¿Te casarías con tu esposa?

Por algún motivo, o algunos, te has casado con tu cónyuge. Por algo siguen conviviendo al día de hoy.
Quizás hasta planificaron alcanzar objetivos juntos y en común (o no).

Han vivido experiencias juntos y por separado durante el tiempo de matrimonio.
Con momentos de mayor cercanía y afinidad, así como de los otros.

A veces te cuestionas, otras te resignas, en ocasiones celebras y hasta pasas días y semanas en indiferente apatía.

Te propongo (lo que me parece) un interesante ejercicio.
Haz de cuenta que no conoces a tu cónyuge, que nunca te cruzaste con ella (te hablo en masculino, aunque es válido de igual manera para la mujer).
No sabes nada de su vida, no tienen ninguna historia en común, ni pasado, ni futuro, ni presente. Nada. Sin hijos, sin contratos, sin reproches, sin promesas incumplidas, sin regalos, sin aniversarios olvidados, sin regalos sorpresivos, sin vacaciones aburridas, sin infidelidad, sin enojos, sin alegrías, sin sucesos compartidos, sin felicidad y unidad. Nada. Ella y tú son dos extraños. Imagina que en este universo alternativo tú eres soltero, sin compromisos ni hijos, y jamás te cruzaste con ella.

De repente, en un lugar para encuentros de solteros la ves. A ella, tal cual es hoy. No aquella piba del primer encuentro, no la fresca dama del primer beso, no aquella imagen que ya no es. La ves como es ella hoy. Ahí está, y tú estás. El de ahora, con lo que eres. Lo único es que no la conoces, es la primera vez que la ves.
¿Te atrae?
¿Te gustaría acercarte para conversar con ella?
¿Tendrías el deseo de iniciar algún tipo de vínculo?

Si respondes que sí, imagina que te aproximas y te presentas. Le muestras quien eres, tal como eres hoy (pero sin haber estado casado, sin hijos, etc., como te mencione un rato antes).
¿Le atraes?
¿Le gustaría seguir conversando contigo?
¿Tendría el deseo de iniciar algún tipo de vínculo más próximo?

Obviamente, ni tú ni ella tienen más referencia que el envase, lo que está a la vista: cuerpo, vestimenta, accesorios, actitud, gestos, pose, y aquello que hace resonar las fibras inconscientes de cada uno.
Aún no se conocen más allá que lo superficial y lo que el cerebro cocina en sus entrañas más primitivas.

Conversan y ella te cuenta todo sobre su personas, incluso las cosas más íntimas, más vergonzosas, más oscuras, todo, tal como si se conocieran y convivieran desde hace años (es solo un ejercicio de la imaginación, no pidas mucha coherencia en el relato que te propongo).
Te cuenta con detalle eso que tú conoces en el mundo de siempre, pero que en este universo paralelo es novedoso.
Te habla, gesticula, expresa, queja, burla, humilla, fastidia, sonríe, agradece, anhela, replica, manifiesta y deja a la vista eso que tú sufres/gozas a diario en vuestra convivencia.
¿Aún te gusta?
¿Te agradaría seguir en contacto con ella?
¿Estarías dispuesto a mantener una relación más formal y estrecha con ella?

Y si así fuera, cuando tú compartes con ella quien eres, tal y como lo haces a diario en la realidad, te parece que:
¿Aún le gustas?
¿Le agradaría seguir en contacto contigo?
¿Estaría dispuesta a mantener una relación más formal y estrecha contigo?

En definitiva, ¿estarías dispuesto a casarte hoy nuevamente con tu esposa? (Y viceversa, por supuesto).

9 comentarios sobre “¿Te casarías con tu esposa?”

      1. muy bueno lo que publico more a mi me hizo llorar pero de tristeza, porque mi esposo me dejo y no se que hacer para recuperarlo me gustaria que alguien me ayude estoy en una etapa de depresion, me gustaria poder charlar con usted seguir sus sabios consejos

  1. Ufff… toca fibras Moré!

    Creo que cada dia uno decide seguir casado con lo peor y con lo mejor de la persona que uno eligió como esposa/o.

    Pienso que es una decisión que no se tomó una sola vez, sino que se toma una y otra vez, cada dia, situación tras situación.

    Y no sé, vez tras vez he aceptado casarme con mi esposa durante ocho años.

    Leeré este articulo junto a ella.

    Mil gracias!

  2. Es simple ver kienes somos hoy tanto física, emocional y profesionalmente de pronto hemos crecido en muchos aspectos pero también he.decaído en muchas otras no imagino comí sería sí nos conociéramos hoy día y el sólo hecho de pensarlo de pronto me pone sensible

  3. Muy interesante, lo enviaré a mi esposo…

    En todo éste tiempo ha sido un gran esposo, cuesta no tener presente eso que le hace especial. Aunque el tiempo pasa y ya no somos los de entonces, la vida en pareja nos cambia es allí donde realmente los Egos afloran, y en todas sus facetas!

    Pero también el Ego puede hacernos olvidar lo grato de descubrir a esa persona nuevamente, al día de hoy , sin las imágenes de un pasado.

    Gracias moré… un buen ejercicio, veamos como nos va en la resolución del mismo

    Feliz fiesta de Sucot, un abrazo en la distancia!

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