza al siguiente escalón se descubre que admitir la existencia del Otro no basta, se debe admitir que existen las relaciones y que no siempre éstas tienen algo que ver conmigo.
El Otro tiene su vida independiente, aunque me cueste admitirlo. El otro tiene sus relaciones y no siempre soy bienvenido en ellas.
Ahora que sé que existe una mamá y un papá, debo aceptar que ellos mantienen una relación que me tiene por fuera y no debo entrar a ella.
Y eso irá pasando en lo sucesivo, con otras personas, con otras relaciones que establezca.
Esto que me limita, también me libera.
Yo también tengo mis relaciones, mis cuestiones privadas en donde yo establezco quien entra y quien no.
Dios también tiene ese “derecho”, el derecho a que no le seamos infieles, que no nos prostituyamos con falsos dioses, ni siquiera movidos por buenas excusas.
Tenemos una relación particular con Él y cuando metemos en medio a dioses, ángeles, mediadores, “salvadores”, ídolos, Jesúses, vírgenes, santos rabinos difuntos, seudo profetas, gurús, etc., estamos haciendo algo incorrecto. Estamos quebrando la fidelidad de la relación que tenemos con Él.
Así como existe el Otro y debemos tomar conciencia y aceptarlo, igualmente con las relaciones que el Otro mantiene, sea que estemos incluidos en ellas o no.

Está el Otro, las relaciones del Otro, estamos nosotros y nuestras relaciones. Está la conciencia de todo esto.
El siguiente paso en la escala del crecimiento es aceptar que el Otro es otro, que tiene derecho a su identidad, a sus decisiones, a ser él mismo, nos guste o no.
No está para darnos placer, no está para que lo manipulemos, tampoco para que nosotros seamos manipulados o nos arrastremos para satisfacerlos.
Él tiene su vida, me guste o no. Sea mi hijo o mi hija, mi alumno o mi empleado, él debe hacer su vida y yo debo respetarlo.
Por supuesto que el sirviente del EGO pretenderá tener bajo su control a todos y todo, no admite que le contradigan, no acepta que le marquen sus errores, no quiere voces disonantes. Él es el amo, aunque en realidad sea un pobrecito esclavo de su EGO.
Sin embargo, la persona que anda a la Luz del Eterno, que está en la escalera de la plenitud no buscará dominar a otros, no negará a los demás sus derechos, no impondrá su voluntad de forma injusta, reconocerá qué puede controlar y que no y no se angustiará por saberse impotente en ciertos aspectos, sino que más bien eso le dará libertad y serenidad.

El siguiente escalón ya incluye admitir que el otro no solamente existe, mantiene sus relaciones que no nos incluyen y otras que sí, es independiente de nuestra voluntad, sino además que el Otro es poderoso sin necesitarnos.
Debe ser duro despertar un día y darse cuenta de que ese mundo que habíamos imaginado en el cual somos el centro, del cual todo depende, que se caería si faltáramos, en realidad sigue tan firme y funcional cuando faltamos.
Más de uno habrá fantaseado con que el mundo nació el día que uno nació, que el mundo es mejor por estar uno aquí, etc., pero en los hechos el mundo gira estemos en él o no.
Somos importantes, sin dudas, pero una partícula de polvo cósmicos en un universo que aparece como infinito.
Somos valiosos, pero mejor es sí nos bajamos del pedestal y admitimos que el otro puede vivir perfectamente sin nuestra presencia.
Ni el divorcio, ni la muerte, ni el alejamiento son el fin para el otro, al menos no debiera serlo.
Dios sigue siendo Dios, con nuestros rezos o sin ellos.
El otro seguirá para adelante, contigo o sin ti.
Es duro, ¿no?
Algunos se niegan a reconocerlo, pobres prisioneros de sus EGOS y se andan imaginando que el mundo se caerá el día que ellos desaparezcan, que Dios tiembla de solo pensar que él no cree en Él… conocemos a varios sujetos así, cabalisteros, magos de las palabras que corrompen lo espiritual, gurús, falsos rabinos, entre otros. Incluso gente de renombre, que se desviven por tener a quien manipular, por ser el centro en la vida de alguien, por recibir el dinero como diezmos, etc.
Eso no es lo que Dios quiere del hombre.

Hasta el cuarto grado hemos llegado a reconocer al otro en su completitud, falta el quinto escalón, en el cual podamos llevar una vida de conexión con el prójimo y con Dios.
Entendemos que el otro es otro en TODOS los aspectos, aunque cueste, aunque duela.
Podemos apreciar lo que posee, en todos los aspectos, pero haremos el esfuerzo para no corrompernos anhelando lo que no es nuestro.
Podremos buscar nuestra propia forma de ser felices, nuestro camino para la plenitud, nuestro sentido de vida.
Claro que podremos hacerlo, cuando no estemos encerrados en las celditas mentales de nuestro EGO.
Al salir de esas paredes maltrechas podemos respetar al prójimo, amarlo, serle fiel, estar conectados.

Pero, mientras no avancemos estos cinco grados, seremos aún esclavos, de una u otra manera. Esclavos en fin.
Está en ti seguir tu camino, ese que Dios te ha marcado, o seguir el camino del EGO.

Bendición a todo nivel para ti

Como te tengo acostumbrado, te traigo ahora un rico pan espiritual apto para el noájida, que se prepara con el conocimiento milenario de la sagrada tradición de Israel.
Estamos en la semana en la cual el pueblo judío lee públicamente el texto de la porción llamada “Nasó”, así mismo la semana entrante la nación judía celebra la festividad de Shavuot ((Los noájidas tienen también un motivo para festejar esta celebración, averigua más en este hogar FULVIDA.)), he aquí una enseñanza sobre ambas que quiero compartir contigo.

Dice Dios en la porción de esta semana que la bendición de los sacerdotes al pueblo judío debe comenzar con la siguiente fórmula:

"el Eterno te bendiga y te guarde"
(Bemidbar / Números 6:24)

Se podría pensar que cuando se indica que el Eterno "bendiga", ya no haría falta agregar otra petición, pues, ¿no abarca la "bendición" una clave para el éxito en todos los planos?
Es una pregunta pertinente, puesto que el que es bendito, es bendito en todo.
Tal como aprendemos del patriarca judío Iaacov, cuando dijera a su hermano Esav:

"pues Dios me ha favorecido, porque tengo todo."
(Bereshit / Génesis 33:11)

Entonces, nuestra enseñanza principal estará en comprender el motivo por el cual se solicita del Eterno que no solamente “bendiga”, sino también que “proteja”.

Según explican los sabios de la tradición judía, la "bendición" aquí referida es la que atañe a los bienes materiales, en el nivel de lo palpable, tangible, concreto: salud, dinero, poder, objetos, etc.
Ocurre que muchos tienen un gran suceso en el plano material, pero a causa de esto fracasan estrepitosamente en otras áreas de la existencia, en lo emocional, social, intelectual y/o espiritual.
Por lo cual es imprescindible aprender a trasformar la bendición material en un utensilio para el crecimiento multidimensional, es decir, que a través de la riqueza, el poder, la potencia física, se crezca y se beneficie la persona de manera integral.

La “bendición” se convierte en “protección” cuando la persona toma conciencia de qué implica realmente ser bendita: es haber obtenido un favor inmenso de parte de Dios y por tanto no se enorgullece tontamente, ni se encierra en su egotismo, ni se afana por adquirir más posesiones; sino que aprende a ser humilde, a actuar con altruismo, a estar satisfecho con lo que tiene y disfrutar sanamente de la vida.
Una cosa es ser bendito y otro ser consciente de la bendición y vivir de tal modo que ésta se establezca como base para un mundo de Shalom –paz y plenitud-.

Es muy poco frecuente que esta porción se leída por la nación judía el sábado previo a Shavuot, por lo general se lee la porción anterior.
Sin embargo, hay una clara referencia al sentido espiritual de esta festividad también en la sección que nos incumbe.
Están aquellos judíos que festejan Pesaj, con su mensaje de libertad física, con su quiebre de cadenas, con su salida de la prisión rumbo a una mejor existencia.
Es muy bueno para el judío tener presente Pesaj y celebrarlo, así como reconocer la centralidad del ser libre.
Pero, ¿de qué sirve Pesaj con su libertad si no se completa y complementa con Shavuot?
Shavuot es el tiempo en el cual Dios entregó la Torá al pueblo judío. Por tanto es ocasión de compromiso, responsabilidad, maduración, trascendencia, darse cuenta de que la libertad física sin un sentido para vivir, es seguir esclavo, quizás ya no más de cadenas y cárceles, pero sí de las celditas mentales/emocionales que no permiten a la persona alcanzar la plenitud de sus potencialidades y capacidades.
Cuando uno rompe los esquemas de vida estereotipados, cuando uno se atreve a despojarse de máscaras, es cuando se está en posesión de la libertad completa, en disfrute de la bendición integral.

Dios no liberó a los noájidas en Pesaj, pero el mensaje de valorar la libertad es para toda persona.
Así como lo es el darle un objetivo espiritual a tal libertad.
Solamente eres libre cuando haces algo “útil” con tu vida.
Solamente eres espiritual cuando tus acciones están en concordancia con los mandamientos que Dios te ha dado para cumplir.

Por tanto, tienes en ti la capacidad para ser bendito y de bendición, siempre y cuando no te mientas al solitario.
Serás bendito a pleno cuando no te engañes desobedeciendo a Dios, sea porque Lo niegas, sea porque Le eres infiel con otros “dioses”, sea porque usurpas la herencia judía que en nada te corresponde.
La bendición ya reposa sobre ti, pero es cuestión de darte cuenta de ello y entonces vivir en concordancia.

Despójate de todo lo que te retiene preso injustamente.
Sé libre, sé tu mismo.

Relato: La gran estafa

Una vez llegó al pueblo un distinguido señor acompañado por su mayordomo. Ambos se instalaron en la mejor habitación del único hotel. El hombre publicó un aviso en el periódico local: “Se pagará al contado $10 por cada mono que se traiga a la habitación…”.
La gente del lugar salió apresurada a cazar simios al bosque vecino.
Tal cual lo prometido, el noble caballero compró cientos de monos pagando $10 por cada uno.
Al poco tiempo la población de monos escaseó, por lo cual se hacía difícil cazarlos, visto lo cual el rico hombre ofreció $20 por cada pieza, lo que provocó una nueva cacería masiva en el bosque cercano.
Como realmente era difícil capturarlos y ya casi no se conseguían, el señor ofreció $25, a lo cual los pueblerinos dieron vuelta el bosque para atrapar algún monito suelto.
Ya casi no había monos, por lo que la oferta subió a  $50 por ejemplar.
Sin embargo, el buen hombre debía ausentarse pues asuntos de suma importancia lo reclamaban en la capital, su ayudante quedaría a cargo de la compra de monos.
El pícaro empleado les propuso un singular negocio a los campesinos: “Miren, en las jaulas hay miles de monos que ustedes vendieron hace días al patrón. Yo les venderé los monitos a $35 cada uno. Cuando vuelva mi jefe, ustedes se los vuelven a vender y recibirán  $50 por cada uno. ¡Es un negocio redondo para ustedes!”.
Los ambiciosos pueblerinos se dieron cuenta de la tremenda ganancia que obtendrían de esta trampa: $15 por mono y había miles de monos, esto es igual a miles de pesos para ellos a cambio de engañar al ricachón coleccionista de monos. Juntaron su plata, pidieron prestado, sacaron todos sus ahorros y le dieron fajos gruesos de billetes al desleal empleado.
Éste les entregó las jaulas llenitas de monos y ellos muy contentos se las llevaron a sus casas a la espera de que volviera el ricachón a “regalarles” su dinero.
Al otro día, el empleado se había esfumado de la ciudad. Tampoco volvieron a saber nunca más de su patrón.

Preguntas para repasar y reflexionar

1. ¿Cómo se consigue disfrutar de la bendición completa?

2. ¿Es posible ser esclavo estando en libertad?

3. ¿Qué podrías hacer para que en tu entorno se viviera con mayor libertad, alegría y paz?

4. ¿Cómo se vincula el relato al contenido del comentario ofrecido más arriba?

Los cuatro hijos noájidas de Pesaj

En la noche de Pesaj se acostumbra (para los judíos) leer de un libro que denominamos “Hagadá”, contiene bendiciones, narraciones, relatos, cánticos, simbolismos varios.
Hay un pasaje basado en enunciados de la Torá que menciona a cuatro hijos, el sabio, el rebelde, el simple y el que nos sabe preguntar.
Esta porción ha sido y es tomada muy a menudo para numerosas prédicas, enseñanzas, ejemplo, etc.
Nosotros mismos hemos incursionado varias veces en este sentido, por ejemplo en el texto que se abre haciendo clic aquí.

El sabio ¿qué es lo que dice?: «¿Qué son estos testimonios y leyes y reglas que les ordenó Eterno, nuestro Dios, a ustedes?» (Devarim/Deuteronomio 6:20).  Entonces tú también le dirás las leyes de Pésaj: no se debe comer después del sacrificio de Pésaj ningún alimento.

El rebelde ¿qué es lo que dice?: «¿Qué es todo este servicio para ustedes?» (Shemot/Éxodo 12:26). «Para ustedes» – y no para él.  Y por cuanto que se excluyó de la comunidad negó lo principal.  Entonces tú también impídele continuar hablando y dile: «Por esto, es que Dios hizo por mí, cuando salí de Egipto» (Shemot/Éxodo 13:8).  «Por mí» – y no por él.  Si hubiera estado allí no hubiese sido redimido.

El simple ¿qué es lo que dice?: «¿Qué es esto?» (Shemot/Éxodo 13:14).  Y tú le dirás: «Con mano fuerte nos sacó Dios de Egipto, de una casa de esclavitud» (Shemot/Éxodo 13:14).

Y al que no sabe preguntar, tú lo motivarás.  Como está escrito: «Y le relatarás a tu hijo en ese día diciendo: Por esto es que Dios hizo por mí, cuando salí de Egipto» (Shemot/Éxodo 13:8).

En estos días estaba leyendo una interesante reseña de un sorprendente e ilustrativo libro, “Festivals of Faith”, del Rabino Dr. Norman Lamm (puedes leer sobre obra y autor en este sitio: http://www.ou.org/oupress/item/festivals_of_faith_reflections_on_the_jewish_holidays).
Expone una perspectiva que no tuve en cuenta, a pesar de llevar años dándole vuelta a la temática de los cuatro hijos y cómo llevarla a la vida cotidiana para mejorarnos y ser más exquisitos constructores de Shalom.
Lo que me resulto novedoso fue la contraposición que hace entre el hijo sabio y el que no sabe preguntar, y entre el rebelde y el simple. Por lo general uno escucha y supone que las contraposiciones se dan entre el sabio y el rebelde y entre el simple y el que no sabe preguntar. Tenemos pues, para mí al menos, una interesante forma de replantear el asunto.
También señala que el hijo más alto en la escala espiritual no es el sabio, como se presume habitualmente, sino el simple.
El sabio quiere demostrar su inteligencia, hacer gala de su capacidad, dejar constancia de lo que sabe y de lo que tú no, etc.
Mientras que el simple, es íntegro, acepta con simpleza las normas de la vida y las aplica con dedicación, sin complicarse la vida inútilmente.
Por supuesto que este mensaje me llegó profundamente, quizás porque lo comparto plenamente, quizás porque es precisamente lo que vengo tratando de (humildemente) enseñar desde estas páginas.
Ser simple, ser pleno, ser consciente de la propia identidad, valorar lo que es de uno sin menospreciar lo que es de otro, no afanarse en pretender ser lo que no se es, etc. En resumen, las centenares de hojas que casi a diario son publicadas en mis dos hogares SERJUDIO.com y FULVIDA.com.

Me gustó y por ello quise compartirlo contigo ahora.
Pero, me dio pie a que pensara cómo encuadrar el perfil de los cuatro hijos en los noájidas, sean los modernos que están despertando a su conciencia espiritual, o los pocos que tenemos constancia que en el pasado fueron leales a Dios por ser leales a su propia identidad espiritual.
Entonces se me ocurrió más o menos así.

El sabio ¿qué es lo que dice?: «¿Qué son estos testimonios y leyes y reglas que les ordenó Eterno, nuestro Dios, a ustedes (judíos).
Entonces tú le dirás SUS Siete Mandamientos, le explicarás la belleza de vivir como noájida, le dejarás ver la completitud multidimensional que le cabe al noájida, descubrirás lo valioso que es ser socio de Dios viviendo a pleno como gentil fiel y le recordarás que no debe añadir para sí nada como mandamiento sagrado a los Siete que le ordenó Dios.

El rebelde ¿qué es lo que dice?: «¿Qué es todo este servicio (de los Siete Mandamientos) para ustedes?».
«Para ustedes» – y no para él. Y por cuanto que se excluyó de la comunidad de noájidas que son conscientes de su identidad espiritual y viven orgullosos como tales, es que negó lo principal.
Y se puso a predicar acerca de dioses, de no dioses, de ser noájidas cabalísticos, de ser noájidas jasídicos, de ser noájidas místicos, de ser noájidas cristianos, de ser noájidas mesiánicos, de ser noájidas que toman para sí mandamientos que Dios estableció para los judíos, de ser noájidas judeo-céntricos o judeo-dependientes, de los que se hacen llamar gentiles justos pero adoran al EGO… el gentil que rechaza el servir a Dios tal como Dios ha mandado a los gentiles que lo hicieran.
Entonces tú también impídele continuar hablando y divulgando su rebeldía, sus mentiras, su EGO desbordado, su veneno para el alma, sus media verdades, sus buenas intenciones plagadas de errores, y dile: «Por esto, es que Dios hizo por mí, cuando salí de Egipto». «Por mí» – y no por él.
Si hubiera estado allí no hubiese sido redimido.

El simple ¿qué es lo que dice?: «¿Qué es esto (que haya diferencia de cantidad y rigor de mandamientos entre judíos y noájidas)?».
Y tú le dirás: «Con mano fuerte nos sacó Dios de Egipto (a los judíos), de una casa de esclavitud», por ello los judíos le debemos a Dios directamente nuestra libertad y somos Sus esclavos. Por ello los judíos tienen 613 mandamientos, para expresar constantemente su sometimiento a Dios, el que nos liberó de Egipto pero nos introdujo en una alianza con Él muy rigurosa.
Pero los gentiles, los noájidas, no tienen esa obligación, no tienen el pesado yugo de cumplir con 613 mandamiento, sino tan solamente siete, que son los que permiten una vida plena en este mundo y en la eternidad.
Como es simple no tendrás necesidad de abundar en explicaciones filosóficas, ni en palabrería, ni en enseñanzas complejas. Comprenderá su rol, y con amor y dedicación servirá a Dios como noájida, satisfecho y con gozo de la plenitud de la bendición de ser noájida.

Y al que no sabe preguntar, tú lo motivarás. Como está escrito: «Y le relatarás a tu hijo en ese día diciendo: Por esto es que Dios hizo por mí, cuando salí de Egipto».
Y tú, amigo noájida que no sabes preguntar, que no eres mi hijo (porque no eres parte de mi pueblo, ni de los descendientes de los patriarcas hebreos) pero que sí eres mi hermano (pues todos somos hijos de Dios), también tienes una alianza eterna y sagrada con Dios.
Déjame que te la explique… (empieza aquí)…

¿Cómo quieres seguir viviendo el resto de tus días?
¿Cómo quieres ser recordado?
¿Como sabio, rebelde, simple o como el que no sabe preguntar?

Mis cariños para ti.
Espero que aprendas a reconocer y gozar la plenitud de la bendición que todo el tiempo fluye de lo Alto para ti.