Más pruebas de la espiritualidad del noajismo.
«Dios le dijo a Itzjac (Isaac), el segundo patriarca de los hebreos, que sería bendito y de bendición «Porque Avraham [Abraham] obedeció Mi voz y guardó Mi ordenanza, Mis mandamientos, Mis estatutos y Mis Torot [instrucciones].» (Bereshit / Génesis 26:5).
Recordemos que tanto Avraham como su hijo Itzjac eran noájidas, que estaban bajo el mismo pacto que cualquier noájida de la actualidad.
Aunque ellos tenían una señal que cumplir en sus cuerpos, la circuncisión, que era una ordenanza particular que Dios decretó en exclusiva para Avraham y sus descendientes herederos.
Esta ordenanza NO era un mandamiento, sino que se convertiría en tal recién siglos más tarde, cuando lo recibieran como tal los judíos, junto con el resto de los 613 mandamientos que corresponden a la identidad judía.
En aquella época, la de los patriarcas, era una ordenanza particular para los del clan de Avraham, quienes debían acogerse a los Siete Mandamientos Fundamentales, al igual que cualquier otra persona de su época y de la actualidad, si es gentil.
Precisamente esto es lo que corroboramos con el pasaje bíblico que hemos citado.
Avraham era fiel a Dios porque obedecía de Él:
- Su voz
- Su ordenanza
- Sus mandamientos
- Sus estatutos
- Sus instrucciones.
¿Qué son?
¿Tú lo sabes?
Te brindaré una respuesta clara y simple, que se sostiene en fundamentos espirituales perennes que hemos recibido de nuestros sabios y mayores (ejemplo aquí, para comprensivos lectores de hebreo – recuerden que estudiar Torá es prohibido para el gentil, solamente puede hacerse el estudio de lo que es correcto y siempre de la mano del maestro judío idóneo):
- Su voz: cuando Dios lo ponía a prueba y Avraham entraba a ellas y las pasaba con éxito. Ejemplo, cuando debió irse de su patria y lugar de conocimiento rumbo a esa misteriosa tierra prometida de la cual no tenía noticias, pero igualmente lo hizo, por seguir la voz del Eterno que así ordenaba.
- Su ordenanza: lo que Dios estipuló que Avraham enseñara para que ejecutaran también otras personas, como por ejemplo el mantenimiento de la operación de la circuncisión entre sus descendientes; o su vocación por declarar su apego solamente a Él y la ridícula fantasía de la idolatría.
- Sus mandamientos: los Siete Mandamientos Universales, los mismos que tú ya conoces (o debieras conocer) y respetas (o debieras respetar) si eres gentil (no judío).
- Sus estatutos: cuando Dios le ordenó que se circuncidara y así hiciera con los nacidos de su familia al octavo día de vida.
- Sus instrucciones: aquellas reglas de ética que complementan positivamente los Siete Mandamientos, y que son acciones que el hombre puede “copiar” de Dios, tales como hospedar al viajero, visitar al enfermo, proteger al necesitado, hacer caridad, etc..
¿Qué aprendemos de esto?
Pues, que para Dios hay claramente una espiritualidad completa, perfecta, eterna, que corona al gentil.
Tal espiritualidad se conoce con el nombre de NOAJISMO.
Las personas confunden el camino cuando pretenden que es la fe en tal o cual mediador, o las “verdades” de tal o cual religión, o adoptar tal o cual objeto o práctica del judaísmo.
Dios no ha pedido nada de eso, ni le agrada que tales cuestiones formen parte del equipamiento espiritual de los gentiles.
Él ha dado el noajismo como espiritualidad para el gentil, y no otra cosa.
Si alguien quiere convencerte de que es convirtiéndote al judaísmo, o creyendo en Jesús, o viviendo según los principios de alguna secta, ten por seguro que esa persona no está viviendo con verdad ni predicando desde la Palabra de Dios.
Dios te ha pedido que cumplas con los Siete Mandamientos Fundamentales y no otra cosa.
Si quieres los puedes complementar con las instrucciones de ética que dan sentido positivo, de construcción de shalom, a los mandamientos de los noájidas.
Tal es tu herencia espiritual, tal es tu precioso tesoro, tal es tu promesa de salvación y paz.
Puedes tomarlo o dejarlo, pero no puedes seguir engañándote y seguir difundiendo la mentira.
Que seas bendito y de bendición depende de cuán cercano eres a Dios, y solamente se alcanza tal proximidad por medio del cumplimiento de los mandamientos que te corresponden…(a)
Un gentil es asesinado si roba un centavo, mientras que un judío no.
¿Es este un caso de favoritismo, o de superioridad del Judío?
¡NO! Sin embargo, debemos apreciar la distinción …
Las 7 leyes de Noaj son un umbral mínimo para que uno conserve su derecho a la vida. Esto no es un sistema de «perfección», como enseñó un rabino sabio. Si un gentil no puede cumplir con estas pocas leyes, ha caído por debajo del nivel, en el que Dios tolera su existencia continuada.
Por lo tanto, no importa si mató o robó un centavo. En cualquier caso, no ha mantenido el nivel mínimo para merecer una existencia continua. Se le tiene que matar . Pero ya que el judío
se adhiere a un «sistema de la perfección», las 613 leyes,su infracción de robar un centavo no es indicativo de su caída por debajo de un umbral. Él está cumpliendo muchas otras leyes, y lo compensan. El gentil no. (b)
Igualdad
Un gentil que se convierte y acepta las 613 Leyes de la Torá es tratado igual que un judío. Dios es completamente justo. Él creó hombres y mujeres por igual…
Dios creó una «raza» humana y nunca volvió a crear una segunda y «más avanzada» humanidad. Todos descendemos de Adán y Eva. Por lo tanto, todos debemos compartir el mismo diseño…física y espiritualmente.
En la creación, no hubo tal cosa como judío y gentil. Más bien, D-os creó «hombre y mujer» y les dio algunas leyes. En la medida en que progresó el tiempo, se hicieron necesarias leyes adicionales, hasta que la Torá fue dada finalmente; una gran parte de éstas se oponía a las prácticas idólatras que surgieron. Pero las personas más perfectas – Adán, Noé, Shem, Ever, los patriarcas y matriarcas, Moisés, Aaron y Miriam – no fueron judíos. Fueron tan gentiles como cualquier otro miembro de la raza humana. Su status elevado no fue un “derecho de nacimiento”, sino de sus propios actos. Eligieron vivir en base a la razón y verdades profundas, alcanzadas por medio del estudio diligente y cuidado de la verdad. Esto es verdaderamente mérito del género humano: sus actos…
Abraham también fue una persona perfecta, e igualmente gentil como los demás humanos. Llegó a la verdad, abandonó la idolatría y buscó ayudar a otros a darse cuenta de sus errores. Dios lo seleccionó como el precursor de una nueva nación, a la que, Él dio eventualmente una Torá (Instrucción; Ley). Estas personas fueron denominadas «Judíos», o “hebreos”, de la raíz «eber», que significa «otro», que lleva una vida (literalmente en el texto “otra” vida”) más que la idolatría. Pero nada se agregó mágicamente a este grupo una vez que se llamaron hebreos. A éstos nunca se las garantizó una nueva alma… De hecho, fue Abraham «el gentil» quien merece el mérito de llegar a tal estado de perfección, que Dios inició la comunicación con él. Abraham «el gentil” recibió comunicación de Dios. Ningún judío hoy puede hacer esta declaración, y poner concluyentemente en el resto la idea del “alma superior judía.
El sistema divino de «recompensa y castigo» de nuestras acciones, es uno los fundamentos del judaísmo. Maimónides dice que los 13 principios son tan vitales, que para merecer el «Mundo por venoir», se tienen que aceptar todos, incluyendo el de recompensa y castigo. Por lo tanto, si
alguien siente que al sólo «ser judío» gana su recompensa, a pesar de sus acciones,critica esta fundamento, y pierde el derecho a su vida venidera. Ningún asunto es más grave.
En resumen, la posición de que Dios favorece al judío es a la vez, sin fundamento, irracional e históricamente falsa. Dios no favorece a alguien en base a su linaje.
¿A quién favorece Dios? A la persona que sigue Su palabra…(b)
Fuentes bibliográficas
(a) http://fulvida.com/id-noajica/identidad/ms-pruebas-de-la-espiritualidad-del-noajismo
(b) Traducido de «Jewish Times»,404, Volumen X, No. 22…May 13, 2011.
Disponible en el enlace: http://www.mesora.org/jewishtimes404.pdf
No cabe la menor duda,
nuestra porción es «en su justa medida» …
lo que nos enriquece, lo que nos brinda plenitud, lo que nos hace libres para hacer la voluntad del Eterno, cuando actuamos de la mano de sus lineamientos.
Buen aporte Caballero, gracias
muy interesante, gracias
Siempre recuerdo, cuando algunos mesojdios hablaban de pertenecer al pueblo de ISrael, siempre recordaba a los Patriarcas a Isaac, a Noe que caminó con Dios, al mismo Moisés y me decía: «pero ellos no eran judíos»
Cada uno debe aceptar su lugar, ser fiel en ese sitio y hacer lo que corresponda. Muchos aún envidian a los judíos ¿por que? Si los que «iniciaron» el camino fueron noajidas. Sólo que no tuvimos la constancia de seguir recordando nuestros preceptos. Cosa que los judíos, gracias al Eterno; hicieron.
claudia, impecable!