Gracias Yehuda

En los 4 días que pudimos compartir con Yehuda, el conocimiento que tiene, unido a su sencillez y a esa tremenda calidez humana, nos quedamos con sabor a poco. Y que bueno que sea así, al menos por mi parte pues eso me alienta a seguir creciendo y trabajando.

 

Una de las cosas que  aprendí, fue que los noájidas debemos abrirnos a la sociedad, no con un afán misionero, sino para compartir mutuamente nuestras necesidades como personas, en particular atendiendo las suyas, cosa que habíamos perdido, dejando de disfrutar de lo que está permitido, empezando por nuestras familias, amigos y compañeros de trabajo.

 

Este abrirnos nos ayuda a encontrar el equilibrio en todos los aspectos del ser humano, el espiritual, el intelectual, el social, el emocional y el físico. En la medida que logremos este equilibrio estaremos cumpliendo con la voluntad de Dios y a la vez mostrando un modelo de vida que el resto probablemente quiera imitar.

 

Gracias Yehuda, deseamos que esta visita sea la primera de muchas a lo largo de Chile. Que HaShem le de la fuerza para seguir ayudando a otros a encontrar el camino correcto.

 

Norma

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