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Jesed, mishpat utzedaká. Profeta Jeremías.

El Eterno declara a través de Su profeta de la Verdad:

"(2) ¡Quién me diera una posada de caminantes en medio del desierto, para abandonar a mi pueblo e irme de ellos! Porque todos ellos son unos adúlteros, una asamblea de traidores.
(3) Dispusieron su lengua como arco; se hicieron fuertes en la tierra para el engaño, no para la fidelidad. ‘Procedieron de mal en mal y no me han conocido, dice el Eterno.
(4) ¡Cuídese cada uno de su prójimo! En ningún hermano tenga confianza; porque todo hermano suplanta, y todo prójimo anda calumniando.
(5) Cada uno engaña a su prójimo, y no hablan verdad; enseñan su lengua para hablar mentira. Se han pervertido hasta el cansancio.
(6) Su morada está en medio del engaño. Y a causa del engaño rehúsan conocerme’, dice el Eterno.
(7) Por tanto, así ha dicho el Eterno de los Ejércitos: ‘He aquí que yo los fundiré y los probaré. Pues, ¿de qué otro modo he de proceder con la hija de mi pueblo?
(8) Flecha asesina es la lengua de ellos; hablan engaño. Con su boca habla de paz a su prójimo, pero dentro de sí pone emboscada.
(9) ¿No habré de castigarles por esto?, dice el Eterno. ¿No tomará revancha mi alma de una nación como ésta?’
(10) Prorrumpiré en llanto y lamento por los montes, en canto fúnebre por los pastizales del desierto. Porque han sido devastados hasta no quedar quien pase, ni se escucha el mugido del ganado. Desde las aves del cielo hasta el ganado huirán y se irán.
(11) ‘Yo convertiré a Ierushalaim [Jerusalén] en montones de piedras y en guarida de chacales. Convertiré las ciudades de Yehudá [Judá] en una desolación, sin habitantes.’
(12) ¿Quién es el hombre sabio que entienda esto? ¿A quién ha hablado la boca del Eterno, de manera que lo pueda declarar? ¿Por qué ha perecido la tierra y ha sido devastada cual desierto, de modo que nadie pase por ella?
(13) Y el Eterno dijo: ‘Porque dejaron mi Torá, la cual puse delante de ellos. No obedecieron mi voz, ni caminaron conforme a ella.
(14) Más bien, fueron tras la porfía de sus corazones y tras los Baales, como sus padres les enseñaron.

(23) Así ha dicho el Eterno: ‘No se alabe el sabio en su sabiduría, ni se alabe el valiente en su valentía, ni se alabe el rico en sus riquezas.
(24) Más bien, alábese en esto el que se alabe: en entenderme y conocerme que yo soy el Eterno, que hago bondad, juicio y justicia en la tierra. Porque estas cosas me agradan, dice el Eterno."
(Irmiá / Jeremías 9:2-24)

Muy fuerte lo que profetiza Irmiá, extremadamente duro.
Hasta vemos que Dios dice que está harto de los pecados de los judíos, al punto de querer irse lejos de ellos, apartarse, dejarlos.
Si no fuera que Él se obligó a un pacto eterno con el pueblo judío, quizás ésta hubiera sido una ocasión para dejar de estar a nuestro lado.
Pero alejarse no implica terminar la relación.
Sabemos que Dios no miente, así que cuando juro que el pacto con los judíos es inquebrantable, Él lo cumple.
Y lo vimos, porque años después de ocurrida esta profecía, los judíos retornaron a la tierra patria, reedificaron el Templo, estuvieron en paz, en tanto las condiciones lo permitieron.
Nada ni nadie puede terminar la alianza sagrada que existe entre Dios e Israel (el verdadero y único, no el delirante Israel por fe, o los injertados o los falsos descendientes), y este capítulo es una prueba más de ello.
El pacto de Dios con los judíos es perpetuo, nada puede quebrarlo.

Esta situación de extrema tirantez se debió a los terribles pecados de aquella generación que finalmente llevaron a la devastación del reino de Israel, a su casi desaparición de la tierra sagrada, a la destrucción del Primer Templo, al exilio y muerte espantosa de muchos de ellos.
Quizás queda todo resumido en lo que resaltamos en la cita: “Porque dejaron mi Torá, la cual puse delante de ellos”.

Es algo espantoso, dejar la TORÁ que el Eterno entregó como legado eterno para los judíos.
Si dejamos la frase así, nuestros pensamientos contaminados por el EGO y por los estereotipos, probablemente imaginaríamos que aquellos judíos de hace 2500 años atrás colgaron sus sombreros de fieltro negro, cortaron sus barbas y guedejas, se quitaron los sacones negros, dejaron de hablar en idish, ya no siguieron detrás de su rebe, comieron chancho, anduvieron en auto en shabat, no se pusieron más los tefilín, regalaron todos los libros de Torá que tenían en su poder y cosas por el estilo.
¿O no es eso lo que suponemos al oír las palabras “dejar la Torá”?

Pero, no imaginemos, no sigamos dogmas, no seamos presos de la ilusiones, no dejemos que el EGO marque nuestra existencia.
Seamos simples y honestos.
Veamos lo que el propio Dios dice, a través del profeta Jeremías, que significa abandonar la Torá.
No vamos a ir a ninguna parte, solamente remitirnos al texto que tenemos enfrente.

Veo infidelidad, calumnia y traición.
Actos de maldad de uno con el prójimo.
Habladuría, mentiras, engaños, burlas y difamación.
Gente que dice hablar de shalom, en nombre de Dios, de “Torá”, pero que son asesinos con la palabra y los actos.
Las acciones maliciosas llegaron al punto que hasta del hermano hay que cuidarse, no sea que se termine enredado en sus trampas.

Por más que busco y rebusco no encuentro que Dios mencione pecados “rituales”, falta de fe, no repetir lemas de rabinos, no adorar “tzadikim” ni peregrinar a sus tumbas, ni comer cerdo, ni profanar el Shabat ni otros similares como causa del “enojo” divino ni de la destrucción que vino posteriormente.
Compruebo que al igual que ocurre con otros profetas, ¿con todos?, la queja mayor está puesta en la conducta malvada de un hombre con su prójimo. En las faltas de respeto, en las agresiones, en no construir shalom en el mundo.

Sí, construir shalom es la solución para el tormento descrito.
Tal como si la construcción de shalom fuera exactamente a seguir la Torá, y el resto fueran comentarios o extras.
Como dijera el gran Hilel haZaken:

"Lo que es odioso para ti, no se lo hagas a tu prójimo. Esto es la totalidad del Torá; todo lo demás es comentario. Ve ahora y apréndelo."
(TB Shabbat 31a)

Porque lo dice claramente el Eterno, no hay divergencia, qué es lo que a Él agrada en el hombre:

“…bondad, juicio y justicia en la tierra. Porque estas cosas me agradan, dice el Eterno."

Bondad Y justicia, construcción de shalom.
No palabras, no rezos, no sacrificios, no atuendos, no rituales, no repetir y repetir frases, ni amuletos ni bailecitos.
Jesed, mishpat utzedaká”, bondad, juicio y justicia/caridad.
Quizás a partir de hoy éste sea el eslogan que repetiremos y haremos los que somos constructores de shalom, leales del Eterno. (Bueno, de hecho, es lo que decimos y hacemos hace mucho tiempo, pero tal vez no te habías dado cuenta del origen, alcance y profundidad de nuestra consigna: construir shalom, que es bondad Y justicia).
Deja de lado toda la cháchara, la Palabra es clara en su dictado: JESED, MISHPAT UTZEDAKÁ.
Construir shalom.

No pidas estudiar Torá, si eres gentil, ni saber párrafos de memoria, o cuentitos mágicos de rabinos milagreros.
Mejor pide VIVIR TORÁ, tal como Dios quiere.
¿Cómo es eso?
Construir shalom.

¿Quién es el que te lo pide y declara como TORÁ?

Receta para la ALEGRÍA mesiánica

El amigo Luis Diego publicó ayer un texto que se le ocurrió a partir de un artículo anterior de mi autoría.
En un agudo comentario llega a algunas conclusiones interesantes, que pueden ser compartidas o no, a la luz de la Tradición milenaria o de acuerdo al propio entendimiento. Como noájida consciente tiene derecho a pensar, a no dejarse llevar por la palabra de su “pastor”, a estudiar y encontrar cómo se aplican las enseñanzas a su vida personal, en resumen, dotar de vida a la palabra.
De mi modesta parte, me parece oportuno destacar es que, en modo alguno el amigo noájida pretende enseñar Torá (judía), ni imponer otros sentidos a los ya sostenidos por las autoridades respectivas, ni tampoco modificar los mandamientos para los noájidas. Es su proceso de pensamiento, sus ideas, lo que quiso compartir con nosotros, como un ejercicio, como una forma de entablar un diálogo productivo que lleve a fortalecer la identidad espiritual noájica de cada uno, para actualizar los mandamientos sin modificar ni un gramo de ellos, como él mismo se encarga de expresar.
Hay que andar con mucho cuidado cuando el noájida se pone a “estudiar” y luego a predicar o adoctrinar a partir de la herencia eterna de Israel que es la Torá, porque numerosas sectas y desgracias acontecieron cuando los que no pertenecen al pueblo judío y además no están en condiciones se atribuyeron el “derecho” a tomar la Torá y usarla para sus propios beneficios. Afortunadamente el texto del amigo Luis Diego no tiene nada que ver con esas cuestiones doctrinarias, usurpadoras, peligrosas. Muy por el contrario, es un ejercicio de razonamiento, una invitación a no dejar que se nos embauque con palabrería religiosa, una necesidad personal de encontrar el sentido y el sentimiento en los mandamientos noájicos. Cosa que es bienvenida.

Además de lo dicho, me gustaría dejar en claro, el sentido que podemos encontrar para los noájidas de la frase talmúdica: “La Divina Presencia reposa en el lugar de la alegría a causa del cumplimiento de un mandamiento” (Pesajim 117a).
La frase completa dice así: “La Divina Presencia no reposa en la pereza, ni en la tristeza, ni en la chanza, ni en la liviandad intelectual, ni en cosas sin valor, sino en la alegría por el cumplimiento de un mandamiento”.
En otra parte del Talmud, en una frase casi identidad se añade a lo que no da lugar a que repose la Divina Presencia a: “ni la palabrería” (Shabat 30b).

La alegría que expresa la sentencia es a causa de cumplir con los mandamientos, no la del chiste, ni la de parlotear cualquier cosa, o dejar que la mente divague sobre tonterías, ni por escapar de la realidad y sumirse en diversas perezas. Nada de eso abre el corazón para que repose la Divina Presencia.
Tampoco está mencionada la alegría porque el noájida tiene prohibido servir a otros dioses, ni blasfemar, ni asesinar, ni robar, ni relaciones sexuales ilícitas, ni comer parte de un animal con vida. No es la alegría porque uno se prohíbe ciertos actos que tal vez tenga deseos de hacer.
Sino que la alegría brota por acatar los mandamientos, por cumplirlos, por hacer que no sean solamente palabras sino realidades en la vida personal.

Esta alegría no deriva del mandamiento en sí, sino del cumplimiento del mismo.
La alegría no está por privarse de algo que está prohibido por Dios (y que es perjudicial para uno, para otro, para otros), sino por tener la voluntad y el dominio sobre el EGO (también conocido como Satán o Iezer haRá) porque se quiere realizar la obra de Dios.

La alegría del judío por cumplir el mandamiento (de los 613 de la nación judía) porque eso es lo que Dios le ha ordenado, solamente por ello.
No por hacer “pactitos” con Él, ni esperar beneficios a cambio de actuar el mandamiento, ni soñar con el rédito que deriva del cumplimiento, ni por administrarse para el paraíso o calculando la ganancia en este mundo.
No es el mandamiento un mecanismo mágico para manipular la realidad, ni un control remoto sobre Dios, ni una adquisición de propiedades terrenales o extraterrestres, el mandamiento es lo que nos corresponde y acatarlo es lo que debemos hacer.
Si doy caridad, no lo hago pensando en cuánto Dios me devolverá a cambio; si levanto al caído, no es para recibir premios y elogios, ni una porción de paraíso; si estudio Torá (el judío), no es para asegurarme el pasaje al paraíso y un asiento contiguo al de Moshé Rabeinu; si me pongo tefilín no es para que mis campos den su fruto en su tiempo y mi ganado sea fecundo; si hago alguna de las cosas que me corresponden, es porque tengo mi voluntad en sintonía con la Divina Voluntad. Esto es lo que produce esa sensación de plenitud, de abrir la conciencia para gozar de la bendición constante que recibimos de lo Alto.
Nada de amuletos, rituales misteriosos, negocios turbios con Dios, supersticiones o pretensión de manipulación de Dios y a través de Él de mi situación. Solamente humildad en la tarea, sometimiento a Dios, andar por el camino del AMOR y no por el del EGO.
Como expresa la Torá:

"No sea hallado en ti quien haga pasar por fuego a su hijo o a su hija, ni quien sea hechicero, ni agorero, ni encantador,
ni quien hace sortilegios, ni quien pregunte a los espíritus, ni adivino, ni quien consulte a los muertos.
Porque cualquiera que hace estas cosas es una abominación al Eterno. Y por estas abominaciones el Eterno tu Elokim los echa de delante de ti.
‘Serás íntegro para con el Eterno tu Elokim.
(Devarim / Deuteronomio 18:10-13)

Ni aunque te lo diga un rabino, o te lo venda un “cabalista”, ni aunque miles de seguidores lo hagan, ni aunque te parezca que no daña, ni aunque te lo griten desde estrados religiosos, ni aunque venga en hebreo… nada de ello vale cuando se trata de superstición, magia, pócimas secretas, palabras que pretenden dominar a Dios, ensalmos, encantamientos, amuletos, símbolos cabalísticos, todo está prohibido y es abominable. Porque afea tu alma, bloquea tu neshamá, te separa del Eterno, te llena de falsa piedad, te enorgulleces de la nada misma, dejas de ser íntegro en tu relación con el Padre.
Lo que Él quiere es algo diferente a todo ese circo y mercadeo, a tanta religión y doctrinas extravagantes sazonadas de manipulación.
Es una utopía… lo sé…

El poder que se manifiesta en este control verdadero, aquel que es sobre lo que se puede controlar, es lo que produce esa satisfacción interna.
El doblegar la pasión negativa y el instinto hacia lo prohibido, todo ello por someterse a la Ley de Dios, es lo que genera el gozo. Un gozo verdadero y no la risotada falsa, la mueca en el rostro, o el deleite que brinda el EGO para luego sumergir en oleadas de displacer e impotencia.
Es la alegría de ser poderoso y no sentir esa impotencia que dispara miedos, dependencias, malestares.

Repito, la felicidad por cumplir el mandamiento forma un “nido” para que se pose la Divina Presencia. En nuestras palabras, conectarse al Eterno, estar unificado, en unidad, en armonía. Cuando porciones del Yo Vivido representan al Yo Esencial, por lo cual caen las caretas que tapan al verdadero rostro. Uno está pleno, gozoso, en paz.

Comprendamos bien.
Si uno no roba porque lo están viendo, porque tiene miedo a la cárcel, porque cree que se irá al infierno, por lo que sea, entonces realmente no hay lugar allí para que repose la Divina Presencia, porque no hay alegría, sino impotencia, desánimo, deseo negativo censurado de manera cruel, miedo, EGO.
Pero si uno  no roba solamente porque acata el mandamiento que Dios le ha dictado, y no por miedo a nada, ni a la policía, ni al castigo “infernal”, ni al remordimiento de conciencia, sino simplemente porque el mandamiento de Dios es “no robar”, entonces seguramente que hay una explosión espontánea de gozo interno, una paz que irradia desde la neshamá hacia fuera.
Esa es la idea cuando la Torá expresa:

"amarás al Eterno tu Elokim con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas."
(Devarim / Deuteronomio 6:5)

Con todo el corazón, con todo el ser, con todo lo que se posee. No con lo que sobra, no con lo que uno a despecho entrega, no como negocio para obtener beneficios. Desde el AMOR y no desde el EGO.
A ver si se entiende: se ama a Dios con todo, porque eso debe ser hecho, no para obtener algo a cambio o para evitar alguna calamidad de no hacerlo.
Dios no es ese patético dios de las religiones, el viejo sádico que desea destruir a los hombres, que se alegra con el sufrimiento de sus leales, que agrede a los buenos pero dota de bienestar a los malvados, que quiere la muerte de la gente para atormentarlos en algún infierno.
Dios NO ES ese viejo detestable y furioso de las religiones, aunque lo digan señores barbados con kipá.
Él es Señor de señores y también nuestro Padre Celestial.
Al cual debemos venerar, que es tener sumo respeto y amar.
¿Amar?
¿Qué es eso?

"Amarás, pues, al Eterno tu Elokim y guardarás su ordenanza, sus estatutos, sus decretos y sus mandamientos, todos los días."
(Devarim / Deuteronomio 11:1)

El amor al Eterno se manifiesta cuando la persona guarda y cumple con los mandamientos que Él le ha dado, todos los días, no solamente los sábados, domingos, festivos o cuando se le ocurra tener ganas. El amor aquí claramente delimitado no es un sentimiento, ni palabras, ni alabanza, ni rezos, ni ropas, ni bailes, ni congregación de fieles, ni estudios, sino que con precisión científica se indica que el amor es el cumplimiento de los mandamientos que corresponde a cada quien.

Es triste pero habitual, la gente se somete a las prohibiciones no para ser leales a Dios, sino por miedo, por impotencia.
Cuando tenemos la oportunidad de actuar mal, e incluso sin resultados adversos para nosotros, pero nos refrenamos solamente porque Dios dijo NO, entonces, somos poderosos, tenemos dominio sobre el EGO, lo que es señal que somos felices y conectados con el Padre Celestial.
Tal como está indicando la frase del Talmud que dio pie a esta conversación.

Al respecto, en otra parte del Talmud se enseña:

"¿Quién es fuerte? Quien domina sus tendencias."
(Avot 4:1)

Eres fuerte porque dominas tu EGO. Eres débil cuando el EGO te domina.
Eres feliz porque te sientes fuerte, pero la felicidad pasa a tu lado y se escurre cuando te sientes impotente y por tanto a merced del EGO.
Para continuar comprendiendo sobre la temática, por favor sigue aquí: http://serjudio.com/exclusivo/cterapia/parashat-vaer-5766 .

Entonces, haz tu parte, controla lo que puedes controlar, disfruta de lo permitido, no pretendas ser lo que no eres ni ocupar sitios que no te pertenecen.
Sé un constructor de shalom y con ello obtendrás lo que ya tienes: bendición, alegría, “salvación”, plenitud aquí y en la eternidad.

Ahora, en el título dije “alegría mesiánica”.
¿Mesiánica?
¿Quién me lo explica?

Socio de Dios en tu felicidad

“…ellos [los hombres] fueron formados no de acuerdo a Su poder sino de acuerdo a Su deseada finalidad. Él los creó imperfectos para que ellos puedan perfeccionarse a sí mismos, por lo cual su perfeccionamiento pueda ser su premio, en su mérito por haber laborado para conseguirlo…”
 Rav Moshe Jaim Luzzatto, “Daat Tevunot

El Creador, Todopoderoso y Perfecto, por Amor y Sabiduría nos hizo imperfectos, nos puso en un mundo imperfecto, para que de ese modo podamos hacer nuestra parte, cada uno la suya, para elevarnos a pesar de nuestros defectos y faltas. Esa elevación es nuestro mérito, es el motivo de nuestra dicha y placer.
Cuanto más hacemos para construir shalom, cuanto menos nos dejamos caer en las redes del EGO, entonces más actuamos como socios del Padre y mayor es nuestra porción de merecido gozo aquí y en la eternidad.
Al respecto dijeron nuestros Sabios:

“El lugar del que se ha arrepentido sinceramente no lo puede ocupar ni siquiera un justo perfecto”
(Sanhedrín 99a)

¿Comprendes la idea?
No es negar que uno es imperfecto, ni dar excusas para serlo.
Tampoco está en quejarse por los defectos o dramas.
Ni aspirar a ser lo que uno no es.
La idea es que tienes trabajo para hacer, tu propia tarea sagrada, que básicamente es perfeccionarte en todo aquello que está a tu alcance.
En lo que nosotros, humildemente, hemos dado en llamar “construir shalom”, que comienza desde dentro y se continúa en forma expansiva hacia fuera.
Arréglate, es la manera de arreglar al mundo.
Asóciate a Dios y no esperes milagros, porque Dios no hace tu tarea ni está para servirte.

Cuando haces tu parte, cuando por ello eres socio del Padre Celestial, cuando gozas de la parte que adquieres con tu esfuerzo, entonces puedes estar seguro que eres feliz.
No porque alguien te obligue a serlo, o porque tengas que tener una sonrisa hipócrita en tu cara, o porque te llamen pecador si no representas el papel de feliz.
Por el contrario, la armonía interna, el shalom de estar unificado, esa conexión que logras auténticamente con el Eterno y con el prójimo, es lo que te provee de ese rayo de verdadera felicidad.
Al respecto enseñaron nuestros Sabios:

“La Divina Presencia reposa en el lugar de la alegría a causa del cumplimiento de un mandamiento”
(Pesajim 117a)

No dice del que bailotea sin sentido, ni del que se obliga a actuar que está feliz, ni del que se droga o toma sustancias para anestesiar su entendimiento y entonces aparentar felicidad, ni el que dice ser feliz pero llora en las sombras, o del que enloquece por el sentimiento de culpa de estar triste pero dibuja una sonrisa en su rostro.
Sino el que ha hecho su parte, ha cumplido su mandamiento, y por tanto está en paz interna y con el entorno, en unidad con el Padre, con la Divina Presencia reposando en Él.

Así pues, ya lo sabes, a hacer tu tarea.
Tú ganas, todos ganan.
No dejes que el EGO siga dominando tu vida, permite que entre aquello que ya tienes dentro, el AMOR.

El consejo diario 395

La cuestión espiritual no está en negar fantasiosa e hipócritamente que existe el dolor, el malestar, la tristeza.
Tampoco es de índole espiritual acusar de pecador al que no siente la cercanía con Dios o por algún motivo está triste.
Puede ser de religioso, pero no de parte del Cielo, la obligación de posar con una ridícula risa de falsa felicidad.
Será aprobado por la secta y su líder, pero los amuletos, las fórmulas mágicas, y la pretensión de manipular a Dios con rituales y objetos para obtener beneficios no tiene nada de santidad.
Sin dudas que Dios no ha mandado estar feliz todo el tiempo, porque Él habla al hombre verdadero y no a marionetas llevadas por pasiones y absurda fe.

Lo que nos acerca a nuestra esencia espiritual es que llevemos una forma de vida auténtica, aprovechando lo que tiene el aquí y ahora plenamente para encontrar la Divina Presencia.
Aquel que pasa por un trance doloroso, allí también está el Eterno.
El que sufre una desgracia, puede vislumbrar al Padre desde las llagas y no desde la ridícula negación del tormento.
Para quien el momento es de disfrute, sí, también allí agradecer y comprobar la huella del Creador.

Cada momento es único, irrepetible, motivo para ser auténticos y por tanto conectados realmente con el Padre Celestial.
Las imposturas religiosas, los mandatos de la fe, la censura de nuestra naturaleza, no conducen al Shalom, sino a la vida de esterilidad espiritual.

Resp. 1121- SENSACION INCOMODA

mauricio nos consulta:

QUERIDO MORE YEHUDA RIBCO QUE EL ETERNO DE COLME DE TODO BIEN.

MI PREGUNTA ES LA SIGUIENTE:

1. PORQUE EN CIERTAS OCACIONES UNO SIENTE UNA SENSACION DE DISTANCIAMIENTO CON EL ALTISIMO, SE SIENTE COMO SI EL SE UBIECE ESCONDIDO O APARTADO DE UNO.

2. QUE HACER PARA DICHA SENSACION NO SE VUELVA A PRESENTAR DE VERDAD QUE ES BIEN INCOMODA.

GRACIAS.
MAURICIO DELGADO, 32 AÑOS, ESTUDIANTE, COLOMBIA

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¿Religión o bendición?

Caín fue el precursor de la religión.
Sí, el mismo que inventó el asesinato.
¿Coincidencia?
No lo sé, aunque no me parece que lo fuera.
(Si quieres saber más, toma tu tiempo y busca en este extenso y gratuito sitio lleno de sorpresas notables y buen pan espiritual, porque ya hemos trabajado en otras ocasiones sobre la temática).

Recuerda algo que hemos explicado hasta el cansancio: religión es un producto del EGO (también conocido como IETZER HARÁ en la jerga tradicional), es una impostura, una falsa conexión con el Eterno, un disfraz y no el verdadero rostro, algo que usurpa el rol de la espiritualidad. Religión es confusión, ritualismo, dogmas, mandatos carentes de trascendencia, pompa, falsedad. Hasta aquella que tiene visos de buenas obras, de solidaridad, de amor virtuoso, en tanto provenga de la religión contiene en cierta medida el estigma del EGO.
Entre estas se incluyen las religiones laicas o ateas.
¿Cómo? ¿Religión laica o atea?
¡Eso es un contrasentido!
Pues no, si relees lo que dijimos recién acerca de las religiones.
Todas, con un dios, con más de uno, con miles de dioses, o sin ellos, con dioses anónimos o bien etiquetados, con hombres venerados o procedimientos e instituciones que detentan el poder supremo, todas las religiones y sectas adoran, sirven, se aferran al mismo “dios” aunque le llamen de diferentes maneras, aunque le inventen diferentes rituales, aunque le recen en hebreo o idish o chino catalán, o aunque no recen y se opongan en su discurso a las doctrinas eclesiales.
Todas ellas adoran al “dios” EGO.
El EGO, que es una función normal y necesaria del ser humano, se exterioriza como salvadores y dioses, como déspotas ilustrados y héroes revolucionarios, como padres de la nación o líderes infalibles, como aquello que es el único camino para la salvación, la respuesta a los males, el fin del caos.
Sí, allí esta siempre el EGO, el dios de todas las religiones, incluso de las no confesionales.
Para ejemplo, basta una muestra:

Para los campesinos de mi patria
quiero la voz de Lenin.
Para los proletarios de mi patria
quiero la luz de Lenin.
Para los perseguidos de mi patria
quiero la paz de Lenin.
Para la juventud de mi patria
quiero la esperanza de Lenin.
Roque Dalton – http://www.psuv.org.ve/temas/noticias/21-enero-89-anos-muerte-lenin/#.UX8oNUpyxHU

¿No es esto una clara manifestación religiosa en una ideología que se presenta como carente de dioses y opuesto a las “religiones”?
Si tienes ganas puedes encontrar innumerables ejemplos laicos y ateos de religión, que se endiosa a sus líderes, a sus héroes, a sus mitos, a sus sistemas, a sus partidos, a sus patrias, a sus pueblos, a sus… pero siempre, siempre es lo mismo: el EGO.

Otro más:

Después de la muerte de Chávez, hemos escuchado a los herederos de la "revolución" ensalzar, alabar, enaltecer y glorificar la vida y obra de su líder. No sólo por la conveniencia electoral de mantenerlo vivo en el recuerdo y en los corazones de quienes votaban por él. No me canso de repetir que, como Maduro no es Chávez, de alguna manera u otra, el chavismo necesita conservar "activo" y en campaña al difunto presidente. Posiblemente, eso es lo que los ha llevado a extremos tan inusuales de devoción.
A viva voz se la pasan repitiendo que "Chávez no está muerto porque su esencia permanecerá entre nosotros". A más de un chavista le he oído decir: "Chávez está ahora al lado de Cristo" o "Chávez es como Dios que está presente entre nosotros pero no lo vemos". Si así es como los chavistas estiman sostener este desastre, asegurando que "Chávez es como Dios", no me extrañaría que dentro de poco alguien salga diciendo que el difunto le hizo el milagrito. ¡Y eso sí sería el colmo del fanatismo!
Lo cierto del caso es que, la sarta de ponderaciones divinas hacia el comandante no cesa. Hace poco, en algún periódico vi la foto de un rosario rojo rojito que el oficialismo estaba repartiendo entre sus seguidores, con la imagen de Chávez. Y en otro diario publicaron un trabajo con la foto de la vitrina de una tienda de santería, la cual lucía el busto del comandante -con boina roja y vestido de verde- para que desde ya quienes practican estos rituales, lo incorporasen a sus altares y comenzaran a prenderle velas.
http://www.eluniversal.com/opinion/130329/cristo-y-chavez

Cambia Lenin o Chávez por Hitler o Kim Jong-un o Jesús o Freud o San Jorge o tal Rebbe/Tzadik o la Ciencia o lo que tú consideres oportuno, tienes miles y miles de opciones que entran exactamente dentro de esto. Sean dioses conocidos o anónimos, líderes o maestros ascendidos, legendarios o que alguna vez pisaron la tierra, que en vida se atribuyeron poderes mágicos o luego se inventaron historietas, todos ellos dioses para sus seguidores, todos ellos hipóstasis del “divino salvador” del inicio de tu vida, del EGO.

Desde Nimrod (verdadero padre de la institución religiosa como tal) en adelante, se sigue vendiendo el mismo viejo producto corrompido que se lo quieren hacer pasar por algo más auténtico.
En la desfachatez suprema, se atreven algunos a hacer del Uno y Único otro ídolo más. Como por ejemplo, cuando se pretendió que había bajado a la tierra en forma de “su hijo”, o que Él es representado por supuestos maestros ascendidos que controlan y manipulan a sus servidores con todas las astucias propias del EGO. Maestros (incluso los hay judíos) que forman sus sectas, que adoctrinan en sus ideologías, que parlotean su léxico confuso pero “inspirador”, que se pretenden siguen vivos a pesar de estar muertos, que se debe peregrinar a sus tumbas, en fin, otros dioses falsos, más representantes del EGO, pero que en su desvergüenza blasfema dicen hablar en nombre del Eterno y ser Sus verdaderos emisarios.

Como ya denunciara hace milenios el profeta de la Verdad:

"Entonces el Eterno me dijo: -Mentira profetizan los profetas en Mi nombre. Yo no los he enviado, ni les he mandado ni les he hablado.
Os profetizan visión mentirosa, adivinación vana y el engaño de sus propios corazones."
(Irmiá / Jeremías 14:14)

¿Terrible?
Sí, pero es una realidad que viene sucediendo desde tiempos perdidos en la oscuridad de la memoria.
También hoy día, por supuesto.
Estos payasos religiosos hacen su espantoso circo que se llena de espectadores y fieles. Cobran diezmos y contribuciones, venden supuestos milagros, prometen aquello y esto, profetizan, se anuncian como “tzadikim” sobrehumanos, y no deja de ser el mismo EGO que sigue vigente y manipulando con su corrupción.

Mucho cuidado de apartarse de la senda de la pureza de los Siete Mandamientos que el Uno y Único marcó para sus queridos hijos de las naciones.
Mucho cuidado en despreciar la senda de la Torá, si eres judío.

Porque, según testimonia el profeta de la Verdad:

"Vuestras malas acciones son las que hacen separación entre vosotros y vuestro Elokim.
Vuestros pecados han hecho que Su rostro se oculte de vosotros para no escuchar."
(Ieshaiá / Isaías 59:2)

Contempla, comprende.
No es la falta de fe.
No es no seguir a un rebe, pastor, gurú, maestro ascendido.
No es por no usar tal o cual ropaje.
No es por no rezar o santiguarse.
No es por no hablar en hebreo, idish, arameo o alguna lengua extraña.
No es por no poner banderitas de Israel y poner música supuestamente judía.
No es por no usar barba ni pelitos desde las sienes.
No es por no congregarse en sinagogas o templos.
No es por no saber de memoria pasajes de textos sagrados.
No es por no comprar el libro que promociona la secta de tu esclavitud.
No es por no ser judío.
No es por no usar cintas, amuletos, llaveros, manitos, ojitos y otros suvenires que te venden los mercaderes de la fe.
No es por pertenecer a centros cabalísticos y murmurar ensalmos cabalisteros, ni por hacer predicciones y meditaciones trasnochadas.
No, nada de eso, nada de eso provoca la “separación entre tú y Dios”.
Sino, tus malas acciones, tus pecados, que el Eterno se encarga de definir con exactitud, presta mucha atención, depende tu vida eterna de ello:

"Porque vuestras manos se han contaminado con sangre, y vuestros dedos con iniquidad. Vuestros labios hablan mentira, y vuestra lengua murmura maldad.
No hay quien clame por justicia, ni quien vaya a juicio con integridad. Confían en la insignificancia y hablan falsedades. Conciben afanes y dan a luz iniquidad.
… Sus obras son obras de iniquidad; hechos de violencia hay en sus manos.
Sus pies corren al mal, y se apresuran a derramar sangre inocente. Sus pensamientos son pensamientos de iniquidad; destrucción y ruina hay en sus calzadas.
No conocen el camino de la paz, ni hay justicia en sus sendas. Sus senderos son torcidos; cualquiera que vaya por ellos no conocerá la paz.
Por esto el derecho se ha alejado de nosotros, y no nos ha alcanzado la justicia. Esperamos luz, pero he aquí tinieblas. Esperamos resplandor, pero andamos en la oscuridad."
(Ieshaiá / Isaías 59:3-9)

Es Dios el que habla, no un simpático rabino en internet, o un predicador en su show televisivo.
Es Dios el que claramente expresa que es la construcción de Shalom lo que Él quiere de ti, y no otra cosa.
Que actúes siempre con bondad Y justicia.
Sin malabarismos emocionales, sin palabrerías, sin zalamerías, sin adoración de hombres o sectas, sin disfraces, sin rituales, sin nada de eso que tu persigues con afán y es religión.
Dios, Él y no otro, te dice que es la construcción de Shalom la senda para la “salvación”.
¿Lo quieres aceptar y vivir así? ¡Perfecto!
¿No quieres? ¿Sigues empecinado en querer cosas religiosas? Bien, es tu elección, es tu sometimiento al EGO.

Construcción de Shalom, que es nuestra constante prédica y nuestra voluntad de hacer a diario.
Con altibajos, con caídas y recuperaciones, atormentados también por el EGO, pero esa es la obra cotidiana. Porque no nos vendemos a falsos profetas, ni adoramos hombres o salvadores. Porque queremos al EGO en el lugar natural que le corresponde y no usurpando el Trono del Señor.
Podemos equivocarnos, sin dudas, pero tenemos en claro que queremos vivir con bondad Y justicia, entonces los errores se empequeñecen, la libertad aumenta, la felicidad es una realidad.

Para delimitar correctamente las cosas, ten presente que ni el noajismo ni el judaísmo son religiones, aunque se pueden denominar erróneamente así en ocasiones, aunque la gente las pueda encasillar como tales, aunque te parezca que tienen tantas cosas en común con las religiones que ameritan ser consideradas como parte de ellas, igualmente siguen sin ser religión. Por el contrario, son la expresión de la espiritualidad, la una que es acorde a los gentiles, la otra que se adecua a las personas judías (judío=nacido de madre judía o que se ha convertido legal y lealmente al judaísmo siguiendo los procedimientos que la reglamentación judía prevé para tales efectos).

El espíritu, nuestro Yo Esencial, es el que nos une con el Todo, que nos hace verdaderamente únicos y a la vez nos permite unificarnos.
Es la chispa que cada ser humano alberga y que proviene del Hacedor.

Dejar ver la luz que irradia esa chispa de divinidad, requiere un trabajo personal para despojar esas cáscaras que la obscurecen y opacan.
Cuando logramos extirpar las cáscaras y manchas que ha provocado el EGO, cuando sintonizamos el Yo Vivido con nuestro Yo Esencial, entonces irradiamos luz, alumbramos nuestra existencia y ayudamos a iluminar a otros.

¿Ves que simple es?
Todos somos en esencia buenos, pero actuamos a instancias del EGO, lo que nos lleva por caminos oscuros.
Cuando hacemos buenas acciones, realmente buenas y no como estrategias de manipulación, cuando son buenas en verdad hasta en nombre de alguna religión o deidad falsa, las hacemos a pesar del EGO. El EGO no permite el accionar de la bondad y la justicia, a no ser que sea para adquirir dominación por sobre otros. Entonces, cuando vemos a alguna persona religiosa actuar con bondad sincera, ¡que bueno! Allí está su esencia actuando, rompiendo las trabas que puso el EGO, ejerciendo su verdadera identidad por sobre las marcas de la religión.

Cuando limpiamos la mugre de alrededor de nuestra neshamá (esencia espiritual, Yo Esencial) estamos haciendo que resplandezca la era mesiánica en nuestros días.

En resumen, siente, piensa, hablar, actúa con bondad y justicia. Esa es la senda del Shalom, de la era mesiánica, de la “salvación”.
No importa tanto el ritual, la palabrita mágica, sino lo que Dios realmente te ha mandado que hagas para tu propio bien.

En el jardín del placer

Hay personas que piden al Eterno por bendición, particularmente en cuestiones físico/materiales.
De acuerdo a la Tradición es correcto, siempre dentro de determinados parámetros de reverencia, respeto, humildad y sin dudas haciendo en la práctica aquello que está al alcance para generar o recibir la tal bendición.
Sin olvidar agradecer.
Sin olvidar que Él decide, Él es el Amo y no es un títere de nuestros berrinches o nobles deseos.
Por ejemplo, no basta rezar pidiendo sustento mientras se queda en casa esperando que le llueva la provisión, sino que hay que hacer aquello que es posible y permitido para que se haga realidad.
Como dice el sabio e inspirado salmista:

"Bienaventurado todo aquel que reverencia al Eterno y anda en sus caminos:
Cuando comas del trabajo de tus manos, serás feliz, y te irá bien."

(Tehilim / Salmos 128:1-2)

Andar en los caminos del Eterno, por medio de cumplir los preceptos que nos corresponden,
reverenciar al Eterno con nuestras palabras y particularmente con nuestra conducta,
y no dejar de trabajar activamente, para que lo obtenido de nuestra tarea nos haga bien y nos regocije.
Para que obtengamos el pan que nutre y satisface, y no el pan de la humillación.

Ruegan (o exigen) por salud, dinero y amor. Por soluciones a problemas, para que se resuelvan conflictos, para que llegue la prosperidad, por hijos, por bienestar.
Alguna gente muy confundida, incluso entre los ortodoxos (¿o especialmente entre ellos?), pretenden manipular al Señor de señores por medio de rituales religiosos, objetos con pretendido poder, ensalmos, palabras misteriosas que provocarán sucesos extraordinarios y toda una serie de amuletos y conjuros, los cuales la LEY espiritual prohíbe a rajatabla. Como expresó con definitiva claridad el maestro de maestros, Maimónides (“Moré Nebujim” 1:61):

Debes cuidarte de compartir el error de esos que escriben y usan amuletos. Sea que escuches de ellos o leas de sus trabajos, especialmente aquellos que dicen usar nombres divinos o permutaciones del mismo, que son absolutamente faltos de sentido; ellos dicen esos nombres y creen que su pronunciación demanda de santificación y purificación y que pueden hacer milagros maravillosos. Pero, las personas en uso de su razón no escuchan a tales hombres ni creen de ningún modo en sus crasas afirmaciones.

Dictados filosóficos y legales de similar contenido hay otros más, pero creo suficiente con el compartido.
Ten en cuenta, ni siquiera cuando te vienen con palabritas difíciles en hebreo o arameo, con aspecto de cosa sagrada, con aseveraciones de mágicos resultados, con apoyo de hombres con aspecto de “sacerdotes” cabalísticos, con firmas renombradas apoyando las “segulot”, nada de eso cuenta, puesto que bien sabemos afirma el Eterno en Su Torá:

"No practicaréis la adivinación ni la brujería."
(Vaikrá / Levítico 19:26)

(Para entender su real definición (pues es difícil de traducir al español) y alcance, por favor estudiar por ejemplo “Sefer haJjinuj”, mitzvot 249 y 250).

A lo máximo que pueden aspirar esos incongruentes artefactos o fórmulas mágicas es a obtener resultados por medio del efecto placebo, tal como el propio Maimónides ya conocía hace ocho siglos atrás (Hiljot Avoda Zara 11:11), como también menciona la Mishná bastante antes y que no ha cambiado (estudiar más tarde el texto que se abre haciendo clic aquí).

Así pues, rezar, pedir bendición, confiar en el Eterno sin dejar de hacer nuestra parte, aquella que nos corresponde. Con particular énfasis en vivir en continua construcción de shalom, por medio de acciones buenas Y justas, ya que esa es la altura máxima de toda persona. No está en encerrase en contemplación mística, ni en saber de memoria pasajes monumentales de literatura sacra, ni en obtener sensaciones sublimes a través de técnicas suprasensibles. No, nada de eso es la meta del hombre. Nuestra meta es ser socios del Eterno, cada uno de acuerdo a sus posibilidades y roles. Esto lo conseguimos haciendo lo que nos corresponde, no otra cosa, que siempre está dentro de la construcción de shalom, siempre.

Por otra parte, te contaré “un secreto”.

¿Quizás no debiéramos pedir para RECIBIR bendición, sino para DARNOS CUENTA de la que ya tenemos y recibimos de forma constante?
Sería bueno que pudiéramos abrir los ojos y tomar conciencia de que ya somos benditos, que todo el tiempo fluye desde lo Alto el bien y la bondad para nosotros.
Pero debemos abrirnos para disfrutar de ella.
Por más que llueva el agua de vida, si tenemos abierto el paraguas no obtendremos nada.
Si cerramos nuestro corazón, el agua desfilará a nuestro lado y no encontraremos gozo ni saciedad.
Aquello que está dispuesto para nosotros se desperdicia, corre hasta perderse. Por ahí la vemos pasar, estiramos la mano, pero sin confianza, sin abrirnos a obtener el bienestar, que desaparece y tal vez no regresa. Aunque esté allí, es inaccesible.
¿Comprendes lo que te estoy explicando ahora?

Tu EGO te hace sentir impotente por lo cual vives en impotencia (o en falsa superpotencia, depende la máscara o modalidad consolidada).
Con tal de sobrevivir ya te sientes feliz, cuando tienes dispuesta ante ti la mesa de los reyes para disfrutar de todos sus manjares.
Te conformas con que no te duela, con que no te peguen, siendo que tienes el poder para estar en plenitud y gozo.
Pero, el EGO te tiene bajo su bota, te sientes asfixiado, sin derecho a ser libre y menos a disfrutar.
A lo máximo que aspiras es a lo mínimo, un trozo de madera para flotar en medio de lo que te parece un huracán que te arrastra.
Dentro de tu celdita mental ves todo oscuro, estrecho, pavoroso, imposible, sin méritos para algo mejor y diferente.
Hay miedo, dudas, ineficacia, angustia, remordimientos, sentimientos de culpa, falta de iniciativa, sin alternativas, repetición del malestar, envidia, celos, quejas, victimizarse, echar culpas, agresiones, llanto, engaños, esclavitud: impotencia.
Pierdes tu bendición, la que ya tienes, por no atreverte a salir –aunque sea un poquito- de tu celdita mental.

Sí, cuando es el EGO tu señor, encuentras las formas de sabotearte, de tropezar, de caer para no levantarte.
Incluso cuando aparentas súper poder, cuando usas la máscara de híper exitoso, que te llevas el mundo por delante, por dentro sabes o presientes que es todo un engaño, que eres un farsante, que en cualquier momento explotará la burbuja y quedará a la vista tu miseria profunda.
Así estás esquivando el gozo de tu plenitud, de tu bendición. Estás bloqueando el bienestar real para vestirte con ropas que no son tuyas, trofeos que no te satisfacen ni completan. Pierdes tu bendición a cambio de figurines de colores.

Otra manifestación del EGO, que se viste con ropajes de sabiduría y santidad, es la que te hace sentir culpable por estar triste.
Que te afirma que estar triste es pecado, que Dios no está en tu vida si tú no sonríes tontamente y con falsedad.
Que es un “mandamiento” estar alegre siempre. ¿Mandamiento? ¿Cuál? ¿Dónde? ¿De quién?
¿Qué clase de dios (a propósito en minúscula) vengativo, malvado, salvaje, loco, hace que exista la tristeza de forma natural para considerar pecador a quien la siente?
¿Qué dios miserable se niega a visitar al que siente tristeza? Porque los manipuladores religiosos que dicen hablar en nombre de Dios afirman que Dios detesta al triste, que es un templo impuro en donde Él no entra… ¡por favor! ¡Cuánta mezquindad en ropas de santidad! ¡Cuánta falsedad predicada con orgullo religioso!
El Eterno no es un engendro monstruoso que desprecia al triste, ni abandona al deprimido, ni ordena en Su Torá una perenne alegría o serás sancionado severamente.
¡No! El Eterno no es esa caricatura que algunos presentan como si fuera la verdad revelada.

Por supuesto que si eres honesto contigo mismo y no te mientes al solitario, sabes que tienes momentos de tristeza, en los cuales no tiene ningún sentido ni veracidad la mueca de risa o aparentar alegría que no sientes. Pero este EGO exterior te obliga a arrodillarte y suplicar perdón por algo que no has hecho, a sentirte miserable por ser persona y por tanto pasible de quebranto.
Ya lo dice el gran sabio e inspirado Salomón:

"tiempo de llorar y tiempo de reír; tiempo de estar de duelo y tiempo de bailar"
(Kohelet / Predicador 3:4)

Sí, el duelo tiene su tiempo y su sentido sagrado. Así como la tristeza.
Atención, no esa tristeza profunda, que puede ser síntoma de una enfermedad que puede y debe ser tratada por especialistas médicos y a veces también psicólogos.
Sino la tristeza, esa que aparece a veces, como una visita inesperada, como una respuesta coherente a ciertos acontecimientos o sucesos.
Sí, el pesar tiene su función, así como lo tiene la alegría.
Negar cualquiera de las dos, es censurar al hombre por ser hombre, y no al hombre por hacer algo que realmente sea dañino y perjudicial.
Si además de tu tristeza el EGO te hace sentir culpable, pecador, ausente de Dios, alguien espantoso por el mero hecho de sentir la normal y hasta saludable tristeza, ¿cómo habrás de reaccionar?
Estás siendo manipulado, te quieren llevar hacia establos en los cuales anestesies tu conciencia, nubles tu razonamiento, te conviertas en un monigote en manos de líderes religiosos que apelan a la manipulación, a la falsa alegría, para obtener poder de ti.
Ellos, con sus falsas prédicas de amor y espiritualidad, están obligándote a no gozar de las bendiciones que están fluyendo desde Arriba para ti. Con promesas mentirosas de milagros, con palabrería disfrazada de divinidad, con disfraces y mascaritas te envuelven en nubes enfermizas, narcotizantes, para que nubles tu conciencia espiritual y te sometas al mando del líder de la secta.

¡Rompe con ello!
Puedes salir de tu celdita mental, dejar de lado las caretas de perdedor o de “más que vencedor”, no tienes necesidad de aparentar una emoción que no sientes, ni de sentirte culpable por tener momento de dolor.
¡Rompe con lo que interrumpe el flujo de bien y bendición que de Arriba te envían para tu disfrute!

Quita de tu vocabulario aquello que te adoctrinaron, eso que te susurra a tu oído el EGO.
Los “no puedo, no me lo merezco, estoy en falta, no soy nada, es mi destino, todo me sale mal, soy pecador, cargo una pesada mochila imposible de quitar, no sé, no sirvo, no valgo nada, si no me convierto en X no valgo, mejor muerto que vivo, soy maldito, Dios no me quiere, Dios no entra a mi templo porque estoy triste, soy un enfermo y nada me ayuda, es malo tener cosas, es malo disfrutar, es malo gozar, Dios ama a los pobres, ser pobre es bueno, mejor pobre pero feliz que rico pero infeliz, el ‘espiritual’ no se rodea de cosas ‘mundanales’, solo si el rabino/pastor/gurú me bendice seré bendito, debo comprar el amuleto/libro/póster para ser próspero, si no me congrego no tendré bendición,” y cosas por el estilo.

EGO, solo EGO.
EGO laico. EGO religioso. Solo EGO.
EGO que dice hablar en nombre de Dios, y de dioses. EGO que se esconde en el título de rabino/sabio/pastor/líder/moré/maestro. EGO en forma de sentencia doctrinal. EGO como mandato. EGO, solo EGO.

Pero el AMOR, la senda verdadera, es absolutamente diferente.
No precisa de meterte miedo, ni de manipularte, ni de encasillarte, ni de violentarte.
El AMOR respeta tus tiempos y tus sentimientos. No te presiona ni te tilda de pecador si no puedes o quieres ahora. El AMOR no te seduce, ni te amenaza. No precisa de insultos ni de mentiras. Es la cara opuesta del EGO.
El AMOR te lleva a compartir, a dar, a agradecer, a aceptar, a colaborar, a ser paciente, a darte cuenta de tus estados de ánimo y no por ello mortificarte ni actuar de forma pasionalmente errónea.
El AMOR es unidad, unificación, abrazar al Padre, comprender, trabajar, construir shalom.
Y aún en lo poco, o en lo mucho, reconocer que la bendición la estamos recibiendo de forma constante.
Que hay cosas que son malas y que no debemos llamarlas buenas. Que no todo es para bien, aunque podamos aprender luego alguna lección o sacar algo de ello. Pero el mal está y no podemos mirar para otra parte o desconocerlo, sino extinguirlo para que lo bueno realmente surja.

La abundancia para ti está presente, la que precisas. Si falta, quizás es que no te has abierto a recibirla, o tal vez alguien movido por su EGO está tomando lo que no le corresponde.
No es de forma pasiva, desconectándote de la realidad, mintiendo con frases tales como “todo es para bien”, que resolverás las cosas.
Sino por medio de la construcción de shalom.
Bondad Y justicia.
Si alguien usurpa lo tuyo, te roba, puedes y debes construir shalom: bondad Y justicia. No olvides, ambas ruedas mueven el vehículo sagrado, no una sola. Si dejas de lado la justicia, con la excusa falsamente espiritual que sea, entonces tampoco habrá bondad, y viceversa.

De lo Alto llueve en abundancia lo bueno, pero si cierras tu corazón, si no abres tu mano, lo conviertes en un hilito de insatisfacción.
Debes saberlo, la bendición sobre ti es constante, entonces, toma conciencia y comienza a disfrutar.

Tu mente, atormentada desde hace milenios por el EGO, te hace creer que esto no es cierto.
Pero cuando despejas las nubes del EGO, pronto descubres que lo es.
No te digo que sea fácil, te digo que es cierto.
No pelees con el EGO, no te pongas a tratar de ganarle alguna batalla, por el contrario, deja fluir.
Abre tu mano hacia el prójimo con generosidad, entonces de pronto verás tus dos manos llenas con bienes. Allí estuvieron siempre, pero tu estabas con los puños cerrados, negándote a ayudar, peleando con el mundo, siendo avaro, prohibiéndote el bienestar, obligándote a la falsa felicidad. Pero, cuando abriste tu corazón y tu mano con bondad, entonces recibiste el placer de la bendición que todo el tiempo estaba dispuesta para ti.
Porque:

"el generoso concebirá acciones generosas, y por las acciones generosas permanecerá."
(Ieshaiá / Isaías 32:8)

Y,

"El efecto de la justicia será paz; el resultado de la justicia será tranquilidad y seguridad para siempre."
(Ieshaiá / Isaías 32:17)

Sí, construir shalom.
No es un lema para repetir, es una verdad por la cual vivir.
Es el modo para abrirnos a recibir la bendición que llueve sobre nosotros AHORA.

¿Todavía seguirás esclavo del EGO?
Por eso o aquello no te quieres convencer de vivir en armonía interna y externa.
¿Escoges a los que vienen con ropajes de profetas a predicar en nombre de “Dios”, pero venden humo y se enriquecen con tus miserias? 
Perfecto, eso es lo que eliges, tienes derecho a hacerlo en tanto no dañes a nadie.

Pero si quieres la vida, la bendición, entonces deja de lado la senda religiosa, la adulación, el EGO para que vivas aquí y ahora la plenitud.
Conjugando lo espiritual con lo material.
Haciendo lo que es bueno y Justo, tal como el Eterno repitió una y otra vez en Su Palabra sagrada.

Ya no justifiques tu miseria, mejor ten un encuentro sincero con el Padre, reza desde lo profundo para que sean abiertos tus sentidos a todo lo bueno que está a tu alcance. Sé lo poderoso que eres y no más la marioneta de impotencia. Ejerce el control sobre lo que es de tu dominio, pero no pretendas controlar lo que no puedes controlar.
Construye shalom, disfruta de lo permitido en tanto te apartas de lo prohibido.

Lectura complementaria y ejercicio de crecimiento multidimensional.
Te dejo ahora el Salmo 104, te pido que lo leas a la luz del breve estudio que hemos realizado. Ten en cuenta las claves que brindamos ahora y recuerda aquellas que ya fuimos enseñando anteriormente. Analiza el texto, haz que tu Yo Esencial te hable a través de él.
Luego, cuando tengas un tiempo disponible, en un lugar calmo, medita en lo que aprendimos, encuentra tus palabras para alabar y agradecer y pedir del Eterno.
Más tarde, si deseas, puedes compartir con nosotros tus ideas, reflexiones, cuestiones, lo que te parezca que nos sirva para ampliar el contenido de este post así como fortalecernos en la construcción de shalom.

" (TEH. 104:1) ¡Bendice, alma mía, al Eterno! el Eterno, Elokim mío, ¡qué grande eres! Te has vestido de gloria y de esplendor.
(2) Tú eres el que se cubre de luz como de vestidura, que extiende los cielos como una tienda,
(3) que construye sus altas moradas sobre las aguas, que hace de las nubes su carroza, que anda sobre las alas del viento,
(4) que hace a los vientos sus mensajeros, y a las llamas de fuego sus servidores.
(5) Él fundó la tierra sobre sus cimientos; no será jamás removida.
(6) Con el océano como con vestido la cubriste; sobre las montañas estaban las aguas.
(7) A tu reprensión huyeron; se apresuraron al sonido de tu trueno.
(8) Subieron las montañas; descendieron los valles al lugar que tú estableciste para ellos.
(9) Les pusiste un límite, el cual no traspasarán, ni volverán a cubrir la tierra.
(10) Tú eres el que vierte los manantiales en los arroyos; corren entre las colinas.
(11) Dan de beber a todos los animales del campo; los asnos monteses mitigan su sed.
(12) Junto a ellos habitan las aves del cielo, y trinan entre las ramas.
(13) Tú das de beber a las montañas desde tus altas moradas; del fruto de tus obras se sacia la tierra.
(14) Haces producir el pasto para los animales y la vegetación para el servicio del hombre, a fin de sacar de la tierra el alimento:
(15) el vino que alegra el corazón del hombre, el aceite que hace lucir su rostro, y el pan que sustenta el corazón del hombre.
(16) Se llenan de savia los árboles del Eterno; los cedros del Líbano, que él plantó.
(17) Allí anidan las aves; en sus copas hace su nido la cigüeña.
(18) Los montes altos son para las cabras monteses; las peñas, para las madrigueras de los conejos.
(19) Tú eres el que hizo la luna para las estaciones; el sol conoce su ocaso.
(20) Pones las tinieblas, y es de noche; en ella corretean todos los animales silvestres.
(21) Los leones rugen por la presa y reclaman a Elokim su comida.
(22) Sale el sol; se recogen y se echan en sus cuevas.
(23) Sale el hombre a su labor, y a su labranza hasta el anochecer.
(24) ¡Cuán numerosas son tus obras, oh Eterno! A todas las hiciste con sabiduría; la tierra está llena de tus criaturas.
(25) Éste es el mar grande y ancho, en el cual hay peces sin número, animales grandes y pequeños.
(26) Sobre él van los navíos; allí está el Leviatán que hiciste para que jugase en él.
(27) Todos ellos esperan en ti, para que les des su comida a su tiempo.
(28) Tú les das, y ellos recogen; abres tu mano, y se sacian del bien.
(29) Escondes tu rostro, y se desvanecen; les quitas el aliento, y dejan de ser. Así vuelven a ser polvo.
(30) Envías tu hálito, y son creados; y renuevas la superficie de la tierra.
(31) ¡Sea la gloria del Eterno para siempre! Alégrese el Eterno en sus obras.
(32) Él mira la tierra, y ella tiembla; toca las montañas, y humean.
(33) Cantaré al Eterno en mi vida; a mi Elokim cantaré salmos mientras viva.
(34) Que mi meditación le sea grata, y que yo me alegre en el Eterno.
(35) Sean exterminados de la tierra los pecados, y que los impíos dejen de serlo. ¡Bendice, oh alma mía, al Eterno! ¡Alaben al Eterno [Aleluia]!"
Tanaj: Tehilim / Salmos {104}

Cómo saber el por qué agradecer

El agradecimiento

jaque mate 2    Lo recuerdo como si fuera ayer, estábamos sentados frente al tablero de ajedrez de madera y mi amigo, quien es una de las personas más inteligentes que conozco, se concentraba viendo el movimiento aleatorio de piezas que hice y que no fue por estrategia sino porque había perdido la concentración y cometí un error que me costaría la partida y yo estaba esperando que él no notara mi error porque en tres movimientos sería historia, estaba a la expectativa de ver cómo resolvía el problema que había creado.

El movimiento tonto que hice había confundido a mi amigo quien probablemente le trataba de encontrar la lógica a semejante movida que de genial no tenía nada pero de tonta todo. Trató tanto de encontrarle el sentido a lo que sentido no tenía que decidió detener la partida y refrescar la mente y entonces empezamos a conversar pues como verán no era una partida de ajedrez profesional, por ende decidimos charlar por un rato y dentro de esos temas de conversación mencionamos el tópico del agradecimiento. Mi amigo me decía que el valor del agradecimiento es el más importante de todos. Esto me caló porque es algo muy cierto y me lo decía porque hablábamos que hay muchas personas que realmente son malagradecidas.

Alguien hace poco hizo un comentario en uno de los post publicado primeramente hace unos años por el Moré y relacionado con las características de  un noájida consciente de su identidad  y entonces me detuve a leer todos y cada uno de los comentarios en ese post de parte de personas que agradecían al Moré y a FULVIDA por liberarlos de la idolatría, que hacían promesas de fidelidad eterna, etc., personas que hoy brillan por su ausencia  y  donde hay algunos que osadamente se dedican a maldecir, difamar y calumniar a todos los que participamos en FULVIDA.

Uno de los pilares para ser agradecido es reconocer el valor de lo obtenido, como bien dice el Rabino Weinberg.  El agradecimiento no solo se da de los dientes para afuera sino que hay que demostrarlo con hechos pues hablar o escribir es muy fácil, lo difícil es hacer. Como consejo de vida, cuanto menos se diga mejor y cuanto más se haga mejor aún.

Muchas personas han hecho comentarios de cómo han despertado y demás, pero a la hora de llegada vuelven a aletargarse, prefieren seguir en la oscuridad, algunas regresan a las sendas de la idolatría quizás no como cristianos directos, pero sí a través de grupos que se reúnen para leer lo que no le corresponde y no falta más de un fetraficante vivazo que toma el tema del noajismo para instaurar su propio centro de lucro. Sí, es mucha la gente que no soporta la libertad y que prefieren estar encerrados.

Es como en la película de The Shawshank Redemption cuando el personaje Brooks Hatlen, quien estuvo recluido por varias décadas y era el bibliotecario de la prisión, una vez que cumplió con el período de la condena e iba a ser liberado, amenazó con asesinar a uno de los reos para que así lo volvieran a condenar; cuando uno de los personajes anonadado pregunta por qué haría semejante barbaridad, “Red” Redding, quien es interpretado por Morgan Freeman, le dice que dentro de la prisión Brooks es el bibliotecario, es una persona importante, en tanto que una vez fuera sería un ex convicto, un don nadie, así lo dice Red. Y ese es el EGO, un Brooks Hatlen que mientras nos tiene encerrados en la celda mental es nuestro bibliotecario, nuestra fuente de conocimiento a quien vemos con admiración y respetamos pero el EGO sabe que una vez que salimos de nuestra celda mental vamos a verlo por lo que es, no el faraón a quien hay que adorar sino como la herramienta que es, como muchas otras y por eso es que al igual que Brooks Hatlen, toma una navaja y nos la pone en el cuello, amenazarnos con degollarnos y nosotros lo que hacemos es ceder ante sus pretensiones.

 

Quizás esta es la razón por la que tantas personas comentan y hablan de cómo han despertado pero luego se vuelven a dormir, a como hay muchos otros que simplemente son malagradecidos que vejan y traicionan porque no se les rinde pleitesía con sus pseudo-conversiones o vaya uno a saber en qué disparates andan y qué nuevos inventos crean para saciar sus egos y los de sus secuaces. Y es que es más fácil escapar de la realidad que vivir en ella pero más doloroso porque quien cierra sus ojos y camina sin perro guía ni bastón lo primero que va a encontrar es el suelo y un golpazo que lo hará tener que recapacitar y hacer una de dos cosas; o busca guía, sea una persona que pueda ver, un perro guía o un bastón o mejor aún, abre los ojos.  A diferencia de la vida real donde existen personas que son físicamente no videntes, el que es espiritualmente ciego lo es porque quiere porque aún el que es físicamente no vidente puede abrir sus ojos espirituales y gozar de una vida de plenitud.

Por eso es tan importante agradecer y por eso es que el punto de partida para comenzar a agradecer es entender y conocer el valor del objeto sobre el que se agradece. Salomón dice que debemos de buscar la sabiduría con más ahínco que el oro y la plata y aquí en FULVIDA hay mucha sabiduría. Un profesor a quien admiro mucho dice que a la hora de analizar un problema legal siempre hay que echarse para atrás e ir a la fuente, al manantial e igual ocurre con el agradecimiento, hay que realmente ver, analizar, ponderar y decidir si el agua del manantial está envenenada o si es más bien limpia y cristalina.

Las personas tienen problema reconociendo la fuente porque todos buscamos la independencia y queremos elevarnos, queremos sentirnos superiores y por eso es que no damos crédito a quien crédito merece ni tampoco nos detenemos a analizar si el agua que bebemos está contaminada o no. Uno que es muy importante es la gratitud a los judíos pues las ideas del monoteísmo, justicia para todos, educación universal, dignidad de la persona y el valor inapreciable de la vida son legados del pueblo judío.

Como el pueblo judío recibió la Sagrada Tradición directamente de Dios seamos agradecidos con El. Busquemos siempre recordar que todo lo que vemos ha sido creado por El y que si no fuera por El el mundo no existiría. Dice el Rabino Weinberg que cuando la gratitud hacia otros se quiebra, la sociedad como un todo se quiebra.

Gratitud, trabajo, consciencia, honestidad, disciplina, constancia, perseverancia, entre muchos otros valores, son la clave para ser agradecido y para mantenerse activo construyendo un mundo pacífico y armónico. Que pasen una excelente semana.manantial-de-obaya_87674

Fuentes:

http://fulvida.com/varios/temas-frecuentes/diez-caractersticas-bsicas-de-un-nojida-tpico#comment-55347

http://www.aishlatino.com/e/48c/69464487.html

 

El efecto de los brazos maternos

Nada como los brazos de una madre para consolar a su bebé, sobre todo si ésta le acuna mientras camina. Por primera vez, un estudio indaga en las razones por las que este gesto innato es capaz de calmar el llanto del recién nacido y descubre que, más allá de la relación afectiva, existe una explicación científica basada en un mecanismo fisiológico.

Los efectos son inmediatos. «Se reduce la actividad del sistema nervioso y la del motor. La frecuencia cardiaca disminuye» y el bebé se tranquiliza. Así lo observaron los autores de la investigación después de examinar a 12 niños sanos entre uno y seis meses de vida. «Grabamos su ritmo cardiaco cuando se les tumbaba en la cuna y mientras la madre les llevaba en brazos, sentada o caminando».

El electrocardiograma desveló claras diferencias. Entre la cuna y el calor de los brazos, mejor esta segunda opción. Y entre el calor de su madre sentada o caminando, los pequeños prefieren el movimiento. Cuando su progenitora se sentaba con el niño en brazos, su ritmo cardiaco se aceleraba, lloraba y no paraba de moverse. En cuanto se levantaba y se trasladaba, sus constantes descendían inmediatamente y el bebé se mostraba más tranquilo. Sin embargo, al sentarse de nuevo, el recién nacido volvía a quejarse.

En definitiva, reclamar los brazos de la madre y preferir el movimiento no es un capricho ni tampoco que el bebé haya aprendido a exigir a conciencia. Como subrayan los investigadores en su artículo, publicado en la revista ‘Current Biology’, se trata de una necesidad fisiológica, «un mecanismo de defensa» propio de los mamíferos.

Kuroda y su equipo, de Riken Brain Institute (Saitama, Japón), también desarrollaron este experimento con crías de ratón durante sus primeras semanas de vida. El efecto calmante de los brazos maternos en movimiento era el mismo. Dejaron de llorar y se mostraron más relajadas. Al igual que otras especies como los gatos y los leones, las crías adoptaban la postura fetal, flexionando las piernas.

Los investigadores apuntan a un sentido del tacto y de la ‘propiopercepción’, un término que alude a la capacidad de reaccionar cuando la madre toca al bebé e incluso cuando notan los movimientos corporales de su progenitora.

El movimientorelaja

«Los bebés se sienten más cómodos cuando les cogemos de pie y siempre les relaja el movimiento», afirma Mara Cuadrado, psicóloga infantil del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid. A esto se suma que si la persona que los mece es su madre, los resultados son inmediatos. «Con quien se vincula el bebé es con quien más le coge cuando nace, con quien le cuida, le protege y le alimenta». Pero la unión comienza a forjarse mucho antes, durante la gestación, «cuando el sonido que más escucha es la voz de su madre, su ritmo cardiaco, incluso percibe su temperatura». Ese vínculo se refuerza después, «con la forma en la que su madre le coge (diferente de la de los demás) y otras variables como el olor, algo que el bebé detecta nada más nacer».

Dados los resultados del estudio, cuando el lloro es un mecanismo de defensa, como ocurre en los recién nacidos, no hay que escatimar en mimos. De hecho, según los investigadores, podría ayudar a prevenir los traumatismos derivados del síndrome del bebé zarandeado. «El mayor factor de riesgo de esto es el lloro inconsolable de un bebé».

El niño no deja de llorar, los padres o los cuidadores ya no saben qué hacer, se frustran, «se crispan y pueden zarandear al pequeño creyendo que no le van a hacer daño», explica Gustavo Lorenzo, neurólogo del Hospital Ramón y Cajal de Madrid. Sin embargo, «puede producir daños cerebrales, ataques epilépticos y trastornos del habla, entre otros problemas del desarrollo neurológico, incluso la muerte».

«La explicación científica de esta respuesta infantil ayudará a los padres a entender su lloro, no como un intento de manipulación, sino como una necesidad fisiológica» que está reclamando brazos y que es importante cubrir, remarca Kuroda. «Resulta beneficioso tanto para la madre como para el bebé».

Aunque todo en su justa medida, coinciden la psicóloga y el neurólogo. «El niño puede acabar acostumbrándose a ser excesivamente bien recibido y el llanto deja de ser un mero mecanismo de defensa».familia2

Articulo extraido desde: http://www.elmundo.es/elmundosalud/2013/04/18/neurociencia/13663094

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