Todas las entradas de: Yehuda Ribco

For newcomers

Aside from the Torah, there’s an universal path for all the humankind. This path consist of seven basic categories of commandments. This seven categories provide the ethical and moral foundations for human society. What it more, there are hebraic sources which point out that all human beings should follow this commandments, given the fact that they’re within the boundaries of human reason, spirit and heart. (Talmud introduction by Rabbi Nissim Gaon).

There is an increasing number of people who are committed to fulfil the precepts of this universal path. We are known as the B’nei Noah – Descendants of Noah – since this commandments were reaffirmed during Noah’s generation after the great flood.

An ancient sage called Maimonides stated that this universal path was also reaffirmed when the Torah was given at the Mount Sinai. (Laws of Kings 8:11). We, the noahides accepted that the Torah was given to the jewish people at the Mount Sinai and therefore we understand that the overall of our identity relies upon the ancient sages of jewish tradition.

Just like you, most of the people is carrying a heavy bag full of christian teachings. The big difference is that in this moment that bag is becoming less and less heavy since we’ve accepted the teachings of the Torah regarding God’s oneness, the Messiah, the purpose of humankind among other related issues. We consider ourselves (and we are considered to be) friends of the jewish people all over the world, we respect their spiritual identity. Unlike many christian groups whose purpose is to convert the jewish people, we Noahides aim to support them on their spiritual path.

As friends of the jewish people, we reject any kind of anti-semitism and we support those ideas that procure the welfare of the jewish nation in their homeland Israel.

Around 2000 years ago many noahides started worshiping a man who many proclaimed was the only one through whom one could get closer to God. It is our duty to repudiate such belief and to chose to follow the truth, Abraham and Sarah’s original teachings that showed the correct way in which humans should pray to God. In fact, all major figures like Moshe, Aharon, Miriam, Deborah, David, Isaiah and Jeremiah, prayed directly to God. We can realise this just by reading the psalms of king David.

Sadly, nowadays, there are many groups preaching about the hebraic origins of christian faith. They claim this teachings are mandatory for humankind, nevertheless, from Torah’s perspective, those who pray directly to God, as the patriarchs did, are the only ones in touch with their authentic spiritual identity since they’re doing as Abraham, Sarah among other biblical figures did.

It’s good to remember that The Lord is near to all who call Him, to all who call Him with sincerity.” (Psalm 145:18). The sages of truth and light have explained that God is close to everyone regardless of nationality. In other words, you don’t need to become a jew in order to experience God’s love.

Many of us were told that our soul would be damned for ever and that we wouldn’t enter heaven if we didn’t accept christianity’s fake messiah as our “lord and savior.” Well, here you’ll be in good company, since according to this self-proclaimed christian “sages” the people of Israel will not enter the kingdom of heaven, we don’t pray nor do we consider such individual as our “lord and savior” but we rather to remember that: I, I am the Lord, and besides Me there is no Savior(Isaiah 43:11).

Try to learn this ancient teachings:

The righteous among the nations of the world will have a share in the World-to-Come.”

(Tosefta – Sanhedrin 13:1)

And it shall be at the end of the days, that the mountain of the Lord’s house shall be firmly established at the top of the mountains, and it shall be raised above the hills, and all the nations shall stream to it. And many peoples shall go, and they shall say, "Come, let us go up to the Lord’s mount, to the house of the God of Jacob, and let Him teach us of His ways, and we will go in His paths," for out of Zion shall the Torah come forth, and the word of the Lord from Jerusalem.” (Isaiah 2:2-3)

May the Lord guide you, bless you and protect you through the development of your noahide identity.

By Jonathan Ortiz

Translated by Hugo R. Valtierra

May H’ let this translation be according to His will and for the enlightenment and awakening of all noahides around the world.

Link to the original article in spanish:

Para recién llegados

Let’s get started

Let’s get started

Fulvida: Be very welcome to our home

We choose among our thousands of text and articles the ones we thought might help you through.

Perhaps some of the concepts will trouble you a little. Give it time, you will get there.

From time to time you will cross with information that contradicts everything you’ve learned and believed up until now. Please be opened and give us a chance.

I can assure you that sometimes you’ll want to leave and never come back. But you’ll be back sooner or later.

Because you can always get something new to learn, to share, to think, to feel, to grow, to heal, to improve.

We are waiting for you and at your service.

I hope you have the best day of your life and with all the blessings you already enjoy.

Ideas de fracasado

Hay gente que toma una idea y la rumia.
Se pasa horas, días e incluso más tiempo dando vueltas y vueltas a esa idea, con pequeñas variantes tal vez.
Si es acerca de una elección, permanecen sin decidir.
Si se trata de avanzar en el conocimiento, se quedan empantanados.
Si es de crear, obviamente no lo consiguen.
Solamente más de lo mismo, una y otra vez. De manera cansina y absurda, tratando de descubrir nuevas facetas allí donde está todo exprimido.
En un seudo análisis con aparente sin fin, proyectan sombras temibles, de fracasos, inconvenientes, obstáculos, duelos, amarguras, desesperanza, agobiante impotencia en sus diversificadas variantes. Y vuelta a empezar, a repetir, a hacer un eco abominable y carente de vitalidad.
Desgaste de energía en este devenir, hasta el punto de estar realmente aprisionados por ideas sin fundamento, terrores sin cuerpo.
O, con suerte (dicho en sentido irónico), terminan descubriendo que sus ominosas predicciones se han hecho realidad (¿por qué será y qué tendrán ellos que ver con esto?).

El miedo al fracaso le va carcomiendo, afectando, debilitando al punto de hacerle fracasar.
El rumiar pensamientos acerca de la impotencia, termina por manifestarla.

¿Qué hacer para no ser esclavo de esto?
Una buena acción es dejar pasar las ideas sin aferrarse a ellas.
Aparece, la ves, la reconoces, te das cuenta que no te sirve para mejorar tu vida, entonces la dejas ir sin enroscarte en ella.
Es un tren que no te lleva adonde quieres llegar, entonces, ¿por qué habrías de subirte a él?

Pero, ¿cómo hacerlo?
Si tú ya lo probaste y no pudiste desprenderte de esa obsesión corrosiva.
Te propusiste desechar el pensamiento ni bien apareciera, pero no lo consigues.
Por el contrario, es como si te reforzaras en girar alrededor sin miras de librarte.

Te repito, lo dejas pasar.
Podrá llevarte tiempo y esfuerzo, porque ya tienes un hábito implantado de rumiar las ideas de fracaso, pero tienes la capacidad para enfocarte en lo que te reporta beneficios.
Aparece, lo identificas, lo dejas correr sin apegarte.
Igualito al tren que no te sirve y por tanto no asciendes a él.

Pero, ¿cómo saber que realmente no te sirve?
Si son pensamientos que podrían ayudarte a reconocer potenciales riesgos, o a avizorar ideas que nunca antes habían sido puestas en marcha.
Sencillo… porque ya has pasado por esto antes y has visto que los resultados son amargos.
O, porque no tienes como aterrizar la idea y convertirla en una realidad operante.

Mejor, busca el tren que te lleva a tu destino luminoso.
Seguramente pasa por la estación en la que te encuentras en este mismo instante.
Pero, de tanto enfocarte en lo que no te sirve, dejas de prestar atención.
Piensa positivo, para actuar positivamente.

Si tienes un problema, el saber su origen antiguo tal vez no te brinde la solución. Probablemente lo que ahora perturba y desgasta tenga su propia causa actual, que no tiene porque esfumarse al descubrir la causa original. Entonces, por ahí no pierdas tiempo preguntando "¿por qué a mí?”; “¿qué habré hecho en el pasado para que esto me pase ahora?”.

Rumiar al respecto de los problemas y lo que sufres por su causa no aporta soluciones, ¿o sí?

Que te moleste alguna actitud o conducta y te la pases pensando en ello, llorisqueando, amargándote, quejándote, sin hacer cambios realmente favorables, ¿servirá para algo?

Llorar, gritar, patalear y/o desconectarte de la realidad ante la impotencia, cuando tienes otros caminos para explorar, ¿te harán más poderoso y feliz?

¿Serás más rico por soñar con lo que no tienes al mismo tiempo que no bendices ni agradeces por lo que sí tienes?

Cuando echas culpas, acusas, tratas de deslindar tu responsabilidad; cuando debieras hacerte cargo de tu parte y hacer algo al respecto, ¿te dará libertad y paz interior?

La propuesta es enfocarte en lo que te puede dar felicidad, libertad, alegría, bien pasar, tranquilidad, amistad, calma, disfrute…
¿No sabes qué es o cómo lograrlo?

Bueno… ¡es tu problema!
¡Arréglalo!

¿Quieres mi ayuda personal?
¡Perfecto! Aquí la tienes: http://serjudio.com/nosotros/sesiones-online

¿Tu niño interior?

El bebe es absolutamente egoísta.
Está bien que así sea.
Porque no cuenta con herramientas físicas ni de experiencia para ser diferente.
Y, porque necesita de toda su energía y disposición para crecer, desarrollarse, aprender, insertarse en el mundo.
De a poco, se supone, va corriéndose de sí mismo para ir adquiriendo un rol solidario, altruista, constructor de shalom también con el prójimo y el ambiente.
Llegado a la madurez, es cuando debiera haber reducido su egoísmo a la mínima expresión, aquella que es necesaria para su sostenimiento y que podemos denominar como “egoísmo positivo”.

Pero, presenciamos a diario manifestaciones de egoísmo en personas grandes, con años encima.
Se comportan como bebes en cuerpos crecidos.
Pendientes solamente del placer del momento, de sus deseos, de sus menudencias, de sus sufrimientos, de acaparar, de reclamar y exigir, de creer que el mundo son ellos y el resto está para servirles sin chistar.
Sí, hay tantísima gente así (y podemos ser tú y yo también, que conste).

Esta gente actúa así porque no ha conseguido desarrollar sus potencialidades, siguen reducidos, doblegados, carentes de amplitud.
Sí, podemos ser comprensivos, admitir esta debilidad que les esclaviza, pero no por ello sumarnos o hacernos cómplices de su infancia no superada ni aprovechada.

El egoísta es un bebe, o un infante, que se revuelve en un cuerpo de persona mayor.

Profundizar en la CA

Hemos dedicado muchos encuentros a conversar acerca de la Comunicación Auténtica –CA-, a explicarla, fundamentarla, reportar acerca de su utilidad y destacarla como herramienta en la construcción de Shalom interno y externo.
Si no has tenido oportunidad de estudiarla, no la recuerdas o deseas refrescar tus conocimientos, te sugiero que busques aquí mismo, encuentres, leas, estudies, analices y lleves a la práctica. Luego, si quieres, nos contarás al respecto de los cambios favorables merced a ella.

Ahora te brindaré otra herramienta de comunicación, la cual sería como la vigorización de la CA, de la cual hemos esbozado alguna cosa en el pasado, pero sin profundizar ni detallarla.

¿Tienes algo para decir?
Bien, entonces ANTES de hacerlo tómate unos instantes para realizar la siguiente evaluación.

  1. ¿Es verdad?
  2. ¿Construirá shalom? Es decir, ¿es bueno Y justo?
  3. ¿Habrá algún provecho real y válido?

Por supuesto, podría ocurrir que estas pautas entraran en conflicto entre sí.
¿Cómo determinar entonces la línea de acción?
¿Habrá que priorizar una sobre las otras?
¿Depende de la situación?
¿Y si para construir shalom es necesario que ocurran algunas pérdidas, que parecieran no proveer ningún beneficio a corto o mediano plazo?
¿Cómo despejar si algo es verdad o mera ilusión de tal?
¿Acaso no nos dejamos llevar por creencias acerca de lo bueno, de lo justo, de lo verdadero, de lo provechoso, que son solamente eso: “creencias”, y por tanto no necesariamente apoyadas en fundamentos valederos?

Son algunas de las abundantes preguntas y cuestionamientos que seguramente te surgirán si quieres actuar desde este enfoque.
Por lo cual, si haces las cosas de manera mesurada y buscando el shalom, probablemente te apartes del error y consigas actuar positivamente.

¿Esto quiere decir que tendrás que silenciar tu voz si debes denunciar el mal?
¿Solamente puedes decir cosas positivas de algo o alguien sin señalar fallos o demoler asuntos precarios?
¿Te obliga a ser cómplice del mal, para no dejar de ser bueno?
Creo que estas tres preguntas son de fácil resolución si sopesas correctamente lo que te estoy planteando ahora.

Para finalizar, por hoy, te pido que nos ayudes a entender y aplicar mejor este concepto.
Propón en los comentarios situaciones en los cuales sea necesaria la CA y que podamos ver el uso de este planteo.
¿Quieres ayudarnos?
Gracias.

¿Culpable?

Una cosa es la culpa, otra –bien diferente- el sentimiento de culpa.

En el diccionario encontramos lo siguiente:

  • f. Falta que se comete voluntariamente.
  • Responsabilidad que recae sobre alguien por haber cometido un acto incorrecto.

    En la culpa hemos hecho algo negativo, hemos faltado, nos hemos equivocado, salimos del trazado correcto, por lo cual recae sobre nosotros la responsabilidad.
    Entonces, podemos equipararla con una alarma, una señal de alerta, que nos anuncia que hay algún aspecto a examinar, alguna conducta a corregir, un daño a reparar, sentimientos a dejar fluir, teshuvá que hacer, etc.
    Es una oportunidad para aprender, para mejorar, para crecer, para pedir perdón, para perdonar, para ser responsables y construir shalom.
    Como somos falibles, cometemos errores, o hasta fallamos voluntariamente, y sin la culpa podríamos pasar de largo, sin que nada en nuestro interior nos advirtiera e invocara al cambio y corrección.

    PERO, en el sentimiento de culpa NADA hemos hecho, pero alguien –con el fin de manipularnos, seguramente- nos adjudica la culpa, nos somete a juicio, nos atormenta para despojarnos de nuestro poder y quedar a su merced.
    Sí, es una herramienta habitual en el arsenal de los manipuladores.
    Estos pueden ser tus padres, tus hijos, hermanos, amigos, socios, colegas, empleados, patrones, conocidos, el vagabundo, vecinos, políticos, cualquiera que esté en contacto contigo, directa o indirectamente, de manera habitual o circunstancial. El uso del sentimiento de culpa es frecuente, cotidiano, de hecho probablemente tú también lo hiciste el día de hoy, tal como yo.

    No es extraño que sea uno mismo quien genere ese sentimiento de culpa para consigo mismo.
    Sí, es el EGO actuando, invocando sus fantasías para postrarnos y dejarnos inermes, a merced del sentimiento de impotencia, y entonces aparecer como un mágico salvador. O, podría hacerse presente como un tirano, para hundirnos aún más en la desesperación y la debilidad. Como sea, estaremos atrapados por las redes del EGO, nuestro o de otros.

    Mira un ejemplo.
    La persona ha sido adiestrada para tener un sistema de creencias en las cuales se compara constantemente con un ideal superior, inalcanzable, de perfección. Hay mandatos y deberes imposibles de satisfacer, que son intocables, inaccesibles al análisis y crítica, allí se erigen sobre terribles pedestales de moralidad, de rigidez, de exigencias. La persona, sin escapatoria, termina aplastada por esa presencia ominosa. Se siente culpable de continuo, ¿cómo no hacerlo, si está fallando y en falta en todo? Sea en su físico, en sus pensamientos, en sus sentimientos, en su trabajo, en sus estudios, en sus relaciones interpersonales, en su identidad, en TODO, pues cada aspecto de su existencia se compara con el monstruoso ideal de perfección, y le deja exánime, inoperante, fallado, pecador.
    De todo es culpable, aunque en la realidad lo sea de nada.
    Él mismo es su juez implacable, critica amargamente, señala destructivamente, no concilia, no negocia, no entiende de términos medios, no visualiza el aliento de los potenciales, sino solamente la falta, el error, la impericia, el fracaso.
    Cada puntito pequeñito en la enorme sábana clara, es magnificado, aumentado hasta tener un peso insostenible.
    Cada contratiempo es asumido como una calamidad espantosa, sin solución.
    Cada paso en falso es determinante de un fracaso completo.
    Todo sirve para ser humillado, para avergonzarse, para fatigarse en duelos y amarguras.
    Se hunde en ese sentimiento de culpa sin ninguna madera que lo sostenga a flote, sin un salvavidas que le rescate.
    ¡Cuanto más grave cuando se le afirma categóricamente que ha nacido con el “pecado original” y no hay manera de salvarse, sino solo la fe en absurdos supersticiosos!

    Por supuesto que la culpa y el sentimiento de culpa son anclas al pasado, pues tratan de hechos/dichos/pensamientos/sentires (reales en uno, imaginarios en el otro), que se cometieron. Pueden tener un segundo, un día, una vida de edad, pero siempre nos empantanan al pasado por lo cual se drenan energías del presente, nos desgastan y debilitan aquí y ahora.
    La gran diferencia en esto es que con la culpa se enciende la señal para corregir y así destrabar nuestro camino, librarnos del ancla, comenzar de nuevo, habiendo pagado lo que fuera necesario.
    En cambio, con el sentimiento de culpa como no hay nada real para arreglar, ¡nada podemos arreglar! Entonces, nos quedamos atados, dando vueltas en círculos o simplemente paralizados, malgastando energía. Es necesario descubrir el sentimiento de culpa y desactivarlo, despojarlo de sus pinzas que nos tienen fijados, corrernos del lugar del culpable sin solución, o con soluciones mágicas que no son otra cosa que aceptar la esclavitud a lo que nos ha esclavizado con el sentimiento de culpa.

    Ejemplo: por todos es conocido el sentimiento de culpa terrible de cierta religión, que acusa a toda la humanidad de un pecado original, todos somos culpables y punto. Todos nos vamos al infierno. Eso dicen y repiten los emisarios de tal religión. La única manera de zafar de esa maldición eterna, es tener fe en el absurdo de la idolatría, doblegar nuestra espiritualidad a la ferocidad de la religión. Dejarnos conquistar y todavía agradecer por ello. Se nos hunde en la desesperación y al mismo tiempo se nos ofrece la esperanza mágica de salvación. Pura, simple, grotesca y terrible manipulación que hace uso del sentimiento de culpa (y accesorios).

    ¿Te diste cuenta que en todo este asunto se esconde un afán enfermizo por el control?

    Entonces, ¿qué hacer?

    Es necesario actuar con bondad y justicia con nosotros mismos y con el prójimo. De aquí, ser comprensivos, amables, comprender sin juzgar, corregir sin excusar.
    Descubrir los patrones de conducta que se reiteran y nos retienen en estas situaciones terribles.
    Desactivar esos mensajes tediosos, abrumadores, asfixiantes –a veces hasta bien intencionados- que no son más que piedras que vamos añadiendo a nuestras mochilas.
    No querer controlar lo que no podemos controlar.
    Hacer de los sucesos experiencias, y de éstas obtener enseñanzas que mejoren nuestra existencia.
    Amarnos, respetarnos, cuidarnos.

  • Haz la luz

    Presta atención:

    "En principio creó Elokim los cielos con la tierra.
    (2) Y la tierra estaba informe y desordenada, y había tinieblas sobre la faz del abismo, y el soplo de Elokim se deslizaba sobre la faz de las aguas.
    (3) Dijo Elokim: ‘Sea la luz’, y fue la luz.
    (4) Elokim vio que la luz es buena, y separó Elokim la luz de las tinieblas.
    (5) Elokim llamó a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y fue la mañana, día uno."
    (Bereshit / Génesis 1:1-5)

    Había oscuridad, caos, confusión, tinieblas, desorden, abismos, el mundo de la impotencia en términos de los humanos, el pan que alimento al EGO (Ietzer haRá, tendencia a lo negativo)
    Allí surcó la palabra que trajo la luz.
    La luz que era buena, que sirvió para establecer un antes y un después.
    Gracias a la palabra que hizo la luz, donde había EREV (penumbras, noche, confusión, mezcolanza) apareció el BOKER (mañana, claridad, discernimiento).

    Sí, la palabra.
    La que establece orden, armoniza, tiende puentes, comunica auténticamente, la que es constructora de Shalom.
    No el barullo, ni la palabrería, ni la jerigonza, ni la cháchara, que son instrumentos del EGO para sostener el reino de la oscuridad.
    Tampoco esa pesada voz que nos habla muda en nuestro interior con acusaciones, desconfianza, falta de poder, culpas, abandono, flaccidez, debilidad, vulnerabilidad; o que nos hace creer todopoderosos, tocados por una varita mágica, insustituibles, carentes de error, pero no deja de ser una fantasía que tapa la amarga realidad de nuestra inoperancia e impotencia.

    Nuestra mente puede estar bullendo con datos desordenados, sensaciones que no fluyen, dudas sin plantear, prejuicios, temores, emociones estancadas, creencias no analizadas para doblegarlas, ideas atrapadas, vergüenzas inconcebibles pero presentes, angustias, sentimiento de culpa, palabras que están escondidas o encerradas, que nos mantienen prisioneros de celditas endebles pero que sentimos como poderosas e inquebrantables.

    Palabras que están silenciadas, reprimidas, esclavizadas al EGO, y que al no encontrar expresión no corren la oscuridad ni dan paso a esa luz que da vida.
    Nos quedamos encerrados, en soledad, como abandonados, sintiendo que nadie nos comprende y que nadie pasa por lo que nosotros.
    Nos sentimos en esa situación de impotencia que parece no tener punto final ni manera de ser superada.

    ¿Qué pasaría si te adueñaras de tu voz y materializarás palabras de Shalom?
    No precisas estar por completo seguro, ni afirmado en tus ideas, con esbozar tu mundo interior a través de la Comunicación Auténtica (CA) sería suficiente (en un principio).

    Recuerda:

    1. Sé claro, preciso, concreto.
    2. Sé respetuoso y no admitas que te falten el respeto.
    3. Sé auténtico.
    4. No supongas, pregunta.

    Es un camino diferente, mejor, saludable, al que impone el EGO con sus llantos, gritos, pataleos y desconexiones de la realidad (con todos sus derivados).
    Porque, con el EGO se mantiene o intensifica la confusión, el caos, el dolor, el miedo, la impotencia. En tanto, con el hablar a través de la CA hay luz, e incluso una pequeñita llamita permite hacer multitud de refacciones al daño de la oscuridad.

    A veces te darás cuenta que si lo sacas fuera, con CA, lo que en tu interior aparecía como un monstruo terrible e imbatible en realidad suena a hueco, cuco de cuento, algo irrisorio, falto de sentido, sin ningún dominio sobre ti.

    En ocasiones advertirás que no provoca esos efectos devastadores que tanto temías.

    Otras, encontrarás que no es del agrado del otro, que reaccionará como quiera/pueda; tú sabes que no tienes el control sobre el otro y sus reacciones, pero si es necesario y correcto decir lo que tenías guardado, no debería permanecer silenciado, y asumir las consecuencias con saludable responsabilidad. Sí, seguramente que las desavenencias son parte de la relación humana, ¿y qué?

    Otras, comprenderás que hay gente en sintonía contigo, que armonizan, que tienes entendimiento y no lo creías antes de usar la CA.

    Entonces, ¿a cuánto estás de hacer la luz?

    ——

    En estos momentos amargos para la nación judía, en donde el Estado de Israel está siendo atacado desde diversos frentes, con agresiones de todo tipo tales como cohetes lanzados constantemente sobre poblaciones civiles, secuestro de jovencitos, asesinato de indefensos, mentiras difundidas por los medios masivos de desinformación, protestas incoherentes ante embajadas, violación de sinagogas, etc., es una buena oportunidad para que aportes de tu parte en la construcción de Shalom a través de la palabra.
    Infórmate, aprende, comprende, no te dejes conducir por los ejecutores del caos, no quedes en silencio, comparte la verdad, brinda datos, desbarata mentiras, confronta a los embaucadores con hechos ciertos, haz tú la diferencia siendo hacedor de luz.

    Créelo, porque lo digo yo

    Una persona me acaba de enviar este email:

    “HOLA QUE DIOS TE BENDIGA.JESÚS no es un idolo, El es el HIJO del ETERNO, (JESÚS es el León de la tribu de Judáh) CREELO – que El ES –“

    ¿Podrías analizarlo y sacar algunas ideas que fueran beneficiosas para todos nosotros?
    ¿Habría manera de ayudar a quien lo envió?
    ¿Por qué nos remitió estas creencias a nosotros, sin haberlo solicitado ni requerido?
    ¿Qué puedes tú añadir?

    Gracias por participar.
    Hasta luego.

    Una de esas frases…

    Alguien publicó hace un rato esto en su FB:

    NO PODEMOS CAMBIAR EL PASADO… SOLO PODEMOS APRENDER DE NUESTROS ERRORES, EVALUAR NUESTRO PRESENTE Y ORAR PARA QUE NUESTRO FUTURO SE ACERQUE A LO SOÑADO.

    ¿Estás de acuerdo?
    ¿Cambiarías algo? ¿Qué?
    ¿Agregarías algo? ¿Qué?
    ¿Quitarías algo? ¿Qué?
    ¿Podrías decir una idea similar, o perfeccionada, en siete palabras exactamente?

    Sé analítico, reflexivo, intenso, sensible, amplio, profundo, drástico, espiritual (¡que no religioso!), por favor.

    Gracias.