Dios, el Eterno, el Uno y Único, es Rey de reyes y Señor de señores.
Es el Creador y Amo del universo completo.
Nosotros, somos Sus criaturas y Sus siervos.
Estamos nosotros para servirlo a Él, y NO al contrario.
Él nos estableció leyes y decretos para que cumplamos, pues es nuestra obligación (y no es pasible de negociación).
Él no nos debe nada, no tenemos derecho a reclamar nada, pues todo lo que somos, todo lo que tenemos Le pertenece.
Pero, sí podemos rogar, pedir humildemente, clamar por lo que consideramos justo y bueno, aunque nunca con la pretensión torpe del que demanda como si poseyerá alguna autoridad o derecho adquirido.
Debemos cumplir nuestra parte, vivir de acuerdo a los mandamientos que Él nos ha dado.
Debemos hacer todo lo que está a nuestro alcance para ser constructores de Shalom, sin esperar recompensas ni milagros.
Él es Justo y Bueno, y ya se encarga de darnos TODO lo que es mejor para nosotros.