Reflexiones y recomendaciones sobre la prohibición de comer una parte un animal vivo.

No comer parte de un animal con vida

Hay un dicho que tienen los judíos que dice “dime que comes y te diré quien eres”. Somos lo que comemos, y uno de los mandamientos que como noájidas tenemos, es el de no comer la parte de un animal que aun tiene vida. Pero si esbozáramos correctamente el enunciado, la ley lo que dice es “la prohibición de comer carne de un animal vivo; lo cual quiere decir que hay que esperar hasta que el animal haya dejado de bombear sangre por medio de su corazón.

Sin embargo, si te detienes a observar el proceso de sacrificio de los animales en un matadero, esto no se da así, pues en la mayoría de los casos el destace de los animales comienza darse aun cuando están con vida. Esto claramente viola la prohibición que tenemos de ingerir partes de un animal aun con vida y sin embargo ocurre todos los días.

El problema que esto trae es que esa comida que se ingiere, es provista por un animal que murió de manera violenta y de la forma más indigna, y esa violencia y esa indignidad es consumida por nosotros e internalizada, lo cual hace que estemos más propensos a la violencia ya que hemos internalizado ese suceso traumático en nuestro ser.

De acuerdo con el Profesor Ritgenstein, de la Universidad de Cornell en los Estados Unidos de América, menciona que la prohibición de comer carne de un animal con vida supone una limitación individual, ya que dentro de las reglas de escriturales, existe el precepto del dominio del ser humano sobre los animales, lo cual no implica en ningún momento que dicho dominio sea ilimitado. (http://asknoah.org/7-commandments/forbidden-meat). En efecto, el hecho que como seres humanos tengamos dominio sobre otras especies no quiere decir que podamos hacer lo que queramos sino que tenemos un deber de cuidado, por lo que la inflicción innecesaria de dolor sobre un animal se encuentra prohibida, a la luz del mandamiento de no comer parte de un animal con vida.

Desde un punto de vista regulatorio y legal, es obligación de los noájidas entonces el exigir a los gobiernos que se establezcan pautas claras para que el sacrificio de los animales para consumo humano se dé de conformidad con los estándares éticos mínimos de protección de la vida de los animales, tema que encontrará muchos opositores, quienes argüirán que la libertad económica debe de imperar sobre las regulaciones en la materia, lo cual no es cierto y explicaré por qué:

Posibles argumentos a favor de la regulación para prohibir el destace de animales que aun estén vivos.

El tema de la legalidad del consumo de carnes de animales que fueron destazados cuando aun vivían es un tema que a las grandes corporaciones no les interesa, toda vez que lo que se busca es aumentar la productividad y el hecho de tener que esperar que el animal muera, implicaría una disminución en la línea de producción.
El lobby de los alimentos es muy fuerte en los países, por lo que aducir razones espirituales o éticas más allá de lo que la sociedad considere como moral o de buenas costumbres, no es suficiente para detener el poderoso cabildeo de las corporaciones a cargo de la matanza de los animales.
Es por ello que los argumentos deben de ir de la mano de situaciones que pongan en peligro el interés público. El interés público o general, es la suma de los intereses individuales y coincidentes de la mayoría de las personas en sociedad. La mayoría de los ordenamientos jurídicos han incluido este concepto en sus senos, desde donde parten las distintas políticas públicas.

Como primer punto está el tema de la salud, por medio del argumento que mucha de esta carne que es obtenida de animales matados de manera inhumana, tiende a endurecerse, lo cual hace que se tengan que utilizar suavizantes de carne, que en su mayoría se ha demostrado que contienen agentes carcinógenos. Según Cross y Sinha (2004), aquellas dietas que contienen cantidades sustanciales de carnes rojas, podrían llevar a que las personas sean más propensas a sufrir de cáncer colo-rectal, debido a la forma en que se preparan y preservan las carnes. (http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/15199546). Mucho de esto se da precisamente por los procesos de sacrificio de los animales que son completamente inadecuados y que llevan a tener que utilizar técnicas alternas para que la carne sea aceptable para el consumidor.

Dentro de este mismo orden de ideas es también bueno argumentar el hecho que ya existen ciertas regulaciones en varios países que prohíben el maltrato animal, y que deberían ser incluídas dentro de las regulaciones pertinentes para asegurar que el sacrificio de los animales no se dé en un marco de inflicción de dolor innecesario a los animales, siendo que es obligación del Estado el asegurarse que se respeten dichas regulaciones. En este sentido lo más conveniente es el exigirle al gobierno que no permita técnicas crueles como el sumergimiento de las aves en agua hirviendo, donde éstas son sometidas a estas crueles matanzas y está demostrado que su muerte es agonizante y dolorosa.

Estos son tan solo dos de los argumentos que se podrían alegar para que se respete el derecho de los animales a ser sacrificados de una manera digna y de proteger a la población de las prácticas adjetivas de la industria cárnica, que debe de aplicar mecanismos adjuntos como suavizantes de carne, esteroides especiales y demás, para que la carne no se endurezca y sea apta para el consumo humano.

Necesidad que la población esté consciente de la gravedad de la situación.

Ninguno de estos pasos se puede lograr al menos que la población general esté consciente de la crueldad animal y que entienda que esos químicos utilizados para la manipulación de la carne son completamente nocivos para la salud.

Uno de los argumentos que los lobbies de la industria cárnica, porcina, aviar, etc., es que, de seguirse estas nuevas prácticas se estaría incrementando considerablemente el precio de las carnes, pues se disminuiría la productividad, con lo cual aumentarían los costos de producción y, por ende, los precios finales al consumidor.

En este momento no poseo estudios al respecto, te agradecería en la sección de comentarios si por favor pudieras proveer, si los tienes, porque este tema es de vital importancia. Somos lo que comemos y si consumimos animales matados de las formas más crueles y con violencia, estamos internalizando crueldad y violencia entre nosotros.

Te espero para que contribuyas a enriquecer este post en la sección de comentarios. Que tengas una feliz semana.

3 comentarios sobre “Reflexiones y recomendaciones sobre la prohibición de comer una parte un animal vivo.”

  1. Interesante publicación Felipe. Les comparto un estudio sobre el tema, desarrollado en Mayo/Junio de 2010 con hallazgos alarmantes en rastros municipales y el planteamiento de soluciones a mediano plazo. Si nos consideramos gentiles justos, tenemos todo el derecho como ciudadanos a denunciar los métodos de sacrificio animal que aún lleven crueldad en el procedimiento, no solo es aspecto salud física, sino como nos afecta en la armonia multidimensional: emocional, intelectual, social y espiritual http://www.marn.gob.sv/phocadownload/presentacion_plan_nacional_rastros.pdf

  2. Hola Felipe, gracias por esta reflexión, estimo como todos los mandamientos esto esconde algo espiritual, sobre todo sobre la sensibilidad que debemos tener al momento de causar daño a otro ser viviente, esta ligado tambien a como tratamos al projimo, de no regocijarnos sobre el dolor o trauma ajeno.

  3. Interesante artículo, en mi país no hay regulación sobre este tema, realmente mas allá de lo lógico en evitar el sufrimiento animal, se necesita identificar nuestra humanidad, la que tendría que abstenernos de ello; deberia enseñarse mas sobre impacto en nuestro interior al consumir la carne de animalitos muertos en tal grado de violencia.
    En lo personal, compro las carnes en una cadena de supermercados donde encuentro secciones Kosher, por la seguridad de que estas carnes provienen de aves o ganados sacrificados correctamente.

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