Judaísmo y judaísmo mesiánico

Si el judaísmo rabínico no es nada proselitista tampoco es, en consonancia a eso, excesivamente divulgador.

En puridad para seguir a Elohim ni siquiera es preciso seguir el judaísmo, existe el llamado camino “noajida” -expresión que significa “descendientes de Noé»- igual de valido, a ojos del judaísmo, que sus propios postulados religiosos, entiéndase «valido» en relación a los no judíos -los judíos tienen el judaísmo propiamente dicho-.

Eso no obstante, si alguien lo desea puede acceder al judaísmo propiamente dicho, eso sí, no será de manera tan sencilla como convertirse al cristianismo o al islam -por poner dos ejemplos cercanos-, sino que se precisará años de estudio bajo la supervisión de un rabino.

Diferentes tendencias

Hay diferencias entre un tipo y otro de judaísmo, pero toda variante o tendencia judía se reconoce como mutuamente válida. Pudiéndose hablar, a grandes rasgos, del judaísmo ortodoxo, el reformista y el conservador.

Ningún tipo de judaísmo disputa a otro ser la interpretación «verdadera», digamos que a diferencia del ecumenismo cristiano que es muy reciente (y en la medida que lo es) el judaísmo rabínico nunca ha sido excluyente entre sí, nunca ha entendido que tal o cual visión diferente pero ajustada a su seno ha sido «herética» o una «herejía». Conceptos, además, propiamente cristianos, así que ajenos por entero al judaísmo.

Naturalmente existen sus diferencias, sea en la observancia de los preceptos, sea en la educación o sea en el papel de la mujer. Así el judaísmo ortodoxo, tiende a limitar el papel religioso y social de las mujeres judías, mientras que el judaísmo reformista y el conservador no tienen mayor inconveniente en que las mujeres participen en igualdad de condiciones en las sinagogas y en los ritos, y, en numerosas ocasiones las mujeres ejercen altas funciones religiosas dentro de la comunidad, tan altas como…la de ser rabina -no en la rama ortodoxa, que como tal se resiste a los cambios, pero sí en el judaísmo reformado y en el conservador, que son las otras dos ramas de las tres que se divide el judaísmo-

El llamado judaísmo mesiánico

Antes se ha dicho que toda variante del judaísmo rabínico se reconocía mutuamente entre sí como judaísmo.

Pero no se debe confundir con una de esas variantes -aunque ellos hacen todo lo posible para confundirse con él- al autodenominado «judaísmo mesiánico» con judaísmo.

El judaísmo mesiánico es una curiosa variante del protestantismo cristiano, generado a partir de una «visión» de un pastor -estadounidense- tras la lectura de una epístola de Saulo que venía a decir algo así como «es el poder de Dios para la salvación de todos los que creen: de los judíos en primer lugar, y después de los que no lo son.» (Romanos 1:16), además de ese pasaje también ayudó a esa perspectiva algunos versículos del capítulo 2 de Saulo a los Colosenses.

Paradójicamente se eluden, sin embargo, interpretaciones claramente contrarias a esta emulación, como las que pueden encontrarse en Gálatas 2:11-14 y en ciertas partes de la epístola a los Romanos.

Este «judaísmo mesiánico» o «judaímo por Jesús» (como se llama una de sus organizaciones punteras) nace hacia finales de la década de 1960 en los Estados Unidos (aunque para dotarse de mayor «prestigio» alguna de sus versiones quiere remontarse a la Inglaterra de finales del siglo XIX) .

El pastor fundador se «iluminó» -o tuvo una revelación, como se prefiera- y decidió que para «misionar» entre los judíos lo mejor era camuflarse de judío, así que ni corto ni perezoso se puso a ello, y sus seguidores pues…llamaron «sinagogas» a sus iglesias, «rabinos» a sus pastores y, eso sí, siguieron adorando al «Señor Jesús» -cosa del todo incompatible con el judaísmo-.

El porqué del judaísmo mesiánico

Se preguntará tal vez ¿y para qué se quería misionar específicamente entre los judíos? Pues porque se entendió que era condición necesaria y anterior a la Segunda Venida del Señor Jesús -la parusía- la «conversión de Israel» así que ¿por qué no echar una mano al Espíritu Santo y estimularla?

De modo que se comenzó a poner los medios que supuestamente debían ayudar a tal fin, que no era otro sino precipitar la parusía y, con ella, el Apocalipsis, el fin de los tiempos y después que se instaurase el reinado del Señor Jesús, que ya que parecía remiso en venir pues ¿por qué no empujarle un poco?

Siendo diferente el contexto y más sincera -aunque tal vez cruda- la declaración, viene a se la misma idea expresada por un cardenal y príncipe de la Iglesia Romana en relación a una elección papal: elegir elige el Espíritu Santo pero…a veces conviene ayudarle.

Finalmente, como el éxito misionero entre los judíos fue relativamente escaso, el «consumidor potencial» del producto acabó por incluir a no judíos a los que les apeteciera ser cristianos disfrazados de judíos, así ese proselitismo algo se amplió, mayoritariamente los seguidores de esta variante del cristianismo se encuentran en los Estados Unidos, aunque hay organizaciones y comunidades mesiánicas en otros países.

4 comentarios sobre “Judaísmo y judaísmo mesiánico”

  1. Una vez fui a una sinaglesia, en ese tiempo estaba buscando lo que me pareció que me habían robado: el conocimiento real de Dios.Lo que más me impactó fue el parecido a una iglesia común, lo único diferente era que los nombres de los libros del nt habían cambiado… 1 de Kefas..el rav shaul etc….luego todo igual.
    Recuerdo también que a mi esposo le habían dado una kipá; al salir él seguía con la kipa puesta y todos se reían ¡Claro usaban el sombrerito sólo adentro! parecía que afuera les daba vergüenza.

  2. Ciertamente el judaísmo mesiánico no tiene nada de judío, no es posible ser musulmán cristiano ni judío cristiano -me refiero tanto a lo musulmán como a lo judío en sus aspectos religiosos, no en los culturales, pero eso sería otro tema-.

    Y hablando de cosas que llaman la atención a mi me la llama lo que sucede en Latinoamérica, la proliferación del protestantismo en sus diferentes variantes -incluida la mesiánica- y el abandono del catolicismo. En España no pasa eso, me explico, si hay -o hubo- un abandono considerable del catolicismo, lo situaría entre mediados de los años 70 e inicios de los 80, la gente decía que era «católico no prácticante» que era una forma de decir que… no se era católico, sin existir nada definido lo que sucedió fue un ir hacia un agnosticismo o un ateismo por «praxis» -por la práctica cotidiana de cada día-, pero no hubo en absoluto la necesidad de «buscar el hueco» yendo hacia otros credos. A partir del pontificado de Juan Pablo II la Iglesia Católica salió de su aparente apatía y está intentando recuperar terreno perdido, ese intento ha suscitado una reacción laicista militante, porque se percibe como un intento de recuperar poder más que «almas»…

    Pero el caso es que apenas tiene incidencia el protestantismo, los que hay a día de hoy en su mayoría vienen de Latinoamérica, pero sigue siendo un grupo minoritario y «cerrado», pese a sus intentos de «misionar».

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