¿Líder o anti-líder?

¿Líder o anti-líder?

Uno de los escenarios donde tenemos la oportunidad de construir shalom es donde pasamos gran parte de nuestro tiempo y nos relacionamos con otras personas; ese lugar es: nuestros trabajos.

Desde el principio Dios nos asignó trabajo, tal como vemos en Génesis/Bereshit 2:15: “El Eterno Dios tomó al hombre y lo colocó en el Jardín del Edén, para que lo trabajara y lo cuidara.”

Por lo tanto, el trabajo, contrario a lo que muchos creen, no es un castigo divino, es un mandato de Dios y como dice un refrán en mi país “el trabajo no es deshonra”.

Todos podemos ser líderes en nuestros trabajos, independientemente de la empresa para la que trabajes, del sueldo $$ que recibas, del cargo que ocupas (si eres gerente u obrero, empresario o empleado de una organización), del grado de poder que ejerzas, o aun si trabajas en casa como “gerente de hogar”, o si estás desempleado. Todos tenemos trabajo por hacer, aunque éste sea en la casa, y debemos desarrollarlo con ética profesional.

Todo trabajo honesto es importante a ojos del Eterno. Para Él no hay trabajo pequeño y aun cuando el trabajo que desempeñamos no es el que esperamos, debemos hacerlo con responsabilidad y agradecimiento, mientras buscamos el trabajo que queremos. Otro refrán dice: “Se feliz con lo que tienes mientras consigues lo que deseas”. Esto equivale a ser agradecidos, pero no a ser conformistas.

Dios es nuestro principal jefe, empleador y proveedor. Todo lo que tenemos se lo debemos a Él, entonces debemos ser buenos empleados, trabajando con valores.

Como escribió el sabio Salomón en Eclesiastés/Kohelet 9:10: “Cualquier tarea que venga por tu camino para hacer, hazla con toda tu fuerza, porque en el Sheol, adonde irás, no hay trabajo ni planes, conocimiento ni sabiduría”.

El psicólogo humanista Abraham Maslow hizo un estudio en varias personas auto-realizadas que fueron líderes en diferentes campos y encontró que tenían en común entre otras las siguientes características:

1. Armonizaban su misión con una buena vida familiar.

2.Solo tenían unos pocos familiares y amigos cercanos, más que un gran número de relaciones superficiales

3.Dedicaban tiempo y vida a su fe. Se cultivaban espiritualmente.

4.Dedicaban tiempo a la recreación y a aficiones culturales.

5.Tenían algún tipo de compromiso social con personas pobres o limitados

6.Eran amigos de estar en comunión con la naturaleza.

7.Tenían buen sentido de humor.

 

Les comparto un artículo que alguna vez socializamos en la universidad, del psicólogo José Luis Trechera Herreras, a fin de que en nuestros trabajos tengamos  cuidado con asumir las “características del anti-líder”.

«DODECÁLOGO» DEL ANTILÍDER

Autor: José Luis Trechera Herreras.

Si preguntásemos ¿qué es un líder? Existirían tantas definiciones como personas a las que interpelásemos. Como afirma W. Benis, en cierto modo, “el liderazgo es como la belleza: difícil de definir pero fácil de reconocer si uno lo ve”.

Ya que no es fácil definir el liderazgo, sí podemos resaltar distintas variables sobre lo que NO debería ser un líder:

1.      No desarrolles actitud de aprendizaje. No te formes. Sé fiel al eslogan de que “la vida es la que enseña”. Resalta con orgullo que el último libro que leíste fue la cartilla de lectura primaria.

2.      Improvisa. No plantee ni te preocupes por conseguir objetivos. Fomenta un “estado de emergencia permanente”, ante una situación tan urgente es una deslealtad no colaborar.

3.      No demuestres empatía o actitud de escucha. No pierdas el tiempo en “charlitas” y “tonterías” con tus subordinados. Hay que dejarse de “infantilismos” y trabajar con “espíritu viril”.

4.      Haz trabajar a los sujetos individualmente. Ordena y manda. “Aquí no se piensa, se obedece”.

5.      Rodéate de gente incapaz y mediocre. Así sobresaldrás más y no te cuestionarán nada.

6.      No delegues. Controla todo. Tienes que estar omnipresente y que te vean como omnipotente.  Hazte imprescindible. Crea la sensación de que, sin ti, vendría el caos.

7.      No seas humilde. Apúntate los tantos. Ten claro el principio mateano: “A quien tiene se le dará y al que no tiene se le quitará hasta lo que no tiene”.

8.      No promociones a tus subordinados. Crea un clima de desconfianza y miedo, así liberarán adrenalina y se mantendrán activos.

9.     Aíslate en tu torre de marfil. No comuniques. La incertidumbre fomenta la creatividad.

10. Tarda en responder o, mejor, no respondas a los problemas. Si tiene solución, ya se arreglarán y si no, ¿para qué perder el tiempo?

11. Divide y vencerás, “chantajéalos individualmente” e intenta que se peleen entre ellos, de esa manera estarán entretenidos y no irán contra ti.

12. No dejes descendencia. No crees discípulos. Ten claro que “contigo acaba todo”.

Seamos líderes positivos, no anti-líderes movidos por el Ego.

A trabajar para Dios y construir Shalom…Que tengan una semana muy productiva!

 

Referencias bibliográficas:

El líder: visión, misión y acción. Autor: Gonzalo Gallo González.

Dodecálogo del anti-líder, Autor: José Luis Trechera Herreras

/b>No dejes descendencia. No crees discípulos. Ten claro que “contigo acaba todo”.

 

Seamos líderes positivos, no anti-líderes movidos por el Ego.

A trabajar para Dios y construir Shalom…Que tengan una semana muy productiva!

 

Referencias bibliográficas:

El líder: visión, misión y acción. Autor: Gonzalo Gallo González.

Dodecálogo del anti-líder, Autor: José Luis Trechera Herreras

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