Canaán, Judea y Palestina

Canaán es Canaán, no Israel, ni Judea, ni, después Judea y Samaria, Canaán pasa a ser Israel cuando es conquistado “manu militari” por los hebreos -aprovechando un cierto vacío de poder en la zona de las grandes potencias del momento, Egipto y el Imperio hitita-, hasta entonces un grupo nómada o semi-nómada, lo de «Tierra Prometida» es solo denominación religiosa y nunca lo fue topográfica.

El nombre Palestina

El nombre «Palestina» tiene origen en los filisteos y se aplica sólo para el territorio de las cinco ciudades de la Pentápolis filistea -Gaza, Ashdod, Askhelon, Gath y Ekron-, obviamente no aparece tal denominación hasta que allí se instalan los filisteos tras las invasiones de los Pueblos del Mar -hacia el 1200 antes de la era común, que acaban con el Imperio Hitita y que a duras penas son frenadas en el delta del Nilo por Ramsés III, los relieves de Medinet Habu son testimonio de tal suceso-, y esa denominación para ese estricto territorio es la que recoge Herodoto con posterioridad.

La pugna entre filisteos e israelitas es conocida sobre todo por el relato bíblico, fuera de eso poquísimo testimonio hay de tal pueblo, hay que decir que, pese al nombre, los filisteos no son los antepasados de los actuales palestinos, estos son árabes, y lo más probable es que los filisteos tuviesen un origen micénico -uno de los reinos micénicos se llamaba, precisamente, «Pylo»-, es decir, griego, puede que mezclados con elementos minoicos -pero esto aún es más oscuro-.

Israel y Judá

Cuando Israel se parte en dos reinos hacia el 931 a.e.c. aparecen las denominaciones «Israel y Judá», el reino del norte es Israel con capital en Samaria, el reino del sur es Judá con capital en Jerusalén.

Es, desde entonces, cuando se puede hablar con propiedad de «judíos» como genérico de los habitantes del reino de Judá, antes solo eran judíos los miembros de la tribu de Judá -por otro lado el principal componente del reino de Judá, el otro componente era la tribu de Benjamín, menos numerosa que la de Judá-.

El reino de Israel acaba por sucumbir ante los asirios hacia el 721 a.e.c., los asirios comienzan a poner en práctica una política de deportaciones -que incluye tanto el deportar población israelita a otras partes de sus dominios como traer población foránea a lo que fue el reino de Israel- que tiene cierto nivel de éxito, así la población de esa región acaba estando configurada por una mezcla de israelitas y no israelitas, esa población pasará a conocerse como «samaritanos» y esa región como «Samaria», dicho sea de paso no se llevan muy bien con los judíos-

El reino de Judá acaba cayendo definitivamente ante Babilonia -hacia el 587 a.e.c.-, Nabucodonosor deporta a parte de su población a la propia Babilonia, pero a diferencia de las tribus del norte la población judía no se diluye en el exilio sino que conserva su identidad y retorna al territorio de Judá cuando Ciro de Persia conquista Babilonia -eso se relata en Esdras y Nehemías-.

Los diferentes territorios de la región

Así la configuración de esos territorios seria la siguiente -groso modo- entre la época del Imperio persa y los reinos helenísticos: Judea, Samaria al norte de Jerusalén, en la franja costera al sur la Pentápolis filistea (palestina), y hacia el interior al sur y el este los territorios de Edom y Moab -pueblos emparentados con los antiguos hebreos pero que no eran hebreos y que se fueron arabizando progresivamente- y Perea.

Cuando Roma ocupa la región esa composición territorial no cambia mucho pero sí algo, Edom pasa a denominarse Idumea, Moab viene a caer en la órbita del reino nabateo de Petra -también parte de Edom- y la Judea y Samaria controladas por los romanos se dividen en los distritos de Judea, Samaria y Galilea -al norte del distrito de Samaria- los judíos de Judea eran los que se consideraban algo así como «judíos viejos», los de Galilea eran aceptados como judíos pero con ciertos reparos -pues había habido mezcla de población- y los samaritanos no eran considerados judíos propiamente dichos pese a similitudes religiosas.

Esa es la «Palestina» de Octavio y Tiberio, como puede verse no existía «Palestina» ni palestinos entonces -fuera de la Pentápolis filistea-. y, en cualquier caso, la identidad «nacional» de los palestinos de la Pentápolis no tenía nada que ver con la de los palestinos actuales -que es árabe-,

La guerra judía estalla durante el reinado de Nerón y se resuelve en el de Vespasiano con la derrota de los judíos, se produce bajo Adriano una segunda rebelión igualmente sofocada (135 de la era común), es entonces cuando los romanos renuevan la diáspora judía y dan a esos territorios el nombre de «Palestina» -para borrar la memoria del pueblo rebelde y extendiendo el nombre del exiguo territorio de la Pentápolis a toda la región-.

Con el nombre de «Palestina» entra esa región en la órbita árabe cuando los musulmanes la conquistan en el 637 e.c. de manos del Imperio Romano de Oriente, y ahí se encuentra el origen de la actual Palestina y los actuales palestinos -no antes-, ya que la región se arabiza y se islamiza muy rápidamente, queda claro, pues, que «Palestina» no existía en época del Alto Imperio Romano, no la actual Palestina ni los actuales palestinos.

Pese a las sucesivas diásporas siempre quedaron grupos residuales judíos en Palestina, pero dejaron de ser la población mayoritaria más o menos de Adriano en adelante, además, entre los siglos IV y V e.c. la mayor parte de la población de esa zona se convirtió al cristianismo, lo que aún diluyó más la antigua identidad judía.

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