Todas las entradas de: Yehuda Ribco

El santo motivo para la caridad

“Dar monedas para Caridad salva a la persona de la mala inclinación” (rab Najman De Breslov)

Vi a una persona publicar esta frase en Facebook.
Y yo, desde mi ingenuidad, desde mi ignorancia, desde mi escasa perspectiva comenté:

“Pensé que uno daba caridad por una cuestión ética, para ayudar a una persona necesitada. Porque es bueno y justo ayudar a quien lo precisa. Porque es una condición básica de la persona el querer auxiliar a quien esté en impotencia. Porque es un reclamo que sale del espíritu puro que Dios nos ha concedido.
O tal vez, porque uno es judío y quiere cumplir con uno de los mandamientos para los judíos que es el de la caridad.

No me había dado cuenta de que en realidad el dar caridad es un negocito que uno hace con Dios, o vaya uno a saber con quién. Por medio de este negocito uno se “salva” de su mala inclinación.
Así que la próxima vez que dé caridad no será por ética, ni por bondad, ni por justicia, ni por misericordia, ni por deber, ni por mandamiento, sino por simple, llano, puro egoísmo, porque me quiero “salvar” de que me ocurran cosas malas.

Sí, ¡qué suerte que me di cuenta a tiempo!
Solo para salvarme, para satisfacerme, para beneficiarme, para obtener algo a cambio, solo por eso haré bondades u obras de justicia.
Sí… qué bueno que estas ideas New Age, con ropajes de lo que se cree es judío, están tan al alcance de la mano y son tan compartidas por la gente en las redes sociales.
Porque de no ser así, ¿cómo habría de salvarme de la mala inclinación?”

No sé porqué la buena persona borró mi comentario de su post… no sé porqué…

(Nota 1: El comentario fue borrado, por tanto lo que publiqué ahora es la idea no el contenido exacto de mis modestas y torpes ideas.
Nota 2: Seguramente que un estudio en su contexto y con herramientas correctas dará una mejor idea de lo que tal vez quiso expresar el rabino, pero como fue citado y lo que se espera con una cita al estilo, pues… eso…).

Mesiánico Isaías

Mashiaj/Mesías (Cristo, según el idioma griego), quiere decir en hebreo “ungido”, es decir, aquel al cual un profeta del Eterno le ha vertido aceite de unción para proclamarlo de esa forma como rey.
Si atiendes bien, Mashiaj es un sinónimo de rey. Por lo general, rey de la nación judía, del estado judío.
En la historia hubo varios, quizás los más famosos sean los tres primeros reyes del reino de Israel-Yehuda, que fueron Shaúl, David y Shlomó. No fueron los únicos, solo los primeros y más reconocidos.

Actualmente, cuando mencionamos Mashiaj, de inmediato lo asociamos con aquel gobernador que provendrá de la familia de David y estará liderando la Era Mesiánica. Una época diferente a todas las anteriores, según se comenta entre la gente.

Ese Mashiaj esperado, así como su Era, fueron profetizados por verdaderos profetas del Eterno, cuyas profecías se registran en el Tanaj (que es la mal llamada “Bilblia Hebrea”).
Para no tropezar a causa de la ignorancia, para no dejarse llevar por suposiciones que no tienen base, para no desviarse de la senda correcta por culpa de buenas intenciones pero faltas de entendimiento, te propongo que vayamos viendo algunas pautas claras y certeras.
Por tanto, es en el Tanaj, y en las interpretaciones que le acompañan desde hace milenios en el seno de su nación propietaria (la judía), donde tendremos los datos para corroborar acerca de la identidad del Mashiaj y de su Era.

Aquellos que son propuestos como Mashiaj deben cumplir con las profecías que corresponden realmente a él. Si alguna de las profecías no se cumple, esa persona no es el Mashiaj. Porque las profecías positivas, de acontecimientos buenos, deben ser cumplidas exactamente con sus detalles, de lo contrario no es cumplimiento profético.
Por ejemplo, si un profeta dijera que las cosas se presentarán de la siguiente manera: A – B – C; y más tarde pasa A, luego C, y por último B; se han dado las tres cosas, pero no en el orden necesario, por tanto NO se ha cumplido la profecía. Si pasa A, luego B y no ocurre C sino D, entonces tampoco se ha cumplido la profecía. Aunque sea un detalle el que falte o está modificado, eso ya inhabilita para ser reconocido como cumplimiento de la profecía.
Sea en temas referidos al Masiaj, a la época del Mashiaj, o a cualquier otro, los hechos deben encajar perfectamente en la descripción hecha en los textos realmente proféticos.

Con esto en mente, veamos la siguiente profecía.

"(2) Acontecerá en los últimos días que el monte de la casa del Eterno será establecido como cabeza de los montes, y será elevado más que las colinas; y correrán a él todas las naciones.
(3) Muchos pueblos vendrán y dirán: ‘Venid, subamos al monte del Eterno, a la casa del Elokim de Iaacov [Jacob], para que él nos enseñe sus caminos, y nosotros caminemos por sus sendas.’ Porque de Tzión [Sion] saldrá la enseñanza, y de Ierushalaim [Jerusalén] la palabra del Eterno.
(4) Él juzgará entre las naciones y arbitrará entre muchos pueblos. Y convertirán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en podaderas. No alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra."

(Ieshaiá / Isaías 2:2-4)

Profecía clásica, muy conocida, netamente definitoria de la Era Mesiánica y en parte del Mashiaj.
Es del gran profeta Ieshaiá/Isaías, uno de los más conocidos y repetidos, pero también de los más desvirtuados por falsas traducciones y aberrantes interpretaciones.
(Para ejemplo de cómo se le ha maltratado al pobre texto profético, te recomiendo este link).

Vayamos viendo por partes.

Últimos días”.
En hebreo el profeta dijo “ajarit haiamim”, “haiamim” son “los días”.
”Ajarit” que se traduce habitualmente como “últimos”, no debemos entenderlo que se termina algo y no hay nada después. Sino, al contrario, quiere decir “posterior”, “porvenir” y “posteridad”.
Por ejemplo: "Porque Yo sé los planes que tengo acerca de vosotros, dice el Eterno, planes de bienestar y no de mal, para daros (AJARIT) porvenir y esperanza." (Irmiá / Jeremías 29:11).
Es una manera tradicional para denominar a la Era Mesiánica, en la cual se nos indica que habrá un quiebre, un verdadero cambio a como fue la época anterior.
NO es un cambio de calendario, sino una modificación sustancial , que hace reconocer que lo siguiente no es una copia a lo anterior.
Ya veremos que es el propio Ieshaiá el que nos brinda información acerca de las cualidades que hacen diferente a esta Era.

monte de la casa del Eterno”.
Es el monte Moriá, el monte del Templo. Donde en épocas del profeta estaba edificado el primer Templo del Eterno, obra del rey Shlomó.
Donde más tarde se construyó el segundo Templo en Su honor.
Donde hoy día se encuentra el Kotel HaMaarabi, el Muro Occidental o de los Lamentos y por detrás el imperialismo musulmán ha usurpado el sitio del Eterno para construir sus propias cosas que contrarían la Voluntad del Eterno.
El corazón de Jerusalén.

será establecido como cabeza de los montes”.
Desde los comienzos de los tiempos, las religiones asociaron las cimas de las montañas con moradas de dioses, por eso construían allí sus templos o imaginaban que había portales hacia los cielos.
El pueblo judío sabía perfectamente que el Eterno está en todos lados, siempre, que no es preciso un templo coronando un monte para establecer una relación sagrada con el Eterno.
Tal como Shlomó se encargó de decir al momento de inaugurar el primer templo dedicado al Eterno: "¿es verdad que Elokim ha de habitar sobre la tierra? He aquí, los cielos y los cielos de los cielos no te pueden contener. ¡Cuánto menos este templo que he edificado!" (1 Melajim / I Reyes 8:27).
Sin embargo, fue construido el Templo en la cima de un monte.
No por Dios, no para Dios, no porque es el único lugar donde conversar con Él, sino porque es el hombre el que lo precisaba, el hombre el que necesita de ciertos rituales y símbolos para poder enfocarse.
Entonces, ¿qué nos dice Ieshaía?
Que en la Era Mesiánica el monte del Templo será el que convoque, el buscado, el valorado como único sagrado.
Estará por encima, metafóricamente, del Olimpo, del Gólgota, del Kailas, de las cinco montañas sagradas del Taoísmo, del Culiacan, del Fuji, del Nebó, de las Machu Picchu y Huayna Picchu, del Montserrat, del Kailash, del Salkantay, del Songshang, del Asgard, del Croagh Patrick, del Uhlu, de las pirámides (en sus variadas presentaciones), etc.

y correrán a él todas las naciones”.
Hacia el monte del Templo, hacia el Templo del Eterno estarán dirigidas las miradas del mundo, no hacia los dioses, ni las religiones, ni las otras doctrinas “religiosas”.
Peregrinos interminables irán hacia Jerusalén, de todas las naciones, manteniendo su identidad nacional, sin convertirse a judíos, sin hacerse pasar por judíos, sin adoptar para sí la nacionalidad judía. Los gentiles fluirán como ríos interminables hacia el monte del Templo.
No unos miles, no unos millones, no unos cuantos de grupos religiosos particulares, sino que hacia él vendrán todas las naciones, sin distinciones, sin disensiones.
Ya no más peregrinos hacia Santiago de Compostela, ni al Vaticano, ni a la Meca, ni a gurús mágicos en la India. Sino que las naciones guiarán sus pasos de manera fluida hacia el monte del Templo, en Ierushalaim.

Muchos pueblos vendrán y dirán: ‘Venid, subamos al monte del Eterno”.
Entre los gentiles se animan unos a otros a concurrir hacia el monte del Templo.
Lo que representa que habrá entendimiento entre las naciones, paz, camaradería, sentido de unidad dentro de las diferencias culturales e históricas.
Notamos aquí un cuarto cambio importante de la Era Mesiánica con las anteriores:

  1. Centralidad de Jerusalén para todas las naciones.
  2. Preponderancia de la espiritualidad de acuerdo a lo dictado por el Eterno y no de acuerdo a las religiones (todas ellas producto del EGO).
  3. Peregrinación masiva de gentiles a Jerusalén, al monte del Templo.
  4. Entendimiento entre las naciones.

Recuerda que estamos analizando una profecía mesiánica verdadera.
Hasta ahora hemos dado unos poquitos datos, pero que se tienen que comprobar en la realidad, en los hechos, para que de esa forma se reconozca que se está realmente en la Era Mesiánica o no.
Ya a esta altura seguramente habrás descartado a todos los presuntos “redentores” que el mundo ha ofrecido, puesto que estos cuatro elementos que recién mencionamos nunca se han dado en la historia humana, ni siquiera por un breve lapso de tiempo.

“a la casa del Elokim de Iaacov [Jacob]”.
Con claridad los gentiles que vienen peregrinando al monte del Templo están buscando al Eterno, no al dios cristiano, ni al musulmán, ni al agnóstico, ni a cualquiera otra representación de la divinidad. Solamente al Eterno, el del Tanaj, el que acompaña al pueblo judío desde hace milenios.
No buscarán a Jesús, ni a Alá, ni a cualquier otro dios que no es Dios.
Porque identifican con precisión al Eterno como el Dios de Iaacov. No como el de Abraham, porque de él salieron naciones idolátricas. No como el de Itzjac, porque también de él salieron naciones idolátricas. Sino como el de Iaacov, porque todos sus directos descendientes se mantuvieron leales al Eterno. El Dios de Israel.
El mismo Dios que se apareciera al patriarca en sueños, en aquel mismo lugar muchos siglos antes, para decirle:

"Y he aquí que el Eterno estaba parado a la cabecera de él y dijo: -Yo soy el Eterno, el Elokim de tu padre Avraham [Abraham] y el Elokim de Itzjac [Isaac]. La tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia.
Tus descendientes serán como el polvo de la tierra. Te extenderás al occidente, al oriente, al norte y al sur, y en ti y en tu descendencia serán benditas todas las familias de la tierra.
He aquí que Yo estoy contigo; Yo te guardaré por dondequiera que vayas y te haré volver a esta tierra. No te abandonaré hasta que haya hecho lo que te he dicho.
Iaacov [Jacob] despertó de su sueño y dijo: -¡Ciertamente el Eterno está presente en este lugar, y yo no lo sabía!
Él tuvo miedo y dijo: -¡Cuán imponente es este lugar! No es otra cosa que casa de Elokim y puerta del cielo."

(Bereshit / Génesis 28:13-17)

Todo este pasaje está vinculado intensamente con el verso de Isaías que estamos estudiando.
Reconocer los datos que vibran en uno y otro no es el tema de este texto, pero te aconsejo que cuando quieras lo analices tú y verás grandes enseñanzas.

“que él nos enseñe sus caminos, y nosotros caminemos por sus sendas”.
Vienen las naciones al monte del Templo para que el Mashiaj actúe como maestro.
El Mashiaj indicará que conozcan y cumplan con los siete mandamientos de las naciones, y les hablará con sabiduría, con plenitud, para que las enseñanzas sean entendidas, aprendidas y aplicadas.
NO será una conversión masiva y universal de gentiles hacia el judaísmo, porque no es necesario, ni es lo profetizado. Más bien, será el retorno de los gentiles a su propia senda, el despertar colectivo de la conciencia espiritual, el amor y respeto por su propia espiritualidad, la que conocemos como noájica (de los benei noaj).
Los gentiles por fin habrán quitado el yugo del EGO de sus mentes y corazones, entonces podrán atender y entender el mensaje sencillo y perfecto que Dios mantiene para ellos.
Los Siete Mandamientos para las Naciones serán el código de ética esencial para todas las naciones, así andarán por las sendas que el Mashiaj les señale, en concordancia con lo que es la Voluntad del Eterno.

“Porque de Tzión [Sion] saldrá la enseñanza, y de Ierushalaim [Jerusalén] la palabra del Eterno.”.
Efectivamente ya no se pretenderá revelaciones místicas de gurús, apóstoles, santos de religiones o cosas parecidas, sino que se tomará como pan espiritual la enseñanza (Torá) que saldrá de Tzión, que es el corazón del corazón de Jerusalén.
Ya los dioses no tendrán ningún valor, tal como tampoco las religiones.
Se buscará a Dios y su palabra, la cual sabiamente será pronunciada por el maestro Mashiaj.
Obviamente que no habrá cambios a la Torá de Sinaí, esa que los judíos tenemos desde el 1313 AEC hasta la actualidad, porque no se modifica.
Sino que de Jerusalén se impartirá las enseñanzas, para que cada cual reciba aquello que le es pertinente y adecuado.
La gente estará en busca de su propia identidad espiritual, no de engaños al solitario. Por ello será valiosa la palabra del Eterno, la verídica, la que está dentro del marco de la Torá.

“Él juzgará entre las naciones y arbitrará entre muchos pueblos”.
El Mashiaj será el líder político del mundo, todos querrán su gobierno y dirección.
Él impartirá justicia, él gobernará.
Mira bien, no dejes que te confundan, él Mashiaj es un rey, uno que cumple las funciones de rey plenamente. Su Estado es el judío, pero por elección propia, las naciones lo escogen como líder también. Tal vez cada nación siga con sus representantes, sus propios gobernantes, tal vez siga así. Pero lo que no puede obviarse es que todos pedirán que sea el Mashiaj el que los gobierne, porque comprenderán las ventajas de todo tipo que obtendrán con tan poderosa conducción.
Por ello, no habrá necesidad de corruptas instituciones como la ONU, y sus inquietantes faltas de justicia y ataques a la misericordia. No habrá guerras o terrorismo, puesto que las naciones tendrán un guía que los conduzca con claridad y firmeza por la senda que el Eterno desea para las naciones.
Será pues, una Era de paz, plenitud, entendimiento, solidaridad, conocimiento del Eterno y respeto de Sus leyes.
Tal como concluye la propia profecía: “Y convertirán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en podaderas. No alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra.”.

Agregamos a las cuatro características ya mencionadas:

  1. Centralidad de Jerusalén para todas las naciones.
  2. Preponderancia de la espiritualidad de acuerdo a lo dictado por el Eterno y no de acuerdo a las religiones (todas ellas producto del EGO).
  3. Peregrinación masiva de gentiles a Jerusalén, al monte del Templo.
  4. Entendimiento entre las naciones.
  5. Liderazgo político y práctico del Mashiaj para todas las naciones.
  6. Liderazgo espiritual y cultural del Mashiaj para todas las naciones.
  7. Aceptación de los Siete Mandamientos Universales por las naciones.
  8. Fin de las guerras.
  9. Fin de los conflictos sangrientos entre las naciones.
  10. Dedicación al trabajo productivo, al desarrollo sustentable.

Hasta aquí el estudio de esta profecía.
Coteja con los datos para ver si alguien ha cumplido con todas estas necesarias obras mesiánicas profetizadas.
Si falta aunque sea una, esa persona no fue el Mashiaj profetizado.

Por supuesto que hay más profecías para estudiar, pero hasta aquí llegamos hoy.

Llueve bendición

Si tienes sed y llueve fresca y saludable agua,
lo razonable, lo esperable,
sería que la recogieras para poder saciar tu sed.
Quizás hasta puedas guardar algo para más tarde,
cuando ya no caiga más el sustento desde lo Alto,
mientras esperas con confiada paciencia el próximo aguacero.

Si tienes necesidades materiales y llueven monedas de oro,
creo que no dudarías en tomar algún recipiente,
cuanto más ancho y profundo mejor,
para cargarlo con la dorada provisión celestial
y así estar provistos para el aquí y el mañana.

Si supieras que eres bendito en todo,
que caen sobre ti bendiciones constantes,
pero en lugar de abrir los brazos para recibirlas y gozar con ellas,
de cierto modo te cierras y te abrazas al EGO,
¿qué pensarías?
¿Qué sentirías?
Si te vieras que estás aferrado a él,
adormecido entre sus engaños,
envuelto en sus manipulaciones,
herido por sus agresiones,
mutilado tras sus coletazos,
en sufrimiento y dolor,
lleno de sentimientos de culpa, angustias, miedos y quejosas excusas.
Se diluye el éxito para fortalecerse el fracaso.
Se limitan las ideas para fanatizarse en ciertos dogmas.
Se paraliza el movimiento para detenerse en rituales.
Se esquiva el placer para regodearse en el dolor.
Se inventan excusas para no ser creativo.
Se escapa del amor para torturarse en soledad.
Se escoge al EGO, una y otra vez, en lugar del AMOR.

Allí está, goteando la dicha, la bendición, allí mismo,
hasta en los momentos de mayor perplejidad,
pero no traemos el recipiente para guardarla,
porque estamos llenos de EGO.

El verdadero conocimiento está en la simpleza.
En abrir la conciencia.
En despertar.
Entonces, se deja de pretender dominar aquello que no puede ni debe ser dominado.
Se disfruta de la bendición.

Cuidado con los que dicen hablar en nombre de Dios

En la parashá Ree, continúa Moshé exponiendo la importancia para los judíos de guardar la Torá y cuidar sus mandamientos. Se repiten y amplían normas sobre el kashrut, reglas sobre diferentes dádivas para los pobres y necesitados, así como los shalosh haregalim (Pesaj, Shavuot y Sucot), todos estos preceptos que son dados por Dios expresamente a los hijos de Israel.
En particular, Moshé insiste en enseñarnos que las acciones siempre tienen consecuencias, por lo cual habrá “brajá” o “klalá” (bendición o maldición), de acuerdo a los actos que se realicen.
Las brajot son el resultado de llevar una vida de bondad y justicia, en sintonía con las reglas de la Torá. En tanto que las klalot surgen al descuidar la conducta y así fomentar el caos.
Según interpreta Maimónides (Moré Nebujim III Cap. 12), nuestros mayores y más cotidianos problemas no se deben a causas naturales, o a obra de Dios directamente, sino al accionar del hombre, quien por su ignorancia o por su deseo no hace lo correcto.
Por ello, en el judaísmo de todas las épocas, se nos insiste para que seamos conscientes de lo que hacemos. No dejarnos llevar por opiniones que pueden parecer bonitas, pero que en el fondo son corruptas. Sean ideas a un lado o del otro, más o menos populares, si en su base están enviciadas, debemos cuidarnos de ellas, pues suelen desembocar en sufrimiento.
Se expresa puntualmente en la parashá, que se tenga mucha precaución con los falsos “hombres de Dios”. Aquellos que se presentan como poseedores de grandes conocimientos, que saben manipular con palabras y gestos, armar interesantes espectáculos para atrapar la atención y corazón, decir las promesas o las amenazas que mueven emocionalmente a la gente, pero que no son realmente de Dios, ni desean el bienestar de su audiencia. Por lo general ellos buscan obtener ventajas de sus admiradores. Riqueza, poder, dominio, fama, aprecio, respeto, afecto, cualquier cosa que les satisfaga, para lo cual usarán todo tipo de engaños sin importarles el daño que provoquen a sus seguidores. La Torá nos alerta especialmente sobre ellos.

Como resumen de la parashá escogimos este párrafo que te invitamos a aprender y analizar:

 אֵת כָּל הַדָּבָר אֲשֶׁר אָנֹכִי מְצַוֶּה אֶתְכֶם אֹתוֹ תִשְׁמְרוּ לַעֲשׂוֹת, לֹא תֹסֵף עָלָיו וְלֹא תִגְרַע מִמֶּנּוּ

דברים פרק י"ג, פסוק א

"Tendréis cuidado de hacer todo lo que Yo os mando; no añadiréis a ello, ni quitaréis de ello."
(Devarim / Deuteronomio 13:1)

Ahora, apreciado amigo noájida, ¿cómo crees que este comentario de la Torá judía y de cuestiones netamente referidas a la cultura judía pueden serte de beneficio y bendición para ti?
Me gustará leer tus ideas aquí mismo, como comentario.
Gracias.

El “tesoro” encontrado

Un día te vuelves a poner ese viejo saco (chaqueta), lo tenías escondido en un rincón de tu armario. Al ponértelo te das cuenta de que ha pasado el tiempo, engordaste un poco, te queda un tanto apretado, bueno, en realidad bastante ajustado al punto que te cuesta respirar.
Entonces se te ocurre ponerte a dieta, hacer el ejercicio que tantas veces prometiste empezar el lunes (junto con la dieta) pero luego caes a tierra y de manera madura decides que es mejor donarlo para que algún necesitado lo aproveche.
En eso, metes la mano en el bolsillo y te encuentras un billete olvidado.
Es uno de esos de baja denominación, seguramente que no te harás rico, ni siquiera pagarás una merienda con él. Sin embargo, te alegras bastante, por no decir mucho.
¡Qué cosa!
Si tienes unos cinco o seis billetes igualitos en la billetera, desde allí se asoman a saludarte casi a diario, pero a ti no te alegran como ese viejo billete encontrado luego de haberse olvidado.
¿Por qué será?
¿Me ayudas a pensarlo?
Te agradezco.

Y si fuera una pepita de oro, o algo de inestimable valor que extraviaste y ahora encontraste, ¿cuánta sería tu sorpresa y regocijo?

Como tarea complementaria, ¿te animas a relacionar esto con el noajismo para los gentiles, el judaísmo para los judíos, el Yo Esencial para todos, y cómo mejorar tu vida y la de quienes te rodean?

¿Pregúntale a tu hijo?

"…שאל אביך ויגדך זקניך ויאמרו לך”
(Devarim/Deuteronomio 32:7)

Enseñamos muchas veces acerca del valor de la pregunta.
Enseñamos a preguntar, a no quedarnos con el preconcepto, con la idea repetida, con el lema, con seguir a la masa.
Enseñamos que la pregunta es una forma de ejercer la libertad y de hacernos libres de cadenas, en principio de las del EGO con sus agresiones y falsedades.
El esclavo no pregunta, repite, grita, llora, afirma, se queja, insulta, apresa, inmoviliza, memoriza, ritualiza, hiere y mata muriendo.

El EGO no quiere que formules preguntas verdaderas, sino que seas una persona oscura, ignorante, necia, que repite de memoria, que rechaza el pensamiento, que se resiste al cambio positivo, que huye de lo que le puede llevar a despertar si conciencia.
Entonces, las preguntas son sometidas a escarnio, a silencio, a excomunión, a burla, a ridículo, a cualquier forma de agresión para mantenerlas apartadas y enmudecidas.
Pero también, una estrategia muy astuta del EGO es incentivar a que sean dichas ciertas preguntas, que no son tales en realidad. Son afirmaciones entre símbolos de interrogación, o violencia encubierta, o más de lo mismo pero con apariencia de redención. Es que, con hábil maldad, no hay peor cárcel que aquella que simula ser libertad.

En la tradicional fiesta de la libertad, que es Pesaj en el pueblo judío, las preguntas tienen un rol central.
Como ya lo hemos explicado en numerosas ocasiones, es suficiente ahora solamente recordarlo.
En la típica celebración judía de la noche de Pesaj son leídos unos párrafos muy interesantes, que te transcribo a continuación:

Bendito es Dios, bendito es Él.  Bendito es quien entregó la Torá a Su pueblo Israel.  Bendito es Él.

Referente a cuatro hijos habló la Torá: uno sabio, uno malvado, uno simple y uno que no sabe preguntar.

El sabio ¿qué es lo que dice?: "¿Qué son estos testimonios y leyes y reglas que les ordenó Eterno, nuestro Dios, a ustedes?" (Devarim/Deuteronomio 6:20).  Entonces tú también le dirás las leyes de Pésaj: no se debe comer después del sacrificio de Pésaj ningún alimento.

El malvado ¿qué es lo que dice?: "¿Qué es todo este ritual para ustedes?" (Shemot/Éxodo 12:26). "Para ustedes" – y no para él.  Y por cuanto que se excluyó de la comunidad negó lo principal.  Entonces tú también muévele los dientes y dile: "Por esto, es que Dios hizo por mí, cuando salí de Egipto" (Shemot/Éxodo 13:8).  "Por mí" – y no por él.  Si hubiera estado allí no hubiese sido redimido.

El simple ¿qué es lo que dice?: "¿Qué es esto?" (Shemot/Éxodo 13:14).  Y tú le dirás: "Con mano fuerte nos sacó Dios de Egipto, de una casa de esclavitud" (Shemot/Éxodo 13:14).

Y al que no sabe preguntar, tú lo motivarás.  Como está escrito: "Y le relatarás a tu hijo en ese día diciendo: Por esto es que Dios hizo por mí, cuando salí de Egipto" (Shemot/Éxodo 13:8).

Referente a CUATRO hijos habló la Torá, no a tres, no a cinco, sino a cuatro.
El sabio, aquel que sabe porque ha leído y acumulado datos.
El malvado, que es una persona con ánimo rebelde, inquieto, que no desea mantenerse apegado a su tradición.
El simple, que le dicen y recibe con simpleza.
El que no sabe preguntar, que es un misterio realmente el porqué es así. ¿Es indiferente? ¿Pasivo? ¿Ausente? ¿Tonto? ¿Irracional? ¿Temeroso hasta de preguntar? ¿Aún pequeño? ¿Sometido? ¿Silenciado por sus padres? ¿Esclavo? ¿Negador? ¿Pasivo agresivo? ¿Afirmador de sus propios lemas? ¿Sufrió tanto que ya no tiene fuerzas para preguntar? Varias son las conjeturas, a veces mencionamos unas, otras veces otras, es que es un misterio para nosotros poder identificarlo cabalmente.

Quisiera ahora relacionar esto brevemente con un texto que escribimos un corto tiempo atrás, en el cual mencionamos cuatro conductas/actitudes de los padres que llevan a sus hijos a callar sus preguntas, a esconderlas, a olvidarlas y finalmente a no preguntar.
Se adiestra a borrar la capacidad de preguntar por medio de:

  1. Violencia, física, verbal, real, simbólica, concreta, amenazas, etc.
  2. Mentiras, engaños, falsedad, etc., que más pronto que tarde el niño percibe como tales y le hace perder la confianza en sus padres/adultos.
  3. Dando al niño información de contenido correcto pero inapropiada para su edad, comprensión, madurez, capacidad intelectual/emocional que lo lleva a sentirse tonto, incapaz, inadaptado, poco listo, abrumado, etc.
  4. Callando al niño al saturarlo con “entre-tenimientos”, diversión, actividades, de modo tal que no hay diálogo, ni interno ni con el otro.

Te recomiendo que leas el texto, si quieres comprender mejor estas cuatro modalidades, con mayores detalles y con ejemplos.

Según nos parece ver, estos cuatro se corresponden perfectamente con los cuatro hijos mencionados en la Torá y descritos en el ritual de la noche de Pesaj.
Es nuestra idea, nos sirve para pensar, para mejorar nuestra conducta, si te sirve a ti también, me alegro mucho.
Veámosla rápidamente.

El sabio, probablemente fuera el niño sometido a información desproporcionada para su momento. Los adultos le brindaban “la verdad” sin considerar cuanto podría él absorber, cuanto bien le haría, sin respetar sus tiempos y procesos. El problema no estaba en él, sino en lo que le ofrecían los adultos, que era como dura carne para un niño de pecho al cual solamente habría que alimentar con leche materna. ¿Cómo esperar que se nutra si no tiene aún la madurez y la capacidad apropiada? Así aprendió que los “grandes” eran inteligentes, solo ellos sabían, solo en ellos se podía confiar; pero él, él era un pobrecito, incapaz, un poco lento de comprensión, al cual le daban en bandeja regalos de sabiduría para los cuales no tenía aptitud ni talento.
Entonces se esmeró por hacer un buen papel ante los mayores. Era el alumno que traía siempre la tarea, sea acordaba de cada detalle, repasaba las lecciones para no perder ni una letra a la hora de recitarlas de memoria, revoloteaba en torno a sus maestros para halagarles, buscaba la perfección para “aparentar” esa inteligencia que sentía no tener pero que le era imprescindible para supuestamente obtener el cariño y respeto de los mayores. Por ello, cuando alguna vez las calificaciones en el colegio no eran perfectas, cuando alguien le señalaba algún error, estallaba en confusión, llantos, quejas, reclamos, odio… es que su vida depende de parecer perfecto, de parecer inteligente, de parecer amoroso, porque siente que si no lo es perderá rápidamente todo, especialmente a los adultos que tanto ama pero que le hacen sentir incorrecto si no llega a la perfección.
¿Entiendes el tremendo drama de este chico “perfecto”?
Se hunde en terrores de solo imaginar que no es tan inteligente, ni sobresaliente, ni brillante, ni ordenado, ni… el más mínimo desliz es la demostración suficiente de su incapacidad, de su estupidez, de que no vale nada, NADA. A ese punto llega el pobre, que no pregunta en realidad lo que desea para aprender, sino solamente para agradar al adulto.
En ello pasa su tiempo, en aparentar para agradar.
Sin dudas es “sabio”, porque se tragó libros y páginas de internet, pero no se siente sabio (a no ser que tenga problemas muy graves y el personaje se haya comido a la persona), sino que es un actor en la vida real. Pero no es sabio, ni feliz, ni tiene tranquilidad o armonía. Habría que ayudarlo a romper un poco los esquemas, a olvidar un rato, a ensuciarse con helado la falda, a correr bajo la lluvia, a dormirse y llegar tarde un día al colegio… algo para que disfrute el error que le dará libertad.
¿Quieres que tu hijo sea así?
¿Eres tú así?
Porque de los cuatro hijos en principio parecería ser el ideal, pero al poco de analizarlo desde esta perspectiva (no desde otra, de ésta), no es tan favorable lo que percibimos.

El rebelde ha sido el hijo sometido a algún tipo de violencia para negarle la posibilidad de preguntar. En su momento quiso preguntar, pero lo callaron, por las buenas o por las malas. Con amenazas, golpes, castigos, intimidación, falta de paciencia, “shhhh, quiero ver el partido/informativo en la tele”, “los chicos no hablan cuando los grandes conversan”, “esas cosas no se dicen”, y asuntos por el estilo. En su momento no tuvo más remedio que callarse o ser apaleado de alguna que otra forma. Por ahí aprendió bien la mala lección y se guardó sus palabras y dudas, hasta olvidar como era eso de preguntar. O por ahí cuando creció y tuvo un poco más de fuerza física, y sus mayores ya no le podían atemorizar tanto, entonces su deseo de preguntar estaba atrofiado, mal formado, desencaminado. Dispara preguntas pero no para obtener claridad, sino como instrumento de manipulación/agresión. No quiere saber, no le interesa sacarse dudas o llegar a cierta comprensión, sino tan solo atacar entre signos de interrogación.
Podemos tener cierta consideración por esta conducta al saber de su (tal vez) sufrido pasado, pobre niño que fue víctima de otro tipo de abuso, sin embargo, esa consideración no es en modo alguno permiso para que sea violento, irrespetuoso, sádico, malvado. El límite debe ser claro y tolerar la maldad no es contribuir con su mejoramiento o libertad, ni con el establecimiento del shalom en el mundo.

El simple, pensamos que es el niño que era engañado por sus padres. Le hacían creer en magia y superstición, en poderes y encantamientos, en cualquier cosa que viniera a gusto y favor de los padres. Probablemente se dio cuenta, conscientemente o no, de que le estaban timando sus propios padres, abuelos, clérigos, maestros, con todas las fantasías, mitos, cuentos huecos pero consagrados como santos, y para no sentirse terrible (disonancia cognitiva) pasó él también a formar parte del rebaño de los que dejan de preguntar para aprender y se convierte en los que repiten rituales y lemas para no sufrir. Pregunta a sus mayores para que le digan qué hacer, cómo actuar, qué pensar, qué odiar, a quién amar, qué rezar, qué quiere, quién es. Pregunta para NO saber, pues si sabe sufre. Es simple, porque si se complica en el camino de la libertad siente que estropeara esa precaria estabilidad en la que se encuentra. Es una ovejita más, propicia para cualquier pastor ignorante y ladrón que le quiera manipular. Es un religioso más, de cualquier religión, que hasta cuando quiere ser libre decide someterse a la vieja y conocida mentira.

El que no sabe preguntar, que como dijimos es para nosotros un misterio cómo definirlo, encaja en aquel niño que fue puesto en el limbo por sus padres. La tele fue su amiga y maestra, o las redes sociales, o las consolas de juegos, o los amigotes de la calle, o vaya uno saber quien. Pero encajonado para que no moleste, obturado, enmudecido, empaquetado, que no dé señales de vida y entonces todo está bien. Entonces, no pregunta y es un misterio para nosotros… A mí me da pena y al mismo tiempo mucho temor, ¿qué estará pensando, sintiendo, queriendo hacer?

Bien, hemos cotejado los cuatro hijos con las cuatro modalidades de cancelar en ellos la pregunta verdadera.
Además de estar lejos de su Yo Auténtico, obstaculizados en aprender a través de preguntar, actuando papeles que les esclavizan, difícilmente siendo creativos y originales, ¿podrán ser felices?

Ahora, ¿qué puedes tú hacer con esta información?
¿Te sirve para perfeccionar tu vida como constructor de shalom?
¿Podrás vivir mejor ahora?
¿Serás más constante y real en tu bondad y justicia?
¿Ayudarás a crecer y a creer y a crear a tus hijos?

Me encarará leer tus comentarios aquí debajo.
Gracias por acompañarme hasta aquí y por lo que contribuirás.

—-

Algunos textos para continuar aprendiendo:

http://serjudio.com/exclusivo/cterapia/la-pregunta

http://serjudio.com/exclusivo/cterapia/fiesta-de-las-preguntas

http://serjudio.com/personas/etica/el-que-no-sabe-preguntar

http://serjudio.com/personas/etica/pesaj-la-libertad-al-alcance-de-tu-boca

http://serjudio.com/personas/etica/preguntas

Especialmente: http://fulvida.com/id-noajica/familia/el-nio-que-preguntaba-demasiado

Desilusión

¿Cuántas cosas no has intentado por miedo a desilusionarte?
¿De cuántas te has privado?
¿Qué dejaste pasar sin siquiera intentar?
¿Qué de oportunidades se escurrieron con la excusa de no querer sufrir una desilusión?
¿Cuántas preguntas no formuladas, afirmaciones no dichas, deseos no compartidos, dudas no evaporadas, solamente por no penar a causa de la temida desilusión?
En las relaciones conyugales, al encarar una nueva relación sentimental, con amigos, con los hijos/padres, con la familia, en los negocios, en trámites, con tu mascota, con el vecino, con Dios, con tu dios, contigo mismo, en cualquier momento, y lugar, y ocasión, y relación…
¿Te suena conocido?

Supongo que sí, a todos nos pasa.

En teoría, la mejor manera de no desilusionarte es no ilusionarte.
Porque, ¿qué es la desilusión sino el fracaso en materializar una ilusión?
Como marca el diccionario: “impresión que se experimenta cuando alguna cosa no responde a las expectativas que se habían creado”.
Te imaginas algo, sientes que lo alcanzarás, te llenas de esperanzas y seguridad de lograrlo, se convierte en una “verdad” para ti aunque nada la sustente en la realidad, esa es la ilusión, la torpe fe. El aire que hincha tu globo y que ante el mínimo rasguño está pronto para estallar y sumergirse en la impotencia.

Si no te haces expectativas,
si no te embarcas en imaginar futuros que se forjan de acuerdo a tu deseo,
si no tienes la creencia de que tu pensamiento por sí mismo fabrica mágicamente lo que apeteces, 
si no pretendes controlar aquello que no está bajo tu control,
difícilmente sufras desengaños.
Sin ilusión es imposible que haya desilusión.
Es claro, es comprobable, pero es tan difícil de alcanzar…

¿Cómo hacer para eliminar el deseo?
¿Es bueno que no deseemos?
¿Es humano dejar de esperar, imaginarnos algo y desearlo?
¿Es posible vivir de tal modo que nunca nos hagamos expectativas?

Otro método, más práctico, eficiente, acorde con nuestra naturaleza, es el de vivir plenamente el aquí y ahora, sin fabricarse expectativas a futuro. Por cierto, proyectando el día de mañana y posteriores, siendo precavidos para no consumir hoy todas las reservas, pero no limitando la experiencia actual por fantasías futuras, sean éstas positivas o negativas.
Cuando vivimos de esta manera, todo lo que nos provee el presente es un regalo (un presente).
Si trae 100%, ¡qué bueno!
Pero también será bueno si es 75, 40, 23, 2 o 1.
Todo es ganancia, todo es beneficio, todo suma para la alegría.
Porque uno no pretendía controlar el futuro, ni al cosmos, ni al prójimo para hacer que las cosas fueran tal y como uno fantaseaba. Entonces, no hay desilusión, ni hay desengaño, no hay desesperanza, no hay quejas, no hay reclamos, sino agradecimiento, usufructo saludable, bienestar.
Y si el aquí y ahora no nos trae cosas placenteras, sino malestar, dolor, miseria, enfermedad, lo que fuera que no entra dentro del marco de lo bueno; igualmente al no haber tenido ilusiones de control previas, el sufrimiento es menor.
Porque, a lo malo obtenido no se le suma el sentimiento de decepción, de fracaso, de haberse ilusionado para luego toparse con la dura muralla de la realidad que nos demuestra que tan poquito controlamos, que tan delirante es creernos con un poder que no nos pertenece.
¿Comprendes la idea?

Agradeces el 1 tal como el 100%.
Disfrutas uno y el otro.
No tienes nada para perder, sino que es todo para ganar.

Y si el resultado es adverso, no padecerás además de la desilusión, sino tan solo de aquello que te amarga por ser negativo.

Por supuesto, el EGO está detrás de la desilusión.
Te ilusiona, te hace creer que podrás obtener lo que fantaseas, que de algún modo misterioso eres el amo de Dios y del mundo. Crees ciertamente que tú controlas, con rezos, con rituales, con objetos, con palabras, con superstición, con secretos místicos, con promesas, con negociaciones, con fe, con pensamiento supuestamente positivo (en realidad, solamente infantil) y de pronto, todo se derrumba y ves que nada era cierto, sino una fantasía. Te encuentras de frente con el espejo que te devuelve una patética imagen de impotencia, allí en donde te suponías súper poderoso. Te das cuenta de que explotó la burbuja y no tienes nada, y si recibiste algo que era menos a lo pretendido, te sientes amargado, fracasado, mendigo, impotente.
Claro que el EGO se aprovecha de la ilusión, te la infla, te hace creer que tienes algún mágico poder.
Para que te caigas y te hundas en la desesperación.

O también te hace sentir la impotencia anterior, y te susurra al oído que no intentes, que no pruebes, que no te arriesgues a la desilusión. Que mejor es la duda a sacársela. Que más vale soñar con lo que uno podría haber hecho, cuando nunca siquiera se comenzó a hacer.
Te somete con excusas, justificaciones, verdades que no son tales, te llena de creencias con las cuales te petrificas, te paralizas, dejas de actuar.
Te sumerge en el miedo, en la desesperación, en los pensamientos caóticos, en las emociones pesadas, en la queja, en la protesta, en la inacción.
Te hace sentir impotente para que seas impotente.
Entonces, dices que no intentas esto o aquello para que no te atropelle la desilusión, cuando finalmente es la ilusión lo que te ha atropellado y aplastado.
Y detrás de ésta, el EGO.

Entonces, concentra tu esfuerzo en el presente.
Haz lo que es oportuno en el único tiempo y lugar que tiene realidad: éste y aquí.
No te escapes, ni hacia atrás ni hacia adelante.
Deja de lado los sentimientos de culpas por el pasado, y no te atormentes más por las ansiedades (ilusiones y miedo a ellas) del futuro.
Pincha la ilusión antes de que aparezca.
Aventúrate a encontrar tu Yo Esencial al usar con inteligencia las máscaras de tu Yo Vivido.

Deja fluir, no te aferres, no intentes controlar aquello que no controlas.

"Reconoce, pues, hoy y considera en tu corazón que el Eterno es Elokim arriba en los cielos y abajo en la tierra, y no hay otro.
Guarda sus leyes y sus mandamientos que yo te mando hoy, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, y para que prolongues los días sobre la tierra que el Eterno tu Elokim te da para siempre.’"
(Devarim / Deuteronomio 4:39-40)

Resp 1147 – la procreación y las leyes de dios

concoraje nos consulta:

saludos amigos.
tengo una nueva pregunta les agradezco de antemano y les pido ayuda pues intento como si de un puzle se tratase armar en mi mente el conocimiento que ustedes tienen. una de las leyes dadas a adam es referente a relaciones ilícitas entre las cuales se encuentra no tener relaciones con la hermana o hermano maternos.
al menos eso tengo entendido,corrijan me si no es así. me pregunto pues…¿como hizo el hombre para procrear sin romper esta ley entre padre, madre, y hermanos?
manuel camacho 44 comerciante córdoba españa

Seguir leyendo Resp 1147 – la procreación y las leyes de dios

Resp. 1145 – Astrología y destino noájida

dlopezallel nos consulta:

Leí en una página de Jabad q el destino del gentil tiene un nivel de superamiento q es "verdaderamente imposible".
En cambio el judío sí puede triunfar sobre su mazal (No conozco para nada el termino pero supongo se relaciona).
Supongo q puede ser un tema complejo pero es tan así?

Será beneficioso o dañino estudiar temas relacionados con astrología?
Y por otro lado, estudiar el Tania, con el cuidado adecuado, dentro de un margen noájico? es que en la misma Web hay varios audios explicativos.

Daniel López, 25, Músico, Santiago de Chile.

Seguir leyendo Resp. 1145 – Astrología y destino noájida