En su sitio, que trata de narcisismo, adicciones y abuso, la Dra. Diane England escribe (ya traduzco):
La persona que vive como yo real está creando soluciones que beneficien a todos. De hecho, ella quiere hacer las cosas que sirven a todas las partes. Ella también entiende cómo es posible hacerlo. Después de todo, cuando uno vive como el yo real, ella recibe la guía interna que la dirige sobre cómo tomar acciones que beneficien a otros, así como a sí misma. Esto significa que no sacrifica sus propias necesidades por otros, pero ella no deja de lado las de los demás, por lo que podría beneficiarse a sí misma, tampoco.
La persona que opera como un auténtico o verdadero yo se esfuerza por ser siempre consciente de su conducta y de su impacto en los demás. Ella se esfuerza por tomar acciones correctas que son beneficiosas y no destructivas para los demás, así como el mundo en general. El individuo auténtico da cuenta de que debido a la conexión entre ella y todos los demás, cuando se perjudica a otro o algún aspecto del universo, en realidad se está dañando a sí misma también. Esto, por supuesto, es tan diferente de la percepción de que el narcisista que sólo puede ver lo que le beneficia, incluso si se trata de la destrucción de los otros así como del mundo.
Una idea lateral antes de avanzar hacia el tema central.
Hasta esta mañana no conocía a la Dra. England ni había estudiado, leído o recibido indicaciones de sus enseñanzas.
En una de esas casualidades me topé con este párrafo y me resonó por su coincidencia con lo que venimos postulando y difundiendo desde hace años nosotros mismos, en sitios, en libros, en conferencias, clases, encuentros personales, etc.
En verdad, no es muy sorprendente que así sea, porque los conocimientos que humildemente compartimos tienen fundamentos firmes varios, desde la preciada y milenaria tradición, así como el trabajo de sabios y científicos de todas las épocas que hemos tenido la fortuna de conocer y aprender un poco de ellos.
De piezas refinadas y con sustento se arma el rompecabezas dinámico y activo que es la CABALATERAPIA. Tendremos más o menos claridad para expresar los conceptos, habilidad para ponerlos en práctica, destreza para sumar la participación de los directos interesados en la resolución de sus conflictos, pero la base se encuentra y es firme.
Por ello, seguimos publicando, enseñando, estudiando, trabajando, de a poco consiguiendo introducir conceptos valiosos que impulsen hacia el objetivo: formar personas dichosas, libres, responsables, constructoras de shalom por medio de acciones de bondad Y justicia.
Saber de la Dra. England no cambia nuestra visión y actividad, no nos da más o menos brillo, simplemente es grato encontrar voces que suenan (por lo menos en el texto citado) en armonía, y por ello quise mencionarlo y compartirlo contigo, apreciado lector.
Ahora, vamos a la enseñanza.
El narcisista se siente vulnerable, mucho.
Es como un barco al que le suenan alarmas de que está haciendo agua por todos lados. Incontables son las brechas por donde se está colando el agua que le está hundiendo al frío, oscuro, terrible pozo del cual difícilmente pueda salir.
Siente impotencia y cuanto más combate ciegamente, mayor cae en impotencia.
Aprendió, de algún modo desde niño, a fingir una vida de dominio, de preeminencia, de superioridad.
Se atornillo una máscara de todopoderoso, de sabio, de ingenioso, de impasible, de fuerte, de grandioso, y alimenta esas fantasías con su imaginación y tal vez con algunos pequeños rastros que usurpe de la realidad.
Está como sediento de confirmar su antifaz, por ello exprime cada datito que lo corrobore, o falsifica los datos para demostrar su punto.
Como un esclavo del EGO se creyó que tenía el poder al usar las herramientas del EGO, ya que consiguió así algo de atención, se le atendió, se le suministró alguna dosis de aquello que sentía o le era necesario. Esto le reforzó en su conducta, le confirmó que al mantener la pose de grandiosidad evitaría padecer la impotencia, entonces repitió la conducta hasta que la transformó en un hábito.
La pintura facial, el maquillaje, se fue solidificando, endureciéndose, tomando forma de máscara rígida, opaca.
El rostro se fue diluyendo.
El espejo solamente devuelve máscara.
Pero, la cara no desaparece por ocultarla y negar su existencia.
La imagen dañada que tiene de sí mismo es intolerable, por lo cual se prende con firmeza a sus máscaras, hace de cuenta que la impotencia no existe, que no siente soledad, ni abandono, ni vergüenza, ni fracaso. Llega a creer que su invención fantasiosa es real. Miente tanto para fuera, que termina creyendo sinceramente que eso que dice es verdad.
En el fondo, el sentimiento de impotencia no desaparece, por el contrario, se amplía. Lo cual le obliga a afirmarse con mayor fiereza a la mentira, a la negación, al rechazo de lo que pudiera pincharle su globito de aparente seguridad.
Los familiares, amigos, colegas, jefes, empleados, y hasta terapeutas chocan una y otra vez con esa muralla que el narcisista ha levantado.
Se le puede mostrar y argumentar cómo se está dañando y perjudicando a otros, como está destruyendo y llevándose a la destrucción.
Como es solamente un globito hinchado de aire oscuro hasta casi el límite de la explosión, y como cualquier arañazo pequeño lo podría reventar.
Se puede decir y acertar en mucho, pero todo será en vano con el narcisista, para quien la muralla es indispensable y cualquier intento de mover una parte de ella, es considerada una terrible agresión. Por lo cual las reacciones no serán agradables.
Tiene su celdita mental, la cual considera protectora, y de ella no querrá salir.
Cuanto más se muestre su vulnerabilidad, más adentro se meterá en su celdita.
Menos contacto con la realidad soportará, mayor será su enojo consigo mismo pero ocultado y desviado hacia el odio a otros.
Es un trabajo constante, que requiere muchísima energía, para que ninguna agresión le traspase y le haga sentir el espanto del que tanto huye.
Así, la imagen grandiosa que actúa y se cree también suele estar acompañada por un gran retraimiento, ensimismamiento, pero que no lleva a la reflexión curativa o creativa, sino a rumiar acerca de su grandeza y las falencias de los demás, del cosmos, de los dioses o Dios, todos ellos culpables de que la vida no sea lo que él pretende. Se queja, protesta, se burla, desmerece, destrata, agrede, pero nadie puede decirle nada, ni acotarle un poquito, porque entonces explota o se bloquea.
A veces ocupan su tiempo en actividades en las cuales puedan ostentar signos de poder, pero escasa conexión íntima con otros. Pueden ser hábiles políticos, líderes religiosos, mandos altos en organizaciones, actores famosos, carreras por el estilo en donde pueden arrasar con otros, esconderse del trato personal, doblegar voluntades sin dar explicación, recibir aplausos y halagos que son muchas veces falsos. Probablemente tengan éxito, en lo que el mundo superficial considera tal, porque manejarán los códigos para ello, porque dependen hasta el desespero de que sus planes se concreten. De fracasar, sería el desplome completo, la ruina total, aunque el traspié no fuera tan importante. Entonces, dedicarán tiempo y esfuerzo para sacar adelante lo que les hace sentir poderosos y admirados. Serán adictos a su trabajo. Gobernarán sin piedad. Destruirán lo que pudiera obstaculizarles. Seducirán con trampas expertas. Mentirán sin el menor asomo de remordimiento. Lo único que interesa es que la ficción no se desplome, que ellos y los demás sigan afirmando que grandiosos que son.
Esa manifestación de autoritarismo, que representa poder, en verdad no está sostenida por poder interno, no hay más que impotencia aparentando poder.
No tienes cómo hacerle ver su mentira atroz.
De hecho, hasta quizás por un largo tiempo tú también estés admirado de sus mentiras y seducido por creerlas.
Hasta que llega el despertar, y no es dulce.
Pero, ni tú ni yo estamos libres de las máscaras, de EGO, de reacciones incorrectas, de ser narcisistas a ratos o a menudo.
Todos tenemos que encontrar las máscaras que armonicen con el rostro, que hagamos una vida que nos lleve al encuentro de nuestra identidad pura.
Si releemos el párrafo citado de la Dra. England encontramos una descripción de la conducta de la persona armónica.
Nosotros le decimos construir shalom en todo momento por medio de acciones de bondad Y justicia.
¿Y qué tiene que ver todo esto con la finalidad de SERJUDIO.com y de FULVIDA.com?