Preguntar debiera ser una actividad cotidiana de cada persona.
Preguntas verdaderas, significativas, apropiadas.
Las hay más o menos profundas, con mayor o menor trascendencia, pero si son preguntas ciertas, son preguntas “buenas”.
La función de la pregunta es aumentar la conciencia y/o el conocimiento.
Si no es usada con tal finalidad, entonces no estamos ante una pregunta, sino ante una infidencia, infidelidad, agresión, distracción, molestia, falsedad.
Son “cosas” entre signos de interrogación, pero no realmente preguntas.
Aquel que ama la vida y la libertad, que busca el conocimiento, que predica con palabras y actos la bondad y la justica, es asiduo a la pregunta, para hacerla, para recibirla.
Se pregunta, pregunta a otros, pregunta a la existencia.
Pregunta para ayudar a pensar, para repensar, para quitar obstáculos, para sembrar la duda que florece en bienestar, para erradicar la duda que medra como parásito en las sombras de la inconsciencia.
Pregunta para que nazca la Luz.
Pero el que está sometido a su celdita mental, escapa de la duda. Le teme, la demoniza, la rehúye, intentará cualquier astucia con tal de tener a mano respuestas, aunque sean incoherentes y poco valiosas.
Puedes tomarte un tiempo para observar si has estado preguntando o simplemente disparando “cosas” con signos de interrogación.
Si aprendiste y te entrenas en el arte/ciencia de la pregunta, o si te mantienes adrede bajo la sombra de la ignorancia, la presunción, el prejuicio, el engaño.
Pregunta, sin temer a las respuestas.
Pregunta, sin temer a la pregunta.
Luego verás qué harás con el nuevo conocimiento, con la toma de mayor conciencia.
¿Te parece?
hola Moré!
Gracias por sus enseñanzas…
A veces no me he atrevido a hacer preguntas por miedo a ser estigmatizado,,,
tanto q aprender!
Gracias morè!!!
y cuando dejo de aprender daniel por no haber preguntado!
Gracias!
No solo con vivencias se aprende! Tambien cuando se pregunta a quien sabe.
Yo me acuerdo que cuando niño preguntaba, me decían que no fuera mal educado, realmente vivimos en una sociedad donde el preguntar casi es un delito.
¡Cuanta razon tienes!…