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Excusas

Hay un arte que solemos ir perfeccionando por su uso cotidiano: el inventar excusas.

Como a veces nos parece conocer el significado de una palabra, pero no sabemos expresarlo, comparto contigo lo que el diccionario trae: “Motivo o pretexto para eludir una obligación o disculpar alguna omisión” (Diccionario de la lengua española © 2005 Espasa-Calpe).
La definición es clara, entendemos que la excusa se usa para no hacer algo o porque no hicimos algo.
Lo sabemos sin recurrir al diccionario, por experiencia propia ya que la hemos empleado en mil ocasiones durante la última semana, así como la usaron con nosotros en otras tantas.
Desde las cuestiones banales hasta las trascendentales, sea hacia otros o hacia uno mismo, no tarda en aparecer la excusa.
¿Estás de acuerdo o tienes alguna excusa para darme/darte?

De acuerdo a lo que venimos aprendiendo, la excusa se basa en la herramienta pasiva del EGO (desconexión de la realidad), la cual se emplea para evitar el sentimiento de impotencia y, probablemente, conseguir manipular a otros para obtener algún beneficio por medio de un poder-falso.

En el primer diálogo registrado de la humanidad, el de Serpiente con Javá/Eva ya encontramos la primer excusa.
Fue una que Eva pensó para habilitarse a disfrutar de algo que tenía prohibido.
Ella tuvo el deseo, luego el ingenio para inventar la excusa, y entonces obtuvo “misteriosamente” el permiso para hacer lo que no debía hacer.
Presta atención:

"Entonces la mujer vio que el árbol era bueno para comer, que era atractivo a la vista y que era árbol codiciable para alcanzar sabiduría. Tomó, pues, de su fruto y comió. Y también dio a su marido que estaba con ella, y él comió."
(Bereshit / Génesis 3:6)

Un instante antes ella había expresado:

"-Podemos comer del fruto de los árboles del jardín.
Pero del fruto del árbol que está dentro del jardín ha dicho Elokim: ‘No comáis de él, ni lo toquéis, no sea que muráis.’"
(Bereshit / Génesis 3:2-3)

¿Qué pasó para que de repente se olvidara lo que ella misma había dicho?
¿Cómo fue que se atrevió a traspasar un límite claramente impuesto por el Todopoderoso?
La respuesta: porque supo idear una excusa y creer en ella.
El árbol era bueno para comer, que era vistoso, y seguramente daría a quien lo probara conocimientos inaccesibles de otra forma.
Sí, probablemente el árbol era bonito de ver, ¿pero ello significaba que era “bueno para comer”?
(En un aparte, ¿no debiera ser el fruto bueno para comer y no el árbol? Cerramos el aparte).
Y si realmente con su vista uno descubría su sabor, ¿eso significaba que daría conocimiento a quien lo probara?

Ella quiso, ella deseó, ella inventó una excusa para hacer lo que no debía.
¿Cuál fue su sentimiento de impotencia?
El desear y saber que no debía consumar aquello que deseaba.
Alguien le había impuesto un límite, le había marcado un tajante “no”.
No era cualquier “alguien”, sino el Rey de reyes, el Creador de Todo, la Ley en Sí mismo.
Aquel que es TODOPODEROSO, por tanto no experimenta la impotencia.
Ese “alguien” dijo “no”, y ponía a Eva en situación de real impotencia, de no poder.
Entonces, el EGO, el viejo y perpetuo EGO le susurró la idea genial, la excusa por medio de la cual se degradaba el no hasta hacerlo un extraño “sí”.
Si ella hubiera sido firme a la Ley, a la consigna, sin dar vueltas innecesarias se habría ahorrado la acción prohibida, pero prefirió hacer de cuenta que tenía poder allí en donde en verdad era impotente. Se inventó la excusa para estar desconectada de la realidad y actuar según su deseo, en este caso idéntico a su EGO.
Como suele ocurrir, las consecuencias negativas se producen por la acción u omisión producto de la excusa, porque por más que uno pretende que la realidad es otra, igualmente la realidad se impone y sucede lo que tiene que suceder.

¿Cuál hubiera sido la mejor opción para Eva?
¿Qué hacer en lugar de excusarse?

Podemos señalar que cuando dejamos de inventar excusas y afrontamos los eventos de nuestra vida con compromiso y responsabilidad, posiblemente estaremos dando pasos firmes para el crecimiento, la unificación, la armonización, la construcción de shalom (interna y luego externa).
Piénsalo.
Toda vez que diste una excusa, a ti o a otros, lo hacías para escapar de tu obligación. Esto puede salvarte momentáneamente de “pagar los platos rotos”, pero tarde o temprano se cumple aquello de que “nada es gratis en la vida”. De una u otra forma deberás pagar, hacerte cargo. Quizás no de la manera que crees, tal vez te parezca que se puede vivir zafando, pero el universo se encarga de acomodar las cosas (hay algo que se llama Justicia Divina, ante la cual todos rendimos cuentas finalmente).
Por ello, las excusas que parecen una salida fácil y elegante, son profundizar los problemas, diversificarlos, complicarse para dentro de un rato.
Sería más satisfactorio comportarse con asertividad y ánimo resolutivo, que incluye aceptar las consecuencias negativas cuando las hubiere, así como pedir perdón, solucionar lo que se ha estropeado, etc.

En ocasiones las excusas son extremadamente insidiosas, aparentemente espirituales y de contenido sacro, pero que no dejan de ser terribles escollos para el bienestar de la persona y su medio.
Mira la mentira que Serpiente dijo a la mujer para que se atreva a oponerse a la Ley del Eterno:

"Es que Elokim sabe que el día que comáis de él, vuestros ojos serán abiertos, y seréis como Elokim, conocedores del bien y mal."
(Bereshit / Génesis 3:5)

Sí, es otra excusa, que está montada en una mentira (¿o no lo es?).
Serpiente quiere que la mujer coma del fruto del árbol que tiene prohibido, para lo cual la lleva por caminos extraños. Le habla con insistencia, le hace fortalecer el deseo, razona con ella para que no tema, explica que no hay ninguna consecuencia negativa, que la prohibición se debe a un temor del Dios porque Él no quiere que las personas adquieran una virtud propia de Él. El fruto da poder, esa es la idea. Un poder digno de un dios. Algo que la Ley veda para que las personas no alcancen un grado de divinidad, de ausencia de impotencia. Susurra Serpiente con habilidad, promete poder, el fin del sentimiento de impotencia.
Sí, es una excusa “sagrada”, hacer de la persona una divinidad, ponerla a la altura de Dios.

Te cuento algo que quizás no te habías dado cuenta.
Eso mismo suelen hacer las personas a menudo, en todas las épocas y lugares.
Cuando rezan y esperan que Dios les sirva, que les cumpla sus antojos. Porque el rezo es visto como una especie de control remoto que somete a Dios, lo obliga a trabajar en provecho del que reza. Cual genio de la lámpara, que espera satisfacer el deseo del orante. ¿No te ha pasado alguna vez? ¿Tal vez hoy mismo, si es que has rezado?
Desde nuestra honda impotencia queremos que el Todopoderoso haga lo que nosotros no podemos o no queremos hacer.
¡Dios, dame trabajo! Pero no salgo a buscarlo.
¡Dios, dame dinero! Pero no trabajo.
¡Dios, dame sanidad! Pero no me cuido ni visito al médico.
¡Dios, dame una esposa! Pero me quedo encerrado en mi pequeño círculo.
¡Dios, dame, dame, dame! Porque, ¿no está Dios acaso para proveernos de satisfacción a cambio de algún ritual o de algún canto?
Es triste, es lamentable, es común.
Creo, pero no estoy seguro, que hasta incluso es blasfemo.
Y se acrecienta con todas esas supersticiones que a tontas y locas la gente añade a su vida, y hasta le dan estatus de santidad porque algún sujeto con supuesta autoridad las avala (vaya uno a saber el motivo egoísta, in-excusable, para hacerlo). Cintas rojas, manitos, ojitos, libritos, cartelitos, fotitos, piedritas, cartitas, aritos, anillitos, pancitos con formitas, migajas que sobran del menú de una supuesta autoridad, etc. varios que llegan incluso a tomar algunos preceptos para efectos mágicos (ejemplos: mezuzá para protección de casas, tzedaká para obtener ganancias económicas, honrar a los padres para llevar una larga vida, cumplir para hacerse un lugarcito privilegiado en el paraíso, entre otras).
Y cada una de las abominaciones supersticiosas vienen certificadas por excusas que convierten al Todopoderoso en un títere mojigato, que solamente debe cumplir lo que el supersticioso reclama.

En lo personal, y te pido perdón por darte mi humilde opinión, es más de lo mismo que Serpiente dijera en el primer diálogo registrado de la humanidad.
Queremos obtener el poder de dioses, ser una deidad, o manejar a nuestro capricho a Dios.
Entonces, con aires de religiosa piedad nos imaginamos que cada una de nuestras conductas tienen una pátina sagrada, que imponen sobre la realidad nuestro deseo.
Y no nos damos cuenta que seguimos cometiendo una y otra vez el mismo error, quebrantar la Ley con la supuesta convicción de cumplirla.
Seguimos comiendo del fruto del árbol prohibido, mezclando el bien con el mal, pintando de bueno aquello que no lo es.

Oh sí, las excusas están por todas partes.
Ahora mismo estás pensando alguna para no seguir leyendo, para declarar que estás en contra, para enojarte…

Otro ejemplo de insidiosa excusa de perfil religioso es la que afirma que “todo es para bien”, con la creencia de que efectivamente lo malo también es bueno, puesto que se cree que todo viene de parte del Creador y Él no es injusto ni provoca daños sin motivo bondadoso. Si bien es una poética poderosa, un estupendo argumento del EGO, no deja de ser una excusa para vivir fantaseando, negando la realidad de mal, lo que cada uno tiene para hacer para corregir su propia personalidad y así contribuir al “tikún olam”, que es la corrección del mundo.
La maldad, el daño sin sentido, la injusticia, lo dañino son reales y son malos, no es negando su presencia como mejor construiremos shalom (interno y externo).
Lo cierto es que si cuando acontece algo malo damos la excusa de que todo es de Dios, así que eso no es malo, nos desviamos de la buena senda. Lo mejor sería encontrar qué podemos aprender del suceso adverso, cómo elaborar a partir de ello algún sentido trascendente, qué podemos hacer para corregirnos y corregir al mundo. Así, afrontando con responsabilidad y compromiso la realidad, no andamos trastabillando con excusas mágicas y por el contrario realmente empleamos el pensamiento positivo y la confianza en que Dios es bueno Y justo.

Otra del grupo insidioso espiritual es la que encuentra en las dificultades pruebas de Dios, castigos divinos, resultados de pecados y por tanto no emprende acciones realmente reparatorias, de modificación de conductas o actitudes. Se deja en esa vaga dimensión religiosa el motivo para los pesares y así no crecer y desarrollarse.
¿No es una manera de echar la culpa a Dios (dios, dioses, destino, karma, suerte, etc.) y así mantenerse en estado de impotencia, a merced del EGO?

Es que, echar culpas es uno de los cantos favoritos entre las excusas.
Que fue como me educaron, que son los políticos, que el país está a la miseria, que la situación internacional, que los masones-judíos-sionistas-comunistas-fascistas-etc., que yo hago todo lo posible pero mi esposa es necia, que mis hijos están en malos ambientes, que la TV-internet-video juegos son los grandes males del siglo, que aquel y ese otro también, todos tienen su parte de la culpa y por eso ahora yo me excuso y evado mi responsabilidad y compromiso.

Por supuesto que las excusas no se dan solo en el ámbito de lo espiritual, o religioso (que es absolutamente otra cosa), sino en cada uno de los planos de existencia. Remarcamos en este momento con algunos ejemplos que aplican al ámbito de lo espiritual, o religioso, pero tú sabes bien que las excusas van y vienen en casi cualquier momento del día por casi cualquier cosa. Sea hacia uno mismo, para otro, en lo grande y pequeño.

Recuerda que tienes control sobre un número limitado de cosas, puedes procurar un sano control sobre otras, pero la vasta mayoría queda por fuera de tu área de dominio.
No tienes cómo reformar tu pasado, por más que culpes y lamentes, es inamovible. Pero tienes el poder de darle un sentido diferente, que apunte a lo saludable, aquí y ahora. Uno de los instrumentos poderosos es el arrepentimiento sincero, en caso de que tuvieras tú parte de la responsabilidad de haberte salido del buen camino. Esto no cambia el pasado, pero te permite hacer lo que está a tu alcance para vivir mejor el aquí y ahora.
No tienes forma de marcar a tu antojo el futuro, por más que te angusties y estés ansioso, aunque hagas extraños pactos con dioses y fuerzas ocultas, el futuro es inexistente. Pero tienes el poder de arar, abonar, irrigar, sembrar, cuidar para que eventualmente en el futuro puedas recoger tu cosecha. Si te limitas a vivir el presente, con la excusa de que es el único tiempo que existe (lo cual es cierto), estás solamente haciendo eso… dando una excusa. El futuro está cimentado en el presente, que para él es pasado. Tus decisiones, acciones, conductas, actitudes, omisiones de hoy necesariamente tendrán efectos en la posteridad. Entonces, puedes planear hacia dónde quieres dirigirte y caminar hacia allá. Porque es este momento, aquí y ahora lo que te dará la oportunidad de realizar un futuro más satisfactorio.
No tienes cómo controlar a otra persona, puedes emplear la manipulación, ejercer el autoritarismo, privar de libertad, hacer de cuenta que realmente tienes poder sobre la otra persona, pero supongo que tú no eres un sádico, malvado, abusador, sicópata, por lo que no te entregas a esos terribles “juegos” de falso poder. Por lo cual, el otro finalmente no está bajo tu control. Pueden coexistir, negociar, vencer y ser vencidos, pero el otro es otro y su decisión no depende de tu control. Aunque sea tu hijo, padre, esposo, mejor amigo, la persona que tú crees conocer y manejar, no está bajo tu dominio.

Es necesario cuestionar tu sistema de creencias, ver en dónde te dejan en estado de impotencia (real o sentida), darte cuenta de las excusas que inventas, asumir el poder allí en donde estás habilitado a ejercerlo. No eres hereje por usar tus capacidades para preguntar, para aventurarte a pensar diferente, para actuar dentro del marco de la ética en procura de mejorar tu existencia y la del entorno.
Las excusas religiosas, con fanatismos y hacerse la víctima son solo eso, excusas.

Como ser multidimensional (espiritual, intelectual, social, emocional y físico) puedes y debes desarrollar tus potencialidades para disfrutar de lo que es lícito y permitido. Encontrar tu poder y usar de él, para tu beneficio sin que por ello perjudiques a otro.

Deja de lado las excusas, porque la excusa surge por un sentimiento de impotencia e inmoviliza en la impotencia.
Puede venderse como una respuesta, una solución, pero es el problema y su profundización.

Vive aquí y ahora, conoce tus limitaciones y acepta las que no puedas modificar, y trabaja con paciencia, amor, respeto, lealtad, constancia, bondad y justicia para mejorar aquello que es perfectible.
No precisas de las excusas, sino del AMOR.

En estos días que van de Rosh haShaná a Kipur me parece necesario tener en cuenta esta enseñanza, sea para corregirla o para corregirnos.
Te deseo lo mejor y que puedas disfrutarlo.

Mashiaj: profundización y repaso

  1. ¿Cómo saber que X persona es realmente el Mashiaj?
  2. ¿Por qué solamente la nación judía tiene derecho a decidir acerca de lo que atiene al Mashiaj?
  3. ¿Cuáles eventos históricos ocurridos durante la vida del profeta Ieshaiá/Isaías dan luz a algunas de sus profecías mesiánicas más famosas?
  4. ¿Qué llevó a la gente a la errónea creencia de que el Mashiaj es un ser supernatural, una especie de dios, semidios, o superhéroe?
  5. ¿Cómo se explica que la gente siga a falsos mesías?
  6. ¿Cómo se explica que la gente enfrentada a las evidencias que demuestran la falsedad de un postulante a mesías, igualmente se aferran a esa creencia?
  7. ¿Por qué en el judaísmo es un principio básico el creer que el Mashiaj vendrá?
  8. ¿Dónde deberá ejercer el Mashiaj? ¿Por qué?
  9. ¿Cómo se vincula al Mashiaj con la profecía? Cinco respuestas.
  10. ¿Cómo crees que cambiaría tu vida con el Mashiaj?
  11. ¿Qué cosas te parece que deberían suceder para que el mundo acepte al verdadero Mashiaj?
  12. ¿Cómo sabemos que aún no ha venido el Mashiaj profetizado?
  13. David haMelej fue Mashiaj. Esto es verdadero o falso. Argumenta.
  14. Vincula Meguilat Rut con Mashiaj.
  15. Vincula Shofar con Mashiaj.
  16. Vincula Sidur con Mashiaj.
  17. Vincula Israel con Mashiaj.
  18. Vincula Dios con Mashiaj.
  19. Vincula Pesaj con Mashiaj.
  20. Vincula Iom haAtzmaut con Mashiaj.
  21. ¿Cómo se compuso el personaje ficticio de “Jesús/Ieshu/Ieshúa”?
  22. ¿Por qué no debiéramos decir “Antes/Después de Cristo”?
  23. ¿Cómo sabemos que no todo falso Mesías fue una persona perversa o con malas intenciones?
  24. ¿Hay que tener FE en el Mashiaj?
  25. ¿Hay que CREER en el Mashiaj?
  26. ¿Qué papel juega la fe en el tema del Mashiaj?
  27. Si alguna persona es postulada como Mashiaj, ¿qué se debe cotejar para resolver la cuestión?
  28. Si una persona que se postula como Mashiaj fallece antes de cumplir con todas las verdaderas profecías mesiánicas, ¿qué podemos concluir?
  29. ¿Cuáles son las desgracias que provocaron, voluntariamente o no, los falsos mesías?
  30. ¿Todas las profecías mesiánicas tienen el mismo valor de confirmar la idoneidad del Mashiaj?

El amo del tiempo

El futuro aparece en la mente de muchos como una ocasión de angustias, de incertidumbre, de dudas, de miedos, de pavores.
¿Será padre? ¿Seré buen padre? ¿Tendré trabajo? ¿Mis hijos me sobrevivirán? ¿Sufriré? ¿Sufriré al morir? ¿Moriré joven? ¿Enfermaré? ¿Tendré amigos? ¿Me irá bien? Cualquier pregunta que desde lo emocional o desde lo filosófico se pueda plantear, se planteará.
El misterio de lo no existente nos reclama, nos llama, nos atrapa para hacernos zozobrar y perder la senda que estamos recorriendo ahora.
De tanto girar y girar alrededor de lo imposible, marchitamos lo posible.
Las energías se escurren tratando de atrapar la arena o agua con nuestras manos, queriendo detener lo que ni siquiera tiene movimiento.
Peleamos con un palo en contra de la oscuridad, (cuando sería más fácil y provechoso prender la luz, ¿no?), y en eso se pierde el tiempo, el presente, la única vida que tenemos que es aquí y ahora.

Entonces, se quiere de alguna forma respuestas, algo que rasguñe esa cortina del tiempo y que nos deje vislumbrar jirones de otro tiempo, de lo que vendrá.
Como si de esa forma se pudiera obtener un elixir en contra de la inseguridad.

Si el pasado nos puede colmar de sentimiento de culpa, de rencores, de vergüenza, de negación, es el futuro (lo que imaginamos de él) lo que nos ahoga con miedo.
Nos aprieta en impotencia.

Queremos quitarnos de encima ese amargo malestar, esa imposibilidad honda, esa inutilidad.
En vez de ir construyendo el futuro con decisiones y trabajo, rasqueteamos la oscuridad para esperar pasivamente y sin hacer nada realmente provechoso.
Queremos, de alguna forma, dominar aquello que no es dominable, controlar lo que no se puede controlar, lo que quizás no existe.
Porque, ¿el futuro existe en el presente?
Y si de alguna extraña manera pudiera ser que el tiempo es una sincronía que aparenta continuidad, ¿habría modo de saltar al futuro para regresar, o abrir una ventana para echar una mirada allí?
Supongamos que se eso pudiera ocurrir, sea con ciencia, sea con “magia”, ¿tendríamos mayor poder sobre nuestra vida? ¿Dominaríamos nuestros terrores? ¿Seríamos más felices? ¿Encontraríamos la manera de construir un sentido trascendente a nuestra existencia?

No saber el futuro, no saber siquiera si hay algún futuro para nosotros (quizás al terminar de leer esta palabra nos sorprenda la muerte), no saber…
Sufrir por ello, estar estremecido por miedos y extraños pensamientos, debilitarse, no avanzar, no construir, simplemente estar sin estar.

Quizás el remedio para mitigar la pena esté en manejarnos con la idea segura y clara de que solamente tenemos este aquí y ahora, no otro tiempo, no otra vida, no una vida descarnada luego de la muerte, no una vida en otro cuerpo tras una creída resurrección, sin magia, sin saltos cuánticos, solamente con este tiempo y lugar.
Quizás hay una vida en un mundo espiritual luego de la muerte terrenal, esa es la creencia de muchas religiones y una básica en el judaísmo. Pero no tenemos evidencia material, no hay pruebas aunque se presenten relatos, anécdotas y citas de personas más o menos célebres.
Quizás haya reencarnación, tal como está de moda creer e incluso algunos ilustres sabios profesan. No lo sabemos y todo aquello que presentan como evidencias, son mitos, cuentos o cuestiones que pueden tener explicaciones alternativas mucho más sencillas y probables.
Lo cierto, es que nada de esto es demostrable. Reside en la creencia y ésta a su vez en la inestable fe.
Quizás esto y quizás aquello, pero la única certeza (al menos por ahora) es que el único tiempo es ese fugaz presente que tienes ahora, aquí.

Puedes aprovecharlo para disfrutar de lo permitido, mejorarte como persona, ayudar a tu prójimo, construir shalom, elaborar un posible futuro con mejores perspectivas.
O puedes no aprovecharlo, porque esperas que el futuro se haga presente como un destino fatal, como un acontecimiento que sucede sin que tú intervengas, como esa sombra misteriosa que cuando nos alcanza ya no es más futuro sino presente.

Yo prefiero escoger lo que representa la vida, que es el aquí y ahora, todo dentro de lo permitido.
Porque es la manera más eficiente y positiva de elaborar un posible mejor futuro.
Pero, ni siquiera con los mejores ladrillos podemos tener la certeza completa de que tendremos un futuro, siquiera alguno breve, y que esté será radiante y pleno.
Recuerda que no lo dominamos y cuanto más pretendemos controlarlo, más nos hundimos en sentimiento de impotencia, más nos duele, más tropezamos sin atinar a levantarnos.

Así pues, haz algo de bendición para tu vida y la de quienes te rodean.
No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy.
Es bien cierto que en pocos días dará comienzo otro año universal (el que comúnmente llamamos año hebreo o judío), el 5774, y por ello se llenan las personas de buenos deseos, salutaciones, rituales, promesas, balances, etc. que en gran medida quedan en el cajón de los olvidos antes de llegar a las dos semanas del año.
Porque se toman fechas importantes para el ritual, el encuentro, la mímica de acción, y dejar todo como está, en la impotencia, en el afán de controlar aquello que es incontrolable.

¿Qué harás tú, mi amigo?

Secreto de continuidad

Menciona la parashá Nitzavim: «No sólo con vosotros hago yo este pacto y este compromiso solemne; ciertamente es con el que está aquí con nosotros hoy, delante del Eterno nuestro Elokim, y también con aquel que no está aquí con nosotros hoy.» (Devarim / Deuteronomio 29:13-14).

Hacer un pacto que compromete a los que están presentes y conformes, es comprensible y lógico; pero, ¿qué validez tiene un convenio que recae sobre los que no están presentes, tales como las futuras generaciones?

Rabbi Meir quiere explicar el concepto de convenio hereditario con el siguiente Midrash (Shir haShirim Rabbá 1:4): “Cuando los israelitas llegaron a las montañas del Sinaí para recibir la Torá, descubrieron que Dios solamente se las confiaría si eran capaces de valorar debidamente tan preciosa joya.
Él les dijo: ‘¿Quién es vuestro asegurador que certifique que ustedes guardaran mi Torá?’
Entonces los judíos dijeron: ‘Nuestros ancestros serán nuestros fiadores’.
El Eterno respondió: ‘Ellos no son suficiente, tienen sus propias faltas y precisan ellos mismos quien los avale’.
Los judíos dijeron: ‘Si no aceptas a nuestros antepasados, acepta a nuestros profetas, porque ellos darán testimonio por nosotros’.
Pero el Eterno respondió: ‘También en vuestros profetas encuentro falta, por lo que ellos también precisan de garantes. Intenten una vez más’.
Los judíos, recién liberados de la esclavitud de Egipto, vieron a los Cielos y dijeron al Eterno: ‘Si Tú nos entregas tu Torá, nosotros te entregamos a nuestros hijos’.
Respondió Dios: ‘Ya que ustedes me ofrecen a vuestros hijos, Yo les entrego mi Torá’”.

Una posible interpretación podría ser la siguiente.
Los antepasados, con todos sus méritos, no sirven para garantizar los compromisos del presente. Ellos no están aquí y ahora, su influencia puede ser más o menos importante, pero no decisiva. Ya que son los vivos quienes deben tomar decisiones y llevarlas a cabo. El pasado tiene su lugar, es bueno conocerlo y aprender de él, pero no sirve para garantizar las decisiones actuales. Un inteligente hombre dijo: «Quien quiera prever el futuro debe consultar el pasado, porque los eventos humanos siempre se asemejan a los de anteriores épocas. Esto surge del hecho de que son productos de los hombres que, han sido y siempre serán, animados por las mismas pasiones y así necesariamente deben tener los mismos resultados«. (Nicolás Maquiavelo, “Los discursos”).

Los profetas, líderes, sabios, los que tienen mayor conocimiento y experiencia, sirven de maestros porque ellos nos muestran con inteligencia el panorama, pero somos nosotros los que debemos verlo. El maestro tiene que hacer su parte, pero también el alumno tiene que hacer la que le corresponde, para que de esa forma sea posible el aprendizaje, el desarrollo. Si el que guía pone lo mejor de sí, pero quien debe acompañarlo no lo hace, no hay continuidad.

Entonces, explica el Midrash, solamente cuando los que están presentes toman sobre sí el compromiso de hacer lo que tiene que hacer, con la mejor voluntad y destreza, para cumplir integralmente con su propia tarea, es que están sirviendo ejemplo vivo para los que vienen tras de ellos.
Por esto es que los hijos se convierten en la garantía de que habrá permanencia, porque son los padres los que hacen todo lo posible para que ellos reciban, aprendan, valoren, cumplan y trasmitan. No se depende de lo que otros hicieron o pudieran hacer, sino del esfuerzo y dedicación honesta de cada uno, cada cual haciendo su parte, para que de esa forma las futuras generaciones se integren efectivamente a la cadena de la Tradición.

Éste, quizás, es uno de los secretos de la vigencia y actualidad de la Torá y de la continuidad en el pueblo judío.

Estando a pocos días de Rosh haShaná, quiero desear para ti y tu familia un buen año, lleno de noticias positivas, de salud, bienestar y paz. Que sepamos ser garantes de todo lo bueno que recibimos a diario.

Shana tová umetuka, Shabbat shalom umevoraj.
Moré Yehuda Ribco

Así te someten

Compartiré contigo algunas de las técnicas de manipulación psicológica de grupos sectarios (partidos políticos, religiones, etc.), ¿las has visto/sentido en funcionamiento?:

  • Amenaza+miedos+promesas
    Te amenazan con infiernos y castigos varios, en este mundo pero en especial luego de la muerte en donde no tienes ninguna elección ni control. Llenan de miedos, en todas las dimensiones de la existencia pero en especial de aquello que es tremendamente incontrolable e imposible de conocer, lo que ocurriría en un futuro “apocalíptico”, o luego de la muerte.
    Al mismo tiempo te presentan la que ellos insisten es la única solución y remedio, la esperanza segura para salvarte de la perdición. O estás con ellos, o sufres.
  • Conmigo eres “más que vencedor”
    Te aseguran y “demuestran” que eres incapaz de obtener seguridad, éxitos, avances, felicidad, estabilidad, salud, nada si nos es a través de ellos. Te hunden en sentimiento de impotencia y cuando parece que sales te vuelven a sumergir. El mensaje es que solamente con ellos estás en paz, sin ellos estás perdido. Y se encargan de que lo sientas y no dejes de sentirlo. Para lo cual usarán cualquier método de presión, amenaza, confusión, engaño, falsa amistad, etc.
  • No questions
    Los que preguntan, cuestionan, dudan, generan espacios de verdadera reflexión, son dejados de lado, son tildados de traidores o locos, se prohíbe estar en contacto con ellos –ni siquiera saludarles, son sometidos a burlas, injuriados, presionados para callar, obligados a rectificarse públicamente, expulsados, maldecidos, o cosas peores.
  • Repetirrepetirrepetir
    Te insisten una y otra vez con los mismos temas. Pueden venir coloreados de maneras diversas, pero el mensaje es repetitivo, continuo, que se va convirtiendo en una melodía que te penetra hasta la última neurona y la vas tomando como verdad por el mero hecho de su repetición. Te van creando, de esta manera, un hábito, un automatismo, una segunda naturaleza creada a su antojo y conveniencia.
  • Lemas de hinchada (hooligans)
    Te rodean de lemas breves e impactantes, los cuales canturrean sin parar. Ese estribillo repetitivo, aburrido, muchas veces incoherente pero que tú adquieres y repites sin darte cuenta. No piensas en las palabras, simplemente las dices, una y otra vez, una y otra vez, y luego te dejas llevar por su contenido sin siquiera analizarlo.
    Apuntan a la zona del cerebro que no realiza análisis racionales, sino que adquiere patrones de conducta irracionales. De esa forma logran manejarte, aunque hagas de cuenta que te estás resistiendo.
  • Ahí fuera está el maligno
    Se encargan de que todo lo de fuera sea malo, enfermo, infernal, demoniaco, pecaminoso, herético, mentira, ciegos, etc. Se ensañan en particular con aquello que pudiera ser un camino para despertar la conciencia y librarse. Ese es el “enemigo” más odiado. Se incluyen libros, internet, TV, prensa, programas radiales, universidades, personas, etc. Aislara la persona de influencia “perniciosa” se convierte en una obsesión, un requerimiento de la fidelidad y un requisito para obtener la promesa de salvación.
  • Mentiras valoradas como verdad
    Siembran dudas en el inconsciente de la persona, para corroer la voluntad, obstaculizar el análisis y así impedir el cuestionar la validez de los “mantras” y dogmas oficiales. Va más allá del ataque directo, es una estrategia que apunta a lo inconsciente, a la repetición de una mentira hasta transformarla en una aparente verdad. Al mejor estilo del malvado Goebbels, o del astuto engañador de Tarso. Suelen ser pequeñas frases, unas pocas palabras, pero que se alojan en la memoria y acuden a la consciencia cada vez que se trata de pensar sobre aquello que se ha “demonizado”.
  • La fuente de la verdad
    Si lo dice el líder, si se dice en nombre del líder, si está escrito en las doctrinas del líder, entonces es verdad, aunque la ciencia, la evidencia, la realidad manifiesta demuestre lo contrario o algo diferente. Si es el pensamiento del grupo, es verdad, irrefutable, eterna, no negociable, a no ser que el líder diga otra cosa –incluso si fuera disparatada o que niegue lo anterior-.
  • Premios para el sumiso
    Se premia y estimula a los que son fieles, seguidores, repetidores, sumisos, discípulos, leales, etc. Esto se hace de manera también pública, demostrando que las promesas se cumplen y que aquel que se desvía sufre, pero el que se mantiene dentro del grupo es premiado. Se crea así un patrón de conducta inconsciente, similar al que se emplea en el entrenamiento de mascotas, en las cuales se refuerza la conducta que se desea por medio de estímulos positivos, en tanto que se castiga de alguna forma aquello que no se desea del entrenado.
  • La fe necia sobre/ante todo
    Cuando, de alguna forma, alguna persona inquiere racionalmente pero de manera ingenua, dentro del patrón de sumisión, probablemente no se le castigará de inmediato, ni se le censurará con energía, sino que se afirmará que la fe ciega es más poderosa que cualquier pensamiento humano. ¿Quién sabe más más, Dios, el pastor, el líder, la camarilla de dirigentes, el maestro, etc.; o el de fuera, el individuo, el traidor, el hijo de Satanás, el de otro grupo, tú? Por encima del intelecto se pone la fe ciega (pura emoción descontrolada) en las palabras del grupo, esas son las únicas que tienen valor y validez. Aunque desde fuera rompa los ojos la necedad de tal postura, para quien está dentro del grupo la única vía posible es la que ofrece el grupo.
  • La potencia de la ignorancia
    Cuanto más irracional, imposible, improbable, falta de racionalidad, sea la doctrina, con mayor empeño se la defiende, sostiene y promueve. El hacer sentir ignorante a la persona, incapaz de comprender lo “básico” de la creencia del grupo, lo impulsa a aferrarse a ella con el afán de llegar un día a entender, o de aparentar hacerlo hasta el punto de creerse la ilusión que se la entiende. Nadie quiere pasar por inepto, tonto, inculto, hereje, fuera del grupo, falto a la fe, por lo que el esfuerzo por aparentar ser sabio es un aliciente para esclavizarse más al grupo y sus mensajes. Los que no entienden, repiten. Los que no repiten, participan sistemáticamente de las congregaciones. Nadie quiere el escarnio de la ignorancia.
  • Vergüenza
    Hacer sentir ridículo, y especialmente cuando la burla viene desde los que supuestamente saben y tienen el poder, es un arma muy eficaz para manipular. Pueden repetir una y otra vez el mismo argumento hueco y sin sustancia, acompañado por dosis de sarcasmo y burla hiriente, lo cual dejará pronto sin ganas de argumentar al que pudiera oponerse, aunque tuviera bases firmes y éticamente correctas. Provocar la vergüenza actúa de manera potente en el oscuro arte del sometimiento, atacando a la persona, sus dichos, actos, sentimientos, ideas, cualquiera de las cosas que sirvan para tirar abajo su posición en el grupo.
  • Ellos o nosotros
    No hay términos medios, no hay claroscuros, solo hay nosotros (vida, verdad, el camino) y “los otros” (muerte, mentira, sufrimiento).
    Presentan como imposible encontrar algo bueno o rescatable en lo de los otros, cualquier cosa es negativa. Si hubiera algo de fuera que es tomado, se lo hace pasar como si en su origen los otros lo hubieran usurpado o corrompido de su verdadera fuente.
  • Misiones
    Es habitual, aunque no siempre, que se trata de atraer gente al grupo, a la verdad de la doctrina del líder. En ocasiones es por actos de bondad, que disfrazan la intención misionera; a veces es con astucias y engaños; otras es aprovechando momentos de debilidad para hacerles sentir el poder del grupo; otras es por la fuerza, con amenazas, presiones o incluso violencia física. Lo que esté al alcance para fortalecer al grupo, negar las inconsistencias, someter a los que pudieran escapar hacia fuera.
  • Abusos
    No faltan los abusos de todo tipo, en cualquiera de las dimensiones de la persona. Desde cosas banales y en apariencia sin importancia, hasta las más absurdas atrocidades. Todo es válido, en tanto mantenga sometida a la persona a los dictados del grupo, del líder, del dogma.
  • Rituales
    Se practican rituales repetitivos, que no tienen fundamento histórico o racional, pero que sirven para automatizar ideas, creencias, imponer la sumisión al líder.
  • Distintivos
    Se usan ropas, emblemas, símbolos, artefactos que distinguen a los del grupo de los otros. En ocasiones el protocolo de vestimenta es sumamente estricto, llegándose a estigmatizar a quien lo rompe aunque sea mínimamente.
    El líder, por lo general, usa símbolos que manifiestan su jerarquía absoluta y su poder por sobre el resto.
  • Bondad como carta de presentación
    Asumen un rostro amistoso, caritativo, simpático, bienhechor, benefactor, redentor.
    Es evidente que no desean ser considerados fanáticos, extremistas, peligrosos, sectarios, intransigentes, sino todo lo contrario. Entonces se llamaran “píos”, “justos”, “sabios”, “santos”, “salvos”, “científicos”, “iluminados”, “despiertos”, “conscientes”, “libertarios”, “del amor”, cualquier otro nombre que los relacione con lo positivo y vital. E incluso llevarán a cabo obras de beneficencia, de solidaridad, de difusión de buenos valores.
    Sin dudas que es una puerta de entrada para muchas personas que precisan de los favores materiales, o de las promesas de bondad emocional. Luego, cuando la persona ya está dentro del grupo, quizás se sigan manteniendo los actos solidarios, pero el tormento de la cárcel multidimensional no es gratuito.
  • Poderoso caballero es don dinero
    Suelen procurar que las personas donen ingentes cantidades de dinero, bienes, propiedades, mucho tiempo para las actividades del grupo. Esto no solamente es para proveerse de riquezas, sino que también saben que es una manera de llevarlos a mantenerse esclavos de los designios del grupo. Se explica por aquello de la Disonancia Cognitiva. Entonces, los diezmos, donativos, ofrendas, sacrificios, caridad, etc. no solamente tienen una evidente finalidad monetaria, sino una mucho más profunda que es la de ahondar el sometimiento de la persona, aquel que paga enormes impuestos para hacerse así cada vez más esclavo “voluntario” de sus opresores.
  • El líder rico y ostentoso
    Se promueve a que el líder viva en holgura, riqueza, ostentación, aunque contradiga principios de humildad o “espiritualidad” que el grupo y la doctrine prediquen. Es que el líder está por encima de los dogmas y cuanto mayor poder demuestre, más cierta es su palabra. Así, el seguidor puede vivir en extrema pobreza pero dará religiosamente los diezmos, donaciones, contribuciones, etc., y aunque vea que su líder paradójicamente vive en extrema riqueza, eso le llenará de satisfacción y orgullo, no de envidia, celo o enojo. La riqueza y poder del líder representa que el grupo es verdadero y su doctrina verdadera.
  • El chivo expiatorio
    Hay que tener siempre un algo/alguien a quien culpar de los males, el peor, la más miserable criatura de todas, la incapaz de redención, la totalmente maligna. Ese es el mayor enemigo, aún peor que el que podría ayudar a despertar la conciencia (que ya mencionamos antes). Cuanto más irracional, atroz, fantasioso, improbable, ilógico sea el enemigo, mejor sirve a la causa de dominar a los seguidores del grupo.
  • Amo de todo
    Pero el grupo, y en particular el líder, es un ser superior, con lazos en esferas de poder y supra naturales, con una incuestionable inteligencia y sabiduría, capaz de conocer y comprender de todo y opinar de todo. Él decide, él juzga, él condena, él absuelve. Él representa a las deidades, o es una de ellas. Todo lo que hace el líder es bueno y bendito, aunque para el observador de fuera sean evidentes perversiones, errores u horrores; sin embargo, el mensaje para los de dentro es que el líder es tan superior que no puede comprenderse sus acciones, o algo bondadoso oculta su evidente maldad, o que se revelará la verdad finalmente. La negación y la idealización son llevados al extremo, a lo absurdo.
  • El líder puede lo que el grupo no
    El líder prohíbe x cosa, que el luego hace. El grupo no precisa que el líder se excuse o renuncie, ya que todo lo que el líder hace está bien. Incluso cuando atenta contra el grupo. Pero, solamente el líder se puede permitir esas licencias.
  • El universo
    La estructura es cerrada. En el centro está el “líder”, luego la “doctrina”, alrededor la “camarilla” de discípulos directos del líder, luego el “grupo” con sus redes y jefes de células. Ese es el universo.
  • Dentro del universo
    Toda la vida debe girar en torno al grupo, estudio, trabajo, familia, diversión, días festivos, momentos difíciles, todo absolutamente todo debe involucrar al grupo.
  • El omnipresente y omnisapiente
    El líder suele escoger para los individuos, incluso en aquellas cuestiones que son personales y no precisarían en principio la intervención del líder. Cosas como nombres de hijos, lugar de residencia, con quien casarse, si consultar al médico, inversiones financieras, destino para las vacaciones, todo pasa a depender de las elecciones y decisiones del líder. De no poder consultar con el líder, se lo hace con sus delegados, quienes tienen el poder gracias a la unción del líder y no por otro mérito. O, se recurre a las ordenanzas doctrinarias que dependen del beneplácito del líder, o son su obra.

Por supuesto, cada una de estas técnicas no es más que la aplicación práctica y terrible de las herramientas básicas del EGO.
En política, en religión, en grupos sociales, allí están.
Seguramente podrás reconocer alguna, o todas.
¿Quieres contarnos cómo viviste cada una de ellas?
¿Podrías decirnos qué hiciste para salir de allí?

Lo que pudiste aprender de chico

Si conoces a una persona que:

  • miente de forma patológica, no para obtener algún tramposo beneficio en particular;
  • es extremadamente riguroso y exigente, o totalmente desordenado;
  • es sumamente estricto consigo mismo;
  • comienza mil proyectos para no terminar ninguno;
  • es hipersensible;
  • encuentra excusas para no disfrutar, y si lo hace se justifica para que comprendamos que no tenía más remedio que hacerlo;

probablemente conoces a alguien que ha sido criado en un hogar disfuncional.

Ha aprendido del ejemplo de sus mayores estas conductas, o las ha desarrollado como mecanismos de defensa ante las agresiones o la ausencia de sus mayores.
Si las aprendió de sus mayores:

  • alguno de sus padres (o criadores) mentía;
  • era exigente en extremo o descuidado;
  • manifestaba desagrado y descontento por sus propias acciones, omisiones o dichos;
  • nunca finalizaba sus tareas o vivía de ilusiones que no concretaba;
  • estaba atento a cualquier señal de ataque o falla;
  • llevaba una existencia de quejas, sufrimiento, falta de dicha.

Si son mecanismos defensivos, probablemente:

  • alguno de sus padres le hacía sentir tanto miedo que recurría a la mentira para escudarse, o él mismo creía que lo que era/hacía tenía tan poco valor que era mejor inventarse una vida ficticia para recibir un poco de atención, aprecio, amor;
  • alguno de sus padres le demandaba perfección, le encontraban fallos o desprolijidades a cualquier cosa que hiciera, no valoraban positivamente ninguna de sus acciones correctas, solamente estaban para castigar o desmerecer; o se le hacía ocupar roles incoherentes a su edad/maduración, tales como hacerse cargo de la casa, ayudar a criar a hermanitos, mediar en conflictos de pareja, etc.;
  • debía someterse a propias manifestaciones de desagrado para de esa forma mitigar la humillación que recibiera de parte de alguno de sus padres, o inconscientemente creía de esa manera generar menor posibilidad de ser castigado por la autoridad de fuera; es también una manera de manipular al otro, haciéndole sentir culpa por estar sometido a tal degradación;
  • se le hacía sentir inútil, inefectivo, carente de fuerza o ingenio, despreciable, que nada de lo que hiciera tenía alguna utilidad o provecho;
  • debía estar atento a cualquier señal de ataque, por más leve e indirecta que fuera, para poder prevenirse de males mayores, lo que le llevaba a ser un detallista conocedor de gestos, entonaciones, situaciones;
  • cree que no se merece nada bueno, que todo lo malo lo tiene ganado por el destino, su ineptitud, su malicia, etc.

Por supuesto, detrás de todo esto se encuentra el EGO, que hace hundir a la persona en el sentimiento de impotencia y le aleja de reales soluciones a sus problemas.

Es posible ayudar a esta persona a encontrar una mejor manera de realizarse en la vida.

Poner ingenio

Una tableta de Alka-Seltzer hacía su trabajo a la perfección y el público consumidor lo sabía.
La empresa quería más ventas, más beneficios, siempre de manera legal, por supuesto.
¿Qué idearon?
Una amistosa y simpática publicidad en la cual se introducía indirectamente la idea de que solamente con DOS tabletas del producto se obtendrían los mismos beneficios que hasta ahora con UNA.
Los viejos consumidores quizás se aferraron a su conocimiento y experiencia, pero el mercado se renueva.
Los jóvenes, los que nunca había usado el producto, ¿qué hicieron?
Tomaron de a dos y aconsejaban lo mismo a quien quisiera escucharles.
Cuando alguien mencionaba que una bastaba, era mirado de reojo, como si fuera ignorante, avaro, raro, aferrado al pasado y sin ánimos de cambiar.
La presión social, junto a la publicidad, llevó a que todo consumidor usara dos tabletas.
http://www.snopes.com/business/genius/alka-seltzer.asp

La torta pre hecha Betty Crocker no tenía demasiado éxito de ventas.
Era algo muy extraño, pues ofrecía buena calidad a un excelente precio, pero además: ¡cero esfuerzo! Se agregaba agua, revolvía, al horno y al rato una exquisita torta, como la de la abuela, pero sin complicarse la vida dentro de la cocina y con recetas.
¿Cuál era el misterio de su fracaso?
Se hicieron los estudios científicos pertinentes, y se llegó a una notable conclusión: la gente quería hacer algo, que no fuera tan fácil, que se sintiera que aportaban de alguna manera, o quizás que lo demasiado simple y barato no debe ser tan bueno como aquello que cuesta más o hay que esforzarse más.
¿La idea ingeniosa?
Hacer que la gente trabaje un poco más, aunque fuera realmente innecesario.
Entonces se les indicó hacer el preparado y agregar un huevo. ¡Para nada! Pero eso llenaba las expectativas de estar haciendo algo, de ser útil, de estar preparando comida casera. Las ventas se dispararon.
http://www.consumerbuyingbehavior.net/2013/03/10/1-egg-1-consumer-psychology/

El brebaje Chivas Regal precisaba aumentar sus ganancias, ¿cómo?
¿Reducir costos de producción? ¿Bajar la calidad? ¿Promociones multimillonarias? ¿Defraudar al fisco?
¡No!
La solución fue aumentar escandalosamente de precio.
Cuando la gente no conoce de un producto, suele mirar el precio y asocia lo barato a poca calidad, lo caro a lo mejor.
De manera mágica, de un día para el otro el mismo whiskey pasó a ser del montón a un monarca, por el mero hecho de que el consumidor debía “invertir” hasta lo que no tenía para adquirirlo y disfrutarlo.
Si cuesta es bueno… es el mensaje implícito.
Pero además, por la magia de la Disonancia Cognitiva, por la cual nos aferramos a lo que en el fondo sabemos/sentimos que es falso o incorrecto, pero que decidimos creer que es verdadero. Hemos pagado tanto, hecho tanto, colaborado tanto, que ahora seguiremos en esa senda, a pesar de que es un fracaso, porque… ¿cómo justificamos el tiempo/dinero/etcétera perdidos? ¿Cómo admitimos que nos equivocamos tanto si podemos seguir en la senda del error sin tener que reconocer nada? ¿Cómo llevar la contra hasta lo que hasta hace un minuto sostenía como la cosa más firme y cierta del universo? ¿Cómo contradecir a los otros, que me dicen que siga como un borrego la misma ceguera? Triste, pero más común de lo que quisieras reconocerlo…
http://www.ehow.com/facts_7569473_chivas-regal-effect.html

Con estos tres ejemplos que te he dado de la vida real, te encomiendo algunas tareas:

  1. ¿Qué hacer para mejorar tu vida?
  2. ¿Qué propones para aumentar la eficacia y amplitud de la tarea que llevamos a cabo en este sagrado hogar?
  3. ¿Qué harás para desprenderte de las falsedades que atesoras como si de oro se tratara?
  4. ¿Comprendes ahora un poco más el poder que tienen las sectas, los fanatismos, los supuestos santos que solamente imponen cada día más y más reglas tontas y restrictivas, llenan de supersticiones, te manipulan hacia la impotencia para seguir ellos detentando el poder?

Escucho tus comentarios constructivos.

Hermanos, juntos en armonía

"[Canto de ascenso gradual. De David] ¡He aquí, cuán bueno y cuán agradable es que los hermanos habiten juntos en armonía!
Es como el buen aceite sobre la cabeza, el cual desciende sobre la barba, la barba de Aarón, y baja hasta el borde de sus vestiduras.
Es como el rocío del Hermón que desciende sobre los montes de Tzión [Sion]; porque allá enviará el Eterno bendición y vida eterna."
(Tehilim / Salmos 133:1-3)

Los “hermanos” pueden ser literalmente hermanos.
También se interpreta como los judíos entre sí, pues son todos descendientes de los mismos patriarcas.
Algunos lo ven como una alusión directa a la relación entre Moshé y Aarón; entre ellos no había competencias sino complementación.
Otros comprenden que refiere a los momento de comunión entre los judíos, cuando se construye shalom, y por tanto hay sintonía con el Eterno.
Otros visualizan aquí una referencia a las cinco dimensiones del ser humano, todos ellos son “hermanos”, que juntos forman a la familia (la persona).
Cualquiera sea la idea, el mensaje es claro y preciso: donde los que son allegados viven en armonía, el resultado es el bien y la delicia.
¿Quieres disfrutar?
Entonces presta oídos a estas sencillas y breves palabras.

Ellas tienen la “magia” del óleo de unción al momento de ungir al Sumo Sacerdote.
Como la fresca y necesaria humedad que vitaliza la vida.
Son un “secreto” para llevar una vida de gozo y plenitud.

La unidad entre allegados es el recipiente idóneo para recibir la bendición de lo Alto, así como la vida eterna.
Puede llover sobre tu cabeza mil y una bendición, pero si no hay paz en ti, no podrás disfrutarla.
Tus cuentas bancarias pueden estar repletas de dinero, pero si te falta la armonía, igualmente eres pobre.
Te rodean cientos de “amigos”, que pretenden tu poder, fama, riqueza, prestigio, pero estás solo y sin que a nadie le importes si no construyes shalom.
Podrás ser profundamente religioso, llenarte de rituales y palabras muy bellas, seguir al pie de la letra cada ley y costumbre con el comentario al margen incluido, pero si careces de armonía multidimensional, te falta todo.

Es un mensaje poderoso para todos los días, para cuando tengas oídos, mente y corazón para aceptarlo.
Pero es particularmente necesario en estas fechas, los días previos al Iom haDin, cuando debemos irnos preparando de manera multidimensional para rectificarnos y crecer en verdad.

Aprovecha el momento para hacer la paz contigo mismo, así podrás extenderla con tu prójimo, y afinarte para ser el mejor receptáculo para la bendición que te trae todo lo bueno.
No depende de Dios, ni de ángeles, ni de rabinos, ni de nadie, solamente de ti.

¿Cómo hacerlo?
¿Cómo perdonar, arrepentirse, hacer lo correcto, vivir una vida de sentido, cómo?
¿Cómo aterrizar estas bellas palabras, teoría, que flotan en el alto monte Jermón de las ideas inspiradas, aquí en el llano, en donde vivimos de manera cotidiana?
¿Cómo hacer para estar en paz con uno mismo, para poder estarlo con el que vive a nuestro lado?
¿Cuál es el secreto?

Todos y uno

En la parashá se menciona unos de los preceptos que se cumplen exclusivamente en la tierra de Israel: en determinados años se daba el diezmo (10%) de la cosecha a los levitas, extranjeros, huérfanos y viudas.

La preocupación por el bienestar de los menos favorecidos socialmente es habitual en la Torá, no solamente en nuestra parashá. Son varios los mandamientos que implican acciones de bondad y justicia.
Esto se enfatiza particularmente ahora, en los tramos finales del relato de la Torá, cuando el pueblo está a escasos días de ingresar a la tierra de Israel.
Como es sabido, la época de milagros constantes y guía profética va cediendo lentamente, para que los israelitas puedan ir adquiriendo cada vez mayor protagonismo en las decisiones de sus vidas.
Es como si Hashem se hiciera a un lado, cual un padre con su hijo que va creciendo y asumiendo mayores compromisos y responsabilidades. Si el padre no le da un lugar activo al hijo, si no le permite experimentar su libertad, si no admite que escoja y reciba las consecuencias de sus actos, difícilmente el hijo podrá asumir independencia y madurez. Por ello, los milagros evidentes y la profecía se van reduciendo, para que sean los judíos quienes hagan milagros con sus acciones cotidianas y manifiesten la Voz de Dios por medio del estudio y enseñanza de las sagradas fuentes de la tradición.

Que los menos favorecidos no queden relegados es un punto focal en la Torá. Pero, al mismo tiempo se evita que haya un paternalismo que agobie a las personas. Que el que da no se fastidie o se sienta abusado; que el que recibe no se vea limitado en sus opciones para independizarse y ejercer su real poder. Por ello, la idea de la Torá no es solamente “caridad”, sino TZEDAKÁ, que es la mezcla perfecta de bondad y justicia.
Recordemos las palabras de los Sabios: “La justicia (tzedaká) y los actos de bondad (jesed) equivalen al resto de las Mitzvot de la Torá.” (Talmud Ierushalmi Peá 1:1)

En estos días previos a Rosh HaShaná intensificamos tres acciones: TESHUVÁ, TEFILÁ y TZEDAKÁ (arrepentimiento sincero, rezos, bondad-justicia). Porque con esas herramientas estamos mejorando nuestra vida y la de nuestro prójimo.