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El Poderoso Poder de Pertenecer a…


Es Increíble, lo poderoso que puede llegar a ser la creencia de la necesidad de pertenecer a un grupo social, es increíble la cantidad de cosas que una persona puede llegar a realizar, solo para demostrar que indiscutiblemente pertenece a dicho grupo. Mucho mas aberrante es ver como arrastran a sus familiares y amigos a tales acciones con el fin de mitigar las ansias de pertenencia.
Es increíble la cantidad de estupideces, inventadas para mantener dichos ritos elaborados, y mucho mas increíble es ver como personas inteligentes se someten a tales actos degradantes, solo por mantener viva la visa que le indica la pertenencia a dicho Status.
Dichas estupideces nacen de la nada, como por ejemplo inventar que nosotros los Venezolanos pertenecemos a una raza única, y por eso debemos someter al mundo entero, ya que los demás solo son bestias y hay que someterlas (Espero que esto no lo haya dicho alguien), ó decir, Yo soy de tal color y los otros deben morir, porque son inmundos.
Únete a mi grupo de … pero debes pasar por tal prueba de fidelidad. Hoy en día me pregunto ¿porque fui el victimario y a la vez la victima de tales maniobras mentales? ¿Porque esgrimí la espada y me apuñalé?, ¿Porqué fui mi propio Juez y me condené? solo cabe una respuesta: Quería pertenecer a un grupo social y sus privilegios. De este modo y con esa máxima actuaba alocadamente y el grupo me decía: «El maestro dice odia a tu familia, sino estas fuera» y yo lo consentí, ó «Mata a tu hermano inmolandote solo así puedes redimirte, máximo honor de nuestra casa»,y yo estaba dispuesto, ó mata aquí te honraremos con una medalla, y yo la anhelaba. Cuando recorro algunos pensamientos del pasado me siento sorprendido, a veces quedo estupefacto, al contemplar la cantidad de cosas que realicé, actos de increíble estupidez, ¿cómo pude mentirme a mi mismo, solo por pertenecer a…?
Reviso constantemente el diario escrito por mi mano y mis juicios, y he llegado a la conclusión de que merezco la pena capital, por ser indolente e inconsecuente con mi existencia, por haber arrastrado a otros de semejantes incongrutes desfachateces que anidan a menudo en dichos grupos sociales. Por haberme convencido a mi mismo, de que tales locuras me darían el cielo y la dicha eterna, por creer que Dios estaba de mi parte ordenándolo todo. Je je (Me río de mi mismo).
Alcanzar mi independencia, lograr el respeto a mi mismo, a lo que me rodea, fue una tenaz lucha, derribar montañas de mentiras y lograr una sobriedad con respecto a la vida, no depender de grupos sociales para sentirme con pertenencia a, son logros que he obtenido aquí en esta casa fulvida.
No necesito la idea de pertenecer a … para sentirme aprobado, para actuar con bondad y construir un mundo de paz y dicha. No necesito lugares santos o de reunión donde congregarme para demostrar que puedo cumplir con mi propósito de traer salud.
Aquí, en ésta casa Solo se me pide respeto a mi mismo, a la vida, a mi ecosistema, a la Fuerza que lo sostiene. No hay ritos, no hay misterios, no hay lugar al misticismo, no hay ceremonias, no hay eslogan de estas conmigo sino te mueres, no hay infiernos que tener, no hay diablos a los que ahuyentar, ni demonios a los que derrotar, salvo aquellos que anidan en mi mente, aquellos que me enseñaron religiosamente en la triste academia del grupo al que pertenecí, aquí, solo hay SOLO UNA MÁXIMA «ESCOGE LA VIDA».
El poder de pertenencia como droga que desgasta y consume, devasta tu esencia, es solo un pensamiento que corroe y mancha, un enfoque distorsionado de la realidad que percibimos, NO LO NECESITAS, YA ERES PARTE DE UN TODO. HAS QUE ESE TODO AL QUE YA PERTENECES SEA GRATO, Y DIGNO, PARA VIVIR.

Entre Mentiras, Engaños y Estafas…


«Entrar en la religión es entrar en lo inexplorado, en lo desconocido. Los ladrones pueden medrar ahí muy fácilmente, pueden esperarte… y están esperando. Y algunas veces, aunque la persona no te esté engañando, tú quieres ser engañado. Entonces serás engañado. Nadie puede engañarte si, en el fondo, tú no estás dispuesto a ser engañado.

Hace tan solo unos días, un joven vino a mí y me dijo: Un sabio me ha engañado, y es un gran sabio. Yo le pregunté: ¿Y qué ha hecho? Él contestó: él puede hacer oro con cualquier metal. Me lo ha enseñado, yo lo he visto con mis propios ojos. Luego me dijo que le debería traer todo el oro y que él lo multiplicaría por diez. Así que le entregué todas mis joyas y él huyó con ellas. Me ha engañado.

Cualquiera estaría de acuerdo en que lo ha engañado, pero yo le dije: Lo que te ha engañado es tu avaricia. No le eches la culpa a nadie más. Tú has sido el estúpido. La avaricia es estúpida. Eras tú quien quería que las joyas se multiplicaran por diez. Esa mente te ha engañado, la otra persona simplemente ha aprovechado la ocasión. Él no es más que una persona lista, eso es todo. El verdadero problema eres tú. Si no te hubiera engañado él, lo hubiera hecho cualquier otro.

Así que la cuestión no es quién engaña. Yo he observado que si alguien te engaña, es porque en ti hay cierta propensión a ser engañado. Y que si alguien puede mentirte, significa que tú tienes cierta afinidad con las mentiras. Un hombre sincero no puede ser engañado. Un hombre que vive en la verdad no puede ser víctima de mentirosos. Un mentiroso sólo puede engañar a otro mentiroso; es la única manera. Hay millones de personas dispuestas a ser engañadas, que simplemente están esperando que venga alguien y las engañe: por sus creencias, por sus deseos viciosos, por su avaricia… Tú quieres que alguien multiplique por diez tu oro; eso es avaricia. Si alguien te dice: «Yo puedo hacer que te ilumines», y tú caes inmediatamente. Eso también es avaricia.

Y yo te digo: Es mucho más fácil multiplicar el oro por diez que hacer que otra persona se ilumine. Porque eso no es un juego. El camino es arduo. En efecto, nadie te puede iluminar; te iluminas tú mismo; el otro, como mucho, puede ser un agente catalizador, nada más. Pero en realidad todo ocurre dentro de ti…

En manos de los tontos cualquier cosa puede ser peligrosa


Un hombre le preguntó a su psicoanalista tras muchos días de psicoanálisis… Dijo:»Creo que el verdadero problema no es mi mente, el verdadero problema es la gente con la que trabajo: mi jefe, mi tesorero, los empleados. Las personas con las que trabajo son el verdadero problema. De manera que psicoanalizar sólo mi mente no va a ayudar».

El psicoanalista preguntó: «¿Cuál es exactamente el problema con las personas con las que trabajas?».

Él dijo: «Son absolutamente holgazanas. Nadie quiere trabajar, todos siguen posponiendo». El psicoanalista dijo: «Haz una cosa: prepara carteles bonitos. Escribe en los carteles con mayúsculas: ¡HAZLO AHORA! ¡MAÑANA NO LLEGA NUNCA! MAÑANA ES LA MUERTE, LA VIDA ES HOY. Y pon este cartel en todos los rincones de tu oficina, para que lo encuentren miren donde miren. Esto hará mella en ellos».

Después de tres días, el psiquiatra telefoneó a su paciente. Su mujer contestó la llamada y dijo: «Está en el hospital porque sus compañeros le han dado una buena paliza».

Él dijo: «¿Por qué?»

La mujer dijo: «Creo que ha sido debido a tu consejo».

De manera que se apresuró al hospital. El hombre estaba con muchos dolores, tenía fracturas en todo el cuerpo.

Le preguntó: «¿Qué ha sucedido?»

El hombre dijo: «Es por ti y tu estúpido consejo. El tesorero se escapó inmediatamente con todo el dinero: ¡HAZLO AHORA! ¡MAÑANA NO LLEGA NUNCA! ¡MAÑANA ES LA MUERTE!. Simplemente dejó una nota: «He estado pensando en escaparme con el dinero durante muchos años, pero si es así, que mañana es la muerte, entonces ahora es el momento». Mi Jefe se ha escapado, se ha fugado con la mecanógrafa. Y los demás trabajadores se abalanzaron sobre mí y empezaron a pegarme. Dijeron: «Siempre habíamos querido pegarte, y estábamos posponiendo».
Recuerda siempre: puedes tergiversar, cambiar el significado, imponer tus propias ideas a las mayores enseñanzas y destruirlas. Todo depende de ti».

Una Corta Anécdota…


Un científico que descubrió el arte de reproducirse a sí mismo tan perfectamente que resultaba imposible distinguir el original de la reproducción.
Un día se enteró de que andaba buscándole el Ángel de la Muerte, y entonces hizo doce copias de sí mismo.
El ángel no sabía cómo averiguar cuál de los trece ejemplares que tenía ante sí era el científico, de modo que los dejó a todos en paz y regresó al cielo.
Pero no por mucho tiempo, porque, como era un experto en la naturaleza humana, se le ocurrió una ingeniosa estratagema.
Regresó de nuevo y dijo: «Debe de ser usted un genio, señor, para haber logrado tan perfectas reproducciones de sí mismo, sin embargo, he descubierto que su obra tiene un defecto, un único y minúsculo defecto».
El científico pegó un salto y gritó: «¡Imposible! ¿Dónde está el defecto?».
«Justamente aquí», respondió el ángel mientras tomaba al científico de entre sus reproducciones y se lo llevaba consigo. «Todo lo que hace falta para descubrir al ‘ego’ es una palabra de adulación o de crítica».

Soy el único Responsable de mis Actos

Cada Gesto que realice
Cada pensamiento que exprese
Cada emoción que brote de mi
Me pertenece
Toda actitud virtuosa que en mis adentros genere
Al igual que cada acto miserable que ejecute
Es de mi exclusiva responsabilidad
Actuó como un espejo para los demás
Tal es así que,
Sí me hieren, golpean, mienten o matan
no es hacia mi en realidad dirigida, esa acción
Sino al reflejo que vieron las personas de si mismo, en mí
nada que reciba
merecida o inmerecidamente es excusa para desligar
la responsabilidad a otro
de todas y cada una de mis reacciones posteriores.
Sí cada golpe que intenten asestarme
Cada traición que arrecie en mi contra
cada insulto o agresión que me dediquen
o a cada abandono que vivencie a nivel personal
Les respondo hiriendo,
agrediendo traicionando
o abandonando entonces,
estaré tomando como propia esa actitud
y será parte de mi existencia
Cada movimiento consciente o inconsciente que efectué
Cada estado de quietud, espontáneo, o meditado que tome
Provoca efectos en mi entorno
de los que soy responsable
pues en mi nació la causa que los generó,
Ahora entiendo que cuando ofrezco amor
me estoy amando.
Cuando suelto al entorno mi violencia,
me estoy agrediendo.
Cuando abandono algo
o a alguien
me estoy alejando de mi.
Cuando imparto dolor por cualquier causa
me estoy lastimando
Cuando brindo compasión
me estoy conteniendo afectivamente
y cuando comprendo al otro,
en sus aciertos y sus errores
me acepto como soy,
sin temor a mi verdadera identidad
¿Eres consciente de tus actos?
¿Te atreves hacerte cargo de ti?
Piénsalo es tu única responsabilidad

Ricardo Benedetti