Archivo de la categoría: Identidad noajica

Resp. 1100 – Apellidos Judios

ivan26 nos consulta:

Hola tengo una duda,tengo un amigo que es judio,pero es que en los apellidos no lo parece,el se llama Juan Herrera Flores y su hermana tiene tambien nombre biblico Miriam,en general un judio judio se llaman jacob david y apellidos como cohen,y aparte parece mas español que judio,Sus apellidos tiene origen judio?
Gracias por su tiempo y que Dios los bendiga
Ivan estrada 28 Analista Mexico D.F

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Resp. 1097 – Jurar en el nombre de Dios en vano

Ernesto Jean Pierre nos consulta:

Shalom, Sé que no suena correcto, pero no lo veo explícito en las 7 leyes como si lo á
está en las leyes judías, ¿podría aclararmelo Moré Yehuda? bendito sea el Eterno y bendito sea Israel.
Ernesto Jean Pierre U. 30 médico Lima-Perú

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La Estrella Roja

750px-Flag_of_Costa_Rica_(1823-1824)_svg

Recientemente releía un artículo de Fulvida que hace énfasis en aceptar y respetar la identidad propia de cada quien; saber quien se es, de donde se viene y en donde se está; así como también respetar la identidad y tradición de los amigos de otros países – http://fulvida.com/id-noajica/identidad/t-que-dices-que-eres-judo -.

En los primeros párrafos, el querido maestro hace una relación directa entre “anhelar paz” con “amar la verdad”; esto en función de aquellas personas que reconocen quienes son culturalmente y escogen vivir tal y como son, sin copias de identidades ajenas a las suyas.

Yo como costarricense, tengo dichos, costumbres y tradiciones propias de mi querido país; sin embargo nuestras tradiciones no son milenarias como la de otras culturas, sino que se han venido construyendo en pocas decenas de años. Y, en honor a la verdad,  nuestra idiosincrasia fue formada por los aportes de otras culturas, tal es el caso de algunas comidas típicas, algunos dichos populares, algunos instrumentos musicales, algunos trajes típicos, etc, que fuimos asumiendo como propios, pero que en la realidad son parte de algunos países vecinos; es decir, somos mestizos por cualquier lado que se nos quiera ver.

Sin embargo, hay algo que me ha llamado la atención, y es que en materia de moral, nuestros primeros padres eran muy apáticos a los deberes religiosos o morales;  existía en los primeros pobladores mucha pobreza, que sumada al libertinaje, en una ocasión un obispo, el señor Garret y Arloví nos excomulgó en el año 1711. Esos hechos, y otros más, me hacen suponer que la influencia cristiana en este país no tiene más de unos 200 años; sea, que casi por puro interés en lo que ofrecía un Estado recién formado en 1821 y que daba cierto poder político a la iglesia católica, los habitantes paulatinamente se hacían cristianos.

Sobre esto, en algún momento tuve la oportunidad de compartirles un pequeño artículo que había escrito en respuesta de algunas interpretaciones de nuestra historia que hacen los “judíos” mesiánicos ticos, y espero que mis paisanos me ayuden a enriquecerlo:

http://fulvida.com/varios/de-usuarios/el-error-de-la-especulacion-mesianica-cristiana

He de contarles que en la provincia donde vivo, pululan los cristianos mesiánicos. Y esto es porque es aquí, en donde tiene residencia uno de sus principales líderes y propulsores de dicha religión; y fue desde aquí desde donde comenzó a diseminarse sus ideas a otros lugares del país.

El otro día, me encontré un artículo en la red, escrito por uno de esos líderes seguidores del cristoloco crucificado, en donde aparte de negar nuestro mestizaje, saca conclusiones tan disparatadas que no sabe uno si ponerse a llorar o reír, ya que no se sabe si lo escribe en serio o en broma.

Entre sus múltiples disparates, me llamó la atención que este seguidor de Cristoloco mencionara  una de las primeras banderas de Costa Rica, la de 1823, para justificar su insostenible tesis. Describe:

En el centro de San José (Capital de Costa Rica)… existe un monumento en su honor (Referencia al primer Jefe de Estado): Sobre la superficie anterior del pedestal de la estatua se halla un bajorrelieve de la primera bandera de Costa Rica, en la que lucía un Maguen David rojo sobre un fondo blanco, elocuente testimonio de que nuestra Nación fue la primera en el mundo que enarboló dicho Escudo en su Bandera, aún antes de que lo hiciera el Estado de Israel… Los grandes patriarcas de Costa Rica … tenían conciencia de su judaísmo y, por supuesto, del significado del Maguen David en la bandera de Costa Rica…” (lo encerrado en paréntesis en propio).

Lo que esta describiendo (¿equivocadamente?) este señor, NO es la primera bandera de Costa Rica, sino que es la TERCERA, que estuvo vigente del 6 de junio de 1823 hasta el 4 de Marzo de 1824; es decir, aproximadamente 2 años después de nuestra independencia.

La información que existe de esa bandera, información que es púbica y que puede conseguirse en algunas fuentes de la red, a mí en lo personal no me hace suponer ninguna “conciencia” del judaísmo del primer Jefe de Estado. A modo de ejemplo, en las Actas de la Asamblea Provincial y de la Junta Gubernativa de 1823-1824 que pueden conseguirse en Wikipedia,  y con respecto a la susodicha bandera y a la moneda temporal para esa fecha, se puede leer:

 «Sesión 13º- Sala de Sesiones – San José, mayo 10 de 1823. Presidida por el señor Presidente Peralta y señores supra indicados.

1º.- Habiéndose indicados varios puntos relativos al régimen político de administración de la Provincia se acordó, 1º. Que durante su actitud actual adopta provisionalmente por pabellón una bandera blanca con una estrella roja en el centro.

2º.- Que el gobierno adopte las medidas conducentes y prontas para el establecimiento de un cuño provisional de oro y plata, moneda redonda con la mayor exactitud y perfección que sea asequible igualando su peso y ley a la de Guatemala y México con el tipo o inscripción siguiente.

Por un lado, una estrella en el centro, orlada su circunferencia con esta inscripción circular Costa Rica Libre, la era vulgar y época de la libertad contada desde el año de 21; por el reverso una palma en el centro cruzada por una espada y un fusil con bayoneta y un cañón por debajo y en la orla la inscripción de su valor en pesos o reales que señalará el Gobierno.

3º.- Que el Gobierno adopte las medidas conducentes para la expulsión de personas que por su desafecto al sistema actual de Gobierno sean perjudiciales a la seguridad de las Provincias:- sobre definición de embargos por la renta de tabaco: sobre administración y distribución de la masa decimal conforme a las leyes vigentes.

4º.- Que se inserte en el Estatuto un artículo especial por el que queda el Gobierno autorizado para obrar conforme a los artículos 8, 9, 11, 12 y 14 de la acta de dos de septiembre del año próximo pasado de 22, y con respecto al estado actual y de absoluta libertad de la Provincia.

Se levantaron las sesiones. – Peralta, Pte. –Vidal, Srio.

(Actas de la Asamblea Provincial y de la Junta Gubernativa, Tomo III, 1823-1824)” El resaltado es propio.

¿Donde se menciona un Maguen David? ¿Será posible que por una sola referencia a una estrella roja en el centro de una bandera y de una moneda se pueda llegar a suponer conciencia judaica de los patriarcas ticos con el fin de autodenominarse ahora judíos? Es claro que escogieron una estrella roja en una bandera blanca para nuestra tercera bandera, lo que no es claro es el porqué lo hicieron. La sola bandera blanca con su estrella es motivo de suficiente suposición especulativa del mentiroso mesiánico; pero el que lee los 4 artículos que conforman el Acta también puede fácilmente concluir que escogieron esa bandera por que les dio la gana y punto, ya que no hacen ninguna motivación del porque la escogieron. El acta lleva este orden: en el punto primero la escogencia de una bandera, en el punto dos la necesidad de acuñar moneda y su forma, en el tercero sobra la expulsión de personas que no estén de acuerdo con el Gobierno en temas de embargo, en el punto cuatro sobre la absoluta libertad del país recién naciente. Noten que luego de escoger la bandera y su forma, le restan importancia a dicho punto para tratar otros. No motivan ni justifican la forma de la bandera, la que nos representaría en ese momento ante el resto de países recién independizados. No justifican lo que rebuscadamente si asegura el especulador líder de la secta mesiánica.

Para concluir, por más que rebusquen en la historia patria los mentirosos mesiánicos, por más que intenten torcer los hechos históricos para sostener sus fabulas, la verdad es evidente, salta a la luz para el que la anhele. Como dice el artículo transcrito: “la verdad es simple, es clara, es pura, es pacífica”

Santidad noájida

Noájida no es ser miembro de una secta, ni de una religión, ni de una elite, ni de una clase social, ni de un grupo cerrado, ni de una moda, ni de una novedad, ni de un movimiento social, ni de… pon el título que desees o te parezca. 
Realmente, noájida es ser parte del 99.8% de la humanidad (el 0.2% restante son los judíos).
(Estimamos la población mundial actual en unos 7.000.000.000 –siete mil millones- de individuos, de los cuales solamente unos 15.000.000 –quince millones- son judíos).

Este es un hecho cierto, que no depende de creencias u opiniones.
Existen los noájidas y existen los judíos.
¿Qué los diferencia? ¿Acaso la raza, la creencia, la religión, alguna cuestión metafísica, qué?
En esencia, el pacto que los vincula con Dios.
Los noájidas están comprometidos al pacto de los Siete Mandamientos Universales, en tanto que el pueblo judío al pacto de los 613 mandamientos de la Torá.
Esa es la gran divergencia entre unos y otros.
Los noájidas, es decir la casi totalidad de la población humana, tiene asegurada la santidad, la “salvación”, la vida eterna, la bendición terrenal, simplemente por vivir éticamente, a través del cumplimiento de los siete mandamientos que les corresponde a cada uno de ellos: no adorar entidades que no son Dios, no maldecir a Dios, no asesinar al inocente, no tener relaciones sexuales prohibidas, no robar, no comer parte de un animal con vida y establecer cortes de justicia.
Por su parte, los judíos como nación tienen un yugo mucho más pesado y complejo, pues no se limita el requerimiento divino a estos preceptos básicos y esenciales, sino que el compromiso incluye numerosas acciones, infinidad de prohibiciones, muchas y difíciles pautas, que les han sido impuestas por Dios y libremente aceptadas por la nación judía hace ya más de 3300 años.

El pacto noájida es mucho más antiguo, mucho más abarcativo, en apariencia sencillo y básico, pero tan sagrado y valioso como el que Dios selló en su momento con el pueblo judío para siempre.
Así pues, el noájida que desea vivir la plenitud espiritual cuenta con su propia herencia, que son los Siete Mandamientos; tal como el judío tiene sus propios mandamientos que cumplir. Ambos sagrados, ambos de origen celestial, ambos que conducen a la vida de santidad, ambos que adquieren porción placentera en la vida venidera.

El noájida no es un hermano menor, no es el hijo pobre, no es el dejado de lado, no es el fracasado, por el contrario, SÍ ES el socio valioso de Dios en la tarea de construir shalom en el mundo, tal como lo son los judíos, pero al ejercer su propio rol, y no por querer usurpar el rol que corresponde a los judíos, o por tomar para sí acciones y/o prohibiciones que Dios dictó como mandamientos a los judíos y no a los gentiles.

Claro que el noájida que por algún motivo legalmente válido desea tomar para sí la pesada responsabilidad y compromiso de los judíos, tiene ante sí el camino de la conversión legal y formal al judaísmo. Por ser un paso de enorme significación, que es irreversible e implica un cambio profundo y rotundo en el estilo de vida, es que la conversión se realiza como paso final de un largo proceso, durante el cual el proponente estudia, experimenta, conoce, respeta, cambia, incorpora, decide y luego se presenta ante un tribunal apropiado que le tomará las pruebas necesarias y tras los procedimientos rituales la persona se convierte al judaísmo.
Por ser el pacto judío mucho más restrictivo y riguroso, la conversión solamente se da en una vía, de los menos mandamientos a los más, pero no a la inversa. Es decir, la persona que nace judía o se ha convertido legalmente, NO tiene ante sí la posibilidad legal y/o espiritual para ser noájida, porque no se admite la reducción de compromiso. Pero el gentil que desea aumentar su número de mandamientos, para pasar de los siete fundamentales a las decenas o centenas que deberá cumplir como judío, entonces eso sí es posible hacerlo.

Existe una gama de consciencia y acción entre los noájidas, porque no todos conocen su identidad espiritual, ni saben de los mandamientos noájicos, ni los cumplen. Básicamente tenemos a la gran mayoría de los noájidas, que no tienen consciencia de su identidad, ni conocen el pacto eterno que los vincula con el Eterno, ni cumplen con sus siete mandamientos con la consciencia de estar ejerciendo su rol en el mundo. Por supuesto que la gran mayoría de las personas, aunque ignorantes de los Siete, igualmente se comportan con la ética humana esencial, esa que radica en su Yo Esencial y no en los mandatos sociales. Por ello la enorme población que no asesina, no roba, respeta los lazos conyugales, respeta el dolor de los animales, llevan una vida acorde a las leyes, y sí, se tiende a no maldecir a las deidades. Pero la casi totalidad desconocen al Eterno y por ello cuando buscan en su interior y se dan cuenta de que precisan vincularse con Dios, se confunden y adoran dioses que no son Él, o se creen ateos, porque rechazan a esos falsos dioses que evidentemente no son divinidades existentes, pero incluyen allí al Eterno por error e ignorancia.
Luego están los noájidas que son conscientes de la identidad espiritual noájica, saben de los mandamientos, han tomado consciencia y hasta quizás vivieron un rato con el compromiso de armonizar su vida con la senda sagrada del noájida. Pero la consciencia espiritual volvió a embotarse, se perdió el brillo, ya se está otra vez confundido y perplejo. Quizás se regresó a la vida anterior, con idolatría, con muchas máscaras que se hacen pasar por el Yo pero son solo antifaces, o tal vez en la confusión se inmergen en un caos de noajudaísmo, una mezcolanza de algo parecido a noajismo con algo parecido a judaísmo. Error, oscuridad, mixturas enfermizas, perdida de la luz, abandono de la senda sagrada por ir detrás de cosas que llaman la atención, o parecen satisfacer el espíritu, pero son solo sensaciones del EGO. Entre estas personas suelen estar los que fantasean con la conversión al judaísmo, pero no por los motivos válidos ni por un compromiso real con la espiritualidad al estilo judío, sino más bien como efecto de su enfermedad emocional, sus problemáticas personales, que en el fondo suponen se solucionarán con una fraudulenta conversión al judaísmo. Es gente dolida, sufrida, no mala de por sí, aunque nos hemos topado personalmente con un puñado que son capaces de realizar cosas macabras, terribles, con tal de satisfacer su EGO pero escudarse en supuesta espiritualidad noájica o mística extraña. Pobre gente, esperemos que mejoren pronto y que no sigan engañando a los incautos que caen detrás de sus patrañas.
Luego están los noájidas conscientes pero que no cumplen cabalmente con sus Siete. Los motivos pueden ser variados para tal ”ortodoxia” en la creencia pero “agnosticismo” en la acción, el hecho es que existen noájidas conscientes pero no activos. Por supuesto que por lo general siguen siendo personas éticas, no incurren en crímenes ni en acciones decididamente antagónicas al noajismo, pero se abstienen de actuar como noájidas y por serlo.
Luego están los noájidas conscientes y activos, saben y cumplen. Son personas que en su vida cotidiana procuran construir Shalom, desde las cosas pequeñas hasta las grandes, desde lo diario a lo excepcional. Lo hacen porque saben que es su misión en la vida, tal como el Eterno les ha decretado y ellos aceptan con amor y respeto.

Como se aprecia, a diferencia de sectas y religiones, en el noajismo no hay necesidad de no pregonar guerras "santas", ni inquisiciones, ni castigos a los “herejes”, ni perseguir a los que piensan o hacen diferente, ni estigmatizar a los “ateos” o los que andan por su propia órbita espiritual, ni hacer pesar sentimientos de culpa para manipular, ni hacer campañas antagónicas en contra de otros noájidas o maestros judíos que acompañan al noajismo, ni… En resumen, el que anda por la senda de la Luz del noajismo no precisa manejarse con las herramientas del EGO, sino que trata en la medida de lo posible que sus palabras, acciones, presentaciones, todo lo que hacen sea desde la fuente sagrada del AMOR. Por ello en vez de guerras, antagonismos, declaraciones pomposas, rituales, ofensas, mentiras, gritos, violencia, en lugar de lo que produce el EGO se actúa y enseña acerca del perdón, comprensión, arrepentimiento, compromiso, responsabilidad, construcción de shalom, aceptación del diferente, paciencia con los ritmos y procesos del prójimo, ayuda al necesitado, aprender a conocerse y mejorarse, entre otras nociones que surgen desde la fuente del AMOR.
¡Cuán diferente es el comprometido con el noajismo (y judaísmo) verdadero a los miembros de las religiones!

Vale aquí un pequeño consejo, mucho cuidado con esos que se hacen llamar noájidas, o “maestros judíos de noajismo”, pero que son religiosos, viciosos por poder, adoctrinados por el EGO, encandilados por su vanidad, ambiciosos de llenarse con lo que te pertenece y no les corresponde. Cuidado, mucho cuidado con ellos. Pueden estar al lado tuyo, ser “amigos” en el Facebook, enviarte mensajitos muy simpáticos y en apariencia saludables a tu email, suelen llenarse la boca de frases pomposas de rabinos y citar libros judaicos, se regodean con sus conocimientos de tales y cuales, censuran a más no poder, esgrimen sonrisas y falsos afectos. Cuidado con ellos.

Mientras construimos shalom, cada uno como puede, recordemos que debemos apartarnos del mal para hacer el bien. 
Mucho más necesario es apartarnos del mal que se disfraza como bien.

También es bueno tomar tiempo para aprender, para darse cuenta de tantas cosas que rompen con los esquemas que uno ha ido aprendiendo y mamando desde la cuna.
Casi todo es nuevo, incluso aquello que parece similar a lo conocido suele ser bastante diferente y novedoso.
Entonces, ir con calma, no creerse sabio por haber leído un par de textos o haber aprendido uno o dos conceptos. Con calma pero sin pausa. Con paciencia, con respeto, con amor, con tolerancia, porque el camino del aprender realmente requiere de un poderoso e imprescindible des-aprender. Primero, primerísimo, hay que desaprender mucho de la ideología y practica previas, luego aprender mucho, hacer mucho, vivir mucho de noajismo. No se nace maestro de noajismo, aunque uno haya sido maestro en la iglesia o la universidad o la ieshivá. No se nace maestro de noajismo por ser inteligente o carismático, ni por haber sido líder religioso o tener conocimiento de hebreo o lecturas filosóficas. Por algo el Señor de señores hizo del noajismo una realidad completa y compleja pero en sencillos Siete Mandamientos, fundamentales, necesarios, básicos. Por algo Él decretó que no tuvieran una pesada y compleja Torá al estilo de los judíos, ni les puso la carga de innumerables preceptos y reglamentos derivados. Por algo el Creador no ordenó y determinó que hubieran ministros espirituales noájicos, ni rabinos que los comandaran, sino que en la vida cotidiana cada uno hiciera su parte para llevar a cabo el Plan divino. Sin amos, sin clérigos, sin opresivos rituales, sin ceremonias, sin religiosidad, sin depender de lo que decida un rabino o un concilio de rabinos, porque el noajismo se autosustenta sin depende de autoridad judías.
Claro, actualmente pareciera necesario el báculo del rabino o del maestro judío entendido, pareciera imposible el noajismo sin un libro de reglamentos procesado por alguna autoridad judía, pero es solamente por la situación del momento, por los siglos de oscuridad y apartamiento. No es parte del Plan divino, según podemos constatar, que el noájida sea una sucursal del judío, ni el noajismo una factoría judía. Por el momento, dado el fracaso de los antepasados de los noájidas actuales, es bueno tener la orientación adecuada desde el sabio maestro judío conocedor de la temática, pero es como el faro que alumbra al barco en mitad de la noche atormentada por la tempestad. Cuando el mar se calma y la claridad se establece, cuando los del barco tienen control y conocimiento, ya no dependen del faro, sino de sus propios medios para navegar con seguridad y éxito. Recuérdalo cuando pretendan encorsetarte en instituciones judías o que dependen de personas judías que no entienden o no saben del la independencia que corresponde a los noájidas y el noajismo. Independencia en la unidad, en la armonía, en el ejercicio conjunto del AMOR para establecer un mundo de shalom bajo el reino del Eterno.

Noajismo, al igual que el judaísmo, es conexión.
Con uno mismo, con el prójimo, con la sociedad, con el mundo, con Dios.
Si lo que vives de “noajismo” no te sirve para estar conectado, realmente, en paz, en armonía aún en la discusión, entonces no es noajismo.
Conectar… recuerda… conectar…

Si estás recién conociendo esto probablemente te sientas impulsado a querer reuniones, congregaciones, la vida social al estilo que conoces de tus iglesias. No tiene nada de malo reunirse para rezar, estudiar, compartir, colaborar, etc. Pero no hacerlo desde la religión, sino desde lo que corresponde al noájida y el noajismo. Recuerda que en su esencia noajismo no precisa de organización estilo iglesia o secta, noajismo es vida, constante vida, no en “reuniones” religiosas, sino en cada instante de nuestra vida. Tampoco tiene nada de malo congregarse, pero si de eso se hace todo el noajismo, entonces estamos en otro tipo de religión, en otro error, y no en el noajismo puro y sincero.

Te agradezco que hayas leído hasta aquí y quedo de ti para lo que pueda ayudarte.
Hasta luego, y que sepamos construir shalom a cada instante, y si no pudimos hace un rato, bueno… quizás ahora podamos…

Resp. 1096 – Iniciar camino del Noájico

egalvez nos consulta:

Lic. Yehuda Ribco saludos,
Hace pocos días que he descubierto este sitio y me resulta muy interesante ir descubriendo mi verdadera identidad.
Ahora me surge una pregunta, durante mi vida no he guardado ha cabalidad los 7 preceptos universales y me he dejado engañar por las religiones que te dicen que si pecas te arrepientas o cumplas tal penitencia.
Que puedo hacer ahora que quiero comenzar este bello camino Noájico? Solamente cumplo los preceptos o hay alguna oración para el arrepentimiento?
Erick Galvez, 37 años, empresario, San Salvador, El Salvador.

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De la religión y la espiritualidad

"Una de las lecciones más tristes de la historia es ésta: si se está sometido a un engaño demasiado tiempo, se tiende a rechazar cualquier prueba de que es un engaño. Encontrar la verdad deja de interesarnos. El engaño nos ha engullido. Simplemente, es demasiado doloroso reconocer, incluso ante nosotros mismos, que hemos caído en el engaño. En cuanto se da poder a un charlatán sobre uno mismo, casi nunca se puede recuperar." – Fragmento de ‘El Mundo y Sus Demonios’ por Carl Sagan.

Es así como el EGO se perpetúa en su apariencia de poder.
Deja de interesarte la búsqueda de la verdad, para afiliarte fanáticamente a lo que tu crees.
Ya no existen más las preguntas, sino las afirmaciones, las repeticiones de lemas, las agresiones, las mentiras, las negaciones, el silencio de la opresión y del miedo.
Cuando se usan signos de interrogación, es para encubrir afirmaciones, para aseverar disimuladamente, para hacer de cuenta que se está buscando el conocimiento, para bloquear el camino a la iluminación, para agredir, para mantener vigente el encierro en la celdita mental del EGO.

El esclavo del EGO no pregunta, no critica, no cuestiona, no piensa.
Pero, repite, memoriza, declama, reclama, protesta contra sus “enemigos” en tanto aclama al EGO y sus representaciones.
Y sé que interroga inquisitivamente a quien supone un adversario, un hereje, un “libre pensador”, dispara supuestas preguntas, que son afiladas armas (aunque vistas desapasionadamente, no son más que cascotes toscos, brutales, insípidos como quien las origina y dispara). Se ponen en campaña despiadada para colgar a los que pueden traer un poco de luz a las vidas de los oprimidos, a los que con su forma de vivir y/o pensar pueden poner en peligro sus armaduras y murallas de falso poder. Allí sí que son activos, hábiles en lanzar sus dardos venenosos, en inventar cuando no tienen otro argumento, en gritar, en hacerse las víctimas, en cualquiera de los recursos que el EGO les capacita a ostentar.

Aparece el EGO y sus representaciones, que se exteriorizan en los símbolos del poder, en los charlatanes, en los mercaderes de la fe, en los líderes religiosos, en los patancitos bravucones que vociferan su “elección” y superioridad por sobre el resto.
Desde el primer creador de religión, que también fue –y no casualmente- el primer asesino de la historia, desde Caín, la cosa es idéntica. La religión ligada a la prepotencia, al orgullo, a la negación de la realidad, a las inquisiciones, a la severidad amarga, a la careta de alegría que esconde la angustia mortal, a la muerte en vida, al celo, a la envidia, a la masacre… siempre se repite, en cada generación.
Tal como el primer organizador de la religión formal, el rey cazador Nimrod, nacido en un pesebre de una supuesta virgen, muerto y renacido, crucificado para redimir a los que tuvieran fe en él, hijo del dios más poderoso, perseguidor de los que se le oponían, desde aquel antiguo momento hace mucho más de dos mil años atrás, la cosa vuelve una y otra vez por el mismo cauce. Cambian los nombres, varían las caras, las religiones toman más o menos rehenes, pero en la base es el mismo EGO, muy poco cambia de su esencia.
La religión como negación de la vida, como prisión, como escollo en el abrazo que Dios tiene a Sus hijos.

Con esto en mente podemos visualizar el gradiente que va desde lo espiritual a lo religioso.
Como ya hemos enseñado en varias ocasiones previas, espiritual es lo que conecta con el Eterno y con el prójimo, se consigue por medio de las acciones correctas (cumplimiento de los mandamientos pertinentes a cada uno).
En la otra punta, esta la religión, que es la externalización del EGO, en dioses, santos, pastores, líderes, ritos, lemas, miedos, sentimientos de culpa, esperanzas banales, amenazas, seducción, inmovilidad, adicción, búsqueda de un re-ligarse a esa deidad que se siente lejana, extraña, cambiante, mucha veces terrible y sádica.

Aquella persona que armoniza su Yo Vivido a su Yo Esencial, que logra reducir al máximo la influencia del EGO, que actúa con bondad, justicia y lealtad, está en el camino espiritual. Si logra concebir al Eterno, su relación será de amor reverencial, de entrega, de confianza, de gratitud, de servicio a Él, de amor al prójimo para cuidar y amar a aquellos que son Sus hijos, de fidelidad, de emociones positivas, desprovisto de manipulaciones o terrores ingratos. Reconoce el valor del arrepentimiento sincero, de la reparación, de asociarse con Dios para perfeccionar al mundo, es un constructor de shalom.

Aquel que ha logrado una relativa libertad, una rajadura en las cáscaras que rodean a su Yo Esencial, que de a ratos se encuentra sintonizado a su esencia espiritual, probablemente llevara una vida de ambivalencia con su dios. Sentirá apego al tiempo que rechazo. Amor al tiempo que terror y espanto. Sufrirá de sentimientos de culpa por errores o presuntos errores que no sabe (o no quiere saber) cómo reparar. Tendrá pesadillas vívidas con el infierno y a veces solaz con fantasías sobre paraísos. Así estará, en una relación de ambivalencia, como tironeado entre el abrazo sagrado con su Yo Esencial y el aferrarse enfermizo al EGO. Entre el amor y el odio a su dios.

Aquella persona que está sometida al EGO, es religiosa, fanática, enceguecida por la fe en lo absurdo, incapaz de preguntar, falto de respeto hacia la diversidad saludable, apelando a la violencia o el sometimiento, difundiendo mentiras y exigiendo cada vez mayor ritualismo, severidad, negación del placer. En su enfermedad es capaz de amar más la muerte que la vida, e incluso proclamar que en la matanza de “infieles” está el camino a su bizarro paraíso. También puede ser que ese paraíso del EGO que tanto anhela sea un sitio poblado de sus deseos más prohibidos, menos confesados. Porque el religioso, el esclavo del EGO, probablemente lleve apariencia de virtud ante el público, pero sea una aberración antagónica al shalom en su fuero íntimo o privado.
Son personas ansiosas, angustiadas, enfermas emocionalmente y con coletazos habitualmente en lo mental, que encuentran en la religión un marco estructurado para contener el desparrame emocional, o también encuentran en ella la maquinaria sanguinaria para someter, dominar, imponer, destruir, abusar, dejarse llevar por el EGO y afectar con ello al prójimo y al ecosistema.
Sobre esta gente el gran seudocientífico Boris Cyrulnik escribió: “Tenemos tanta necesidad de creer que quien nos haga vacilar se nos presentará como un agresor” (“De cuerpo y alma”).

Así es. La religión es la cuna de cruzadas, inquisiciones, talibanes, “guerras santas”, terroristas motivados por sus “libros santos”, matanzas, ateísmo militante, noajismo “guerrero”, y todas las otras manifestaciones del EGO arropado de “santidad”. Hay que acallar al Yo Esencial, hay que extirpar la autenticidad, hay que evitar que se desmorone el poder del EGO, a como dé lugar. Se inventan las peores torturas y estados dictatoriales, se difunden las más alocadas mentiras, se persigue a los que denuncian esta cuestión, porque se siente la imperiosa necesidad emocional de apretujarse en la cárcel del EGO.
Detrás de todo talibán, de todo guerrero santo, de todo misionero, de todo fanático, de todo salvaje instigador de su fe, se encuentra siempre un esclavo del EGO, un emisario del EGO.
Y por supuesto, no podemos dejar de mencionar a los otros religiosos, aquellos que se presentan con más simpatía, que hacen uso de su carisma, que se visten con elegancia, que son elocuentes, que son hábiles estafadores que venden cintitas contra malos de ojo, jabones sanadores, pócimas mágicas, libritos cabalisteros y otras baratijas supersticiosas vendidas a precio de oro, sanación de Jesús o cualquier otro falso dios/redentor, sectarismos, adulación fervorosa a “maestros” consagrados de cualquier denominación, falsas conversiones al judaísmo, supuesta espiritualidad que no es otra cosa que manipulación emocional y todas las otras mercaderías corruptas y deplorables, pero que sirven para engrosar los bolsillos de los líderes, o darles “poder”, que no deja de ser EGO… solo EGO y más EGO en envase de religión, más o menos fetichista, más o menos ritualista, más o menos marketinera, más o menos idolátrica, pero solo EGO.
Y sí, también recordemos que hay monoteístas e incluso creyentes en el Uno y Único, y hasta incluso bastante apegados a los mandamientos que les corresponden, pero que no dejan de ser “religiosos” (en el sentido que usamos nosotros la palabra), que comercian con Dios, que Lo quieren manipular con rezos o donativos, que exigen severidades desquiciadas, que niegan la posibilidad de la felicidad auténtica… bueno, de hecho niegan todo lo que sea auténtico, imponen su molde, y todo ello dentro del monoteísmo e incluso del cumplimiento de algunos de los mandamientos que les corresponden.
Y no, esta religiosidad corrupta (siempre lo es) de los que solo se aferran a su creencia en el Eterno no tiene nada que ver con ser “legalista”, según predican los pastores que son negadores del Eterno y sus mandamientos. El legalismo es parte de la espiritualidad, del camino correcto. La Ley, la Torá (la noájida y la judía), son patrones sanos y necesarios de enriquecimiento y virtud. El problema está en hacer de Dios un ídolo más y de pervertir Su Torá para transformarla del “manual de la buena vida” a un sumario de la manipulación y un cepo para individuos y colectivos.
Atiende: "Y el Eterno dijo a Moshé [Moisés]: ‘Así dirás a los Hijos de Israel: ‘Vosotros habéis visto que he hablado desde los cielos con vosotros. No os hagáis dioses de plata junto a Mí; tampoco os hagáis para vosotros dioses de oro." (Shemot / Éxodo 20:19-20). Según Rabi Akiva esto debe ser entendido en el sentido de no hacer de Dios un ídolo, de no comportarse con Él como se hace con los dioses falsos. Él es Otro, absolutamente otro. No asociarlo a poderes, no rebajarlo en Su poder. No representarlo, no hacer de Dios un ídolo más.
Conectarse a Él directamente, tal como ocurrió en la Revelación en Sinaí, sin dobleces, sin falsedades, sin fanatismos, sin religión.

En el otro extremo, el espíritu es la fuente de la comprensión, bondad, justicia, construcción de shalom, apego al Eterno (cuando se ha podido desbloquear el acceso a Él causado por los mandatos familiares o sociales).

En el medio, los que navegan en la ambivalencia.

Como puedes comprender, no todos los que tienen el conocimiento de estas cuestiones son libres y no vuelven a incurrir en errores y pecados.
Porque la inteligencia y el manejo de conceptos no es la llave para romper con el predominio del EGO, aunque es bastante útil.
Uno puede repetir con acierto frases e ideas liberadoras, pero ser esclavo.
Uno puede entender como funciona el imperio del EGO, y estar encerrado dentro de sus trampas.

Está en ti evaluar en dónde te encuentras, si en la religión o en la senda espiritual, o en un intermedio.
Si te hace feliz, realmente feliz, pleno, dichoso, en paz tu estado religioso, si eso no te impide conectarte contigo, con el prójimo, con Dios (el verdadero), bueno… no sé cómo le haces, pero sigue en esa existencia. Pero que sea auténtica, y no la santidad de apariencias, para llenar el ojo, para calmar a tus amos… que seas realmente una persona íntegra e integrada.

Si te encuentras en el vaivén, en esa ambivalencia con Dios, el Uno y Único, y no sales lesionado de esto, ni lesionas a nadie, ni fracturas tu conexión con el Padre Celestial, si gozas de shalom… no sé cómo le haces, pero sigue así. Pero que sea una existencia auténtica, no colmada de impotencia, de orgullo, de esperanzas huecas, de rencores silenciados.

Si estás frecuentemente andando por la senda espiritual, realmente estás en conexión, unificado, en armonía, avísame porque quisiera tu guía y consejo.

Como sea, espero que estés muy bien y puedas gozar de la plenitud de la bendición que espera por ti a cada instante.
Hasta luego y gracias por permitirme acompañarte en este texto.

Máscaras del Yo Vivido o moléculas del rostro del Yo Esencial

El Yo Esencial es la neshamá, el espíritu, la esencia personal, aquello que no proviene ni de los padres, ni de medio físico, ni de la interacción social.
Es lo que el Eterno determina que sea la identidad espiritual de cada uno. Es el lazo eterno, imposible de cortar, con el Eterno, y por ello con todo lo creado, en cada época y lugar.
Es lo que existía antes de nuestra concepción material y lo que persiste luego de nuestro pasaje por este mundo. 
Es lo que el Eterno implantó en ese feto que fuimos nosotros, a los cuarenta días de la concepción, y que seguimos siendo, y continuará en el mundo venidero.
No se altera con pecados o errores, tampoco se mejora con buenas acciones o pensamientos/sentimientos nobles.
Es lo que es.
Es la chispa divina que nos alienta, que nos da sentido y pertenencia a la eternidad.
Es lo más puro y auténtico de nosotros mismos.
Aunque no se modifica con nada, sirve como receptor de la experiencia durante el transcurso de nuestra existencia, y sirve como el canal de almacenaje de los recuerdos de todo lo sucedido durante nuestra existencia terrenal individual.
Hasta donde sé no se “aloja” en ningún órgano de nuestro cuerpo, no es parte nuestra, aunque es lo más auténtico de cada uno de nosotros.
Es nosotros y es parte del todo.
Está en nosotros, pero no se ubica en ningún lado en particular (hasta donde sé actualmente).
Es esa vocecita que nos habla con amor y paciencia, con respeto y sabiduría, pero que nos empeñamos en no escuchar.

¿Sabemos a ciencia cierta quiénes somos?
¿Podemos señalar con detalle qué es nuestro Yo Esencial?
Creo que la respuesta es: no.
Podemos ir corriendo velos, aproximándonos, tener certezas en algunas cualidades, pero no estamos en poder del conocimiento acerca de nuestro Yo Esencial, en parte a que no pertenece por entero a nuestra realidad formada por espacio/tiempo. Su esencia es espiritual, por tanto bastante difícil de comprender por nuestra mente limitada.
Lo importante no es llegar a la certeza plena, a encasillar nuestro Yo Esencial, a cuadricularlo y etiquetarlo, sino que considero mucho más provechoso y de bendición tener claro lo básico, e ir trabajando en encontrar una manera de expresar nuestra esencia a través del Yo Auténtico, del cual hablaremos brevemente a continuación.

El Yo Auténtico está formado por:

  • el Yo Esencial,
  • nuestra carga genética,
  • y facetas del Yo Vivido que representan aspectos del Yo Esencial.

Del primero, ya hablamos.
El segundo, se aloja en el núcleo de casi todas nuestras células.
El tercero, se ubica en entrelazamientos que se van dando en nuestro cerebro (neuronas y conexiones neuronales), particularmente en el lóbulo frontal y el prefrontal  (mis conocimientos de neurociencias son menos del 0,1%, así que mejor consultar con expertos sobre el tema) y son como huellas, registros de memoria.

Para que se comprenda cómo puede ser que una parte del Yo Vivido sea parte del Yo Auténtico, permítaseme un ejemplo.
La persona es gentil, por tanto su espíritu es noájico.
Por esto, su espíritu (Yo Esencial) desea expresarse a través de llevar una vida acorde al noajismo, por cumplir cabalmente los Siete Mandamientos Universales, por desarrollar una vida de bondad y justicia, siendo leal al Eterno tal y como Él quiere que sea el gentil.
Si el gentil vive noajismo, si el noajismo es su manera de comprender al mundo, de contactarse con él, de mejorarlo, etc., entonces está armonizando las facetas correspondientes de su Yo Vivido con su Yo Esencial y haciendo que estas facetas integren su Yo Auténtico. Por ejemplo, al ser bondadoso sin esperar nada a cambio, esa actitud NO ES una careta ni una impostura, es una parte de su Yo Vivido en armonía con su Yo Esencial. Eso es conectarse consigo mismo, lo que permite la conexión con el prójimo, lo que permite la conexión con el cosmos. Cuanto más integrado estés, más percibes la unidad esencial, más la belleza, más la necesidad de construir shalom para que no sea solamente una vivencia interna sino la Era Mesiánica ya manifiesta.
Pero, si el gentil aparenta ser judío, se imbuye de cuestiones judías que nada aportan a su identidad espiritual (y no está encaminado correctamente en un proceso genuino y legal de conversión al judaísmo); o, aún peor, se considera como miembro de religiones, dogmas religiosos, sectarismo doctrinal, etc., entonces su Yo Vivido está en disonancia con su Yo Esencial. Vive en conflicto. Está en exilio espiritual. Su vida es una fantasía. Por supuesto que algunas conductas serán positivas, serán en consonancia con su Yo Esencial, pero al faltarle la consciencia de su verdadera espiritualidad, igualmente será una consonancia disarmónica. Quizás es un poco complejo de comprender, te pido que releas, analices con calma, sé paciente, no pretendas saber todo para ayer. Pregunta sin miedo, cuestiona, no creas en lo que te digo, sino que permite a tu Yo Esencial confirmar la veracidad de estas palabras y cotéjala con la realidad circundante.

Comprende que, el noajismo no es un “algo” de mandatos religiosos, de imposición externa, sino que el noajismo es la espiritualidad que se construye desde el ser hasta el hacer, y su reconocimiento no se puede dar en un campo de guerra con religiones.
Su reconocimiento solo se puede dar cuando uno deja de perderse en el ruidoso mundo y escucha ese llamado espiritual, siente esa verdadera necesidad de DIOS,de llenar la existencia de paz, de plenitud.
El noajismo, para el gentil, es un retorno a lo que es.
Para muchos, después de tanta búsqueda y andar por el seco desierto, es sentir: “encontré mi lugar en el mundo”. Pero para ello, es necesario desbloquear el canal de conexión entre los Yoes.

El Yo Vivido, son todas aquellas posturas, sostenidas en el tiempo (o no), que empleamos para identificarnos, reconocernos, interactuar con otros, mediar entre lo que somos y lo que estamos siendo.
Son las diferentes máscaras que ocultan nuestro rostro, y que por lo general no están en resonancia con nuestro Yo Esencial, sino con los mandatos externos, con las imposiciones sociales, los juegos del EGO.
Se encriptan en nuestro cerebro. Ahí están inscriptos y codificados.
Algunas veces como recuerdos accesibles, otras veces como huellas no conscientes pero que se percibe su accionar en la vida cotidiana, y otras veces como elementos reprimidos y que fagocitan energías y participan (junto a los mecanismos de represión) en la producción de efectos más o menos perjudiciales y que no son fácilmente abordables por la consciencia.
Según dijimos, en las ocasiones que la máscara representa de alguna forma al rosto, entonces ese Yo Vivido pasa a formar parte del Yo Auténtico.

Esas actitudes, esas personalidades, esas respuestas, esos apegos, esos recuerdos, esos patrones de conducta inscriptos, eso reprimido, eso imposible de hacerse consciente, todo aquello que forma el Yo Vivido se suele usar, casi siempre de modo inconsciente, como máscaras que ocultan la verdadera cara.

Por supuesto que el Yo Vivido no debe ser supuesto como algo maligno, aunque sí muchas (muchísimas) veces falto de autenticidad, sin armonía con el Yo Esencial, e incluso antagónico al mismo.
Cuando la mentira, el engaño, la ignorancia, la falta de sinceridad, la incomunicación, la oscuridad van ganando terreno, entonces la conexión se daña, las relaciones tambalean, la infidelidad, la falta de misericordia, la injusticia, el mal se expande. Es el EGO que actúa para mantener a la persona sujetada y en impotencia (real o sentida) (http://serjudio.com/exclusivo/cterapia/coherentes-en-verdad).
Tampoco el EGO es un “ser” malvado, su naturaleza original es la de sistema de defensa y supervivencia personal. Pero, cuando se trastoca su función y su finalidad, es que comienza el perjuicio, lo que lleva a más y más inconvenientes y desconexiones.

¿Qué hacer entonces?
Es mucho más fácil hacer lo de las religiones, que se inventan algún ser maligno, un dios malvado, posesiones demoníacas, chivos expiatorios, lo que sea para aparentar pureza y salvación y así retener en sus cárceles a sus fieles.
También resulta mucho más sencillo, a simple vista, dejar de lado las cuestiones, no indagar, desplomarse, derrumbarse ante el EGO y dejarlo ser el amo.
Pero si hacemos cualquiera de las dos cosas (que en realidad son solo una), estamos perdiendo nuestra chance de alcanzar nuestro máximo esplendor, gozar de la vida, disfrutar de la bendición constante que llueve sobre nosotros. Estamos perdiendo la senda a nosotros mismos y a Dios.

Entonces, aprendamos cómo funcionamos, en la medida de lo posible.
No actuemos roles que nos imponen.
Dejemos de ser marionetas manipulados por el EGO, propio o ajeno.
Encontremos aquello que representa a nuestro Yo Esencial dentro de nuestro Yo Vivido.
No queramos controlar lo que no podemos controlar.
Dejemos fluir lo que no tiene forma de ser controlado por nosotros.
Aprendamos a decir no, cuando no es la respuesta; pero sí cuando sí es la respuesta.
Aprendamos a decir no sé, cuando no sabes; y sé, cuando sea verdadero y necesario.
Goza, disfruta, aprovecha el aquí y ahora, sin por ello echar a perder el futuro.

Son pequeñas, enormes, opciones para alcanzar niveles espléndidos de paz, plenitud, felicidad.

Ten presente que del recuerdo rememorado y reescrito, se guarda lo reescrito y no lo que le dio origen.
Esto permite, en cierto sentido, modificar el pasado.
Sí, podemos reinterpretar el pasado, sentirlo como si lo hubiéramos modificado.
Claro que es un poder limitado, porque te hemos dicho que hay cuestiones que jamás podrán ser accedidas por tu conciencia, porque están en un código imposible de develar por tu pensamiento adulto. Pero tienes ejercicios para ir aplacando esas huellas marcadas en lo profundo de tu memoria etológica. Tienes el trabajo de ir corriendo los velos, quitando las cáscaras, desechando máscaras, para que tu Luz interna, tu neshamá alumbre más y más, te permita conectarte mejor y con mayor autenticidad.

Adentrarnos a descubrir quienes somos, es todo un viaje en el que no podemos pasar por alto nuestro transitar por éste mundo.

Crecer implico aprender, repetir, imitar, obedecer lo que nos dijeron, creer lo que otros nos decían que éramos, y en el proceso nacieron las “máscaras” que hicieron en apariencia “potente lo impotente”, las que nos hicieron mostrar “no lo que somos” sino lo que nos dijeron, lo que servía para hacernos parecer grandes, siendo niños.

El EGO se ha presentado como nuestro único salvador, como nuestro dios, como nuestro amo, como la única opción posible para sobrevivir y sobresalir, cuando en verdad está limitándonos y alejándonos de lo que en realidad somos.

Pero reconocerlo nos anima a emprender la marcha para conocernos, entonces aprendemos también a ver a quienes nos rodean de modo diferente, entendemos que muchas de sus desacertadas conductas son producto de otros EGOs y del propio, y que esas personas aún no se conocen en realidad.

Hasta aquí por hoy estas breves reflexiones sobre un tema muy complejo.
Veo que hay cientos de textos que son de utilidad, aprovecha por favor los links que te ido dejando en este artículo.
Veo también que estoy encontrando cientos de buenos textos en este hogar. Creo que tengo escrito material para decenas de libros, creativos, originales, auténticos, propios, compartibles y todos ellos con bases en la Tradición y en la ciencia (hasta donde alcanzo a comprender y unificar en mi corta capacidad).
Ahora me pregunto, con suma humildad y desconcierto: ¿cuando llegará el día que alguien se tome el trabajo serio de organizarlos, ordenarlos, editarlos y publicarlos?
¿Me lo merezco? No lo sé… pero hay tanto, tantísimo que puede ser tan provechoso que me da pena que se pierda en un pequeño sitio en internet. No sé, quizás estoy soñando, ya que es bastante tarde en la noche… o será mi torturador EGO… no lo sé…

Bueno, es hora de encender tus luces internas y celebrar tu Janucá personal.
Hasta luego.

Seres Multi – Dimensionales

 

Siri, ¿Cómo eres? ;  

– Digamos que soy multidimensional-

No puede evitar reírme, ¡qué graciosa!,  ¿Multidimensional?  

El ser humano lo es, pero Siri no es un ser humano.  Es la nueva asistente de mi esposo, mucho más obediente que yo, fiel, con muy buen humor, y hasta romántica, mis hijos le consultan, le preguntan, saben cómo tratarla y ella siempre tan … correcta.  Pero multidimensional, no definitivamente no lo es.  ¿O sí?

Bueno, podría decirse que si, Siri es multidimensional, es un programa de reconocimiento de voz, pero que resulta ser una excelente asistente, te lee en varios idiomas y con buena rapidez y pronunciación, programa reuniones, envía correos, te realiza las búsquedas en internet de lo que requieres,  te avisa de tus citas, te despierta, te da el pronóstico del tiempo, hasta te canta si se lo pides, entre otras muchas cosas… y se llama Siri, una aplicación usada en tabletas,  eficiente, muy útil y más cuando pienso en lo que puede ayudar a personas con algunas limitaciones, no cabe la menor  duda de que la tecnología avanza a pasos agigantados en muchos aspectos.

Pero; ¿por qué no le reconocí como multidimensional, cuando podría decirse que lo es?   Pasa que me he habituado a usar el término cuando me refiero a seres humanos, porque no dejo de vislumbrarme  en ello.  El término no es propio del humano, pero cuando decimos que somos seres multidimensionales  estamos “ad portas” de reconocernos, de mirarnos, de descubrir eso que nos hace valiosos y únicos.

 

Hay una dimensión única, propia y particular del ser humano, esa que ningún otro ser en  la naturaleza tiene, y que nunca  podríamos transferir a otros seres, ni a la tecnología por más que avance, hablo de la dimensión espiritual.  Aquella que alberga “la chispa de divinidad que nos une al Creador”, esa que nos hace “humanos”,   que acallamos para obedecer al Ego, que ignoramos cuando no sabemos ejercer el libre albedrío que nos haría más humanos.

Mi intención es que te detengas un momento, para reconocerte “humano”, para que descubras eso que te hace valioso, diferente, y sobre todo que habla de el enorme potencial con el que cuentas para transitar por éste mundo de la mejor forma, para construir allí donde lo precisas,  para actuar bajo aquello que Dios  ha dicho te dará vida, para cumplir tu misión aquí y ahora.

Conoce  eso que eres, valora la identidad que nuestro Padre te ha otorgado, porque Él ya nos ha hecho espirituales y mucho,  pero el Ego es experto en decirte lo que no eres,  en ofrecer espiritualidad afuera donde no la hay, y sobre todo en opacar esa chispa de divinidad que ya tenemos.

 

Deja de buscar afuera lo que llevas dentro, conocerse es el primer paso para vivir espiritualmente.

Un abrazo, y que sepamos construir shalom.

 

Te recomiendo el siguiente link:  http://fulvida.com/id-noajica/identidad/la-corona-de-la-creacin