Resp. 910 – rabinos no sionistas y noajismo

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More, considera usted de provecho las enseñanzas que se puedan recibir de los Rabinos Ortodoxos, abiertamente contrarios al sionismo y no favorables al estado de Israel?
Gonzalo Navarro, 38 años, funcionario, Madrid, España

judaismo tora israel noajidas halajaBuen día, le damos una calurosa bienvenida y agradecemos que participe activamente en la construcción de Shalom.

Si la enseñanzas corresponden estrictamente a lo que es apto para los noájidas, sí.
¿Todos los judíos están capacitados para enseñar acerca de noajismo?
No.
¿Y todos los rabinos -verdaderos- están capacitados para enseñar acerca de noajismo (o de cuestiones tales como ciencia, salud, finanzas, historia, etc.)?
Tampoco, pues no todos han estudiado y comprenden lo que refiere al noajismo (ni de otros temas que sean ajenos a su competencia y especialidad).
Otros de los inconvenientes es que hay judíos ortodoxos, incluso rabinos, que ven al mundo (y en él al noajismo) desde una perspectiva «judeocéntrica», propio de la mentalidad formada durante siglos en guetos y pequeños pueblos en los cuales los judíos eran recluidos o se recluían.
Existen aún hoy judíos que no tienen contacto real con los «goim» (naciones o pueblos o gentiles), sino que están en su propio barrio mental, ven a los gentiles como «algo lejano», se forman una imagen de los laico, de lo gentil, de lo que no conocen directamente pero suponen a partir de preconceptos (buenos o malos, pero prejuicios al fin).
No estamos aquí para juzgar tal actitud de mentalidad amurallada (tienen sus razones para vivir así, las compartamos o no), pero tampoco tenemos que aceptar sus prédicas al respecto de todo lo que enseñen.
Así pues, no nos dejemos impresionar por títulos rabínicos, ropas de aparente «uniforme» judaico, largas barba, residencia en Israel o New York, ni palabras que suenan a gravedad cabalística, pues nada de ello señala que sean opiniones que deban ser acatadas o asumidas como ley, ni por judíos ni mucho menos por noájidas.

Existen judíos y diversidad de formas de enfocar el judaísmo, muchas con validez, otras invalidadas por tal o cual base legal.
El judío del llano no suele tener los recursos para definir una posición que implique al colectivo, mucho menos competencia le cabe al gentil, estudioso o no. Principalmente, porque el judaísmo NO ES área de opinión ni ejercicio para el gentil.

Entre los que son conocidos como ortodoxos, hay grupos (no muy numerosos en el contexto del total del pueblo) que tienen sus motivos para oponerse al establecimiento de un Estado judío laico, un Estado que está poco fundamentado en su vida diaria en las ordenanzas de la Torá. Tienen el derecho a pensar como quieran y a querer enseñar lo que les parezca, siempre  y cuando sea dentro de lo legal y acorde a lo halájico.
Así como en nosotros está el derecho a pensar otra cosa, o a compartir con ellos tal o cual punto.
Está en cada persona admitir esos mensajes y adoptarlos como propios, o al menos congraciarse con ellos; o puede elegir oír otras campanas, tan ortodoxas y tan fundamentadas como ellas, pero que sostienen que es un paso fundamental en el arribo de la Era Mesiánica el que se haya fundado el Estado de Israel.
Recordemos que el «uniforme» de barba, guedejas, ropa blanca y negra, sombrero, acento idish NO establecen el patrón para «lo judío», ni un rabino con esa indumentaria tiene más peso que un rabino sin barba, gorrito de baseball, calzado con sandalias y que ha participado del Ejército de Defensa de Israel.
El «uniforme» de «judío», no representa conocimiento ni potestad para dictaminar o decidir por sobre otros con igual o mayor capacidad de acuerdo a la Halajá -ley judía-.
Recuerde, el estereotipo de «judío» no determina el valor de la opinión de tal persona… de hecho, ni siquiera si es judía o no (cuánto fantoche mesiánico anda de gorrito, circunciso y hablando algo que parece hebreo…), o si tiene siquiera algún conocimiento que merezca ser denominado tal (cuánto judío verdadero se «disfraza» con todos los elementos conocidos, se mece y participa de rituales, pero no tiene noción de lo que está haciendo…).

Por otra parte, el gentil no está capacitado para decidir acerca de los argumentos halájicos/espirituales de uno y otro grupo (ortodoxo sionista y ortodoxo antisionista), así como la mayoría de los judíos no lo está.
Tampoco compete al gentil ponerse a determinar sobre estos asuntos que son de exclusiva pertinencia y pertenencia de los hijos de la Familia Judía.

Así pues, en lo que respecta a noajismo, el gentil hará bien en encontrar el guía que le alumbre el camino hacia su identidad propia, tratando de que ésta permanezca pura y sin mescolanzas que conllevan confusión y caos.
El patrimonio noájico no se centra en revolotear alrededor de algún judío ni del judaísmo; tal como el patrimonio judío no determina cuál debe ser la vida y creencia del gentil, aunque le puede dar ciertas orientaciones a partir de su propia cultura.

En lo que respecta al Estado de Israel, el gentil puede informarse, obtener datos, evaluar, estudiar, pero no desde un punto de vista halájico, pues eso no le corresponde, sino desde un punto de vista humano, para decidir si está o no a favor del movimiento de retorno de los judíos a su hogar natural, del cual fueron expulsados y mantenido lejos por causas ajenas a los judíos.

Si el maestro judío pretende decretar para el gentil alguna cuestión con respecto a asuntos que no responden al noajismo, no hay obligación de acatar tales decretos.
Los gentiles tienen su propia identidad, su sistema de mandamientos, sus procedimientos para elaborar leyes, que no tienen porqué depender del arbitrio ideológico de tal o cual rabino o grupito dentro del judaísmo.
El noájida no nació para estar sometido al judío o judaico, tiene su identidad, su patrimonio, su legado, su misión, su camino marcado por Dios y que puede ser transitado por cada gentil sin necesidad de las muletas -firmes o endebles- de tal o cual judío.
Por su parte, el judío puede y debe ser luz para las naciones, pero no por pretender «adiestrar» o «adoctrinar» o «amaestrar» a los gentiles de acuerdo a su ideología, sino por la forma de vida que el judío lleva, de respeto, responsabilidad, honradez, lealtad, bondad, justicia. Es con su vida, más que con adoctrinamientos, como el judío está llamado servir como faro para las naciones.

No sé si me he expresado con suficiente claridad y modestia.
Espero que sí y que mis palabras lleguen a mentes y corazones, para que los presos sean liberados, los ojos destapados, las oscuridades desvanecidas y podamos participar todos juntos en la construcción de shalom. Cada uno desde su lugar en la Obra.

Que sepamos construir Shalom.

Moré Yehuda Ribco



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4 comentarios sobre “Resp. 910 – rabinos no sionistas y noajismo”

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