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Sucot para noájidas

En unos días comienza la "festividad de la alegría", que es Sucot.
Recomiendo a los lectores que relean este texto que ya publicamos: http://fulvida.com/festividades/sucot-para-noajidas

Y que visiten los otros textos que se encuentran en la sección:
http://fulvida.com/category/festividades/pesaj-shavuot-sucot-fiestas-judias-de-peregrinacion

Estoy a las órdenes para recibir vuestras dudas, consultas, sugerencias, aportaciones, etc.
No sé si podré responderlas a la brevedad, pero trataré de hacerlo, con la ayuda del Eterno.

Que sepamos construir Shalom, una sucá mundial de Shalom.

Ser misionero ¿que es?

Ser misionero ¿que es?

Pues cualquier cosa, pero es ser creador del caos.

Al contrario, completamente al contrario, el ser noájida es ser constructor de shalom, y leal con D’ y con el pueblo judío

El misionero ¿Quien és?

Alguien que tiene una misión, o que cree que la tiene.

Que misión tiene, lo sepa o no, es ser un «guerrero» (a veces literalmente) de expandir «el veneno de su religión», y algunos aceptan todos los medios, incluso la violencia y/o el engaño, sin razonarlo, solo infestar a las sociedades. ¿No creen?

El constructor de shalom cumple las 7 leyes universales e informa del noajismo, razonando cuando se puede. Con algunos es difícil razonar, pues están ciegos y sordos; tal vez sea útiles varias charlas, en función de la personalidad y de las circunstancias…

Paz y ánimos a todos, difundiendo el noajismo «razonadamente».

La lección de Koraj

Hay un personaje en la Torá llamado Koraj, Coré en español.
Era un personaje judío, pero cuestiones de su vida sirven como moraleja para los noájidas.
Un modelo para conocer y NO seguir.

Nos cuenta la Tradición que Koraj era un hombre que poseía innumerables fortunas; mucho poder; gran astucia; renombre; familia; amistades; en resumen, Koraj podía considerarse el hombre más satisfecho y feliz sobre la tierra.
Pero, no lo era.
Estaba insatisfecho, y por eso, era infeliz.
Le faltaba una cosa, una pequeña cosa: humildad.
La humildad es reconocer con justicia el valor de cada persona, de cada cosa, de cada cualidad.
Humildad es esforzarse por convertir en realidad lo potencialmente positivo.
Humildad es tener confianza en que lo mejor es aliado de lo bueno.
Humildad es tener conciencia de que el fracaso justo no es humillación, ni el éxito es motivo para enorgullecerse y despreciar a otros.
Le faltaba humildad a Koraj.
Y cuando la humildad no está, entonces se vive insatisfecho.
La fortuna económica parece miseria.
La salud se vive como enfermedad.
Las amistades en lugar de apoyar, incitan a equivocarse.
La felicidad no se aprovecha.
Así que, pobre Koraj, teniendo todo y con la sensación de carecer de todo…

Y Koraj expresó su falta de humildad rebelándose contra Moshé y Aarón.
Él y sus malandrines acompañantes pretendían convertirse en los líderes de Israel, es decir, no aceptaban el liderazgo que el Eterno había dispuesto para Su pueblo.
Entre gritos y piquetes de los revoltosos, Dios pone en evidencia Su deseo, demostrando públicamente que el mando político debía permanecer en manos de Moshé, y el sacerdocio para oficio de Aarón y sus descendientes.
Fue Dios el que se encargó de poner las cosas en su sitio.

¿Qué pasó con Koraj, el que tenía de todo, pero le faltaba humildad?
¿Cómo terminó su vida el exitoso Koraj que siempre quería estar un poco más arriba?
Koraj y los rufianes que lo aconsejaban y seguían, en lugar de ascender y transformarse en la cabeza del Pueblo, fueron tragados por la tierra.
Tal cual lo dicho, hubo un temblor de tierra, entonces una gran zanja se abrió bajo Koraj y los suyos, y todos los descarriados por el hambre de poder y orgullo desaparecieron para no volver.

Este hecho ocurrido en la realidad, tiene su lectura educativa: si queremos elevarnos y superarnos, es imprescindible ser humildes y correctos, porque de lo contrario, en lugar de subir- bajamos.

Un viejo secreto para la buena vida

Muchos veneran a Miguel de Cervantes, aunque no sé cuántos lo han leído y comprendido.
Una de sus frases celebres reza así:

“El que larga vida vive, 
mucho mal ha de pasar. “

A primera vista, resulta deprimente… ¿o es solo mi parecer?
Te daré uno de mis motivos.
Si el que larga vida vive mucho mal ha de pasar,
significa que el “mal pasar” es una constante, o al menos una muy frecuente visitante,
por lo cual,
quien más vive, más sufre.
El sufrimiento está aquí, no hay escapatoria… mejor vive poco, así sufrirás menos… ese podría ser el corolario del pensamiento del Manco de Lepanto…
¿Estas de acuerdo con que así es la vida?
¿O quizás para Miguel era así, pues en su vida padeció mucho, o tal vez no supo disfrutar de lo bueno que tenía?
No lo sabemos…
Pero lo que sí puedes saber es si estás de acuerdo con que la vida es una hilera incesante de dolores y dramas…
(Yo no lo estoy, aunque a veces pareciera ser cierto. Me gustaría oír tu comentario al respecto).

Por su parte, Jean de La Bruyère nos regaló esta idea:

“No hay nada que los hombres más 
deseen conservar y menos cuiden 
que su propia vida.“

Resulta de cierta manera antagónica con la frase previamente citada.
Para el español aparentemente la vida es dolor y pena, para el francés aparentemente es un gran tesoro, anhelado y deseado.
Sin embargo, a nuestro entender tienen un punto en común: la tragedia. Para uno es la norma, lo que conlleva el vivir; para el otro es producto de la desidia, del olvido, de la desgana, de las conductas erróneas.
Si fuera Cervantes el acertado, estamos condenados a sufrir.
Pero si fuera de la Bruyère, tenemos a nuestro alcance la oportunidad de enfocarnos en lo positivo y conservar con cuidado el tesoro de la vida.
¿Tu qué crees?
¿Con cuál de los autores te afilias para debatir al respecto?

Ahora llamamos a un tercero para que opine, a Benjamin Disraeli quien nos dice:

“La vida es demasiado corta 
para que la hagamos mezquina.”

Bueno, tenemos un destino: la vida es demasiado corta; y tenemos la libertad de elegir: vivirla de manera mezquina o altruista.
Interesante el aporte del inteligente hombre inglés.

Ya que estamos con grandes muchachos de la vieja Europa, te presento a Leonardo da Vinci, a quien no se le ocurrió otra cosa que decirnos:

“El que no aprecia la vida 
no la merece.”

Quisiera extenderme en comentarios que tan condensada frase me motivan, pero prefiero abstenerme y darte tiempo y espacio a ti para que pienses, participes, aportes, evalúes tu propia vida.
¿Aceptas mi invitación?
Espero que sí…

Podríamos seguir recopilando citas por toda la internet, pero no te quiero aburrir, ni hacer el trabajo que tú también puedes hacer si te lo propones; por lo cual, te daré un mensaje más de parte de una celebridad.
Para variar, es una mujer la que tiene la última palabra en casa, Simone de Beauvoir:

“La longevidad es la recompensa de la virtud.”

Pero, señora mía, doña Simone, no quiero parecer malintencionado, pero o no le tradujeron bien la frase, o no la entendí en su esencia, o usted dijo algo como que no es así… ¡cuánta gente buena, pero buena de verdad, se ha muerto joven!
¿Usted cree realmente, doña Simone, que no hay tipos malos, pero realmente malos, que viven largas vidas y hasta llenas de riquezas, salud, placeres, etc.?
Porque, doña Simone, usted no dice (a no ser que no la hayan traducido correctamente) “La buena vida es la recompensa a la virtud”, usted dice “La LONGEVIDAD”, es decir, la larga vida.
Como que no cierra esta frase con lo que cualquier hijo de vecino, como quien esto escribe, se puede encontrar cada día.
En verdad, me encantaría que algún entendido (o entendida, por supuesto) tengan la amabilidad de darnos una luz al respecto de lo dicho por la sabia señora, a la que respetamos y valoramos, pero que en esta ocasión no comprendemos su cita.

Pero por ahí, otro hijo de vecino tiene algo para contarnos.
Hace un año y poco fallecía a los 113 años de edad el hombre europeo más longevo con vida (en el 2009), se llamaba Henry Allingham.
En alguna entrevista que le hicieron dijo algunas cosillas interesantes acerca de su secreto para su longevidad.
Atendamos a sus palabras:

“Consultado sobre el secreto de su larga vida, el hombre en silla de ruedas dijo:
"No lo sé, pero te diría que trates de ser tan bueno como sea posible". ”

Ok, parece que este hombre fue el ejemplo literal de las palabras de la inteligente dama francesa.
El dice que vivió más de un siglo gracias a la nobleza de carácter, encare positivo, bonhomía, el ser tan bueno como le fuera posible.
Así que, aquí está la virtud que le dio larga vida a este buen señor (que en paz descanse, junto a los otros citados hasta ahora en este artículo).

Pero, don Henry tenía un datito más reservado bajo la manga:

‘A la pregunta sobre su receta para llegar a tan avanzada edad,  Allingham respondió una vez con un guiño:
"Tabaco, whisky y mujeres muy salvajes".
Después añadió, más serio:
"Hay que cuidarse y conocer  los límites propios".’ 

Bueno… esté… cómo seguimos ahora…

Creo que lo dejamos en “hay que cuidarse y conocer los límites propios”… ¿te parece bien así?

Mr. Henry llegó a vivir 113 años, hasta su último suspiro lleno de vitalidad, gusto por la vida y lucidez.
No era Don Perfecto, pero tampoco lo contrario.
Era una persona, común, como todos, porque hasta las celebridades y gente de poder somos comunes, pero en distintos roles.
Esto deberíamos recordarlo cada día, sea siguiendo a don Cervantes o a don de la Bruyère: puedes parecer importante, detentar una posición de preeminencia, ser admirado, ser elogiado, ser mimado, ser un conquistador con tus dotes y carisma, gozar de privilegios, pero no eres más que una persona común y corriente.
Son tus actos los que te ennoblecen o degradan.

Por lo cual, sería bueno tomar nota y no acostumbrar avergonzar al prójimo, sea persona de preeminencia o del llano.
Poner las cosas en su sitio, está muy bien.
Denunciar al estafador, no permitir que el perverso se apropie de lo que no le pertenece, clamar por justicia, poner límites, desenmascarar al prófugo de la Verdad, todo eso es correcto y no debe omitirse de realizarse, pero sin avergonzar al prójimo.
(De acuerdo a la halajá, la normativa judía, es lícito burlarse de la idolatría, así como señalar pública y claramente a aquellos que obran maldad y pueden causar daños a los que andan desprevenidos. Sin embargo, mejor es actuar con prudencia y moderación.)

Ten presente que si haces sonrojar a tus padres, a tus maestros, a los ancianos, a tus menores, a tu cónyuge, o a cualquier otro semejante, a cualquier persona inocente, no solamente estás procurando el mal sobre ella, sino que estás preparando un caldero de agua hirviente sobre tu cabeza, que en cualquier momento se derrama y te despelleja vivo…

Así que te aconsejo que te dediques a estudiar (y a aplicar) los principios de cómo relacionarte efectivamente con tus semejantes.
Cuando estés ante una persona simple de entendimiento, buscaba resaltar un pensamiento en común para que les sirva de encuentro y motivo de vinculación.
Si estás ante alguien más experto, calla, pregunta con humildad para aprender y aprovecha para aprender.
Cuando estés con un amigo, que te sea doblemente valioso su honor y el tuyo.
Si estás con tu cónyuge, valórala (valóralo) más que a ti mismo, pero sin desmerecerte en lo más mínimo.

Sé virtuoso, sé bueno, sé justo, conoce tus límites, se leal… entonces no sé si vivirás mucho o poco, pero cada día será una vida, de placer, de bendición, de santidad, de plenitud ((Vivir es nacer a cada instante.
Erich Fromm
Cada día es una pequeña vida.
Horacio
Sólo vive el que sabe.
Baltasar Gracián)).

Nunca olvidemos, que la maldad que provocamos contra otra persona termina retornando como un bumerang, y a veces duplicada o multiplicada en sus daños.
Si tratas con honra al prójimo, aunque sea tu adversario, encontrarás el camino para una buena vida…

Vivir Con Sincera Alegría

Decía Mahatma Ghandi:  “La alegría sobreviene cuando tienes armonía entre lo que piensas, lo que dices y lo que haces”.
Interesante enseñanza de un sabio de las naciones.
El pacifista más famoso fue persona para valorar en su contexto y admitir sus inteligentes enseñanzas, así como para criticar otras cosas y no recibir las prédicas que contradicen al Eterno y Sus mandatos. ((Recordemos: es correcto valorar y asumir las enseñanzas de los sabios de las naciones, pero no cuando refieren a espiritualidad, pero sí al resto de la existencia.))

Vivir con regocijo de todas las cosas, sean grandes o pequeñas, es una gran virtud.
El estar sinceramente alegres, a través de lo que contenta al alma,  es una meta valiosa para todo ser humano ((De hecho, es una orden del Eterno para los que son judíos, uno de los 613 mandamientos de la Torá para el pueblo judío.
Ver: http://serjudio.com/bereshit/vaieshev66.htm entre otros links de nuestros sitios al respecto)).
Estar sinceramente alegres, por tanto, es una pauta para andar por la senda divina ((«Alegría sincera» y «alegría» a secas, no son siempre lo mismo. Tampoco felicidad y alegría son sinónimos)).

Cuando la persona aprende a vivir con sincera alegría, encuentra allanado el camino hacia la armonía (interna y externa), estabilidad, integridad, lo que hace que sea una pauta significativa y trascendental.
Por eso cuando hablamos de plenitud, bienestar, bendición, Shalom, necesariamente debemos incorporar la participación activa de la sincera alegría en el corazón de la persona.
Cuando falta la alegría sincera, ¿cómo se puede sentir plena, bien, bendita, en paz e íntegra una persona o una sociedad?
La alegría sincera es ese poderoso elemento que activa el fluir de lo positivo.
Y no solamente lo decimos como un consejo filosófico, intelectual, moralizante, sino que está igualmente comprobado que tiene efectos poderosos en el organismo humano, en la regulación de los humores, en el sistema de inmunidad, en la salud mental, entre otras ventajas ((Por ejemplo: http://www.centrodesalud.net/%c2%bfque-es-la-inteligencia-emocional/)).

La sincera alegría opera como medicina, en tanto que el abatimiento enferma, o al menos empobrece, nuestra vida y entorno.
Recuerdo como en aquellas viejas épocas de mi juventud, y la de mi padre, en la revista “Selecciones del Reader’s Digest”, se encontraba la inefable sección “La risa, remedio infalible”.
Hace mucho que no la leo, hay algunas antiguas ediciones aún en casa, pero estaba bien pensado y fundamentada su inclusión y su titulación.
Yo no sé si cura todo, si es tan infalible, pero ciertamente que la sincera alegría surte efectos gloriosos.
Si bien la risa no es lo mismo que la sincera alegría, bien vale su mención.
De paso, también recuerdo a nuestro querido amigo venezolano Andrés Cordovés, quien se alejó para construir su propio camino personal y profesional, que animaba a la “Risoterapia”.
Como también no puedo dejar de mencionar a quien fuera un apreciado socio, Alfredo Zambrano, quien se alejó para retomar viejas creencias y actitudes pero adoptando muchísimas de nuestras enseñanzas positivas (muchísimas, que con gusto le regalamos y esperamos sepa cuidar y difundir sin mezcolanzas), el cual en más de una ocasión refería acerca de la alegría.

Quien quiera mantener a raya a las enfermedades, superarlas, o padecer menos, necesariamente deberá aprender a quejarse menos y gozar con sincera alegría mucho más.
Te doy un pequeño y familiar ejemplo.
La otra noche, en la cena de Shabbat, mi hijita estaba haciendo monerías en tanto hacía de cuenta que comía (comer no es una de sus aficiones). Entre bromitas y piruetas, se mordió la lengua… ¡cómo duele! La madre, pediatra ella, no le dio importancia, pero yo en mi ignorancia sí… la niña estaba haciendo “pucheros”, gestitos de ponerse a llorar y patalear por el dolor o la impresión (o la realizada impotencia)… ¿cómo no poner cara de preocupado y empezar a preguntar, revisar, etc.? Pero intenté otro método: el de Patch Adams… y me puse a bailotear y a hacer payasadas. Como si fuera un “milagro”, la niña soltó la risotada, se le hermoseo su bello rostro y las carcajadas ocuparon el lugar que estaba siendo conquistado por el desanimo y la pesadumbre.

Puedes probarlo, no te va a defraudar…
Tampoco es para ir haciendo chistes en un funeral, aunque haya gente que lo haga y no solamente como forma de escapismo, ni de reírse de caídas, tropezones, desgracias, torpezas, etc. de otros o de uno mismo: eso no es alegría, ni mucho menos sincera alegría…
Pero, puedes encontrar la manera de disfrutar, de tener confianza, de crecer incluso en las peores situaciones… pruébalo y luego nos cuentas, ¿te parece?
(De paso, si ya tienes experiencias al respecto, con gusto te las leeremos en la zona de comentarios, aquí debajo).

Tenlo presente: hacia donde te enfocas, se dirige tu corazón.
Si vives pendiente de penurias, miserias, culpas, quejas, humillaciones, rencores, rencillas, el pasado tormentoso, el futuro oscuro, esclavitudes, etc., ¿cuánto espacio dejas a tu alma para la dicha?
Aprende a disfrutar, a hacer de cada momento uno lleno de sincera alegría.

Si persigues la alegría, ésta te escapará.
Está en ti aprender a descubrir los modos para llenar de ese placer tu alma.
Un método es el que enseñó Ghandi y usamos como introducción a nuestro texto: armonía de pensamiento, palabra y acción.
Otro, nos lo brindan los Sabios de la Luz: “Dichoso es aquel que se complace con su porción”  (Pirkei Abot 4).
Seguramente que hay otros caminos correctos, ¿te animas a compartirlos con nosotros?

¿Te has dado cuenta de que la serenidad placentera de la alegría sincera hermosea el rostro, tonifica el cuerpo, brinda lucidez a la mirada, firmeza a la postura?
Los cosméticos ayudan a resaltar la belleza, a ocultar signos no deseados, a ofrecer lozanía en tinturas.
Las cirugías plásticas, levantan, cambian, achican, modelan, reducen, aumentan, etc..
¿Sabes cuánto dinero, tiempo, riesgos, etc., se pueden evitar si la persona aprende a estar alegre con sinceridad?

Recuerda, hacia donde te enfocas va tu corazón.
En los últimos días ha insistido sobre este tema el querido amigo Mario Hinestroza, en varios artículos por él publicados (perdón el resto de los columnistas y comentaristas, pero no puedo mencionar a tanto gran amigo y socio en este pequeño post, igualmente ¡gracias por todas sus enseñanzas!).
No es de extrañar que para una persona afligida haya dificultades y enojos. Cuando una persona está triste, todo lo percibe desde detrás de sus anteojos de confusión y caos; siente que está todo mal y que el camino está plagado de rocas y pozos, imposibles de superar.
Pero, para aquél que ha aprendido a regocijarse con la alegría sincera, habrá placidez y bienestar. Pero para aquel que está bajo el manto protector de la sincera alegría, encuentra más facilidad para acceder a otras perspectivas, abrirse a opciones alternativas, no arredrarse ante los desafíos ni achicarse ante los retos del día a día.

Ojo, no es vivir auto engañándose, ni negando la realidad, ni siendo torpemente optimista lo que te estamos indicando… ¡nada que ver!
Es ver la vida de frente, con confianza, con serenidad, sin temor, sin preocuparse por llevar el control de aquello que está fuera de tu dominio.
Es aceptar tu porción, no para derrumbarte en el conformismo que anestesia y mata, sino en el reconocimiento de las propias virtudes y defectos, conociendo tu potencial y actuando para llevarlo a su plenitud, sin por ello apurar los tiempos.
¿Comprendes la idea?

La vida sin alegría sincera se torna oscura, confusa, devaluada, sedienta de EGO y víctima de sus debilidades.
Pero aquél que aprendió a disfrutar del bálsamo de la alegría sincera, es invitado a fiestas y palacios de belleza celestial.

Te invito a que profundices en este tema, tienes mucho y buen pan en FULVIDA.com y SERJUDIO.com.
Puedes ser el líder en tu avance, en tu crecimiento integral.
No depende de pastores, maestros, “líderes”, santos, fe, religión, Cabalá, misticismo, hebraísmo, sectas… depende de tu enfoque, conectando lo espiritual con lo material, haciendo realidad la pauta de vivir con sincera alegría ((“Puesto que no has servido a el Eterno tu Dios., con regocijo y con bondad de corazón: por exceso de todo.” Devarim/Deuteronomio 28:47)).

Papá, ¿cuánto ganas?

noajismo familiaPapá, ¿cuanto ganas por hora? – con voz timida y ojo de admiracion, un pequeño recibïo asi a su padre al termino de su trabajo.

El padre dirigió un gesto severo al niño y repuso : – Mira hijo, esos informes ni tu madre los conoce. No me moleste estoy cansado !

– Pero papa -insistió- dime por favor, ¿cuanto ganas por hora?

-La reacción del padre fue menos severa.  Solo contesto : 200 pesos la hora.

– Papa, ¿me podrías prestar cien pesos? – pregunto el pequeño.

El padre, lleno de cólera y tratando con brusquedad al niño, dijo : – Así que esa era la razón de saber lo que gano. Vete a dormir y no me molestes, muchacho aprovechado !

Había caído la noche .
El padre medito sobre lo sucedido y se sintió culpable.
Tal vez su hijo quería comprar algo.
Para descargar su conciencia dolida, se asomo al cuarto de su hijo.
Con voz baja pregunto al pequeño :

– ¿Duermes, hijo ?

– Dime papa- respondió entre sueños.

– Aquí tienes el dinero que me pediste – respondió el padre.

– Gracias, papa- contesto el pequeño.

Y metiendo su mano bajo la almohada, saco unos billetes.

– ¿Ahora ya complete, papa! Tengo 200 pesos.  ¿Podrías venderme una hora de tu tiempo?

Resp. 788 – mitología cristiana, religión, creencias erróneas?

ronal.ar nos consulta:
A manera de repaso únicamente quisiera sobre entender o sea entender aun mas porque los cristianos se inventaron el dichoso mito de que cuando el diablo fue expulsado del cielo, puso en desorden toda la creación, el universo y que la tierra el la vino a habitar el junto con sus demonios. Poniéndola en tinieblas y desordenada y Dios la tubo que ordenar y que se le fue dado a él todo lo que estuviera debajo de la tierra. (heredado) inventado que en la tierra esta el mismo inferno o cielo.
Ronald J. Gautemala, San Marcos, taxista, 27, noajida.

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Parashat Sheminí 5770: ni para aquí ni para allá

equilibrioLuego de un lamentable suceso en el cual fallecieron dos de los cuatro hijos de Aarón haCohén, la Torá anuncia:

«Entonces el Eterno habló a Aarón diciendo:
-Ni tú ni tus hijos contigo beberéis vino ni licor, cuando hayáis de entrar en el tabernáculo de reunión, para que no muráis. Esto será un estatuto perpetuo a través de vuestras generaciones, para hacer diferencia entre lo santo y lo profano, entre lo impuro y lo puro, y para enseñar a los Hijos de Israel todas las leyes que el Eterno os ha dicho por medio de Moshé [Moisés].»

(Vaikrá / Levítico 10:8-11)

Si bien podríamos dedicar bibliotecas enteras a este párrafo, con tu permiso, quisiera detenerme en un pequeño punto del sagrado texto, para comentarlo humildemente y hallar una enseñanza ética para nuestras vidas.

Allí en donde dice: «vino y licor», el excelentísimo comentarista tradicional, RASHI, brevemente cita del Talmud (TB Kritut 13b):

«Vino como para emborracharse«

En otra de nuestras fuentes se afirma:

«el vino que alegra el corazón del hombre«
(Tehilim / Salmos 104:15)

Aquí apreciamos dos fuentes que se complementan sabiamente.
Se está haciendo claramente una distinción entre el motivo y la cantidad de vino tomado.
La copa de vino que se bebe para santificar el día de Shabbat, por ejemplo, es apropiada.
En un lejaím, brindis, para celebrar una mitzvá o feliz acontecimiento, está muy bien.
Esa copita de vino que dicen los médicos que es provechosa para la salud del corazón, sería bienvenida.
El vino bebido moderadamente, en su justa medida, sirve para alegrar el corazón de la persona.

PERO, cuando se bebe «para olvidar», para huir, viciosamente, torpemente, para agraciar socialmente, por aburrimiento, porque es fin de semana, por enfermedad, como un borrachín, entonces deja de ser un acto saludable y en armonía con el Cosmos, para ser un acto terrible, de caos y confusión.
Cuando el límite se quiebra y se ingiere como para emborrarse, deja de ser alegría y regocijo y se transforma en tortura y pesar.

Esto es una regla general.
El exceso, más allá de lo que está delimitado por las leyes (naturales o espirituales), incluso de lo que pudiera parecer bueno, alegre, saludable, justo, puede llegar a ser negativo.

La búsqueda de la justicia, es excelente; el exceso de justicia puede llevar a la amargura y falta de compasión.
La búsqueda de placer, es muy buena; su exceso puede convertir la vida en vacía y sin sentido.
Las acciones generosas, son buenísimas; su exceso puede llevar a empobrecer a la persona y dejarla furibunda.
El cuidado del cuerpo, es necesario y de bendición; dedicarse solamente al cuerpo es de personas huecas.
El EGO es maravilloso como siervo; pero espantoso como amo.

Así podríamos ir enunciando una a una actividades o actitudes positivas, pero cuando caen en la desmesura pasan a ser negativas, para uno, para el otro, para la creación.

¿Cuál es nuestra moraleja del día?
Dejemos que la resuma y añada LUZ el maestro de los maestros, Maimónides:

«El camino recto es el término medio en cada pensamiento y proceder que el hombre se propone como línea de conducta. Y es la acción que está alejada de ambos extremos (exceso positivo y exceso negativo o defecto), sin tender ni a uno ni a otro.»
(Capítulo 4 de «Shmoná Perakim»)

«No debe el hombre decir: ‘Puesto que la envidia, la ambición y la codicia son malas consejeras y arruinan al hombre, me apartaré al otro extremo y me abstendré de todo: no comeré carne ni beberé vino, no tomaré mujer ni viviré en una casa confortable, no usaré lindas ropas sino una bolsa de arpillera; me mortificaré como los sacerdotes paganos.’
También esa es una conducta equivocada y no se la debe imitar.»
(Mishné Torá, Pensamientos 3:1)



La lógica del universo y la lógica humana

Sky PaletteCada aspecto del universo está diseñado para ser funcional, para que se obtenga algún provecho propio o colectivo.
Nada está demás, nada es sobrante, nada fue creado porque sí.
Cada conducta de los seres que pueblan la naturaleza busca un beneficio real, sin alentar segundas intenciones, malas intenciones, o sin intenciones.
Todo en su lugar, todo en pos de un beneficio real.
Pues, hay un Creador que ha diseñado con Sabiduría Su mundo.
Un Creador que no realizó nada torpemente, ni en vano, o sin trascendencia.*

Mira en tu entorno, capta la maravilla que te rodea.
Cada elemento busca un beneficio real, te reitero, del individuo o colectivo.
Nada en la naturaleza escapa a esto.
O casi nada.

Solamente se evade el único ser terrestre coronado con libre albedrío, el ser humano.
Es el hombre el único que no actúa en pos del beneficio real en toda ocasión, sino que da lugar a otros intereses, a beneficios enfermizos o irreales.
El ser humano puede seguir la lógica del universo y entonces actuar en todo momento buscando un beneficio real y saludable.
O puede seguir la limitada lógica humana, y dejarse llevar por el Ego.
Entonces, si ocurre lo segundo, se embarcará en tareas fatigosas e intrascendentes, arruinará el mundo para obtener riquezas, demolerá la belleza del entorno para adquirir banal dominio, mantendrá relaciones tóxicas con otros para someter o ser sometido, por el afán y la codicia actuará de mala manera, etc.
Al final, quizás alcance algún beneficio, pero no será real.
Te daré un ejemplo grotesco, pero que por ser extremo es sumamente claro.
¿Qué gana un asesino en serie cometiendo sus barbaridades?
Ningún beneficio real, nada en sintonía con el Cosmos.
Ah, pero su enfermo EGO recibirá las enfermizas caricias de gozar con el dolor y muerte de los inocentes.
¿Qué gana un drogadicto con su adicción?
Escapar, volar, disfrutar, cosas que puede él catalogar como beneficios personales, pero que no son reales.
Y así, sucesivamente con todas y cada una de las acciones faltas de beneficio y armonía del ser humano.

Pero, hay un detalle no menor en la lógica del universo, de la naturaleza: carece de compasión.
El león es ágil, veloz, fiel a su rol en la creación, actúa para obtener beneficios reales.
Al igual que el tiburón, el volcán, la tormenta, el terremoto, etc.
Pero no miden sus actos con una regla distinta a aquello que tienen programado en su «esencia», que busca el beneficio (por supuesto que sin conciencia), sin miramientos segundos.

No así en el hombre.
Como dijimos, dotado de libre albedrío es capaz de cualquier barbaridad, necedad o banalidad, movido por su EGO.
Pero, también tiene el impresionante potencial de la compasión y de la generosidad.
En este caso, ya no vivirá con la lógica del universo solamente (actuar en pos de beneficio), sino que añadirá la lógica del Padre Celestial a la ecuación (actuar para beneficiar a otros).
No se regirá por el deseo sin límites, ni actuará exclusivamente motivado por un sano anhelo de beneficiarse, sino que su patrón estará en sintonía con el Creador.
Que es actuar con bondad y justicia: construir Shalom.

En la construcción del Shalom se encuentra el lazo exquisito que une la lógica del universo y la lógica humana, dotando a la existencia del hombre y de la comunidad de verdadero sentido y trascendencia.

En la lógica de la VIDA se actúa, piensa, habla y siente de acuerdo al manual de vida, que para los judíos se denomina TORÁ y para los noájidas se denomina Siete Mandamientos.
Entonces, depende de ti, ahora que conoces esto, evaluar cada acto que estás por hacer y no dejarte llevar ni por la rutina, ni por la pasión, ni por la presión social, ni por las excusas que encubren la realidad.
O vives con la lógica del constructor de Shalom, marcada por Dios y legislada dentro de los mandamientos que te competen,
o vives en la lógica del universo, buscando el real beneficio pero sin evaluar las consecuencias en el prójimo,
o vives según la lógica humana, a merced del EGO, que corrompe el orden y llena de caos la realidad.

El consejo es: ELIGE LA VIDA.

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* Para profundizar al respecto sugiero al lector que lea con el asesoramiento idóneo el capítulo 25, del tercer tomo, de la «Guía de los Descarriados», del maestro de maestros Maimónides. (El estudio de esta obra no es aconsejado para los gentiles que no cuenten con la diestra y directa instrucción de la misma por parte de un entrenado maestro judío.)

Milagros y otros sucesos maravillosos (y no tanto)

milagro del mar rojoDebemos tener especial consideración por los términos que empleamos, para no confundir conceptos.
Muchas veces en el error de la palabra se esconde el posterior error de la acción.

El primer ejemplo de esto lo proveyó Eva, la primer hembra humana, momentos antes de ingerir de la fruta del árbol prohibido.
Con su error de palabra, añadiendo un mandamiento del Eterno que no existía como tal, abrió la puerta para el grueso error de la acción.

Pero, no nos desviemos del tema, sino que concentrémonos en definir claramente, y brevemente, los límites del vocablo «milagro».

Milagro no es necesariamente algún hecho sorprendente o sobrenatural, sino un suceso en la realidad física/material que sirve para testimoniar la presencia y providencia de Dios.

Por lo general asociamos la palabra con acontecimientos fuera de lo común, con portentos o maravillas, tales como la apertura del Mar de las Cañas para que pasara el pueblo judío. Es correcto, eso fue un milagro.

A veces lo vinculamos con una batalla imposible de ganar, pero que se gana. Como en la primer lucha entre los judíos y los de Amalec. O, con innumerables relatos de sucesos durante la guerra de los Seis Días (no sé si reales o fantaseados, pero dignos de maravillarse).
Y sí, también pueden entrar dentro de los milagros.

Pero, el hecho de la vida misma es un milagro.
No lo advertimos, pues es corriente y «normal», pero cuando profundizamos en su complejidad y misterio, no dejamos de encontrar el milagro allí, tal como desde hace mucho reconocen los místicos de la santa Tradición.

Entonces, repitamos la idea central: milagro es un suceso que testimonia la presencia y providencia de Dios.
Aunque, quizás el receptor del milagro no se dé cuenta, o nadie descubra al divino Autor detrás del hecho.
Aunque, aunque a veces el hecho a vista del observador superficial ni siquiera pareciera provenir de Dios, como por ejemplo en el TANAJ es la salvación de los judíos que celebramos en PURIM. Allí parece todo ser un juego palaciego, ausente de Dios y cosas «espirituales», si hasta la palabra Dios no está en el texto. Pero, cuando analizamos con sabiduría y entendimiento el relato, descubrimos el milagro, pues a partir de lo acontecido los judíos retornaron a vivir a plenitud el judaísmo, los gentiles respetaron a los judíos y sus costumbres, etc. Estuvo Dios operando un milagro inmenso, pero sin demostraciones estridentes, sin perturbar el ciclo normal de los eventos.
Otro ejemplo, cuando alguna persona esta gravemente enferma y se cura siguiendo los procedimientos médicos indicados. Uno lo puede explicar como la ciencia ayudando al hombre. Pero, ¿podría ser que además, o por encima de las terapéuticas médicas, estuviera la «Mano» de Dios actuando?

Ahora bien, una cosa son los milagros, otra la charlatanería.

Una cosa los milagros, otra el ilusionismo y la sugestión hipnótica.

Una el milagro, otra el poder sanador del organismo humano, cuando se canalizan y focalizan apropiadamente sus fuerzas vitales/naturales.

Una cosa los milagros, otra la brujería (prácticas que si fueran explicados por la ciencia, serían «procedimientos científicos», pero por estar aún en la sombra, se catalogan generalmente de mágicos o brujería, o superstición).

Hay gente que sinceramente se cura de algunos padecimientos, a través de algún proceso que todavía no cuenta con explicación científica.
Santeros, brujos, sacerdotes, pastores, manosantas, charlatanes variados, «médicos alternativos», gurúes de toda pinta, falsos rabinos mesiánicos, adoradores del demonio, cabalistas mediáticos, etc. pueden llegar a inducir (habitualmente por manipulación emocional y sugestión hipnótica) un despertar del poder autocurativo del organismo.
Es un poder propio y natural del organismo (humano), que por el momento la ciencia no logra explicar por completo, aunque ya existen estudios que van encaminados en la línea de su descubrimiento.
(Si lo deseas googlea «placebo y nocebo», por ejemplo.)
Cuando las neurociencias avancen, tendremos más novedades al respecto y entonces los milagreros de pacotilla, pero hábiles para el engaño, deberán inventar nuevas trampas para dominar, someter, robar, esclavizar a sus seguidores.

La estafa ocurre cuando el curado no reconoce el poder natural puesto en juego, y/o no agradece directamente al Eterno, y solamente a Él; sino que deposita su fe ciega en alguna religión o clérigo mediante el cual cree que recibió el milagro.

Pero nosotros, con corrección no los llamamos “milagros”, pues cuando ocurren hechos sorprendentes pero que no llevan a Dios, entonces son eso, hechos sorprendentes, explicados por la ciencia o aún no.

Por otra parte, si un suceso sorprendente ya diera validez a una religión, o estatus divino/mesiánico/profético a algún sujeto, entonces el tal Jesús y sus asuntos estarían al mismo nivel que la Santería, el Espiritismo, la Metafísica, los Yoguis, los «Sais» indios, Maradona, este moré Yehuda, los médicos carismáticos, entre infinidad de otros que realizan curas «imposibles», o profetizan o manifiestan hechos maravillosos.
Así pues, los efectos especiales no demuestran nada, sino solamente que son efectos especiales…

Si un hecho sorprendente fuera explicado por la ciencia, pero igualmente manifiesta la presencia y providencia del Padre Celestial, no deja de ser un milagro.
Ejemplo, la vida misma.
Ejemplo, el retorno de Israel a su tierra hogar.
Ejemplo, el renacimiento de la conciencia noájica.
Ejemplo, la supervivencia el endeble pueblo judío a lo largo de la historia, a pesar de los pesares.
Estos cuatro podrían hallar alguna inteligente explicación científica, pero seguirían siendo milagros, para quien tiene los ojos, la mente y el corazón correctamente calibrados.

Ahora, con este conocimiento en ti, puedes expresarte más correctamente, al tiempo que buscar ser sincero contigo y con Dios.