LAS DOCTRINAS MESIÁNICAS Y NAZARENAS: ¿CRISTIANISMO O JUDAÍSMO?

 

Conocí al movimiento autollamado judeo-mesiánico hace veinte años. En ese tiempo, una amiga me había invitado a colaborar con un grupo musical al que ella pertenecía en su iglesia (Protestante Metodista). Naturalmente, fue ese tipo de invitaciones que jóvenes como yo no rechazaban si venían de chicas como ella. Y gracias a ello me pasé un buen rato (unos cinco años) inmerso en el medio musical de las iglesias evangélicas.

 

Una de las invitaciones que atendimos como grupo, fue a una Iglesia Bautista en la que se había celebrado un evento a título del llamado Judaísmo Mesiánico. Allí tuve ocasión de escuchar a uno de los primeros líderes mesiánicos en México: un pastor bautista fundamentalista. Y allí me quedé con la molesta impresión de que el llamado Judaísmo Mesiánico se parecía demasiado a la Iglesia Bautista (y eso no era bueno: en mis épocas de trato con todo ese tipo de grupos, los Bautistas y los Pentecostales estaban en el primer lugar de mis opiniones peyorativas).

 

No le volví a prestar atención al asunto, sino hasta hace unos seis o siete años, cuando el auge de las redes sociales y los foros de debate en internet me volvieron a confrontar con esa ideología y, más en concreto, con esas personas. Para entonces, mi vida había cambiado radicalmente. En primer lugar, porque con los años me había empezado a tomar el asunto de la religión y la espiritualidad en serio (la primera consecuencia de ello fue una ruptura absoluta con el medio cristiano evangélico; la segunda, mi regreso a la vida comunitaria judía). En segundo, porque para entonces ya había realizado estudios profesionales en letras bíblicas e historia.

 

Inevitablemente, terminé por convertirme en un asiduo participante en estos debates, y gracias a ello fui conociendo el complejo universo de los falsos judíos seguidores del falso mesías Jesús. Paradójicamente, todo el contacto que en otros tiempos tuve con todo tipo de cristianos evangélicos me sirvió para entender mejor las dinámicas de estas extrañas sectas. Y, por supuesto, mis estudios en historia de la Iglesia me resultaron una herramienta básica para comprender origen y contenido de estas nuevas formas de querer redescubrir al “verdadero” Jesús.

 

En las dos notas anteriores, revisé el tema del origen histórico de estos movimientos. Y la información me parece clara: son cristianos en su origen y en sus dinámicas.

 

Pasemos al otro punto: pese a su origen cristiano, lo cierto es que Mesiánicos y Nazarenos han intentado replantearse su modo de creer en Jesús. ¿Han logrado con ello reorientarse de tal manera que los podamos considerar cierto tipo de Judaísmo, o siguen siendo cristianos en sus contenidos más esenciales?

 

Pareciera que no, pero es una pregunta muy fácil de responder.

 

¿De qué discuten un judío y un mesiánico o nazareno?

 

De Isaías 53, por ejemplo. El judío apela a que, tal y como el propio profeta Isaías lo aclara, el Siervo del Señor -protagonista de toda la sección que abarca los capítulos 40 – 55- es el propio pueblo de Israel. En cambio, los mesiánicos y nazarenos rechazan esta idea básica, e insisten en que es el Mesías.

 

O de Isaías 7:14. El judío apela a que el hebreo simplemente habla de una joven embarazada, mientras que los mesiánicos y nazarenos insisten en que la palabra “joven” debe -forzosamente- entenderse como “virgen”, y allí se hace una importante profecía que fue cumplida por Jesús.

 

O del sacrificio de seres humanos. Los judíos recalcamos que esta práctica va totalmente en contra de lo establecido por la Torá, mientras que los mesiánicos y nazarenos apelan a que la muerte de Jesús -que ni siquiera fue un sacrificio, sino una ejecución- es un korbán válido delante de D-os.

 

También se discute sobre la transferencia de culpas. El judío insiste en que, tal y como la Torá lo señala, cada persona es responsable de sus propios errores, y el único modo de enmendarse es por medio de la Teshuvá personal. Pero mesiánicos y nazarenos dicen que esto es imposible, si antes uno no permite que la muerte expiatoria del Mesías Jesús nos libere de nuestros propios pecados.

 

Otro tema es acerca de los roles mesiánicos de los que habla el Judaísmo. Apelando a la tradición y a la Torá, el judío puede reconocer tres diferentes Mesías: el rey, el Sumo Sacerdote y el mártir guerrero, y los identifica como Mashiaj ben David, Mashiaj ben Aarón y Mashiaj ben Yosef, entendiendo que son tres personas diferentes que provienen de las tribus de Yehudá, Levi y Efraim, respectivamente. Pero el mesiánico y el nazareno dicen que no: que todos esos roles mesiánicos se fusionan en una sola persona, Jesús.

 

Eso genera otro tema: ¿cómo puede Jesús asumir el rol de Sumo Sacerdote, si no perteneció a la tribu de Levi, y menos aún a la descendencia de Aarón? Para el judío no hay discusión: la Torá establece que el Sumo Sacerdocio es patrimonio de los hijos de Aarón para siempre. El mesiánico y el nazareno dicen que no: Jesús es Sumo Sacerdote según otro “orden”, el de Malkitzádek.

 

Finalmente, eso nos lleva al punto medular: el judío no puede reconocer a Jesús como Mesías, porque nunca recibió una unción especial que lo separase para un oficio especial (rey o Sumo Sacerdote, aunque este segundo le queda totalmente vetado por una cuestión de linaje más que obvia). Si no recibió la unción, entonces no puede ser considerado un UNGIDO. Pero mesiánicos y nazarenos objetan: Jesús es EL UNGIDO porque D-os lo escogió, y no importa que no haya habido ninguna unción de por medio, pese a que la Torá incluso especifica el tipo de aceite que se debe de utilizar.

 

Seamos honestos: el panorama no puede ser más claro.

 

Es evidente que las posturas de los mesiánicos y nazarenos son EXACTAMENTE LAS MISMAS que el Cristianismo ha sostenido desde que se consolidaron sus bases ideológicas en el siglo II. Es decir: en este punto, las opiniones de mesiánicos y nazarenos son compartidas al cien por ciento por Católicos Romanos, Protestantes, Ortodoxos de oriente, e incluso por la abrumadora mayoría de las sectas cristianas independientes.

 

Lo que resulta singular, y hasta cómico, es que ellos no lo pueden ver así. Mesiánicos y nazarenos insisten, incluso con vehemencia desaforada, que ellos no son cristianos. Y empiezan con una larga lista de supuestas diferencias: algunos, que rechazan la doctrina de la Trinidad; otros, que no creen que la Iglesia haya sustituido al pueblo de Israel; de manera más generalizada, que no reconocen ningún tipo de autoridad romana, o que incluso rechazan al Nuevo Testamento en griego.

 

Distractores. En realidad, ninguno de esos temas es nuevo para la historia del Cristianismo. Desde sus propios orígenes, hubo movimientos que rechazaron la Trinidad, que rechazaron la autoridad de Roma, o que prefirieron usar la traducción al arameo del Nuevo Testamento. Nada de eso es noticia.

 

Nuevamente, todas las diferencias de opinión que pueden ofrecer mesiánicos y nazarenos SON PERFECTAMENTE ANALIZABLES DESDE LA HISTORIA DE LAS CONTROVERSIAS DOCTRINALES INTERNAS DEL CRISTIANISMO.

 

En cambio, ninguna de sus formas características de pensar o creer ha aparecido de manera espontánea en el Judaísmo.

 

¿De qué discute un judío con un mesiánico o un nazareno? Exactamente de lo mismo que ha discutido, durante casi 19 siglos, con cualquier cristiano.

 

Queda sobradamente claro, en consecuencia, que tanto en su origen como dinámica social, cultural y religioso, como en sus creencias básicas y esenciales, mesiánicos y nazarenos son cien por ciento cristianos.

 

Si alguno de sus miembros realmente nació dentro de lo que históricamente podemos definir como identidad judía, lo cierto es que al integrarse a alguno de estos movimientos ha renunciado a ella, y se ha convertido al Cristianismo.

 

No importa que le pongan talit y kipá. Cristianismo es cristianismo, y -como decimos en México- aunque la mona se vista de seda, mona se queda.

 

Irving Gatell

16 comentarios sobre “LAS DOCTRINAS MESIÁNICAS Y NAZARENAS: ¿CRISTIANISMO O JUDAÍSMO?”

  1. Ante todo tengo que aclarar que la palabra Jesús representa a varios personajes distintos. En ciertos evangelios se trata de un supuesto Mesías, mientras que en el actual cristianismo se trata de un redentor de la humanidad, que es otra cosa muy distinta. Si en los evangelios canónicos hay algo de real, en ellos se describe a un judío que creyó ser el Mesías prometido. Entró en Jerusalén montado en un asno y no sucedió nada. Entonces amenazó con volver y y ay!! del que no creyera en él.
    Pero el cristianismo actual habla de un redentor de toda la humanidad, que nada tiene que ver con el Mesías. Ahora bien lo llaman Mesías. Es el truco de los embaucadores, cambiar el significado a las palabras. De ahí mi insistencia en que se respete. Veamos un ejemplo chistoso: Su pongamos que digo esto:
    El otro día fui testigo de un fenómeno increíble. En el campo vi un perro dálmata que pesaba 500 kilos y mugía. A su lado había una vaca pequeña, que pesaba unos 30 kilos y ladraba. Lo nunca visto.
    Claro cambiando el significado a las palabras se puede crear hechos asombrosos.

  2. Es que la comparación más correcta con el cristianismo es el mitraismo y ciertos aspectos del gnosticismo antiguo. Con el judaísmo la única relación que tiene es la pretensión de robarle el Tanaj entero, fuera de eso no hay ni una, bueno, al menos si excluimos la pésima exégesis cristiana de los textos tanajicos -y diría que se debe excluir, compararla con la exégesis judía es un insulto para esta última-.

    El Dios Trino es una cosa D_os es otra.

    En cuanto a los llamados «mesiánicos» no son más que otra muestra de estulticia vinculada a la soberbia, en realidad su origen es, ni más ni menos, que la pretensión de «forzar» la llamada Parousia -la supuesta «Segunda Venida» de Jesús, es difícil que vuelva por segunda vez cuando no llegó una primera, es querer volver sin haber ido…-, la «idea» -por llamarla de alguna manera- es cumplir una de sus absurdas «profecías» que indican que antes de la Parousia «Israel se convertirá al cristianismo», así que un esforzado pastor… se puso a ello, pensó «si Dios no quiere venir ¿porque no obligarle? y a ello se puso, a evangelizar a los judíos…

    Como puede observarse ignorancia, orgullo, superstición y locura -seguramente me dejo cosas-.

    Saludos

  3. Pues apreciado drungario, efectivamente te dejas cosas. La iglesia romana ha tenido siempre una maquina de crear dogmas por exóticos que sean. Es una máquina democrática, es decir, basada en las creencias populares. El dogma principal que usa como axioma es que, como ella es la verdadera iglesia, entonces no puede estar equivocada. Si la inmensa mayoría de los feligreses creen algo, ese algo se transforma en dogma.
    La gente cree que los amuletos curan y protegen… pues como lo creen la mayoría aceptamos los amuletos; pero eso sí después de bautizarlos con imágenes de santos o vírgenes. Que la gente acude a los santuarios de Isis, pues vestimos a Isis de virgen María y asunto concluido.
    En realidad la necesidad de sentirse protegido es muy fuerte. Recuerdo que enfrente de Petra, está la supuesta tumba de Aaron, el hermano de Moisés. Pues lo musulmanes del lugar suben por la noche a invocar su protección. Lo hacen de noche porque saben que tal práctica está prohibida como idolatría.
    Naturalmente, que al contrario del cristianismo que está hecho de idolatría, en el caso de los musulmanes esa es la excepción que confirma la regla. Como también es la excepción ciertas historias que se cuentan en Praga acerca de los golems. Una amiga checa acompañándome a visitar el cementerio judío de Praga, me comentó como curiosidad que algunas veces aparecían una papelitos pidiendo favores que eran depositados sobre la tumba de algún rabino famoso y sujetado con una piedra.

  4. Hola facior,

    Bueno, la expresión condicional que usé era un poco retórica, soy consciente de que no me dejo algunas cosas sino muchas, así que se agradece cualquier contribución a subsanar esas lagunas.

    Por un momento me lleve un susto ¡la Santa Madre Iglesia instiución democrática! por suerte después lo aclaras y la tranquilidad ha vuelto a reinar. Veamos, debo contradecirte un poco, al margen de cierto funcionamiento de mecanismos psicológicos -relacionados con lo arquetípico y lo mítico, vuelvo a recomendar a Jung y, sobre todo, la obra de Campbell «El héroe de las mil caras»- la Santa Madre Iglesia lo que tiene por costumbre es hacer justo lo contrario de lo que dices: funcionar jerárquica y piramidalmente de arriba para abajo. Ni un solo dogma se ha establecido jamás a «petición popular», sí se ha hecho, sin embargo, a petición política -sea del emperador Constantino I o de la decisión de algún Sumo Pontifice ultramontano, como sucedió con León XIII y el dogma de la Purisima Concepción-. Así que discrepo de esa indecación acerca del «demos» y el funcionamiento eclesial. Por, cierto, el culto a las reliquias no es «dogma de fe», en puridad estos son pocos, recomendaría al respecto revisar el Credo y alguna cosilla más -tal vez el catecismo romano vigente-, ahí figuran los dogmas, ya se verá que no son muchos -otra cosa es que sean lógicos en si mismos, que suelen no serlo-.

  5. No me iría a buscar referencias al Corán ¿lo has leído facior? La única cosa positiva que tiene -a mi parecer- es que no tiene pretensión de robar otros textos, en cierta medida tiene pretensión más ambiciosa: sustituirlos. Dado que según el Islam tanto las escrituras cristianas como las judías han sido adulteradas ¿dónde y por qué? ¡Ah! eso no se explica, solo se afirma. Quién piense que el Islam es monolítico es que no lo conoce, sectas hay tantas, cuando menos, como cristianas puede haberlas.

    Por último me permitiras, facior, cierta reticencia por mi parte respecto a utilizar la palabra «idolatría», seguramente será manía mía pero me suena demasiado a «anátema», por eso no suelo usar ese término -no sé si se habrá observado-, más bien lo sustituyo por la idea de «dukkha» en su sentido de «atadura», me parece que cunple bien la función de «idolatría» y tiene tintes menos peyorativos e incluso menos… dogmáticos.

    Un saludo

  6. Apreciado drungario,
    perdona que haya tardado tanto en responder a tus mensajes en este hilo. Se debe a despiste. Como suele ocurrir, según la interpretación que se dé a las frases tienes razón o no la tienes, por ello creo necesario explicitarme. Dices que la Iglesia Romana no es democrática, pues tienes razón pero no la tienes. La tienes porque es muy jerárquica e incluso aristocrática.
    Pero no la tienes porque su carácter democrático es un dogma. No me refiero a que el papa sea elegido por mayoría y que puede ser cualquiera. En realidad para ser papa solo se necesita que te elijan, ni siquiera se requiere ser sacerdote. De hecho la iglesia anglicana tiene por papa al rey o reina de Inglaterra. Hubo un papa, Benedicto IX que fue nombrado tres veces., la primera a los 14 años. Luego vendió el titulo a un tío suyo, para recuperarlo después por la fuerza.
    Pero su carácter democrático es doctrinal.
    continua…….

  7. Al igual que la iglesia por definición es pobre, aunque haya ostentado las riquezas más fastuosas de la historia, es también misericordiosa y madre amantísima, aunque haya hecho arder a sus hijos y los de sus vecinos en hogueras. Pues es democrática de la misma manera. Por definición. Como las puertas del infierno no pueden prevalecer contra ella, si la inmensa mayoría de los feligreses creyera algo, debe aceptarlo; de lo contrario habría perecido. De hecho, el dogma de la asunción de María, proclamado en 1952, no tiene apoyo alguno en ningún texto sagrado. Se proclamó apoyándose en que era una creencia popular, independientemente de que la mayoría de los fieles ignoren tal dogma. Precisamente esa tradición donde se afirmó estar arraigada es en España. Pues, donde vivo el día de la asunción lo llaman virgen de agosto y, para la mayoría de la gente solo significa que ese día la paella lleva ato en lugar de pollo. Si es verdad que muchas mujeres se llaman Asunción; pero prefieren llamarse Suni o Asun.
    Pongamos un ejemplo. Supongamos que a la gente le diera por creer que san Pedro fue ascendido a los cielos en cuerpo y alma. La iglesia lo condenaría como herejía. Pero si a pesar de ello la inmensa mayoría lo creyera, eso significaría que la verdadera iglesia habría desaparecido. Como ello es por dogma imposible, Roma tendría que proclamarlo como dogma. Ese es el argumento que se dio para proclamara el dogma de la asunción de Maria.

  8. Nota: En el mensaje anterior donde dice ato debe decir pato.
    Continúo…..
    El caracter democrático, si bien se trata de una democracia indirecta, se ve claro en la forma en que ha proclamado los dogmas a través de su historia. De hecho, no existe ninguna otra mitología en la que alguien haya sido proclamado dios por votación. A partir del concilio de Nicea, Cristo es proclamado dios; pero la decisión fue tomada por sufragio de los obispos como representantes del pueblo creyente.
    Es el único dios de la historia de la humanidad nombrado por votación en una asamblea.
    De manera análoga, la Virgen Maria, es la única diosa mitológica que es proclamada madre de dios por votación en una asamblea de obispos en Éfeso. Naturalmente que la votación fue forzada rodando algunas cabezas; pero al fin y al cabo fue proclamada por votación.
    En el mismo Éfeso está la tumba del apóstol Juan, que está vacía porque también fue elevado al cielo en cuerpo y alma a la edad de 102 años. La visité hace 4 años y los guías turcos así lo afirman. Aunque son musulmanes, les conviene fomentar el mito para favorecer el turismo, que mayoritariamente les viene de países cristianos.
    El mismo apóstol fue hervido en aceite en Roma cuando tenía 56 años. Cosas de la fe.

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