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Resp. 1054 – Esclarecer una verdad

Eyra Lezcano nos consulta:

¿Cómo respondo como noajida a lo siguiente que me han dicho?
«Respuesta de un Natzratim al artículo MODELO NOÁJICO. El movimiento noájico es una forma nueva que nunca existió ni es mencionada en el TaNa»J (solo bajo un concepto interpretativo que a todas luces es dogmatico), significa que es un invento religioso mas y en cierto sentido con ribetes xenofóbicos, donde ellos se aducen poseedores de la verdad y discriminan al resto, ya hasta la saciedad hemos probado las violaciones a la Tora que hace el rabinismo y el noajismo.«
Eyra Lezcano, educadora, Panamá

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Ser uno

I

¿Dudas que lo que ingresa a tu organismo te afecta?

Cuando pensamos en lo que llevamos a la boca, alimentos, parece fácil dar una respuesta cierta.
No se precisa ni mucha teoría, ni demasiada ciencia, ni profundos estudios para reconocer que el veneno ingerido no resulta muy favorable… ¿no?
Gracias a los constantes avances en el conocimiento fuimos comprendiendo que efectivamente lo que ingerimos nos afecta, para bien o no.
Los nutrientes nos proveen de energía y materia, indispensables para sostener la vida, realizar funciones vitales, mantener los procesos biológicos, etc.
Visita este link, si deseas saber más. http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/foodandnutrition.html

Claro que algún confundido expresó como si fuera verdad sagrada algo completamente diferente, y muy perjudicial si se lo admite literalmente: “no es lo que entra en la boca lo que contamina al hombre; sino lo que sale de la boca, eso es lo que contamina al hombre.” (Cuento de Mateo, cap. 15, verso 11).

¡Por supuesto que el hombre se contamina, se daña y hasta puede morir a causa de lo entra por su boca!
La ciencia solamente confirma lo que el sentido común y dos dedos de frente demostraron hace milenios.
Pero bueno, no es el tema que nos convoca en este artículo.

Como sistema abiertos que somos, tanto lo que entra como lo que sale  de nuestro organismo provoca modificaciones.

Si te pones a pensar un momentito más, verás que no es solamente en lo que a alimentos o palabras se refiere.
También lo que respiramos, lo que tocamos, lo que oímos, lo que vemos.
Así también con sus contrapartes activas: lo que emitimos a la atmósfera, lo que dejamos en el camino, lo que hablamos, lo que producimos, lo que destruimos, lo que desordenamos, etc.
Todo tiene sus efectos.
Todo, aunque no seas consciente, ni sea voluntario, ni te des cuenta, ni lo quieras, por el mero hecho de estar vivo ya estás modificando en cierta forma a tu ser y al entorno, y lo que proviene de fuera de ti también te modifica, a nivel molecular, a nivel mental, a nivel social, multidimensionalmente.
Somos seres ecológicos.

Sería bueno que te tomarás un rato para meditar en esto, si es que aún no lo habías considerado.

II

Luego del momento que te hiciste para reflexionar sobre lo que mostramos recién, continuamos.

Cuando leemos algo, vemos una película, escuchamos una prédica, miramos un blog, somos abrazados, nos instruyen, nos adoctrinan, etc., en toda ocasión vamos recibiendo modificadores, que nos van armando y desarmando por dentro. Cuanto más nos rodeamos de información estrafalaria, nos sumergimos en creencias grotescas, repetimos lemas incoherentes, creemos en fantasías locas, más nos vamos alejando de la salud, de llevar una vida por la senda de la plenitud.
Esto se agrava cuando emitimos mensajes negativos, tales como que no valemos, somos pecadores, somos malos, somos tontos, somos impotentes, cargamos con culpas ancestrales que solo se borran con infantiles rituales, maldecimos, somos agresivos, etc.
A cada instante, aunque no nos demos cuenta, estamos siendo re-creados, creados nuevamente.
Incluso a nivel biológico, también en el resto de las dimensiones que nos conforman.
La única dimensión invariable es la espiritual, pero ya se ha encargado el hombre de confundir el concepto y hacer creer que espiritual quiere decir “emocional”, “ético”, “estético”, “religioso”, “ritualista”, “fe” y cualquier otra máscara que impide ver el real rosto de aquella esencia perfecta que no se cambia, ni se perjudica, ni se contamina con nada de lo que hagamos, nos hagan, o dejemos de hacer.

Esa médula invariable, a la que llamamos Yo Esencial, es nuestra puerta de conexión con Dios, con el prójimo, con el cosmos, con la intemporalidad.
Es nuestro ser que perdura más allá del tiempo de vida en la tierra.

No se contamina, no crece, no se achica, no mejora, no empeora, nada lo modifica, por lo cual en realidad no precisa de ningún nutriente.
Sin embargo, desde el inicio de nuestra vida se van formando costras, cáscaras, recubrimientos que impiden que tengamos acceso directo y claro a esta dimensión que nos conforma.
Por tanto, tenemos el verdadero alimento espiritual, que no modifica al Yo Esencial, pero sí sirve para corregir lo que nos impide encontrarnos y poner en sintonía nuestro Yo Vivido con nuestro Yo Esencial.

El alimento espiritual, el único que sabemos existe, son los mandamientos que Dios ha dado para cada identidad espiritual.
Los Siete Mandamientos Fundamentales para las naciones, para todos los gentiles, y en paralelo el sistema de los 613 mandamientos para el pueblo judío.

Estos mandamientos, cada sistema para cada identidad espiritual, sirven para sintonizar las diferentes dimensiones del ser, para llevarnos a la armonía multidimensional, para encontrar la consonancia entre nuestro Yo Vivido con el Yo Esencial.

El gentil al seguir el código espiritual llamado NOAJISMO, nutre su espíritu, actúa como constructor de Shalom, primero consigo mismo, luego con el cosmos.
De manera idéntica, el judío que sigue su propio código espiritual, el JUDAÍSMO.

Vamos siendo modificados y modificamos, podemos encaminarlo para el lado de la salud multidimensional, o dejarnos arrastrar por las corrientes que fluctúan.
¿Qué decides tú?

III

El primer impacto que recibe el humano cuando nace es una catastrófica avalancha de sensaciones dolorosas, una inmersión total en la más completa impotencia.
El terrible padecimiento se mitiga por la inmadurez del sistema nervioso, sin embargo el registro de esa pesadilla vivida queda grabada imborrablemente en su memoria corporal.
Desde lo más profundo de nuestro ser el trauma de la impotencia se manifiesta a cada instante, es como una presencia oscura constante. No está guardada como palabras, ni como imágenes concretas, ni como sonidos definidos, ni como nada que podamos señalar precisamente. Es una presencia, oscura, borrosa, difusa, tremenda, insoportable, inexplicable pues no entra dentro de ninguno de los registros que empleamos para comunicarnos, para comprender al mundo. Está por fuera, del tiempo y del espacio, de la razón, pero se las arreglas para manipular el pensamiento para generar dudas, ideas extrañas, creencias nocivas, excusas y justificaciones para conductas negativas.

Venimos equipados con un mecanismo natural de supervivencia, nosotros le llamamos EGO, pero puede ser nombrado de varias maneras.
El EGO es un sistema rudimentario, primitivo, efectivo en la necesidad de supervivencia extrema. Está íntimamente ligado a las funciones vitales y a las emotivas.
En breve, tiene a su alcance el control de nuestro ser, si bien con el desarrollo la zona cerebral “humana” es la que comandaría, igualmente en las profundidades permanece el EGO con su ligaduras cerebrales ejerciendo el control.
Pero, sus herramientas para vencer a la impotencia, para llamar la atención de algún protector y nutricio que permita al recién nacido sobrevivir, son toscas y limitadas: llorar, gritar, patalear y si estas no surten efecto, desconectar a la persona de la realidad.

Vamos siendo modificados, estas herramientas del EGO también se modifican, aunque en su raíz se mantienen idénticas.
El llorar se mantiene o se convierte en tristeza, agresividad pasiva, quejas, etc.
El gritar se mantiene o se convierte en insultos, agresiones verbales, mentiras, burlas, hostigamiento, amenazas, etc.
El patalear se mantiene o se convierte en toda forma de agresión física, roturas, lesiones, destrucción, gestos atemorizadores, etc.
El desconectarse de la realidad gira para ser drogas, alcohol, enfermedades, fantasías, dormir excesivo, etc.
(Todo esto es un resumen, ya lo hemos ido trabajando en otras oportunidades, sería bueno buscar, encontrar y estudiar lo ya publicado.)

Cada vez que nos sentimos (sea realidad o fantasía) impotentes, el recurso automático son las herramientas del EGO.
Si perdimos un examen, ¿qué hacemos? Lloramos, gritamos, golpeamos, echamos culpas, buscamos culpables, nos enojamos, rompemos algo, fumamos, cualquier otra reacción de las que son propias del EGO.
Si alguien nos contradice, ¿qué hacemos?
Si nos enteramos de alguna mala noticia, si nos equivocamos, si nos maltratan, si no podemos corregir a un hijo, si… enseguida se dispara la respuesta del EGO.
Luego de un rato, con suerte, uno se justifica, trata de explicar la conducta errática y poco constructiva. Pero, eso es con suerte, pues generalmente uno se niega a retroceder, pues sería corroborar la impotencia, por lo que se agrava el estado de desconexión de la realidad al imponer cáscaras y máscaras, negaciones y trampas.

IV

El EGO nos controla, es un Faraón en nuestro interior.
Si bien en su origen es un benefactor, al perdurar en un sitial que no le pertenece, se constituye en un tirano que nos esclaviza y emplea nuestros recursos para mantener el sometimiento.

El EGO nos introduce en situaciones en las que sentimos impotencia, de modo tal de tener miedo, agobiarnos, desesperarnos por encontrar un salvador, que pronto se manifiesta como el EGO con sus herramientas.

El EGO proyecta sus mecanismos hacia el exterior, como religión, dictaduras, estados policiacos, modas, “cultura”, relaciones tóxicas, publicidad, demagogia, afán por trofeos, conquistas militares, hostigamiento, presiones sociales, etc.

Por su naturaleza el EGO es rígido, desprovisto de empatía, territorial, agresivo, reclama satisfacción inmediata, pretensión de controlar todo, carente de razón, esclavizador, jerárquico, autoritario, demandante, ritualista, infantil, paranoico, se presenta como el “salvador”, el único camino hacia la vida.

El EGO se interpone en el equilibrio indispensable entre el Yo Vivido y el Yo Auténtico, pues la armonía le quita completamente el poder.

V

Introducir información positiva, especialmente en los niños, es una forma de orientar las energías y modificar nuestro ser hacia la liberación de la celditas del EGO.

Los niños que están rodeados de información saludable y positiva de las personas y del mundo que los rodea, se nutren saludablemente –en su aspecto emocional- y por tanto se aporta a ser más tranquilos y calmados, porque fortalecen su autoestima, construyen shalom interna y con el exterior al formar una imagen más segura de sí mismos y de la vida.

Por supuesto que desde los aparatos del EGO no se incentiva esto. La exposición a imágenes groseras, violentas, degradantes, de inestabilidad, provocativas, abunda en los medios masivos de in-comunicación, lo que necesariamente afecta la autoimagen de las personas –particularmente los niños- y por tanto de la manera de interactuar con el mundo.
Si vemos en la TV, en el arte, en las revistas, en la calle que se reacciona al modo EGO, con gritos, golpes, agresiones, adicciones, ¿cómo pretender que el niño se forma una modelo saludable y aprenda modos de comunicación auténtica? Lo mismo aplica para los adultos, sometidos también al EGO, que siguen siendo niños encerrados en sus celditas emocionales del pensamiento.

Así como es bueno que los padres provean de una alimentación saludable, balanceada, rica, a sus hijos, ¿por qué no hacer lo mismo en los otros nutrientes, no solo los que sirven a la dimensión biológica del ser?

Claro, no es una tarea simple.
Uno tiene que aprender a lidiar con su propio EGO.
Luego, vérselas con el tremendo EGO que se distribuye masivamente en los aparatos sociales.
Sería como nadar contra la corriente, pero si damos la excusa antes de hacerlo, si decimos no puedo… ¿en qué dejamos de ser esclavos del EGO?
Hagamos o no hagamos, estamos modificando al mundo.
Mejor hacer el esfuerzo por que sea una modificación consciente, voluntaria, racional, positiva.

Encontraremos inconvenientes, no será fácil, habrá oposición, inventaremos mil justificaciones para dejarnos llevar…

Hemos dado un gran paso si llegamos con la lectura hasta aquí.
Otro paso será si no solo leímos, sino comprendimos.
Luego si compartimos.
Más si lo aplicamos.

Analicemos nuestra situación, veamos cómo estamos bajo el dominio del EGO, descubramos cómo este artículo nos describe, nos desnuda y si nos reconocemos y no nos agrada, hagamos algo para construir shalom.

Para aquí y para allá

El EGO actúa de manera paradójica o tal vez contradictoria.

Quiere que te sientas impotente, y te hace sentir así, a través de miedos, creencias, preconceptos, hábitos perjudiciales, decisiones tomadas en falso, fantasías, dudas, obsesiones, etc.

Quiere que te sientas súper poderoso, y te hace sentir así, por ejemplo con la ilusión de poder, sobreprotección, ejercicio desmedido del control, decisiones arbitrarias, sordera a causa del engreimiento, etc.

En ambos casos el resultado es similar, el EGO mantiene el dominio sobre ti. Lo adoptas como a un amo, te esclavizas, te anulas, resultas sumergido en situaciones amargas, te paralizas, no cambias favorablemente, etc.

Veamos un par de ejemplos.

El joven que teniendo todo para llevar una vida saludable, se empantana en un trabajo pobrísimo, sin estímulos. Solitario, sin novia ni amigos. Sin mucha vida social. A un examen de recibirse de su profesión, examen que nunca ha dado ni dará. Llevando su mochila de culpas propias y echadas a otros, sus rencillas tontas que derivan en rompimientos severos, sus cuestionamientos metafísicos bizarros que no conducen a nada, sus ideales nobles pero desprovistos de vida. Allí, como una nave maltrecha, anclado entre sargazos, sin avanzar, sin retroceder, solamente atrapado, esperando que el tiempo pase, que la vida se escurra. Quizás hasta ayuda a apurar la muerte, por no sentirse valiente como para vivir su vida.

Dicen que el perverso Hitler se empecinó en vencer a Rusia, a pesar de lo ilógico de su capricho, de todos los argumentos racionables en contra, solamente para triunfar allí en donde Napoleón había fracasado.
Será cierto o no, no lo sabemos.
El hecho es que se fue metiendo cada vez más adentro de la trampa hasta que al final no pudo salir de ella, gracias a Dios.
El miserable que se creía un elegido, un ser superior, un líder todopoderoso fracaso porque su EGO lo arrastró.
Ejemplos no faltan, ni faltarán: el Faraón del Éxodo, Amán, Antíoco Epifanes, entre tantos otros.

Reconoce cómo el EGO te manipula, es uno de los primeros pasos para ser libre, sano, feliz.

Me siento triste…

Tenemos derecho a sentirnos mal, a sentirnos tristes, a ver las cosas de color oscuro, a creer que no hay salida al pozo.
Somos personas, no ángeles, ni dioses, ni máquinas, ni entes insensibles de solo espíritu o solo mente.
Somos humanos, multidimensionales, una amalgama de aspectos muy diferenciados, que incluye las emociones, las variaciones químicas y físicas que son percibidas como tristeza, malestar, abandono de esperanzas, etc.
Está en nuestro ser el miedo, la duda, el conflicto, las falsas creencias, el abandono, la debilidad, la impotencia.
Es normal el sentirse abatido, a veces.
No tiene nada de demoníaco, satánico, perverso, enfermo, pecaminoso, amoral, desenfrenado, sentir angustia, sentir que la vida es insufrible.

Pero,
no tenemos el derecho,
no podemos quedarnos en el fondo, ni usar el sentirse mal como excusa para no hacer el bien.

Ya sabemos, son momentos pasajeros, el EGO haciendo de las suyas, sea por mecanismos aprendidos o sea por mecanismos orgánicos,
sea por lo que llevamos en nuestros genes, o sea por lo que hemos adquirido como hábitos,
es el EGO haciendo trampas para seguir en el poder.
Se nutre de nuestra sensación de impotencia,
nos inunda de miedos,
nos hace creer impedidos para cambiar,
nos esclaviza
y nosotros agachamos la cabeza y nos sometemos,
le damos nuestra energía,
lo cuidamos,
lo alabamos,
lo adoramos,
lo excusamos,
lo defendemos,
para seguir en el estado de impotencia que da soberanía al EGO.

Cuando el malestar es severo, recurrente, permanente,
es obligado consultar con especialistas en salud mental.
No hay que buscar pecados, ni reencarnaciones, ni vidas pasadas, ni demonios, de posesiones diabólicas, ni maldiciones, ni trabajos de religiones, ni inventar excusas, pues todo esto no es más que fantasías de la mente al servicio del EGO.
Busquemos ayuda de especialistas certificados en salud mental.
Sigamos sus recomendaciones técnicas apropiadas.
Tengamos soporte de maestros espirituales, no de farsantes religiosos o supersticiosos, sino de aquellos que complementan con sus saludables palabras las orientaciones profesionales de los especialistas en salud.
Encontremos ejercicios que vitalicen el cuerpo físico, fortalezcamos nuestras sanas relaciones sociales, quitemos supercherías y boberías de nuestros pensamientos, limpiemos nuestras creencias de mitología y religiosidad.
Hagamos lo bueno y necesario para encontrar el equilibrio multidimensional.
Seamos fuertes, tanto como podamos.
Controlemos aquello que está en nuestro ejercicio controlar. Pero, no pretendamos controlar lo que está fuera de nuestra alcance.
Aceptar nuestra impotencia y conseguir desarrollar nuestro potencial, nos dará la fuerza real que contamos.

Definamos correctamente nuestro problema.
Demarquemos con exactitud aquello que nos está provocando el malestar.
Al final, y al principio, siempre será el EGO, pero veamos lo que está más cercano a nuestra conciencia, aquello que resulta ser lo llamativo que nos lleva a la situación angustiosa.
Recemos, pero no dependamos de milagros.
Hagamos, pero no nos creamos todopoderosos, porque tras el idealizar viene el doloroso golpe de la caída.
Cambiemos.
Seamos responsables.
Actuemos.
Dejemos de echar culpas, acusar, esperar que la vida se encargue por nosotros de lo que debemos hacer nosotros.

Dobleguemos al EGO, es nuestro servidor pero no nuestro amo.

Si estamos tristes, sepamos que es normal, pero no nos quedemos en el pozo.
No es excusa que algo sea normal para que se convierta en un hábito enfermizo.

Aprendamos a  usar los problemas como trampolines,
las piedras para levantar paredes de casas,
las burlas como si no existieran,
la tristeza para valorar lo bello de la vida.

Ni bien se pueda hacer.
¡Ánimo!

Los patriarcas hebreos como reflejos

A veces:

«Entonces el Eterno dijo a Avram [Abram]: ‘Vete de tu tierra, de tu patria y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré.»
(Bereshit / Génesis 12:1)

y en otras oportunidades:

«Yo soy el Elokim de Betel, donde tú ungiste la piedra y me hiciste un voto. Levántate, sal de esta tierra y vuelve a la tierra de tu nacimiento.'»
(Bereshit / Génesis 31:13)

Es interesante que no se repita siempre idéntica fórmula, sino que se tome en cuenta a la persona con sus circunstancias para escoger lo que podría ser un mejor resultado.

Avraham debía salir de su entorno, de sus orígenes, de las costumbres de su patria, del acervo cultural valioso pero corrupto que lo había prohijado. Él debía romper con el antiguo estilo de vida para consagrarse por completo a la causa de construir Shalom en el mundo.
Avraham NO FUE el primer monoteísta, eso es evidente y real, aunque se insista con la farsa de que fue el padre del monoteísmo.
La originalidad de Avraham no estuvo en filosofar sobre el número de deidades, ni en el reconocimiento de un único poder supremo y diferente. Ya otros lo habían sabido y asumido antes. Pensemos en Adam, Java, Ebel, Caín, Shet, Janoj, Noaj, Shem, Ever, entre otros que están registrados en los anales “bíblicos”, o que no lo están.
Avraham era un corte con el pasado, pero no en cuestiones de “fe” o teología, sino en la actitud activa de promover su estilo de vida.
Avraham junto con Sará “hacían vidas” (Bereshit / Génesis 12:5), es decir, ayudaban al prójimo a quitarse de encima el fango de las creencias erróneas, a quitar el poder del EGO sobre sus existencias.
Así pues, Avraham tenía una misión sagrada, salir y ayudar a salir de lo conocido y establecido, para entrar a una tierra sagrada, misteriosa, desconocida, pero que es la esencia de cada uno.
Avraham viajaba desde la certeza de ser solamente Yo Vivido, para encontrar con su Yo Auténtico, y desde ese punto lograr la armonización multidimensional, equilibrar su Yo Vivido a la sintonía del Yo Auténtico. De esta forma destronaba al EGO, quitaba a Nimrod del trono, para poner a Dios en el lugar central y fundamental que tiene.

En el caso de Iaacov, el tercer patriarca, la misión era otra, si bien la finalidad era similar.
También Iaacov tenía que aprender, y luego enseñar, a armonizar sus Yoes. También él tenía que emprender el viaje, el exilio, des-aprender, para luego aprender, asumir una identidad plena, hallar la estabilidad y plenitud multidimensional, hacer irradiar el poder sagrado que todos somos en nuestra esencia.
Él debió salir de su casa paterna para ir a la oscuridad de Jarán, a la casa del timador Labán.
Era el viaje inverso al que emprendió en su momento su abuelo Avraham.
Esta  travesía al exilio no fue ordenada por Dios, sino que las circunstancias, las decisiones personales, los errores y/o aciertos lo encaminaron en esa dirección.
Pero, llegó el momento en el cual llegó la palabra de Dios en que le exige que vuelva a la tierra de su nacimiento, tal como hemos citado más arriba.
No está en el Yo Vivido, en las trampas del EGO, en las excusas, en las agresiones, en las mascaradas, en las falsedades, en nada de eso se encuentra la senda de la Vida.
Sino en el Yo Auténtico, que es hacia donde debe empezar su viaje ahora Iaacov.
Será un viaje de reencuentro, de crecimiento, de lograr despojarse de máscaras para encontrarse su rostro verdadero.
Será el sendero que le dará un real sentido a su existencia.

Los relatos de los patriarcas no son meras historias, sino que guardan enseñanzas para las generaciones.
Tenemos estos dos ejemplos de vida, para que podamos encontrarnos, reflejarnos, aprender de nuestros vicios y virtudes, para que hagamos aquello que debemos hacer.

El éxito lo alcanzaremos eventualmente, al descubrir cómo evaporar el reinado del EGO, para que nuestra vida tenga una real existencia.

A cerrar los pozos…

«(12) Itzjac [Isaac] sembró en aquella tierra, y aquel año obtuvo ciento por uno. El Eterno lo bendijo,
(13) y el hombre se enriqueció y continuó enriqueciéndose hasta llegar a ser muy rico.
(14) Tenía rebaños de ovejas, hatos de vacas y abundancia de siervos, de modo que los filisteos le tenían celo.
(15) Los filisteos cegaron y llenaron de tierra todos los pozos que habían abierto los siervos de su padre Avraham [Abraham], en sus días.
(16) Entonces Abimelec dijo a Itzjac [Isaac]: -Aléjate de nosotros, porque te has hecho más poderoso que nosotros.
(17) Itzjac [Isaac] se fue de allí, asentó sus tiendas junto al arroyo de Gerar y habitó allí.
(18) Itzjac [Isaac] volvió a abrir los pozos de agua que habían abierto en los días de Avraham [Abraham] su padre y que los filisteos habían cegado después de la muerte de Avraham [Abraham]. Y él los llamó con los mismos nombres con que su padre los había llamado.
(19) Después los siervos de Itzjac [Isaac] cavaron en el valle y descubrieron un pozo de aguas vivas.
(20) Y los pastores de Gerar contendieron con los pastores de Itzjac [Isaac], diciendo: -El agua es nuestra. Por eso llamó al pozo Esec, porque allí riñeron con él.
(21) Abrieron otro pozo, y también contendieron por él. Y llamó su nombre Sitna.
(22) Se alejó de allí y abrió otro pozo, y no contendieron por él. Él llamó su nombre Rejobot diciendo: -Porque ahora el Eterno nos ha hecho ensanchar, y seremos fecundos en la tierra.»
(Bereshit / Génesis 26:12-22)

Ah, el EGO…
Cuando otro resalta, lo queremos bajar, a como dé lugar.
No, no queremos subir, nada de superarse, para qué el esfuerzo personal… mejor es disparar contra el que se destaca…
Si alguno enriquece porque es trabajador, porque es productivo, porque camino por el sendero del Bien, no faltan los que celosos cavaran fosas delante de sus pasos.
¿Para qué trabajar si resulta más cómodo hundir al que está haciendo bien las cosas?… es lo que el EGO susurra al corazón de los celosos y envidiosos.

En esa ceguera maliciosa, no importa si se afecta a inocentes, a buenos, a justos… nada importa más que cometer el acto vil que dé la impresión de que uno tiene poder, que se aparente que uno no es impotente.
Incluso aunque en el intento por malograr al exitoso uno mismo termine perjudicado y sumergido…
Eso es lo que busca el EGO, en principio y en final: que la persona se sienta impotente, que la persona tema, que la persona recurra a las armas del EGO para sentirse menos impotente para terminar ahogado y sin escapatoria en el mar cenagoso del EGO.

El EGO te dice que te hará libre con su “verdad”, cuando eso es otro engaño, porque te hará más esclavo, menos libre, menos auténtico.
El EGO te arrullará con fantasías de poder y dominio, pero serás débil, sometido, arrastrado, sin fuerzas ni siquiera para llorar por tu estado patético.

“Aléjate de nosotros, porque te has hecho más poderoso que nosotros”.
Parece una orden extraña, porque sería mucho más razonable rodearse de amigos poderosos, así uno crece junto con ellos, o al amparo de ellos.
¿Qué prefieres tú?
Para el anclado a la miseria a causa del EGO, por supuesto que es intolerable tener a alguien que ha superado al EGO a su lado.
Porque el otro demuestra que se puede en verdad, porque el otro denuncia al EGO con su mera presencia, porque el otro desnuda tus debilidades simplemente por existir.
Entonces, alejarlo, echarlo, desterrarlo, apresarlo, humillarlo, hostigarlo, encerrarlo, asesinarlo… ¿qué quiso hacer Amán y qué el Faraón y qué la Inquisición y qué Hitler y qué los árabes que se hacen pasar por “palestinos”?
Sus vidas, llenas de oscuridad, de malicia, de podredumbre, de EGO se enfocan en la destrucción de lo que los puede dejar en evidencia, de aquellos que por su presencia demuestran que son impotentes.
Entonces recurren a las armas del EGO, que son simples pero eficientes, brutales pero amparadas por las excusas que hilvana el cerebro cómplice.

Y así se cavan los perversos, los esclavos del EGO, sus propias tumbas.
Tapan los pozos de vida que abren y comparten los emisarios de la Luz.
Les quieren negar la existencia a los que son libres y auténticos, al mismo tiempo que se la niegan a ellos mismos.
Persiguen con sus desmanes a los buenos y justos, porque los odian, pero con ello solamente se dañan a sí mismos.
Convierten en estériles desiertos lo que pudiera ser paraísos.
Llenan de rencores, disputas, peleas, agresiones, murmuraciones, ofensas, manipulaciones, lo que está potencialmente preparado para ser placentero.
Aunque se auto laceren, poco les importa, porque es el EGO el que está al mando y al EGO poco le importa la persona que “habita”. Aunque tiene la misión de hacerlo sobrevivir, aunque se presente como salvador y redentor, aunque parezca un compañero útil para la vida, al EGO poco y nada le interesa el bienestar de la persona que “habita”.
El EGO solamente quiere sobrevivir y, tal como ciertos parásitos, en su succión de energía pueden ocasionar terribles daños y hasta la muerte.

Pero, el que comprende esto y hace un trabajo de maduración multidimensional, y por tanto lleva una vida de espiritualidad verdadera, no se deja pervertir por los susurros tentadores del EGO.
Sigue estando siempre bajo la sombra del mismo, pero encuentra mecanismos para ensanchar su vida y no para restringirla.
El mundo, los acontecimientos, los vecinos, quizás no le sean favorables. Tal vez no sea “exitoso” en la evaluación basada en EGO, pero sigue andando a la Luz del Eterno, actuando con bien y justicia, como constructor de Shalom siempre.

Estos textos que te presento tienen la intención de que puedas verte al espejo del alma, evaluarte, revalorizarte, hallar la forma de ser libre y feliz.
Mírate a través de la información que se te brinda y que tú debes analizar.
Aprende de ti, para amarte, conocerte y cuidarte.
Te servirá también para tener una mayor comprensión de lo que impulsa muchísimas de tus acciones y sentimientos, como así la de otras personas.
Esto sirve de herramientas esencial para construir Shalom.

Puedes dejarlo de lado con la excusa que quieras.
Puedes ir aprendiendo y creciendo.
Solamente depende de lo que decidas y emprendas en consecuencia.

Religiones: EGO y falta de libertad

Hemos mostrado en otras ocasiones que la religión, cualquiera de ellas, es una expresión del EGO.
Ese falso dios interno, ese falso salvador, ese falso poder dentro nuestro, ese falso todopoderoso, ese falso amo, llamado EGO se proyecta hacia fuera del sí mismo y se constituye en creencias, dogmas, fe, fantasías, ritos, invocaciones, deidades, pecados, infiernos, todo lo que hace a la religión.
Por ser un producto del EGO, la función de la religión es esclavizar, mantener al hombre en la impotencia, someterlo a lo que se cree que tiene el poder –cuando es solo una apariencia-.

En una zona diferente se encuentre lo espiritual, cuya función es conectar, liberar, fortalecer, proveer de energía y sentido a la vida.
Una de las trampas habituales, y más productivos, del EGO en el ámbito religioso es hacer creer que religión es similar a espiritual, o que religión es camino espiritual, o que religión sustituye a lo espiritual.
Es idéntico a que un tirano afirmara que bajo su “protección” sus oprimidos viven con mayor seguridad que siendo libres.
De hecho, en muchas dictaduras (y tras ellas) se ha escuchado el argumento de que se vivía con mayor seguridad en ellas que en democracia. Puede que en ciertos aspectos sea cierto, que los crímenes sean menores, que la delincuencia esté contenido, pero al costo de la libertad de todos, incluso de los inocentes y justos.
Algo así como sentenciaba Vladimir Lenin: “La libertad es un bien tan valioso que hay que racionarlo… Libertad ¿para qué?”. No, no es un chiste, porque con esta idea es que se produjeron tremendos males, los custodios del bien valioso que lo niegan según sus egocéntricos criterios, lo habitual en cualquier dictadura (echen un vistazo a Cuba, la Venezuela de Chávez, Irán o cualquier país árabe-musulmán, el fascismo seudo progresista de lo que se hace denominar “Autoridad Palestina”, entre otros patentes ejemplos de esta realidad espantosa).
Voltaire sí lo dijo en tono gracioso, retrató con calidad a los esbirros del EGO: “Proclamo en voz alta la libertad de pensamiento y muera el que no piense como yo.”.

Por su parte, Francis Bacon, argumentaba: “Es un extraño propósito perseguir el poder y perder la libertad”, pero es así, tal cual, en el deseo de ser poderosos, de soñar con sobreponerse a la impotencia original, la persona termina siendo sometida a la esclavitud del EGO.

Las religiones son herramientas de imperios para conquistar naciones y pueblos, porque en definitiva el imperialismo y las religiones buscan lo mismo: que el EGO domine.
Donde reina el EGO se actúa un mal drama, se es esclavo de ilusiones.
La religión impone sus fantasías, domina por medio de presión y manipulación, adora al EGO con cualquier nombre de divinidad que se ofrezca al pueblo.

Recordemos, no está demás hacerlo, que el noajismo y el judaísmo NO entran dentro de lo que son religiones, aunque para muchas personas sea difícil distinguir la diferencia y reconocer lo que es espiritual de lo que es religión.
Ni judaísmo no noajismo en su esencia y finalidad son religiones, puesto que no se sustentan en el EGO, ni pretenden la domesticación del individuo y las masas.
Sino que son estilos de vida que contemplan la multidimensionalidad, que se arraigan en la espiritualidad, que pretenden armonizar todos los planos del ser, y no meramente hacer malabarismos teológicos, implantar dogmas, decretar conductas, encarcelar mentes, atemorizar corazones, reproducir ovejas que siguen ciegamente a sus pastores.
Cuando judaísmo o noajismo se convierten en mecanismos de seducción, esclavitud, religiosidad, dejan de ser lo que son para transformarse en apariencias, en trampas del EGO.

Un nuevo amigo, muy curioso, inteligente y sabio, nos ha dejado una interesante idea recientemente, que cito ahora.

Sobre esto de las religiones, a veces siento que es como si nos llegara una carta, muchos se arrodillan ante el cartero y les hacen estatuas, otros toman la carta y la colocan en un altar y le rinden culto, otro grupo extrae las letras y las transforman en figuras doradas, las adoran y las convierten en amuletos , otros más intelectuales estudian la gramática comprometida y le dan un sentido trascendente, el problema parece ser que a nadie le interesa la simple idea de comunicación que nos plantea el escritor.

Otra persona inteligente, aunque no muy espiritual (en su verdadero sentido), Benjamín Franklin tuvo un atisbo de luz cuando expresó: “No cambies la salud por la riqueza, ni la libertad por el poder.”.
Humildemente añado: no cambies el espíritu por la religión, la libertad por la fantasía de poder.

En similar sentido, Mahatma Gandhi dijo: “No se nos otorgará la libertad externa más que en la medida exacta en que hayamos sabido, en un momento determinado, desarrollar nuestra libertad interna.”.
Modestamente agrego: no gozaremos de nuestra libertad hasta que no consigamos romper los barrotes de nuestras celditas mentales.

Bulliying -acoso-

Como en (casi) toda conducta negativa, también en los acosadores u hostigadores encontramos al EGO en la base de su acción perversa.
Esta gente típicamente está movida por su necesidad de reasegurarse ante sus propias inseguridades, de amurallarse para no sentir sus miedos, de hacer de cuenta que son fuertes y competentes cuando en verdad se sienten sumergidos en impotencia e incapacidad.

La senda saludable para dejar de lado estos terrores sería desarmar las trampas del EGO, hacer luz sobre los puntos oscuros, salir de la celdita emocional en la que está encerrada la mente, hacerse cargo de su vida, todo lo que sea oportuno para ser pleno en la multidimensionalidad.
Pero, desde lo más primitivo se opta por la senda enferma, la que encadena, la que empobrece, la que maltrata, la que se aprovecha de los objetivos vulnerables, la que victimiza, la que violenta, la que da excusas, la que miente, la que fantasea, la que es religiosa aunque destrata a la imagen de Dios que hay en cada persona, actúa de todas estas maneras para crear una imagen falsa de superioridad, una irrealidad de poder que sirve para compensar los verdaderos sentimientos del acosador.

Su conducta maliciosa expone las debilidades, reales o inventadas, de otro, para de esa forma escapar a tomar contacto con sus propias carencias.
Ignorando su ser, centrándose en maltratar a otro, es como no se hace frente a sus verdaderas dificultades, ni emprende acciones valederas para superarlas.
Así, conducido por el EGO, el acosador es atraído por individuos que parecen emocionalmente inseguros, o que no han desarrollado lazos sociales robustos.
Al enfocarse en aterrorizar a esta clase de víctimas, se sigue en la ignorancia de su propia debilidad, se rechaza cualquier posibilidad de sanar y ser mejor.
Entonces, no es de extrañar la saña con la que actúan los acosadores, su constancia en la maldad, la crueldad con la que operan, la insensibilidad, el indisimulado regocijo con el dolor sufrido por sus víctimas. Tampoco resulta extraña la mentira, la falsedad, el aplomo para negar lo evidente.
Es un gran acto de tortura que emana de la propia impotencia, se aprovecha de la debilidad ajena, y ahonda en la propia impotencia pero con disfraz de poder y dominio sobre la víctima.

Ciertamente alguien equilibrado, que tiene al EGO sometido y no es esclavo del mismo, difícilmente adoptaría un estilo de vida de hostigamiento.
Se resolverían los conflictos de otra manera, se buscaría la construcción de Shalom y no la destrucción del que se presenta como indefenso o carente.

Tengamos esto presente, puesto que el bullying está siendo una plaga actual, en todos los estratos sociales, doquiera que fijemos la atención.
Está generalizada y bastante emparentada con la tremenda ola de violencia, inseguridad, crímenes, marginalidad, decaimiento que se ha apoderado de la humanidad.

Advertimos que un acosador raramente apunta su artillería en contra de un niño (en realidad persona de cualquier edad) que es genuino, armonioso, confiado, con una autoestima saludable.
Es que los acosadores en el fondo (y ni tanto) están intimidados por la onda positiva que emana desde el centro de la personalidad de un individuo saludable.
El hostigador rehúye confrontar con alguien que se planta firme en su identidad, que se conoce, que se valora, que no se inventa disfraces para huir de quien es.
El hostigador le teme al que está confiado y seguro y que desprende un aura de poder.
Porque el EGO del acosador sintoniza con el EGO de las víctimas, para someter impotencia con impotencia.

Entonces, cuando queremos vencer a un hostigador, quizás no debemos centrarnos en aprender llaves de artes marciales, o sacar mucho músculo, o adquirir habilidades de esgrima verbal, o salir corriendo a esconderse detrás de la autoridad. Todo esto podría llegar a ser útil y necesario, pero no es lo esencial.
El poder es lo esencial.
Quitar el dominio del EGO sobre nuestra vida.
Reconocer las cáscaras y las máscaras que recubren nuestro Yo Auténtico, para no confundirnos y pensar que somos eso.
Descubrir la potencia infinita de nuestro Yo Esencial.
Desarrollar a pleno nuestra multidimensionalidad.
Aprender a conocernos, para querernos y cuidarnos.
Dejar al EGO como un siervo y no más como el tirano que está gobernando nuestra existencia.

No es tarea sencilla, nunca lo es.
Pero tampoco es imposible.

Hemos ido brindando diferentes técnicas y herramientas, te aportamos de conocimiento y teoría, todo ello está a tu disposición para que construyas Shalom de dentro hacia fuera.

También es bueno que ayudes a tus hijos a desarrollar el sentido de su valor, que aprendan a confiar, que estén preparados para comunicar y no para ocultar, que sepan que son bellos aunque imperfectos, que entiendan que caer es normal y que levantarse es lo que realmente cuenta.
Dales cariño, márcales los límites necesarios y saludables, delimita lo que es bueno de lo que no lo es.
Aprende y enseña a que confíen, a que hagan, a que enfrenten con determinación, a que expresen a través de la Comunicación Auténtica.

Cuando la persona está en armonía, ha construido una base sólida de Shalom en su interior, no se altera por las ofensas… ¡es que ni siquiera las siente como ofensivas!
Sabe promover la justicia, porque dar la otra mejilla a veces es apropiado, pero siempre es de sometidos al EGO.
Sabe responder con silencio, frialdad o acertada puntería a las agresiones, de acuerdo a lo que fuera provechoso en la ocasión.
No se desestabiliza por los ataques, porque se sabe sólido como una roca, flexible como agua, veloz como viento, acertado como pulso de cirujano.
Una persona así no es movida por las agresiones del acosador, quien no se mete con él, quien escapa ante su presencia que irradia autoridad.

Enseña a tus hijos a valorarse, no solamente con palabras, sino a través de tu conducta.
No los debilites metiendo el dedo una y otra vez en sus llagas de impotencia.
No te asocies, o subordines a su EGO, para no dejarlo en estado de inoperancia a tu hijo.

Recuerda que todos, todos, somos hijos de Dios, no importa lo que se haga o se crea.
Por tanto, hasta el acosador es uno, un hermano.
Pero, está encarcelado a su EGO.
Si bien los problemas los genera el acosador, no es a él a quien tienes como real enemigo, sino al EGO.
El acosador está haciendo daño, y debe ser detenido sin más. Aunque sabemos que en el fondo es un desgraciadito, un pobrecito, un lisiado emocional. Esto no es excusa para dejarle operar con su acostumbrada perversión, pero sí es una herramienta más para no caer en las trampas del EGO.

Me encantaría saber tú opinión, anécdotas, ideas, etc.
Hasta luego.

Comunicación Auténtica en la pareja

La vida en pareja conlleva momentos de tensión, es (casi) inevitable.
No importa el tiempo que estén juntos, años o días, eventualmente llegan las discusiones.
Cualquier circunstancia, comentario, gesto, opinión, olvido, recuerdo, especialmente lo que objetivamente es banal, servirá como chispa para encender el polvorín.
El motivo en sí que provocó la explosión queda en un segundo plano, pues seguramente detrás hay una cantidad importante de resentimientos, silencios, cosas no dichas, vergüenza, miedo, orgullo, venganza, que se ha ido acumulando y que aprovechan esta oportunidad para saltar sin control.
Cuando eso ocurre, en sí ya nada importa, sino vencer, tener la razón, derrotar al otro, tener la última palabra, poner al otro en su lugar, etc.
Esto es realmente dañino, lacerante, enfermizo, pero tan cotidiano que hasta lo vemos como normal.

Por supuesto, es EGO, son tretas para manipular, son disfraces, es una vida ilusoria.
El asunto es comprender que de continuar actuando así, la vida pasa sin sentido, en dolor, en miedo, en oscuridad.
La cuestión es tomar las riendas y proponerse realizar cambios, no en el otro, sino en uno mismo, para que no sea desde el EGO que se relacione con la pareja, sino que se conecten a través de la comunicación auténtica.

Sometiendo al EGO no eliminará las discusiones, pues éstas estarán presentes, pero ya no como una guerra sucia, sino como un modo maduro de exponer las diferencias que son esenciales a nuestra condición humana.
Somos diferentes, fuimos criados diferentes, tenemos diferentes puntos de vista, diferentes metas, creencias, ideas, valoraciones, etc., y es excelente que así sea. Por tanto, habrá discusiones. Lo interesante es aprovecharlas para crecer individualmente y como pareja, y no como cuadrilátero de boxeo.

No es fácil, pero merece el esfuerzo.
Habrá caídas, no siempre se estará a tono, alguna vez te saldrás de la línea, pero estos traspiés son parte del proceso de aprendizaje.
Usar las fallas como excusa para no hacerlo, es fracasar antes de comenzar.

Entonces, ¿cómo podemos hacer para que las discusiones de pareja sean beneficiosas?

Para comenzar tengamos bien en cuenta, siempre, en toda relación humana, que lo que no se comunica auténticamente termina siendo expresado por medio del conflicto .
Ante esto, creo que un buen primer paso es identificar la razón que realmente está generando la discusión.
Pongamos un ejemplo para entender esto.
Ella te pide algo AHORA, tú dices sí pero luego. Ella dice AHORA, tú dices sí pero luego. Ella insiste que es AHORA, porque ella lo quiere AHORA. Entonces tú te enojas y fuera de tono le indicas que lo harás pero cuando tú puedas, que no es ahora y que no siempre las cosas tienen que ir al ritmo que ella quiere imponer.
Ella retruca, dice que él siempre deja las cosas sin hacer y que por ello tiene que ser AHORA.
Él responde que eso es mentira, que le diga cuál cosa ha dejado de hacer, que las cosas no van al ritmo que ella quiere, porque ella siempre quiere todo AHORA, no es capaz de considerar los tiempos y ritmos de los otros, especialmente los de su marido.
Gritos van, gritos vienen. Se sacan a relucir viejos desacuerdos, cuestiones que poco tienen que ver con lo que está aconteciendo en este momento. Alguno que insulta, otro que golpea una puerta y así…
Quizás te suene conocido.
Tal vez te ha pasado algo parecido alguna vez.
Cuando ya estás dentro de la rosca es difícil pensar con calma, apaciguar en vez de confrontar.
Por ello, antes de meterte en este baile triste recuerda que la pelea no es por lo que están peleando, sino por lo que está en la sombra y no se ha comunicado auténticamente.
Entonces, procura encontrar y delimitar qué es lo que está pasando en la zona oscura, aquella que no está siendo comunicada y que se expresa por medio del conflicto.

Probablemente en el fondo de todo está el EGO, que usa el miedo, el sentimiento de impotencia, la manipulación, como sus herramientas habituales.
Pero, no nos quedemos con la respuesta armada, con la que ahora te estoy dando. Aunque sea cierto que el EGO está manejando los hilos, busca y encuentra qué es lo que no se ha dicho, lo que se ha ocultado, la mugre bajo la alfombra que provoca el tropezón actual. Porque esa gotita que rebalsa el vaso no es la causante del derrame, sino la última cosa añadida que ha precipitado la reacción negativa.
Así pues, toma tu tiempo, medita, indaga, sé sincero, ve qué es lo que está trascurriendo por detrás.
Cada uno, cada cónyuge, es el encargado de hacer este análisis personal, porque no podemos ir presuponiendo qué está pasando en el otro, sino tan solo tratar de conocernos a nosotros mismos.
Si la confianza está firme, si ya no hay ánimos de conflicto, si el rencor, la venganza, la vergüenza, etc., están de lado, entonces pueden atreverse a bucear juntos e ir descubriendo qué es lo que desde el silencio se expresa con el conflicto.

Como ves, es indispensable conocer y aplicar la Comunicación Auténtica.
Te sugiero que encuentres en este sitio todo lo que tenemos publicado al respecto, lo estudies y empieces a vivir según este principio rector.
Básicamente las pautas son:

  • Ser sinceros, en la máxima medida de lo posible.
  • No a la agresión. Ni para un lado ni para el otro.
  • Ser simples, concretos, específicos, claros, sin rodeos.
  • No presuponer, no prejuzgar, no dejarse llevar por impresiones o supuestos. Preguntar, preguntar, preguntar.

Parece un sistema muy rústico, poco sofisticado… ¡lo es!
En ello radica su belleza y su efectividad.
No es con remilgos, palabrería, filosofía, mística, o largas y sesudas sesiones como se destraba el poder del EGO, sino con un trabajo firme, preciso, directo.
La Comunicación Auténtica –CA- es una herramienta esencial.
Entre otros motivos, porque no le da chance al EGO de jugar con excusas, con manipulación, con agresiones, con fantasías perjudiciales.
Claro, de tan fácil, de tan práctico, da miedo usar esta espectacular herramienta.
Por ello es necesario animarse y entrenar, en cada circunstancia, con quien sea, en donde sea.

A partir de las pautas de la CA podemos darnos cuenta de otro error típico en las discusiones de pareja (y en cualquier otra): tratar de ganarlas a como dé lugar.
Por tanto, que la meta sea comunicar, encontrar la sintonía, fortalecer la relación, zanjar las diferencias de modo que ambos ganen.
Porque, cuando uno gana y el otro pierde, ambos pierden. Pierde el matrimonio y la familia.
Así pues, no quieras tener la última palabra, no pretendas ser el vencedor, no busques humillar o dejar mudo al oponente, porque solamente encontrarás la derrota.
Usa la CA, comprende que es el EGO de cada uno el que está conduciéndolos, quita el poder al EGO (porque ciertamente el EGO es impotente, solamente comanda porque tú le das autoridad).

Relee las pautas de la CA y encontrarás el respeto en ellas.
No agredas, trata con respeto aún en la diferencia, no te acalores, no eleves la voz, cuida tus gestos, reduce la agitación, no permitas el insulto –ni tuyo ni de la otra parte-, trata al otro como quieres ser tratado.
Dale tiempo para que exprese sus ideas, sentimiento, etc.
Como no quieres ganar la discusión sino hallar el camino para la paz, no estarás corriendo para tapar lo que la otra persona dice, sino que escucharás, admitirás su punto de vista aunque no estés de acuerdo, le dirás que admites lo que dice pero que tú sientes o te parece de otra forma.
Si el otro está alterado, tú automáticamente entrarás en un estado de alteración, es natural, está en nuestra neurología. Entonces, aparátate, cuenta hasta diez o cien, sal a tomar aire, toma agua, cállate hasta que la agitación automática pase, haz algo o deja de hacerlo, pero no respondas. Son solamente segundos que deberás controlar, porque es lo que dura –habitualmente- la respuesta automática-instintiva. Luego, podrás tener una actitud mucho más saludable y llevar la discusión hacia un puerto seguro.
Te repito, no es fácil, precisas entrenar, estar consciente, saber que fallarás eventualmente, tener el conocimiento de los procesos, y trabajar en ti y en la relación.
Un buen recurso es ponerse como observador externo y juzgar lo que estás diciendo o cómo estás actuando, ¿es así como quieres ser visto y valorado?

Como la intención no es ganar, ni doblegar, ni derrotar entonces es lógico que no pretenderás forzar al otro a hacer lo que no quiere o no puede.
Estás en tu derecho de decir lo que no te gusta, siempre y cuando sea bajo los parámetros de la CA.
Puedes pedir también aquello que quieres o necesitas.
Pero no ejercer presión, amenaza, extorsión, violencia para alcanzarlo.
Exprésate, mejor comunícate auténticamente, pero no esperes del otro nada… ni siquiera que se comunique auténticamente contigo…
Por ahí el otro no quiere o no puede cambiar, o no quiere o puede acceder a nuestro requerimiento. Quizás somos nosotros los que podríamos reevaluar nuestro pedido y considerar si es válido, necesario, oportuno, conveniente, etc.
Además, tal vez es cuestión de tener paciencia, porque el otro tal vez precisa procesar la información, los cambios, etc.
Así pues, expresemos pero sin esperar nada a cambio.

Además, fortalezcamos la relación.
Las disputas corroen, hieren, laceran, cansan, desgastan.
Aunque seamos prudentes, cada golpe deja su marca.
Hagamos nuestro esfuerzo para traer belleza a la relación.
Que si preparas una rica comida, que si le das un obsequio, que si traes flores, que si le haces reír, que si invitas a la suegra a comer a casa, lo que sea bueno para la pareja, hazlo.
No pierde nadie, ganan todos.

Por supuesto, pedir perdón sinceramente y perdonar completamente.
Si sabes que no eres perfecto, admitirlo no te rebaja sino que te enaltece.
Ser responsable ante tus fallas no te desmerece, te hace mejor.
Ser comprensivo con las torpezas del otro, no es un acto de misericordia, sino de construcción de Shalom.
¿De qué te vale llevar una agenda con cuentas pendientes que al final serás tú el que pagará con dolor?

Como última idea que te dejo, aprovecha esas crisis para sacar algo positivo y mejorar no sólo la relación sino también a ti mismo.
Que sea de enseñanza, para no caer en idénticos errores mañana.
Que sirva para descubrir lo que está silenciado y no se ha comunicado.
Que se vuelva una herramienta de perfeccionamiento y no de destrucción.
Nada fácil, muy lindo decirlo y escucharlo, pero nada fácil.
Sin embargo, es posible, depende de que ambos estén de acuerdo en hacerlo.

Por tanto, no te guardes esta valiosa información para ti.
Compártela, estúdienla juntos, diseñen alguna estrategia para que vuestra futura discusión sea bajo los términos de la CA… ¿lo harás?

Ahora, cuéntame ¿cuáles te parece que son las causas más frecuentes que llevan a una pareja a discutir acaloradamente?
¿Qué excusas dan para seguir juntos?
¿Qué puedes compartir de lo tratado en este post?
Gracias.

Salir de la timidez

El EGO está detrás de la timidez extrema.
Ésta se constituye en un verdadero obstáculo que puede dificultar nuestro progreso multidimensional.
Su función es asilarte del mundo, empequeñecerte, hacerte desaparecer, que te vueltas invisible, que seas nadie.
No debe confundirse con la modestia, también conocida como humildad, que es el saber el lugar propio en el mundo, con los defectos y virtudes personales, y actuar en consonancia.
A diferencia de la modestia, la timidez es negarse, desconocerse, rechazar el contacto, sumergirse en pensamientos y creencias oscuros e irreales, que te separan de la realidad, de los otros y de ti mismo.
Por supuesto que hay grados, pero todos comparten la misma meta, el mismo origen, similares procedimientos, con mayor o menor énfasis o gravedad.

Como te he dicho, es el EGO quien manipula desde las sombras, desde lo más profundo de tu cerebro, para que vivas de esa manera.
Es su estrategia para dejarte estancado por sentirte impotente, que no te conozcas en tus reales dimensiones, para que de esa forma sigas dependiente de su falso abrazo salvador, de su mentirosa proclama de salvación.
Porque cuento más hundido en el sentimiento de impotencia, más fácilmente el EGO toma el control de tu vida.
Si tú sientes que no caes bien, si no te animas a esbozar la menor crítica, si no sabes lo qué decir, si no puedes pedir ayuda, si juzgas que si te equivocas –aunque en una cuestión mínima- eres un fracasado o se reirán de ti, si dices a cada rato “no sé” o “no puedo” y ni siquiera haces un poquito de esfuerzo para saber o poder, si te escondes, si te encierras, si te quedas en soledad, si pasan a tu lado como si no existieras, si sufres por todo esto o ya te has acostumbrado a esta tortura, estás evidentemente sumergido en el océano de la impotencia, bajo el mando del EGO.

Por ahí a veces se te ocurre alguna excusa, te justificas de tal o cual manera, encuentras que como nadie te comprende mejor no hablas, como nadie te lleva el apunte mejor ni te apareces, como ya sufriste de que te rechazaran mejor te autoexcluyes, y así vas inventando una tras otra excusas, o das siempre la misma, o hasta ya te cansaste y ni siquiera precisas decir más que “soy tímido”.

Aunque te parezca imposible, o innecesario, o ridículo, o lo que fuera, debes tener presente la necesidad de pedir ayuda para salir de esta situación. En realidad, no solo pedirla, sino también aceptarla y hacerte cargo de tu parte para salir de esta prisión que desde tu interior te has impuesto.
La gran mayoría de los psicólogos no manejan el concepto de EGO (todavía) como nosotros lo hacemos, pero igualmente tienen a disposición herramientas y técnicas para ayudarte. No sigas perdiendo el tiempo, pues estás malgastando tu tesoro más precioso, que es tu vida.
En vez de dar excusas huecas, es hora de ponerte en marcha para salir de esa prisión que te has construido, quizás con ladrillos y barrotes que otros te han dado, pero que tú te has construido con tu timidez.

Por supuesto que puede haber personas que son menos activas, menos sociables, menos comunicativas, y que no padecen de timidez patológica, sino que su estilo de ser es más bien reservado, lacónico, etc. Esto es aceptable, por supuesto. No todos somos iguales ni debemos actuar de forma idéntica.
Pero, la timidez extrema, la que paraliza, obtura, inmoviliza, impide el crecimiento, esa es necesario reconocerla y desactivarla, pues detrás de ella siempre está el EGO ejerciendo sus influencias nocivas.
Piensa esto, si tu eres callado, no vas a reuniones, no conversas, etc., porque en el fondo –o no tanto- te das cuenta que tienes miedo a: el fracaso social, al rechazo, a la soledad, a equivocarte, a parecer tonto, a que te crean loco, a decir algo desubicado, a no parecer exitoso, a quedar en desventaja por tus ideas, a la vergüenza, entonces, allí está el EGO operando para someterte.

Te daré ahora unos pequeños consejos para ir saliendo de la prisión de la timidez (pero recuerda solicitar ayuda especializada, dado el caso).

  • Conoce y aplica la comunicación auténtica en toda ocasión. Aunque tengas excusas para no hacerlo, hazlo. Las excusas se inspiran en el EGO y es a éste a quien no queremos más como tirano en tu vida.
  • Uno de los principios de la comunicación auténtica es no prejuzgar. En este sentido, debes saber que es imposible que interpretes correctamente y sin errores el pensamiento del otro a partir de sus gestos, de alguna palabra, de su expresión facial, etc. Podrías suponer, sacar conclusiones y estar por completo fuera de foco.
    Al tener conciencia de lo limitado de tu capacidad de apreciar sin errores, lo indicado es que preguntes, con tacto, con respeto, con amabilidad, pero no que te quedes con la idea de que tienes el conocimiento y te manejes a partir de ese prejuicio.
    Muchos tímidos optan por guardar silencio, por esconderse, por huir, porque presuponen intenciones, ideas, creencias, etc. en el otro, cuando quizás todo fuera absolutamente diferente de lo que está prejuzgando.
    Lo mejor, aunque cueste, es preguntar.
  • Como vimos, entre la timidez y el EGO están los miedos, muchos de los cuales se resumen al de fracasar, al de cometer errores.
    Aceptar que somos falibles, que podemos fallar, que no nos hace peores el ser imperfectos, es esencial para dejar de lado el mecanismo de la timidez.
    Por supuesto que tampoco sirva de excusa para ser perezoso, descuidado, irresponsable, si igual todos nos equivocamos… ¡no! Tú haz tu parte, plenamente, cabalmente, con todo, para que el éxito sea posible, pero ten presente que el resultado final no depende solamente de ti.
  • Tienes derecho a disentir, a contradecir, a no estar de acuerdo, a pensar diferente, a no gustarte algo, a tener ideas propias, a cambiar de parecer, a no decir “amén” a todo. Tienes derechos, aunque el EGO y otros que te quieren manipular te los nieguen.
    Claro que el que se escuda en la timidez propondrá mil excusas que parecen inteligentes para no decir, es más, para ni siquiera pensar algo que pudiera ponerlo en contrario a otros. Entonces, deja de luchar contigo mismo, no te esfuerces en hacer algo que te duela, pero tampoco dejes de hacerlo.
  • Hablar en voz alta, casi gritando, con seguridad, proyectando el aire las palabras, con gestos fuertes, pero sin agresiones, sin faltar el respeto, sin quebrar límites, eso dará seguridad. En principio externa, como sentida forzada, pero que se irá convirtiendo en parte de la manera habitual de comunicarse.
  • Así como tú eres imperfecto, tienes dificultades, dudas, temes, te escondes, también los otros.
    Reconoce el Yo Auténtico detrás de las máscaras.
    Reconoce las máscaras y aprécialas en su rol. Las máscaras ocultan, pero también revelan.
    Encuentra la sintonía para ti y para estar con el prójimo.
  • No juzgues (no en el sentido falsamente espiritual, de los religiosos), no te dejes llevar por el EGO.
    Deja de pretender controlar aquello que no puedes controlar.

Quisiera oírte a ti.