Tetragramáton, pentagramas y esoterismo

Vamos con el llamado tetragrámaton esotérico o pentagrama esotérico. Lo primero a decir es que no tiene nada que ver con el tetragrámaton que forma las cuatro letras del incompleto nombre del D_os de Israel.

La naturaleza del tetragrámaton como parte del Shem Hameforash

Lo segundo que en el pentagrama aparece junto a otros elementos simbólicos -bastante numerosos, dicho sea de paso- formando círculo alrededor del mismo la palabra tetragrammaton separada de la siguiente manera: TE TRA GRAM MA TON pretendiendo evocar el nombre de la divinidad formando, por lo demás, círculo protector alrededor de la estrella flamígera que es el pentagrama.

Equivocadamente algunas explicaciones esotéricas dicen que TE TRA GRAM MA TON es el nombre impronunciable de la divinidad, esto es claramente erróneo atendiendo a que la propia expresión “tetragrámaton” -sin dos “m” , por otro lado- simple y llanamente significa “cuatro letras”, nada más, y lo que evoca esa expresión no es el nombre impronunciable de la divinidad sino el nombre incompleto de la divinidad que aparece en el Shemoth que en hebreo es יהוה que puede traducirse a nuestro alfabeto por YHVH o YHWH.

Para empezar esa es la parte del nombre en sí -la expresión literal “cuatro letras” sea en griego o en chino evidentemente no lo es-, para continuar es impronunciable el nombre completo porque se desconoce las que faltan -aunque dado que son vocales y tiene relación con la expresión “Yo Soy” el número de combinaciones posibles es limitado, pero saberse a ciencia cierta no se sabe-, y para acabar durante la lectura de la Tora no se pronuncian ni siquiera esas cuatro letras sino una expresión alternativa -usualmente Adonay o Edonai, pero pudiera ser Elohim o Hashem igualmente- por mero respeto religioso no por una prohibición “mágica” -que viene a ser el resumen de la explicación esotérica- o por una “mala interpretación del Éxodo y del Deuteronomio” -que suele ser la interpretación cristiana respecto a las prevenciones judías para pronunciar esas letras-.

La sacralidad y el misticismo de las palabras

Ese respeto esta vinculado, al carácter que otorga el judaísmo a las palabras, y que se relaciona con la idea de que el “nombrar” es “crear” en determinado sentido -no exclusiva del judaísmo, sino más antigua que el mismo-, eso se entiende muy claramente si se conoce algo el judaísmo y su mística, sin ir más lejos se expresa ese sentido “creador” de las palabras en el Sepher Yetzirah, el Zohar también lo viene a indicar pero es obra más compleja. Así que lo de las “malas interpretaciones tanajicas” o “prohibiciones mágicas”…nada de nada.

Por otra parte resulta un tanto absurdo el colocar formando círculo que contribuye al carácter protector y de poder del símbolo no un nombre incompleto -pronunciable o no- sino la literal expresión “cuatro letras”, es una confusión del estilo de entender que el acrónimo “Jehová” sea un nombre. Dificilmente si existiese algo de lo que protegerse o que dominar se arredraría ante una expresión como eso, ergo: no tiene sentido pretender dotar a esa expresión de poder alguno.
Tetragrammaton como pentagrama esotérico

Ahora bien, la explicación esotérica -que nada tiene que ver, como se ha dicho, ni con la expresión “tetragramaton” ni con las letras que lo componen- se remite a la curiosa variante “tetragrammaton” que según alguna corriente del esoterismo significa:

“Te”, que equivaldría a “Dios”
“Tra”, que equivaldría a “desarrollar”
“Gram”, que equivaldría a “grabar”
“Ma”, que equivaldría a “alma”
“Ton”, que equivaldría a “deidad familiar”

Obviamente, tal cosa no tiene la menor relación con el significado original y real de la expresión “tetragrámaton” ni con las cuatro letras que lo componen en sí, esto es: YHVH.

Sí que en según que variantes del pentagrama aparecen dichas letras en su brazo izquierdo, sin embargo no está claro que evoquen el incompleto nombre de D_os o bien el nombre “Eva”, todo depende de una letra inicial -en castellano parecería “final” porque el hebreo se escribe de derecha a izquierda- que cambia la palabra hebrea YHVH (el tetragramaton) por HVH (Eva), digamos que si se pone יהוה se está escribiendo YHVH pero si se pone הוה se está escribiendo HVH (Eva).
El tetragramaton y Eliphas Levi

Una explicación completa y detallada del significado de la simbología y las funciones del pentagrama esotérico -que, repito, nada tiene que ver con el tetragramaton relacionado con el Shem Hameforash- se puede encontrar en la obra de Eliphas Levi (que en realidad se llamaba Alphonse Constant) “Dogma y Ritual de la Alta Magia” (de unas 259 páginas, la obra está dividida en dos tomos, el original está escrito en francés pero hay traducción al castellano). Si bien dependiendo de que grupo o corriente del esoterismo se trate esos significados pueden ser más o menos cambiantes.

En cuanto a la opinión que me merece pues… los “híbridos” basados en errores y pasados por la capa de lo hermético y misterioso me parece que… ya parten de una mala base.

El tetragramaton es simple y llanamente la expresión “cuatro letras” para referirse a YHVH. Se podría hasta intentar buscar significados “particulares” a cada una de las letras que lo componen -aunque a mi parecer no hay más que el conjunto de las mismas relacionado con el concepto “ser” y con “Yo Soy”-, a fin de cuentas la cábala judía -pongo el adjetivo para diferenciarla de la falsa cábala- entre sus métododos busca significados en los textos tanájicos y la gematria desglosa las palabras por letras. Pero añadirle una “m” a la expresión tetragramaton y convertirla en sí misma en un “nombre de poder” es algo -como ya se ha dicho- más o menos igual de absurdo que pretender que el acrónimo “Jehová” sea un nombre

Jorge Romero Gil

Bibliografía

Anónimo, Sepher Yetzirhá, versión de Aryeh Kaplan

Bar Lev, Iejiel, El canto del alma, Ediciones Obelisco, Barcelona

Biblia de Jerusalén, Edición de 1976

De León, Moshe, Zohar, Ediciones Obelisco, Barcelona, en curso de publicación desde el año 2001.

El Zohar o El libro del esplendor, selección y edición de Gershom Scholem, Berbera Editores, México

Levi, Eliphas, Dogma y ritual de la Alta Magia

Renán, E., Historia de las religiones. Cristianismo y judaísmo

Tanaj, versión derivada de” Westminister Leningrad Codex”  del “the Westminister Hebrew Institute”

The Babylonian Talmud, traducción M.L. Rodkinson ,1918

10 comentarios sobre “Tetragramáton, pentagramas y esoterismo”

  1. Hola Yehuda,

    No conozco demasiado esa mitología, pero sí puedo decirle que el culto azteca se centra en Ometeotl que es una deidad dual, generador de Orden y Caos y, también, de todo lo demás. Tal vez le sea más próximo a lo que me indica sea el dios de la Muerte -eso concordaría con Set, Loki es algo más complejo, aunque ciertamente es caótico- azteca que es Mictlantecuhtli, hay otra deidad dedicada a las mujeres muertas en el parto -específicamente-

    Y, por cierto, hablando de la zona, el culto a la Virgen de Guadalupe de México tiene un claro antecedente en el lugar, es una deidad femenina azteca cuyo nombre ahora no recuerdo pero puedo consultarlo. La única relación entre el culto de esa «Virgen» mexicana y la del monasterio homonimo en Extremadura -España- es… el nombre.

    Un saludo

  2. El culto que alli se realizaba -mucho antes del supuesto incidente con Juan Diego- era una deidad conocida como la «Nuestra Madre» o «Nuestra Señora» no hace falta decir lo mucho que recuerda eso a uno de los títulos marianos… El nombre nativo de esa diosa era Tonatzin, también es conocida como Coatlicue o Cihuacoatl, algún autor da más versiones del nombre pero son menos seguras, la diversidad de nombres responde muchas veces a diferentes aspectos de una deidad, eso sucede con Lilith, que viene de la Lilitu sumeria que, a su vez, es un aspecto menor de Astarté/Isthar/Innana -esos tres nombres sí representan a la «diosa mayor» en el conjunto de todos sus aspectos-. La diosa azteca o mexica era diosa de la Muerte -precisamente, como nuestro viejo conocido Set y como el dios azteca Mictlantecuhtli, que es lado masculino de la Muerte-.

    Se adoraba en el cerro de Tepeyac, justo dónde se supone que se apareció «Nuestra Señora»…. de Guadalupe al nativo cristianizado Juan Diego. Ni que decir tiene que eso es pura y simplemente un sincretismo, a fin de cuentas si a Jesús se le unió Mitra ¿por qué no Tonatzin a María? Además, estaba bien acompañada, desde antiguo con Isis, sin ir más lejos. Aunque, quién sabe, tal vez a Juan Diego se le apareció Tonatzin, a fin de cuentas estaba en esas tierras muchos años antes que María, es curiosísimo lo lejos que llegó Miriam… si acaso existió -más allá de su figura religiosa-.

  3. El santuario original de Tonatzin fue destruido del cerro de Tepeyac por alguno de mis ancestros o de los ancestros de mis compatriotas, y la orden franciscana levantó alli, a inicios del siglo XVI EC, una capilla, transformada tras el «evento milagroso» en lugar de peregrinación mariana, mucho esfuerzo -el atraer peregrinos- no debió costar, al menos atendiendo a lo que dice la crónica de Bernardino de Sahagún (S.XVI EC):

    «en México, donde está un montecillo que llaman Tepeacac y que los españoles llaman Tepequilla, y ahora se llama Nuestra Señora de Guadalupe. En este lugar tenían un templo dedicado a la madre de los dioses, que ellos llaman Tonantzin, que quiere decir nuestra madre. Allí hacían muchos sacrificios en honra de esta diosa, y venían a ella de muy lejanas tierras, de más de veinte leguas de todas las comarcas de México, y traían muchas ofrendas: venían hombres y mujeres y mozos y mozas a estas fiestas. Era grande el concurso de gente en estos días y todos decían ‘vamos a la fiesta de Tonantzin’; y ahora que está ahí edificada la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, también la llaman Tonantzin, tomando ocasión de los predicadores que también la llaman Tonantzin. …y vienen ahora a visitar a esta Tonantzin de muy lejos, tan lejos como de antes, la cual devoción también es sospechosa, porque en todas partes hay muchas iglesias de Nuestra Señora, y no van a ellas, y vienen de lejanas tierras a esta Tonantzin como antiguamente.»

Deja una respuesta