Pésaj para los noájidas
Por Licenciado Yehuda Ribco
www.serjudio.com
Introducción
A mis
amigos y hermanos noájidas:
¡Shalom!
Pesaj es la primera de las festividades en la historia de la
nación judía.
En ella, los judíos no sólo recordamos, sino que vivenciamos en
cierta medida, las penurias y la redención que gozamos.
Tal como está dicho:
"En
cada generación debe considerarse cada judío/a como si
hubiera sido redimido/a de la esclavitud de Egipto"
(TB Pesajim 116b, a partir de Shemot/Éxodo 13:8)
Esa redención nos
la proveyó el Eterno, (Él y nadie más, ver Shemot / Éxodo 11:4),
hace más de 3300, cuando Él nos libertó de la terrible
esclavitud a la que estábamos sometidos en Egipto.
Este hecho es
fundamental en nuestra historia, y en nuestra forma de ser, por
tanto debemos a diario recordarlo y que jamás se pierda de
nuestras conciencias: el Padre nos liberó y por eso, sin excusas
o dudas, le debemos nuestra vida y nuestra libertad.
Es un mandamiento para los judíos preservar este recuerdo, tal
como está dicho:
"para
que te acuerdes todos los días de tu vida del día en que
saliste de la tierra de Egipto."
(Devarim / Deuteronomio 16:3)
No hay dudas de
que es una fiesta nacional, además de agrícola y
espiritual, de los judíos; pues somos nosotros los que fuimos
liberados (Devarim / Deuteronomio 6:21), son nuestros
antepasados los que fueron rescatados por el Mismo Padre de
garras de la esclavitud. Es nuestra historia, y no de
nación ajena.
Para que no queden dudas, el Eterno nos lo dice claramente en Su
perfecta Torá:
"Los
Hijos de Israel celebrarán Pesaj a su debido tiempo."
(Bemidbar / Números 9:2)
No dice los
gentiles, ni el que quiera, sino que dice: "los hijos de
Israel", es decir: los judíos1.
Por lo tanto, tú
mi querido amigo noájida
NO tienes que celebrar Pesaj, pues no es lo que el Eterno te
demanda, ni lo que nutre tu espíritu. |