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Deseo recibir

Si te enfocas en lo negativo, difícilmente encontrarás momentos de alegría.
Restringes tu libertad por dejar de atender lo bueno.
En penurias dejarás de disfrutar aquí y ahora, que es el único tiempo y lugar que tienes realmente.
Porque, el ayer no existe; el mañana tampoco; solo tienes el ahora, nada más que este fugaz instante. ¿Viste que ya pasó? ¿Le sacaste todo lo que tenías para beneficiarte de él?
Por supuesto que el deleite presente no debe ser motivo `para dramas futuros, ni derrochar de forma irresponsable en el goce actual.

La vista perdida en el pasado o en el futuro nos limitan, restringen nuestra vitalidad, y de cierta forma no aprovechan en lo más mínimo.
Claro que hay enseñanzas en las historias, agradecimientos por preservar, ocasiones para rememorar, lealtades por cuidar; pero en salud se ejercen desde un presente consciente, activo, pleno, y no al estilo de anclas que retienen, que detienen, que matan.
También están los proyectos, las expectativas, los sanos anhelos, las tareas que siembran hacia el futuro, que dotan de pasos precavidos; pero que no inmovilizan a causa de terrores inexistentes, de imaginaciones de pesadilla sin fundamentos.
El escapar del presente nos limita, nos debilita, nos deja en impotencia. Esto nos desconecta de nosotros mismos, del otro, de Dios. Nos mantiene encerrados en nuestra celdita mental, poblada de fantasmas, de miedos, de violencia.

Es una estrategia del EGO para imposibilitarnos el encuentro con nuestro Yo Esencial, de forma de seguir creyendo falsedades, o que las máscaras son realmente la personalidad.
Así padecemos de la angustia del constante deseo de recibir, marca de actuación del EGO.
Deseo de recibir, que no solamente implica cosas materiales, sino también aquellas intangentes tales como reconocimiento, renombre y especialmente la atención de otros.
Como desde el origen, el EGO llora, patalea, grita para obtener atención de otros, de modo de ser atendido, para solventar de cierta forma la situación –sentida o real- de impotencia.
El deseo de recibir nos quita de la realidad, pero el deseo de dar es el que nos vuelve a ubicar. Y nos dota de poder, de disfrute, de acciones constructivas, de unidad, de bendición. Así pues, en el altruismo está la respuesta para doblegar al EGO y así crecer en el poder que ya poseemos.
Ten en cuenta que el dar también tiene un límite, pasado el cual se cae en error, que puede llegar a ser tan o más profundo que actuar sometido por el deseo de recibir.

El deseo de recibir, reclama, exige, demanda, fagocita, succiona, y actúa falsificando la realidad, llorando, gritando o con violencia física.
Atiéndeme, dame, mírame, sálvame, rescátame, dame, dame, dame…
Así se hacen los dioses, en la mente de sus adoradores. Así se inventan las religiones, con sus promesas de falso poder. Así se aprovechan los estafadores, haciéndote creer que te atienen y te benefician cuando es todo lo contrario. Así te someten los abusadores, porque te dan su atención… el dese de recibir, ese corazón del EGO que te empobrece cuando te ilusiona con poder ilimitado, fama, salud, vida, esplendor.

Cuando deseas recibir, te enfocas en lo negativo, en lo que te falta, en lo que te hace doler, en lo que no tienes. Entonces ya no tienes alegría, ni satisfacción, ni tranquilidad, ni armonía.
Estás en desconexión, carente de placer, porque pierdes el aquí y ahora en fantasías, en anhelos, en lo que no existe.

Por supuesto, es bueno recibir, es bueno desear, es bueno querer progresar… ¿cómo? ¿cuándo? Cuando sea, dentro de lo permitido, controlando aquello que podemos controlar y sin desesperarnos por lo que está fuera de nuestro control.

Purim: La historia detrás de la historia

¿Quién eres y quién puedes llegar a ser?
¿Cómo con tu Yo Esencial, tu verdadera y trascendente personalidad y cómo con eso que estás siendo, las múltiples máscaras que conforman tu Yo Vivido?

Durante nuestra existencia terrena, las apariencias se mezclan con lo original, el rostro se confunde con las caretas, la mezcla se hace como imposible de filtrar.
Muchas veces lo que parece ser de una manera, realmente es otra.
Es un mundo de impresiones, de sensaciones, de subjetividad, de puntos de vista, de opiniones muy poco establecidas en conocimiento certero, en la claridad de la definición.

Es como lo que sucede en el relato del libro de Esther, aquel que narra las vicisitudes de los judíos en el imperio Persa, con la posterior redención.
La historia que recordamos para cada festividad de Purim.
Donde los personajes esconden sus identidades, donde los perversos dominan y pretenden exterminar a los justos, donde los débiles se enseñorean de los valientes, donde las víctimas son castigadas como culpables, donde las cosas parecen ser una cosa y luego son otra. Un mundo que parece estar sometido a las vueltas del destino, a las arbitrariedades de la suerte, al remolino de las casualidades. Donde se habla para no decir nada. Se venera lo podrido y se espanta a lo saludable. Se enrola en sectas y religiones pero se detesta la sencilla y plena vida espiritual.
Prejuicios por todos lados. Malos consejos. Creencias que atemorizan y esclavizan. Necedad. Egoísmo. Escasa autoestima. Fiestas que tapan amarguras. Excesos que encubren impotencia.
Sí, un relato del antecedente de Purim, tal pareciera ser nuestra vida terrenal.
Donde lo genuino está rodeado de murallas y cortinados, por lo cual su claridad está opacada por las ilusiones.

Pero, la voluntad debiera ser que cada día podamos ser personas transparentes, sinceras y honestas.
Sensibles, conscientes, amables, dispuestos a construir shalom.
Unificados, en unión.

Recuerda los cuatro preceptos que los rabinos dictaron para los judíos en Purim:

  1. Leer el relato del libro de Esther que se encuentra en el Tanaj.
  2. Realizar un banquete festivo.
  3. Dar regalo a los pobres.
  4. Compartir comidas con amigos.

Tales los preceptos rabínicos para ese día. Tienen su vinculación directa con costumbres o sucesos de la historia de Esther. Pero también son claves para comprender como ser libres y felices.
Por otra parte, la vivencia judaica ha hecho nacer varias tradiciones para la festividad, una de las cuales es el disfrazarse.
Si bien, lo más probable, es que la costumbre del disfraz en Purim tiene su origen en el carnaval europeo, igualmente es notable cómo se relaciona con el mensaje explícito e implícito de la festividad.
No en vano ha pasado a ser como el símbolo de Purim, casi su leit motiv.

Por supuesto que la mascarada está acorde a la celebración de la festividad de Purim, de un día de duración.
El problema es cuando la vida es un Purim cotidiano, el de cada jornada.
Allí pierde su encanto, su sentido, su llamado al despertar, y se momifica en la falsa risa que no trasluce ninguna alegría.
Se embriaga la conciencia para no pensar. Se responde para no preguntar. Se repite para no aprender. Se lucha para no crecer. Se humilla para no agradecer. Sí, cualquiera es ascendido a primer ministro del rey, en tanto los notables son encarcelados y sometidos a torturas.
Se vive como los días previos a la salvación celebrada en Purim, con Amán en el poder, con un rey apocado, con una población sometida, con una reina de la cual se ignoraba su identidad, con un héroe que apenas si hace oír su voz y que provocó la ira asesina del que detentaba el poder.
Cada una de estas cosas son símbolos, que no te explicaré hoy, sino que te pediré que seas tú quien me comparta tus ideas al respecto.

Los que vuelven

Ésta en una de esas cosas interesantes que se encuentran en las redes sociales: “Un sabio, se paró ante un público y contó un chiste y todos se rieron. Al cabo de un rato, contó el mismo chiste y apenas sonrieron; contó el chiste una y otra vez hasta que nadie se reía. Y comentó: ‘si no puedes reírte varias veces de una sola cosa, ¿por qué lloras por lo mismo una y otra vez?’”.

Me gustó y lo quise compartir contigo.
No sé quien es el autor, aunque estaría bueno saberlo y difundirlo junto al texto.
A nosotros nos parece correcta una conducta de nobleza y dignidad, que sería no plagiar sino agradecer a quien contribuye con su trabajo y conocimiento. Mencionar a los autores y dueños de las ideas, porque eso es lo que corresponde, es lo legal,es lo amistoso y, por si fuera poco, es la senda realmente espiritual.
En esta ocasión, es una pena no poder reconocer públicamente al autor anónimo de esta interesante reflexión. Lo busque en internet, pero no lo encontré. Entonces, a quien corresponda: gracias.

¿Te parece que el chiste es una descripción acertada de la realidad o una idea graciosa pero sin fundamentos?
¿Es cierto que las cosas divertidas, agradables, placenteras, pierden su encanto con la repetición?
¿Es cierto que quedamos enganchados con lo que nos hace sufrir? Entonces, ¿vivimos cosas parecidas una y otra vez; o recordamos aquellas cosas negativas y no nos podemos librar de ese fardo; o nos quejamos y sufrimos una y otra vez por eso, hasta el punto de hacerlo como el centro de nuestras vidas?
¿Es así? ¿Como si nos regodeáramos en el padecimiento, en su acción, sentimiento o mención, pero nos hastiáramos de lo que es agradable?
¿Tú qué opinas?

¿Tenemos esa rara tendencia a aburrirnos de lo bueno y lo placentero, pero nos apegamos, aferramos, a esclavizamos a lo que nos empobrece y atormenta?
Como hace milenios nos dijera el sabio proverbista bíblico:

«Como perro que vuelve a su vómito, así es el necio que repite su insensatez.»
(Mishlei / Proverbios 26:11)

¿Es así?

EGO bueno, EGO malo

El rey Balak de Moab teme ser derrotado por Israel, que viene avanzando hacia la Tierra de Promisión. El rey ha visto como cayeron uno tras otro los enemigos que se atrevieron a enfrentarlo. Sus consejeros le explican que no es casualidad o poderío militar solamente, sino que los judíos se preparan de diversos modos para obtener éxito, en particular al tratar de vivir con sensibilidad espiritual, en adhesión a Hashem. La fórmula es simple: la fortaleza espiritual, afirma el desarrollo armonioso del resto de las capacidades individuales y grupales. Por lo cual, Balak deberá corromper la espiritualidad judía, así tendrá chance para vencerlos con las armas. Con este consejo, el rey manda emisarios con muchas riquezas para contratar al célebre brujo Bileam para que éste maldiga al pueblo y por tanto decaiga en su compromiso espiritual y así se debilite y se derrumbe.
Bileam desea el poder, la fama, el dinero y especialmente la destrucción de la espiritualidad judía, ha sido un enconado enemigo por décadas y ésta es una oportunidad para ver sus sueños realizados. Pero, “algo” en su interior lo refrena, por lo que pide que Hashem le autorice a cumplir con tan nefasto plan. El Eterno lo rechaza, pero el hechicero sigue insistiendo, así como los emisarios del rey siguen llegando cada vez con mayores tesoros y promesas.
Tras insistir y negociar, irá al encuentro de Israel, pero con la condición de que solamente dirá aquello que Dios le trasmita.
Va montado sobre su fiel asna, cuando de pronto ésta se desvía hacia el campo. Bileam le pega con su palo para que regrese al camino.
Al rato, en una zona de viñedos, la asna gira y aprieta la pierna del hombre contra una valla de piedra al costado de la carretera. Él le pega, por enojo y para que el animal marche sin desviarse.
Al ratito, en una zona muy estrecha y flanqueada por muros, la asna se deja caer al suelo. Como ciega respuesta, el brujo enfurecido la castiga.
En las tres ocasiones la asna había visto delante de ellos a un enviado de Hashem que tenía una espada desenfundada y dirigida mortalmente hacia Bileam. En las tres oportunidades el simple animal salvó la vida de su amo. Y en los tres momentos la borrica fue maltratada, cada vez con mayor violencia y depravación por parte de aquel que ella estaba salvando. En ninguna de las veces el profeta pagano advirtió lo que estaba sucediendo realmente, fue obtuso para percibir el peligro, inútil para salvarse, necio para agradecer la bondad y auxilio de su animal.
Ocurrió un milagro, o tal vez fue parte de una visión profética, y la asna habló: "-¿Qué te he hecho para que me hayas azotado estas tres veces?
Bileam respondió a la asna: -¡Porque te burlas de mí! ¡Ojalá tuviera una espada en mi mano! ¡Ahora mismo te mataría!
La asna dijo a Bileam: -¿Acaso no soy yo tu asna? Sobre mí has montado desde que me tienes hasta el día de hoy. ¿Acaso acostumbro hacer esto contigo?
Y él respondió: -No.
Entonces el Eterno abrió los ojos a Bileam, y él vio al enviado del Eterno de pie en el camino, con su espada desenvainada en su mano. Bileam se inclinó y se postró sobre su rostro, y el enviado del Eterno le dijo: -¿Por qué has azotado a tu asna estas tres veces? He aquí, yo he salido como adversario, porque tu camino es perverso delante de mí. La asna me ha visto y se ha apartado de mi presencia estas tres veces. Si no se hubiera apartado de mí, yo te habría matado a ti, y a ella habría dejado viva."
(Bemidbar / Números 22:28-33).

1. ¿Sabes cómo continúa esta historia y la del pedido de maldecir a Israel?

2. ¿Finalmente, Bileam y Balak vencieron a Israel?

3. ¿Fueron maldiciones las que debilitaron a los judíos o alguna otra cosa?

4. ¿Qué representan los tres desvíos de la asna así como las respuestas del brujo?

5. ¿Te animas a escribir tres preguntas que te surgen al leer este breve comentario de la parashá?

6. ¿Te das cuenta cómo representa el título al texto?

La serpiente venenosa

Uno de los temas de la parashá Jukat, en el capítulo 21 de Bemidbar/Números, presenta a gente del pueblo que nuevamente se quejaba amargamente, despreciaban todo lo bueno que recibían constantemente de parte de Hashem. Alzaban su voz para agredir a Dios y Moshé, estaban de continuo disgustados y molestos, ni milagros y salvaciones a ojos vista los satisfacían. En su necedad hasta decían extrañar la terrible esclavitud de Egipto.
En eso, desde las arenas salen serpientes venenosas que muerden y matan entre la turba resentida. Ellos no estaban acostumbrados a esto, que en realidad es tan común, puesto que hasta ese momento Hashem los protegía de las alimañas habituales del desierto.
De algún modo reconocen que estaban en un grave error, e imploran perdón y piden a Moshé para que rece y Hashem los resguarde del peligro.
Hashem le responde que haga una serpiente y la coloque encima de un poste, la gente que mirara hacia allí no moriría a causa de la mordida de las serpientes venenosas. Moshé fabrica una serpiente de bronce, la pone arriba de un mástil y efectivamente aquel que fuera mordido y mirara hacia arriba no moría.
Antes de continuar, te pido que formules al menos tres preguntas de cuestiones que te llamen la atención de este relato. Déjalas por escrito. Gracias.

Déjame contarte un cuento (versión de una fábula de Esopo) que nos ayudará a pensar: El rey junto a su esposa construyeron un palacio, el joven príncipe diseñó y pobló su jardín en tanto la princesa organizó al personal del servicio.
El primo del rey vino de visita y fue agasajado de maneras exquisitas, pudiendo disfrutar del palacio, sus instalaciones y amenidades. Como pago solo le preguntaron por su parecer del nuevo hogar regio. Celoso del poder y creatividad de la familia real solamente mencionó lo que él juzgó como errores y mamarrachos. Que las puertas eran muy pesadas y las ventanas demasiado angostas, había muchas habitaciones y muebles excesivamente onerosos, que tales árboles daban mucha sombra y las flores atraían abejas, que el personal era escaso y haraganeaba, que esto y aquello. No supo o no quiso apreciar positivamente ninguna de las obras del rey y su familia.
El monarca agradeció los antipáticos comentarios y luego envío a su primo a una remota región del reino con la misión de que construyera allí un palacio de verano para el rey y su familia. Debía contar con todos los lujos y detalles, un espléndido jardín siempre colorido y aromático y por supuesto, un entrenado y eficiente séquito de criados.
De más está mencionar que jamás cumplió siquiera con una décima parte de su tarea.

Resalta la ingratitud del primo, similar a los quejosos de Israel en el desierto. Podríamos decir que la falta de agradecimiento está compuesta por orgullo, envidia y sentimiento de impotencia. Nada bueno surge de ella, por el contrario, es fuente de palabras/acciones dolorosas y destructivas. Es como una víbora venenosa que se camufla y anda con movimientos imperceptibles, hasta que de repente ataca desde su lugar secreto. Usa su anonimato, su bajo perfil, para hacer mucho daño.
Es por ello que la serpiente puesta a la vista de todos, allí en lo alto, era un llamado al reconocimiento de esta indigna causa de sufrimiento, para que todo aquel que estuviera corrompido se arrepintiera y actuará de una forma diferente, constructiva, promotora de shalom. Que las palabras sean de bondad y no para el mal.
El primer paso para mejorar es darse cuenta de aquello que está mal, y para ello sirvió el extraño pedido de Hashem.

Resolver crucigramas

Cada problema es una situación de impotencia, real o sentida.
Puede ser pequeño o crecer, esto depende en buena medida de acuerdo a cómo lo interpretemos y actuemos en consecuencia.

La interpretación no es un acto mental exclusivamente, sino una construcción multidimensional, en la que intervienen cada uno de nuestros planos de existencia (físico, emocional, social, mental, espiritual).

Aprender a evaluar para perfeccionar la interpretación no depende solamente del grado de inteligencia, o de algunos trucos de control emocional, sino de un adecuado refinamiento de todo nuestro ser.
Tarea grande, pero necesario. Por algún lado debe empezar, alguna vez.
Si damos excusas (generalmente huecas y manipuladoras), como por ejemplo que “esperaremos hasta ser perfectos para perfeccionarnos”;  ¿qué lograremos realmente?
Sí, el ejemplo suena muy tonto, pero lo he escuchado tantas veces…

Entonces, comenzar a tomar el poder que tenemos en potencia en cada uno de los planos.
Por poco que parezca al principio, aunque tengamos dudas, incluso si nos sentimos temerosos, igualmente ejercer el poder saludable allí en donde lo podamos desplegar.
En cada uno de los planos.
En alguno de ellos seremos más fuertes, adecuados, exitosos, no importa, en tanto aprendamos a usar con acierto nuestros potenciales para la construcción de shalom, no para otra cosa.

Piensa en dónde tienes facilidad, algún don, un recurso que no aprovechas al máximo.
Por ejemplo en destreza física, o en resistencia, o en fuerza muscular, entonces ve al club, entrénate, dedícate a ello.
Y en el plano emocional, por ejemplo tienes un don para atender al otro, para comunicarte, para ayudar a confortar, aprovéchalo.
O por ejemplo sabes negociar, tienes un toque maravilloso para concretar proyectos, sabes organizar grupos, todo lo que tocas se convierte en oro, hazlo.
Ejemplo, estás dotado para las ciencias, o tienes una aguda mente analítica, o te agrada enseñar, ¿por qué no lo haces?
Y en el plano espiritual, sabes cuál es tu misión en el mundo, la que te asignó el Eterno (que es cumplir los mandamientos que te corresponden), para conjugar lo material con lo celestial, para hacer que cada instante sea pleno de sentido trascendente, ¿lo estás haciendo y ayudando a que otros lo hagan?

Entonces, aprende y sé tú mismo.
Que tu Yo Esencial, ese lazo que te conecta eternamente con Dios y toda la creación, sea el que tome el control en tu vida. Entonces cada máscara del Yo Vivido será ubicado en alguna función provechosa para ti y para la sociedad. Ya no estarás en conflicto interno, por tanto tampoco te afectará o generarás conflictos externos.

En vez de estar afectado por la peste tan extendida desde el comienzo de la humanidad, aquella que dice: “quiero ser otro”, y vive en ajenidad, en alteridad, quizás en vez de eso, puedas encontrarte a ti mismo.
¿Suena curioso? ¿Algo alocado? ¿Demasiado místico? ¿Poesía romántica?
Pero es lo real, reflexiona y verás cuanto luchas a diario para ser otro y no aprecias quien eres en realidad. Eres tu Yo Esencial y está siendo tus Yoes Vividos, en conflicto. ¡Elimina el conflicto!
Desde chico buscaste la aprobación por medio de anularte, de actuar para otros, de seguir mandatos, de dejar contentos a tus mayores o al menos que no te lastimaran.
Es hora de encontrarte y no volver a perderte.
Solo cuando tu Yo Auténtico aprueba tu forma de vida, tus creencias, tus deseos, tus acciones, todo lo que haces, sientes, dices, solo en ese momento es cuando en verdad estás en plenitud de tu ser, en posesión de la llave para tu felicidad auténtica.

Pero, vives la vida de otro, de otros.
Te alejas de ti mismo.
Niegas tus potencialidades, te concentras en los problemas, te sientes incapaz, te sometes al EGO.

Si vieras que bonito se siente ese instante de iluminación cuando dejas de luchar para ser lo que no eres y te encuentras a ti mismo.
Recuerda que eres chispa divina, una ínfima porción de Divina Presencia.

Pero, no lo aprecias, no lo sabes, no lo recuerdas, te pierdes en problemas, en la fe, en repetición de lemas, en religión, en charadas. Te pierdes.

El niño que preguntaba demasiado

El niño es naturalmente curioso. Le nacen preguntas, porque quiere ir conociendo el mundo que le rodea, que lo forma, que está dentro de él.
Quiere aprender de sí mismo, de otros, de lo que sea.
Así pregunta, y pregunta y vuelve a preguntar.
A veces sus interrogantes son muy simples: “¿Esto qué es?”, “Cómo se dice?”.
Otras puede resultar un poco más complicado: “¿De dónde vienen los niños?”, “¿Qué me pasa cuando me muero?”.
Preguntar es bueno, es necesario, es saludable, es indispensable.
Ojalá y los niños no dejaran de preguntar, de querer, de interesarse, de buscar, de descubrir. Ojalá y les alentáramos a ello, les sirviéramos de plataforma y referencia.
Pero, lo cierto es lo contrario.
Hay cuatro (al menos) conductas de los adultos que van extinguiendo la llama sagrada de la sana curiosidad, y van sometiendo al niño a la esclavitud de la necedad, a la torpeza del fanatismo, a la ceguera de la fe, a la repetición memoriosa de frases que dejan contento al adulto, al silencio.
Estas son esas cuatro conductas lamentables.

1- Silenciar las interrogantes con violencia, física, verbal, gestual. Sean agresiones concretas o amenazas de tales. Sea que uno se encargue de castigar a que pregunta, o el castigo venga por otro lado (demonios, dioses, policía, el padre, el “viejo de la bolsa”, etc).
Al niño se le prohíbe preguntar, se le exige callar, se hace burlas de su actitud pesquisante, se le desvaloriza por no saber, se prioriza el programa en la tele a conversar con él, se desestima sus dudas por “infantiles” o de tonto. Se pretende hacer del silencio una virtud, una muestra de fidelidad y devoción. Caldo de cultivo para sectas, religiones, relaciones tóxicas, acosos morales y una serie dolora y tremenda de experiencias nefastas que el niño (aun cuando crezca) no sabrá denunciar, ni cotejar, ni romper con ellas.
Éstas son algunas de las formas violentas para apagar la llama de la santa reflexión. No habrá más dudas para no sufrir, para no pasar por mayores dolores. Porque les duele el cuerpo, el alma, todo y prefieren ser mudos y tontos antes que llorar y sufrir.

2- Se le dicen mentiras como forma de silenciar sus dudas. Se le inventan cuentos, fantasías, historias irreales, que el niño puede o no percibir en el momento como tales, pero que tarde o temprano descubrirá que los mayores en los que confiaba le mintieron. Entre el Papá Noel y el niño Jesús, el papá que no murió sino que está de viaje, la mamá que no está gravemente enferma sino que solamente le duele la cabeza, las abejitas y las florcitas en vez de una explicación de la concepción humana acorde a su edad, junto a toda la sarta de disparates, delirios y patrañas que los mayores disparan sobre el niño para no enfrentarse con sus propios temores o tabúes.
Una cosa es el momento de compartir un cuentito, tipo de hadas; otro cuando se disfruta de imaginar, por ejemplo figuras en la nubes; otro cuando el padre inventa divertidas andanzas que para todos es evidente no tienen realidad. Muy diferente es cuando el adulto transmite rosarios de embustes, consagrados socialmente o de cuño propio, con ánimo de responder a preguntas sinceras y legítimas de los niños. Aunque la intención sea no causar dolor al niño, no perturbarle con lo que el adulto considera problemático, siempre se está sembrando dolor en el alma del niño y confusión.
Sí, ésta es forma de violencia, pero más velada, y que llena de miedos y angustias, además de generar desconfianza en el mundo adulto y en la intimidad que se puede alcanzar con un otro.

3- También con toda buena voluntad se le brinda al niño información que supera su capacidad para recibirla y procesarla.
Sea por la calidad compleja del material (por ejemplo explicaciones científicas dichas en lenguaje técnico), o la dureza que conlleva (asuntos emocionales expresados sin filtro), o información que por la falta de desarrollo y madurez el chico no puede elaborar debidamente.
Entonces, el niño se siente desbordado, probablemente más confundido que antes de recibir la respuesta. En vez de conseguir claridad, se ofusca. Siente que debe memorizar palabras que no capta, repetir lo que el adulto desea escuchar, esconder sus dudas, ser un loro amable que no molesta preguntando para saber sino que repite para tranquilizar al que le escucha y así no generarse conflictos mayores. Así se transforma en un alumno estratégico, que da al maestro lo que supone que éste desea recibir. Su meta no es aprender, sino recibir buenas calificaciones para pasar de grado. Su deseo es agradar, y para ello tiene que censurar su anhelo de aprender y solamente repetir la lección, y ser prolijo, y estar “bien educado”, al nivel de esos adultos que con tanta altura le respondieron sus infantiles y buenas dudas.
Un derivado de este es cuando el adulto le da al niño respuestas masticadas, edulcoradas, dietéticas, para que el niño tenga un arsenal de respuestas prefabricadas a mano. Entonces, ya no molesta, porque tiene lo que decir, que es algo hueco, superficial, sin compromiso, pero que aparenta llenar la vista. Y consigue también el silencio.

4- Los adultos no hablan con el niño, no lo amenazan, no lo torturan directamente para que se calle.
No le mienten, no le llenan de temores infundados, no ocultan la verdad para que se calle.
No le saturan de datos incomprensibles, no le exponen a lo que no están aún preparados.
Sino que simplemente lo sientan frente a la tele, o con una consola de videojuegos, o con una tablet, y que se encarguen esos artilugios de “educar” a sus hijos.
Entonces, los niños hacen copy&paste para las tareas de la escuela, y arman presentaciones tediosas y poco interesantes, y compran, y gastan, y se hacen adictos, y dejan de preguntar… si igual, da lo mismo porque nadie escucha.

Es terrible el cuadro que te he expuesto con este artículo.
Me gustaría que me comentaras que te pareció, si te sientes identificado con alguna cosa, qué propones para cambiar las cosas hacia un destino más beneficioso.
Te agradezco por tu atención y tu tiempo.

¿Potentes o impotentes?

Un joven me preguntó: “more, una pregunta, nosotros somos impotentes o es el EGO que nos hace sentir impotentes ? o sea teniendo al EGO en su lugar podriamos ser como "superpoderosos", es decir, sacar toda nuestra potencialidad ? y seriamos mucho mas eficientes o tampoco la gran cosa?”.

La pregunta puede ser respondida de manera breve.
El ser humano tiene poder bastante limitado, así que en muchas situaciones somos impotentes. Por ejemplo, no tenemos real control sobre otras personas, y apenas si controlamos un poco a nosotros mismos. ¿Cuántos pensamientos cruzan tu mente y tu diriges? ¿Cuántos sentimientos afloran cuando tú lo deseas o desaparecen según tu voluntad? ¿Eres quien maneja tus recuerdos y olvidos según tu deseo? ¿Y tu corazón, late según el ritmo que decides? ¿Y ventilas porque lo controlas? ¿Y tu torrente sanguíneo va por las sendas que tú escoges? Como ves, ni siquiera tienes control sobre tu organismo, apenas sobre una parcelas aquí y allí. Por lo visto, son las glándulas con sus hormonas más jefas de tu hogar que tú voluntad o decisión. ¿No? Y si hablamos de cosas fuera de ti, o dentro tuyo pero que no eres tú, tales como bacterias, virus, hongos, otros parásitos que te habitan, ondas electromagnéticas que te atraviesan, células cancerosas, en fin… ¿y el clima? ¿Cuántas ves el sol brilla porque tú lo has decretado? ¿Y el dólar, cotiza según tu beneficio personal? ¿Y el vecino que no para de armar ruidos a plena madrugada? ¿Y tu mascota que te muerde zapatos, medias y lo que se le ocurra? ¿Y el señor político que legisla sin importarle si te viene bien o no? ¿Y tu quipo de fútbol, que está allí naufragando en medio de la tabla hacia abajo? Y podría seguir con la lista para que vieras que poco que controlas, que tan impotente eres.
Al mismo tiempo, el hombre tiene –como especie- un enorme poder.
El león, el oso, el tiburón, hasta el perro de la esquina te pueden comer de un bocado, y por más que trates de escapar o enfrentarte a mano limpia contra ellos, seguramente terminarías en sus tripas. Pero el hombre ha inventado herramientas que potencian su escaso poder físico. Entonces, no solamente le ganamos al animal que nos ataca para defenderse o alimentarse, sino que arrasamos con especies enteras, a veces solo por diversión, otras por estupidez. Y llegamos a la Luna, y pronto a Marte en vivo y en directo, y enviamos sondas a otras partes del Cosmos, y nos sumergimos hasta donde el cuerpo no puede resistir. E ideamos maneras de disfrutar de los bienes del mundo, e incluso hasta podemos hacer uso sin devastarlo, si quisiéramos. Y descubrimos, a veces queriendo y muchísimas otras sin querer, modos de prevenir enfermedades, disminuir sus daños o curarnos. Y luchamos con valentías hasta el último minuto del partido, cuando vamos perdiendo, y en la última jugada coronamos nuestros empeños con ese gol que trae el empate y nos llena de satisfacción. Y dejamos testimonios de nuestra presencia, para bien o para mal, para que siglos después se nos recuerde y se comente acerca de nuestra pasada existencia. Y soñamos con mundos fantásticos, donde jamás hombre ha estado antes, y viajamos en imaginación hasta allí, en naves inexistentes pero que podrían presagiar el futuro. Y cantamos, y bailamos, y construimos, y jugamos, y compartimos… y… sí, el hombre desde su pequeño poder puede potenciarlo y alcanzar grandes poderes.
Muchos más podría si armonizara su multidimensionalidad, si se unificara internamente y de esa manera se unificara con lo exterior.
¡Cuántas posibilidades tiene el hombre, pero cuán poco puede hacer al mismo tiempo!
¿Qué hacer entonces?
¡Lo mejor!
Pero no pretender ir más allá de donde en verdad podemos llegar, en especial cuando de relacionarnos con otro se trata.
Y disfrutar del momento, del aquí y ahora, sin despreciar el porvenir, porque es la manera correcta de vivir.

Por otra parte, cuando tenemos algo de poder el EGO suele hacer que no lo aprovechemos. ¿Cómo? Nos hace sentir impotentes, con menos dominio del que en potencia tenemos; o llevarnos al fracaso por hacernos creer que tenemos “súper poderes” y entonces tropezamos con la realidad que nos demuestra la falsedad de nuestra ilusión. En ambos casos solemos terminar derrotados.

Koraj 5773

El tema central de la parashá es la famosa rebelión de Koraj y sus cómplices en contra de las autoridades constituidas en Israel.
Atacaban directamente en el plano ritual la autoridad de Aarón haCohén e indirectamente iban tras el poder político/espiritual de Moshé Rabeinu.
Los revoltosos decían disputar en nombre de la santidad del pueblo, a favor del beneficio de los anónimos israelitas, con la finalidad de servir mejor al Eterno. Tal era su discurso y así se presentaban, como defensores del desposeído, como hombres anhelantes de Dios.
Obviamente que no querían dejar a la vista que su real afán era recibir honores, ejercer el mando sobre los demás, obtener aquello que no tenían y soñaban con que les daría satisfacción a sus anhelos. Eran movidos por orgullo y codicia, no por altruismo y nobleza.
Dinero, tenían en abundancia, posición social también, podrían haberse dado por satisfechos, pero ¡no! Algo muy oscuro en el interior de sus corazones les torturaba. Ellos tenían que sobresalir en todo, absolutamente en todo. Estar por encima de cualquier otro, sin importar cuánto se perdiera en conseguirlo. Para ellos, el fin justifica los medios.
A causa de esta ceguera, de sus trampas y manipulaciones, de su deseo desmedido y enfermo, en vez de subir a puestos más elevados y llevar una vida plácida y benéfica, terminaron perdiendo todo, hundidos en abismos terribles de los cuales no pudieron salir.

Quisiera compartir contigo la siguiente versión de una fábula (de Esopo), espero que la vincules con nuestro comentario a la parashá:

Había una vez una zorra que, llevada por su sed, cayó en un profundo pozo del cual no podía salir.
Apareció en la boca del pozo un joven chivo deseoso de agua de calidad jamás probada. Cuando vio a la zorra en el fondo del pozo, quiso conocer cuál era la calidad de aquella agua. La zorra le dijo, que era la mejor que había probado, además le invitó a bajar para compartirla juntos.
Seducido por la invitación, fue a unirse con ella y tras beber unos buches del agua que tanto deseaba, se dio cuenta que era imposible salir de allí.
No te preocupes -dijo la zorra- conozco una manera de salir de este pozo. Para conseguirlo, debes dejarme que yo trepe por tu cuerpo y cuando esté arriba, yo te ayudaré a salir de aquí.
El chivo nuevamente creyó las palabras de la zorra y así hicieron. Desgraciadamente para él, cuando la zorra se vio libre de su infelicidad, se alejó del lugar haciéndose la sorda a los gritos de auxilio del doblemente engañado.

1- ¿Quién sería la zorra en el relato de Koraj? ¿Cómo opera?

2- ¿Quién el chivo? ¿Por qué es engañado con tanta facilidad?

3- ¿Cuál el pozo en el caso de Koraj? ¿Por qué caen allí los que caen?

4- ¿Qué representa en Koraj el agua de la fábula de Esopo?

5- ¿Cuál sería la enseñanza para nuestra vida cotidiana?

Para finalizar, los Sabios (Kohelet Rabba 1) enseñan: “Nadie deja este mundo con siquiera la mitad de sus deseos cumplidos”:

6- ¿Puedes encontrar el vínculo con lo que sabes de Koraj y su pandilla?

7- ¿Podrías hacer un auto análisis y ver si hasta el momento se aplica a tu vida?

8- ¿Qué te parece podrías hacer para superar esa condición de vivir deseando indefinidamente y estar en decepción constante?

Aquí debajo me encantará encontrar tus respuestas, a modo de comentario que amplia el contenido de este mensaje.

Que pases un Shabbat Shalom UMevoraj, con todo lo bueno.
Moré Yehuda Ribco

¿La fe FUNCIONA?

En la practica la fe puede asociarse a la creencia, el depositar la confianza en algo, normalmente se dirige hacia objetos, personas o poderes, esta es su derivación hacia la idolatria.

Pero también, es un mecanismo del ego para sujetar a la persona y mantenerla bajo su dominio, esto no es algo demoniaco o con tendencia hacia lo místico, sino un mecanismo de supervivencia natural, un patrón de conducta arraigado en nuestro ser, adaptado con el paso el tiempo, modificado o perfeccionado, pero con la misma raíz, lo que es su base, la desconexión de la realidad, esta es una de sus herramientas primitivas (entre otras mas) y con la cual se hace presente en la vida de cada uno de nosotros. La persona para no sentirse impotente, para salvarse del terror que se sufre cuando no se puede en algo, huye, LITERALMENTE escapa de la realidad para no sufrir mas, o para encontrar un bálsamo que cure su dolor, es por eso que es muy común, encontrar gente de «mucha fe», desconectada de la realidad, pero con el consuelo aparente de esta misma, que da esperanzas ficticias e ilusorias, pero al fin y al cabo esperanzas……

No es raro observar, largas e interminables procesiones que efectúan duras y tortuosas caminatas en busca de algún favor por parte de las imágenes, es mas hasta es entendible (pero no saludable), puesto que es una manera de escapar del terrible sentimiento de impotencia que nos rodea, que nos hace sentir miserables, incompetentes, incapaces y carentes de real valor, no, no es extraño ver correr a las masas detrás de supuestos favores por parte de las diferentes deidades, puesto que por naturaleza damos por sentado que es la única manera de realizar determinadas cosas, «la fe» .

Lo cierto es que la fe, no arregla nada, desconecta a la persona, amortigua el dolor, pero el malestar continua ahí, las contiendas familiares, el malestar en lo económico, los problemas escolares, todo permanece igual, lo único que se modifica es nuestra manera de ver al mundo, lo observamos con los ojos del que espera un milagro y con eso se contenta.

Desde el punto de vista, de una persona equilibrada y con los pies sentados sobre la tierra, esto es algo insano, puesto que enajena a la persona, no la deja desarrollarse, ni hacerse cargo de sus propias responsabilidades.

Esta siendo sonado el caso de las chicas que imitando un caso del programa televisivo «la rosa de guadalupe» que promueve la idolatria y la fe ciega; decidieron ejecutar un autosecuestro que termino en la detención por parte de las autoridades de estas menores de edad, pero mucho mas lamentable fue el caso donde una pequeña imitando otro capitulo de dicho programa termino por quitarse la vida esperando el milagro de dicha imagen:

«El año pasado se dio a conocer el caso de Itzel Elvira Murillo Lobato, una niña de Piedras Negras, Coahuila, quien de acuerdo a sus amigas de la primaria, la pequeña era fan de la emisión vespertina, por lo que un día se le ocurrió imitar un capítulo en el que la protagonista era una niña que intentaba quitarse la vida, con el fin de unir a sus padres que se encontraban en proceso de divorcio (su familia estaba pasando por la misma situación).

Al final del episodio, la menor es salvada por la Virgen de Guadalupe y sus padres deciden darse una segunda oportunidad. Desafortunadamente, Itzel no corrió con la misma suerte ya que, ni sus padres volvieron a reunirse, ni ella fue salvada por la Virgen de Guadalupe. Itzel falleció ahorcada el día que cumplió 10 años.»

La desconexión de la realidad, en este caso a través de «la fe», condujo a las consecuencias mas terribles…..

«Sí, cuando soltamos las riendas y dejamos que las cosas sean llevadas por los vientos y las corrientes, sin control, también somos responsables de los desastres que se acumulen en nuestra existencia y de los que nos rodean. (Excusas que empequeñecen tu vida)»

No podemos culpar a la pequeña (en paz descanse), quien influenciada por el contenido del programa, actuó en su propio perjuicio, pero es una manera mas de ver como la desconexión de la realidad puede terminar incluso en las consecuencias mas fatídicas, si, en determinado momento este mecanismo nos sirvió de mucho, al momento de nacer y posteriormente, cuando por momentos el llanto, el grito y el pataleo no funcionan y precisamos desconectarnos de ese sufrimiento, pero ya en una etapa mas avanzada del crecimiento esta herramienta se vuelve totalmente inoperante, cuando menos para hacerse cargo de la propia vida, porque después de un tiempo ya somos totalmente responsables de nosotros mismos.

La fe es una practica de uso corriente sobre todo en las religiones, sin embargo es solo un método de genuflexión ante determinadas circunstancias de aparente o real impotencia, es decir que cuando el individuo no se basta así mismo ante cualquier situación, acude a la fe, para obtener el escape de la tan temida e insoportable impotencia, es un escape pero tambien al mismo tiempo se convierte en un sometimiento.

No es método de acercamiento espiritual (promueve pasividad no efectividad), sino un activo natural de supervivencia que sirve para amortiguar el doloroso impacto de sentirse impotente (de no poder hacer nada).

La religión le provee al ego de la persona un mecanismo perfecto, para que este siga subsistiendo entronizado sobre la existencia, a partir de esto no es de extrañarse el arrasador «éxito» que tienen las religiones alrededor del mundo, la fe es una desconexión de la realidad, el soporte ideal para que el mecanismo primitivo de supervivencia (ego) siga al mando de la persona.

«Queremos encontrar un ilusorio poder a través de la desconexión de la realidad, o atenuar el impacto que el sentimiento de impotencia nos genera.
Como fuera, al desconectarnos a causa del EGO, estamos limitando nuestra existencia, perjudicando las alternativas para recomponer las circunstancias, evitando reponer lo que hemos dañado.» (Excusas que empequeñecen tu vida)

La fe en salvadores crucificados, dioses sedientos de la sangre de sus propios hijos, vírgenes inmaculadas, pertenece mas a la mitología, que a la realidad, esa realidad que Dios nos muestra cada día en este mundo, para finalizar el consejo de un buen guía.

«Entonces, si en vez de involucrar a otros en nuestras equivocaciones,
si en lugar de esperar que vengan poderosos milagrosos a resolver los conflictos,
si no decimos que “el tiempo todo lo cura”,
si dejamos de pretender manipular a Dios con rezos y negociaciones,
si no nos hacemos más los desentendidos
y nos hacemos cargo de lo que nos corresponde, por lo cual emprendemos el camino de la restauración,
seguramente que haremos grandes avances y encontraremos más disfrute.»

Referencias Bibliográficas

Ribco, Y. (2013) Excusas que empequeñecen tu vida. Obtenido desde http://fulvida.com/ajenos/misioneros/excusas-que-empequeecen-tu-vida

http://mx.omg.yahoo.com/blogs/tv-or-not-tv/escandalo-rosa-de-guadalupe-212820269.html

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