Kevin Arjona-Moncada

ESTUDIANTE DE DERECHO

No soy cristiano, pero presencio cómo “ovejas” se dejan engañar por sus seudopastores; y, lo peor aún, de la manera más vil. Observemos al mal llamado “padre” Alberto. Antes que todo, recalco que desconvengo con el invento humano del celibato, pues encadena y tortura a cualquier hombre común. Empero, lo reprochable es mentirle cínicamente a un grupo (conformado por millones de personas) de fieles seguidores, y con mayor razón si se es “guía espiritual”.

(1) El mentiroso Cutié está en todo su derecho de apaciguar su efervescencia gonadal con la pícara Ruhama Canellis, mas no en el de tomar de idiotas a sus feligreses. Si estaba tan enamorado como para retozar con su novia en plena playa a la luz del cálido día, ¿por qué no contó con la valentía para confesarlo públicamente, y, de paso, para abandonar los hábitos católicos, así como lo hiciera el cura cordobés Víctor Hugo Casas en su momento? Claro, la respuesta es obvia: procuraba continuar estafando a ingenuos; conservando de ese modo su “santo status”, es decir, ser una figura pública respetable, y proyectarla a través de un programa de televisión internacional. Hasta ahora la primera mentira, ¡pero hay otra!

(2) Después de la divulgación de la farsantería del charlatán Cutié, éste tramó su segunda falacia: el retiro espiritual. Sin embargo, TV Noticias capturó fotografías sobre ese presunto retiro, que resultó más bien un ‘retiro carnal’ en una casa situada en California, junto con su amortiguadora de genital. Señores, una tomada de idiota tras otra; dos engaños consecutivos a ultranza. Lamentable es que existan testarudos cerebrales que insistan en ser víctimas de las descaradas patrañas del seudolíder en mención.

(3) Analizando un poco, anotamos que el susodicho fornicó con su pareja, incurriendo de ese modo en pecado; no obstante, sigue manteniendo relaciones sexuales con ella y pese a eso, la seudoiglesia Episcopal aceptó asignarlo sacerdote. Y es que a esta religión, con tal de hacerle la competencia al también inmoral Vaticano, no le importa si tiene que integrar al mismo demonio a oficiar misas. El impostor no se ha arrepentido de nada, simplemente ha actuado merced a que lo pillaron en su fogoso romance. No reprendería a un ex seguidor suyo si le escupiese el rostro por corrupto desvergonzado. El maleante lascivo hubo de cambiarse a otra mediocre congregación, toda vez que no pudo proseguir burlándose de ovejas incautas en el catolicismo.

Pero, lo más insolente, fueron las recientes declaraciones del estafador, en las cuales exigía con inmerecida autoridad a los medios que cesasen de vigilarlo. ¿Qué le pasa? ¿Después de su sarta de filfas hipócritas pretende que confíen ciegamente en él? Cierro con un certero refrán judío: “La puerca recién bañada vuelve a revolcarse en el lodo”.

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–>*El autor es noájida.