Realmente libre?

Esta es una observación del Dr. Viktor Frankl, de lo que les sucedía a los prisioneros judíos, especialmente en su psiquis, luego de ser liberados del peor campo de concentración:

“…En terminología psicológica lo que le sucedía a la prisioneros se denomina ¨despersonalización¨… Sería un error creer que un prisionero liberado no necesitaba ya ninguna atención. Hemos de tomar en consideración lo siguiente: una persona sometida a una tención psicológica tan tremenda y durante tanto tiempo corre un cierto peligro en el momento de la liberación, especialmente si esta se produce de forma brusca. Este peligro (desde el ángulo de la psicohigiene) es la contrapartida psicológica de la aeroembolia. De la misma forma que un buzo-sometido a una intensa presión atmosférica- correría serio peligro si se sacara la escafandra de repente, de la misma forma el hombre liberado repentinamente puede sufrir un daño en su salud Psíquica…”   [1]

Según las apreciaciones clínicas del Dr. Frankl, una persona que ha estado sometida durante algún tiempo a cierta presión psicológica (como por ejemplo la presión de la religión de turno) de la cual ha sido liberado por otros o por él mismo, necesariamente requiere un proceso de “descompresión controlada”; algún proceso de reajuste en sus ideas, conceptos o apreciaciones de las que fue sometido y que ha aceptado como verdades absolutas.

El panorama del liberado de la religión es claro: se encuentra en el estado de vulnerabilidad más alto del que puede suponer. Sin ningún tipo de ayuda que le guíe en su proceso de desintoxicación religiosa convertirá su recién encontrada y virgen identidad, en una apayasada parodia de la identidad judía, como triste secuela del desequilibro psíquico.

El peligro que corre en apayasar la identidad no-judía se evidencia al negar el auxilio y la ayuda en conocer y desarrollar la propia identidad. Se sigue creyendo, suponiendo y actuando con una ideología religiosa (cristianizada en la mayoría de los casos), sin desarrollar una línea de pensamiento autóctono, propio e independiente de las religiones.

Se sigue neciamente con conceptos heredados de las religiones sin provocar un desligue violento o paulatino de esas ideas; y para colmo de males, religiosos disfrazados de noajidas y judíos, impiden la purga mental al ofrecer librejos, enseñanzas en videos en Facebook desde ciudades santas, y cuanta tontería se les ocurra.

ego

Conceptos de paraísos, espiritualidad, dios, mandamientos, obediencia, etc, siguen viciados con religiosidad por las personas que han sido liberadas de sus filas; restando importancia a preguntas existenciales tales como: ¿Quién soy?, ¿que soy?, ¿dónde estoy?, ¿para donde voy?, ¿quién es mi prójimo?, ¿cuál es mi deber?, ¿cómo hay que responder?, ¿qué es ser responsable?, ¿qué es ser consiente?, ¿qué es ser persona?,¿ que es el bien?, ¿qué es ser bueno? etc, etc…; preguntas que nos ayudarían a (re) construir nuestra propia identidad sin copias y sin parodias.

En la medida que nos volvamos conscientes de la identidad no-judía, necesariamente y como consecuencia lógica tendríamos que asombrarnos las profundidades que eso implica [2], y no buscar la asimilación con la identidad judía.

Este sitio funciona como auxiliar terapéutico en el proceso de reencuentro de la persona con él mismo. Es claro en la diferenciación de las identidades judías y no-judías. No son iguales ambas identidades, ni admiten mezclas extrañas de una hacia la otra; ambos (judíos y no-judíos) coexistimos en este mundo con un mismo fin, pero con diferente marco normativo; aunque para algunos afectados por la descompresión descontrolada a que fueron expuestos cuando se liberaron no lo quieran aceptar.

 

 

[1] El Hombre en Busca de Sentido. Viktor Frank. Pag 112-113

[2] http://serjudio.com/sitra-ajra/idolatria/noajismo-tambien-en-antiguas-enciclopedias-judaicas#comment-11105?show=1

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