Donde hay agradecimiento genuino,
se debilita el EGO.
Archivo por meses: mayo 2014
El consejo diario 410
¿Te animarías a reenfocar tu vida, si fuera necesario?
Porque, puedes continuar evaluando a través del cristal del ideal imaginado y jamás asequible,
y por ello ser ingrato, quejoso, amargo, ansioso, agitado y agotado;
o podrías aprender a usar la visión del real optimismo,
por el cual se agradece, se crea, se proponen alternativas, se construye shalom con los elementos que se tienen a mano.
El consejo diario 409
Si quieres sentir la Presencia,
aléjate de la religión
y construye shalom.
Cosechando sin sembrar
Cosechando sin sembrar
Hace un par de semanas escribí un artículo de cómo mejorar la situación financiera de las personas. Lo hice con dos objetivos; el primero es que a través de una mayor liberación de las personas de sus cargas crediticias puedan dedicar más tiempo a meditar y a la promoción del noajismo y, en segundo lugar, dado que nuestra misión en este mundo es la de disfrutar de este mundo y cuidar de él, es muy difícil lograr ambas situaciones si se está en problemas financieros.
Durante muchos años los filósofos y los alquimistas de antaño buscaron la piedra filosofal que les permitiera transmutar lo que tocaban en oro. Millones han sido gastados en el estudio e investigación para poder lograr este objetivo que muchos ven como la solución a los problemas financieros.
Curiosamente si se lograra obtener la piedra filosofal y se pudieran convertir las cosas a oro, habría un problema muy grande que sería la reducción en precio de éste, pues lo que lo hace tan caro es precisamente su escasez, por lo que lejos de tener un efecto beneficioso tendría un efecto adverso.
Si hay algo que haya aprendido a través de mis años de vida es que la vida es simple y quienes la complicamos somos nosotros mismos, lo mismo ocurre con la búsqueda de la independencia financiera. La crítica hacia el rico no es más que resentimiento social, envidia que se manifiesta en un deseo de tener aquello que el otro tiene y que nosotros no tenemos. Eso nos molesta y hace que nuestro EGO salga a relucir con lloriqueos y lamentos de por qué a él sí y a nosotros no.
Sin embargo la solución al problema es muy simple. La envidia es una forma de robo, no un robo consumado pero sí una tentativa porque muy en el fondo el envidioso desea que el que tiene no tenga y que pierda lo que actualmente tiene. No será un robo directo porque el envidioso no va y le arrebata sus pertenencias al envidiado pero sí es en deseo que busca que la otra persona esté mal.
En el caso de los que son más avanzados, aunque no envidien a otras personas tampoco están logrando su potencial si no tienen los medios para disfrutar de este mundo y para cuidarle. Esto es algo que me llamó mucho la atención ahora que nos disponemos a revolucionar a Fulvida, existe una escasez de recursos de parte de una gran cantidad de nuestros miembros, por eso como líder que soy, mi responsabilidad va más allá de escribir sobre temas espirituales o intelectuales y también enfocarme en la parte física y en la parte social.
Lejos de pensar que el dinero es malo, como a bien lo tienen de decir las religiones organizadas, debemos de ver que el dinero es un instrumento para la adquisición de bienes y servicios. Para poder comenzar a obtener dinero hay que estar agradecido con lo que se tiene. Pero mucho cuidado, porque una cosa es estar agradecido con lo que se tiene y otra es achantarse a esperar a que las cosas le caigan del cielo.
El agradecimiento nos permite estar en paz, tener aguas calmas en nuestra mente que nos permiten ver las oportunidades que cruzan en barco sobre los mares de nuestra mente aparte que es ético y justo agradecerle a Dios por nuestras bendiciones. Aunado a esto está el tema de la responsabilidad, pues la situación precaria que se vive es producto de un EGO que quiere satisfacer necesidades innecesarias.
Justamente el otro día que leía a Benjamín Franklin sobre el tema de la frugalidad, me llamó mucho la atención que los mismos errores que se cometían en el siglo XVIII en los EEUU se siguen cometiendo en el siglo XXI en todas partes del mundo. El afán de sobresalir y de apantallar a los demás así como de que nos rindan pleitesía, hace que nos engañemos. El ejemplo perfecto lo pone Benjamín Franklin cuando dice que había dos personas que se conocían desde niños, uno era industrioso y ahorrativo en tanto que el otro era trabajador pero despilfarrador. Al cabo de unos años se encuentran y el despilfarrador ve que su amigo de la infancia, el industrioso y ahorrativo, viaje en un carruaje de lujo y viste ropa decente. La envidia carcome al despilfarrador quien le dice a su mujer que qué se cree el tipo ese en un carruaje de lujo, que para no sentirse menos, el despilfarrador y su familia comprarán un carruaje igual e irán a pasear a la par del fanfarrón.
La esposa le hace entrar en razón y le dice que no tienen dinero para comprar un carruaje, así que el despilfarrador en toda su cólera le dice que entonces alquilarán uno y que se pasearán en frente del fanfarrón ese para que vea que ellos no van a sentirse menos por un tipo que anda luciéndose en su carruaje de lujo. Aquí interviene Franklin y dice que es precisamente en ese momento donde hay que analizar las cosas lúcidamente; aunque el despilfarrador alquilase un carruaje de lujo como el de su ex amigo, aun así eso sería luz de un día porque no tendría el carruaje al día siguiente, cosa que su amigo sí y aparte de eso no tendría la misma posición social que su amigo.Por ende, aunque sea honesto, pague sus impuestos y le sea fiel a su mujer, la diferencia en clases sociales es abismal y un paseo por carruaje a coste de la comida de una semana no va a cambiarle el estatus social.
Como podemos ver, no se trata entonces de alardear con un carruaje de un día sino de establecer políticas financieras adecuadas. Me llama poderosamente la atención la cantidad de celulares nuevos que hay en la calle. O sea, personas que ganan salarios mínimos andan con teléfonos móviles más caros que el mío y eso que yo soy profesional. El otro día hablaba con alguien al respecto, especialmente ahora que anduve por Alemania y pude ver cómo los teutones son frugales y a pesar de ello tienen un estilo de vida muy elevado.
Una persona que guardare el 10% de sus ingresos y lo invirtiera sabiamente, al cabo de diez años habrá duplicado su monto inicial y obtenido una ganancia adicional. Es muy sencillo, quien guarda en diez por ciento de sus salarios todos los meses, al cabo de diez años tendrá el equivalente a un año de salario en el banco.
Curiosamente la riqueza se define como la capacidad que tiene una persona de sobrevivir sin ingreso alguno manteniendo el mismo estilo de vida que si tuviera ese ingreso. Esto quiere decir que los días, meses o años que una persona logre mantener su mismo estilo de vida sin ingreso alguno será la medición de cuán rica es. Ahora bien, esto es importante porque parte de la responsabilidad de los seres humanos está en contribuir en la mantención del mundo y quien solo lo haga de forma espiritual no está contribuyendo como se debe; después de todo vivimos en cinco planos, uno espiritual, otro intelectual, otro emocional, otro físico y otro social y para poder lograr la sincronía de todos estos planos debemos de poseer las herramientas adecuadas y entre ellas está el dinero.
Así que aquí les brindo el segundo consejo para obtener la independencia financiera; sin importar cuán pequeño sea el salario o ingreso, trata de guardar un 10%, al cabo de 10 años habrás ahorrado el equivalente a más de un año de ingresos y esto te dará la oportunidad para buscar nuevas formas de inversión. Para poder lograrlo debes de ser cauto y sabio con el dinero, el dinero es solo el vehículo y tú su cuidador, no te obsesiones con él pero tampoco lo aborrezcas que debido a tu sabiduría en ingenio podrás luego dar un porcentaje en caridad y beneficiar a muchos otros también.
Por ende no se puede esperar la cosecha si antes no se siembra, no se trata de envidiarle el carruaje al «amigo» sino de ahorrar para poco a poco ir llenando la bolsita con moneditas. A pellizcos se mata un elefante y de ladrillo en ladrillo se construye la casa.
Que pasen una excelente semana.
¿No al no?
Hemos trabajado en numerosas ocasiones la temática fundamental de la Comunicación Auténtica, como también compartimos acerca del valor central del preguntar.
Sigamos buceando en este océano de conocimiento para ir adquiriendo comprensión y actitudes constructivas, de shalom (interno y externo).
Es muy frecuente que nos manifestemos desde el polo negativo: “no puedo, no quiero, no me gusta, no tengo, no estoy en conocimiento, no comparto, no tengo suerte, no me alcanza el dinero“ no y más no, con sus variaciones: “nunca, nada, nadie, jamás” y por el estilo.
En ese mismo polo se encuentran las invectivas, insultos, bajezas, quejas, degradaciones, desprecios, agresiones, mentiras y todo uso similar de la palabra que no provoca un ánimo dichoso, ni brinda consuelo, ni refuerza la estima mutua, ni establece canales de flujo amable, sino todo lo contrario.
Sabemos que para el hombre la palabra es uno de los vehículos esenciales de la socialización.
De hecho, es un de los ropajes con los cuales se inviste su personalidad espiritual: pensamiento, palabra y actos.
Por si fuera poco, de acuerdo al relato sagrado, es por medio del verbo que el universo fue creado. Los dichos del Eterno fueron sucediendo.
Entonces, a través de nuestras palabras podemos crear situaciones, ubicarnos socialmente, generar una imagen que nos representa ante los demás como ante nosotros mismos.
¿Entiendes la importancia de guardar una palabra limpia y positiva?
Cuando insistes en tu impotencia, si te expresas desde el polo negativo, estás enmarcando tu existencia para encerrarte en tu celdita mental.
Por ahí es una estrategia de manipulación, para obtener influencia sobre alguien que quieres poner a tu servicio al presentarte en ese estado patético de incapacidad forzada.
Tal vez aprendiste a hacerte la víctima para obtener así alguna ventaja, sea cual fuera.
Podría ser un recurso que empleas, conscientemente o no, para alcanzar algo.
O, es con honestidad que sientes y crees ese negativismo que pones a circular a tu alrededor.
Como sea, el hablar negativo atrae negatividad.
¡Ojo!, no es una cuestión mística o mágica. No es que el pensamiento negativo verbalizado tenga un poder sobrenatural para imantar cosas oscuras, o de algún modo misterioso se fabriquen amarguras. Es simple y sencillamente una realidad psicológica, que no precisa de atarse a creencias ridículas o venerables supersticiones para existir.
¿Sería posible para ti ejercitarte para que antes de hablar escuches lo que vas a decir?
Si encuentras que usas un lenguaje negativo, ¿estarías dispuesto a transformarlo en su contrario?
Por ejemplo: “no puedo” –> “voy a hacer mi mejor esfuerzo”.
“No me gusta” –> “prefiero eso otro”.
”Soy un idiota perdedor” –> “buscaré alternativas a las que ya he intentado”.
”Otro fracaso más” –> “algo podré aprender para hacer las cosas de otra manera”.
Y así con todo el resto.
Por supuesto, a veces el NO es la respuesta única y necesaria.
NO debes temer decir “NO” cuando no es lo que corresponde.
Ni debes dejar de negarte a aquello que es perjudicial, injusto, caótico, etc.
Un solo ejemplo, si te ofrecen drogas (químicas, espirituales, emocionales, las que fueran) la respuesta debiera ser claro, corta, firme y concisa: “NO, gracias”, sin añadir más, sin excusas, sin dar espacio al tramposo para que introduzca el mal en tu vida.
Pero incluso en la oposición hacerlo desde el polo positivo.
Si lo que se precisa es un NO, no temas pronunciarlo con fuerza y claramente, ese NO es hijo del polo positivo. Pero, a veces hasta las negaciones positivas pueden manifestarse de forma positiva. Un solo ejemplo de esto: en vez de decir (una persona judía respetuosa del kashrut, o alguna de sus reglas): “no como jamón”; bien puede decir: “gracias por ofrecerme eso, pero mi dieta incluye otros alimentos”. ¿Estaría mal decir no al jamón? ¡Claro que no! Pero, ¿la otra forma permite una mayor posibilidad de construcción de un diálogo fecundo? Tal vez, habría que evaluar la situación, el momento, etc.
Recuerda, para construir shalom a veces es necesario demoler cosas, destruir. Ten presente que el límite existe y ser pasivo o proactivo en transgredirlos no es una manifestación de inteligencia o altura moral, sino lo contrario.
Quizás ahora no te quede claro cómo hacerlo, quizás te lo explique luego, pero probablemente cuando te entrenes en oírte ANTES de hablar y en modificar tu expresividad para que aflore desde lo positivo, no precises de mi explicación.
Me encantará saber tu opinión y que cuentes luego de experimentar lo que te propongo ahora. Gracias.
Influencia y unidad
Tus creencias y pensamientos pueden tener una poderosa influencia en todo tu ser, para bien o para mal.
Si crees que no puedes, probablemente no puedas.
Si crees poder, tal vez encuentres los recursos para alcanzar tus objetivos.
Si sientes que no vales, aceptarás sumisamente tu “destino”.
Si sientes que eres hijo de Dios, tratarás de llevar una vida acorde a tu dignidad.
Sí, los pensamientos/creencias son una de nuestras dimensiones, por tanto alcanzan las otras dimensiones de nuestro ser.
Al mismo tiempo, nuestras acciones ejercen efectos en nuestro ser, pero además se expanden por el ecosistema del cual formamos parte.
Es decir, no hay acciones sin consecuencias, para bien o para mal, de mayor o menor repercusión, más cercana o lejana la evidencia de tal hecho.
La inacción, el dejar de hacer lo que debiera ser hecho, también acarrea consecuencias.
Así como podemos buscar la unificación de nuestro ser, al aprender a poner en sintonía el Yo Vivido con el Yo Auténtico, podemos comprender que formamos una red de unidad con todo lo existente.
Entre los humanos la red, la unidad, se fortalece aun más por el hecho de que cada uno es neshamá, vivo conector con el Eterno, y a través de ello con todo lo creado.
En el resto de las dimensiones de nuestro ser las divergencias y separaciones se hacen evidentes, no somos el otro, lo comprobamos con nuestros cuerpos. Somos materia que no puede ser otro que nosotros. Somos una mentalidad formada de determinada manera. Ocupamos un lugar y roles. Hemos aprendido a sentir y reaccionar y lo hacemos de acuerdo a quien estamos siendo. Pero, en la dimensión espiritual somos unidad. Nos cuenta darnos cuenta, se nos dificulta vivir de acuerdo a esa imagen de unidad, pero cuando lo llegamos a hacer realidad, los conflictos caen, la necesidad de dominar también, las acusaciones y la amargura. Estamos conscientes de la otredad del otro, de sus fallos así como los nuestros, de las limitaciones, las flaquezas, pero también los logros, las bellezas, las excelentes cualidades, en fin, el todo que es y soy y estamos siendo.
Por supuesto, esto es un ideal, porque en lo cotidiano las diferencias quieren ocupar el centro.
El EGO se impone como timonel, cuando no es más que un ayudante circunstancial, lo que nos provoca amarguras varias, incluso el exilio de nuestro propio ser.
Pero, si gozamos del chispazo de consciencia de unidad y lo traducimos en construcción de shalom, sin dudas estaremos disfrutando de la Era Mesiánica, la mundial o la personal, pero Era Mesiánica.
Por ello, es necesario aprender a actuar con bondad y justicia, a pensar así.
A descartar las creencias, o darles su lugar, sin basar nuestra existencia en ellas.
Porque, las creencias tienen un componente grande de emoción y escaso de mentalidad, por ello están habitualmente del servicio del EGO.
Que el pensamiento sea de construcción de shalom, lo que atraerá acciones positivas y una reacción benéfica en nuestro entorno.
Pero, si el pensamiento se llena de decadencia, egoísmo, amargura, quejas, demandas, mandatos oscuros, violencia, ¿cómo pretendemos disfrutar de una existencia plena?
Sanidad espiritual y total (¿o santidad?)
Pasamos mucho tiempo en nuestras celditas mentales.
Pequeñitas cajitas oscuras, en las que a veces penetra la Luz.
Encerrados allí, quizás viendo con desanimo desde los barrotes hacia fuera.
Creemos estar condenados a sufrir, en soledad, un destino cruel.
Por ahí si moviéramos la puerta nos daríamos cuenta de que no está cerrada con llave, que simplemente escogemos mantenernos esclavos, amargados, amarrados a creencias, a traumas, a recuerdos, a fantasías, a esperanzas, a sentimientos, a la impotencia.
Sí, eso es lo que suele suceder, somos nosotros los que decidimos ser nuestros propios carceleros y torturadores.
¿Suena extraño?
Probablemente que sí, pero es la triste verdad.
La creencia de que te mereces ese sufrimiento, la insistencia en tus quejas desde la impotencia, la amargura de rodearte de miedos, el consuelo de imaginarte otras vidas para luego aterrizar (con suerte) y golpearte contra el muro de la realidad.
Sí, escogemos la celdita mental, a veces de manera voluntaria y activa, otras dejándonos llevar y quedándonos allí.
No te estoy hablando de cuestiones metafísicas, no hay nada místico, no son complicadas fórmulas científicas para develar tu existencia, es una sencillita descripción de lo que nos suele pasar a la mayoría de los humanos.
Aprendimos a quedarnos en la celdita.
Nos da miedo imaginarnos fuera de ella.
Preferimos esa zona confortable pero dolorosa, la de lo “malo conocido”. ¿Para qué aventurarse a sufrir aun más? Entonces, nos justificamos en nuestra impotencia, nos fortalecemos en nuestra parálisis, nos enojamos si alguien nos muestra alguna alternativa más saludable, negamos e inventamos con tal de protegernos del miedo. Mientras tanto, somos consumidos en nuestra debilidad pudiendo disfrutar de lo permitido que está a nuestro alcance.
Llámalo traumas infantiles, recuerdos de sucesos –reales o no- que sientes te han marcado, llámalo como quieras, porque el nombre no importa sino la función que cumplen esas creencias. Las de someterte al EGO, las de mantenerte encerrado en la celdita mental.
Date cuenta, así como tienes tú el poder de quedarte atrapado allí, eres tú también quien tiene el poder para darte la libertad.
¿Cómo dices?
¿Que si fuera tan fácil ya lo habrías hecho?
Bueno, por ahí no es tan fácil.
Por ahí lo es, pero tú imaginas que no entonces deja de serlo.
Todo depende de cómo valoras tu situación.
Si entiendes que solamente puedes controlar aquello que está bajo tu dominio, y dejas de desgastarte por pretender controlar lo que no controlas, quizás descubras hasta donde llega tu fortaleza y en qué radica tu debilidad.
Si aceptas y agradeces tu porción, y la disfrutas con deleite, sin por ello negarte a trabajar por algo mejor para mañana, ¿estás perdiendo el tiempo y malgastando tu bienestar?
Si comprendes que el otro es otro, con su completa otredad, y la brecha suele ser enorme, por tanto, poco y nada puedes hacer para controlarlo, ¿dejarás de manipular, de amargarte, de quejarte, de buscar que el otro cambie para que te sientas mejor?
¿Estás entendiendo la propuesta?
¿No?
Bueno, entonces sigue en tu celdita mental… si eso es lo que eliges, ¡está bien, es tu decisión!
¿Cómo?
¿Que entiendes pero te cuesta poner en práctica estas ideas tan geniales?
¡Sí, estás en la senda correcta, para lograrlo!
Si te quedas en la celdita, con los mismos miedos, algunos más activos, otros más adormecidos, no esperes que tu vida cambie por un acto de magia.
Tampoco creas que el tiempo todo lo soluciona.
El tiempo es una función del movimiento, no tiene una sustancia propia.
Si no hay movimientos de cambio hacia el bienestar, difícilmente las cosas mejoren.
Ni tampoco el pensamiento positivo solamente, o plegarias cargadas de adoración idolátrica, ni supersticiones varias, ni terapias alternadas, mientras no salgas de la celdita, o al menos des algunos pasitos hacia la puerta y la abras, no habrá bienestar…
¿Cómo?
¿Que otros pueden hacer algo para ayudarte?
¡Claro que sí, que bueno que exista gente solidaria y altruista!
Pero, ¿dónde queda tu poder en ello?
¿Quieres comer el pan de la vergüenza solamente, o estás dispuesto a hornear tu propio pan de la dignidad?
Son opciones, lo que te deje feliz y no perjudique a nadie, está bien. A nadie, lo que te incluye a ti…
Sí, puedes llamar la atención, como el niñito pequeño, para que un adulto cuidador te alce en brazos y te cuide.
Claro que puedes hacerlo, de eso se encarga el EGO.
Hasta puedes creer que tienes tanto poder que obligas a otros a hacer lo que tú podría estar haciendo con independencia y salud.
Entonces, sé libre, sé espiritual.
Unifica tus dimensiones, actúa guiado por la Luz que se esparce desde tu Yo Esencial (neshamá o espíritu). Esto no significa vestir de manera graciosa, ni llenarte de rituales, ni repetir palabras en arameo o hebreo, o saberte cada frase genial de sabios, o estar con el “amén” en la boca todo el tiempo. Sino, explorar tus capacidades, descubrirlas, desarrollarlas, y con ello unir el cielo con la tierra, unificar tu Yo Auténtico con tu Yo Vivido. Ser pleno.
Lo que te lleva a vivir en constante construcción de shalom, es decir, desde la bondad y la justicia. En cada uno de tus planos.
Seguirán los miedos existiendo, las dudas, la impotencia así como los trucos del EGO. Por supuesto que sí, porque es condición humana, normal, natural. Todo en su justa medida.
Pero, tú ya no estarás atrapado en tu celdita, sino que podrás decidir lo que es bueno y justo, leal a los mandamientos, manifestación de lo divino en lo terrenal.
Tal es la vida de santidad.
Así es una vida de AMOR.
Problemas
Este mes se van a cumplir casi 2 siglos del fallecimiento del matemático Evaristo galois, 182 años para ser precisos quien resolvió problemas algebraicos de la época y desarrollo la teoría que lleva su nombre. Y habiendo tantos personajes en la historia para nombrar porque escribiría sobre el mencionado anteriormente pues es simple, sus descubrimientos se utilizaron, se lo sigue haciendo y más sorprendente aun todavía no se ha estudiado a profundidad sus investigaciones casi 200 años después y esto puede ser gracias a su prematura muerte, que fue dada en un duelo de esgrima y considerando que se enfrentaba contra un campeón en esto (era soldado) murió a la temprana edad de 20 años.
Pero quiero resaltar un detalle en su vida.
En 1831 había terminado su trabajo y lo presento a Poisson( físico y matemático) este último le recomendó que lo presentara En la Academia de Ciencias pero más tarde, aquel mismo año, el propio Poisson recomendó a la Academia que rechazara su trabajo con la indicación de que “sus argumentaciones no estaban ni lo suficientemente claras ni suficientemente desarrolladas para permitirles juzgar su rigor” el propio Poisson, a pesar de su enorme prestigio y de sus esfuerzos, no llegó a comprender los resultados. Galois recibió la carta de rechazo en prisión (Evaristo se encontraba privado de su libertad por distintas cuestiones).
Que decir de este acontecimiento el cual quizás es más común de lo que pareciera. Nunca les ha pasado que con su esfuerzo y voluntad logran sus metas o algún objetivo y cuando le comentan a alguien o habiendo pedido consejo; una vez llegado a la meta hay personas que intentan vaya uno a saber porque o incluso saberlo intentan como quitarte esa satisfacción por los propios logros.
Y volviendo un poco al presente este joven sin saberlo contribuyo en la teoría que forma las bases para las comunicaciones y la navegación en satélite entre otras cosas.
Un Dunbar, por favor
Era Roberto Carlos el que cantaba “quisiera tener un millón de amigos”, ¿no?
¿Para qué quería tantos, me pregunto?
Él en su canción nos daba una respuesta: “así más fuerte poder cantar”.
Es decir, no eran amigos realmente, sino un enorme coro que vociferara junto a él. Quería sumar la voz de esa cantidad inmensa de personas para que su canción se escuchara.
Interesante marketing viral, o algo parecido, pero que poco y nada tiene que ver con “tener amigos”.
De hecho, me pregunto también: ¿se “tienen” amigos?
Que me lleva a otra pregunta: ¿se “tienen” hijos?
¿Es el verbo apropiado en ambos casos?
En la antigua Tradición se menciona el “adquirir/crear amigos”, pero no recuerdo si se habla de “tenerlos”.
Me fui por las ramas, así que volvamos al cantor brasilero y su anhelo.
¿Alguien tiene un millón de amigos, que sean realmente amigos?
Surgen otras preguntas, muy obvias, tales como: ¿se acuerda de los nombres de cada uno?
¿Tiene tiempo suficiente como para que su amistad sea significativa con cada uno de ellos?
¿Será que Carlos maneja una definición de amigo un poco peculiar?
Me parece, y lo digo a ojo no más, que es entre imposible e improbable que alguien llegue a mantener lazos amistosos reales con tanta gente.
¿Cuántos son tus amigos actualmente?
¿Cuántos los fueron a lo largo de los años?
¿Cuántos siguen siendo desde el preescolar hasta ahora?
¿De dónde son?
¿Ya no consideras amigos a aquellos que en una época eran como tu sombra?
¿Cuándo fue que te hiciste de un nuevo amigo?
¿Cuándo conversaste con alguno de ellos?
¿Cuándo se encontraron personalmente?
¿Qué cosas de la vida los unen y los alejan?
Tantas preguntas podemos hacer, ¡tantas! Algunas son más que obvias y cursis, otras podrían ser más profundas, pero son todas preguntas. ¿Te sirven para algo en este momento?
Volviendo a los amigos, cuando somos pequeñitos pareciera como si hacerse de amigos fuera la cosa más natural del universo. Nos revolcamos en la misma mugre, metemos en la boca las mismas porquerías, jugamos a las mismas cosas que para los niñitos tienen total sentido y trascendencia, no andamos discriminando por esto o aquello (a no ser que ya de tan chiquitos nos hayan metido creencias idiotas como brújula), en fin, pasamos el rato juntos y hasta llamamos “amigo” a alguien solo por estar a medio metro de distancia o hacer las mismas actividades o similares.
¿Serán amigos? ¿No? ¡Qué se yo! Lo que sí sé es que en apariencia tenemos menos barreras naturales y aprendidas para pasar el rato con gente extraña.
Pero al crecer y ampliar nuestro radio de acción social, al irnos socializando, es como si las amistades se fueran restringiendo.
Digo según una apreciación muy general, y sin basarme en estudios estadísticos o similares.
Así los que son amigos son contados con los dedos de una mano, o un poquito más.
¿Cómo es contigo?
¿Qué nos une?
¿Qué nos sostiene en el tiempo?
¿Qué hace que podamos surfear las dificultades y mantenernos en una relación amistosa?
Ya ves, más preguntas…
Hoy día nos llenamos de “amigos” por las redes sociales virtuales.
Amontonamos amigos como likes, con un valor similar supongo.
(Lee este texto cuando tengas tiempo y ganas: http://serjudio.com/exclusivo/cterapia/consumir-el-fruto-permitido).
Probablemente de esos mil amigos en la red social preferida, en verdad sean amigos tuyos tres o cuatro.
Bueno, tú que eres más simpático y social que yo, te admito que digas que son treinta o cuarenta. Sin contar colegas, conocidos, familiares, clientes, y otras relaciones funcionales, o útiles u obligatorias.
Sobre el número de relaciones significativas, te comento que un antropólogo llamado Robin Dunbar, hace una década atrás, tras una prolija investigación en primates estableció que llegamos a contabilizar 150 individuos en nuestro círculo de relaciones significativas.
¡Que ni siquiera son todos amigos!
Esto se da en primates, en hombres, en el campo, en la ciudad, en la villa, en todos lados donde hay vínculos entre congéneres.
A este número se le conoce como… ¡adivinaste!, “número de Dunbar”.
Te recomiendo que le des una lectura, quizás aprendas algunas cosillas interesantes y provechosas.
Así pues, son 150 personas, aproximadamente, con las que nos relacionamos de una manera que tiene significado y sentido.
¿Es hora de ir expurgando tus “amistades” en tus redes sociales más frecuentes?
¿Es hora de revalorizar a los que son amigos, y gente especial, reales?
¿Podría ser que las comunidades virtuales, así como las amistades ídem, sean valiosas pero no significativas?
¿Es tiempo de replantear algunas prioridades en tu vida?
¿Te sirve para algo este post?
Despertando
Lo que sigue no es de mi autoría. Es un correo que me envió una persona que ha estado leyendo esta pagina y Serjudio.com.
Me reservo su identidad, por que creo que está en proceso de descubrimiento.
«Sobre el Articulo La Suerte Está Echada: mismas acciones, mismas consecuencias, mismos resultados.
No creo que mi opinión al respecto sea realmente importante, o que le pueda aportar algo a su conocimiento, hay gente realmente preparada y comprometida en sus contactos que tienen valiosísimos aportes y años y tal vez hasta generaciones de ser gentiles y practicar La Tora de la forma que ustedes lo hacen y la entienden, y repito que mi formación de Cristiana intenta hacer una “reforma” de hace dos mil años de casi que anular todo conocimiento previo a Jesus, es tanta la influencia que hasta determina la era moderna y el calendario.
Con decirte que en todos los estudios bíblicos de hecho se inicia con el nuevo testamento para poder fundamentar el antiguo, este sistema nuestro Diego una vez adentro es posible ver que se rige quizás más por lo que se pueda aparentar ser que por lo que en realidad se es. Yo lo veo cada día con mis amigos sacerdotes, pastores con los muchos matrimonios que van cada domingo a misa y llevan sus hijos pequeños, y hasta he hecho el ejercicio de preguntar a los padres si recuerdan de que se trataba la primera lectura, o el salmo o el quien escribió el evangelio, y la respuesta siempre es la misma, que estaba muy largo y no se escuchaba bien o simplemente no sabe.
Entonces exactamente igual como me sucedió a mí y a la mitad de la población occidental, seguimos creciendo en la ignorancia total fundamentada en una religión heredada exportada e impuesta, que en mi opinión nos ha degradado hasta en nuestra condición privilegiada de ser humano pensante.
Basta ver a través de la historia como en realidad eran los indígenas de la región (Moctezuma) altos, altivos fuertes, erguidos, y valientes… y así eran en realidad, y como toda una nación mexicana con mas de 60 millones de habitantes hoy en día, se ha degradado, hasta incluso perder estatura masa muscular y belleza.
El punto es que antes eran “libres pensantes” o mantenían sus propios conceptos de Dios o dioses, hasta que llego el “miedo” impuesto por la religión, y fueron doblegados a punta de armas, castigos y sacrificios innecesarios y así mismo las mentes fueron sometidas.
Pero volviendo al texto suyo, sobre si la suerte está echada, por consecuencia del comportamiento humano, a mí por ejemplo me ha costado mucho creer el cuento de que efectivamente Jesus de Nazareth fuera en realidad el Mesías esperado, ya que después de su mensaje y trágica muerte, realmente… nada paso….
Las personas de la época realmente pensaron que era un inicio de gobierno de Dios y que el ser humano finalmente se reformaría y cumpliría su cometido de vida y bastaron unos pocos años para que mataran a pedradas al primer cristiano (Esteban) y los mismos se dispersaron y fue el inicio de la imposición y el miedo. Y efectivamente se juntaron los textos bíblicos a mera conveniencia y tal vez con una buena intención, pero que a la postre nos hizo más bien esclavos.
Mi pregunta en el fondo es, por que Dios lo ha permitido? Por qué solo hablo con algunas pocas personas hace miles de años y ahora simplemente parece que calla? Puede que si, todos tenemos la capacidad de averiguar, investigar, y cuestionar o no debamos siquiera sugerirlo, porque los mandamientos ya fueron dados de forma muy clara. Pero para la mayoría de los que hemos vivido esta época y dos mil años atrás el mensaje fue meramente distorsionado.
Yo coincido con el comentario de alguien que dice, que la mayoría de seres humanos son buenas personas, y tratamos de buscar el bien común por medio organizaciones, voluntariado, tal vez somos todos buenos de nacimiento, y tal vez Dios vea eso en el fondo del corazón, creo que se consiguen también excelentes sacerdotes, pastores, y laicos y padres y madres de familia. Como habrá también millones de desalmados asesinos, violadores corruptos etc. Y justo escribiendo esto me doy cuenta de lo difícil que es dejar el autojuicio, ya que en otros años me hubiera tomado a mi misma como una blasfema al expresar lo que pienso y no lo que se supone debería pensar.
Pero en fin, lo cierto es que en una catástrofe natural o no, todos mueren parejo sin importar si son buenos o malos, creyentes o no, practicadores del bien o del mal. Pareciera también que la destrucción del ser humano viene en “pequeñas dosis” pero no para crear una mejor humanidad, si no para que continúe. Y que hay ciclos de destrucción masiva que la próxima probablemente sea por recalentamiento sin duda. Y que sean necesarios o no.
Igual nuestro pequeñísimo ciclo de vida individual si es muy reducido, algunos tienen la suerte de vivir hasta 80 o 90 años y cuando llegan ahí se dan cuenta que estuvieron equivocados toda la vida, y algunos otros como mis abuelos católicos están convencidos que tras su paso por esta tierra de dolor les espera la gloria eterna. Yo creo que aprenderé.»