Archivo de la etiqueta: Rezos

#Rezos/#

Dios, te olvidaste de darme el vuelto…

DIOS PADRE TODOPODEROSO CAMINA POR MI CASA Y LLEVATE MIS PREOCUPACIONES Y CUALQUIER ENFERMEDAD . POR FAVOR VIGILA Y SANA A MI FAMILIA Y A MIS AMIGOS, BENDICE Y ALEJA A MIS ENEMIGOS. EN EL NOMBRE DE JESUS ¡AMEN!*** ESTA ORACION ES MUY PODEROSA. DETEN LO QUE ESTAS HACIENDO Y COLOCALA EN TU MURO POR LO MENOS POR UNA HORA. OBSERVA QUE DIOS TRABAJA DE MANERA MARAVILLOSA! LO QUE DEBES TENER ES FE!!! …AMEN

Lamento si te provoca nauseas, como a me ocurre a mí, perdóname por favor que haya comenzado este post con este mensaje tan lleno de idolatría, egocentrismo, falsedad, presunción, superstición, infantilismo, en fin… EGO.

Lo vi recién publicado en el muro de un “amigo” del Facebook, y no pude menos que sentirme bastante mal… digamos, decepcionado con la criatura humana, tan baja, pero tan engreída como para pretender controlar y manipular al Todopoderoso con estas frases llenas de infantilidad enfermiza. Porque una cosa es que un niño sea infantil, lo que está bien, pero otra muy diferente es que gente grande, hasta profesionales de renombre, se comporten enfermizamente como si fueran niños.

Quizás no te des cuenta de porque estoy siendo tan “agresivo” con la pobre persona que lo único que hizo fue una plegaria.
Bueno, déjame que te lo explique brevemente, pero antes por favor te tomas el trabajo de leer este par de links:

Ahora, comencemos un breve análisis.

Esta plegaria comienza “bien”.
Reconoce a Dios, reconoce que el es Padre, reconoce que es Todopoderoso.
Hasta aquí, totalmente compartible por cualquier alma pura.

Pero luego… ¡el terremoto!

Ese que es “dios”, “padre”, “todopoderoso” recibe una orden mía: “camina”.
Es tan tonto, insensible, pelele, torpe, ignorante que tiene que acudir a mi orden, debe cumplir mi reclamo: “camina”.
Traduzco el sentido detrás de esa orden: “¿Quién te crees que eres?
Si te crees un dios, ¡estás equivocado!
Aquí el dios soy yo, porque soy yo el que te dice lo que debes hacer.
Y te digo: camina”.

A ver, corazón mío, ¿cómo te parece que se ve esto así expuesto?
¿Te diste cuenta del lugar en que presumes estar y dónde estás ubicando al Eterno?
No, no te diste cuenta… si lo hubieras hecho antes no habrías actuado de esa manera soberbia, altanera, estúpida…
Cuando el EGO está al mando, la persona anda a oscuras, encerrada en su celdita mental.
En ella Dios es un dios, que está al servicio del hombre.
Por eso no suena blasfemo darle órdenes al Todopoderoso, porque para el siervo del EGO hasta Dios es menos que uno mismo.

Pero la cosa no termina ahí.
Porque si se le hubiera dicho que caminara solamente, bueno… es algo espantoso, como explique más arriba, pero se agrava mucho más cuando se exige que “camina por mí casa”.
A ver… a ver…
¿No tendrá Dios alguna cosa más importante, interesante, relevante, trascendente, cósmica, universal, que hacer con “Su tiempo” que andar caminando por tu casa?
Sí, yo sé que Dios está en todas partes, incluso allí en donde no se Le llama ni es bienvenido. Sí, también está en “tu casa”… pero… pero… ¿cómo decirlo?… Que vengas tú y le digas que se ponga a caminar por tu casa, como si El no supiera lo que hacer, como si El necesitara de tu orientación, como si El estuviera esperando a cumplir tus deseos… ¿cómo decirlo? Bueno, no tengo palabras, pero sí tengo en las entrañas una sensación que no sé como describirla. Quizás tú me puedas ayudar a poner en palabras esto que siento.
Un miserable humano, acomplejado, apocado, impotente, dando órdenes al Rey, al Padre, al Todopoderoso, para que venga a caminar por su casa… ¿cómo decirlo?

Ah… pero la cosa todavía pasa a ser peor.
”Llévate mis preocupaciones”…
Mira querido, si hubieras dicho “ven, mira al mundo, haz la paz”… ok, no sería lo más perfecto, habría cosas para criticar, pero al menos estaríamos ante un pedido importante, algo que ni tú ni nadie puede por sí solo hacer. Dudosamente estemos preparados aún para vivir en un mundo pacífico a causa de nuestras acciones para conseguirlo. Entonces, ok, perfecto, recurrimos a Dios, le pedimos amablemente que nos dé una gran mano… está bien, somos impotentes y El es Todopoderoso. Está bien, es un pedido altruista, generoso, solidario, humanitario, bueno, sensible.
Pero que mandes a Dios, al Supremo, que venga a tu casa, que la recorre, para que recoja la mugre que tú no quieres recoger… ¡cómo te atreves!
Sí, ya sé que en tu servilismo al EGO te crees una deidad y por eso mandas al dios que adoras, por eso te sientes al centro del mundo, ya sé que tu religión (como el 99% de lo que es religioso) te hace creer con el poder de controlar al cosmos si así lo sueñas o deseas, pero… ¿cómo explicártelo sin herir tu sensibilidad?
A ver, si tienes asuntos que te preocupan en casa, entonces… ¿no te parece mejor que hagas algo para que dejen de preocuparte?
Si son cuestiones que puedes solucionar… ¿para qué molestas a Dios con ello?
Si son cuestiones sin solución… ¿por qué no haces algo para no preocuparte? Piensa en alguna terapia, respira profundo, toma té de hierbas, aprende a poner las cosas en su lugar, reza con humildad y corrección, ayuda al prójimo que está en peor situación, encuentra la moraleja del asunto aunque sea terrible, reconoce tu impotencia como ser humano y apechuga tu condición de tal… no sé, hay opciones. Como viste, hasta rezar. Cosa que es muy linda, muy buena, muy provechosa.
Pero, rezar de verdad, comunicarse con Dios, abrir el corazón, encontrar el centro de uno mismo para armonizarse y sintonizar con el mundo y especialmente con la Divina Voluntad.
Rezar, que está en las antípodas de dar órdenes a Dios, de mandarle hacer tu tarea, de obligarlo a resolver tus cuestiones, de usarlo como tu esclavo.

Algo similar con el tema de que Dios se lleve cualquier enfermedad.
Puedes consultar al médico, seguir las prescripciones, llevar una vida saludable, consultar con otro médico, rezar, hacer buenas acciones, ayudar al necesitado, concentrarte en lo bueno que queda a pesar de la enfermedad… no sé, tantas cosas que se pueden hacer.
Sí, es cierto, gente buena sufre, muerte, es mutilada, etc. a causa de las enfermedades, ¿quién lo niega?
Sí, la ciencia aún no tiene todas las respuestas ni soluciones.
Sí, Moshé rezó por su hermana enferma.
Sí, rezar es una buena opción, a veces. Pero no la única.
Sin embargo, esto que publicó en su muro el “amigo”, difícilmente sea un rezo o una plegaria.
Es más parecido a la lista de compras del supermercado que tú le entregaste a tu empleada doméstica, a tu dios: “a ver, diosito, me sacas la basura, limpias los cuartos, pules los metales, pasa la aspiradora por la alfombra, no te olvides de cepillar a fondo el inodoro, perfuma mi casa, para eso te estoy pagando”.

Después una frase un poco menos insensible, porque se pide por la salud de familia y amigos.
Al menos ya no es todo yo… ¡pero alto!
Son MÍ familia, MÍS amigos.
No es lejano a poder decir que quiero que estén sanos para que YO no sufra a causa de ellos.
Sánalos, porque así alejarás de mí preocupaciones, sinsabores, tristeza, etc.

¡Bueno Moré Yehuda! Te has puesto fanático. Deja en paz al pobre tipo, ¿qué tiene de malo que pida por la salud de la gente querida por él?
No tiene nada de malo.
Pero hay algo en el contexto, que si lo analizas fríamente, sin pasiones, podrás reconocer como realmente perturbador.

Y llega la hora del hipócrita… “bendice a mis enemigos, pero mantenlos lejos”.
Por una parte, loable el desear el bien del enemigo.
Verdaderamente está muy bien.
Y hasta se podría decir que estamos de acuerdo con aquello de mantener alejado al enemigo.
Pero… ¿no sería mejor que hiciéramos algo para que muera la enemistad y surja la paz?
En lugar de que el otro se vaya lejos, apartarlo por decisión mágica y acción divina, ¿por qué no pedir a Dios que me ayude, que nos ayude, a encontrar caminos de entendimiento, de reconciliación, de convivencia?
¡No! ¿Para qué?
Si el genio mágico que es tu dios lo puede apartar de ti para que no moleste más.
No importa que siga la enemistad, que él siga siendo tu enemigo, lo importante es que no te lo cruces para que no se peleen, no te sientas mal, no te perturbe tu calma mágicamente obtenida.
¡Hipócrita! Deseas el bien de tu enemigo, pero lo mantienes como enemigo pudiendo pedir que no lo sea más, o mejor aún tratando de dar los pasos necesarios para el reencuentro. Quizás no se logre, quizás él tenga el corazón de piedra, quizás haya mucho daño de por medio, o muchos mal entendidos… pero al menos podrías intentarlo y ser un constructor de shalom y de paso pedir a Dios una mano para tener la fuerza y el coraje para hacerlo… pero… no… mejor me lo bendices y que me lo apartas…

Y al terremoto se le suma un tsunami junto a una explosión nuclear: “En el nombre de Jesús”.
A ver… yo entiendo que tu religión –carente por completo de espiritualidad- te exige meter al ídolo en el medio o el final de la invocación mágica a tu dios.
Pero, piénsalo un poquito… (me llamo a silencio, que cada cual lo llene como quiera o pueda).

Corazón mío, tu rezo ya fue espantoso pero al meterle el condimento de Jesús se ha convertido en todo lo que un rezo no debe ser.
Hay EGO, hipocresía, blasfemia, idolatría, egoísmo, enemistad, pereza, inacción, manipulación de tu dios y del prójimo… ¿esto es un rezo?
¿Esto es algo que se pueda considerar sagrado?
Yo creo que de sagrado no tiene ni una letra, aunque se hable de Dios, Padre, Todopoderoso y Amén…
Pero parece que para ti y el millonario número de personas que lo copian en sus muros y ponen “me gusta”, esto es un excelente ejemplo de santidad…
¿tan bajo hemos caído?

El análisis podría continuarlo y despedazarlo, pero me cansé y no quiero privarte de la oportunidad de que lo puedas hacer tú.
(Si quieres lo compartes aquí, en la zona de los comentarios que son bienvenidos. Además puedes incluir otras reflexiones y comentarios que te hayan surgido leyendo lo anterior y lo que viene).

Otro pedido en Facebook.
Es por completo diferente en que no está sumergido en la idolatría de Jesús.
Es diferente porque propone hacer algunas buenas acciones, aunque no veo ninguna que sea caridad, visitar enfermos, ayudar al desvalido, dar de comer al necesitado, alentar al triste, abrazar al solitario, abrigar al desprotegido, en fin, ni una sola acción noble de constructor activo de Shalom.
Pero, ¿ves que tenga alguna similitud con la anterior?

Aumentemos en mitzvot para REFUA …
Hace click en asistire y ya ganaste una mitzva! Ni hablar de encender las velas, y mas que mas 30 minutos antes… 
…  necesita de nuestras tefilot. Todos podemos aportar, no solo con las velas.. Separando Jala, diciendo las berajot con cavana, asher iatzar, estudiando tora o solo pidiendole a Hashem que le mande refua shelema. Quiera HAshem, el que cura a todos, que podamos ver a … sanita y en su casa con sus papas y hermanos.
QUE hashem los recompense con todo lo que ustedes necesiten, que Él escuche todas sus tefilot

Resp. 986 – Duda consejo diario 364

claudiamejia nos consulta:

Shalom!
1- En el consejo diario 364 nos dicen que no debemos hablar de Di-s, sino con Di-s…
2- Discúlpenme la ignorancia, pero quisiera saber por qué no se debe hablar de Di-s?
3- Es muy difícil entender, pues sé que Di-s ha trazado nuestro camino, el cual cada uno debe recorrer,
4-  adicionalmente en los mitzvot habla de ello, de no interferir, no tratar, etc a los idólatras…
5- pero y si es alguien como yo, en búsqueda del camino correcto?
6- En qué momento es correcto hacerlo?
Gracias.

Seguir leyendo Resp. 986 – Duda consejo diario 364

Prosperidad para ti

Está en nuestra naturaleza el anhelar bienestar material, incluso riquezas.
Desde el momento que somos cuerpo estamos necesitados de lo material para continuar con vida y para preservar la especia humana.
Además, y no es un aspecto menor, es necesario que aprendamos a edificar en la dimensión física de acuerdo a la ruta provista por el plano espiritual.
Al contrario de lo que predican ciertas doctrinas y religiones, no hay nada negativo en poseer y gozar de los bienes materiales, en tanto estos no sean el centro y la finalidad de la existencia.
Por supuesto que es indispensable que empleemos una parte generosa nuestro bienestar para proveer de bien al prójimo.
Remedio contra el poderío del EGO es el altruismo,  hacer el bien a otro sin esperar nada a cambio.
Cuando nos hacemos libres del EGO, estamos en disposición de recibir dicha, plenitud y gozar de la bendición que desde lo Alto nos otorgan pródigamente.

Si bien el gozo de este mundo es positivo, en tanto no se caiga en cuestiones prohibidas, no debemos olvidar en ningún momento que nuestra meta y caudal no está en Este Mundo, por tanto, que todo lo material sea empleado con sabiduría en procura de la trascendencia.
Es un gran principio que lo físico esté al servicio del Eterno por medio del cumplimiento de los preceptos que Él ordena a cada quien cumplir.

Ahora bien, ¿qué consejos nos dan nuestras Fuentes para obtener riquezas y gozar de ellas?
Brindaremos algunas ideas de modo general.

1- No espere a que su sustento o riqueza provengan de milagros, como llovido del cielo. Es su obligación dedicarse a actividades lícitas con la finalidad de obtener sus ingresos.

2- Si desea, puede comprar billetes de lotería o similares, pero no hacer de esto un modo de vida, ni haga depender su sustento de estos esporádicos beneficios.

3- Abra su mano con generosidad para con su prójimo necesitado (institución educativa de judaísmo tal como serjudio.com, motor de vida como FULVIDA, o persona pobre), pues Arriba le juzgan tal como usted juzga. Si usted actúa con benevolencia, de Arriba le dictan una sentencia benévola. Si usted es dadivoso con el prójimo, tiene asegurada la bendición.

4- Separe el diez por ciento de sus ingresos para darle a los pobres o a instituciones de bondad y justicia con lealtad a Dios.
No es su obligación, no es su deber, no es un mandamiento, no será maldito si no lo hace, pero es bueno hacerlo.

5- Que todos los preceptos que cumpla los haga con entereza, no por interés de obtener algún beneficio, sea en Este Mundo o el Venidero, sino porque eso es lo que el Eterno demanda de usted. Quien sirve al Eterno sin dobles intenciones es merecedor de las mayores bendiciones, tal cual expresa con claridad la Torá –judía- y los judíos mencionan a diario dos veces en nuestras plegarias.

6- Eleve sus pedidos por sustento y riqueza al Eterno. Con confianza en Él, con corazón puro e íntegro. No demande. No exija. No extorsione. No quiera negociar. No quiera manipular. Pida, como pide un siervo a su amo. Pida, como pide a su padre un amoroso y respetuoso hijo.

7- Done dinero u objetos para comunidades noájidas VERDADERAS (cuidado, que nada de lo suyo sirva para enriquecer a los viles enemigos de Dios que se disfrazan de santidad). En tiempos pasados, cuando el santo Templo estaba en pie, las personas ofrendaban ciertos elementos sabiendo que con esto eran beneficiados con prosperidad.

8- Comercie con justicia y misericordia. No busque la ganancia inmoral ni el beneficio de los miserables.

9- No sea mezquino a la hora de festejar. Invite hasta a aquellos familiares lejanos o con los cuales no tiene buenas relaciones. Sin derrochar innecesariamente, sepa gastar en abundancia para compartir las alegrías con bondad y honestidad.

10- Que sea un hábito el invitar personas a su hogar, para alimentarlos o darles hospedaje. Sean estas personas indigentes de la ciudad o visitantes.

11- En sus fiestas particulares no olvide convidar con manjares a los pobres. Que la fiesta no sea un motivo de exclusivo egoísmo, sino de crecimiento compartido.

12- Respete a su esposa más que a usted mismo. Embellézcala, cómprele regalos, hágala sentir la reina del hogar.
Si usted es mujer, respete a su marido, hágale creer que el está la mando, permítale que él tenga iniciativas.
Entre ambos que hagan emerger la paz hogareña.

13- No dude en asociarse con personas íntegras a la hora de establecer algún negocio.

14- Devuelva lo antes posible los préstamos. No se quede con nada que no le corresponde ni pertenece.

15- Pague a tiempo sus deudas.

16- Proponga y ejecute planes de desarrollo comercial, aunque no se crea capacitado y le dé miedo intentarlo. Consulte con expertos, nunca está demás.

17- No gaste el dinero que no le pertenece en vicios (alcohol, sexo infiel, cigarro, drogas ilegales, idolatría, religiones, adicción al juego, etc.).

18- Contribuya con maestros de VERDADERO noajismo de manera constante, asóciese a ellos para que puedan hacer su trabajo de santidad a través del dinero que usted aporta. Dé una mano a FULVIDA para que continuemos haciendo nuestra obra.

19- Haga sentir a su cónyuge como un rey/reina y a sus hijos como príncipes (pero sin malcriarlos).
Un hogar dichoso es una fuente de bienestar.

20- Agradezca, por todo.

Hasta aquí estos breves consejos.
Confío en que sabrá ponerlos en práctica y que pronto será prospero y de bendición para muchos.
Ten presente nuestra obra, que es TU obra, porque si no nos valoras, ¿cómo crees que eres valorado?

El rezo “cabalístico”

Presta atención al siguiente texto, quizás lo conoces, quizás alguna vez lo leíste, quizás creíste comprenderlo:

«En aquellos días Jizkiá [Ezequías] cayó enfermo de muerte. Entonces el profeta Isaías hijo de Amoz fue a él y le dijo: -Así ha dicho el Eterno: ‘Pon en orden tu casa, porque vas a morir y no vivirás.’
Entonces él volvió su cara hacia la pared y oró al Eterno diciendo:
-Oh Eterno, acuérdate, por favor, de que he andado delante de Ti en verdad y con corazón íntegro, y que he hecho lo bueno ante Tus ojos. Jizkiá [Ezequías] lloró con gran llanto.
Y sucedió que antes que Isaías saliese del patio central, le vino la palabra del Eterno, diciendo:
’-Vuelve y di a Jizkiá [Ezequías], el soberano de Mi pueblo: ‘Así ha dicho el Eterno, Elokim de tu padre David: ‘He oído tu oración y he visto tus lágrimas. He aquí, te voy a sanar; al tercer día subirás a la casa del Eterno…’»

(2 Melajim / II Reyes 20:1-5)

Como siempre, hay tanto para aprender… concentrémonos en una breve enseñanza, pequeña pero te aseguro que profunda y llena de eternidad y bendición.

Algo había hecho el gran rey Ezequías, o había dejado de hacer, al punto que era merecedor a una muerta prematura, pues solo tenía 39 años de edad.
Para empeorar aún más, se le estaba anunciando que tampoco tendría porción de dicha en el mundo de la posteridad, puesto que “moriría Y no viviría “, lo que es explicado por nuestros Sabios como una clara identificación a la terminación de sus días en este mundo y también una desconexión en el más allá.

Es terrible, para cualquiera, pero mucho más si consideramos que de este rey fue dicho con inspiración divina que:

«Él hizo lo recto ante los ojos del Eterno, conforme a todas las cosas que había hecho su padre David.
Quitó los lugares altos, rompió las piedras rituales, cortó los árboles rituales de Asera e hizo pedazos la serpiente de bronce que había hecho Moshé [Moisés], porque hasta aquel entonces los Hijos de Israel le quemaban incienso. Y la llamó Nejustán.
Jizkiá [Ezequías] puso su esperanza en el Eterno Elokim de Israel. Ni antes ni después de él hubo otro como él entre todos los reyes de Yehudá [Judá], porque fue fiel al Eterno y no se apartó de Él, sino que guardó los mandamientos que el Eterno había mandado a Moshé [Moisés].
El Eterno estaba con él, y tuvo éxito en todas las cosas que emprendió. Se rebeló contra el rey de Asiria y dejó de servirle.
Derrotó a los filisteos hasta Gaza y sus territorios, desde las torres de los centinelas hasta la ciudad fortificada…»
(2 Melajim / II Reyes 18:3-8)

Tenemos a un hombre íntegro, bueno, justo, cumplidor de los preceptos, luchador de las guerras de Dios, celoso para defender la verdad, un héroe en el bando de los nobles.
Es lo que el propio Dios atestigua, entonces… ¿cómo entender que no tuviera parte en el mundo venidero?

Un hombre que era tan “perfecto”, que había llegado a realizar cosas para honrar a Dios y Su Torá y Sus preceptos, al punto que ninguno otro se había atrevido antes, que vivía para el servicio de Dios… ¿cómo entender que moriría joven y sin futuro en el paraíso?

Un rey majestuoso, que tenía a Dios como aliado y era exitoso… ¿qué había hecho, o dejado de hacer, como para que de repente se le anunciara tan amargo final?

Da como para pensar, ¿no te parece?
¿Será que el cumplimiento de los mandamientos de todo corazón y con todas las energías en realidad no son un salvoconducto para obtener el éxito y la eternidad?
¿Acaso es una demostración de que cuando cumplimos con nuestra parte, lo que Dios nos ha ordenado, NO estamos negociando con Dios algún arreglito para acomodarnos, sino que solamente estamos haciendo nuestra labor como siervos, que no deben estar pendientes de la retribución, sino solamente de servir al Amo?
¿No es posible que esto demuestra a las claras que no compramos el paraíso con nuestra fe, pero tampoco con nuestras acciones, sino que es necesario un plus, un algo “extra”, que está esbozado en la primer cita que te trajimos a estudio hoy?

Contempla con cuidado las palabras y acciones en el primer pasaje.
El rey ora y le recuerda a Dios lo bueno que él, Ezequías, ha sido; trae a la memoria de Dios cómo él, Ezequías, ha dedicado su vida al servicio de Dios.
El rey eleva su sentida plegaria para que Dios tome conciencia de sus obras, de su grandeza, de su entereza, de su humilde actuar.
Es lo que dice el párrafo que leímos, ¿no es así?

Entonces, ¿no encuentras nada extraño en esto?
Dime, ¿te parece que Dios anda precisando un ayuda memorias?
¿Ya está viejito y medio olvidadizo que la persona tiene que hacer un repaso de sus propias acciones meritorias para que Dios no deje pasar el dato y entonces se comporte de manera justa?
¿Es que Dios está desmemoriado, o es un ingrato e injusto, que tenemos la necesidad de pasarle las cuentas en limpio para que nos pague como creemos que nos merecemos?
¿Es eso lo que está haciendo Ezequías y lo que nos quiere enseñar el Santo Libro?

Porque si es esto, pues… ¡qué pobre imagen de nuestro Dios nos está dando!

¿No será más bien que es este recordatorio “para Dios” de parte de Ezequías es solamente un vehículo para que Ezequías haga algo que no había logrado hacer hasta entonces como debía?
Atendamos nuevamente al texto, ¿qué más nos está diciendo?
Leamos una línea antes… “Ezequías volvió su rostro a la pared y oró al Eterno”… bien, aquí tenemos un punto sumamente jugoso que se complementa con “y Ezequías lloró con gran llanto”.

Volvió su rostro, para no estar atento al mundo externo, para dejar de prestar atención a las banalidades, para no ser esclavo de su EGO a través de las múltiples máscaras que éste usa.
Dejó de lado por un momento lo que el creía de sí mismo, dejó de ver la opulencia de su palacio, sus ricas ropas, sus títulos, a los serviles que le eran genuflexos, a los logros académicos y militares, dejó por un rato de concentrarse en lo grandioso que era en este mundo de apariencias para conectarse con esa vocecita interna, con su Yo Esencial, con su espíritu puro.
Por una vez en la vida, ante el hecho de que se le terminaba y no había luego nada más, por una vez en la vida se buscó a sí mismo, y al hacerlo encontró en verdad a Dios.
Por supuesto que él era fiel al Eterno, sin dudas que lo era. Él era un experto en Torá, un gran estudioso y maestro, un promotor de que la Torá se extendiera y fuera valorada.
Es claro que dedicaba su vida al cumplimiento de los mandamientos, con amor y dedicación sinceros.
Sin embargo, aún no había despertado su Yo Esencial, seguía apabullado detrás de las cáscaras y máscaras del EGO.
Sí, aunque parezca imposible, así era.
Un hombre íntegro, bueno, justo, leal a Dios, atento al servicio divino, dispuesto al riesgo para eliminar la idolatría y la perversión, pero que sin embargo aún no era libre por completo de su EGO, puesto que éste seguía entorpeciendo que estuviera en armonía multidimensional, el EGO todavía le impedía que fuera su Yo Esencial quien dictará las pautas de su vida.
Parece mentira… pero es lo que está en claro en el texto sagrado.
Y Ezequías, con su inmensa grandeza, hizo lo que la mayoría no estamos dispuestos a hacer: eludir al EGO para llegar a la propia esencia, y desde allí fundirse en abrazo poderoso con Dios.
Este encuentro consigo mismo, y con Dios, fue de un impacto tal que le hizo largar el llanto, el gran llanto.
El que no es producto de la impotencia o la sensiblería torpe, sino el llanto de la liberación, del romper un viejo bloqueo para salir a la libertad.
Fue un instante “milagroso”, como nunca había experimentado el rey.
Fue como un nuevo nacimiento, puesto que por primera vez Ezequías encontró a Ezequías, al verdadero, al despojado de caretas, al que está ligado a la eternidad.

Sí amigo mío, Ezequías iba a morir y no iba a disfrutar de la vida postrera como se “merecía”, en buena medida (aunque no solamente) porque todo lo que había conseguido era bueno, pero teñido aún por el EGO.
Su entrega y dedicación a Dios aún tenían oscuras salpicaduras del EGO y fue necesario esta ocasión para que Ezequías alcanzará un nivel de plenitud impresionante.

Su cuerpo (que sin dudas estaba enfermo) sanó, en gran medida porque su nexo espiritual se rectificó.
Fue preciso que Ezequías orara como nunca antes, llorara como nunca antes, se librara de su EGO para que ascendiera finalmente a un estado espiritual que podemos denominar “Casa del Eterno”.
Alzarse hasta la “Casa del Eterno”, al «Santuario del Señor”, tal como anheló Jonás el profeta en su propio encuentro consigo mismo, dentro del gran pez, quien también padeció el sofocó de una muerte prematura, de una posteridad trunca, hasta que logró desplomar las murallas del EGO y armonizar su ser interior con el exterior (Ioná/Jonás cap. 3).

Ojo, ten cuidado, mira que las enfermedades no siempre son causadas por el EGO, aunque no lo podemos descartar.
Si te sientes enfermo es bueno que reflexiones, te encuentres, medites, reces, pero NO DEJES DE ACUDIR AL MÉDICO al EXPERTO.
Por ejemplo, si te sientes triste, con ideas de muerte, casi no comes o te engullas todo lo dulce que encuentras, si duermes poco y/o mal, pide cita con el psiquiatra, sigue su tratamiento médico como si la palabra de Dios fuera, porque es necesario hacer así para tener bajo control una probable depresión, o algún otro trastorno biológico-funcional.
Te sientes mal, estás débil, la materia fecal no es normal, te duele al orinar, te persiste algún dolor, tienes mareos habituales, etc.: consulta al médico, no busques brujos, pastores, rabinos, cabalisteros, charlatanes o santos. Busca al médico, y por supuesto, encuentra tu nexo sagrado con Dios, evapora al EGO, fortalece tus otras dimensiones, pero no descuides de hacer lo que tienes que hacer para estabilizar o mejorar el plano físico.
No te pienses que rezos complejos son la solución a los problemas y enfermedades en tu vida.
No culpes al EGO de todo, ni quieras solucionar todo rectificando el mando que el EGO tiene sobre ti.
Es muy importante que lo tengas en cuenta.

No te confundas con el asunto de la plegaria u oración que se te está señalando en este texto.
No estamos haciendo referencia a una mímica repetitiva, ni a aullidos en una comunidad de clamorosos, ni a una murmuración de párrafos prescritos que te corresponden o estás usurpando, ni a paladear salmos como si fueran embrujos mágicos, ni a negociar con Dios, ni siquiera a pedirle con honestidad y legalmente a Dios.
Nos estamos refiriendo a un viaje hacia el interior de ti mismo, allí en donde te encuentras tú, esa luz pura conectada a Dios, ese ser de luz que no se mancha a causa de ninguna acción o pensamiento.
Es un viaje de auto-conocimiento, de desvestirse de máscaras, de sortear los obstáculos de las cáscaras emocionales y mentales; es una travesía que solo unos pocos se atreven a hacer y alcanzan a lograr.
Es hallar a Dios cuando te hallas a ti mismo.
Es silencio.
Es soledad.
Es despojarse de pretensiones y deseos.
Es olvidarse de problemas y esperanzas.
Es surfear hacia donde lleva la ola que va a tu Yo Esencial.
Es dejar de lado palabras y lemas repetidos.
Es no poseer.
Es un abrazo intenso, verdadero, significativo con el Uno y Único a través de abrazar tu verdadera esencia, a la que desconoces y habitualmente rechazas.
Es dejar este mundo sin apartar los pies de él.
Es dejar de aspirar al mundo venidero sin quebrar tu nexo con él.
Es intimidad, es silencio, es paz…

Quien lo alcanza, lo siente, lo reconoce, llora con tranquilidad, encuentra lo que nunca había visto y tampoco nunca había perdido.
Se recupera a sí mismo.
Pero, claro… al rato se vuelve a perder en el barullo del mundo cotidiano, en las trampas del EGO, en palabras, en pensamientos, en deseos, en sentimiento, en sensaciones, en afanes, en culpas, en miedos. Al poco rato vuelve a las máscaras, y es normal que así sea.
Sin embargo, ese fugaz destello de realidad esencial, es inolvidable, aunque de a poco se esfuma entre las sombras que proyecta el EGO.
Se ha entrado al palacio del Rey, al Santuario, para luego salir transformado de él, pero de vuelta al mundo, a la vida, a los altibajos, a lo común, a lo sagrado dentro de lo mundano.
Vuelves a tu obligación ante Dios y tu espíritu de cumplir con los mandamientos que te corresponde, de esforzarte por actuar con bondad y justicia, de ser un constructor de Shalom aunque tu infatigable EGO no quiera dejarte hacerlo.
Vuelves a tus necesidades y a tus deberes, a tus derechos y quejas, a tus luces y sombras.
Y está bien, así es el ser humano.
Vuelves a los rezos aburridos, a la repetición de lemas, al farfullo de salmos, a hacer negocitos con Dios, a pedir y pedir y quizás agradecer alguna cosilla.
Y así somos…

La “espiritualidad” popular

En el misticismo judío, a semejanza de misticismos en otras regiones, se denomina a este mundo como “Mundo de Mentiras” (Alma deShikra).
Un lugar de apariencias, de ilusiones, de imágenes que hablan más que mil palabras.
Un sitio en donde los susurros de la verdad son apabullados por el griterío ensordecedor de los engaños, voluntarios o involuntarios.

No importa “ser honesto”, sino “parecerlo”.
Lo que brilla, seguramente es vendido como oro.
El que se viste de “santo”, por supuesto que es un hombre divino.
La mona vestida de seda, es una señora dama de la alta sociedad.

Apariencias y más máscaras.
Las palabras que quieres oír en vez de las que precisas.
Las prédicas de los líderes religiosos que te emocionan (de una u otra forma), para moverte a hacer lo que a ellos les complace pero a ti te resulta tan “emocionante” (y supones que eso quiere decir “espiritual”).
Los corruptos en el poder, que juzgan y encarcelan y persiguen y extirpan a los que son de limpio corazón y puras manos.

Un mundo en donde tanto tienes tanto vales.
Si tienes “din” (dinero) tienes “dón” (eres tratado como todo un Señor).
Un mundo en donde un tipo que le pega con el pie a una pelota es millonario, ejemplo de multitudes, “ídolo” de los niños; pero el científico que rebusca las curas para las peores enfermedades se pudre en la miseria en un cuartucho de pobreza solitaria (a no ser que trabaje para una multinacional, que no quiere más que ganancias y dominio).

Un mundo falso, en el cual quien regala vida y virtud, porque enseña los caminos sagrados apropiados para cada identidad espiritual (noajismo para gentiles –y no otra cosa-, judaísmo para judíos), es marginado y avergonzado. Pero quien vende a muy caro precio mentiras llenas de palabritas altisonantes, rituales estrambóticos, religiosidad azucarada, promesas de todo tipo de bendición, perversión de las fuentes sagradas… ese es elogiado y arropado con todo tipo de riquezas y aplausos.

Sí amigo mío, estamos en el mundo de la mentira.
Cuenta el midrash (lecciones de los Sabios de la Santa Tradición) una bonita lección acerca del cerdo.
No sé si sabes que a los judíos (y solamente a ellos) Dios ha ordenado que sigan una dieta alimentaria particular, sagrada, estrictamente acorde a la espiritualidad judía. Se llama KASHRUT.
Se deben seguir varias reglas para cumplirla.
Una de ellas establece que de los animales terrestres solamente son aptas para el consumo las especies que tengan pezuña hendida y sean rumiantes.
Ambas condiciones son necesarias e indispensables.
La vaca, la oveja, la cabra son algunos de los pocos animales que entran dentro de estas especificaciones.
El cerdo, por su parte, sólo tiene una de las señales, ya que si ves su patita encontrarás que tiene la pezuña partida, igualita que la de las vacas.
Pero, el buen puerco no es rumiante, por tanto no es kasher –apto, permitido, para el consumo-.
El midrash viene y nos dice que notemos como el chancho se acuesta con sus patitas extendidas hacia adelante, de tal modo que queden a la vista sus pezuñas partidas, para que todos crean que es kasher. 
El cochino se ofrece públicamente como apto, como idóneo, como “bueno”, como enmarcado dentro de la ley.
Eso es lo que a la vista demuestra.
Pero la señal interna, esa que no es posible distinguir por simple apariencia, esa no la tiene.
Es un animal “impuro”, descalificado por sus cualidades internas, pero que sin embargo se nos vende abiertamente como si fuera uno de los “puros”.
Para peor, es uno que se regodea en la inmundicia, su casa es un chiquero, la porqueriza también le dice al hogar del puerco. Come cualquier desecho, se deleita con la podredumbre, se engorda con las sobras mugrientas de los demás. Ah, pero cuando se sube al púlpito a predicar está impecable, se viste como un “santo”, habla con un lenguaje de “ángeles”, te moviliza con sus palabras astutas y hábilmente seleccionadas, te hace creer que es un gran hombre desde sus paginitas de internet… ¡te comes al puerco pensando que es un pan sagrado!
Pero adentro, en su interior, su alma es “deshikra”, de mentira, de oscuridad, de EGO, de falsedad, de engaño.
Es manipulador por excelencia, astuto, un buen alumno del serpiente del Edén, quien te abraza calurosamente y te dice “Chalom Chaverim Aleichem”, pero que en el fondo solo ve en ti un bolso con dinero para sacar, una fuente de diezmos y contribuciones que engorden su propia cuenta bancaria. Te usa y abusa de ti. Te engaña, de paso se acuesta con tu mujer, pero siempre te muestra esa sonrisa amplia, esa ropa fina, ese saludo cordial, esas palabras dulzonas… el predicador (con el título ministerial que use) ese al que tanto alabas y tanto defiendes.

¡Qué gran lección!
Andemos con cuidado, no debemos juzgar por las apariencias, sino que es nuestra obligación recabar datos, analizar hechos por hechos para descubrir realidades.

¡Pero alto!
¿Y por casa, cómo andamos?

¿Quién gobierna tu vida?
¿Tú o tu EGO?

Cuando piensas en Dios, ¿Estás pensando en:

  • la bendición que te dará,
  • en los dones que hará descender para ti,
  • en la riqueza que te lloverá,
  • en la prosperidad,
  • en la sanación,
  • en la salvación,
  • en el milagro que esperas,
  • en la promesa que le hiciste para que Él te diera algo a cambio?

¿En esas cosas piensas cuando piensas en Dios?
¿Haces el cálculo de cuánto diste de “caridad”, “tzedaká”, “se-da-acá”, “diezmos”, "aportaciones al Señor”, para ver cuánto te corresponde que Él te devuelva?

Vamos, te pido un minuto de sinceridad contigo mismo… ¿no lo hiciste?

¿Cuántos rezos o plegarias elevaste fervientemente para pedir o exigir que tal o cual asunto se resolviera de acuerdo a tu voluntad?
Está muy bien pedir al Padre Celestial, ¿pero es ese el motivo central y principal de comunicarte con Dios?

¿Cuántas veces te quejaste por lo que no tienes o sientes que te falta, y añadiste que no te parece justo que así sea puesto que tú eres “fiel”, “creyente”, “tienes fe”, “eres religioso”, “cumples tus mandamientos”? Vamos… ¿nunca pensaste que Dios te estaba siendo desleal por no darte lo que te mereces?

Te podría seguir haciendo preguntas simples y al punto, pero no quiero ponerte en situación incomoda, no quiero que salgas huyendo de este hogar y no vuelvas porque “te agredo” con estas preguntas.

Así que, lo dejo por aquí, me vuelvo al mundo de los engaños… allí nos estamos viendo…

El consejo diario 321

Agradece al Eterno por cada nueva oportunidad de cumplir con tu parte de la Obra.
(Cada una de ellas.)

AgradeceLe por todo lo que te ha dado.
(Todo, es todo.)

Pide por las necesidades del prójimo y las tuyas, pero sin demandar nada.
(Primero las del prójimo, luego las tuyas.)

Habla con Él, ciertamente siempre te escucha cuando Le hablas.
(Quizás tú no entiendas cuando te responda.
Quizás no te agrade la respuesta.)

El rezo efectivo

Cuando nos disponemos a rezar, la intención no debe ser someter a Dios a nuestros deseos o pedir por “milagros” que nos faciliten la pereza.
Por supuesto que tampoco el anhelar asuntos que son perjudiciales o negativos, por ejemplo, pedir por el fracaso de un competidor comercial, por la muerte de algún vecino, el dominar nefastamente sobre otros, etc..
La intención primaria del rezo es:

  • unir nuestras almas con la Divina Presencia,
  • fundirnos en un abrazo etéreo con nuestro Padre Celestial,
  • despojarnos del EGO negativo por unos instantes,
  • darnos un tiempo sagrado para la meditación y la reflexión,
  • encontrar nuestra esencia para fortalecernos en la tarea de actuar como constructores de Shalom,
  • agradecer con humildad a nuestro Padre Celestial,
  • alabarLo, (cuidado con las alabanzas, mejor ser escaso en palabras y hablar CON Él en vez de errar y hablar DE Él),
  • pedir pero a partir de todo lo anteriormente enumerado, especialmente aquello de estar despojados momentáneamente del EGO negativo.

¿Quieres sabiduría?
¿Quieres que tus posesiones aumenten?
¿Quieres prosperar en las cosas que realmente importan?
¿Quieres salud, dinero y amor?
Pues, adelante, también por esto puedes rezar, y quizás Dios te ayude a alcanzar todas estas cosas y más.

Pide, pero cuando pidas intenta no ser siervo de tu EGO, sino permite que tu corazón sea llenado con Su Voluntad.
Porque sin Su consejo no hay sabiduría espiritual y sin Su presencia nuestro patrimonio no tiene –finalmente- ningún valor. 
La verdadera riqueza no se mide de acuerdo a valoraciones mundanas, sino por el uso que de ella hacemos en el cumplimiento de las ordenanzas de Dios.
En el esquema divino aquel que vive de su sueldo y aporta a obras de bien y justicia, es más rico que el que nada en billetes pero no es solidario.
Claro, esta verdad espiritual no deja feliz al corazón anhelante, y está bien que así sea, pues la riqueza material es buena, gozar de lo permitido es excelente, adquirir bienes y servicios adecuados es una dicha, por lo cual, no te dejes caer en la rutina del conformista. Pide, trabaja, comparte, construye y eventualmente no solamente serás rico según el plano espiritual, sino también en lo mundanal.
Pero recuerda usar con lo que el Padre te bendiga para que puedas ser de bendición para los demás.

No le prometemos magia, ni prosperidad instantánea, ni tampoco le aseguramos que será rico, sano, feliz y con amor.
No le prometemos llenar sus vacíos con milagros sobrenaturales, ni vamos a mitigar sus angustias con drogas emocionales disfrazadas de sanación espiritual.
Esas FALSAS promesas las hacen los adoradores de FALSOS dioses, de santitos, de hijitos de dioses, son promesas vacías de lo traficantes de la fe.
No podemos prometer lo que sabemos que no es cierto, porque no es ético hacer tal cosa, y porque tampoco es lícito de acuerdo a la Ética Divina.

Aunque sería bonito prometer esperanzas varias, tal como hacen pastores, supuestos rabinos mesiánicos, fantoches cabalisteros, magos y adivinos de cualquier secta y religión, nosotros no lo hacemos porque intentamos ser leales al Padre y a nuestro prójimo.

La bendición, eso ciertamente que sí se la podemos prometer.
Le prometo que será bendito cuando actúe con lealtad al Eterno, cuando actúe con bondad y justicia, cuando escoja la vida en lugar de la esclavitud al EGO.
Es una promesa, que no le hago yo, sino que se la trasmito directamente de parte de Dios, tal como está fehacientemente registrada en Su Torá (posesión y herencia del pueblo judío) y en Sus profetas.

Así pues, no olvide de hacer su rezo, tal y como corresponde.
Podrá encontrar tesoros varios, están dispuestos para usted, están ante su vista, solamente tiene que abrir sus ojos y limpiar su alma para ser capaz de verlos.
Rece con la intención correcta y tal vez no conduzca el carro que sueña y se cree merecer, ni su esposa sea la modelo que usted codicia, ni su vacaciones sean en Hawai, pero será dichoso y sinceramente alegre. Será pleno. Será capaz de irradiar paz en su entorno, peros especialmente en usted mismo.

El Eterno le bendiga, amigo querido, y trate de ser el mejor constructor de Shalom que pueda.

Resp. 913 – plegarias por los muertos

jorgelsalazarc nos consulta:

respetado more Ribco,
1- mi gratitud y aprecio por su servicio dedicado a nosotros los Noajidas.
2- quisiera saber si es correcto para los noajidas elevar plegarias por personas fallecidas hace mucho tiempo.
3- si la respuesta es positiva quisiera saber como se benefician de ellas.
4- lo digo porque he visto esa costumbre en mucha gente y no se que posicion sea la acertada.
5- ya que de ser positivo me gustaria orar por una abuela a quien quise mucho y aun a pesar del tiempo la recuerdo con mucho cariño
jorge salazar, 53, abogado, puerto la cruz, venezuela.

Seguir leyendo Resp. 913 – plegarias por los muertos