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Shekel completo

En la parashá Ki Tisá nos encontramos con una porción también conocida como Shekalim:

"(12) ‘Cuando hagáis el censo para obtener el número de los Hijos de Israel, según los que sean contados de ellos, cada uno dará al Eterno el rescate por su persona. Así no habrá mortandad entre ellos, cuando hayan sido contados.
(13) Esto dará todo el que sea contado: medio siclo conforme al siclo del santuario. El siclo tiene 20 geras. La mitad de un siclo será la ofrenda alzada para el Eterno.
(14) Cada uno que sea contado, de veinte años para arriba, dará esta ofrenda alzada para el Eterno.
(15) Al entregar la ofrenda alzada para el Eterno a fin de hacer expiación por vuestras personas, el rico no dará más, ni el pobre dará menos del medio siclo.
(16) Tomarás de los Hijos de Israel el dinero de las expiaciones y lo darás para el servicio del tabernáculo de reunión. Ello será un memorial a los Hijos de Israel, delante del Eterno, para hacer expiación por vuestras personas.’"
(Shemot / Éxodo 30:12-16)

Se codifica como mandamiento, el numerado 105 en la cuenta del Sefer HaJinuj, que cada judío mayor de 20 años de edad, sin importar su condición económica o social, debía contribuir con un medio shekel, a ser entregado como aporte para las obras del servicio a Dios en el Templo dedicado a Él.
Este mandamiento es de vigente obligación en tiempos del Templo, tanto para los judíos que habitaban Israel como para aquellos en el extranjero. 
Actualmente que no tenemos el Templo, se recuerda este mandato sagrado por medio de la lectura de esta sección en la parashá de esta semana, así como lectura complementaria especial anual del shabbat que antecede el comienzo de Adar.

Podemos aprender muchas cosas, pero quiero enfocarme ahora en una, quizás luego en otra más.
Se ordena que cada uno dé medio shekel.
Ya sea pobre o rico, apegado a los mandamientos o no, quiera o no, cada uno tenía que contribuir con medio shekel.
Podemos preguntarnos, ¿por qué medio shekel y no uno entero?
Una respuesta es que así todos podían pagar.
El pobre no tenía la excusa de su pobreza, el medio shekel anual era una suma accesible; en caso de no tenerlo, que pidiera prestado era su opción, su deber.
Por su parte, al rico se le imponía un límite específico en este tributo en particular, si quería dar más dinero para las obras del Templo, podía hacer otros donativos, por fuera de este tributo.
Aquel que no quería, igualmente debía, era un impuesto ordenado por la Torá, ley de la nación judía.
Aquel que no era muy observante (aunque en la antigüedad era algo muy poco común encontrar judíos alejados del modo de vida de la Torá ), se le recalcaba que éste era un impuesto obligatorio, que tenía otros fines aparte de los rituales. Servía también como censo, para saber el número de judíos adultos integrantes de la nación (Shemot / Éxodo 38:26).
Por este último aspecto, se codifica que era deber de todo judío adulto, cohén, leví e Israel; sea libre o liberto; sea judío de nacimiento o por conversión legal. Mujeres, siervos y niños estaban exentos, pero si uno de estos tres grupos quería entregar el medio shekel, se tomaba. Pero, en modo alguno se aceptaba de los gentiles, aunque fuera un noájida, no se aceptaba su contribución de medio shekel, pues era un tributo exclusivamente para los miembros de la nación de Israel, no para los gentiles.
(Comentario aparte, vemos aquí otro de los mandamientos de la Torá que el noájida que quiere atribuirse por sobre sus Siete, no tiene derecho, ni debe hacerlo. Tal como lo es el Shabbat y festividades de la Torá, tal como los celebran los judíos, ni estudio de Torá como los judíos, ni tefílín, ni mezuzá, ni tzitzit, ni circuncisión, que han sido decretados por Dios como exclusivos de los judíos y no permitidos para los gentiles, aunque tengan la más noble y pura de las intenciones).

Pues bien, medio shekel para que todos los que estaban obligados, puedan pagar.

Pero, podemos encontrar otro motivo quizás.
Podría ser, que esto nos enseña que todos somos parte de algo más grande. Algo que nos identifica, que nos es propio, pero que no somos nosotros.
Es una identidad transpersonal, formada por mí JUNTO con otros.
En este caso en particular, la identidad espiritual de pertenecer a Israel, al pueblo judío.
(Obviemos ahora la aparente dificultad de que mujeres, niños y esclavos no estaban obligados a este mandamiento. Concentrémonos, por favor, en la enseñanza que aplica a toda persona ,sin distinción de género, secta, gremio, condición social, identidad espiritual).
Cada uno tiene algo que aportar. Cada uno es parte, y si no cumple con la suya propia, el sistema completo está en falta.
No somos perfectos, pero se quiere que seamos lo mejor que podemos ser, con uno mismo y con el prójimo.
Por eso había que dar la mitad de un shekel, para que cada uno se sienta parte, para que entre hermanos se complementen.
Tú no eres el encargado de todo, no se te exige que hagas todo, pero sí que te intereses en conocer lo que te corresponde y lo hagas.
Medio shekel, no uno entero, porque el entero se consigue junto a los otros, a aquellos que tienen que construir contigo una mejor realidad.

Una realidad que no es llana, unidimensional, sin texturas diversas.
Es un multiverso, tal como el humano es multidimensional.
Somos cuerpo, somos emociones, somos pensamiento, somos la sociedad, somos esa conexión infinita que es el espíritu. Todo ello somos.
Somos uno, en la múltiple diversidad.
Aprender a ser lo mejor que puedes ser: tú mismo, en tu multidimensionalidad, en la armonía de tus dimensiones.
Ser tú y no un títere de los deseos de otros, o de las manipulaciones de tu EGO.
Ser tú, que tu Yo Esencial guía a tu Yo Vivido y se coordinen, y formen una personalidad integrada, saludable, bendita y de bendición.
Ser tú, no es la soledad, no en el exilio del ser, sino que formando parte de una comunidad de pares, de gente buena, justa, comprometida, leal. Una comunidad que si tú no estás, deja de existir como debe ser.

Otro aspecto de esta parashá.
El acto de dar, tal como nos enseña este mandamiento para los judíos, es el que nos redime, expía por nuestras almas.
¿Cómo puede ser que tan poco dinero sea el necesario para expiar por las culpas?
Hay una respuesta práctica, concreta. Ese dinero, el del medio shekel dedicado al Templo, era usado para comprar los animales y objetos necesarios para las ofrendas de expiación colectiva, entre otras cosas. Por tanto, como uno aportaba a eso, recibía el beneficio indirecto.
Pero hay otra respuesta alternativa.
La redención, la expiación, la “salvación” está en el acto generoso, en la apertura bondadosa hacia el prójimo, en la obra benéfica para la comunidad.
No en un acto ritual, ni en palabrería sin sentido, ni en mística hueca, ni en doctrinas religiosas, ni en sacrificios de sangre, ni en la fe… en la obra de bien, en el acto de bondad, en la construcción de shalom en la realidad.
Aquí vemos que no importa la cantidad, sino el hecho de dar.
El ideal es dar de forma desinteresada, sin esperar NADA (pero realmente NADA) a cambio. Ni en esta vida, ni en otra vida. Ni del que ha recibido, ni del que te ha visto, ni de la caricia egoísta que uno mismo se regala por hacer bondades.
Hacer el bien al prójimo simplemente porque uno hace bien al prójimo.
Seguramente que los beneficios no tardan en llegar para el que tiene un estilo de vida generoso, pero se multiplican mucho más para el que da sin esperar nada a cambio.
Por supuesto, el dar no es una receta mágica que te previene de desgracias, de enfermedades, de malicias de otros, de catástrofes, de accidentes… no querido amigo, el dar no es un hechizo que soluciona tu vida, como no lo es ningún cumplimiento de mandamiento, ni ningún rezo.
Uno da, porque es bueno hacerlo, y si de ello se obtiene beneficio (cosa que ocurre), ¡qué bueno!
Pero recuerda, medio shekel, no todo lo que tienes.
Porque somos limitados, dependemos constantemente del medio, de la naturaleza, de otras personas. Si solamente damos, cosa que es una ilusión, y no recibimos, nos extinguimos velozmente, o llevamos una vida miserable, por completo falta de salud, por fuera del marco de vida que Dios pretende para Sus hijos humanos.

¿Te has dado cuenta de que es a través del EGO que te afectan las desgracias?
Es el EGO el que nos hace inventar diferencias donde no están, conflictos donde no existen, quejas donde debiera haber agradecimiento.
Es el EGO el que nos sumerge en el sentimiento de impotencia, de hastío, de desesperanza, de dolor, de sufrimiento. El EGO el que nos hace vivir de deseos, de vanidad, de fantasías. El EGO el que nos hace creer unidades, en lucha por la supervivencia, en la guerra por la supremacía del más apto.
El EGO que nos inventa religiones, dioses, salvadores, necesidad de depender de aquello que es dispensable.
Seguir por los caminos que te marca el EGO, no puede hacerte dichoso; sólo puede hacerte desgraciado.
Si bien el EGO pretende la supervivencia, su funcionamiento sacado de su preciso contexto te lleva al constante sentimiento de amargura, de impotencia, de fracaso. Aún dentro del éxito, del aplauso, está la sombra del EGO, sus hambrientas fauces devorando tus carnes, corrompiendo tus pensamientos, destilando podredumbre en tus emociones, fantaseando poderes irreales con tal de suprimir tu vitalidad, de negarte tu realización, imposibilitar tu participación en la construcción de Shalom.
El EGO es el infierno, aquí y en allá.
Sabemos, lo repetimos, el EGO es una función natural, muy necesaria en su momento específico, parte de nuestro sistema de supervivencia básico. No es un ángel, ni un demonio, no es un espíritu maligno, ni un corruptor místico. Es parte de tu ser, es parte de tu naturaleza. Por tanto, no está en la mística, en conjuros, en rituales estrambóticos el poder librarte de sus mañas.
Presta atención cuando sufras, es allí que debes tratar de observarte, de descubrir los movimientos del EGO, sus herramientas que son tan toscas en funcionamiento.
Si haces bien la investigación, si puedes zafar de la emoción del momento, si tu pensamiento logra respirar un poco fuera de la celdita mental, entonces pronto descubrirás que de algún modo el EGO está detrás del sufrimiento.

¿Cómo se vincula el EGO con el tema que trajimos de la parashá Ki Tisá?
¿Cómo nos da poder sobre el EGO lo que aprendimos de la parashá Shekalim?

Escucho tus respuestas.
Gracias, por compartir este estudio conmigo.
Has sido generoso con tu tiempo, que es tu vida, por haber llegado hasta aquí junto a mí.
Ahora, sigamos elaborando conocimiento, comprensión, shalom con los comentarios, con las obras que apoyan a nuestra tarea de esclarecimiento, de redención.
Hasta luego. Que pases el mejor día de tu vida.

Alegría secreta

Las religiones por lo general se presentan como la respuesta a todas las angustias, las religiones supuestamente monoteístas además insisten en ser el camino único y excluyente hacia la verdadera felicidad.
Así andan promoviendo sus doctrinas y negocios los mercaderes de la fe.
”Cree en esto y odia aquello, y te irás al paraíso”.
”Sígueme a mí y dame de tu dinero, esa es la razón de tu vida”.
”Congrégate con los hermanos, repudia al diferente, pero di que eres tolerante, entonces serás bendito”.
”Solo a través de mí tienes la verdad, la felicidad y la vida… ahora, págame por todo lo que te prometo”.
Oh sí, la religión con sus vanas promesas de que cumplas con ella para ser feliz. Entonces se hacen pactitos con los dioses, se negocian acuerdos, se inventan astucias para engañar a los dioses, se pretende ser más poderoso que Dios. Porque, también entre los que se visten de santos hay muchos que no son más que adoradores del EGO. Pervierten lo espiritual para hacerlo religión. Hacen del cumplimiento de los verdaderos mandamientos simples monedas de intercambio con Dios, al que buscan obligar a que les satisfaga en sus deseos a cambio del cumplimiento de los mandamientos.
Negociantes de la fe. Tanto los que embaucan al prójimo con religiones inventadas, con doctrinas podridas; como aquellos otros que son muy fieles a libros y verdaderas doctrinas santas, pero que no son más que negociantes, lo hacen para obtener favores de Dios. Adoradores del EGO, al que presuntuosamente, idolátricamente, hacen pasar por Dios.

Sí, también las “religiones no religiosas” ofrecen cosas parecidas.
“Pon tu fe en la ciencia y serás feliz”.
”El hombre es la medida de todas las cosas, así que tú síguenos en nuestro marco humanistas y serás feliz”.
”Ten el último juguete electrónico carísimo de “La Manzanita” y serás feliz”.
”Actualiza tu sistema operativo y tu paquete ofimático, y serás feliz”.
”Grita los goles de tu equipo y festeja la derrota del tradicional adversario, y serás feliz”.
”Bebe tal cerveza, toma aquel whisky, disfruta de tal bebida cola, y serás feliz”.
”Usa aquella ropa, está a la moda, vacaciona allí, comenta esa película, escucha esta música, serás feliz”.
”Esa pasta de dientes, ese desodorante, ese perfume, ese color de labial, y serás feliz”.
”Maneja aquel auto y modelo, ten un cuerpo así y no asá, baila con aquellas personas, júntate con ellos y rechaza a esos otros, y serás feliz”.
”Cree en cualquier cosa de moda, respira como te ordenan, repite lemas sin sentido, adora lo que te presentan, y serás feliz”.
”Junta mucho dinero y derróchalo en lujos que no precisas, en placeres que son de apariencia, en comprar amistades, y serás feliz”.

Sí, queremos la felicidad… ¿o eso es lo que nos enseñan a creer?
¿Queremos realmente la felicidad?
¿Nos hace falta?
¿Nos falta?
¿Nos enseñan a creer que queremos la felicidad?
¿Nos enseñan a creer que somos infelices?
¿Nos enseñan a creer que tener más nos hará felices?
Cada una de estas preguntas merece que nos tomemos un tiempo para reflexionar, para evaluar, para responder con seriedad.
Ninguna de estas preguntas es sencilla ni merece ser pasada sin respuesta desde lo profundo.
Yo no te brindaré las respuestas ahora, suficiente con haber planteado estas interrogantes. Si quieres haces el esfuerzo de responderlas, si no, no lo hagas.

Nos enseñan que si conseguimos tal pareja, tal estilo de casa, tanto dinero, aquel auto, esas amistades, ese dios, etc., seremos felices.
Nos enseñan a seguir una receta mágica, una fórmula milagrosa, a presionar un maravilloso botón secreto que nos proveerá de satisfacción inmediata, o de promesas de redención y placer eternos.
Todo lo que queremos y más después de pasar ese umbral, de rezar tal salmo, de adorar esa imagen, de poseer esto y aquello, de creer en aquello otro, allí siempre habrá felicidad, es la promesa que nos hacen, la creencia que nos enseñan y que nosotros tercamente aceptamos y reclamamos.

Vivimos en una ilusión, en un completo delirio que es socialmente avalado y promovido. No es el delirio de los que son enviados al hospital siquiátrico, ni medicados para controlar sus mentes, sino el delirio que es aplaudido y sostenido por la sociedad.
Estamos dentro de una burbuja de irrealidad, en la cual nos hacen creer que la felicidad está al alcance con unos procedimientos fantásticos, de libro de cuento.
Se nos deja en un estado de confusión constante, de inmadurez, en una etapa mental/emocional en la cual se cree controlar por medio del pensamiento mágico, del deseo, de conexiones metafísicas que mueven al universo a conceder deseos.
Nosotros nos acurrucamos en ese estilo de vida infantil, lleno de temores, de deseos, de hechizos.
Creemos que la felicidad la encontraremos al final del arcoíris, a través de una oración mágica, chasqueando tres veces, silbando, etc.
Sí, también con buenas intenciones nos llevan a esa fantasía de poder, y nos dicen que los niños buenos son visitados por papá-noel, o rabí-noel, o nos vamos al paraíso, o se resolverán nuestros problemas.
Y no, no es así.

El dinero no compra la felicidad, ni la manda a hacer.
La salud no es sinónimo de estar feliz.
El amor no suele ser un estado permanente, ni de permanente felicidad.
Aquel que cumple con integridad los mandamientos que Dios le ha dado para que cumpla no vive sin sufrimientos, ni sin altibajos, ni en perfecta armonía.
Las tribulaciones están a la puerta, esperando para ingresar.
No, la felicidad no está misteriosamente guardada y lista para sorprendernos cuando queremos.

Parece que nos enseñan a buscar la felicidad allí en donde no se la encuentra.
No podemos saciar nuestra sed con el contenido de un pozo seco, ni el delirio de satisfacción satisface.
Parece que muy pocos pueden responder con facilidad a la sencilla pregunta: ¿para qué ser feliz?
Si pudiéramos, quizás sabríamos ser felices.

Miremos a los personajes del Tanaj, no hay uno que no haya pasado tormentas, conflictos, dolores, separaciones, enfermedades, guerras internas y externas.
Allí están, célebres personajes que recordamos luego de milenios, muchos de ellos ejemplos de virtud, de obediencia a Dios, de acatamiento a sus mandamientos, que tropiezan, que caen, que les cuesta reincorporarse, que sufren, que no están embotados en el delirio de vivir en un paraíso terrenal constantemente, sino que trabajan en la construcción de Shalom.
Ellos son nuestro espejo, son nuestra guía, y no encontramos que ninguno haya tenido una vida sedosa, sin traumas, sin pasiones encontradas.
Desde el abismo clamaba David, desde el destierro soñaba Iaacov, en el pozo lloraba Iosef, en la impotencia golpeaba rocas Moshé, ellos sufrían, no estaban inmersos en una burbuja de irreal felicidad.
Sin embargo, pudieron ser felices.

La felicidad no está en el tener, en cosechar trofeos, en darle alimento al EGO.
Porque es el EGO el que nos impulsa a hacer cosas para sentirnos con poder, con control, en dominio, al amparo de la debilidad.
Es el EGO el que nos asusta y nos hace correr como desesperados en busca de la clave secreta que nos convierta en todopoderosos.
Es el EGO que nos confunde y no nos permite identificar nuestro ser, conoceros, amarnos, respetarnos, unificarnos, ser uno, conectarnos con nosotros mismos, con el prójimo y con Dios.
Es el EGO el que promete todo tipo de felicidades, pero nos aleja de la felicidad.
Porque es el EGO el que nos hace creer que la felicidad es algo que se obtiene, cuando la felicidad es un resultado de lo que nos está sucediendo aquí y ahora.

La felicidad es el resultado de los que nos está sucediendo aquí y ahora.
¿Cómo?
Si nos falta esto y aquello, si nos duele lo de más allá, si nos corroe la duda, si sufrimos, si no tenemos, si deseamos, si realmente las cosas no pintan bien…
¿Cómo?

 

Cuando dejamos de buscar fuera lo que está dentro.
Cuando unificamos nuestras dimensiones y las ponemos en sincronía con la dimensión espiritual.
Cuando encontramos o elaboramos el sentido a lo que nos está sucediendo.
Cuando comprendemos intensamente que este momento, éste y no otro, es nuestra única vida, nuestra única oportunidad, y que no tenemos otro. Entonces dejamos de hurgar sin piedad en el pasado, no achacamos más culpas, nos dejamos de cargar la pesada mochila del sentimiento de culpa, hacemos oídos sordos a los miedos, eludimos la ilusión de pretender controlar aquello que está por fuera de nuestro control.
Admitimos nuestra existencia, admitimos nuestras circunstancias, vivimos el aquí y ahora sin luchar en vano contra aquello que es imposible derrotar. Por más que tratemos de espantar a las sombras con palos, éstas no se irán. Las sombras se corren en presencia de una luz, no cuando son apaleadas. Lo mismo ocurre con las fantasías de control, que deseamos imponer nuestro deseo, marcar el ritmo al mundo, dominar aquello que no está bajo nuestro imperio, y fracasamos, caemos en la angustia, nos sumergimos más en la insatisfacción y la infelicidad.

Pero, vivir el aquí y ahora como lo que es, nuestra única vida; dejar fluir aquello que no puede ser retenido; no luchar contra lo que es imposible pelear; no retener lo que tiene que partir; no querer controlar lo que no se puede controlar.
Así se llega de a poco a la armonía interna que produce la armonía con el entorno.
Armonía de nuestras dimensiones para alcanzar la armonía con los demás.
De a poco, cada cosa en su tiempo.

Para que la música penetre los sentidos, cobre vida, estremezca el alma, es necesario algo más que aprender una técnica de ejecución instrumental. Es necesaria la inspiración, la maestría, el arte, ese brillo que no se produce por magia, ni por aburrida repetición de una técnica. Es el espíritu puesto al mando, con las otras dimensiones en armonía. Entonces la música está viva y hacer estremecer.
Así también la felicidad, la verdadera. Es un producto que resulta de un estado del ser, de un entrenamiento para superar las limitaciones del EGO.
Resplandece cuando la persona vive a plenitud el aquí y ahora, especialmente en los actos de bondad generosa, en el dar sincero, sin esperar nada a cambio. Cuando se beneficia en verdad a otro, por su bien, sin esperar nada, absolutamente nada.

El secreto de la alegría secreta ya te ha sido revelado.

Resp. 1074 – matrimonios gays

nathanael nos consulta:

Debido a la creciente comunidad gay en nuestras sociedades y al reclamo de que se respeten sus derechos ¿Deberían establecerse legalmente los matrimonios entre personas del mismo sexo por los gobiernos de las naciones?
Natanael Reyes, 33, Ing Civil, San Salvador, El Salvador

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¿Para qué?

¿Para qué?
Es la pregunta que te conviene hacer y responder con franqueza a inteligencia ANTES de hacer o decir cualquier cosa.
Te llevará unos segundos más que si no lo hicieras, pero te evitará horas o vidas de dolor.
Te producirá algunos inconvenientes, porque suele costar un poco aclarar tus reales motivos, pero te permitirá llevar una vida de plenitud y gozo.
¿Para qué diré tal cosa?
¿Para qué quiero hacer esto?
Ojo, debes responder a PARA QUÉ y no a POR QUÉ.
Porque, es común confundir ambas proposiciones y derivar hacia los “porque…”. Sí, es más fácil decir causas, reales o imaginarias, que descubrir motivos y finalidades que sean sinceras.

Estás por gritarle a tu hijo algo parecido a “estúpido”, espera, ANTES te preguntas “Para qué le estoy por decir estúpido a mi hijo?”.
En tanto haces este micro ejercicio, seguramente ya te abstendrás de lanzar esa espantosa maldición sobre aquel que se supone más amas.
Y, si por una de esas raras cosas de la vida, encuentras un motivo válido, probablemente reconozcas que hay otras maneras de expresarse, que no conseguirás nada bueno ni justo.
Sí, toma sus poquitos segundos, hay que hacer un esfuercito, pero bien vale la pena.
Siendo gentil estás a punto de decir alguna parrafada que suena a hebraico o judaico… ¿para qué?
Para ufanarte ante otros, para sentirte más “espiritual”, para creerte parte de un linaje y estilo de vida que te es ajeno, para alcanzar el paraíso, para… no, todo esto es EGO… al menos es lo que me parece a mí… ¿para qué, pues? Creo que ni tú lo sabes… y si o sabes y descubres que es el EGO, entonces, ¿para qué lo sigues haciendo?

¿Vamos a probarlo?

¿Para qué vamos a probarlo?
Para aprender a ser nosotros mismos, amos de nuestras vidas y no meros títeres de nuestros EGOs. Para actuar con nobleza, con bondad, con justicia, y no como monigotes que reaccionan con violencia, con pasión, con desmedido sentimentalismo, con malicia.
Vamos a probarlo para ver si funciona, si podemos hacer que funcione, si nos llegamos a conocer un poquito más a nosotros mismos, y así amarnos, y respetarnos y unificarnos y ser felices.

¿Para qué ser felices?
Hmmm porque para eso nacimos… ¡no! Esa no es la respuesta a la pregunta “para qué”.
Vamos de vuelta.
¿Para qué ser felices?
Para…

Comunicarnos ahora

Sé breve y concreto al hablar, si puedes decirlo en siete palabras, ¿para qué excederte?

Que las palabras sirvan para comunicar auténticamente, no para ocultar.
El ocultamiento es un juego de EGO, la comunicación es amor.
No solo se oculta engañando, mintiendo, omitiendo la verdad, aparentando, sino también con el orgullo, la vanidad, la confusión, la complejidad amañada, la descontextualización, en fin, todo lo que no colabora con establecer puentes de unidad.

Que tu inteligencia se revele en el lazo que ayudas a formar con el otro a través de lo que expresas, de lo que recibes y comprendes.

Recuerda, la comunicación es mucho, muchísimo más que palabras.
Y ten presente, somos multidimensionales, no meras piezas de información, o recipientes de datos.

Que tu comunicación sirva para unificar, a ti mismo, a ti con el prójimo.
Porque aquel que no está en armonía interna, difícilmente la construye fuera.

Ahora, a comunicarnos…

Noajismo y FULVIDA visto por una persona que recién despierta

Una señora que ha llegado al HOGAR FULVIDA en los últimos días nos ha brindado un breve resumen de cómo ella percibe al recién descubierto (por ella) noajismo, así como a FULVIDA.
He aquí el mismo:

" …veo que Jesús nunca fue, es ni será el mesías judío.
Veo que sigo siendo una gentil con la bendición de seguir a cabalidad el cumplimiento de las 7 leyes noájidas,
veo que no hay que complicarse mucho la existencia para agradar al Eterno,
veo toda la manipulación, descaro y desfachatez por parte del hombre nunca jamás ha sido por parte de Dios
veo que somos responsables de nuestros actos y acciones,
que el Eterno no predispone,
que la decisión de mover la balanza hacia lo bueno o lo malo siempre recaerá en nuestras vidas y en nuestro bello pero muy mal tratado planeta,
veo que el hombre es perfecto pero imperfecto por su ego,
veo que no solo faltarle al Eterno es con la violación de uno, algunos, o todos los 7 mandamientos universales, el solo hecho de no concientizar nuestros pecados personales como la ira, la indiferencia hacia los demás, el egoísmo, etc. también pecamos en contra de nuestro creador.
Veo que no necesitamos hacer rituales complicados ni oraciones descabelladas para acercarnos al Eterno y pedir de corazón perdón por todas nuestras faltas.
Veo que Noaj es el padre de los Noajidas o gentiles (eso lo aprendí aquí).
Veo que los extremos son malos porque conducen a un fanatismo el cual también desagrada a nuestro creador.
En fin, es una concepción muyyyy distante de la concepción decadente llamada cristianismo (mesiánicos, netzaritas, etc.).
Voy a seguir leyendo, madurando mi espiritualidad y tratar de agradar al máximo al Eterno.
Veo gente seria, sincera, capaz de salir hacia adelante a pesar de lo que les haya tocado vivir.
Siento (porque no lo veo) que en FULVIDA hay hermandad, respeto y muchas ganas de ayudar a los demás.
Veo que al accionar justicia terrenal (cortes terrenales) agradamos al Eterno.
El concepto del cristianismo: no hagas nada deja que Dios lo soluciones todo (si te roban, si te violan, si te matan) no hagas nada que Dios se ocupa (así no es), en nuestras manos esta hacer la diferencia y despertar a quienes siguen dormidos (así como yo lo estaba).
Gracias, Gracias por sus arduos trabajos y esfuerzos,
Aracelis Gil”

Para ser una recién llegada, creo que ha atinado en varios aspectos. Es un muy buen pan espiritual, con un adecuado enfoque.
En algunos puntos, sin embargo, habrá que continuar el proceso de des-aprendizaje para seguir aprendiendo y viviendo a plenitud. No se quita la pesada mochila en un par de días. Todo tiene su tiempo, su proceso, su momento para madurar.
Sin dudas, está en el buen camino ahora.
Muchas gracias.

Síntesis sobre el EGO

Este texto se basa en la síntesis analítica realizada por Luis Diego Pérez Chacón, aquí: http://fulvida.com/ajenos/misioneros/te-concedo-tu-deseo, con algunas correcciones, modificaciones y ampliaciones de mi parte. Gracias Luis, a construir Shalom en usted, en casa, en Costa Rica, en el Mundo.

1. El primer trauma en nuestra vida es nuestro propio nacimiento.
Pasamos de estar en un estado de completa dependencia, a otro de urgente supervivencia.

2. El Activo natural (EGO) es el recurso que entra en función para posibilitarnos nuestra supervivencia.

3. Al no contar con mecanismos neuronales, ni aprendizaje previo que permita dar significado a lo que ocurre, el recuerdo de tal momento traumático queda registrado en el cuerpo.

4. Esa sensación aterradora de la primera y primitiva Impotencia (falta de poder, control o dominio) se preserva en el cuerpo, por fuera de los códigos semánticos, desprovista de conexiones simbólicas racionales.
Se puede volver a experimentar a través del cuerpo y no de la conciencia.

5. Como mecanismo de defensa, el activo natural llamado EGO, entra al rescate con demandas (gritar, patalear, llorar para recibir alimento, calor, medicina, atención). Si no hubiera sido así, al momento de nacer moriríamos del terror o de inanición, o de frío, o de las múltiples carencias que nos circundan y como bebes no podemos controlar ni satisfacer.
Si no consigue satisfacer sus necesidades con sus demandas, entrará en un estado de desconexión con la realidad (dormir en el bebe, más adelante puede ser fantasear, desmayos, engaños, etc.), como modo sumamente rudimentario para preservar las energías vitales y no sucumbir inmediatamente, además de cuidar de no ahogar a la persona en el terror al punto de no poder superarlo más.

6. Como esa falta de poder quedó registrada corpóreamente y no en la cognición, se reactivará la sensación de impotencia terrorífica y mortal cada vez que sintamos fragilidad, falta dominio o control sobre grandes o pequeños sucesos, naturales o simplemente circunstanciales.
Esta reactivación producirá efectos corporales de mayor o menor intensidad, sentimiento de tristeza, de abandono, de angustia, de terror, de ansiedad, de desconsuelo, taquicardia, falta de aire, agitación, debilidad, dolores, etc.
Por tener el EGO una base cerebral, eventualmente también se podrían producir distorsiones de la percepción, de la cognición, del razonamiento, en las praxias, etc.
Los recuerdos de la impotencia, ese volver a experimentar en el cuerpo el registro,  podrán ser percibidos, hechos conscientes e interpretados de acuerdo al aprendizaje que haya hecho la persona en su vida. Aquel que no conoce el “secreto” del EGO, podrá obviar los signos y síntomas, o podrá explicarlos de modos alternativos, sin llegar a la médula del asunto.
Igualmente, conocer y entender NO es suficiente para resolver.

7. En la vida deseamos poder, en sus múltiples facetas (salud, dinero, amor, dominio, renombre, etc.), aunque no sepamos el porqué, lo anhelamos; pero lo que busca nuestro cuerpo, y ahora también nuestro pensamiento, es escapar del terror por la falta de control.

8. Como, de manera natural nuestro EGO entró al recate en un primer momento, de manera natural ahora también lo hace, como mecanismo de defensa también ante el espeluznante terror, pero ya no mediante llanto, sino DESEANDO PODER, dominio, control; y como quedó orgánicamente registrado tanto el terror como el mecanismo para calmarlo, ahora nuestro raciocinio se enfoca completamente en el EGO como medio para lo bueno (vemos la salvación cristiana buena, la defensa de ideas descabelladas buena, la venganza dulce, el resentimiento justificado, la autocomplacencia buena, el ateísmo bueno, la creencia ridícula buena.. es decir, cualquier cosa que nos haga sentir que tenemos un poco de control, sobre nuestra vida y la vida de los demás, para así tener dominio sobre lo que nunca vamos a tener: La Corriente de la Vida).

9. El EGO en sí no es malo, de hecho su función es preservar la vida.
Aunque sea paradójico, el EGO es el instinto de vida pero cuando se convierte en el amo genera enfermedad, miedo, descontrol, pobreza, sufrimiento y hasta muerte.

10. El EGO secuestra el pensamiento, entonces cada vez que el EGO actúa fuera de su real área de funcionamiento, la persona inventa excusas tales como que es para protegernos, que es algo necesario o  bueno, y así actuamos; pero los resultados son de fracaso, basta una ojeada a la misma historia de nuestra vida (religiosidad, problemas interpersonales, perdidas de trabajos, problemas de salud, y un sin fin de etcéteras.)

11. La percepción de las cosas a través de los sentidos está contaminada EGO, que se ha convertido en un colador de lo bueno y malo; es decir, nos mantiene en un estado de pensamiento y existencia infantil, dependiente, aferrado a lo mágico, etc.

12. ¿Cómo liberarse del EGO? ¿Como no sucumbir al deseo de Poder?
La respuesta que he hallado en FULVIDA: sujétese a PRINCIPIOS ESPIRITUALES:

   A) Recordar, reconocer, valorar, amar, respetar, nutrir la propia identidad en todas sus dimensiones, especialmente la espiritual. Los gentiles nacen con espíritu noájico, y como tal deben vivir.

   B) No pretender obtener las cosas a través de magia, pactos con dioses, pensamientos positivos, etc.

   C) La religión que nos obligaron a practicar, aunque fue un paliativo a nuestra impotencia, resultó que nos convirtió en creyentes de fábulas, nos hizo sentirnos superiores, salvos del infierno, criticones, y hasta nos separó de otras buenas personas que tal vez no creían como nosotros.

   D) Ser amables, comprensivos; estar atentos a escuchar y suplir las necesidades de otros, aunque cueste algún sacrificio personal.

   E) El actuar en beneficio de otros, es esencial.

   F) DESEAR PODER deriva en malestar emocional.

   G) La palabra clave siempre va a ser ACCIÓN buena, justa y verdadera.

Apelando a la Voluntad de No Desperdiciar

Apelando a la Voluntad de No Desperdiciar

23 de Febrero 2012
(Traducción del inglés la español por Isaac Chilo Gonzalez)
Tomado de: http://torahmusings.com/2012/02/summoning-the-will-not-to-waste/

Conferenciante invitado El Rabino Yonatan Neri [1]

Publicado en conjunto con Canfei Nesharim. Este material fue producido como parte del proyecto Jewcology. Jewcology.com es un nuevo portal web para la comunidad mundial del medio ambiente judío. Gracias a la comunidad ROI por su generoso apoyo, que hizo que el proyecto Jewcology fuera posible.

El Mandamiento del Bal Tashjit que dice: No destruirás ni desecharas en vano, ha sido considerado desde hace mucho tiempo un tema muy central para la Ética del medio ambiente Judío.

De hecho El Rabí Norman Lamm lo entiende que es “La norma bíblica que mas se allega a la situación ecológica” [2] ¿Cual es la base para el mandamiento de No desperdiciar? Exploraremos como es que la tradición Judía ampliamente prohíbe los hechos de desperdiciar, como es que el desperdiciar en vano contribuye a la degradación del planeta, y como es que el no desperdiciar nos puede ayudar a mejorar nuestras vidas tanto física como espiritualmente.

Cuando pongas sitio a una ciudad por mucho tiempo para conquistarla, no destruirás sus árboles con hachas, porque puedes comer sus frutos. ¿Acaso es el árbol del campo un hombre (enemigo) para que lo hostilices? Solo podrás talar los árboles acerca de los cuales sabes que no sirven para alimento, y con ellos construirás baluartes contra la ciudad que te hace la guerra hasta que la conquistes. (Deuteronomio 20: 19-20) [3]

La Torá nos enseña que no debemos cortar los árboles en tiempos de guerra. Sin embargo los Rabinos en el Talmud Babilónico (200 C.E- 500 C.E) Entienden el verso 19 citado arriba, ser un principio que va mas allá de tiempos de guerra y árboles frutales. Ellos emplean la forma común de interpretación Rabínica, que es, el sacar una inferencia lógica de un caso mas severo a uno menos riguroso. Si los Judíos no cortan los árboles frutales en el caso extremo de una guerra de conquista, cuando la destrucción es la norma, cuanto mas esto aplica a una vida normal.

La prohibición general en contra de una destrucción sin sentido, deriva del verso sobre los árboles frutales.

Tiene que ver con el No destruir directa o indirectamente aquellas cosas que pueden ser de uso para la gente. Esto aplica a desperdiciar, energía, vestimenta, agua, dinero y muchas cosas más. De acuerdo al Talmud, esta prohibición incluye el desperdiciar aceite y combustibles. [4] Muchos de los Rishónim (Comentadores eruditos de los años 1000 y 1500 C.E.) llegan a la conclusión que el desperdiciar cualquier recurso natural de beneficio para los humanos es una prohibición de la Torá. Por ejemplo Maimónides (1135-1204, España) explica que para un Judío le esta prohibido “Aplastar productos del hogar, destruir ropa, destruir algún edificio, obstruir alguna corriente de agua, o destruir productos de comida.” [5]

Rabenu Yerucham (1280-1350, España) clama en contra de desperdiciar agua cuando otros la necesitan.

El Sabio Talmúdico Rabí Yishmael hace otra inferencia lógica: Si la Tora nos advierte No destruir los árboles frutales, entonces deberíamos ser aun más cuidadosos de no destruir la fruta misma. [6] En la actualidad en Israel, El Rabí Moshe Yitzchak Forehand hace notar que todas las autoridades Rabínicas están de acuerdo, basado en esta enseñanza, que esta prohibido de acuerdo a la Torá el destruir frutos comestibles. [7] Esto aplica a toda la fruta apta para ser comida, y no solo la fruta de los árboles. [8]

El Rabí Moshe Aron Poleyeff (1888-1967 Europa, US) escribió que el comer en exceso podría ser una doble transgresión de Bal Tashjit—– primero al desperdiciar la comida y segundo al dañar el cuerpo propio. [9] El Rabí Shaya Karlinsky, (Actualidad, Israel) considera que el tomar mas comida de aquella que podamos comer en algún Buffet, es Bal Tashjit. [10]

Hay limitaciones en lo que se considera destrucción “Innecesaria” El cumplimiento de un mandamiento como lo es “el rasgarse las vestiduras de luto, o la preservación de la vida o la salud estas están por sobre el Bal Tashjit cuando estos entran en conflicto. Además no se violo el Bal Tashjit cuando la destrucción de un objeto es de mayor beneficio que su preservación. Por ejemplo, si la madera de un árbol vale mas que su fruto, entonces puede ser permitido cortársele.

Dicho esto, los sabios judíos revelan un alto grado de sensibilidad cuando se habla de desperdiciar. De acuerdo con el Sefer Ha-Hinukh (siglo 13, España, de autor desconocido), Judíos Justos "No se puede permitir la pérdida de un solo grano de mostaza, aunque se sientan angustiados a la vista de cualquier pérdida o destrucción. Si pueden ayudar, es menester prevenir cualquier acto de destrucción con todos los medios a su disposición“. [11]

Rabí Sampson Rafael Hirsch (1808-1888, Alemania), explica en un lenguaje muy fuerte de que "lo Tashjit," no destruir, es " es para los humanos la advertencia mas comprensiva de no hacer mal uso de la posición que D-ios les ha dado como amos del mundo y la materia, su destrucción caprichosa, despilfarradora apasionada, irreflexiva de cualquier cosa en la tierra "[12] Él continúa en su libro Horeb:

Si considera que los seres por debajo de usted son objetos sin derechos, sin percibir a D-ios que los creó, y por lo tanto el deseo que sienten el poder de tu estado de ánimo presuntuoso, en vez de usarlos sólo como el medio de la actividad humana racional, entonces la voz de Di-s te proclama: "No destruyas nada!" se un Mensch! Solo si utilizas las cosas a tu alrededor para sabios propósitos humanos, santificados por la palabra de mi enseñanza, entonces sólo así serás un caballero y tendrás el derecho sobre ellos los cuales os he dado como un ser humano… Sin embargo, si destruyes, si arruinas, en ese momento ya no serás un ser humano… y no tienes derecho a las cosas a tu alrededor. Yo les prestó las cosas creadas solamente para el uso racional, nunca olvides que Yo te las preste. Tan pronto como las uses imprudentemente, desde lo más grande a lo más pequeño, estarás cometiendo traición en contra de Mi mundo, cometerás asesinato y robo en contra de mi propiedad, es pecar contra mí … En realidad, no hay nadie más cerca de la idolatría que aquel que pasa por alto el hecho de que todas las criaturas y las cosas son propiedad de Di-s, y que presume de tener luego el derecho, porque él tiene el poder, para destruirlos de acuerdo con un acto de presunción de la voluntad. Sí, que tal persona ya está al servicio de los ídolos más poderosos, la ira, el orgullo, y sobre todo el ego que en su pasión se considera como el maestro de las cosas“. [13]

Hoy en día, utilizamos y desechamos grandes cantidades de recursos. En efecto, ciertas prácticas de la sociedad occidental entran en conflicto directo con el principio de " BalTashjit." Vamos a examinar un moderno ejemplo de Bal Tashjit que se mencionó anteriormente, el tirar a la basura el alimento comestible.

Según un estudio en el 2011 hecho por la Organización para la Alimentación y la Agricultura de las Naciones Unidas, "aproximadamente un tercio de los alimentos producidos en el mundo para el consumo humano cada año – aproximadamente 1,3 millones de toneladas -. Se pierde o se desperdicia" [14] En el Estados Unidos, menos del tres por ciento de estos residuos se recupera y se recicla. [15] mientras que algunos de estos alimentos eran residuos no comestibles, parte de ellos era buena comida desechada por la gente que ya estaba saciada, o eran las sobras de comida desechada de la nevera. La Eliminación de alimentos cuesta dinero. Unos mil millones de dólares gastados anualmente en los Estados Unidos [16] En los vertederos de basura, este tipo de residuos de alimentos en descomposición produce metano, un gas de efecto invernadero.

El impacto ambiental de estos residuos no sólo se produce en los vertederos de basura donde se deposita, sino también en los recursos utilizados para producirlos. Los combustibles fósiles, el agua y la tierra son todos necesarios para producir alimentos, y en el caso de la carne, cantidades excepcionales. Por ejemplo, se calculan que se requiere más de 5000 galones de agua para producir una libra de carne. [17] Un estudio examinó la energía contenida en los alimentos desechados, desde la agricultura, el transporte, procesamiento, venta de alimentos, almacenamiento y preparación, y Llegó a la conclusión de que esta energía "representa aproximadamente el 2% del consumo anual de energía en los Estados Unidos". [18] Por el desperdicio de alimentos, se desperdician una gran cantidad de recursos, se reduce la disponibilidad de alimentos para los pobres del mundo, y un derroche de dinero que podría ser utilizado para propósitos mas importantes. Al seguir el llamamiento de la Torá de No desperdiciar, podemos, por tanto, generar beneficios ecológicos, sociales y financieros

los versículos que describen esta mitzvá describen una guerra contra un enemigo externo, pero los rabinos dejan claro que la verdadera batalla que se libra está dentro de nosotros mismos, es contra la tendencia a ser un desperdiciador. El rabino Hirsch identifica los rasgos clave que conducen al comportamiento derrochador, la ira, el orgullo, y sobre todo, el ego. Para ir con cuidado y vivir sin desperdiciar, hay que cultivar el opuesto de estas características, la paz interior, la humildad y la abnegación. Al consumir de una manera consciente y no mal gastar, podemos ser más saludables, seres humanos más equilibrados y de la misma manera promover un mundo más sano y más equilibrado. Que Los cambios que hagamos en nuestra propia vida den su fruto en nuestras familias, nuestra comunidad y nuestro planeta.

[1] El autor desea agradecer a Evonne Marzouk por sus comentarios editoriales útiles.
[2] "La ecología en la ley judía y la Teología" en la fe y la duda, por el Rabino Norman Lamm, 2006, KTAV Editorial: Jersey City, NJ. El rabino Lamm es ex rector de la Yeshiva University
[3] Traducción de Prensa Judaica
[4] Talmud de Babilonia, Tratado Shabat pág. 67b. Para más información sobre Bal Tashjit de la energía y una explicación de esta fuente, vea el artículo sobre energía Jewcology.
[5] Mishne Torá, Hiljot Malachim, 06:10
[6] Sifrei (un Midrash halájico), final de la parashá Shoftim
[7] Birkat Hashem, Jerusalén, 2000, p. 211 Cita la opinión de Shmuel I ‘Heller en Kuntras Kevod Melajim, p. 5 bis, el rabino Moshe Aaron Oraj Mesharim Poleyeff en el artículo 29 inciso 4, y la de Salir de Asad serás (Yoreh De’ah sección 164).
[8] Ibid, Birkat Hashem, p. Apuesta 213 y la nota allí. Una vez más, que cita las opiniones de Shmuel I ‘Heller en Kuntras Kevod Melajim, el de Asad serás cierra, y de Chazit Raanan.
[9] Oraj Mesharim 29:6. Oraj Mesharim fueron reimpresas póstumamente en 1970. El rabino Poleyeff era el Rosh Yeshivah del Seminario Teologico rabino Isaac Elchanan de la Yeshiva University,
[10] Escrito de respuesta a las preguntas sobre Bal Tashjit presentado por el autor, la primavera de 2005.
[11] Sefer Ha-Hinukh: El libro de [mitzvá] La educación, evidentemente, por el Rabino Pinjas Halevi de Barcelona, ‌‌siglo 16, traducido por Carlos Wengrov. Feldheim Publishers: Jerusalén, vol. 5 p. 145
[12] Comentario a Deuteronomio 20:19
[13] Horeb, las secciones 397, 398
[14] El estudio, las pérdidas mundiales de alimentos y residuos de alimentos, fue encargado por la FAO desde el Instituto Sueco de Alimentos y Biotecnología (SIK). Enlace (PDF): en línea aquí
[15] "Información básica sobre residuos de alimentos," la EPA de EE.UU., en línea aquí: link
[16] "no al desperdicio, no a la escasez", una publicación conjunta de la Agencia de Protección Ambiental de los EE.UU. y el USDA, en línea aquí: enlace (PDF)
[17] Esta estimación, por John Robbins en su libro Revolución de la Alimentación (2001), se basa en el Dr. David Pimentel, et. col. en la integridad ecológica: Integración del medio ambiente, la conservación y la Salud (Island Press, Washington DC, 2001). Pimentel es profesor de ecología y agronomía en la Universidad de Cornell. La estimación se basa en 100 unidades de cuatro unidades de heno y el grano que se alimenta al ganado vacuno para producir una unidad de carne de vacuno. Libro de Robbins también contiene estadísticas sobre la cantidad de combustibles fósiles, el agua y la tierra se requieren para producir una serie de alimentos diferentes.
[18] "La comida desperdiciada, el desperdicio de energía: la energía embebida en los residuos de alimentos en los Estados Unidos", Amanda D. Cuéllar, Centro Internacional de Política Energética y Ambiental, la Universidad de Texas en Austin, y Michael E. Webber, Ingeniería Mecánica, Centro de Internacional de la Energía y Medio Ambiente, la Universidad de Texas en Austin. Medio Ambiente. Ciencia. Technol., 2010, 44 (16), p 6464-6469

la corona de la creación

Por mucho tiempo se han considerado ciertos aspectos que nos harían peculiares dentro de la creación, “superiores”, específicamente humanos, los amos de la creación, la cima de la cadena evolutiva.
Piensa en las cosas que nos distingan, podría ser caminar sobre dos pies, el uso de herramientas, el lenguaje, el pensar… vamos, déjate llevar, o tal vez recuerda alguna de esas cosas que te comentaron en otra oportunidad.
Vamos, es el momento de disfrutar de tu humanidad, de tu poder sobre las especies.

En una muy interesante lista, que encuentras aquí, se enumeran diez de esas facetas supuestamente humanas, en apariencia propias del género y no de los animales, pero que curiosamente también se encuentran entre nuestros hermanos de la naturaleza. E incluso, para sorpresa de alguno, ciertas cualidades son más destacadas en esos animales que en el hombre.
La lista menciona lo siguiente:

  1. Cultura
  2. Emociones
  3. Lenguaje
  4. Humor
  5. Uso de instrumentos
  6. Memoria
  7. Conciencia de sí mismo
  8. Inteligencia
  9. Agricultura, cría de ganado
  10. Edificación

Allí mismo ponen al pensamiento abstracto y lógico como baluarte de la humanidad, aunque honestamente, dudo que sea tan común de encontrar entre nuestros congéneres. Es mucho más frecuente el abuso del EGO, la emotividad disparada, el pensamiento mágico, el impulso salvaje, la satisfacción del deseo, en vez de adentrarse en ese mundo “humano” de lo abstracto y lógico. De paso, humildemente no puedo afirmar que entre algunos animales este pensamiento no se dé y con mayor vitalidad que entre nosotros. Probablemente un etólogo tenga más claro el asunto y tal vez pueda y quiera compartirlo.

Nosotros sabemos hace mucho que el hombre es multidimensional, formado por cinco planos: físico, emocional, social, mental y espiritual.
Los cuatro primero mencionados los compartimos con los animales, cada especie con sus características, cada persona con sus potencialidades, defectos y virtudes.
Pero sí, no es novedoso, tenemos mucho en común con nuestros hermanos, las criaturas del mundo.
Uno de estos planos es el específico del Hombre, el espiritual.
Este plano no existe en ninguna otra especia, ni siquiera en los que son más parecidos en infinidad de aspectos con nosotros.
De hecho, en otros tiempos existieron aquí en la tierra seres similares en casi todo a nosotros, hablaban, trabajaban, amaban, construían, odiaban, morían, etc., en casi todo humanos (benei Adam), hasta podríamos aparearnos y tener descendientes mixtos. Eran en casi todo similares, pero no eran benei Adam, humanos. ¿Por qué no? Pues, porque alcanzaban hasta la dimensión mental, no más allá de ella. A ellos el Eterno no les confirió la dimensión espiritual.
Para que no quepan dudas, esto no es un bizarro invento de mi parte, sino que está plasmado en midrashim –estudios de los Sabios- muy antiguos. En algunos de ellos se menciona a estos primos como antecesores del hombre, sí, como si la narración evolutiva fuera cierta… ¿por qué no? En otros son ramas que se desarrollaron a partir de los benei Adam. Como sea, eran nuestros primos, eran casi nuestros reflejos, pero no eran exactamente igual a nosotros.

La dimensión espiritual que es particular del hombre es la que nos mantiene en conexión con el Eterno, es también la que nos permite conectarnos a un nivel profundo y especial con el prójimo. Nos da "alas” para establecer nexo atemporal y sin lugar concreto. Pero no tenemos cómo describirlo concretamente, porque es espiritual, por fuera de lo que está limitado por el tiempo y espacio, absolutamente otra cosa a lo que conocemos por los sentidos.
Es esta dimensión espiritual también el asiento del libre albedrío, que es la capacidad para escoger entre lo que es bueno y lo que no lo es (siendo bueno y malo definidos por Dios, no por el hombre, ni la sociedad, ni la naturaleza.)
Un animal puede ser sumamente perspicaz, memorioso, astuto, hábil, ingenioso, pero finalmente no deja de ser un animal, imposibilitado de escoger, realmente elegir, entre algo que es bueno y algo que es malo.
El animal, ninguno de ellos, ni siquiera el primate más inteligente, ni el delfín más ingenioso, tomará la decisión de hacer algo porque es bueno, y solamente por ello.
Cuando un animal hace una “buena acción” (en la lista se menciona alguna), no es que haya tomado la decisión meditada, sopesando el valor ético, sino que será su instinto el que lo moverá a tal acción que nosotros llamamos buena, o tal vez algún cálculo de costo-beneficio (que realmente no sé si puede hacer un animal). Pero sin dudas, al menos desde la perspectiva que nosotros conocemos, la de la Tradición Sacra, nunca escogerá porque es bueno hacerlo, sin esperar nada a cambio, sin haber sido obligado por su instinto de supervivencia, o de protección al débil del rebaño. o similar.

Sí querido amigo, es tu decisión moral (recuerda, en la moral divina, no la dictada por la sociedad) la que te permite expresar tu humanidad.
Es tu anhelo por vincularte con Dios.
Es tu acción en sintonía con lo que Dios te ha mandado a ti hacer (los Siete Mandamientos Fundamentales, si eres gentil; los mandamientos que te correspondan de los 613, si eres judío).
Es unificar tu multidimensionalidad para que estés armonioso, vibrando de acuerdo a la melodía espiritual.
Es elevando las otras cuatro dimensiones con tu forma de ser, para que sean canales de expresión de la espiritualidad.

Eres persona, pero puedes vivir como borrego, como simio, como perro, como roca, como vegetal, como laucha, o realmente como persona.
De ti depende.
Si quieres ser corona de la Creación, encuentra tu ser, conócete realmente, vive espiritualmente. LA verdadera espiritualidad, que no es esa que se arropa de religión, ni la que te demanda una vida alienada.
De ti depende.
De ti depende.