Nuestro Yo esencial, “inmaterial”, “nuestro espíritu”, es decir nuestro yo esencial en su estado más puro suele opacarse por diversas circunstancias que se nos van presentando en la vida.
En principio nuestro cuerpo es el primer ingrediente o componente que envuelve nuestro yo esencial. Junto con el cuerpo se le agrega otro componente, el ego.
El ego que es algo tan propio nuestro y de los animales es necesario en ciertas oportunidades, pero puede ser nocivo si nos lleva a la inacción o a la impotencia, o al lado opuesto a la destrucción, este mismo ego tan necesario para subsistencia, para la protección puede ser también motivo de desconexión con Dios y en su defecto nuestro yo esencial.
Entonces tenemos al ego como un componente esencial en el hombre o ser humano que si es bien administrado y utilizado cuando corresponde, puede ser de utilidad, pero si este mismo ego se combina con otros factores que vamos adquiriendo en la vida puede ser nocivo y así opacar la luz y por lo tanto el real propósito de nuestras vidas, ser seres auténticos constructores de Shalom.
Es el mismo ego que combinado con la compasión, el dolor, traumas en nuestra niñez, conceptos de autoridad, conceptos de lo social, que nos lleva a crearnos mandatos internos que muchas veces se contraponen con los mandatos divinos para la humanidad . Son como fuerzas que muchas veces nos mueven inconscientemente. Esto mismo puede jugar en contra al momento de descubrir quienes somos en autenticidad.
Muchas de nuestras máscaras son fragmentos o hilos de pensamientos ajenos a nuestro ser esencial, aunque a veces se aprehenden tanto que nos opacan. Los aprendemos de nuestros padres, de nuestros amigos o amigas o de la excesiva publicidad o de los multiples factores que gobiernan en nuestra sociedad.
Es decir, los mandatos de Dios se tiñen por conceptos que nos fueron introducidos en las instituciones familiares, de educación religiosas, países, corporaciones, nacionalidades, partidos políticos, tendencias grupales de aceptación o pertenencia, puede también ser un club de futbol, hasta me atrevería a decir del sexo. Son máscaras que si están combinadas con las tendencias del ego, pueden sacar de nosotros una faceta enajenada de nuestro yo esencial, de nuestra conexión con Dios o con el prójimo y nos pueden llevar a un fanatismo irrisorio o a establecer relaciones bien alejadas de lo auténtico.
Lo bueno y lo malo, lo correcto o lo incorrecto muchas veces son principios que son transmitidos en nuestras familias. Y no siempre son conceptos sanos para nuestro desarrollo. Muchas veces alejarnos de nuestras familias ayuda mucho descubrimiento de nuestra esencia. Ya que si mantenemos el vínculo con nuestros padres puede que también estemos copiando modelos de conducta o de ser o patrones negativos. También puede haber sanas costumbres pero muchas veces los hijos adquirimos las tendencias de nuestros padres tanto negativas como positivas. Es bueno saber administrar bien todas esas partes que forman nuestro ser para encontrar el sano equilibrio.
Respecto de las técnicas para sacar máscaras seguro hay muchas formas y perspectivas de cómo encarar un proceso de descubrimiento pero voy a citar algunas que en el último tiempo estuve realizando y fui descubriendo ya que en muchas de las actividades diarias hay secretos que pueden ser de ayuda, en teatro o en expresión corporal y también en la vida misma.
Reconocer los errores, aprender a pedir perdón, aceptar, contemplar, aprender y entender que todo tiene un por qué mayor y por sobre todo saber escuchar, analizar, meditar. Todos los días estamos continuamente expuestos a responder desde el ego o desde el amor.
En principio la relajación, la conexión con la respiración, llenarnos de aire, pensemos que respirar es lo primero que hacemos cuando nacemos, uno puede estar sin comer sin tomar agua, pero no puede vivir sin respirar. La respiración es en principio un punto fundamental, oxigenar nuestro cuerpo, sentir el masaje del latir de nuestro corazón en los pulmones. Desde lo corporal es un punto fundamental para trabajar. Tratar de poner la mente en blanco o evitar intentar controlar lo que pensamos, solo dejar fluir sin tratar de procesar intelectualmente lo que sentimos o visualizamos, es una técnica bastante interesante para poder reconocernos, sentir el pulso, la respiración, como esta nuestra mente, tratar de no intelectualizar todo solo dejar fluir a través de imágenes, o formas que se nos vienen a la mente.
Recordemos que en cada sistema local físico hay un sistema local lógico y un sistema mayor que lo gobierna. Un ejemplo, mucha tensión en los omóplatos, indica que existen fuerzas mayores de pensamiento que pueden estar causando esa tensión. Esto puede indicar que es uno el que se ejerce mucha presión o puede ser que haya un exteriotipo de patrón o faraón que esté actuando como agente de tensión.
Hay muchas técnicas hoy en día de terapia corporal que si son trabajadas seriamente pueden ayudar mucho a la persona al conocimiento del cuerpo, recordemos que si fuimos creados a imagen y semejanza de Dios nuestro cuerpo es parte fundamental de esa integración con Dios por lo tanto un sano cuidado del mismo y una concientización del mismo, puede ayudarnos a identificar zonas de conflictos o ciertas tendencias personales. Si nos cruzamos de piernas o cruzamos los brazos puede que estemos indicando un patrón de conducta de cerrarnos en nuestros pensamientos o de no estar permeables a recibir lo que el ambiente nos propone.
Hacer terapia, analizar conductas o procesos internos, observar, contemplar, conversar con gente capacitada y adulta, saber elegir buenas guías o líderes o matriarcas o patriarcas también es otra buena forma de ser guiado. No idolatrarlos simplemente tomar las cosas buenas y “copiarlos” a nuestro modo.
Si la compasión, el dolor, el orgullo, la vanidad, la pereza, se tiñen de ego las consecuencias pueden ser nocivas, compasión y miedo, vanidad y orgullo mas ego, tendencia a la pasividad mas ego, ambición mas ego, todas son máscaras que pueden después gobernar nuestra existencia y así alejarnos del real propósito de nuestra existencia. Si las sabemos identificar podemos aceptarlas, controlarlas o someterlas para no dejar que se apoderen de nosotros.
Y otro factor fundamental para poder deshacernos de las máscaras es el don de la escucha, la escucha interna o externa, muchas veces en esta vida se nos presentan seres que nos graban mensajes que si sabemos escuchar con la sabiduría del corazón podremos develar o encontrar respuestas a lo que nos estamos formulando. O mismo también muchas de las respuestas pueden venir de lo más profundo de nuestro ser y sin querer muchas veces salen de nuestra boca las mismas respuestas a las preguntas que nos estamos formulando.
Una vez en este sitio se pregunto el significado del presente, y la etimología de esa palabra es pre (prefijo de antes) y sente, de esencia y la vida misma es un camino de preparación para nutrir nuestro ser esencial, o para lograr ser seres de iluminación con el toque original de nuestra persona.
Espero que este post les sea de ayuda o de punto disparador para sintonizar lo mejor de nosotros!