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Llenar el vacío

Tenemos la tendencia a querer completar las cosas.

Si vemos algo roto, es para arreglar.
Si está perdido, es para recuperar.
Si falta alguna sección, tendemos unir las partes, aunque sea imaginariamente, con tal de dar una forma acabada.
Si alguien nos cuenta alguna dificultad o problema, pronto estamos aconsejando lo que nos parece resolvería la cuestión.
Si fallece un conocido, vamos haciendo teorías de porqué sucedió, qué ocurre luego, cómo afecta eso a los dolientes y la manera de superar pronto el trauma.

Aunque la mejor acción en ese momento no sea la de arreglar eso que nos resulta incompleto, de manera natural tendemos a ello.
Esa emoción tan humana que nos impulsa a llenar el vacío.
¿Te habías dado cuenta de ella, no?

Si hasta tiene nombres sofisticados y todo: “horror vacui o natura abhorret vacuum”.
El universo, o la naturaleza, aborrece el vacío.
¿O acaso es el hombre que proyecta su modo de ser sobre el universo?
¿Es el universo quien se horroriza por lo incompleto, o es el hombre y por ello acusa al cosmos de ser como él?
¿Qué te parece a ti?
¿Habías pensado en esto?

Si tomamos como valedera esta presencia constante de querer completar lo que nos resulta incompleto, entonces, tendemos a hacer, rellenar, imaginar, arreglar, cerrar, sea en actos sobre cuestiones física-materiales, como en asuntos abstractos, para que así el universo tenga sentido para nosotros, para que no queden cabos sueltos.
De esa forma respiramos un poco más tranquilos.

Si no sabes, inventas alguna respuesta, sea coherente o no, tenga relación o nada que ver, responsa realmente o simplemente te llene el hueco que está habitado por el miedo.
Si no puedes, imaginas que de alguna manera mágica encontrarás la solución, clamas a tus dioses, haces tus rituales, cualquier cosa que te brinda una sensación de poder.
Si estás solo, supones compañías y amistades (materiales o metafísicas), o prendes la radio, o la tele, o te comunicas con “amigos” en redes virtuales.
Si no cierra, fuerzas a que cierre.

¿Es necesario llenar esa sensación de vacío?
De serlo, ¿cuál sería el mejor contenido?
¿A qué cosas terribles puede llevar el horror al vacío cuando se tapa con lo incorrecto?

Ultra exigente

Algunas personas se imponen cargas extras en aquello que en principio podría ser correcto y saludable, lo que terminaría siendo pesaroso, enfermante, incorrecto.

Ejemplos cotidianos, en alguno quizás te veas reflejado, podrían ser: meticulosidad en ingerir solo comida “sana”; pasarse muchas horas haciendo ejercicio físico; encerrarse por períodos extensos a meditar o rezar; consumir libros de autoayuda o seudo espiritualidad; revisar con inusitado detallismo que lo que se va a realizar no representa ningún riesgo o peligro; sumar actividad tras otras a una recargada agenda; estar siempre disponible y sin condiciones para dar una mano a otros; aceptar todo lo que le hacen con paciencia y “dando la otra mejilla”; usar siempre el martillo para arreglar todas las cuestiones, aunque no sea esa la herramienta aconsejada; usar el filoso intelecto para saturar en críticas, que dejan de ser analíticas y reflexivas, para ser demoledoras, irrespetuosas; dar dinero, regalos, atenciones, indulgencias de manera indiscriminada a los hijos/amigos/pareja; puedes tú si quieres agregar aquí las que consideres.

Todas estas conductas y actitudes, que en su justa medida son beneficiosas, se tornan en pesadas cargas, conscientemente o no, para quien las realiza y/o para quien las recibe.
Las dificultades que genera esto pueden ser variadas, tales como vivir con culpa si no se cumple con lo exagerado que se ha impuesto; obligarse a seguir mandatos (del EGO propio o externos) que no brindan satisfacción ni aseguran el bienestar; oprimir al prójimo, sea con atenciones, negándoles la oportunidad de realización personal, sofocándolos que nuestras necesidades; dejando de lado otras actividades, encarcelando el pensamiento, reduciendo las emociones; entre otras que tú puedes ayudarme a añadir aquí si deseas.

Si eres estudiante de estos textos, seguramente que podrás percibir pronto qué hay detrás.
A riesgo de parecer reiterativo, tengo que decirte que es el EGO.
Sí, otra vez el EGO. Pareciera como si fuera la única herramienta que conozco, mi martillo, el cual quiero usar aunque precise un desarmador o unas pinzas. Pero, no es el caso. Te mostrará rápidamente como la hipótesis del EGO se sostiene y explica esta conducta.

El EGO te mantiene en impotencia, puesto que estando en ese estado, o con ese sentimiento, es que él obtiene control sobre tu existencia.
¿Cómo se puede someter a alguien a ese estado o sentimiento?
Una forma es golpeando sucesivamente con mensajes –en palabras, gestos, actos, etc.- que atormenten a la persona afirmándole en la creencia de que es impotente. Tales como: tú eres un inútil; la vida es injusta y la gente mala; el destino te es adverso; eres pecador de nacimiento y te irás al infierno si no haces esto o aquello; siempre te equivocas; nadie te quiere; todo lo que empiezas lo dejas sin terminar; fracasado; idiota; loser; etc.
La otra forma es llenándote de creencias de grandeza, haciéndote sentir con superioridad, cuando realmente no lo eres. Creencias tales como: me como al mundo; nunca fallo; soy un genio; el dios está de mi lado; soy más que vencedor por tener fe; el destino me sonríe; si uso este cordón en la muñeca no hay modo de perder; todo lo que hago es perfecto; debo llamarme nadie, porque nadie es perfecto; si yo digo se hace; yo haré la diferencia; dejaré mi marca en el mundo y seré reconocido; estoy para salvar, iluminar, a los demás; etc.
En el primer caso, el del que se cree perdedor, resulta harto evidente que la persona carga con creencias pesadas de futilidad, sumergido está en la impotencia. Aunque tuviera capacidad, habilidad, oportunidad, lo más probable es que manifieste en los hechos su impotencia.
En el segundo caso, el que se cree ganador sin tener méritos para ello, la realidad lo confrontará con sus limitaciones, seguramente que sus vanas aspiraciones chocarán contra el muro de la realidad, que no depende de nuestros deseos, buena voluntad, o pensamiento engañosamente positivo. Entonces, como un globo relleno de humo, se pincha fácilmente para quedar derribado, derruido, en la nada.
Engañoso es el EGO (también conocido como Ietzer haRá), que recuerda, no es un ángel caído, no es un demonio, no es una entidad metafísica, no es un extraterrestre, no es un mito, es solamente una pequeña porción de tu cerebro que cumple una función esencial para la supervivencia, pero al permitírsele controlar otras áreas, lleva al desastre.

Esto ocurre también con los que pretenden llevar una vida de ultra exigencias “religiosas”, con la excusa de ser así más espirituales. Imponen rituales, acciones, obligaciones que sobrepasan en mucho la letra y el espíritu de la ley.
Dicen hacerlo por requerimientos superiores, en adhesión a reglas que estiman sagradas y de obligatorio cumplimiento. Emplean la coacción, la amenaza, la presión social, el engaño, la violencia, el ostracismo, plegarias, invocaciones, y todo lo que tengan a mano para someter a los que no se acoplan a ese estilo de vida ultra riguroso y falto de coherente equilibrio.
Asfixian para no permitir las libertades. En ocasiones hasta con la manipulación “amorosa”, dadivosa, que entrega algún bien o servicio a cambio de la lealtad, la sumisión, el voto, el no marcharse, etc.
Todo en nombre de adhesión a leyes de supuesta confección espiritual, con la fingida santidad que brinda la dureza irracional.
Y pasa en gente que ha sido religiosa, en los que no lo han sido, en los que creen estar en la senda espiritual, en los que luchan por librarse del adoctrinamiento pasado, en ti, en mí, cada uno en su medida.

Cuando, el camino debiera ser el manifestar la LUZ que somos, aquella de nuestra neshamá (Yo Esencial), para lo cual es imprescindible correr la muralla de cáscaras y máscaras que el Yo Vivido ha ido formando alrededor de ella.
Cuando logramos minimizar el accionar del EGO, por medio de andar según las reglas del AMOR; encontramos máscaras del Yo Vivido que sirven para representar al Yo Esencial y no ocultarlo; cuando somos nosotros mismos; cuando nos unificamos internamente y en unidad con el prójimo y con el Eterno; entonces, todas estas exigencias inhumanas pasan a tener el verdadero sentido que tienen: armas de esclavitud, nada de santidad ni de vida.

Ahí adonde estamos, está nuestra oportunidad de ser la persona que podemos llegar a ser.
Como dijera el sabio Hilel: “Donde no hay hombres, sé tú el hombre”.
Que se puede explicar también como: allí donde reine el caos, la confusión, la esclavitud, la falsa identidad, la religión, el oprobio, el autoritarismo, el EGO; entonces haz lo que tienes que hacer para que reine el orden, la claridad, la libertad, la verdadera identidad, el espíritu, el honor, el poder, el AMOR.
Sé tú el hombre, sé tú mismo, y no un personaje digitado por otros, o un títere de tu EGO.

¿Es fácil?
No.
¿Suena a argumento místico poco plausible?
Seguramente.
¿Todos pueden?
Sí.

Tu neshamá habla constantemente, en susurros, en una voz silenciosa, que se oculta entre el griterío del EGO y del mundo.
Su luz siempre está, nunca se apaga ni debilita.
Precisamos hacer silencio para oír la voz silenciosa.
Precisamos correr las diversiones, cáscaras y máscaras para que desde dentro irradie la LUZ del Eterno.
No llegamos a ella con gritos, enojo, sacudones, impaciencia, incomprensión, demandas, quejas, violencia, con ninguna de las herramientas del EGO.
Entonces, el camino está ante ti, te lleva a ti mismo, y de allí al prójimo y a Dios.

¿Quieres intentarlo?

Soy responsable pero tú también

Andan rondando por las redes sociales multitud de frases “geniales”, la misma que unos atribuyen a x, otros a w, otros a j, y así se esparcen y se afirman como si fueran una verdad evidente, autoproclamada e incluso con origen divino incorruptible.
Podemos asentir con complacencia, cuando el –supuesto- autor es uno de nuestros “escogidos”, amigos, o miembro de nuestro partido-secta-sector-creencia-etc. O, cuando creemos que esa frase representa una creencia o sensación que asumimos como cierta.
Otras veces nos oponemos, cuando el –supuesto- autor no es de nuestro bando, no lo toleramos, nos resulta desagradable y por ello lo que se atribuye a su autoría ya es descalificado y deleznable. O, cuando consideramos que esa frase nos repulsa, no coincide con nuestras creencias o ideas.

Yo no quedo fuera de esto, también comparto, me sensibilizo, me enojo, elimino, comento, critico, etc., por las afinidades (o no) recién mencionadas, aunque en algunas ocasiones difundo el mensaje de algún –supuesto- autor con el cual no simpatizo personalmente, pero cuya –supuesta- cita me resulta edificante. Sin ir más lejos, y para poner un ejemplo entre varios, no tengo ningún problema en compartir generosamente alguna que otra frase que se atribuya a Marthin Luther King Jr., siendo que era un pastor cristiano, mientras sus palabras no conduzcan a la idolatría, la inmoralidad, o el crimen. Si bien esto puede resultar resbaloso, ya que una frase no corrupta por la idolatría pero de un representante de la misma, puede provocar que finalmente el ingenuo acepte y adscriba a las creencias que enferman. Sí, un camino que puede resultar finalmente escabroso, por lo cual hay que andar con cuidado y auténtico deseo de construir shalom.
(En un aparte: es por ello que ninguna supuesta “obra misericordiosa” de los misioneros debe ser elogiada o promovida, porque su finalidad no es el bienestar genuino del prójimo, sino engrandecer la idolatría, promoverla, esparcirla, obligar al receptor del acto de supuesta misericordia a adherirse al ídolo y la doctrina enferma).

Ahora, quisiera detenerme en una frase, que hasta creo que compartí hace unos días en Facebook, que dice más o menos: “Soy responsable de mis palabras, pero no de cómo las interpreten”.

Sí, sin dudas, uno es responsable de sus propias palabras (habladas, escritas, musitadas), por supuesto que uno lo es.
Responsabilidad que implica que debemos ser cuidadosos, medidos, mesurados, auténticos, sinceros, respetuosos, apropiados, cálidos, en fin, todo lo que aporte a usar el lenguaje y el habla para la comunicación, para el entendimiento, para la construcción de Shalom.
Cuando se afirma algo, es necesario tener bases para hacerlo, información verídica, no habladurías, creencias o actitud que genere conflictos.
Porque, el habla puede ser un arma de destrucción, incluso masiva, llevar al dolor, la muerte, el engaño, la corrupción, la idolatría, el mal en sus multifacéticas formas.
Sí, el habla es un elemento poderoso, para bien o para el mal.
Se construyen mundos, así como se los destruye, a través de la palabra.
La lengua es tan terrible que hasta nos aparta del Eterno, corre un velo entre nosotros y Él.
Forma una muralla oscura y rancia alrededor de nuestra neshamá (Yo Esencial, espíritu), impidiendo que la LUZ permee cada uno de nuestros rincones y resquicios, por tanto, nos sume en pena, confusión, duda, iniquidad.
Nos exilia de nosotros mismos, nos desune, siembra el mal; siendo que pudiera y debiera ser elemento de unión, amor, solidaridad, confortación, salud, shalom.
En palabras del profeta:

"Dispusieron su lengua como arco; se hicieron fuertes en la tierra para el engaño, no para la fidelidad. ‘Procedieron de mal en mal y no me han conocido, dice el Eterno.
¡Cuídese cada uno de su prójimo! En ningún hermano tenga confianza; porque todo hermano suplanta, y todo prójimo anda calumniando.
Cada uno engaña a su prójimo, y no hablan verdad; enseñan su lengua para hablar mentira. Se han pervertido hasta el cansancio.
Su morada está en medio del engaño. Y a causa del engaño rehúsan conocerme’, dice el Eterno."
(Irmiá / Jeremías 9:3-6)

Cuando la conducta debiera ser:

"La boca del justo expresará sabiduría, y su lengua proferirá juicio."
(Tehilim / Salmos 37:30)

Entonces, cada quien es y debe ser responsable de sus propias palabras, tener el control sobre ellas.

Pero, también es claro que uno no puede ser responsable de lo que el otro entienda.
Podemos controlar aquello que está en nuestro dominio, pero, cuando pretendemos controlar lo que no podemos, caemos en impotencia, en un juego vicioso del EGO.
Entonces, es claro que yo no soy responsable de lo que tú entiendas, tú eres el responsable de tu comprensión.

Sin embargo, para que la Comunicación Auténtica sea efectiva, es menester que nuestra emisión esté perfeccionada, al punto de tratar de evitar de nuestro lado el mayor número de perturbaciones.
Recordemos:

  • ser sincero, en la medida de lo posible;
  • respetuoso, sin agresiones, sin impaciencias;
  • ser claro, concreto, simple, “comunicativo”;
  • preguntar, no suponer. 

Finalmente, lo que el otro comprenda, queda de su lado de la cancha.
Pero, si emplea también los principios simples y sagrados de la Comunicación Auténtica, definitivamente se reducirán los conflictos.
¿Por qué?
Porque el receptor no supondrá intenciones, ni creerá que lo que entendió es lo que yo dije, sabrá que hay que preguntar para sacarse las dudas.
Y eso no lo hará de malos modos, asumiendo una posición defensiva, pasivo-agresiva, o decididamente agresiva, sino que será respetuoso, amable, procurando establecer puntos de acuerdo incluso en la disensión.
Además, su actitud respetuosa se acompañará de un lenguaje simple, que va al punto, no queriendo la disputa sino el entendimiento.
Y todo esto, dentro de la sinceridad, porque lo que se busca es la comunicación, el entendimiento, el acuerdo, la unidad hasta en la separatividad.

Siendo así, yo soy responsable de lo que digo, pero también de cómo lo digo; en tanto que el otro de entenderlo y realizar los movimientos necesarios para que sea un momento de comunicación y no de discordia.

Entonces, ¿qué aprendimos hoy?

¿De dónde parten?

Aumentar exigencias sobre exigencias.
Restringirse excesivamente en lo permitido.
Sostener expectativas exageradas.
Imponerse sacrificios con un supuesto ánimo espiritual.
Abundar en juzgamientos.
Mantener esperanzas en fantasías de índole religiosa.
Derrochar hasta el extremo en pretendida generosidad, llevando la propia existencia al hastío y al receptor a una situación de impotencia al no generar su bienestar, sino solamente recibir sin devolución.
Confundir humillación con humildad.
Tener fe en absurdos, evidentemente irracionales.
Ser tan firme en sus convicciones que termina siendo inflexible, duro, terco, intransigente.
Comprometerse con decir lo que se cree “la verdad” sin respetar al oyente, quien quizás no esté en condiciones de recibir el mensaje.
Cargar con las penas de otros, una y otra vez, para luego estar hundido en sufrimiento, decepción, quejas.
Dudar, para volver a dudar; hacer de cuenta que se escoge, para paso seguido se vuelva a dudar sin llevar a cabo las decisiones.
Seguir apegado a personas tóxicas, con la idea, compromiso, pretensión de que así se las cambiará para bien algún día.
Aferrarse a creencias, sectas, grupos, compañías, líderes, sintiendo que son un desastre, sabiendo que es una tragedia seguir así, pero no salir a la libertad por miedo a lo que dirán, o por suponer que la vida necesariamente es una amargura y decepción constantes.
Procurar todo tipo de amuletos, pócimas, santificaciones, indulgencias, estampitas, bendiciones, como manera de manipular mágicamente la realidad.
¿Parten del EGO, o son manifestaciones de LUZ?

Enfermedad sefirótica

Cuando las sefirot personales están en balance, ejerciendo su función correctamente, energizadas, en armonía consigo mismas y entre ellas, podemos decir que la persona goza de salud.
No es cuestión de mística, creencias supersticiosas, hocus pocus, o similares, sencillamente estar en equilibrio dinámico es uno de los sinónimos de salud. Como vimos en varias oportunidades, cada uno de los cinco planos del ser humano en sí y entre ellos, porque cuando se trastorna el equilibrio de uno, necesariamente el sistema completo está descolocado, es decir, enfermo.

El EGO, Ietzer haRá o como prefieras denominarlo, emplea sus recursos limitados para dejarnos en impotencia. Una de las estrategias es provocar un exceso en algunas de nuestras esferas de manifestación de la personalidad.

Veremos rápidamente algunas de estas exageraciones y el estado morboso que pueden provocar, (como comprenderás, al ser un veloz repaso obviamente no compartiremos más que un granito de arena de una gran playa).

  1. Sumar reglas que limitan a la persona, a la sociedad, como por ejemplo las llamadas jumrot, y que generan un ánimo excesivamente temeroso del castigo, concentrado abusivamente de la opinión de hombres, o ansioso por complacer a un líder religioso determinado o una cúpula o camarilla eclesial.
    Es cuando se exagera en el plano espiritual, subvirtiéndolo para transformarlo en mera religión, la cual es falsa espiritualidad, un producto del EGO.
    La corona de LUZ pasa a ser un casquete de payaso o un bonete de inquisidor o uno de torturado por la religión opresiva.
  2. Sumergirse en el estudio sin ser capaz de cultivar otros planos de existencia, manifestando una ausencia en el resto de lo que conforma al ser humano.
    Es apariencia de intensidad intelectual, es miedo camuflado como de sed de aprender en libros y de repetir palabras de otros, a los que se reverencia como sabios, lo sean o no.
    Entonces, la persona se enclaustra en su torre de marfil, detrás de sus hojas, a memorizar, a repetir lemas, a enajenar su pensamiento para permanecer absorto, sin real presencia.
    Lo que pudiera ser conocimiento empleado para el bienestar, es solamente una pesada cadena de ideas, palabras, rumiaciones y rumores. No se produce, no se cultiva, no se elabora, no se avanza, no se experimenta, para amurallarse tras supuesta sabiduría. Quizás lo fuera, en su justa medida.
  3. El ojo crítico se emplea para agredir, como lacerante punzón, que atraviesa sin piedad y sin respeto.
    La pregunta no se utiliza para provocar el pensamiento ni permitir aflorar la verdad, sino como instrumento de sometimiento, para la burla, para silenciar la oposición.
    La agudeza destructiva, que encuentra hasta pequeños resquicios para introducirse y ejercer presión hasta quebrar la oposición, así somete a sentimiento de impotencia para que reine el EGO.
     
  4. ¿Cómo puede usarse el ingenio, la creatividad, para embotar a la persona, para dejarlo en estado de impotencia?
    Tal vez, ¿generando dudas obsesivamente? ¿Inventando mil excusas para no realizar lo necesario? ¿Ideando planes que seguramente terminarán en sufrimiento? ¿Usando de la propia capacidad intelectual para abusar del que quizás está menos favorecido?
    Sí, hasta el humor y la genialidad en las manos del EGO sirven para atormentar a quien lo posee y a quien es víctima.
  5. Cuando uno se excede en favores a otros, puede terminar vaciándose, agotándose, cansándose, para dejar de lado el bien y pasarse a la queja, la reprimenda, la desazón, la envidia, el agotamiento, la depresión.
    Pero, también está el factor que oprime al otro, porque de tanta generosidad mal aplicada, se apabulla al receptor, no se le deja crecer por sí mismo, no se le posibilita que madure y fortalezca, se le somete a la vergüenza de ser un perpetuo receptor y no un socio activo de la creación.
    Sí, sin dudas, la bondad fuera de cauce es como la lluvia torrencial que ya no es portadora de bendiciones sino que lleva a inundaciones, pérdida de cosechas, amargura por doquier.
  6. El afán obsesivo por la justicia puede llevar a la dureza, a la falta de misericordia, a tener siempre un motivo para castigar sin aliviar en nada la soga alrededor del cuello del pecador.
    Al no existir la perfección, la estricta y severa justicia no pierde oportunidad para manifestar su juicio y ejecutar su sentencia.
  7. Al pretender la igualdad en extremo, se deja de ver las naturales y normales diferencias de cada uno. El igualar con rasero no sirve para repartir con equidad, sino para diluir los recursos de manera ineficiente y preservar en la injusticia.
    También, a veces es necesario que la persona disfrute de su soledad, sin tener que estar pendiente de compartir su tiempo con otros. Todos juntos todo el tiempo no es saludable, tal como solo todo el tiempo tampoco lo es.
  8. De tanto querer controlar, uno puede pretender controlar lo que no se puede ni debe controlar, lo que termina en derrota, dolor, impotencia.
    También, al mantenerse inamovible en sus principios de manera excesiva, no es sinónimo de firmeza noble, sino de mera terquedad e incapacidad de flexibilidad.
  9. Cuando se confunde el concepto de humildad y se lo lleva a un extremo de total aceptación de todo, se termina por admitir lo inadmisible, lo que lleva a ser cruel con el inocente y permisivo con el culpable.
    La humildad no significa comportarse como un saco de boxeo, ni se debe aceptar el maltrato como “un regalo del cielo”, pues ese exceso de receptividad es otra estrategia de EGO para mantener a la persona bajo su primado.
  10. El exceso de optimismo es mantenerse en un mundo de fantasías, de falsa fuerza mística, de supuestos universos orquestados para satisfacer al soñador.
  11. Dedicarse a la acción sin sopesarla, sin balancearla, sin tomarse un tiempo para el descanso, ¿es saludable?

¿Te reconoces en alguna de las imágenes que he bosquejado?
¿Tienes algunas sefirot para perfeccionar por estar excedido en ellas?
¿Qué te queda pendiente para disfrutar de la bendición que constantemente cae del cielo para ti?
¿Puedes compartir algún otro ejemplo de excesos de cosas positivas que por ello se convierten en antagónicos a la salud?

Sefirot personales

En la tradición cabalística se hace mención a las sefirot, las esferas de manifestación divina.
Nosotros las empleamos, modestamente, como una herramienta que nos ayuda a comprender a la persona, su realidad, y cómo instrumento que la encamine por senderos de bendición.
Tenemos bastante escrito y compartido al respecto, te invito a que lo busques, encuentres, leas, aprendas, y experimentes.
Ahora te daré una idea sencilla, que espero te sea de provecho y bendición.

Veremos rápidamente algunas características de cada una de estas sefirot como fortalezas de la persona, como sus cualidades positivas para cultivar, desarrollar, mejorar, perfeccionar, aspirar.

  1. Conectividad, sentido de la unidad del todo, anhelo por cumplir lo dictado por el Eterno, espiritualidad (que no es lo mismo que religión o religiosidad).
  2. Conocimiento, aprender, estudiar, profundizar, la sana curiosidad, beber de las fuentes de la sabiduría.
  3. Espíritu crítico, capacidad analítica, preguntar con tino y deseo de descubrir.
  4. Creatividad, ingenio para la aplicación práctica del intelecto, inteligencia, adaptación mental, humor.
  5. Generosidad, bondad, amabilidad, empatía, amar, atención por el otro, establecer lazos positivos con el resto de la creación y particularmente el prójimo.
  6. Límites, justicia, ecuanimidad, equilibrio, concentración, encontrar el punto exacto para que el exceso no perjudique.
  7. Cooperación, relaciones de fraternidad, igualdad, trabajo en equipo, formación de lazos sociales saludables, perdón.
  8. Valentía, firmeza, lealtad, fidelidad, liderazgo, control, enfoque, capacidad de esfuerzo, expresividad.
  9. Autocontrol, receptividad, humildad, aceptación, resiliencia, procrastinación positiva, gratitud.
  10. Comunicación auténtica, prudencia, mesura, discreción, lenguaje de bendición, optimismo.
  11. Realización, acción, trabajo, materialización, pasión.

¿Te reconoces en la imagen que está representada por este bosquejo?
¿Tienes algunas sefirot para perfeccionar?
¿Estás haciendo una correcta labor con lo que tienes a mano?
¿Cuáles son tus fortalezas?
¿Y tus debilidades?
¿Qué te queda pendiente?

El ilusorio poder de acusarte

Mencionamos en un post reciente nuestra idea y creencia, en concordancia con la Tradición sagrada, de que todos los seres humanos somos hijos de Dios, sin más trámite, sin requerimientos extraordinarios, sin requerir la fe en nada.
A diferencia de la religión que establece discriminaciones negativas entre los que son hijos del dios, que oh coincidencia es parte de esa religión, con los que no son “creyentes” y por tanto son hijos de algún demonio, menos que humanos, merecedores de escarnio, destinados al terror de algún infierno o almas atormentadas a las cuales “convertir en creyentes”.

¡Qué notable diferencia!
Los que pregonamos la igualdad de los seres humanos ante Dios, por ser todos hijos de Dios por derecho naturalmente divino (sigue este link si deseas más información).
Y los que establecen castas, donde algunos son amados y otros repudiados. Un notable y terrible ejemplo, de muchos más, es el que dice: “En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo; todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios.” (Primer libro de Juan, capítulo 3, verso 10).

Si pudieras usar tu fino razonamiento desprovisto de emotividad, y sin estar secuestrado por el EGO, ¿cuál crees tú que sería la opción más acertada, más verdadera, la de evidente origen celestial?
Sin mucho análisis, bien pronto quedaría establecida la evidente realidad de nuestro planteo, de que todos somos hijos de Dios.

Y, sin embargo, con ver a nuestro alrededor podemos descubrir que es el dogmático, tóxico, negativo y falso planteo religioso quien lleva mayor número de adherentes.
¿Cómo puede ser esto?
¿Cómo explicar que una tremenda distorsión de la realidad, una afrenta a la dignidad humana, un atropello a la esencia divina de cada persona, sea la que recolecte mayores seguidores y apoyo?
¿Qué es lo que está pasando?

Te brindaré una posible respuesta. 
Los esclavos del EGO suelen usar la manipulación emocional, entre otras toscas herramientas, para lograr atraer la atención, ejercer cierto autoritarismo, obtener ventajas a costa del sacrificio ajeno y disfrutar de una ilusión de poder.
Una vertiente de la manipulación es la que recurre a la amenaza, al miedo. Habitualmente también al sentimiento de culpa.
Entonces, se dirán/escucharán cosas tales como: si no haces esto te castigaré, si no obedeces mi dios te maldecirá, si te alejas de “la doctrina” marcharás al infierno, si no me atiendes me pasará algo terrible y tú tendrás la culpa, estuve cocinando para ti toda la tarde ¿y ahora me dices que no comerás?
Al disparar estas balas, o similares, se apunta al EGO del interlocutor, para hacerlo doblegar por su propio sentimiento de impotencia, y que de esa manera quede inerme, indefenso, a merced del manipulador y le brinde la atención o la satisfacción de la necesidad que le aqueja.
La bala disparada por el manipulador podría despertar reacciones activas del EGO de la víctima (llanto, grito, pataleo y los derivados de éstas), para que esto no suceda, el manipulador tiene ensayado (consciente o inconscientemente) un discurso (o le sale de manera instintiva), de manera tal de potenciar la reacción pasiva del EGO (desconexión de la realidad), así la víctima actuará en beneficio del manipulador y no se le enfrentará (en principio).
Es importante que entiendas el proceso que te estoy describiendo, si te quedan dudas relee, piensa nuevamente, comprende lo que te quiero explicar, trata de descubrir si tú actúas como manipulador o manipulado, luego sigue avanzando en la lectura.

Entonces, la gente al tener miedo de ser acusados de hijos del diablo se someterán a cualquier atropello, aceptarán de mejor o peor gana la manipulación, con tal de recibir la confirmación que no son malos, que no están destinados al terror, que tienen algún tipo de poder, que son hijos de un dios inexistente.
Corren apurados a entrar a los antros de tortura emocional, para que les afirmen que no son hijos del diablo sino que son hijos de dios.
Porque saben que si no se congregan, si no comulgan, si no son parte del show, si disienten, pueden ser amenazados con infiernos eternos, se les negará la “salvación”, serán objeto de burla y presión social. Entonces, se someten, resignados o no, se dejan encerrar en esas cuevas de miseria a las que llaman “casa de dios”.

¡Qué ilusión de poder tienen los líderes religiosos que manipulan con amenazas y dulcifican con prometidas esperanzas!
Sus rebaños se mantienen detrás de ellos, consumidos por el malestar pero siendo seguidores. Ellos mismos son mecanismo de dominación del rebaño, son instrumentos en manos del clérigo para mantener la situación de terror.

Por otra parte, en la vereda completamente enfrentada están, estamos, los que decimos que no es con manipulación que se debe formar comunidades. Los que afirmamos que todos somos hijos de Dios. Los que creemos y sostenemos que no va en fe y en obediencia ciega la fidelidad al Eterno, sino en actos de bondad y justicia para con el prójimo. Los que promovemos la construcción constante de shalom, de dentro hacia fuera. Los que sabemos que la vida eterna no es para un grupito de creyentes, sino un destino compartido por todos, sin embargo dependerá de nuestras acciones concretas el grado de placer que se obtendrá.
Y sin embargo, este mensaje claro, luminoso, sagrado, espiritual, verdadero, de libertad, de shalom, es rechazado por las masas. Se nos dan las espaldas. Hasta se enojan y agreden, en vez de aceptar el regalo eterno que se les está ofreciendo gratuitamente.

Sí, como puedes ver, cuando le decimos la verdad a la gente, de manera franca y sincera, no los sometemos a manipulación, les abrimos los ojos a la libertad y la felicidad; pero, escogen ser como ciegos y sordos, para mantenerse en estado de impotencia, en la creencia de que tienen un origen negativo, de que no serán “salvos” en modo alguno. Hasta que el comerciante de la fe, el manipulador les inventa una suerte de familiaridad con su dios la cual deben comprar a precio bastante caro.                                                                                                                  

Prefieren la bajeza antes de la verdad y la vida.
Prefieren que se les acuse de crímenes y pecados que no han cometido, que se les someta a burla y degradación, que se les maltrate y amenace, que se les exonere de ser hijos del diablo si se esclavizan a la falsedad del EGO.

Qué cosas… ¿no?

Desenmascarando idolatría 1

Autor: Mateo Gabriel, Argentina

En esta primer aporte quisiera hablar sobre la idolatría de Jesús y la forma de sus seguidores llegar a la gente. Ellos siempre te presentan a Jesús como salida a tus problemas como salvador,como amor verdadero,como sanidad y la constante amenaza o se puede decir Presión de que si no lo aceptas te vas al infierno ¡Pobre gente la que arrastra esta idolatría! Por eso voy a enumerar las "palabras" que ellos dicen que Jesús los hace hablar y también junto a esto voy a poner la verdad detrás de las artimañas de esta horrible idolatría

1)La mas conocida Jesús te ama porqué dicen que murió por los pecados de toda la humanidad y lo peor que resucito para salvarlos. A que persona no le causa impacto cuando le dicen que lo ama otra persona? ¿cuanto mas alguien que erróneamente se lo cree un mesías de Dios te diga por sus "mensajeros" que te ama y todo lo que hizo por el ti? Es una absoluta forma del hombre de imponer su idolatría atacando a el EGO de la persona de forma directa jugando con sus mentes

2)Te citan el versículo "cree en el señor Jesucristo y serás salvo tu y toda tu casa" ¿quien no querría ver a su familia bien y que se "salve" (palabra que inventaron ellos)? creo que todos pero aun así Jesús se contradice cuando dice en mateo10:31 al 36 dice que no vino a traer paz y que vino a poner disensión al hijo con con su padre a la hija contra su madre. ¿Como alguien que es de Dios va a poner disensión al hijo con el padre o a la hija con la madre sabiendo que es un mandamiento de Dios honrar padre y madre? Y si supuestamente para ellos hay que estar bien con Dios para ser "salvo" ¿como alguien que no cumple un mandamiento de Dios va a estar bien con Dios o va a ser "salvo"(como inventaron ellos)? Como se puede ver esto es un invento del hombre porque hay mucha contradicciones

3)Siempre que este enfermó te van a decir que es por los demonios o el diablo otra mentira de ellos (que jamás aparece en la tora o mal llamado antiguo testamento) para mentirte que Jesús te puede liberar de esos inventos sanándote. Pero voy a desmentir esto citando pasajes de la tora o mal llamado antiguo testamento

Ved ahora (por el castigo) que Yo rebajo y Yo exalto, y que no hay otro dios conmigo. Yo hago morir y hago vivir, Yo hiero y Yo curo; y no hay quien pueda librar de mi mano a los que pecan contra Mí.

Deuteronomio 32:39 tora

Como podrán ver Dios es el único que hiere y sana nadie mas,si bien puede ser que por la idolatría la gente provoque ira del Eterno también pueden enfermarse por causas naturales frio,mala alimentación etc. En ningún pasaje de tora se habla de demonios al servicio de un diablo eso es solo otro invento de la idolatría del evangelio aun en el caso de Job no se habla de satanás como tradujeron a su antojo los cristianos sino que se habla de satan que es ángel adversario que es un ángel al servicio exclusivo de Dios al igual que todos los ángeles,y de los demonios solo se habla de ellos como ídolos que tenían otras naciones haciéndoles sacrificios,en Deuteronomio 32:17. ¿Desde cuando un pueblo idolatra puede saber algo acertado de la creación de Dios? nunca aquí también se puede ver que ellos usan ideas de naciones idólatras al igual que ellos .En fin ellos siempre buscan la manera de asustar y arrastrar a la gente a su antojo para que sigan su idolatría

4)Te dicen que si no aceptas a Jesús te vas al "infierno" otro invento del evangelio. en este tema voy a contar mi experiencia que es horrible hasta podría decir torturante la idea de pensar que hay un infierno porque con eso te tienen a su antojo que si haces esto te vas al infierno,que si dejas a Jesús te vas al infierno,siempre usan formas de tenerte preso en esa idolatría para que no creas en nada mas que en eso,para que hagas lo que a ellos se les antoje como siempre atacando la mente y el EGO de la persona teniéndola presa en esa idolatría.Yo los invito a cualquiera de ellos que me digan,¿En que parte de la tora o mal traducido antiguo testamento se habla de un infierno? en ninguna parte,aun ellos se contradicen cuando dicen que infierno fue echo para el quemar a el diablo y sus ángeles porque luego te dicen que el diablo y los demonios están en el infierno torturando gente ¿Como algo que fue supuestamente hecho para quemar a el invento de diablos y demonios podrían estar allí como si nada haciendo lo que quieren? Como se puede ver el diablo el infierno y los demonios son puro invento de esta idolatría para asustar a las personas fomentando su Ego

5)Te citan un pasaje que tradujeron a su antojo Isaías 53 en el cual en este enlace esta una excelente y acertada explicación http://serjudio.com/personas/sociedad/isaias-53-develado

En fin quien les cuenta todo esto no no es un judío ni ateo u otro idolatra sino alguien que desde que nació lo iniciaron en la idolatría del evangelio,que cuando crecí leyendo me di cuenta de lo errado que esta el nuevo testamento,que leí vi escuche cosas que no cierran ni concuerdan en nada,no saben lo horrible que es pensar q alguien se le puede oponer a un dios inventado por el evangelio,lo horrible que es pensar que no puedes tocar personas mientras no estés bautizado porque si están poseídas puede hacerte daño cosa que te lleva a no tocar ni a alguien necesitado de ayuda por culpa de esa errada y pagana idea. No saben el dolor que siento por esa pobre gente que está presa ahí que dice sentir un gozo que es falso estando presa de esa horrible idolatría,aconsejo a todo el que no entro allí que nunca lo haga y el que esta que busque del Uno y Único Dios quien ha dejado sus mandamientos para que los cumplamos,quien dijo que El nunca cambia y que les pregunta ¿A quien me haréis semejante? Porque no hay Dios sino el Eterno como el ha dicho : no hay dioses conmigo por eso jamás pueden dividirlo a Dios en tres ni decir que Jesús es un dios en fin este es mi primer aporte en el segundo hablare mas de esta idolatría. Mi mayor deseo es que encuentren el verdadero camino de Dios bendiciones

¿Hijos de Dios solo los “creyentes”?

Un apreciado amigo me comentó que una frase en mi texto "Sembrar y fortalecer la autoestima correcta" no le había agradado, porque le recordaba al pirata de la fe del pastor evangélico, que en sus prédicas usaba el apelativo “hijos de Dios” para discriminar negativamente de esa forma a los fieles y salvos de los que estaban perdidos y en pecado.
Porque, es sabido que en esa idolatría –como en otras- se destaca a los fieles como hijos de la deidad, sus favoritos, como pertenecientes a una raza superior y diferente, con derechos sobre los “semi humanos”, quienes son los no creyentes, que son hijos del diablo, que son destinados al infierno, que no merecen respeto ni consideración. Al menos eso es lo que expresa con claridad el Nuevo Testamento, y lo que se ha venido sosteniendo como dogma de fe y llevado a terribles hechos durante siglos. (Un lamentable ejemplo, entre miles o millones: http://paratenervidaabundante.wordpress.com/2013/04/17/que-es-ser-un-hijo-de-dios-carta-abierta-a-quien-pueda-interezar/).

Así, mi apreciado amigo dijo: “…una frase que me molesta un poco More; porque la asocio mentalmente con un significado religioso, la frase es ser "hijo de dios". No se por que la asocio con si Dios hiciera preferencias para ayudar a unos y a otros no. Unos son sus hijos y otros no. Ese termino lo asocio como el sermón dominguero del pastor, que le hace creer a su congregación que ellos son distintos al resto de la población de la comunidad…”.

Por mi parte, me alegro mucho que tuviera la confianza conmigo como para preguntar abiertamente y sin temor.
Esa es la manera correcta de proceder, preguntar y no presuponer.
Es una de las patas que sostiene la Comunicación Auténtica.
Si bien el amigo querido podría aún mejorar un poco en el aspecto de no prejuzgar, porque de hecho se molestó y lo asoció con el negocio de la religión.
Mejor hubiera sido darse cuenta que algo no le cerraba, y en vez de asociarlo con algo negativo y terrible, inmediatamente analizar qué solemos enseñar en nuestros estudios sobre quienes son “hijos de Dios”, de esa forma rápidamente se hubiera dado cuenta que era un error propio de apreciación, y no de este modesto autor del texto en cuestión.
De hecho, cuando se lee el texto que motivo el cuestionamiento del querido amigo, uno no encuentra en modo alguna algo que pudiera parecer que se discrimine entre “creyentes y no creyentes”, entre unos y otros. Afirma en dos oportunidades que somos hijos de Dios, sin exceptuar a nadie.
Entonces, ¿la interpretación negativa estaba en esta lado de la comunicación o en aquel?
Es bueno saberlo, para poder mejorar nuestra manera de comunicarnos, así como para seguir en el camino de desaprender, aprender, crecer, perfeccionarnos, etc.

Porque, como le explique a vuelta de correo electrónico, nosotros en modo alguno usamos el término “hijos de Dios” para diferenciar a una persona o grupo de personas de otras.
Los hijos de Dios NO SON los que tienen cierta fe, los que creen en algo, los que pertenecen a una raza, etnia o religión, ni los que forman parte de determinada secta.
Como afirmamos en, al menos, decenas de textos ya publicados tanto en serjudio.com como en fulvida.com, hijos de Dios somos TODOS los seres humanos, sin excepción.

Lo único es que algunos lo sabemos y vivimos de acuerdo a ello, es decir, tratando de comportarnos como hijos.
Otros lo saben, pero rehúyen conducirse como hijos, y actúan como revoltosos extranjeros.
Otros lo desconocen, pero viven como buenos hijos de Él.
Y están los que lo desconocen y viven casi como antagonistas, sin conciencia, sin moral, sin ética, sin solidaridad, sin respeto, hundidos en idolatría, etc.

Un gentil no es “hijo de Dios” por ser parte de FULVIDA, ni por llamarse noájida, ni siquiera por cumplir con los Mandamientos para las Naciones. Un gentil ES hijo de Dios porque es personas.
Un judío no es “hijo de Dios” por visitar frecuentemente serjudio.com, por comentar mis textos, por estudiar Torá, por donar dinero a la obra que dirijo, ni siquiera por cumplir lo que puede de los mandamientos para Israel. El judío/a es hijo de Dios, tal como el gentil lo es, por el hecho de ser humano.
TODOS somos hijos de Dios.

Como comente líneas más arriba, no es un concepto que recién ahora expreso, ni siquiera es uno que haya inventado yo; por el contrario, desde hace años que he publicado cosas similares, y por supuesto, aunque yo lo piense así no es de mi cuño sino que está en la Tradición y especificado concretamente en la Torá.

Espero que esta aclaración le sirva al querido amigo, así como a otros lectores, para continuar el camino del crecimiento, comportándonos todos como lo que somos: hijos de Dios.
Tenemos tanto por des-aprender para poder aprender.
Tanto por preguntar, tanto por erradicar para dejar lugar a lo mejor.
Entonces, a seguir construyendo shalom disfrutando de lo permitido, haciendo lo que es bueno y justo.

Deseo y éxito

El sabio proverbista nos regaló un acertado análisis de la realidad con la siguiente frase:

"El necio no toma placer en el entendimiento,
sino sólo en exponer lo que tiene en su corazón."
(Mishlei / Proverbios 18:2)

El necio cree que el placer se encuentra al ventilar sus deseos, hablar descaradamente de lo que le apasiona, hacer saber sus creencias (ya que no pensamientos) aunque nadie le pregunte o esté interesado, repetir los lemas que tiene como consignas sagradas, promover su fe ciega y carente de fundamentos.
Allí se deleita el escaso de entendimiento, en esas cuestiones que rondan los tres planos inferiores de su multidimensionalidad: físico-material, emocional y social.
No alcanza a emplear con provecho y utilidad su plano intelectual y pareciera ignorante o indiferente a las guías que provienen de la dimensión realmente espiritual.
Por lo cual, no tiene para él interés, satisfacción o rédito el estudio activo, ni la profundización, ni el análisis, ni la reflexión, ni la pregunta verdadera, ni el adquirir conductas que reflejen su ser trascendente, su Yo Esencial (o neshamá).
Es un depositario de instintos naturales, de mandatos sociales, de postulados aprendidos, de órdenes a cumplir sin sentido, como una poderosa nave que viaja rutinariamente en piloto automático sin poder alcanzar jamás el puerto gozoso para el cual fue creado.
Se queda en una estatura apenas diferente a la del resto de los animales, despreciando así su total potencialidad, su capacidad para desarrollarse y alcanzar los niveles que tiene a su disposición. En una palabra, desperdicia su inmenso capital para regodearse con beneficios pasajeros y escasos.
Pan para hoy, hambre para mañana.
Por supuesto que esta forma de vivir conlleva dolor, miseria, angustia, sufrimiento, hambre, rencillas, violencia, malestar, impotencia, EGO. Ciertamente el necio podrá disfrutar de sus pequeñas parcelas de poder, de su fortuna mal o bien habida; pero por más disfrutes que obtenga en este mundo (que suelen ser escasos habitualmente), igualmente no deja de ser una ínfima parte del bien que tiene a su disposición y desperdicia, desprecia, echa a perder.

Cuando el ideal sería: “El sabio recibe placer del entendimiento, y no expone solamente lo que guarda en su corazón”.
Es alguien que vive su multidimensionalidad plenamente, de manera cabal.
Es espiritual, porque es terrenal.
Disfruta de lo poco o mucho que consigue, porque comprende, aprende, evalúa y sabe.
Si fuera el caso que en lo material no abunde, igualmente ha aprendido a enfocarse en disfrutar del aquí y ahora, sin por ello olvidar su futuro. Se deleita de lo que tiene permitido, sin angustiarse por lo que no tiene. Controla, sin por ello aferrarse a una fantasía de control total. Sí, lleva una existencia menos atrapada en deseos, miedos, ansiedad, culpa, rencor. Por ello, habla con mesura y calma, su expresión es de plácida inteligencia, su visión contempla y comprende.

Nuevamente en la enseñanza del sabio:

"Las palabras de la boca del sabio son agradables, pero los labios del necio causan su propia ruina.
El comienzo de las palabras de su boca es necedad, y el final de su hablar es locura nociva.
El insensato multiplica las palabras, aunque el hombre no sabe lo que ha de suceder. Y lo que habrá de ser después de él, ¿quién se lo declarará?
El duro trabajo fatiga al necio, de manera que él ni siquiera sabe cómo ir a la ciudad."
(Kohelet / Predicador 10:12-15)

Si has venido estudiando las enseñanzas que ofrecemos, seguramente te habrás percatado qué puede estar detrás de la conducta del necio, sí, el EGO (Ietzer haRá).
El necio quiere un sorbo de poder, sentir algo de control, superar su terror a sumergirse nuevamente en la pesadilla de la impotencia, por lo cual hará lo que tiene al alcance para disfrutar de esa apariencia de poder, para hacer como si pudiera manipular la realidad, para obtener placer y escapar del dolor.
Esto se encuentra también detrás del desenfrenado consumismo en el cual vivimos, en todas las trampas y tramoyas para obtener mando, autoridad, riqueza, lo que pudiera aparentar sacar a la persona del pozo de la impotencia.
Pero, es una apariencia, no más.
Porque el miedo es constante, así como la ansiedad, probablemente los sentimientos de culpa, la incapacidad disfrazada de autoritarismo, la violencia en lugar de la negociación, el grito o la burla o la mentira en vez de la comunicación auténtica.
Así estamos, en el reino del EGO.
Encerrados en celditas mentales, en creencias, en sentimientos, en anhelos, en pasiones, en medijo-ledije, en habladurías, en esperanzas vacías, en fe ciega, en religión, en falsedad, atrapados pudiendo ser completos, libres.
Pero no.
Pudiendo ser plenos, libres, felices, gozosos aquí y en la eternidad, escogemos (conscientemente o no) mantenernos limitados, en sufrimiento, en penuria, dilapidando en cuestiones sin valor el tremendo tesoro que tenemos a nuestro alcance.

A veces al posponer la gratificación es un buen ejercicio, y conducta, para alcanzar mayor deleite y especialmente poder.
Como sabes, ya lo mencione, es bueno y sagrado disfrutar de lo permitido; pero cuando corresponde, cómo corresponde, con quien, etc.
No ser necio, para tirar todo por la ventana a cambio de un ratito de sacarse las ganas.
Sino ser sabio, que el entendimiento nos guíe a una mayor perfección en el placer.
Como por ejemplo:

"El necio da rienda suelta a toda su ira,
pero el sabio conteniéndose la apacigua."
(Mishlei / Proverbios 29:11)

Sí, el necio se saca las ganas ni bien puede, cosa que le lleva a frecuentes desastres.
Pero el sabio, sabe contenerse, esperar, entonces o lo que parecía grave se ve con ojos más mesurados, o lo que parecía urgente se percibe como no tan necesario, o lo que se creía como deber resulta ser algo para dejar de lado.
¿Se comprende la idea?

De otra manera:

"La suave respuesta quita la ira,
pero la palabra áspera aumenta el furor."
(Mishlei / Proverbios 15:1)

¿Cuál de las dos te parece que es la que emplea habitualmente el sabio?
¿Cuál la que construye shalom?
¿Cuál la que parece descargar lo malo que uno carga dentro, pero termina sumergiendo en mayor malestar?
¿Cuál la que escogerías para ser dichoso?
Preguntas que puedes responder y actuar luego en consonancia.

Se hizo un experimento con niños pequeños, la famosa “Prueba del Malvavisco”, en la cual se les daba una golosina y se les decía que si esperaban 15 minutos sin comerla recibirían otra. Podían comer esa, si así querían, no había ninguna contra para ello, solamente que no habría recompensa luego.
Era la recompensa ya, comerse la golosina; o contenerse un tiempo con la convicción de obtener el doble de placer material (¿y mucho más por la consigna cumplida?).

Aquí te dejo un video del mismo:

Posponer la gratificación para alcanzar mayor gratificación

¿Cuáles chicos te parece que tuvieron mayores dificultades en la adolescencia?
¿Cuáles los que estaban habituados al sacrificio para obtener éxito?
¿Cuáles los mañosos que se obstinaban para recibir de regalo todo, y cuáles los que hacían su parte para alcanzar los objetivos?
¿Cuál quisieras ser tú?

Según dicen los que saben, el poder posponer la gratificación es un componente del éxito.
No es el único, pero es importante en la receta del suceso.

Los que viven a la sombra del EGO, reaccionan con sus herramientas: golpe, grito, llanto, desconexión de la realidad y cualquiera de sus derivados más o menos sofisticados.
¿No me das lo que quiero? Te pego, te insulto, te robo, te manipulo, te miento, te humillo, engordo, adelgazo, me corto, no te hablo, salgo con otra, me drogo para no sentirme débil…
¿La vida es “injusta” conmigo? Me violento, insulto, me quejo, me enojo, pego, manipulo, amenazo, me hago la víctima, usurpo, robo, maltrato, humillo, me humillo, como de más, me drogo para no sentirme maltratado…
Trato de ver para otro lado, imaginar que algún dios vendrá a rescatarme mágicamente, intento con libros de autoayuda brujeril, me suicidio –más lento o más rápido-, me hundo en mi celdita mental, con los barrotes de mis creencias que me limitan, me asfixian, y en verdad son solamente aire.

Para cambiar, debemos actuar diferente y modificar nuestras creencias.
Dejar de repetir lo que tenemos programado, el libreto, y comenzar a escribir lentamente la propia obra de nuestra vida.
Ya no ser más un actor de una pésima pieza literaria, ni un títere, ni un robot mandado por el EGO; sino una persona multidimensional, completa, compleja, que acepta sus fracasos y sus éxitos, que trabaja para avanzar, que tolera el contratiempo, que disfruta de lo permitido, que controla lo que puede controlar y lo que no lo deja fluir.

Cambiar las líneas del programa que nos mantiene esclavizados por creatividad, pensamiento, preguntas, libertad.
¿Cómo?
¡Haciéndolo!
No esperar a cambiar para cambiar, sino ir cambiando mientras se cambia.
Sin aguardar milagros, ni soluciones rápidas, ni la píldora que todo lo soluciona, ni el dios que viene a salvarnos de nuestra propia debilidad.
Tenemos la capacidad para perfeccionarnos, para no ser necios y si ser sabios.
Todos.

Entonces, piensa en grande.
¡Que pienses no que repitas lemas!
¿A dónde quieres llegar?
¿En qué puedes crecer?
¿Cuál es el objetivo a corto plazo que alcanzarás hoy?
¿Qué paso estarás dando para obtener tu éxito a largo plazo?
Haz, pero haz ahora y no te detengas a quejarte, ni a hacer pésimas inversiones, o a disfrutar de gratificaciones que no te corresponden.

Y cuando pienses, y hagas, recuerda ser solidario.
Esto es, amar.
Porque el amar es hacer por el otro algo positivo, sin esperar NADA a cambio, y sin que por ello te perjudiques.
¡No sabes la cantidad de bendición y éxito que consigues al colaborar con el bienestar de otros!

Además, ¡enfócate!
Está presente, no actúes de manera automática.
El EGO tiene su importante función de alarma y de rescate en contadas circunstancias de peligro reales, pero es muy mal amigo cuando toma el control en el resto de las situaciones.
Pero, tiene una ventaja, su tiempo de reacción es de unas pequeñitas fracciones de segundo anteriores a la zona del cerebro más desarrollada.
Entonces, en lugar de reaccionar de inmediato, mejor hacer esa pausa “sagrada” para tomar contacto con la circunstancia, reconocer nuestra reacción automática y no darle paso, sino derivarla y permitir que sea nuestra parte racional y pensante la que actúe y responda.
Para ello, un aliado importante es el respirar correctamente, de manera consciente.
Toma nota de lo que sucede, admítelo, no lo niegues, no lo reprimas, pero tampoco lo manifiestes.
Más bien, evalúa y responde desde lo profundo de tu neshamá.
Que el AMOR venza al EGO, que la LEY venza al EGO.

No te angusties si sigues cayendo en errores, ¡¿has pasado mucho tiempo con el mismo hábito cómo pretendes cambiarlo de la noche a a la mañana?!
Sigue entrenándote, sigue aprendiendo, sigue desaprendiendo, sigue compartiendo, sigue construyendo shalom.

"¿Quién es el hombre que desea vida? ¿Quién anhela años para ver el bien?
Guarda tu lengua del mal, y tus labios de hablar engaño.
Apártate del mal y haz el bien; busca la paz y síguela."
(Tehilim / Salmos 34:13-15)