No sé lo que tú crees que sea la autoestima, respeto tu creencia, pero no trabajaremos sobre ella ahora.
Según el diccionario: “Consideración, aprecio o valoración de uno mismo”
Autoestima es el valor que una persona se da a sí misma.
Atiende bien, no lo que otros dicen de ti, no lo que ellos esperan que seas, ni los aplausos o abucheos que recibes y te hacen sentir esto o aquello.
Es lo que uno puede considerar de uno mismo, lo que pueda en ese momento y lugar.
¿Es sentirse bien consigo mismo?
De cierta forma, podría ser.
Por otra parte, cuando se ve a sí mismo con la mayor objetividad posible y reconoce que no alcanza un nivel que podría, que tiene aún trabajo por delante para crecer, entonces tal vez no esté a gusto con su situación, con quien está siendo y esa incomodidad interna lo mueva al esfuerzo, al estudio, a la auto superación. Es un disgusto positivo, porque quien la padece tiene una correcta autoestima.
¿Qué es esto?
Cuando esa estimación, evaluación, tasación, coincide (más o menos) con la realidad en tal o cual aspecto, capacidad, tarea, etc., entonces podemos hablar de una correcta autoestima, o saludable (a veces se le dice “alta”, pero no confundir con “en exceso”).
Cuando esta auto apreciación está sobrevalorada, es decir, uno se cree más de lo que es; o cuando está infravalorada, es decir, uno se cree menos de lo que es; entonces es una incorrecta autoestima (a veces se le dice “baja”, pero no confundir solamente con los que se consideran “en menos”).
Si entendimos bien, el arrogante (soberbio, inflado, impertinente, desdeñoso, insolente, despreciativo, despectivo): ¿manifiesta una correcta o incorrecta autoestima?
Incorrecta.
Veamos que nos dice Nathaniel Branden: “Las personas con alta autoestima no se sienten superiores a los demás; no buscan probar su valor comparándose con los demás. Disfrutan siendo quienes son, no siendo mejor que los demás”.
El arrogante se cree mejor que los demás y quizás en x aspecto lo sea realmente, pero no en todo y en todo momento. Pero, lo más probable es que sus capacidades sean bastante limitadas, la impotencia la sienta de forma cotidiana, y por ello trata de compensar de alguna forma, para encontrar un precario equilibrio fantaseando con sus súper poderes, con sus aptitudes, con su imaginaria superioridad.
La arrogancia nace del EGO, emplea sus herramientas, para obtener una falsa gratificación, una ficción de poder.
Aquel que sabe su valor y está centrado en su vida, no precisa de inflarse como un globo a punto de estallar, para ocupar lugares que no le corresponden, y así estar en riesgo constante de ser pinchado y perder todo el aire y terminar maltrecho.
Pero, el vanidoso orgulloso se escuda en pretensiones, en mascaradas de poder, en pisotear a los otros, en subestimar al vecino, en insultos, en cacarear como si se fuera dueño de la verdad absoluta, en creerse lo que no es ni será.
Sí, dudosamente llegue a mejorar si sigue por ese camino de inflación, puesto que al desconectarse de la realidad ensoberbeciéndose jamás optará por cambiar, por sacrificar la comodidad y la zona de confort para alcanzar realmente niveles superiores.
Además, está sumido en la ansiedad por la opinión ajena. Se desvive por conseguir el aplauso de los demás, de los que envidia o desprecia –da lo mismo-; sufre hasta el delirio cuando se le hace notar aunque sea un poquito su impotencia.
Detrás de esa aparente seguridad y fortaleza, hay un ser tembloroso, inseguro, sediento de afecto y reconocimiento (que no sabe entregarse a sí mismo ni a otros).
En resumen, la careta de la arrogancia no oculta un rostro luminoso, saludable, proactivo, solidario.
Hay mucho trabajo para realizar hasta encontrar la Luz de la neshamá que le conduzca a una vida de plenitud y felicidad.
Uno de los primeros pasos es aceptar sus errores, sus faltas, sus impotencias, sus fracasos, su máscara perturbadora de arrogante.
Luego, su camino de ascenso deberá continuar.
Si tú eres arrogante, ya te habrás ido de este texto hace un rato. O quizás, ojalá y así sea, te diste cuenta lo débil y carenciado que eres detrás de tu disfraz, y estás dispuesto a intentar hacer algo para disfrutar de tu vida.
Si eres alguien que padece el encuentro con el soberbio, ¿qué has aprendido o confirmado hoy?
¿Cómo podrías hacer para que tu relación sea mejor para ambos?
Gran post Moréh. La verdad es que hay muchas personas como las que describe, muchos de nosotros debemos lidiar con ellos a diario. En mi caso, jamas busco la confrontación, aunque llega un momento en que si hago notar mi disconfort para con esa persona y su EGO, de esa forma, gran parte de la veces consigo barjarles a la tierra por un instante, y en otras ocasiones me ocurre que se pincha el globo y me estalla en la cara, por suerte, esto me ocurre muy pocas veces.
Yo suelo apelar a su inteligencia, que la tienen, y advierten que se están propasando conmigo o con otros. Siempre sin buscar el enfrentamiento, pues cuando uno cruza ciertas líneas, se convierte en aquello que esta reprendiendo, se pone a la misma altura. Manteniéndome en el dialogo, casi siempre consigo una respuesta positiva de las personas en cuestión.
Para cuando me explota el globo en la cara, realmente es una gran desilusion, pues son personas con las que tengo que convivir a la fuerza, principalmente por trabajo, aunque esa desilusion no se convierte en desanimo, si no que me alienta y me prepara para el siguiente round, pues se que en su interior, estas personas son buenas, solo que no se han descubierto aun, solo necesitan mas tiempo y trabajo para darse cuenta de que son victimas de su EGO.
grandes verdades comenta jordi, grandes verdades
Hola Moré, saludos.
Gracias siempre por sus enseñanzas. Gracias además por la aclaración entre correcta/alta autoestima y viceversa.
Pudiera este haber sido el problema de Koraj de un post anterior?
Saludos,
es un placer poder aportar un poquito a los que desean recibirlo.
y si, este bien pudiera haber sido uno de los posibles problemas de koraj.
un abrazo a la distancia mi apreciado amigo.
No han escuchado que la arrogancia se tiene que ganar ?, pero el problema es que si te la ganas es que eres unos de los mejores y tienes exito pero el exito te hace creer que no puedes fallar y lo vas a hacer tarde o temprano, nadie tiene solamente exitos en la vida y te explota en la cara.
La autoestima no se gana, y se puede distinguir a alguien con alta autoestima de un arrogante, y gracias por el post me gusto leerlo.