Tus creencias y pensamientos pueden tener una poderosa influencia en todo tu ser, para bien o para mal.
Si crees que no puedes, probablemente no puedas.
Si crees poder, tal vez encuentres los recursos para alcanzar tus objetivos.
Si sientes que no vales, aceptarás sumisamente tu “destino”.
Si sientes que eres hijo de Dios, tratarás de llevar una vida acorde a tu dignidad.
Sí, los pensamientos/creencias son una de nuestras dimensiones, por tanto alcanzan las otras dimensiones de nuestro ser.
Al mismo tiempo, nuestras acciones ejercen efectos en nuestro ser, pero además se expanden por el ecosistema del cual formamos parte.
Es decir, no hay acciones sin consecuencias, para bien o para mal, de mayor o menor repercusión, más cercana o lejana la evidencia de tal hecho.
La inacción, el dejar de hacer lo que debiera ser hecho, también acarrea consecuencias.
Así como podemos buscar la unificación de nuestro ser, al aprender a poner en sintonía el Yo Vivido con el Yo Auténtico, podemos comprender que formamos una red de unidad con todo lo existente.
Entre los humanos la red, la unidad, se fortalece aun más por el hecho de que cada uno es neshamá, vivo conector con el Eterno, y a través de ello con todo lo creado.
En el resto de las dimensiones de nuestro ser las divergencias y separaciones se hacen evidentes, no somos el otro, lo comprobamos con nuestros cuerpos. Somos materia que no puede ser otro que nosotros. Somos una mentalidad formada de determinada manera. Ocupamos un lugar y roles. Hemos aprendido a sentir y reaccionar y lo hacemos de acuerdo a quien estamos siendo. Pero, en la dimensión espiritual somos unidad. Nos cuenta darnos cuenta, se nos dificulta vivir de acuerdo a esa imagen de unidad, pero cuando lo llegamos a hacer realidad, los conflictos caen, la necesidad de dominar también, las acusaciones y la amargura. Estamos conscientes de la otredad del otro, de sus fallos así como los nuestros, de las limitaciones, las flaquezas, pero también los logros, las bellezas, las excelentes cualidades, en fin, el todo que es y soy y estamos siendo.
Por supuesto, esto es un ideal, porque en lo cotidiano las diferencias quieren ocupar el centro.
El EGO se impone como timonel, cuando no es más que un ayudante circunstancial, lo que nos provoca amarguras varias, incluso el exilio de nuestro propio ser.
Pero, si gozamos del chispazo de consciencia de unidad y lo traducimos en construcción de shalom, sin dudas estaremos disfrutando de la Era Mesiánica, la mundial o la personal, pero Era Mesiánica.
Por ello, es necesario aprender a actuar con bondad y justicia, a pensar así.
A descartar las creencias, o darles su lugar, sin basar nuestra existencia en ellas.
Porque, las creencias tienen un componente grande de emoción y escaso de mentalidad, por ello están habitualmente del servicio del EGO.
Que el pensamiento sea de construcción de shalom, lo que atraerá acciones positivas y una reacción benéfica en nuestro entorno.
Pero, si el pensamiento se llena de decadencia, egoísmo, amargura, quejas, demandas, mandatos oscuros, violencia, ¿cómo pretendemos disfrutar de una existencia plena?
Es verdad lo que dice Moré y eso es el autentico pensamiento positivo, dejar de poner al mando al ego.
http://fulvida.com/2014/01/03/enfoque-cabalstico/
Es unidad y paz, muchas gracias por el post, un abrazo!!!
Neshamá, vivo conector con el Eterno, y a través de ello con todo lo creado.
Entender, asumir y aceptar lo siguiente:»Éste es el libro de los descendientes de Adán: Cuando Elokim creó al hombre, lo hizo a semejanza de Elokim.»
(Bereshit / Génesis 5:1)…http://serjudio.com/exclusivo/cterapia/parasha-bereshit-5766
El Ego y las religiones se empeñan en creer y hacer lo contrario…Elokim a semejanza del hombre.
Al reconocernos en lo Autentico, nos afirmamos en nuestra sociedad y participacion con Hashem y su Creacion…en lo El Nos ofrece y demanda:
Shalom
Gracias More.