A todos los mexicanos nos han vendido la idea de una lucha social donde la preocupación eran los pobres, que por cierto siguen igual… pobres. Un cura al grito de: …….. —mejor ni lo escribo— , tomando como estandarte una imagen de un ídolo comienza la lucha con sus «inditos» con el fin de hacer cambios profundos en la vida de los mexicanos… los ricos claro está; los de corazón rico y abundante a ellos me refiero, aquellos que no pegan el ojo si no le hacen un bien a los más necesitados que por alguna razón son casi siempre ellos mismos y sus familias.
En fin que España andaba haciendo sus guerras contra Francia y pues el dinero de los que lo tenían era puesto en manos de la corona española que le daba el uso obvio, también para los más necesitados de la casa real. Hartos de estar entregando su dinero a los tiranos vieron en la ocupación de España por Napoleón la perfecta oportunidad para liberarse de este pesado yugo, usando a los indios por supuesto; con promesas de, como se dice en fulvida, espejitos de colores, no más abusos, ser dueños de sus propias tierras, la abolición de la esclavitud y más ilusiones, dejaron cuerpo y alma en la lucha nacional por la liberación de las finanzas de los que teniendo tenían que repartir con la corona española.
Promesas de: espejitos de colores, no más abusos, ser dueños de sus propias tierras, la abolición de la esclavitud
Bueno esto es muy extenso, y no quiero aburrir con cuentos de mi patria. Aquí solo se puede ver un mal común, muy común. Pretextos, que como quise contar con esta historia no son nuevos, son ideas de genios, son sendas escabrosas de muerte y tristeza que ya se han andado antes.