Quien tiene fe, la tiene sobre algo que es necesariamente absurdo, irracional, incoherente. Si no fuera así, no precisaría de tapar su hueco con su mera convicción, ya que conseguiría testimonios, pruebas, evidencias, demostraciones empíricas, cálculos abstractos, o cualquier otro método asequible.
Cuando se sabe o conoce, la fe es inútil, pues se cuenta con el conocimiento.
Cuando se ignora pero se procede a aprender (y si quiere hacerlo realmente), no se emplea la opinión como fundamento, sino el estudio, la indagación, el análisis, la pregunta, la comparación, la verificación, cualquier herramientas mental que posibilite adquirir la comprensión.
Cuando no se sabe y se trata de hacerlo, pero el conocimiento permanece fuera del alcance, sea por una incapacidad de percepción, carencia de datos, insuficiencia tecnológica, falta de preparación, o lo que fuera; el aspirante al conocimiento no debiera bloquearse en sus creencias y asumirlas como ciertas y permanentes (es decir, tener fe), sino admitir su ignorancia en tal terreno, comprometerse a hacer lo posible para eliminarla y sostener provisoriamente sus creencias (si eso le diera seguridad y no le perjudica ni a otros).
Pero, quien tiene fe (cualquiera sea ella, no necesariamente religiosa o de una religión determinada), difícilmente quiera abandonar el precario refugio que ésta brinda. Por algo se asiló en ella en primer término.
Ante el abismo insufrible decidió (generalmente de manera inconsciente) imaginar alguna respuesta, o tomó de alguien “venerado” la suya sin mayores indagaciones.
A partir de esa apariencia de conocimiento, que es la convicción, el “hombre de fe” elabora todas sus respuestas, extirpa sus dudas, reniega de la crítica, se atrinchera con sus respuestas imaginadas (o recibidas como doctrina) listas para ser disparadas a la mejor alarma de vacilación.
Su fe en lo absurdo es la generadora de “teorías” acerca de esto y de aquello, es su propia fe la que verifica sus opiniones. Cuando algo pudiera hacer trastabillar la fe, se lo niega, censura, discrimina, destierra, amenaza, oculta, degrada, e incluso se lo llega a integrar dentro del esquema de la fe pero con un sentido completamente diferente al original.
Quien quiera algún ejemplo del conocimiento machacado por la fe y otro del que es integrado para ser devorado y transformado en un bloque más en la muralla de la fe, puede leer este material: de: http://hispanismo.org/ciencia/16587-cronologia-de-la-posicion-oficial-de-la-iglesia-sobre-el-geocentrismo-heliocentrismo.html, es interesante ver todo el relato.
Para quien desea el saber, como mencionamos, la fe es inútil.
Ante la ignorancia y la imposibilidad actual de llenarla con conocimiento, se procede a imaginar respuestas, a las que podríamos llamar hipótesis.
Ésta no se constituye en una monolítica verdad, sino en una solución provisoria, que deberá ser verificada o falsificada a través de su correlación con información empírica.
La hipótesis no obtura el aprendizaje, es la semilla que lo produce.
Surgen de allí preguntas; búsqueda de posibles respuestas en base a conocimiento ya probado anteriormente; se experimenta, registra y cotejan los datos de modo de asegurar que se pueda volver a repetir el mismo procedimiento; se busca asociar los datos con el conocimiento existente y comprueba si la hipótesis queda así respondida o no.
Se construye el conocimiento, la imaginación y la creatividad son puestas al servicio del saber y no de la ignorancia.
Queda por preguntar ¿cómo entender el concepto de EMUNÁ dentro del judaísmo?
EMUNÁ, incorrectamente se traduce como fe, y se pretende como tal; cuando en realidad es correctamente traducida como “confianza”.
Es un tema que hemos trabajado en variadas oportunidades y no quisiera repetir ahora, por ello te brindo una lista de publicaciones para que sigas tu estudio: http://serjudio.com/nosotros/buscar?q=emuna
Por lo que he leído sobre el tema, el concepto de fe es normalmente el centro de la cuestión religiosa, no sólo en el Cristianismo, en el Islam, en las religiones de la India, probablemente en todas, inclusive, algunas como la Fe Bahai la incorporan en su denominación, en fin, la fe mueve montañas dicen algunos mientras hacen sus gimnasias de fe. Parece ser que decir fe, en esencia es decir religión. En mi humilde visión, ello ocurre porque no hay certezas de comunicación con la supuesta contraparte divina, ni sospecha hay, tampoco se sabe para qué sirve el propio rito, ¿para qué lo construiría el que lo construyó? , porque sería infantil que una inteligencia tan superior diseñe comportamientos a veces tan absurdos, se hacen y se hacen por fe, aparentemente detrás de todo el decorado no hay nada sólido, ni siquiera una caja de resonancia que devuelva al menos el eco, por ello, quizás se hace girar la rueda de la plegaria al viento, .. quizás en la inmensidad alguien escuche… quizás. Podría parecer más sensato, o más humano al fin, dejar la mochila de la fe en el camino e intentar caminar más liviano e ir rompiendo las pompas de jabón que tapan la visión del horizonte. Si, si podemos actuar racionalmente, pero también inocentemente, confiados, como niños, los niños ni conocen esa extraña palabra, fe, y al fin y al cabo, ante las descomunales fuerzas que sostienen, equilibran y gobiernan todo esto, todos somos unos niños.
El concepto de emuná no solo lo podemos aplicar a temas axiológicos sino a todo en general. En efecto, no deberíamos ser crédulos para creer de buenas a primeras lo que nos dicen sino que debemos investigar. Como decía Madame Courie, «la curiosidad es hija de la ignorancia pero madre de la Ciencia.» Muchas gracias mi querido amigo!
gracias a ustedes por los comentarios q nutren la reflexion y el conocimiento.
existe la «confianza simple», del hombre q se siente como un niño ante la inmensidad. es buena, es necesaria, mientras no se convierte en la necia fe.
Esto me recuerda a la Esperanza cuando se soltó de la caja de pandora en la mitología griega, así el hombre podía confiar en la «esperanza» para que se resuelvan sus problemas y no hacer nada.
Gracias por el excelente texto!!! sera uno de mis preferidos.
Me encanta la forma de exponer, rememora a uno de los grandes sabios (Maimonides). No solo la fe cancela el pensamiento sino que trunca la vinculacion de individuo a individuo, aqui se habla del conocimiento como herramienta de construccion de shalom (desarrollo multidimensional) como un metodo para vivir mejor y de la fe como un obstaculo para esto mismo.
El conocimiento es util para conocer al entorno y entenderlo mejor, quien no lo adquiere esta en el camino del prejuicio y la ceguera, hace poco alguien tomaba un reporte falso como una verdad absoluta, no corroboro datos ni cotejo las evidencias y termino por creerse una mentira, esto sucedio con una cuestion familiar pero se extrapola a todos los aspectos de la vida.
Son muy esclarecedores estos textos, muchas gracias More!!!
gracias por el comentario q ayuda a q el lector pueda pensar y ver mas perspectivas.
espero poder seguir siendo de ayuda para aquellos q encuentran provechosos mis modestos textos.
pero, uno solo no puede hacer tanto como miles. ¿donde estan el resto de los leales al noajismo q ayudan a construir este hogar y al mundo?
un abrazo
Moré es una muy buena pregunta ¿donde estan?