Reflexiones sobre los 48 Caminos a la Sabiduría: Camino 2 «Escuchar activamente»

                Esta es una adaptación del texto original del rabino Noah Weinberg pero que he encontrado de suma ayuda y que sirve como complemento perfecto a lo que aprendemos en FULVIDA. En el original, el rabino escribe partes y las justifica dirigidas a un público mayoritariamente judío, por lo que decidimos rescatar las ideas principales de forma sucinta y precisa y enfocarlas a una audiencia noájida. Hoy hablaremos de los 48 caminos a la sabiduría y continuaremos con el segundo.

La semana pasada hablamos del camino número 1 a la Sabiduría que es el estar conscientes en todo momento, ahora hablaremos del segundo camino a la sabiduría que es escuchar activamente.

Camino# 2

ESCUCHAR ACTIVAMENTE

Cuando los medios de comunicación te envíen un mensaje no creas inmediatamente lo que te dicen. Escucha el mensaje detrás del mensaje, analiza y pregunta.

¿Alguna vez has estado en una conversación importante y has sentido que no has podido dar tu punto de vista? Comenzaste a gritar: ¿Estás escuchando lo que te estoy diciendo o no estás prestando mucha atención? ¿Me estás escuchando?

Muchas veces pensamos que estamos escuchando a otra persona pero nos damos cuenta que más bien nuestra mente estaba en otro lado. Antes de decidir aceptar o rechazar una idea, antes de discutir, antes de hacer comentarios, antes de negarla, debes tener seguridad que estás siendo objetivo. De otra forma estás expresando un prejuicio emocional y no una opinión inteligente.

En la Torá del pueblo judío y de exclusiva herencia suya, dice “escuchar con los oídos”. Cuando en la Torá se usa la palabra shemá, como en la plegaria judía que se recita, esto implica escuchar en un nivel más profundo que simplemente escuchar, es decir, con concentración, atención y entendimiento como para llevarlo al campo de acción. Después de escuchar lo que ha sido expresado, permite que el mensaje penetre tus pensamientos.

Escuchar efectivamente significa:

  1. Escuchar las palabras
  2. Entender el mensaje
  3. Llevarlo al campo de acción

Define tus términos

Muchas veces hablamos sobre conceptos pero muchas veces nuestros pensamientos son vagos y sin fundamento. Sin una definición objetiva no podemos empezar ningún proceso intelectual.

Por ej., Alguien dice con el orgullo herido ¡Claro que soy bueno, qué clase de pregunta es esa! Entonces si contesta sí a la interrogante de si es bueno o no, cabría solicitarle que definiera qué es una “persona buena”.

Si realmente deseas ser una buena persona, necesitas más que sentimientos para determinar si estás logrando tu objetivo. Necesitarás tener una forma clara de medirlo. De otra manera, la gente puede hacer lo que sienta que está bien y creer que son “buenos”. Un ejemplo se da con los terroristas, pese a que asesinan a personas inocentes, en la mente de un terrorista lo que está haciendo es bueno.

Una vez que tengas una definición objetiva, puedes determinar si tu vida es congruente con esa definición. Es verdad, una persona puede ver las cosas como quiera, pero cuanta más claridad tengamos, más difícil será ver las cosas subjetivamente.

El juego de Yo-Tú-Él

Generalmente describimos a la gente en tres niveles; cuando nos referimos a nosotros mismos nos pintamos de la mejor manera posible, con los demás no queremos ser groseros delante de ellos y los pintamos de gris, y en último lugar cuando alguien no está para defenderse lo pintamos de negro.

Por ej., Eres el pasajero de un auto que recorre una montaña llena de curvas a 90 KPH; mientras te garras fuertemente temiendo por tu vida, volteas a ver al conductor y le dices: “¿No te estás arriesgando demasiado?”

El conductor te contesta: “¿Yo? No. Soy valiente y ¡no le temo a nada!

Si eres lo suficientemente afortunado para vivir y contarlo, te dirían “esa persona es un tonto imprudente”.

El conductor se define a sí mismo como “valiente”, tú lo llamas “arriesgado”. Una tercera persona lo llamaría un “tonto imprudente”.

¿Cuál de los tres tiene la razón?

“Valiente” Tomar un riesgo innecesario para un propósito que vale la por ej., Entrar en un edificio en llamas para salvar a unos niños que están adentro.

“Arriesgado” Tomar un riesgo innecesario por una meta noble como por ej., Entrar en ese edificio en llamas sin el equipo adecuado para salvar a los niños.

“Tonto imprudente” Tomar un riesgo innecesario por un propósito que no vale la pena como por ej., Entrar al edificio en llamas solo para ver cómo las llamas destruyen el lugar.

Regresemos al auto en la montaña; volteas a ver al conductor y le dices “¿Por qué estamos arriesgando nuestra vida? ¿Cuál es el propósito de esto, que hace que valga la pena? El conductor tendrá que aceptar que está siendo un tonto imprudente.

Regresa a lo básico

                Para que esas definiciones sean rectas, debes comenzar con las más básicas. Piensa en conceptos que usas todo el tiempo, fundamentos sobre los cuales has construido tu vida. No utilices palabras hasta tener una definición. Te vas a sorprender de cuánto has asumido una idea en particular y cuánto esa suposición ha guiado tu vida.

¿Crees en la tolerancia? ¿Qué significa eso? ¿Crees en la Justicia? ¿Qué significa eso? Y así podríamos seguir enumerando y mencionando infinidad de conceptos que guían y forman los cimientos de nuestras vidas. Pregúntate ¿qué significan realmente esas ideas? Si es una idea básica que moldea tu visión del mundo, ¡deberías saber qué es lo que significa!

Por ej., El libre albedrio, según el judaísmo, es la “decisión entre lo que tienes que hacer y lo que sientes que debes hacer”. Si le haces daño a alguien sabes que “quieres” pedirle perdón, claro, es lo correcto y si lo haces obtendrás paz, pero no “sientes” que debes hacerlo porque puede ser desagradable y vergonzoso.

Salvo raras excepciones, la gente no escoge hacer el mal adrede, casi nadie se dice a sí mismo “quiero ser malo e infligir sufrimiento”, si escogemos el mal, es porque en términos a corto plazo, es una manera menos dolorosa de lidiar con una situación difícil. Hacemos lo que “sentimos que debemos hacer” porque es más fácil.

Decide ser grandioso, pero sabes que la grandiosidad lleva un arduo camino, es más fácil decirse a sí mismo mediocre o escoger la mediocridad aunque sabes que a la hora de llegada la grandiosidad es mucho mejor que estar en el medio.

Discusión objetiva

Algunas veces no prestamos atención, podemos hablar por horas sin saber lo que estamos discutiendo. La próxima vez que te encuentres en una discusión no tomes ninguna idea por sentada, inclusive si crees que entiendes lo que significa. Escucha el mensaje detrás del mensaje. Frecuentemente la pelea es sobre algo completamente diferente de lo que pensaste que era. Probablemente la persona por dentro está sintiendo “no me respeta” o “me está obviando”. Capta el mensaje, no solo las palaras. Pregunta ¿qué es lo que quiere decirme? ¿Qué es lo que quiere?

No pienses tu respuesta mientras la otra persona habla. Por medio del cuestionamiento encontrarás que siempre hay algo más profundo. Pregúntale a la persona “¿Quieres decir que…?, Por favor dime si te entendí correctamente…,” De esta manera, al menos vas a saber que están discutiendo sobre el mismo asunto.

Una vez que crees que entendiste la idea, haz el esfuerzo de repetirlo en tus propias palabras. Similarmente, utilizando nuestro mismo ejemplo para ilustrar lo que los demás están diciendo, te forzarás a ti mismo para concentrarte en esa idea. Es una buena prueba para ver si entendiste el mensaje. Te ayudará a integrarlo y a recordarlo.

No seas un zombi

La pereza nos impide salir adelante. Los animales utilizan sus mejores herramientas efectivamente: alas, garras, pico, pero el hombre frecuentemente fracasa en utilizar su mejor instrumento, la mente. El hombre puede hacer cualquier cantidad de cosas para evitar pensar. Puedes leer el periódico por una gran cantidad de horas y después, ¡nada! ¡completamente vacío!

Adquiere el hábito de analizar qué es lo que está pasando a tu alrededor. Lo que sea que tome de tu tiempo, leer el periódico, una novela, tener una conversación, ver una película, pasear, debe ser productivo. Siempre define tu objetivo antes de hacer cualquier cosa. ¿Qué quieres lograr?

Posteriormente, articula lo que has aprendido. Si no lo haces, vas a terminar viviendo con una confusión intelectual. Por ej., La gente que quedó desempleada de su trabajo dicen que han aprendido mucho: “Ahora ya sé que no puedo confiar en los dueños, soy incapaz de hacer una carrera satisfactoria, que los negocios no valen nada y que…”

Pero no es lo que deberías aprender. Lo que deberías aprender es la importancia de estudiar las claves para una carrera exitosa antes de obtener un trabajo.

Claridad o muerte

La “muerte” es la ausencia completa de una consciencia, por ende, una consciencia reducida es una muerte parcial. O sabes por lo que estás viviendo, lo que quieres de la vida y lo que es placer, o estarás viviendo como zombi. Es por eso que necesitamos definiciones, nos dan claridad para vivir.

¿Por qué escuchar efectivamente es un camino para la sabiduría?

                Ten presente el problema objetivamente, especialmente cuando estás envuelto emocionalmente.

  1. No entres en el juego del “Yo-Tú-Él”.
  2. Sin definiciones, puedes estar engañándote a ti mismo pensando que estás viviendo una “buena vida”
  3. El noajismo posee herramientas muy poderosas para vivir. Asegúrate de buscar la profundidad del significado.
  4. No hay ninguna discusión sino sabes sobre lo que estás discutiendo. No tiene sentido estudiar si no sabes lo que has estudiado. No tiene sentido hacer algo si no sabes lo que quieres lograr.
  5. Si utilizas esta clave por el resto de tu vida, serás millonario.
Te deseo una excelente semana

Lo anterior fue tomado de la obra del rabino Noah Weinberg “Los 48 caminos para la sabiduría”. Pese a que se realizaron modificaciones al original para adecuarlo a la audiencia noájida, el sustrato y la propiedad intelectual original subsisten y deben de ser acreditados a los derechohabientes pertinentes en cuanto a su onerosidad y en cuanto a su autoría al rabino Weinberg.

 

4 comentarios sobre “Reflexiones sobre los 48 Caminos a la Sabiduría: Camino 2 «Escuchar activamente»”

  1. Definitivamente amigo mío, existe cualquier cantidad de material de primera calidad en esta página con respecto a la comunicación auténtica y en definitiva este resumen del Rabino Weinberg viene a complementar todo el arduo trabajo que ha existido en FULVIDA y que sigue dándose día tras día de manera constante y dedicada

  2. Gran aporte Felipe, gracias!

    me gusto mucho esta frase «Escucha el mensaje detrás del mensaje»… pero en realidad aunque se habla de un tema «Escuchar activamente», tras cada enunciado hay herramientas más allá de la escucha para ser una mejor persona.

    es allí donde se abre paso la otra gran herramienta que hemos aprendido en éste hogar la CA, porque en realidad las relaciones en su gran mayoría siempre van en doble vía, escuchamos y también deseamos ser escuchados.

    Un abrazo!

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