Las creencias, especialmente las fantásticas del estilo religiosas o supersticiosas, tienen un poder enorme aunque sutil. Horadan profundo, hasta raíces incluso inaccesibles para la razón, y desde allí lanzan ramas que conquistan y anidan por doquier. Se entrometen, se multiplican, invaden y se entronan. El sistema de creencias tiene la habilidad para llegar a endurecerse, inmovilizar, drenar energías, sujetar a su presa para tenerla a su disposición, manipularla como a marioneta.
Como un virus, de los naturales o los informáticos, se cuela y secuestra al sistema que lo hospeda, pudiendo llegar a matarlo aunque le conviene mantenerlo en estado atónito, para continuar aprovechando los recursos enajenados.
Y la persona esclavizada tendrá la convicción de que es ella la ama de sus creencias, que las escoge libremente, que tiene la opción de desprenderse de ellas o cambiarlas según su voluntad, tal como se ufana un adicto al narrar su vínculo con su adicción. Pero, no es él el dueño de su existencia, son sus creencias.
Teniendo en cuenta esto, ¿te parece necesario ser totalmente estrictos a la hora de introducir en nuestra mente trozos de ideas, que se convertirán en creencias? ¿O mejor somos abiertos y sin filtro, para que venga el visitante camuflado y al rato se transforme en rey de nuestro reino que hemos perdido?
Te invito a leer un texto de nuestra autoría: http://serjudio.com/exclusivo/cterapia/tu-creencia-tu-vida, tienes otros que pueden interesante. Ábrelo en otra ventana o pestaña de tu navegador para estudiarlo luego, porque ahora continuaremos aquí.
Supongamos que una persona que de alguna manera se formó la convicción de que la luna es de queso, es muy probable que aunque se lo lleve hasta allá y se le demuestre a todas luces su error, igualmente seguirá creyendo en eso.
De acuerdo a su inteligencia inventará las más elaboradas excusas, también podrá recurrirá a un arsenal mohoso y prefabricado de lemas y escudos aceitosos que le protegerán para mantenerlo en su oscuridad. Te disparo algunas ahora: “esto no es la luna, es un set de películas”; “esto no es la luna, es un satélite artificial creado para defraudar a los creyentes”; “la luna es de queso, pero hemos alunizado en una cáscara de piedra, si hubiéramos recogido muestras unos kilómetros más allá la cosa sería diferente”; “todos sabemos que es imposible llegar a la luna, me han hipnotizado o drogado para llenarme la cabeza con mentiras”; “esto es obra de Satanás que no desea que comprobemos la verdad, que la luna es de queso”; “quizás la luna era de queso, pero con la actividad humana se afectó de tal forma que se endureció”; podría seguir inventado conjeturas desquiciadas, pero creo que ha quedado clara la idea.
No fue muy difícil para mí inventar en un minuto todas éstas, porque las he adaptado de excusas que gente supersticiosa, magufa, religiosa, dispara cuando se les confronta con la precariedad de sus creencias.
Si tienes tiempo y deseo, tal vez podrías revisar las creencias que tienes sobre cuestiones religiosas o supersticiosas, confrontarlas con evidencias, o simplemente hacerte preguntas que te acerquen a la pared de tu celdita mental, y verás lo que respondes.
(Recuerda, noajismo y judaísmo NO SON religiones, aunque haya personas, e incluso “líderes”, que las tomen como tales y se muevan como religiosos en todos los aspectos).
Toda religión es manifestación social/emocional del EGO, sin arraigo alguno en lo espiritual. De hecho, la religión es la contracara de la espiritualidad. A mayor religión, menor espíritu.
Recuerda lo ya enseñado y explicado, los dioses surgen como representación del EGO, el que es sentido como el primer salvador de la existencia personal. Es aquel que nos salvó del terror infernal de la impotencia total inmediatamente luego de nacer. Es el que nos auxilió una y otra vez en tanto íbamos aprendido otras maneras de llamar la atención a nuestros cuidadores e instrumentos para valernos por nuestra cuenta. Es el que está con nosotros en todo momento, desde su base en las profundidades de nuestra masa cerebral. Es nuestro amigo, pero nuestro peor enemigo. Y allí se mantiene, usurpando el trono del Rey, ejecutando sus mecánicas herramientas naturales, para nada sofisticadas pero muy efectivas.
De él son todas las imágenes de dioses y entidades superiores inexistentes pero que pueblan nuestra imaginación y mente.
Y recuerda, lo que en general se denomina “espiritual” no es más que emociones, manipulación social, malabarismos mentales, pero que impiden la conexión directa con nuestra esencia sagrada, nuestra NESHAMÁ o Yo Esencial.
Puede la persona sentirse flotar en vapores de seudo espiritualidad, a causa de palabrería, de ritualismo, de bailoteos, de adoraciones rebuscadas, de posiciones corporales, de lo que sea que su creencia le provea, pero dudo mucho que esa emotividad provenga de la conexión con el Yo Esencial, puente de enlace directo con el Eterno. Porque, el camino espiritual que Él ha indicado es el noajismo para el gentil, judaísmo para el judío. Ambos básicamente, en su médula, se resumen en: construir shalom por medio de acciones de bondad Y justicia, con lealtad.
Mucho bailoteo, grandes parloteos, aplausos arrobados, caras de éxtasis… ¡de qué valen si no contienen acciones concretas de bondad y justicia!
Pero, pronto la creencia proveerá de recursos para excusar las acciones supersticiosas, abogar en contra de la racionalidad, atacar a quien se para con firmeza a revelar la podredumbre que conlleva la adoración del EGO.
Cuando la persona está atrapada por las redes de la religión difícilmente quiera y pueda salir de su celdita mental. Porque, además de lo anteriormente mencionado, hay una presión social tremenda que no duda en manipular, amenazar, castigar, adoctrinar, asfixiar a quien ose dudar aunque sea un poquito. Los mecanismos represivos externos e internos se ponen en funcionamiento y tienen milenios de experiencia.
Entonces, con el silencio obligatorio, se anulan las cuestiones, se exterminan las rebeldías, se abominan las sanas inquietudes para paralizarse en la adoración del EGO en forma de dioses, santos, fetiches y supersticiones.
El EGO prevalece y se impone, se presenta como “dios” y bloquea la conexión con Dios.
¿Qué hacer para ser libres?
¿Cómo despojarse de las creencias enfermizas, o al menos reducirlas a un punto que no afecte el pensamiento, el habla y el comportamiento?
Bien, como respuesta tienes cientos o miles de textos ya publicados aquí.
Te invito a que hagas el viaje más importante que te tocará hacer: de la opresión de Egipto a la Tierra Prometida. No será simple. No lo harás en un par de días. No estarás rodeado de almohadones y algodones. Tendrás que luchar contra fuerzas tremendas que se opondrán a tu felicidad. Tú mismo te sabotearás en incontables ocasiones. Te negarás a avanzar, dudarás de tu poder, rechazarás la Mano Poderosa, te rebelarás contra tus maestros de Luz, preferirás la muerte en el desierto o la adoración de becerros de oro en lugar de cumplir tu parte en la tarea. Regresarás mil veces a Egipto, o lo añorarás a más no poder. Hasta el último instante seguirás esclavo del Faraón. Te prometo todo esto y otras cosas negativas también. Pero también te aseguro que tu viaje está signado por el éxito, si haces tu parte. Si de a poco te vas despojando de moléculas de creencias enfermizas, si desaprendes para ir aprendiendo. Si tomas conciencias de cómo vives, de quien controla tu vida. Si te comprometes y te esfuerzas. Tienes a un Amigo que te ayuda, tienes conexión con Él directa y no precisas de intermediarios ni fetiches, que son solamente emisarios del EGO.
Tienes la opción de mantenerte en tu celdita, cualquiera que ella sea. Puedes dar un pasito, pequeñito, para salir de ella.
Haz lo que mejor te venga en gana.
El capítulo 32 de Devarim/Deuteronomio (parashá Haazinu) te provee de claves, quizás las veas mejor a la luz de este humilde articulo que he compartido contigo hoy.
Hasta luego.
Como en lo religioso , tambien en cotidiono existe la persona terca.
No recibe consejo , no admite error.
Recuerdo que nos enseñaban que si el comandante decia que era de noche estando de dia , debiamos responder «si mi comandante» esto para enfatizar en la obediencia.
Y esto esta muy marcado en las religiones. «salvacion por fe»
Gracias Morè.
Si, el famoso » si haces esto te salvaras porque yo lo digo» me suena a mi pasado y esta ahi, en el pasado. Con trabajo y esfuerzo por dejar esas celdas atras, si uno realmente quiere, no le cuesta ver los beneficios al poco tiempo de haber empezado a hacer su parte. Solo hay que querer ver mas alla, hacer nuestra parte.
Gracias maestro