Decía uno de los políticos más admirables y correctos que ha tenido mi país que la mejor forma de curarse los vicios es con la voluntad. Así es, con ese deseo de dejar de fumar, de no comer en exceso, de no hablar mal de los demás, o sea, todas esas manías que al final de cuentas no satisfacen al cuerpo sino al EGO, que con complejo de faraón demanda, exige por medio del lloriqueo, del griterío, del pataleo y cuando ya ve que no puede con esas cosas, se desconecta de la realidad.

Ninguno de nosotros está exento del EGO, en efecto, es una parte primordial en nosotros para nuestra supervivencia, pero nótese que es para sobrevivir, no para vivir. El vivir implica plenitud, o sea, ver las cosas por los lentes de la vida, con transparencia, viendo al árbol verde porque es de color verde y no verlo azul porque se nos metió entre ceja y ceja que era azul. En igual sentido no se puede hablar de religión y de vida plena, son conceptos excluyentes.

Los Simpson muy simpáticamente lo resumieron cuando Rod y Tod, los hijos de Flanders le dicen a Ned, “con la señora Simpson nos sentimos felices, no felices como en la iglesia, sino realmente felices” y aunque es chistoso la línea que dicen estos dos chicos, es muy lamentable que en la realidad sea así. Cuántos martes, jueves, domingos y vaya a saber uno cuántos otros días de la semana se desperdician en un centro de adoración perdiendo dinero y ganando deudas? Cuántos paseos que se perdieron por falta de plata u obstrucciones sin sentido?

La vida es plena y es para vivirla ahora, no para esperarse a un futuro más prometedor cuando nos hayamos muerto. En ese mismo orden de ideas hay algunos que siguen a su dios personal y es tal su servicio al EGO que olvidan a su prójimo, dejan de lado lo que han aprendido y ven a los de afuera como seres inferiores.

Realmente crees que por haber descubierto tu verdadera identidad eso te da derecho a maltratar a los demás? Crees que eres mejor persona por burlarte del que aún no ha conocido la verdad? Hay mucha gente que anda en el camino torcido porque los que tenemos el conocimiento no lo compartimos, nos lo guardamos de manera egoísta cuando deberíamos de pregonarlo y no con un manual de noajismo a la mano a la usanza de esos orates que se ponen a hablar de sus ídolos a los cuatro vientos en medio del parque de la comunidad, no, me refiero a las buenas acciones a predicar con el ejemplo y a enseñarle al que quiera aprender.
Se trata de ser patriota pero no nacionalista, se trata de ser caritativo pero no despilfarrador, se trata de ser amoroso pero no un felpudo que todo el mundo pisotee, se trata de compartir la alegría pero sin pomposidad, se basa en conocer tus defectos y tus virtudes y buscar la mejora pero sin darte de latigazos por no poder cambiar. A veces no está tanto en cuánto hagas sino en cómo lo hagas. Si has estado en la cárcel de la idolatría no te lamentes por la leche derramada, anda y ordeña la vaca y no te limites a la leche, haz queso, natilla y requesón y sí, a veces duele mucho pero quizás esa vaca deberías venderla para que sea sacrificada y puedas vender su carne.

Debes pensar fuera de la caja, cuestionar lo que vez, aprender de la naturaleza y de los que están a tu alrededor. No esperes a que alguien te enseñe, sé proactivo y busca tu maestro. No esperes a que Dios haga por ti, más bien haz tú algo por ti mismo. No esperes a que venga el moré, el maestro, el guía o los cazafantasmas a rescatarte. No querido amigo, querida amiga; no existe el tal Chapulín Colorado, así que la astucia debe ser tuya, es tu vida, no la de nadie más. No esperes a que venga el gobierno y te dé un bono por desempleo, busca que hacer con tu vida!
Un amigo me dijo el otro día que se quedó desempleado “los colombianos no nos quedamos varados”, yo tomo prestada la frase y digo que no nos quedemos varados! No esperes a que alguien te enseñe noajismo o que te den el link para encontrar algo, búscalo por ti mismo, sé creativo, sé independiente y comparte tu felicidad. Más vale una sonrisa auténtica que recitarle un salmo al deprimido. Más vale levantarse en el bus y darle campo a la anciana que a penas y puede caminar que andar recitando como un loro los Siete Mandamientos Universales.

Sí, enseña noajismo y no escatimes en tus respuestas a quien te pregunte pero aprende a ser modesto que como bien decía Salomón, el que tiene finge no tener y ante todo, sé cauto en tu forma de actuar, para que no te desboques y termines tropezando con las piedras o peor aun, yéndote al precipicio, pero no porque seas cauto ello implique que te achantes esperando a que los milagros se den frente tuyo en bandeja de plato y servidos a la carta. Haz que las cosas pasen y haz como decía Kennedy, “no le preguntes a tu país que puede hacer éste por ti, pregúntate que puedes tu hacer por tu país”, a lo que lo podemos decir, “no preguntes que puede hacer el noajismo por ti, pregúntate que puedes hacer tú por el noajismo”.