“Yo solo quiero que me tomen en cuenta”, esas fueron las palabras de un adulto mayor de la ciudad donde yo vivo, en un asilo de ancianos, donde él y sus coetáneos viven en la miseria, debido a que están a merced de la buena voluntad de unos voluntarios, quienes rasguñando las paredes y sacándole el unto a la olla, como decimos popularmente en Costa Rica, tratan de por lo menos darle un techo, aunque no comida a personas de la tercera edad, no porque no quieran, sino porque no pueden, no disponen de los recursos económicos para alimentar y dar sustento a tanta gente.
Entre tanto, uno de mis compañeros de trabajo se queja que hay mucho por hacer; debido a las necesidades imperiosas de la organización, se ha vuelto necesario trabajar horas extra, en un país con una fuerza laboral de poco más de dos millones doscientas mil personas, casi doscientas treinta mil de ellas no tienen empleo, su vida se basa en una zozobra de no saber cómo procurarse el sustento, pero algunos no aprecian eso y más bien se quejan del exceso de trabajo.
Las cadenas de televisión echan mano de las desgracias de otros en estas fechas para aumentar los números de audiencia en base a la “Navidad” de un reiterado “salvador” que se ha llamado Hermes, Krishna, Buddha, Jesús, Mitras, Heracles, Adonis, Dionisio, Zaratustra, Tamuz, entre otros, nacido un supuesto 25 de diciembre, lo que en realidad viene a representar un ciclo planetario, oculto a través de los tiempos para que unos cuantos se hagan del poder.
El noajismo se practica en Internet, pero sobre todo en Terranet, se practica siendo honestos, siendo justos dándole cada quien lo que merece y no lo que cree merecer, se da también ayudando a los que no tienen, pero no con motivo de una celebración idolátrica, sino todo el año. Hace muchos años cuando era un niño, le dije a mi mamá que por qué ella no me hacía grandes fiestas de cumpleaños como a otros niños, a lo que ella me respondió que cumpleaños son todos los días, para qué una gran fiesta de cumpleaños, para ostentar o para disfrutar? Se disfruta más en familia con los seres cercanos, me dijo ella. No era por falta de recursos económicos sino más bien para afianzar las relaciones familiares.
Siendo que en este mundo nada queda impune, es muy probable que esos ancianos estén allí por malas decisiones del pasado, empero, ello no es óbice para decir que no se les va a ayudar por los errores del pasado. No se puede culpar a los familiares tampoco, quién sabe qué habrán hecho esos ciudadanos de la tercera edad para estar hoy solos, quizás se enfocaron en otros valores más que en la familia, a ciencia cierta no lo sabremos, sin embargo, en la vida le ocurren cosas malas a las personas buenas y hay injusticias que se dan sin razón aparente, es algo así como cuando en Derecho procesal penal se habla de que es mejor dejar libres a noventa y nueve culpables que encarcelar a un inocente, entonces no escatimemos en dar caridad alguien porque creemos que no la merece.
Hay otra cosa que se llama la teshuvá, el regreso, donde las personas que yerran tienen derecho a enmendar sus errores, claro está, viviendo con las consecuencias de sus actos, mas ello no implica que no podamos ayudarles a alivianar la carga, no porque alguien haya errado tiene que condenársele perpetuamente, no hay mal que dure toda la eternidad.
La caridad es un asunto de los 365 días del año, el mejor tipo de caridad es enseñarle a alguien a valerse por sí mismo, pero, qué sucede cuando las personas ya no tienen las fuerzas para hacerlo? Se les va a dejar abandonadas? Si mal no recuerdo, había una enseñanza que me habían transmitido donde se decía que un judío siempre debía de mostrarse respetuoso ante un anciano, inclusive si era idólatra, pues el anciano, por su edad, había visto mucho del mundo y de la obra de Dios. Cuando un anciano escribe que lo único que le interesa es la compañía o ser tomado en cuenta, a pesar del frío y del hambre que pase, pues el preferir la compañía sobre otras cosas, que dicho sea de paso, son de necesidad inmediata; demuestra que algo estamos haciendo mal como sociedad, algo estamos haciendo mal como noájidas con una labor de encomendada mantener la paz y la armonía, algo estamos haciendo mal como seres humanos.
Desafortunadamente las creencias idólatras buscan gobernar las emociones y de esta manera manipular a las personas, esto, aunado a las prácticas comerciales faltas de ética, promueven la caridad solo en ciertas épocas del año, aunque lo cierto es que esas personas destinatarias de esa “caridad” no solo comen en diciembre o en la semana no-santa, esas personas comen 365 días al año, e inclusive el 29 de febrero, necesitan hablar con otras personas de fuera todos los días, y sí, de cuando en cuando les gusta un “lujito” como lo es “una cobija gruesa”, especialmente para soportar el frío de estas épocas de “caridad”, cosa que para muchos de nosotros lo tomamos por sentado.
A instancia de la idea propuesta por Eli, propongo yo también que cuando nos reunamos en las diferentes filiales para conversar y pasar un rato agradable, que llevemos aunque sea un par de víveres para dárselos a alguien que los necesita. Cuando el EGO gobierna el espíritu es relegado. Me gustaría ofrecerles disculpas por mi ausencia prolongada de FULVIDA por estos meses, los deberes de la patria me llamaron y acudí a su llamado, el Séptimo Mandamiento es claro en estipular que debemos de contribuir con el establecimiento y mantención de Cortes de Justicia y cuando las injusticias se están dando contra personas que no tienen medios para defenderse, cuando el Estado es el infractor, es mi responsabilidad como noájida y profesional en Derecho acudir a ese llamado.
El dos de diciembre estaré brindando el reporte del primer trimestre de labores para que lo revisemos, tenemos mucho por avanzar y muchas cosas por hacer, cultivemos el espíritu de libertad y de autonomía, busquemos ser proactivos en la construcción de Shalom y que no solo sean palabras bonitas publicadas en un post en línea sino acciones concretas que realmente impliquen el cambio de una persona en la vida real, en el mundo tridimensional. Me vuelvo a incorporar de lleno a las funciones direccionales y por este medio les ofrezco las disculpas pertinentes y mi correo está abierto, tanto como mi puerta y mi teléfono, para que compartamos a como ustedes mejor tengan a bien.
Saludos cordiales a todos,
Felipe G.F.
hermoso texto, y no precisa disculparse mi amigo.
todos tenemos vidas, esto no es una secta o iglesia, o similar, sino gente q se junta por el deseo de hacerlo y construr juntos shalom.
un abrazo
Gracias querido amigo por el apoyo y la amistad. En efecto, uno de nuestros más hermosos dones es el libre albedrío, es esa capacidad de escoger y cuando nos unimos en pos de fomentar el bien, actuamos como lo que somos, seres humanos conscientes de nuestra identidad y en sintonía con nosotros mismos y nuestro alrededor. Un abrazo para usted también!
Hay que hacer el bien sin saber a quien.
Caridad.
(Del lat. carĭtas, -ātis).
Sentimiento que impulsa a las personas a la solidaridad con sus semejantes.
Limosna o auxilio que se da a los necesitados.
Compartir.
(Del lat. compartīri).
1. tr. Repartir, dividir, distribuir algo en partes.
Repartir, distribuir las cosas en partes para que otro u otros puedan beneficiarse de ello.
Caridad y Compartir. Sentimiento y Acción.