Donde todos piensan igual, nadie piensa mucho

Hace unos pocos días, en mi Facebook, se me etiquetó en una frase escogida del los consejos diarios que se publican en sitio hermano serjudio.com. Para mí no fue extraño el etiquetamiento, pues en otras ocasiones también me han etiquetado en muchas de las reflexiones.

Sin embargo, me extraño la reacción (o la falta de ella más bien) de las personas etiquetadas, y revisé la cantidad de personas a las que el mensaje había llegado.

Mi redoble de sorpresa fue que de la cantidad de personas con las que compartía la etiqueta, ninguna compartió sus impresiones, sus ideas o sus experiencias en la aplicación del consejo; sin embargo, la gran mayoría dio “Me Gusta” a la reflexión.

Ese contraste en los hechos, en el que todas las personas les gustaba el consejo pero ninguna compartió sus experiencias en la aplicación real, me ha hecho sospechar que nos estamos volviendo vagos; o peor aún, repitiendo las mismas conductas en las que se nos adoctrinó, en pensar igual, en sentir igual, en tener una creencia igual, en tener todos la misma fe.

Porque ¿Cuál es la diferencia entre un “like” virtual y un “amen” oral ante una enseñanza compartida? ¿No será el “like” virtual una costumbre religiosa en aceptar toda enseñanza sin ponerla a prueba con la propia existencia para determinar su veracidad?

Personalmente, no encuentro diferencia entre un “like” y un “amen” cuando se nos enseña una posible acción a seguir para mejorar y no se pone a prueba; no se vive ni se le da sentido con nuestra experiencia.

Muchas veces pareciera queremos el “alimento espiritual” masticado, molido y casi digerido para tragar; pero la “experiencia espiritual” que demanda trabajo, esfuerzo, estudio, acciones, derrotas y ganancias, le huimos.

Huida que ha sido mi característica, que con pena confieso; pero que con algún esfuerzo he estado revirtiendo tal inactividad.

Porque he llegado a comprender que la inactividad del hombre es la mejor estrategia de la religión para mantener su poder.

Masificados en una sola cosa casi muerta y esclava de un mismo parecer, nunca nos haremos conscientes de nuestra propia egolatría.

¿Y el precio que pagamos por la inactividad? Nuestro Yo Autentico:

Nos consideramos «más iguales», cuando en realidad somos «menos nosotros mismos«.

(Yehuda Ribco en http://serjudio.com/practicas/re060713.htm)

 

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12 comentarios sobre “Donde todos piensan igual, nadie piensa mucho”

    1. Ya lo ha mencionado con anterioridad moré: nuestros hábitos se convirtieron en nuestras creencias.
      Es indispensable corregir nuestros hábitos con las acciones correctas, que también ya están de harto expuestas en Fulvida.
      De paso, gracias por el comentario y la llamada de atención.

      1. cómo uno cae en la trampa y a veces facilitamos tristemente a que algunas cosas sean así…

    1. Como les leo/veo en face no me hice tiempo de estudiar. Mal, por que me he quedado atrás con varios estudios.
      Aunque ya no sé como explicar bien por acá todo lo que (me) pasa.
      Saludos apreciados amigos, desde la distancia

      1. entonces tendriamos que publicar menos en face y encontrar la manera que las personas frecuenten a menudo ESTA red social, este hogar, y participen, y le den vida.
        pq a FULVIDA la hacemos todos o no la hace nadie.
        como hacerlo?

  1. Descuida amigo… a mi me pasa igual; de cuando en vez me pierdo; e igual me pasa que no desifro muy bien mi mundo interno. Así que al menos, ya somos 2.
    Pero celebro que andes por aca ¡¡ Y me honra que sea en un artículo mio ¡¡

    1. Va mal perderse de este hogar. No lo recomiendo.
      Es decir, ya no quiero…
      Gracias Luis, pero nada de honores, soy una raya más en el agua…
      Aunque como dice nuestro qrido amigo y maestro o lo hacemos todos o nadie.
      Pero… así como todos?… suena a milagro!

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