Muertos y muertos. De la Shoá y la guerra

Antes, durante y al finalizar la Segunda Guerra Mundial murieron millones de personas por su causa.
Algunos de ellos eran combatientes, gente que lucharon y murieron. Parte lamentable de todas las guerras. Padres, hijos, hermanos, amigos que se fueron, que dejaron corazones quebrantados. De uno y otro bando. Más o menos comprometidos con valores trascendentes o con lo más aberrante del ser humano. Como sea, miles, o quizás millones, de personas enfrascadas en lucha que perecieron.
Entre estos también hubo prisioneros de guerra, soldados que debieran ser preservados con vida y buen estado de salud, en respeto a normas internacionales, pero que igualmente fueron masacrados, generalmente por los asesinos nazis ensañados contra soldados indefensos, prisioneros de guerra soviéticos.
Otros de los muertos no eran combatientes, ni enrolados en ejércitos, ni comandos paramilitares, ni partisanos, pero estaban en actividades directamente relacionadas con la maquinaria bélica y sus muertes ocurrieron como consecuencia de su participación. Trabajadores en fábricas de armas y municiones, colaboracionistas, espías, gobernantes títeres, traidores, entre otros.

A causa de la misma guerra fallecieron otros millones de personas, los que no luchaban directamente, los civiles.
Terribles bajas, espantosas muertes, las que ocasionan los enfrentamientos armados en gente que no está armada y hasta quizás en oposición al derramamiento de sangre.
Estas muertes, imperdonables, injustificables, entran dentro de la ecuación horrorosa de las guerras, no son sorprendentes, son esperables, aunque no deseables.
Así pues, la maldad de Hitler y sus socios llevaron muerte, destrucción, devastación, dolor a millones de hogares, en decenas de países durante años y más años. No solo entre sus enemigos (rusos, polacos, británicos, franceses, etc.), sino también entre sus seguidores y connacionales.

La infernal estructura nazi decidió aniquilar a grupos que no estaban ni directa ni indirectamente vinculados a la guerra.
Aprovecharon la ocasión para deshacerse de gente y grupos que a sus intereses resultaban molestos.
Así pues, se despacharon sin piedad a alemanes “arios” que eran opositores al régimen, por lo general gente de izquierda o librepensadores, pero también personas con cierta influencia que podían obstaculizar el dominio de la ideología nazi.
Eliminaron discapacitados, gente con síndrome Down, deformes, y homosexuales (a los que rotulaban como enfermos), para de esa manera perfeccionar la “pureza” genética de la raza aria.
Aniquilaron gitanos junto a criminales, para así quitar lo que los nazis consideraban lacras sociales, vistos por los nazis como parásitos que corrompían con sus actos y estilo de vida a la sociedad “pura” que ellos anhelaban.
Así pues, a la búsqueda de la pureza política, mental, genética, social y moral asesinaron a mansalva a cientos, miles de personas inocentes de cualquier crimen o falta.
Asesinatos maliciosos, imperdonables, basados en la pura maldad mas que en la pureza de intenciones, pero que se escuda en una supuesta finalidad “superior”, en conseguir alguna ventaja en la práctica.

Pero hubo un grupo al cual se le destacó para hacerlo desaparecer por completo de la tierra.
Un grupo que fue escogido para ser destruido, evaporado, erradicado por completo.
Un grupo que recibió especial atención y esfuerzos, aún en medio de los contratiempos en los frentes de batalla, para ser sistemáticamente masacrados, pero antes embrutecidos, esclavizados, mortificados, negados en su condición humana.
Un grupo que incluía gente sin religión, de religiones diversas, aunque mayoritariamente eran fieles a alguna corriente judaica.
Un grupo de personas mayormente saludables, socialmente productivas y ajustadas a las normas sociales. Muchos de ellos con altos estudios, trabajos dignos y provechosos, destacadas participaciones en las ciencias, las artes, las industrias, la enseñanza, con vidas familiares correctas.
Un grupo leal a su patria, con testimonios de valor y fidelidad a su nación en la Gran Guerra y a lo largo de los años.
Gente que no daba mayores problemas sociales, pues no había entre ellos infractores, ni criminales, ni adictos, ni perversos, más bien todo lo contrario.
Gente que se distinguía por su proceder “civilizado”, positivo, respetable.
Gente que no se metía en dificultades ni boicoteaba a su patria.
Gente que era asesinada salvajemente pero con gran conocimiento científico.
Gente que moría en la guerra, pero no a causa de ella, ni por ser víctimas de ella, ni por participar de ella, sino que eran arrancados de la vida a causa del EGO, de lo más oscuro del alma de la persona.
Los judíos, asesinados sin motivo, sin ganancia, sin excusas. Solamente asesinados por ser judíos.
Es incomparable el asesinato organizado, metódicos, desalmado con cualquier otro de los crímenes, tanto de aquel período como de cualquier otro.
No tiene puntos siquiera de semejanza la industria de la deshumanización y aniquilamiento que se hizo contra los judíos con cualquier otra situación de guerra, conflicto, persecución real o supuesta en ningún otro momento o lugar, del pasado o del presente.

Poner las cosas en claro, recordar, no permitir que se corrompa el recuerdo ni se lo mal use para promover imperialismo (como el árabe-musulmán, por ejemplo), es parte de nuestra tarea como constructores de shalom.

https://www.google.com.uy/search?q=aushwitz&oe=utf-8&rls=org.mozilla:es-AR:unofficial&client=firefox-a&um=1&ie=UTF-8&hl=es&tbm=isch&source=og&sa=N&tab=wi&ei=QZmQT-LDCMq2twex7OzZBA&biw=1067&bih=508&sei=Q5mQT4mlO8zMtgeIuM3SBA

22 comentarios sobre “Muertos y muertos. De la Shoá y la guerra”

  1. Una de las mayores perversiones en relación al Holocausto es su intento de justificación, lo cual equivale a culpabilizar a las víctimas, este es un mecanismo perverso pero no único de este caso -por ejemplo, en casos de violación el violador dirá que la víctima «le ha provocado», pero sobre esta perversión puede haber aún otra de orden superior, en ciertas interpretaciones de la sharia se contempla como «solución» el matrimonio forzado de la víctima con su violador, con lo cual se la condena a una violación reiterada y permanente, la evidente injusticia de tal medida no merece la pena siquiera comentarse-.

    Como decía hay perversiones sobre la perversión, otra modalidad es la de los paralelismos inexistentes, ésta, por desgracia, es una modalidad de perversión bastante habitual alrededor de la Shoá, se pretende establecer una simetria entre lo que son dramáticas situaciones de conflicto con un genocidio organizado, calculado, milimetrado y llevado a la práctica. Esto conlleva dos consecuencias, la primera es propia del revisionismo, pues se equipara al Holocausto a «una situación normal de guerra» -cuando no lo fue-, la segunda pretende equiparar el conflicto árabe-palestino versus Israel a algo semejante a lo que fue la persecución de los judíos por los nazis. Ambas vías se presentan como complementarias pese a que, en puridad, son contradictorios -si se minimiza el genocido a «acto de guerra» no se puede elevar a genocidio lo que no llega a «acto de guerra»-.

  2. excelente comentario, claro y justo jorge.
    lastima q tantos miles, millones se dejan corromper por los cantos de sirena de la propaganda del imperialismo araba musulman…
    q pena…
    y la verdad padece a solas, iluminada y pobre en un rincon…

  3. Infernales imagenes. No logro ni si quiera aproximarme al sentimiento judio por esta experiencia.

    Comparto el sentimiento de mi buen amigo Felipe, de impotencia ante estas bestiales imagenes. Creo que el compromiso de cero tolerancia ante el antisemitismo, auque fuese en «son de broma», va a ser algo en lo que vamos a trabajar como noajidas en Costa Rica.

  4. La mente de un enano desalmado todo el daño que pudo causar! Que mas pudieramos hacer con nuestras mentes PRODIGIOSAS , Ahora que conocemos el BIEN.
    Gracias Morè.

  5. Efectivamente, Hitler no fue un «accidente solitario» fue la cara de algo mucho más profundo y, por eso mismo, más inquietante, el como un pueblo civilizado como era el alemán pudo alcanzar tal grado de delirio colectivo y arrastrarse en él y tras él es aún un interrogante, se pueden analizar ciertas claves pero, aún así, no deja de ser un fenómeno que hunde sus raíces en zonas muy oscuras del alma humana, no sólo del alma individual sino también del ethos colectivo.

    Pienso que una de las claves estriba en la cosificación o deshumanización de alguien -por eso el racismo es especialmente perverso-, si nos fijamos es también una de las claves del proceder de un psicopata: se deshumaniza a la víctima y, a partir de ahí, se desarrolla un cierto sentimiento de impunidad en relación a lo que se haga con ella.

    Un psicopata no tiene conciencia de culpa, puede saber -y generalmente lo sabe- que actua mal, pero… le resulta indiferente, pues a sus ojos actua no sobre congéneres sino sobre «cosas».

    Saludos

  6. Y aun sorprende que en latinoamerica hayan estos grupos que dicen estar identificados con lo nazi, aparte de grupos que digan que el Holocausto no sucedio
    y un policia nazi en costa rica , eso salio en las noticas.

  7. con todo respeto more pero podría cambiar la imagen de este texto porque estoy seguro que hay chicos que visitan esta pagina y me parece que no seria agradable a los ojos de un niño encontrar una imagen tan chocante.

  8. Con todo amor Trit…. pero me parece que nuestros niños están conscientes de la maldad… el proceso militar (que tenía especiales preferencias hacia lo nazi) la embajada, la Amia….
    http://sarreguez.wordpress.com/2011/03/19/desenterrar-el-pasado/
    http://www.elespectador.com/noticias/elmundo/imagen-seminario-internacional-de-desaparecidos
    http://elmuertoquehabla.blogspot.com.ar/2011/12/siguen-saliendo-luz.html

    Por otra, parte recuerdo siempre una frase:
    «lo peor de Hitler es que no era un demonio o una bestia; era una persona común y corriente» ¿Que quería decir con esto aquella dama sobreviviente? Que cualquier ser humano puede ser como Hitler. Por lo que es necesario tener Memoria para no olvidar.

  9. Eso es lo más aterrador y lo más inquietante: la ausencia de excepcionalidad. En lo cotidiano podían ser «gente normal», Heydrich aplaza Wannsee para… celebrar la Navidad, ciertos torturadores de la ESMA «sacaban a cenar» a algunas de sus víctimas femeninas y las llevaban como si no pasase nada a reuniones sociales, cuando se acababa volvían a su prisión -y a sus torturas-. Los monstruos son muy normales, lo que los convierte en monstruos son sus elecciones llevadas a la acción, pero no hay «posesiones infernales» o cosa similar.

    Saludos

  10. La primera vez que vi una imagen de esas era solo un niño pero creo que esa imagen fue la que me hizo querer aprender más e investigar, Trit, a veces los niños necesitan ver la realidad de las cosas. Recuerdo que mi madre nos enseñaba imágenes de niños muriéndose de hambre en África para que nos conscientizáramos y estoy diciendo que cuando ella me enseñó la primera, apenas y comenzaba yo a leer, con tan solo cinco años de edad.

  11. Realmente estos temas son de esos que tocan mi ser, y no precisamente de la mejor manera, me molesta, la indiferencia, la resistencia a ver la verdad, la insistencia en justificar al victimario y «culpabilizar» la victima….

    El orden de lo que es justo parece haberse enredado en algún rincón que acrecienta la ignorancia… y en ello aumenta mi impotencia, y mi deseo para que la justicia no tarde más,

    No entiendo, como ante tantas pruebas, imágenes, datos, registros, «algunos» que se hacen llamar «seres humanos» prefieran mirar por encima del hombro para seguir despreciando, y justificando al mal…

    Gracias moré,pr sompartirlo, la compartire en una respuesta a alguien que por un momento me hizo recordar cuan fácil es que l hombre mude en otra persona, cuando ni siquiera se conoce… ya se lo pongo de respuesta y espero que lo lea!!!!

    Un abrazo

  12. es muy cierto lo que decis Flores, lastima que falta tanta gente madura y consciente en este mundo. es verdad que ciertas imagen lo marcan a uno y mucho mas si las ven siendo chicos y la verdad que me hace pensar que hay muchos niños mas inteligentes que varios adultos

  13. Mientras siga existiendo el deseo descontrolado de obtener control y poder sobre otros seguiran las masacres, crimenes, injusticias y obviamente las guerras. En mi opinion nunca cesaran las guerras ya que estamos en guerra constante contra nuestro EGO!

  14. Hablando de otro tema, Jonathan por favor enviame a mi e-mail la pagina de Noajikids nunca me abrio dicha pagina. Ya que hablamos de chicos…Te lo agradezco.
    Aracelis.

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