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Resp. 1082 – Hasta donde llegar?

Hans nos consulta:

hola, ayer fui a una entrevista para trabajo y me dijeron de último que ellos hacen una reunión a la semana para leer sobre liderazgo cristiano y no se que cosas más…me preguntaron si tenía inconveniente con eso y les dije: «yo no soy religioso ni participo de eventos de religión»
¿Qué opina moré?
Saludos

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Resp. 1081- Jala?

Mónica de Q. nos consulta:

Shaloom Rav Yehuda Ribco quisiera saber si es correcto lo siguente:
Puedo Yo una B`nei noaj hacer Jalot para shabat ? aun sin bendicion
pues consegui el Libro que se llamael secreto de la Jala y ahì explican que hay ciertas bendiciones que se hacencuando se elaboran dichas Jalot o no me corresponde hacerlo ? gracias

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Lo espiritual

Ya explicamos al respecto de “espiritual” (rujaní) en otras oportunidades, especialmente en su su carácter de estilo de vida en armonía con los mandamientos que el Eterno ha decretado para cada cual según su identidad espiritual. De esto se desprende con claridad su oposición de base a lo que es religión o religiosidad.
Puedes repasar aquí: http://fulvida.com/varios/temas-frecuentes/espiritual y http://fulvida.com/id-noajica/identidad/espiritual-te-lo-repito

Ahora quisiera hacer una especie de síntesis para comprender a “lo espiritual” (neshamá), como aquella dimensión que integra al ser humano.
Cómo entender el concepto cuando estamos hablando de la dimensión espiritual como formadora del hombre.
En esta ocasión solamente enumeraré las diferentes maneras correctas de entender este concepto, estando en el interés del lector buscar-encontrar-leer-estudiar aquello que ya está publicado al respecto en este sagrado hogar.

Lo espiritual:

  1. Lo que recibe en la gestación el hombre directamente de Dios y no de sus padres o de los nutrientes.
  2. No es material, no es parte de la naturaleza, está por fuera de espacio-tiempo.
  3. Lo que somos como personas, más allá del cuerpo o lazos sociales.
  4. La información personal, única, irrepetible, de cada uno como obra en construcción irremplazable. Información que en buena medida se registra en nuestro sistema nervioso como memoria, pero que también es “subido a la Red espiritual”, y allí queda indeleble, imborrable, protegida en los “discos duros” de la eternidad.
  5. La conexión metafísica (más allá de lo físico) con el Cosmos, con el prójimo, con Dios.
  6. Lo que permite al hombre el libre albedrío (capacidad de elegir libremente entre hacer el bien o hacer el mal).
  7. Lo que queda del hombre tras su muerte terrenal.
  8. El Yo Esencial, parte medular del Yo Auténtico.

Una manera diferente de ver las cosas

Este escrito es un comentario al texto que ves haciendo click al siguiente link

http://fulvida.com/ajenos/israel/parashat-shelaj-lej-5772-%d7%a9%d7%9c%d7%97-%d7%9c%d7%9a

Como una breve introducción el texto habla sobre los expedicionarios que envió Moshe por orden de Dios (y a petición del pueblo) para observar de cerca la Tierra prometida, y las inmediatas consecuencias de sus actos.

El pueblo que seguía a Moshe después de la revelación del Sinaí, era el remanente de lo que había quedado después de la revuelta de lo del becerro de oro, pero al parecer el “virus” que se había esparcido entre ellos al juntarse con el populacho permanecía latente aunque oculto dentro de ellos, y ni bien hubo la oportunidad de que se manifestara o tal vez como lo dijo un comentarista de aquí de fulvida fue para ello que se solicitó el envió de expedicionarios para observar de cerca la tierra prometida, para que el EGO tuviera el pretexto idóneo para embotar a la persona, la promesa del Eterno era clara y no tenía por qué haber sido cuestionada, mucho menos por ellos que habían sido testigos claros de cómo el Eterno Mismo se manifestó a ellos en el monte de Sinaí.

Al parecer su convivencia con personas que tenían los sentidos embotados termino por copiar la conducta estúpida de los primeros, al parecer no les basto ver que la tierra era buena sino que en lugar de ello su ego busco el primer pretexto con tal de desobedecer la orden del Eterno de conquistar esa tierra, pretextos tales como los que se enuncian en el texto que parece dando click en el siguiente link.

http://fulvida.com/ajenos/misioneros/teshuv-la-salvacin-mesinica

El ego boicotea a la persona no por ser “malvado” sino más bien torpe, pero como sostiene la tesis que expone el More Yehuda, el ego montado sobre el sentimiento de impotencia lleva al ser humano a cometer grandes estupideces, tal es el caso de el grupo de los 10 expedicionarios y el de los “mapilim” pero siempre ahí en el fondo está el ego montado sobre el sentimiento de impotencia causando perjuicios a la persona, la impotencia de unos como otros los llevo a ser exiliados sin haber aun tocado la tierra prometida, en lugar de hacer resplandecer la propia identidad se hundieron en los mandatos del ego, y fue hasta que esa generación se terminó que la siguiente pudo entrar a tomar posesión de la Tierra prometida por el Eterno al pueblo de Israel.

A simple vista podemos observar respuestas irracionales tanto del grupo de los 10 expedicionarios como de los mapilim, el ego como activo natural de supervivencia no funciona bajo los sectores más evolucionados del cerebro, de hecho parece ser que su respuesta por ser rápida no atraviesa por la zona cerebral encargada del procesamiento racional de los datos recibidos del exterior, entonces bajo esta limitante las respuestas emergentes del centro emocional del cerebro no suelen ser grandes ni las mejores decisiones.

Por ejemplo el celoso, buscando que “su propiedad” no se aleje de él, hostiga acosa amenaza, y el resultado que tanto temía es el mismo que se ocasiona con sus propios actos, sin en lugar de ello procediera de una manera más evolucionada, fortalecería su relación con verdadero amor, con actos más racionales y menos instintivos.

O la chica que anda con el hombre casado, su necesidad de “amor” no le deja ver las cosas con claridad y honestidad, así mismo tampoco le importa o aunque le importe los daños que cause a ese núcleo familiar, sigue con dicho hombre.

En ambos casos el pensamiento es cancelado y da paso a una respuesta netamente emocional, las complicaciones en ambos casos son evidentes además de graves en muchos casos.

¿Cómo puede explicarse que el mismo individuo haga cosas que le compliquen la vida?

Todas las idolatrías se manejan de esa manera, no de forma consciente, no por voluntad de sus adoradores, sino porque así es el mecanismo natural, el origen natural de la idolatría.
Viéndolo de esta forma comprendemos la terrible enfermedad que representa, puesto que no es un atentado consciente contra Dios y el hombre, sino una falla interna, un desequilibrio, una enfermedad. Al decir de los Sabios de la Sagrada Tradición: “Nadie transgrede a no ser que le entre un ánimo de idiotez” (TB Sota 3a). ¿Cuál es ese estado anímico enfermizo, idiota? No otro que el emanado desde el EGO.     Yehuda Ribco    

¡Seguro! Los Sabios de bendita memoria poseían estos conocimientos, hoy nosotros lo ratificamos a raíz de los descubrimientos a nivel cerebral que ha hecho la ciencia y que han ubicado al ego en determinadas zonas del cerebro en las cuales no opera el pensamiento racional.

Entonces no es de extrañarse reacciones al parecer muy lógicas de parte de las personas, pero que en realidad de fondo tienen como presentación una estupidez clara y llana si nos detenemos a pensar un poco en ello.

Ahora que el More está exponiendo el tema de la Teshuvá autentica (del retorno a la identidad), me parece ver dentro de todo el contexto de lo planteado, la visión clara de las cosas, empezar a reconocer la realidad desde una perspectiva racional y saludable, sin la visión empañada del ego ni de sus trampas al solitario o autoengaños, ver las cosas tal y como son.

Me parece ver que la Teshuvá comienza ahí mismo, quitando poder al ego y empezando a ver con una visión sincera clara y honesta las cosas que suceden dentro y fuera de nosotros.

Ieoshua y Calev, en su multidimensionalidad alcanzaron a comprender que la Tierra que se presentaba ante ellos era efectivamente la que el Eterno había prometido a sus padres, habría que emprender la empresa de entrar en ella y conquistarla pero el Eterno estaría con ellos.

La inseguridad del pueblo me parece muy similar a la de todos los Noajidas que conscientes de su identidad aún reniegan hablar de ello, por el miedo de ser rechazados agredidos en fin, pero existe todavía una reserva para hablar de ello, esta renuencia a aceptar con vigor la herencia milenaria me parece muy similar a la del pueblo que dirigía Moshe hacia la Tierra prometida, sin duda el Noajida no tiene que pelearse con los religiosos ni lanzarle escupitajos a sus ídolos porque eso haría que ellos respondan del mismo modo, pero sí debería de haber mayor vigor en la difusión de este alimento para la vida, hace pocos meses abrí cuenta en el popular Facebook, y veo que no muchos comparten los textos que aquí se publican también sé que cada quien es libre de compartir lo que desee pero sería muy bueno que más personas compartieran (es una opinión), como los de aquel entonces nosotros no debemos dudar porque el Eterno estará con nosotros, deberemos hacer las cosas prudente y razonablemente pero nunca dejar de hacerlas.

El texto que escribió el More así como todos los aporte de los comentaristas fueron muy jugosos Y DIERON ORIGEN A ESTE ESCRITO, agradezco los inteligentes aportes de los comentaristas de dicho texto y por supuesto al More por exponer temas tan interesantes y útiles para la vida.

Para finalizar estos días son propicios para exponer el tema de la Teshuvá, el cual me parece por demás interesante, aunque simple, el pecado consiste en el desvió del buen camino y la Teshuvá en el retorno al buen camino, en otras palabras ser quien tu eres, desplegar la espiritualidad en base al intelecto las emociones y la interacción social desde los actos físicos.

Digamos que la plenitud de nuestras características humanas es el retorno autentico, el ego anula el pensamiento embota las emociones y deteriora lazos sociales además de la integridad física (en muchos casos)

Quiera el Eterno (Bendito Es) que el merito de este texto intervenga para hacer brillar sus atributos de Misericordia sobre Angel hijo de María de jesus, así como sobre sus cosas y familia.

 

Job 1:1-5. Para ser bueno y justo con Dios y el prójimo.

La historia de Job, una historia pocas veces comprendida.
Una en la que la educación, piedra angular en sostener una vida de armonía, parece ausente.
Sobre eso quiero comentarte en esta oportunidad.

Prestemos atención a la lectura de las sagradas escrituras del judaísmo, tratemos de comprender lo que el inspirado autor nos quiere trasmitir.
Vamos:

"Hubo un hombre en la tierra de Uz, que se llamaba Job. Aquel hombre era íntegro y recto, temeroso de Elokim y apartado del mal.
(2) Le nacieron siete hijos y tres hijas.
(3) Poseía 7.000 ovejas, 3.000 camellos, 500 yuntas de bueyes, 500 asnos y muchísimos siervos. Y aquel hombre era el más grande de todos los orientales.
(4) Sus hijos iban y celebraban un banquete en la casa de cada uno, en su día, y mandaban a llamar a sus tres hermanas, para que comiesen y bebiesen con ellos.
(5) Y cuando habían transcurrido los días de banquete, sucedía que Job mandaba a llamarlos y los consagraba. Levantándose muy de mañana, ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Pues decía Job: ‘Quizás mis hijos habrán pecado y habrán bendecido a Elokim en sus corazones.’ De esta manera hacía continuamente."
(Iyov / Job 1:1-5)

¿Te ha llamado algo la atención en este breve texto?
Vemos un hombre poderoso en su época y lugar. Dinero no le faltaba, eso es innegable. Poder tampoco. Era famoso. Era estimado. Era como la figura más predominante en el medio oriente.
Ese era Job.
Afortunadamente era reverente al Eterno, trataba de vivir apartándose del mal, actuaba con rectitud, cumplía las leyes. Claro que sí, era un ciudadano respetuoso de la ley y de la convivencia social. No transgredía, no cometía infracciones, andaba con honestidad por la vida. Es una virtud digna del mejor elogio, ¿no?
Pero notemos un detalle. Se apartaba del mal, pero… ¿hacía el bien?
Recordemos que ambas son necesarias para ser una persona completa. Apartarse del mal y hacer el bien. Con solo apartarse del mal uno consigue no cometer transgresiones, con el temor reverente del Cielo uno escapa de situaciones problemáticas. Pero, ¿dónde queda la faceta activa? ¿Qué hace para promover el bien, para darlo a conocer, para que la gente lo reconozca y actúe con bondad?
Por ello, no basta con temer al Cielo y apartarse del mal. No basta, aunque es una gran virtud.
Se debe complementar con los actos bondadosos genuinos, con las acciones promotoras de Shalom.
Como menciona Dios a través del profeta, Él quiere que el hombre sea bueno Y justo. No una de las dos, sino ambas. Y esto parecía no cumplirlo el justo Job, más no el bueno de Job.

Esta virtud “defectuosa” tarde o temprano se manifiesta problemática.
Y así lo veremos en lo que continúa (que en lo medular no trataremos en este texto, pero te anticipo que resuelve –según entiendo- el espinoso tema aquel de “el hombre justo que le pasan cosas malas”).

Como vemos, Job tenía mucho de todo, posesiones, animales, servidores y también hijos e hijas.
Era como un rey, lleno, poderoso, recargado de bienes.
Mucho tenía, pero algo aparentemente estaba faltando.
Veamos.

¿Qué hacían sus numerosos hijos?
No leemos que hicieran asistencia social, ni fueran líderes justos de su generación, ni comerciaran de alguna manera y proveyeran de bienes y servicios a sus contemporáneos, ni eran estudiosos, ni eran… se la pasaban de jolgorio en parranda. Siempre había buen motivo para celebrar, ¿y por qué no? Si papá Job se encargaba de proveerles de todo, todo, sin necesidad de esfuerzo, sin trabajo, sin dedicación Ellos estiraban el brazo y papá Job les daba sin límite. Al menos, en apariencia, se llevaban bien entre ellos. Eso es algo para destacar, o al menos eso es lo que parece del texto literal.
Así pues, tenemos a unos jóvenes licenciosos, príncipes enviciados, que teniendo el poder y la capacidad para ser motores de expansión del bien, se centraban solamente en gratificarse a ellos mismos. Siete hijos varones, una parranda por día, siete por semana, una día en cada casa.

Al cabo de una semana, cada fin de semana, el preocupado padre Job los convocaba para que él se encargara de elevar sacrificios en honor a la deidad, no sea cosa que ellos hayan pecado.
Es que entre copas y copas, con mezcla de alcoholes y otros “endulzantes”, con cuerpos que iban y venían, con la cabeza aligerada y el corazón alegre, con la juerga a flor de piel… ¿cómo saber si habían incurrido en algún error leve o grave?
¿Podemos nosotros saberlo?
¿Cuál era el pecado que molestaba que incurrieran los muchachos y muchachas?
El de blasfemar, maldecir a Dios, que está mencionado con el eufemismo “bendecir” a Dios.
Los comentaristas clásicos nos hacen notar que este tipo de sacrificio, “olá” – “holocausto” – “incinerado por completo”, era el acostumbrado hacer cuando uno tenía pensamientos negativos, los que no implican un acto en los hechos, en este caso el de insultar a la deidad de alguna manera, con la excusa de la borrachera o la falta de consciencia.
Y así procedía este hombre poderoso, cada semana, una y otra vez, ofrendando diez animales en honor al Dios, porque eso era lo que él consideraba necesario para prevenir a sus hijos de castigos a causa de blasfemar. Madrugaba, presuroso corría a sacrificar animalitos con la buena intención de prevenir castigos divinos. Una y otra vez, escudaba la conducta de sus hijos detrás de la sangre derramada de los holocaustos.
Parece un hombre notable, como para tomar en consideración y ejemplo. ¡Tanta religiosidad aplicada a los sacrificios! ¡Tanto esmero y velocidad para disculpar los posibles pecados de blasfemia de sus descendientes! ¡Tan atento a los detalles rituales! Sí, a primera vista, a ojo de lector superficial y poco entrenado en la ciencia del estudio de la Torá se pude consignar a Job como un modelo de noájida a seguir, con todo su ritualismo, su detallismo, sus animales muertos en sacrificio, su temor reverente de Dios… sí… pero no…

¡Cuán errado e impotente era este temeroso y poderoso hombre!
¡Cuánto descarrío y desgracia en tanta buena intención desprovista de ciencia!

Entendamos, no era un mal hombre el amigo Job, pero tampoco podemos decir que era bueno.
A lo sumo, recto, correcto, justo, temeroso de pecar, pero no era bueno.
Y tampoco se encargó de educar en la buena senda a sus hijos e hijas. No lo vemos como maestro, como orientador, como consejero, como hombre sabio que encamina a sus continuadores detrás de sus pasos de gigante. Más bien vemos a un hombre que no pone límites cuando son necesarios, que permite el desenfreno, que no enseña, pero que corre como bombero a apagar principios de incendio o teme enojar a la deidad y se apura a apaciguarla.
Pero el padre, el hombre, el que tiene que estar, el que educa, el que instruye, ese no aparece, al menos no en esta descripción.

Así pues, Job está ausente en su presencia.
Presente para aparecer al final del ciclo de juergas, para compensar a la deidad con sacrificios que nadie le pidió; pero totalmente ausente cuando tiene que dirigir a sus hijos o aleccionarlos o haberles nutrido en cómo debe ser la conducta de la persona.

No, los sacrificios compensatorios no bastan.
Aunque no peca de hecho, el hombre Job peca en su omisión.
Es cómplice en su tolerancia ante conductas reñidas con lo esperable y en su intolerancia con la posibilidad de que los hijos hayan pecado.
Pero en vez de educar, compra “la paz” con ofrendas.
¿Es eso paz?
¿Es eso lo que Dios quiere?

Resuenen las palabras del profeta cuando declara: 

"Dice el Eterno: ‘¿De qué me sirve la multitud de vuestros sacrificios? Hastiado estoy de holocaustos de carneros y del sebo de animales engordados. No deseo la sangre de toros, de corderos y de machos cabríos.
(12) Cuando venís a ver mi rostro, ¿quién pide esto de vuestras manos, para que pisoteéis mis atrios?
(13) No traigáis más ofrendas vanas. "
(Ieshaiá / Isaías 1:11-13)

El sacrificio, un método anticuado, nacido en la desesperación del hombre, en su ignorancia, pero que no reviste real sentido.
Y lo demuestra Job, sacrificando una y otra vez, cada semana, en lugar de corregir la conducta de sus hijos o hacerles entender lo que es el camino de Dios. No, él no estaba despierto a la conciencia espiritual, como dormidos estaban también sus hijos, todos ellos entumecidos con rituales, con ritos vistosos, con aromas de carnes asadas, con festivales, pero con cero contenido espiritual.
Job, un hombre muy religioso, pero desarrollado en lo espiritual.
Temeroso del pecado, reverente de Dios, cosas que son sumamente loables… pero, ¿cuál era el sentido de vivir así?
En esto, de por sí no hay pecado, pero tampoco hay perfección ni construcción de Shalom.
Su propia esposa, sus hijos, sus amigos cercanos, todos ellos no han sido influidos positivamente por Job, porque, ¿cómo habría de recibir influencias positivas si él no hace nada para instruirles en el camino del Shalom?
Temer al pecado, correr a hacer sacrificios, dar sermones, no hacer cosas malas y ¿nada más? ¿A eso se limita el potencial multidimensional del hombre?

Cuando lo vemos con esta luz, cuando entendemos que no era tan bueno ni tan perfecto Job, se nos aclara rápidamente la metáfora que continúa narrando el capítulo, aquella de la puja entre Dios y Su ángel Satán. No están disputando, no están jugando con el destino del hombre, no hacen al estilo de dioses paganos, sino que ponen de manifiesto la debilidad del proceder, de la cosmovisión “religiosa” (más no espiritual) de Job.
Pero esto, no es el tema que trataré hoy contigo.
Dios mediante, algún día, podremos estudiar al respecto.

La redención de Job surge cuando cambia su modo de actuar, o más correctamente, cuando comienza a actuar con bondad, con bien, con generosidad sincera.
Ya no como temeroso del pecado, ya no más como justo indiferente al prójimo, sino como un hombre activo en la construcción de Shalom.
Atendamos, hacia el final de la historia Job confiesa:

"De oídas había oído de Ti, pero ahora mis ojos Te ven.
Por tanto, me retracto, y me arrepiento en polvo y ceniza."
(Iyov / Job 42:5-6)

Sí, ese hombre que se ufanaba de temer a Dios, de escapar del pecado, de hacer sacrificios propiciatorios en lugar de educar en el camino del bien, ese hombre ahora reconoce que solo fue un religioso más. Alguien que hablaba de oídas, suponía, inventaba ritos, creía entender a Dios y por eso actuaba como si fuera sabio, sin serlo.
Ahora, por fin ahora, despierta a su conciencia espiritual.
Hasta aquí no hacía el mal activamente, pero tampoco hacía el bien.
A partir de ahora se da cuenta de sus carencias y de sus vicios. El vicio de presumir, el de suponer, el de inventar caminos que lo apartan del Camino.
Y ya no recurre a sacrificios, porque no valen de nada si no se hacen en su contexto y especialmente con su sentido puro.
Ya no mata animales para complacer o aplacar a una deidad enojona. Ahora simplemente hace lo que tiene que hacer: TESHUVÁ.
¿Simple, no?
Sin rituales, sin palabrería, sin rebusques, pero pleno de espiritualidad, con la simpleza de la verdad, con fidelidad a Dios.
Se arrepiente y actúa como a Dios agrada. Tal es el secreto universal de la felicidad.
A sus amigos que seguían enroscados en religión, Dios les pide sacrificios de animales (Iyov / Job 42:8), porque ellos no alcanzaban a comprender, no podían salir de su celdita mental.
Pero de Job no pidió Dios sacrificios, sino que viva como constructor de Shalom. Lo vemos con efusiva claridad aquí:

"El Eterno restauró a Job, cuando él oraba por sus amigos, y aumentó el Eterno al doble todo lo que había pertenecido a Job."
(Iyov / Job 42:10)

La salvación de Job no dependía de sacrificios, ni de sangre derramada, ni de fe, ni de temor, ni de rezar por el mero hecho de rezar, ni de rituales, ni de posturas, ni de imposturas, ni de hebraísmos, ni de palabras hebreas, ni de repetir lemas judaicos, ni de leer Cabalá, ni de hacerse pasar por judío, ni de… la salvación de Job fluyó para él cuando fue capaz de interesarse por otro, hacer algo generoso por otro, actuar con bondad, hacer algo para beneficiar a otro en verdad.
Job fue “salvo”, restaurado, cuando aprendió a vivir con sentido espiritual, en su multidimensionalidad, en su plenitud, como constructor de Shalom.
Haciendo lo bueno y justo.
Lo que Dios espera que tú también hagas.

En resumen…

Job 1:5 ¿Se sumergían ritualmente los hijos de Job?

En los últimos días se ha suscitado la idea de que en el libro de Job, en el Tanaj, se menciona que los hijos de Job tomaban abluciones rituales para noájidas como mecanismo de purificación espiritual para gentiles.
Se trajo como evidencia para tal suposición el versículo 5 del capítulo primero.
Veamos qué dice concretamente ese verso, en su contexto:

א אִישׁ הָיָה בְאֶרֶץ עוּץ, אִיּוֹב שְׁמוֹ; וְהָיָה הָאִישׁ הַהוּא, תָּם וְיָשָׁר וִירֵא אֱלֹהִים–וְסָר מֵרָע.  ב וַיִּוָּלְדוּ לוֹ שִׁבְעָה בָנִים, וְשָׁלוֹשׁ בָּנוֹת.  ג וַיְהִי מִקְנֵהוּ שִׁבְעַת אַלְפֵי צֹאן וּשְׁלֹשֶׁת אַלְפֵי גְמַלִּים, וַחֲמֵשׁ מֵאוֹת צֶמֶד בָּקָר וַחֲמֵשׁ מֵאוֹת אֲתוֹנוֹת, וַעֲבֻדָּה, רַבָּה מְאֹד; וַיְהִי הָאִישׁ הַהוּא, גָּדוֹל מִכָּל בְּנֵי קֶדֶם.  ד וְהָלְכוּ בָנָיו וְעָשׂוּ מִשְׁתֶּה, בֵּית אִישׁ יוֹמוֹ; וְשָׁלְחוּ, וְקָרְאוּ לִשְׁלֹשֶׁת אַחְיֹתֵיהֶם, לֶאֱכֹל וְלִשְׁתּוֹת, עִמָּהֶם.  ה וַיְהִי כִּי הִקִּיפוּ יְמֵי הַמִּשְׁתֶּה וַיִּשְׁלַח אִיּוֹב וַיְקַדְּשֵׁם, וְהִשְׁכִּים בַּבֹּקֶר וְהֶעֱלָה עֹלוֹת מִסְפַּר כֻּלָּם–כִּי אָמַר אִיּוֹב, אוּלַי חָטְאוּ בָנַי וּבֵרְכוּ אֱלֹהִים בִּלְבָבָם:  כָּכָה יַעֲשֶׂה אִיּוֹב, כָּל הַיָּמִים.

Ahora, veamos qué dice en una traducción basada en fuentes judías eruditas, las únicas con derecho y potestad para traducir y comentar sobre sus propias escrituras y tradiciones:

"Hubo un hombre en la tierra de Uz, que se llamaba Job. Aquel hombre era íntegro y recto, temeroso de Elokim y apartado del mal.
(2) Le nacieron siete hijos y tres hijas.
(3) Poseía 7.000 ovejas, 3.000 camellos, 500 yuntas de bueyes, 500 asnos y muchísimos siervos. Y aquel hombre era el más grande de todos los orientales.
(4) Sus hijos iban y celebraban un banquete en la casa de cada uno, en su día, y mandaban a llamar a sus tres hermanas, para que comiesen y bebiesen con ellos.
(5) Y cuando habían transcurrido los días de banquete, sucedía que Job mandaba a llamarlos y los consagraba. Levantándose muy de mañana, ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Pues decía Job: ‘Quizás mis hijos habrán pecado y habrán bendecido a Elokim en sus corazones.’ De esta manera hacía continuamente."
(Iyov / Job 1:1-5)

La dificultad en la suposición acerca de los baños rituales se genera a partir de la palabra que traducimos “consagraba”, y que en el original dice “vaikadshem”.
Ya veremos qué significa, pero antes notemos qué dicen algunas traducciones cristianas (por lo tanto ajenas, insuficientes, riesgosas) al respecto:

  • Al terminar esos días de fiesta, Job los hacía venir para purificarlos: madrugaba y ofrecía un holocausto por cada uno, por si habían pecado maldiciendo a Dios en su interior. Job jamás dejaba de hacer esto. “La biblia de nuestro pueblo”.
  • Una vez terminados los días de esos banquetes, Job los mandaba a llamar para purificarlos; se levantaba muy temprano y ofrecía sacrificios por cada uno de ellos, pues decía: “Puede que mis hijos hayan pecado y ofendido a Dios en su corazón.” . “Biblia latinoamericana 2005”.
  • Y sucedía que cuando los días del banquete habían pasado, Job enviaba a buscarlos y los santificaba, y levantándose temprano, ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque Job decía: Quizá mis hijos hayan pecado y maldecido a Dios en sus corazones. Así hacía Job siempre. “La biblia de las américas”.
  • Y acontecía que, habiendo pasado en turno los días del convite, Job enviaba y santificábalos, y levantábase de mañana y ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque decía Job: Quizá habrán pecado mis hijos, y habrán blasfemado á Dios en sus corazones. De esta manera hacía todos los días. “Reina Valera 1909”.
  • Al terminar esos días de fiesta, Job los hacía venir para purificarlos: madrugaba y ofrecía un holocausto por cada uno, por si habían pecado maldiciendo a Dios en su interior. Esto lo solía hacer Job cada vez.  “Biblia del peregrino”.

Por lo general no nos interesa en lo más mínimo lo que los traductores / corruptores cristianos dicen sobre palabras o versos del Tanaj, pero en esta ocasión nos parece oportuno, ya que entendemos que es por la incorrección en la traducción que luego se derivan los errores en la suposición.

Notamos que se usan dos voces “purificar” y “santificar”.
En el contexto judío (que da origen al relato de Job, que si bien era un gentil, su narración es parte de las escrituras judías, escrita por judíos, para judíos, con nociones judías) no remiten al mismo concepto, no son sinónimos.
Purificar (“letaher”) es retornar a la pureza, a la conexión con la vida.
Santificar (“lekadesh”, ) es separar, convocar, reunir en asamblea, apartar, consagrar, escoger, reservar, preparar.
No, evidentemente no es lo mismo purificar y santificar.
Ni tampoco se usa indistintamente a lo largo de las sagradas escrituras judías.
Los autores saben qué significa cada una y cuando corresponde su uso y no las confunden.

Tomemos un ejemplo de cuando aún no había Torá revelada, de cuando todavía no existía un cuerpo “dogmático” judío, de una época paralela a la de Job y veamos cómo se dice purificar: "Entonces Iaacov [Jacob] dijo a su familia y a todos los que le acompañaban: -Quitad los dioses extraños que hay en vosotros, purificaos (“veiteharu”) y cambiad vuestros vestidos." (Bereshit / Génesis 35:2). En ese mismo sitio, el renombrado comentarista Ibn Ezra dice sobre “purificaos”: “que bañen sus cuerpos”. Sí, así es. Purificar implica en muchas ocasiones el lavado de partes o la totalidad del cuerpo, pero eso es “letaher”, no “lekadesh”. Recordemos es éste el verbo que usa Job y no el correspondiente a purificar.
Es evidente, letaher no es lekadesh. Podríamos seguir abundando en ejemplos, hay decenas al respecto, pero no creo oportuno extendernos. Quien quiera realmente y se maneje con sinceridad y luz, encontrará correctamente.

El verso 1:5 de Job no usa la voz letaher sino una derivada de lekadesh, dice “vaikadshem”.
Así que partiendo desde el conocimiento básico del lenguaje es improbable hasta el grado casi absoluto de que el autor haya pretendido que los hijos de Job se “purificaran”, sino más bien que se “consagraran”, “santificaran”. Repito, lekadesh es santificar, convocar, reunir en asamblea, separar, apartar, consagrar, escoger, reservar, preparar.
(http://translate.google.com/#iw|es|%D7%9C%D7%A7%D7%93%D7%A9).

Los comentaristas clásicos sobre este pasaje, al respecto de la palabra en cuestión, no explican, lo que significa que es comprensible en sí mismo, sin suposiciones, sin nada extraordinario que aprender.
Pero, para no dejar dudas, la exégesis tradicional y establecida del Metzudat David enseña sobre “vaikadshem”: “Los convocó para que vinieran donde estaba él, así podría encaminarlos por la senda recta del Eterno”.
En similar dirección explica el Metzudat Tzión, cuando pone aquí mismo: “Se refiere a convocar, como cuando dice “hitkadshu lemajar” – “reúnanse mañana” (Bemidbar / Números 11:18)”.
Claramente se usa el sentido de “convocar”, consagrar, juntar, separar especialmente, para nada vinculado con el “purificar”.
Mucho antes que estos sabios comentaristas, en el propio Vaikrá Raba (sección 7) explicita exactamente la misma identificación con el pasaje en el libro de Bemidbar.

Veamos allí entonces qué es leakdish.
Según Rashi: “Prepárense para una desgracia que ocurrirá, como en Jeremías 12:3”.
Prepararse, estar listos, reunirse, estar pendientes, pero de purificarse… nada…

En conclusión, si tomamos en cuenta las fuentes sagradas, los comentaristas de renombre, el lenguaje en su obviedad, las costumbres de aquel tiempo y cultura, no hay siquiera una remota posibilidad para suponer que Job hacía que sus hijos tomaran baños rituales, abluciones. Nada en el texto lo permite suponer, ninguno de los comentaristas consultados lo sugiere siquiera al pasar.

Así pues, de aquí no hay evidencias de baños rituales que realizaran los noájidas de antaño como mecanismo de purificación espiritual.
Y de haberlo en algún sitio, tampoco se constituye en precedente legítimo para realizar hoy en día las costumbres que correspondían a aquellos tiempos y lugares.
Lo que Dios espera de cada gentil es el cumplimiento de los Siete Mandamientos y todas las buenas acciones que corresponden a sus razonables derivados. Esto es, llevar una vida de santidad por medio de las acciones buenas, justas y leales, tal como Él mismo se encargó en más de una ocasión de reclamar a través de Sus profetas.
Si los antiguos, que se presumen noájidas conscientes, realizaban ciertos rituales, actuaban según las normas de su época, no amerita como para tomarlo como necesario o bueno para esta era o nuestras culturas.
Mucho ha variado y no depende el noajismo de tales rituales o costumbres del medio oriente, sino de la fidelidad a los Siete Mandamientos y no a otra cosa.
Lo que era correcto como costumbre hace 3500 años probablemente no tenga cabida en la actualidad, ni sentido, ni razón de ser para el noájida despierto y activo.
Te menciono al pasar tres que se me vienen a la mente: poner la mano en el aparato sexual del otro cuando se va a prometerle algo; hacer sacrificio de animales como forma de alabar a Dios; la poligamia. En su momento puede que hayan tenido sentido, aunque algunas de las costumbres mencionadas como de los pueblos en aquellas épocas ya resultaban dudosas incluso entonces. Pero actualmente, no tienen sentido ni utilidad ni vigencia para el noájida. Lo quieren hacer, bueno, mientras no sea ilegal… pero… ¿serán más “santos” por vivir como los antiguos del medio oriente?

Pero los Mandamientos y aquellas reglas que permiten desarrollar una vida de plenitud en todas las dimensiones, acorde al sentido de los Mandamientos, eso sí tiene total vigencia y vigor.

Es más, Maimónides estableció como norma que deben ser extremadamente cuidadosos los noájidas de no inventar rituales que deriven en religiones, pues precisamente de ello es lo que hay que apartarse, la religión es lo que “impurifica”. Explícitamente codifica Maimónides:

Es regla general que no deben inventar una nueva religión ni adoptar para sí preceptos que no les corresponden [que son de los 613 para los judíos] o crear mandamientos por sí mismos sobre la base de sus propias decisiones .
Si quiere, que se convierta al judaísmo formalmente y cumpla con todos los preceptos [de los judíos], o que se quede con sus instrucciones noájicas, y no añada ni quite de ellas.

Si se dedicó al estudio de Torá [de las partes que no le conciernen directamente como noájida], o hizo Shabat [al modo judío], o innovó alguna cosa “religiosa” se lo debe castigar y se le debe informar que es merecedor de la pena de muerte, aunque no se le ejecute.”
(Mishné Torá, Hiljot Melajim cap. 10, ley 9)

En definitiva, seamos dichosos con nuestra porción, hagamos lo posible por construir Shalom que es muy necesario, indispensable, tal es nuestra sagrada tarea en el mundo.
Podemos dedicar nuestra existencia a lo que es bello, puro, santo, justo, cierto, verdadero, favorable, hay tanto para hacer, que está esperando por nosotros.
No sé si es razonable dedicar recursos y escasos y estar pendientes de cosas accesorias, que pueden resultar llamativas, anecdóticas, engordantes del EGO, útiles en cuestiones secundarias y a veces verdaderas piedras de tropiezo para multitudes….
Tenemos tanto para hacer, tanto necesario, y el tiempo es tan escaso.
Aprovechemos nuestras energías para hacer de este un mejor mundo, para que vivamos en Shalom y nuestros descendientes.
Eso es lo que hubiera querido decirnos Job

Teshuvá y noajismo

Es parte del mecanismo de sometimiento al EGO el que te sientas impotente, fracasado, inútil, incapaz de salir adelante, merecedor de lo malo, pecador, destinado al infierno, dependiente de algún “mítico salvador”.
Comprende la diferencia entre caer y arrastrarse.
Una cosa es caer, todos caemos.
Otra cosa es suponer que ese es nuestro destino, lo que nos merecemos, nuestro castigo divino, y que no tenemos derecho a levantarnos y avanzar, sino solamente a arrastrarnos o yacer sin fuerzas y esperando la muerte cruel.
Algunos siguen tirados, esperanzados en poder caminar si un supuesto redentor les viene a ordenar hacerlo, o que solamente por medio del auxilio de otros pueden incorporarse y hacer algo con sus vidas.
El sentimiento de impotencia, el “saberse” fracasado aun antes de intentar otra cosa, suele ser producto del EGO, en su soterrado trabajo de debilitarte para dominarte, para que continúes siendo su esclavo, para que no puedas ser libre y feliz.

Y por ahí andan aquellas personas llenas de potenciales maravillosos, con capacidades extraordinarias para hacer de sus vidas un paraíso y contagiar de bien al mundo, pero apagados, disminuidos, enfermos, zombis que se arrastran encadenados al EGO.
Cargan pesadas mochilas, propias y ajenas.
Se sienten incapaces, malos, merecedores del mal, destinados al mal, fracasados, impotentes, pecadores y no se levantan.

O están esos otros, que son el otro lado de la misma moneda, que presumen de superioridad, que se llenan de humo, que están hinchados a más no poder, que se hacen pasar por geniales referentes, pero que son solamente payasos, miserables que viven disfrazados de millonarios, vanidosos que esconden en sus fantasías de poder y superioridad su escasa valía, su terrible impotencia.

Tanto los que se arrastran por el peso de sus creencias de incapacidad, como los que viven en las nubes de creerse superiores pero sin fundamento, son esclavos del EGO, sometidos a los trucos y trampas del EGO, esclavos.

Las religiones y las doctrinas religiosas inventan dioses y santos salvadores, todos ellos diseñados para dominar a las masas y los individuos. Son instrumentos del EGO, para mantener a los fieles atrapados en las telarañas del EGO. Esos dioses (falsos, solamente existentes en los corazones de sus seguidores) a través de sus clérigos hacen sentir culpa, achacan pecados, prometen castigos terribles e infernales, impiden todo tipo de escapatoria hacia la libertad pero al mismo tiempo dan un solo camino de esperanza: el creer en ellos, someterse a ellos, dejarse dominar por completo por ellos.
Esos dioses payasescos dicen (en los textos inventados por sus creadores): “yo soy el único camino, la única verdad, la única vida, y nadie se salva si no es a través mío… todo aquel que cree y se esclaviza a mí vive, pero el que no lo hace, está destinado al infierno eterno junto a su padre el diablo”.
Así actúan las religiones, instrumentos del EGO, herramientas de dominación imperial.

Entonces, ¿cómo habrás de escapar y ser libre si desde que naces a cada instante te hacen creer y sentir que nada puedes, nada eres, nada te mereces si estás sin la cobertura de tu dios y de sus pastores?
Sí, así funcionan las religiones, y llevan miles de años haciéndolo y perfeccionando sus mecanismos de dominación.
Por lo cual, no resulta extraño que el noajismo no tenga “éxito”, sino que siga siendo vivido y compartido por muy pocos.
Es que el noajismo, al igual que su hermano el judaísmo, NO son religiones ni deben ser equiparadas a ellas.
No buscan la dominación de personas y colectivos, sino su liberación.
No inventa dioses ni salvadores, sino que favorece a que el hombre se desarrolle hasta el máximo de sus capacidades y sea un constructor de shalom.
No destina a nadie al infierno por ser falto de fe en tal o cual dogma, sino que prioriza las acciones de bien y justicia muy por encima de cualquier creencia doctrinal o fe en imposibles. De hecho, tampoco destina al infierno a los seguidores de las religiones, porque comprende la debilidad del humano y trata de darle una mano real, sincera, beneficiosa para que cada uno pueda quebrar el yugo del mal, romper el imperio del EGO.

Pero, aquellos que despiertan a su conciencia espiritual, con mucha dificultad perseveran en la senda correcta.
Carradas retornan al fango del cual apenas si salieron un poco.
Tienen mucho miedo, mucho.
Se sienten tan impotentes.
Se creyeron libres, pero era solo una brisa, nada más.
Muy pronto sus EGOs activaron sensaciones de impotencia, plagaron de miedo, llenaron de dudas, hicieron trampas para retenerlos, para volver a encerrarlos en sus celditas mentales.
Los hábitos cultivados durante décadas no se rompen de la noche a la mañana, ni solamente el despertar de la conciencia es suficiente. Es necesario trabajo, esfuerzo, sacrificio, constancia, energía, resiliencia, aprendizajes nuevos, des-aprender, perdonar, perdonarse, conocerse, amarase, respetarse… no, no es solamente con quererlo, ni por haber abierto los ojos un ratito que se rompe el yugo del EGO y se vive bajo la orientación del AMOR.

El EGO es ingenioso, tanto como lo es la persona. Secuestra el pensamiento que se pone al servicio del EGO. Se inventan numerosas excusas, justificaciones, lo que sea necesario para paralizar a la persona, domesticarla, tenerla esclavizada y sin protestas.
Ingeniosas frases tales como “mi esposa me presionó para volver a la iglesia”, “pero el pastor no era tan malo”, “si el noajismo fuera verdadero sería multitudinario”, “el moré no me dijo lo que quería escuchar”, “mejor malo conocido que bueno por conocer”, “como pastor ganaba mucho dinero y tenía una posición social de respeto”, “estoy acostumbrado a congregarme los fines de semana”, “quiero estudiar la Torah”, “me gustan los rituales”, “quiero rituales”, “quiero rituales pero no como algo religioso sino porque los rituales…”, “yo quería convertirme al judaísmo”, “noajismo como que es demasiado libertad y no sé qué hacer”, “quiero un rabino que me ordene la vida”, “quiero una sinagoga que me acepte”, “nadie me entiende cuando digo que soy noájida”, “soy pecador y no encuentro ningún ritual que me purifique, a mí no me parece que solamente pidiendo perdón y haciendo bien las cosas seré salvo”, “extraño a mi novia que sigue siendo religiosa”, “quiero más palabras en hebreo y más mandamientos”, “perdí a mis amigos del mesianismo y quiero volver a estar con ellos, a que me hablen”, “y si esto también es mentira”, etcéteras hasta el infinito.

Sí, el EGO sabe qué puntos tocar en ti para tenerte bajo la pata, calladito, sufriendo, impotente.
Y si no sabe qué hacer, ataca con todo lo que tiene, alguna cosa le va a dar resultado.
Te llueven los problemas, te equivocas a cada rato, estás nervioso, te angustias, no duermes, dices cosas que no quisieras decir, te juntas con gente que no quieres estar, te quedas solo, te enfermas, te sientes impotente, te sientes impotente, te sientes impotente… te desmayas a cada rato por este miedo o aquel, todo te demuestra que eres un fracasado y no hay nada que te rescate con promesas mágicas (y absolutamente mentirosas) de milagros que hará por ti un dios salvador. Entonces te desploma, te caes, te encadenas, te encierras nuevamente en tu celdita mental, retornas al rebaño.
Pierdes el tren al paraíso, pobrecito, para quedarte abrazado a tu EGO, a las fantasías de poder, a los sentimientos de impotencia, a la creencias en salvadores, en dioses… pobrecito…

Emprender el camino de unificar tu ser, de descubrir tu Yo Auténtico y armonizarlo con tu Yo Vivido, eso lo perdiste también.

Pero tienes la TESHUVÁ al alcance de la mano, ni bien quieras, ni bien lo hagas.

Recomiendo el estudio concienzudo de este escrito: http://fulvida.com/id-noajica/identidad/alegra-secreta y  este http://fulvida.com/ajenos/misioneros/teshuv-la-salvacin-mesinica

¿Porque tantas prohibiciones?

¿Te has preguntado alguna vez porque de los 7 Mandamientos universales, 6 son prohibiciones y solo uno es una instrucción de hacer?

¿Por qué?

Obviamente aunque supongamos cosas jamás llegaremos a entender por qué el Eterno los diseño así, eso queda dentro de Sus ecuaciones espirituales que nosotros jamás comprenderemos, sin embargo no es nocivo si nos ponemos a meditar un poco en ello.

6 prohibiciones y solo un Mandamiento positivo de hacer.

La opinión que tengo hoy día del porque (o al menos de alguno de los para que) de los 6 Mandamientos prohibitivos, es motivado en todo lo que he percibido en distintas platicas con diferentes personas.

Empecemos………..

No relaciones sexuales ilícitas.- honestamente no me extraña que Dios haya enunciado un Mandamiento de esta naturaleza, en verdad no me extraña, en la esquina, en el partido político, en la estética, en casi todos lugares, no falta en alguna ocasión oírse hablar a algún casado que le echa el ojo a otra mujer que no es su esposa o alguna mujer casada que le coquetea a otro hombre, o la plática en donde sale a flote alguna aventurilla de algún hombre o mujer casada con un tercero, ya es tan usual la infidelidad que no es de extrañarse nada pero nada, que se haya enunciado un Mandamiento de esa naturaleza, digo tú también debes de conocer algún caso de infidelidad que sea cercano o no tanto.

No asesinar.- que se podrá decir de este Mandamiento………. si hay lugares donde la gente se mata por dos pesos, o asesinatos porque alguien miro feo a otro o estupideces similares, pero tampoco es de extrañarse una prohibición de esta naturaleza, porque hoy día es algo, que es casi parte de la forma de vida de las personas.

No robar.- tampoco esta prohibición extraña, el otro día se me olvidaba un cambio en la tiendita de la esquina, y parece que si no regresaba no me lo iban a dar, o en el transporte público el chofer del colectivo quedo de darme mi cambio de un billete, pero cuando me baje ni él ni yo nos acordamos del billete, se nos fue a los dos (aunque creo que más a mi), pero en general me parece que cualquier ocasión para tomar ventaja material de los demás no es desperdiciada.

No idolatría.-  la idolatría tiene bastantes ramas negativas, pero de forma general sirve para rehusar la autoridad del Creador del mundo y amparar en la religiosidad actos sumamente negativos, también la mediocridad como forma de vida, y si la derivas hacia la superstición que es una de sus ramas, deja al individuo en la inacción total dejando todo en manos de poderes o fuerzas inexistentes.

No blasfemia.- Esta prohibición no tiene tanta implicación aunque también es una derivación de lo anterior, pues culpamos a Dios de lo que es nuestra responsabilidad, vociferando pestes por “desgracias” que nosotros mismo nos ocasionamos, pero culpamos a Dios por ello, cuando está en nuestras manos la responsabilidad de las cosas.

No comer parte de animal con vida.- ¿Han visto alguna persona comerse a un animal mientras todavía este vivo? ¿Se imaginan una escena de ese tipo? Seria de lo más grotesco e inhumano, este Mandamiento atiende a la mínima sensibilidad que debe existir en la persona, incluso fuera del ámbito alimenticio, porque los animales en general son tratados bastante mal.

Establecer cortes y leyes de justicia.- este Mandamiento no es una prohibición, pero habla del cumplimiento de todas aquellas leyes, que refuercen la ética y valores universales.

Ahora como conclusión: cada prohibición enunciada en los Mandamientos universales, son las principales fallas de la sociedad en general, son los puntos fundamentales en los cuales hay que trabajar, que por eso los haya enunciado el Eterno pues no creo, sin embargo si son puntos destacados en los cuales la sociedad anda muy pero muy mal, es donde las personas principalmente “fallan” y no es casualidad que los Mandamientos estén dirigidos hacia ahí.

¿La solución?

HacerLe  caso al Eterno (Cumplir los Mandamientos) ¿sencillo no?

¡Hasta pronto!   

Des-Aprender

La Real Academia indica que aprender es:

  • Adquirir el conocimiento de algo por medio del estudio o de la experiencia.
  • Concebir algo por meras apariencias, o con poco fundamento.
  • Tomar algo en la memoria.

Es una actividad que vamos haciendo desde el comienzo de nuestra vida, se supone que se continúa hasta el momento de la muerte.
Pero, esa suposición no suele confirmarse en los hechos.
Más temprano que tarde dejamos de aprender.
Nos quedamos aferrados a aquello que creemos, conocemos hemos experimentado, recordamos o nos parece recordar.
Nos dicen quien somos, que somos, como debemos comportarnos, que creer, que pensar, que no pensar, que sentir, como vivir, a que aspirar, recibimos mandatos a los que convertimos en mandamientos, en patrones de conducta inmutables. Luego damos vuelta en torno a los mismos ejes, una y otra vez repitiendo, volviendo a situaciones que ya hemos experimentado o que son muy similares. Sostenemos nuestros disfraces, los variamos apenas, y con mucha suerte. Seguimos por la ruta que nos han trazado, incluso cuando nos suponemos rebeldes que rompemos los esquemas.
Seguimos presos de los aprendizajes, de esas ideas, creencias, deseos, temores, sentimientos, mascaradas, personas, aprendizajes.

Dejamos de aprender y damos todo por sentado.
Ya no hay más preguntas, sino solamente respuestas prefabricadas, las que encajamos a como dé lugar.
Cuando se nos presenta algo que quiebra nuestro esquemas, lo tratamos de acomodar rápidamente, hacerlo comprensible de acuerdo a lo que sabemos, manipularlo hasta que se comporte según nuestra “imagen y semejanza”. Es intolerable lo que está realmente por fuera de ese marco estrecho de nuestro aprendizaje adquirido. Es peligroso, porque nos muestra inoperantes, en impotencia.
Se lo acomoda o se lo desaparece de la conciencia, sea por olvidarlo, apartarlo, negarlo, lo que fuera con tal de que no perturbe.
Preferimos la oscura celdita mental, con nuestros aprendizajes encajonados, sin novedades, sin sorpresas, sin preguntas, nada que altere la falsa calma, la falsa seguridad, la falsa estabilidad.
Porque estamos presos, enfermos, en una existencia vacía, sin embargo nuestro sentimiento de impotencia es terrible por lo que nos creemos poderosos para no hacer caso de razones, o absolutamente incapaces por lo que no valen de nada las razones. Como sea, prevalece el sentimiento de impotencia, la nulidad de nuestro ser.

Por supuesto que esto es aprovechado por todos aquellos que hacen su negocio a partir de nuestra debilidad y consiguiente desesperada búsqueda de salvación. Sean líderes religiosos, políticos, partidarios, grupales, comunales, todos los que se creen con autoridad y nos someten a sus designios. Se encargan de fortalecer nuestra necedad, oscurecernos aún más en nuestra ceguera. Las preguntas son peligrosas, corrompen, porque pueden llevar a la libertad o al menos a un atisbo de conciencia. Entonces, prohíben las dudas, condenan al que piensa por fuera del rebaño, cancelan la opción de la divergencia, se niegan a responder cuando son increpados, son amos de sus sectas con poder “divino”, sin que nadie tenga derecho ni capacidad como para cuestionarlos o siquiera comprenderlos en sus acciones.
En algunas ocasiones estos amos de la nada son más astutos y procuran que estemos sumergidos en la ignorancia, nos enseñan a ser ignorantes activos. “Aprendemos” lemas, memorizamos párrafos, repetimos con fidelidad solamente aquello que el pastor (el clérigo de la religión, secta, grupo que sea) nos enseña, y a eso llamamos “aprender”.
Si nos falta el pastor, nos entra la confusión, caemos en el caos, no sabemos qué hacer. Por ahí seguimos andando por la senda marcada, con absoluta falta de integridad, con apego inmoral al que ya no está a la cabeza. O buscamos con desenfreno a otro pastor, otra congregación de fieles, otros lemas, otras banderas, algo para hacernos sentir alguien. No podemos vivir en la duda, en la interrogante, en la soledad del que busca la verdad y construye shalom. Preferimos el abrazo falso, la risa mentirosa, la palabra hueca, la enseñanza podrida con tal de no estar fuera de la celdita mental que llamamos “yo”, “mi vida”.

Es necesario des-aprender.
Sacar la mugre de la mochila que pesadamente cargamos a nuestras espaldas.
Quitar lo inútil, borrar la memoria, hacer lugar, librarnos, tirar por la borda, y lavar y limpiar y hacer brillante nuestra mente.
Des-aprender es un paso esencial antes de estar en condiciones de aprender realmente.

Te propongo que me ayudes a formar una lista de cuestiones que debemos ir des-aprendiendo para de a poco irnos constituyendo en personas saludables, en lo que significa en verdad ser un constructor de shalom.
Nuestro pasado es diferente, cada uno carga su propia mochila, con sus propias cuestiones, sus aprendizajes, las cuestiones que debe hacer desaparecer conscientemente o las que ha de modificar para convertirlas en experiencias provechosas.
Pero, igualmente tenemos cosas en común, similares, que podemos compartir aquí para irnos dando una mano mutua en nuestro crecimiento.
Por ejemplo, un amigo de este hogar expuso lo siguiente en otro de nuestros posts:

  • A des-aprender que la Biblia sea indispensable para los noájidas: la religión de la cruz siembra el terror que sin las escrituras ‘sagradas’, el hombre no tiene rumbo -incluso yo, que no pertenecí a sectas o ser prácticamente de la tradición religiosas de mis padres, lo llegué a creer-.
  • Des-aprender que existe una entidad maligna que le hace travesuras al Creador y a las creaciones.
  • Des-aprender que no podemos levantarnos de pie y caminar por sí solos.

¿Me ayudas?
Gracias… por ayudarTE…

Resp. 1079 – donde aprendo?

unomas nos consulta:

shalom queridos amigos me presento ante todos vosotros antes de hacerles una pregunta. espero no molestar a nadie ya que quizás no sea esta la sección apropiada para realizar preguntas.

me llamo Manuel soy de España. las biblias que tenemos aquí están enfocadas al cristianismo así que desconfió de su contenido.

como principiante al conocimiento de hijo de noe no se de donde saciar mi sed de conocimiento en cuanto a la verdad referente al eterno y sus instrucciones.

mi pregunta es la siguiente
manuel españa 43 años comerciante cordoba españa

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