¿Te has puesto a meditar lo importante que eres?

Antes de que Dios entregará la Torá a Israel solamente existían gentiles, noájidas.
Un grupito de noájidas, los hebreos, también llamados israelitas o hijos de Israel, se distinguían de los demás por ser miembros de una gran familia, aquella que reconocía a Abraham y Sará, Itzjac y Ribcá, Iaacov (también llamado Israel) y Rajel, Lea, Bilaa y Zilpá como sus patriarcas, matriarcas y concubinas.
Ellos debían cumplir, al igual que todos los otros seres humanos, con los Siete Mandamientos Universales, y muchas veces así procedían.
En su historia familiar fueron añadiendo costumbres, que les eran propias o a veces compartidas con otros pobladores de su época y región: separaban el diezmo para obras de bien, rezaban, ofrendaban al Eterno, se abstenían de comer el tendón trasero de los animales, eran respetuosos con sus mayores, entendían la importancia de la familia, entre otras costumbres (que no mandamientos, costumbres).
Por su entereza, por su constancia, por su dedicación, por su compromiso, por su responsabilidad el Eterno les confirió una ordenanza extra, exclusiva para ellos: la circuncisión del prepucio de los varones de la familia, rito que se debía hacer –en lo posible- al octavo día del nacimiento. Esta ordenanza fue símbolo de una alianza entre los israelitas y Dios, una que incluía la tierra de Israel para ellos, el ser numerosos, el que posteriormente recibirían la Torá, con sus 606 mandamientos extras, con toda la carga que implica hacerse responsable de cumplirlos a cabalidad.

Luego del terrible exilio en Egipto, de la espantosa esclavitud, de siglos de sufrimiento sin nombre, finalmente la promesa del Eterno es cumplida.
Salen de Egipto, son llevados a Sinaí y allí se concreta una nueva alianza, entre Dios y los judíos, una alianza sagrada y eterna. Una que no se puede quebrar ni cambiar.
Dios pactó con los judíos que serían un pueblo especial, no para recibir honores y poder, sino para ser emisarios de Él, luz para las naciones.
¿Cómo?
Al vivir integralmente con el manual de vida que Él les entregó a ellos, la Torá.

A partir de aquel 6 de Siván de hacer 3323 años, el mundo conoció otra identidad espiritual equivalente a la noájida, la judía.
Desde aquel día habría personas con su espíritu noájida y otras con su espíritu judíos.
Ambas esencias sagradas, conectadas al Eterno, plenas, llenas de promesas de eternidad y bendición, pero con rasgos diferentes a la hora de ejecutar los planes de Dios en la tierra.
Los noájidas viven de acuerdo al noajismo.
Los judíos al judaísmo.
Uno no es mejor que el otro, sino complementos.
Unos tienen la misión de construir shalom en este mundo, para hacerlo un paraíso terrenal.
Los otros además deben proveer de sentido espiritual a este paraíso, ser una nación de sacerdotes un pueblo santo, es decir, uno que se distingue a través de sus actos de bondad y justicia y fortalece a los otros en su conexión con Dios.

Ambas identidades sagradas y complementarias.
Una no puede ser plena sin la otra.
Ambas con tareas para cumplir, diferentes, importantes, necesarias.
Ambas con el paraíso, “la salvación”, lista y preparada, sin necesidad de rituales complejos, ni de fe, ni de salvadores.
Ambas amadas por Dios, saludables, bellas.

Los noájidas no recibieron 613 mandamientos como recibió el pueblo judío, ¡alabados sean los gentiles! Pues, tienen los beneficios de saciar su espíritu y adquirir placer eterno por cumplir con siete mandamientos simples, fundamentales, claros.
Los noájidas no recibieron la Torá, sino que fue recibida por el pueblo judío, pues contiene los 613 mandamientos, además de cuestiones propias que hacen a la identidad judía y del judaísmo, e indirectamente aporta datos y reglas provechosas para los gentiles.

Así pues, querido amigo noájida, tienes tu herencia, tu historia, tu futuro pero especialmente tu presente para que hagas tu parte y alcanzas el máximo que puedes.
No eres sucursal del judaísmo, sino una identidad propia y valiosa.
No tienes Torá –judía-, pero tienes la Torá (instrucción) –noájida-, la de los Siete Mandamientos, la del mundo con su belleza y posibilidades.
Tienes conexión con Dios, tienes salvación, tienes todo lo que necesitas para ser feliz y gozar de la bendición constante que Dios te regala.

Tú tienes tu porción, conócela, disfrútala, compártela, difúndela.

Porque, si no lo haces, el mundo pierde lo que tú tenías para ofrecer, y tú pierdes de recibir el placer que estaba preparado para ti.

Te pondrá un simple y breve ejemplo.

El niño Moshé (que aún no se llamaba así) fue depositado en una arquita sobre el río Nilo.
El Faraón quería su muerte, al igual que quería la de todo niño judío recién nacido.
Pero la madre del niño lo escondió y después, cuando ya no pudo guardarlo más, fue que lo puso en ese barquito improvisado.
Y allí, la hija de Faraón, la hija del asesino y esclavista más duro de su época, ella … "vio al niño; y he aquí que el niño lloraba. Y teniendo compasión de él, dijo: -Éste es un niño de los hebreos… Él vino a ser para ella su hijo, y ella le puso por nombre Moshé [Moisés], diciendo: ‘Porque de las aguas lo saqué.‘" (Shemot / Éxodo 2:6, 10).

Ese es el Moshé que fue instrumento de Dios para liberar a los judíos, para llevarlos hacia la tierra prometida, para recibir la Torá de parte de Dios y encomendarla a los judíos.
Ese niñito débil, impotente, a punto de morir en el río, ése a quien salvó la hija de Faraón, ése fue el hombre que más impacto tuvo en toda la historia del mundo.

Si no hubiera sido por los gentiles justos, difícilmente habría judíos en el mundo, tampoco habría Torá para instruir, o muchas cosas que se dan por sentadas hoy en día y tal vez no existirían.
El ejemplo de la hija del Faraón, Batiá, es evidente. Si ella no hubiera sido una gentil justa, no habría Moshé, ni todo lo que se logró a través de él y los que vinieron luego gracias a él.

Cada gentil justo es un socio de Dios, tal como los judíos lo son. Ni más, ni menos.
Cada gentil que deja de vivir de acuerdo al noajismo, no esta aportando su cuota de bendición para iluminar al mundo con la Luz de Dios.
Sino que está esclavo de su EGO y ahuyenta la Luz.

Entonces… ¿van a seguir mendigando o escondiéndose o van a salir a hacer su parte?
¡Difundan la buena nueva!
El noajismo vive, ha revivido y no volverá a morir.
La conciencia noájica se está expandiendo.
El mundo necesita ya de más noájidas conscientes y activos.

Tú tienes tu parte.
Tú eres la diferencia entre un mundo de Dios o un mundo de EGO.
Tú eres la hija de Faraón, puedes seguir esclavizado, aunque vivas en un palacio, o puedes ser libre y trabajar como socio de Dios.
Porque si no haces tu parte, nadie la hará.
Si no haces lo que te corresponde, el mundo pierde su salvación…

¿Te has puesto a meditar lo importante que eres?

28 comentarios sobre “¿Te has puesto a meditar lo importante que eres?”

  1. Excelente Morè , no mas excusas! Los Gentiles tambien son una piedra preciosa. Una inquietud:
    Que los llevo o porque se abstenian de comer el tendon trasero de los animales , sin tener las demas leyes que lo prohibieran ?

  2. Está muy claro.

    Por otro lado Moré, tal vez me equivoque, pero a veces noto que para mostrar lo bueno del noajismo y sus siete leyes se hace necesario enseñar que ser depositario de 613 mandamientos más que un privilegio es una responsabilidad de sumo cuidado, incluso me atrevo a usar el término «fastidiosa». No sé si me estoy explicando bien o en realidad el gentil sigue creyendo en «el sueño judio» y que ser judio es para ver angelitos volando por todos lados y se hace necesario, en su caso, hablar más claro que el agua.

    Gracias

  3. pues para quien ama lo smandamientos no se hace «fastidioso», pero si piensas q te «vas al cielo» con siete simples, o te vas con 613 dificiles -ademas del odio q te tienen, expulsiones, genocidios,etc.- con cual te quedarias?
    si, el camino del gentil es bello, simple, celestial… si…
    para q complicarlo si D lo puso tan simple y perfecto?

  4. Gracias por esta nota, es hermosa, hace referencia a la igualdad de valor de identidades. Noajismo y judaismo son dos formas distintas de una misma clase. Hasta me atrevo a considerar que el noajismo conlleva un mayor proceso de creatividad e imaginación que el judaismo. Todos, tenemos en potencia esa chispa divina, está en cada uno de nosotros desarrollarla al máximo y ponerla en práctica en este mundo. Si bien, noajismo y judaismo tienen caminos distintos, el fin es el mismo. Llegar a dar lo mejor de nosotros y servir a Dios.

  5. More muchas gracias y permitame copiar este post para pegarlo en la pared de mi casa, de verdad que es un post muy especial y no sabe cuanto significa para mi.
    Por otro lado estoy de acuerdo con mi amiga Nirvana,pues los judios tienen su identidad propia y desde su inicio la han hecho notar.Ahora nos toca a nosotros marcar la diferencia

  6. Que gran mensaje.
    Gracias por ayudarnos a encontrar lo maravilloso de nuestra identidad.
    Son muchas la falencias que mejorar aún.
    Saludos a la familia noájida!
    «El noajismo vive, ha revivido y no volverá a morir.»

  7. Que hermoso, Gracias Moré.

    La verdad no hay mucho que agregar, Pues sus palabras, hablan por si solas…

    «Ambas identidades sagradas y complementarias.
    Una no puede ser plena sin la otra.
    Ambas con tareas para cumplir, diferentes, importantes, necesarias.
    Ambas con el paraíso, “la salvación”, lista y preparada, sin necesidad de rituales complejos, ni de fe, ni de salvadores.
    Ambas amadas por Dios, saludables, bellas.» Yehuda Ribco

    «Que grato es sentirse parte de la Creación, pero que maravilloso es ser hijos del Creador».

  8. Mi enhorabuena, apreciado Yehuda, por su elogio de los noajidas.
    Cuando vine este foro me atrajo sus afirmaciones en contra de la idolatría y la superstición.
    Pero el ser importante es algo que no me preocupa. Lo único que me preocupa es ser bueno, obrar justamente, por amor a la bondad, por amor a la virtud y no por que se me ordene. Juzgo más noble casarse con la virtud por amor que por interés o por obligación.
    Hay algo que me preocupa y le agradecería alguna aclaración si es posible.
    En la década de 1980 se descubrió una pequeña tribu en Australia que no conocía el arco y la flecha. Su lenguaje constaba escasamente de unas 100 palabras. ¿Se puede decir que son descendientes de Noaj o Noé?
    Muchas tribus de indios americanos no podían hablar a oscuras sin ver los gestos con las manos, al estilo de los mudos. Su lengua era muy pobre. Su lengua solo tenía palabras para contar hasta tres, a partir de ahí decían muchos.
    El hecho de que a esos lugares de la tierra jamás hubiera llegado noticia de la Torá, o de los evangelios, provocó que la iglesia dudara que tuvieran alma. Ya que es difícil de entender que el Eterno no les hubiera enviado profetas o mensajeros.
    También es difícil de entender que en tiempos de Abraham o Moisés el eterno tenia teléfono para hablar con los hombres y ahora parece que se le ha agorado la batería.
    Es todo muy difícil de entender sin cerrar los ojos de la razón; pero los ojos son para ver y usarlos, incluyendo a los ojos de la razón

  9. Apreciado More Yehuda, Es maravillosa la experiencia de formar parte de la gran mision conjunta de construir Shalom, con libertad y mucha alegria, sabiendo que se puede vivir plenamente y sin el temor parlizante de otros y las limitaciones propias de la idolatria. Si podemos internalizar el sentido e importancia de ser Noajida, mas que pertenecer a una familia virtual, es experimentar la posibilidad de ser colaboradores directos con El Eterno (Que es Uno y Unico) en la contruccion de un mundo mejor irradiando luz. Quiera Hashen bendecirle en todo.

  10. Lo cierto, Yehuda, es que sí medité acerca de la idea de importancia y, también, de la importancia personal, en realidad llegué a una conclusión: carece de importancia.

    No es un juego de palabras, es una constatación, uno no puede ser juez y parte por eso no puede valorarse la propia importancia. La única medida es la de los actos y dejar que ellos hablen, pero ese hablar… tampoco lo puede medir uno, lo medirán en primer y más importante lugar las consecuencias y, después, quienes estén relacionados con esos actos -porque serán parte interesada y pertinente en ellos-.

    Su pregunta, Yehuda, es interesante, se relaciona también con la idea de «yo» ¿o acaso estoy equivocado?

    Servidor iría a una segunda fase -también me la planteé- ¿cual es la finalidad del camino? Le doy «mi» respuesta -que no «la» respuesta- pues… andarlo, esa es su finalidad, caminarlo, por eso es un camino, al andarlo se hace -si quiere se «construye»-.

    Me permite una pregunta ¿conoce usted el poema «Viaje a Ítaca» de Konstantinos Kavafis? Me parece de lo más instructivo.

    Un saludo

  11. Apreciado drungario,
    Para poner otro punto de vista, si bien no significa que sea cierto; pero tiene cierta lógica, es el concepto del «yo» en el budismo.
    El budismo pretende desprenderse del yo y fundirse en una especie de nada que llama nirvana. Para un budista el yo es un efecto óptico y carece de realidad.
    La vida la interpretan como una película cuyos fotograbas están unidos por la memoria y lo que permanece constante en todos es el concepto de yo. Pero si desaparece la memoria, es como si los fotogramas de la película se cortaran de uno en uno y tendríamos un montón de fotos inconexas desapareciendo el concepto del yo.
    Claro estoy hablando del budismo puro que más una filosofía que una religión. Pero solo lo digo para que esté disponible la idea, en modo alguno trato de defenderla.
    El peligro de hablar de estos temas es que es muy difícil que cuando escribas una palabra el lector le dé el mismo significado que el escritor. Si la palabra denota un objeto exterior, digamos una silla, con enseñarla todos sabemos lo que és. Pero cuando hablamos de estructuras interiores a la mente, tu mente carece de una ventana por la que lo además puedan conocer su interior. A lo sumo pueden reducirlo sin poder comprobar si la deducción es correcta. Naturalmente faltando la comprobación todos creen tener razón y entender lo mismo.
    Por eso motivo yo no creo tener razón y me limito a exponer posibilidades para que si no se aceptan o se rechazan no sea por ignorarlas, sino por algún motivo

  12. Ruego se me perdonen lor errores en el mensaje anterior. Soy víctima de una corrector ortográfico que cuando no encuentra una palabra la sustituye por otra parecida. Siempre no me doy cuenta.
    Sorry…

  13. Hola facior,

    Siempre está bien comparar puntos de vista. ¿Se ha leído usted el Canon Pali? ¿y los Discursos Medios? Lo digo porque su mención del «yo» budista me suena más propia de oídas que de «leidas». Le citaría a usted algo muy clarificador al respecto: «El Gran Sermón sobre la erradicación»? Donde queda claro que el «yo» se concibe como existente y transitorio. Igualmente en el «Gran Sermón sobre la aniquilación del deseo» queda claro que en el pensamiento budista el «yo» se encuentra ligado a la consciencia, a la mente, que, a su vez, se liga a su soporte material -el cuerpo-.

    El budismo no habla de reencarnación, esto es un error, habla de renacimientos, se trata no de una transmigración sino de una inercia, eso es lo que se transmite y «vuelve a aparecer» -casi podríamos ligarlo con el «mérito de los antepasados» o «zekut abot»-, al igual que la idea de «karma» es otra inercia -nuevamente ligada, tal vez más claramente, con el «zekut abot», conste que hablo de relaciones conceptuales, en absoluto intento sugerir una relación sincrética o del tipo de la «filosofia perenne»-, renacimiento y karma se unen en el budismo no en el «yo» sino en la idea de «inercia metafísica». El «yo» en cuanto consciencia, en el budismo, se une a la mente, ésta a su soporte físico y, todo ello, a una temporalidad, una transitoriedad.

    El Nibbana o Nirvana ciertamente es complejo, lo es incluso definirlo… para el Canon Pali.

  14. ¡Ah!, facior, dice usted que es díficil que en determinados casos el lector de el mismo significado que el autor, la cuestión es ¿debe darlo? No digo que sí ni que no, digo otra cosa: deconstrucción.

    Eso nos llevaría tanto a la filosofía, como a la lnguística, la semántica y la ontologia. Daré una pista de por donde voy: cada lectura genera su propia interpretación, por semejante que sea a la del autor… no es la misma. Quede claro que eso no altera la forma ni, tampoco, significa que no exista una ontologia original, solo significa que ésta no tiene porque ser la única, sin embargo lo que será inmutable es… la forma.

    Un saludo

  15. Tengo la sensación que los comentarios pierden su norte, en el principio había una visión bastante positivista de lo que significa el «ethos» noájida, para luego ir desgranando ideas en un lenguaje permeado de términos filosóficos y que relata variaciones sobre el concepto budista de los renacimientos karmicos ?. Me quedo con el relato sobre los hijos de Noé, sobre el cuál intento colocar toda mi humilde inteligencia pero aún me surgen muchas preguntas, me pregunto a veces ¿no sera el ego, ese enano cabrón que trata de ser mi mimesis en este escenario el que afanosamente construye las preguntas?

  16. Hola curioso,

    No quisiera despistarle ni a usted ni a nadie, quede claro las «variaciones budistas» solo pretendían -por mi parte- mostrar por dónde va dicho pensamiento, que si mal no recuerdo ha surgido al calor del debate sobre la idea de «yo», pese a haber mencionado -analogicamente- el «zekut abot» quede claro que el budismo no tiene nada que ver con el judaísmo o el noajismo.

    La Filosofía es otra historia, pero hay más de una Filosofía. Para analizar las cosas suelo servirme de la Filosofía del Lenguaje, como postura personal lo que adopto es la skepsis, en mi caso -ni digo ni pretendo que sea extrapolable- ambas cosas han hecho que vea lo que no había visto, y lo que veo me hace respetar a la idea de D_os -y lo escribo así por mera categorización, para diferenciarlo de otras concepciones de la divinidad-.

    Los relatos tienen varios niveles -como cualquier cosa propia del lenguaje, el lenguaje que habla del lenguaje es el metalenguaje-, personalmente hay relatos, como el que usted cita, que servidor aborda desde la «textualidad» -que no es literalidad, pero sí es algo relacionado con la forma misma, con la materia que compone el texto, en cierta medida es algo cercano a la deconstrucción y a la cábala, al menos en la medida que la entiendo-.

    Pero lo último que desearía es despistarle, si eso es lo que le sirve manéjese usted con el relato de los hijos de Noé tal cual -simple opinión-.

    Un saludo

  17. Amigos costarricenses, es hora de que hagamos nuestra parte. Tenemos que organizar un encuentro noájico de verdad. Para mayor información comuníquense a la dirección fulvidacr@gmail.com

    Excelente comentario amigo. Me encanta el enfoque. Somos complemento no competencia.

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