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Comunicación Auténtica en la pareja

La vida en pareja conlleva momentos de tensión, es (casi) inevitable.
No importa el tiempo que estén juntos, años o días, eventualmente llegan las discusiones.
Cualquier circunstancia, comentario, gesto, opinión, olvido, recuerdo, especialmente lo que objetivamente es banal, servirá como chispa para encender el polvorín.
El motivo en sí que provocó la explosión queda en un segundo plano, pues seguramente detrás hay una cantidad importante de resentimientos, silencios, cosas no dichas, vergüenza, miedo, orgullo, venganza, que se ha ido acumulando y que aprovechan esta oportunidad para saltar sin control.
Cuando eso ocurre, en sí ya nada importa, sino vencer, tener la razón, derrotar al otro, tener la última palabra, poner al otro en su lugar, etc.
Esto es realmente dañino, lacerante, enfermizo, pero tan cotidiano que hasta lo vemos como normal.

Por supuesto, es EGO, son tretas para manipular, son disfraces, es una vida ilusoria.
El asunto es comprender que de continuar actuando así, la vida pasa sin sentido, en dolor, en miedo, en oscuridad.
La cuestión es tomar las riendas y proponerse realizar cambios, no en el otro, sino en uno mismo, para que no sea desde el EGO que se relacione con la pareja, sino que se conecten a través de la comunicación auténtica.

Sometiendo al EGO no eliminará las discusiones, pues éstas estarán presentes, pero ya no como una guerra sucia, sino como un modo maduro de exponer las diferencias que son esenciales a nuestra condición humana.
Somos diferentes, fuimos criados diferentes, tenemos diferentes puntos de vista, diferentes metas, creencias, ideas, valoraciones, etc., y es excelente que así sea. Por tanto, habrá discusiones. Lo interesante es aprovecharlas para crecer individualmente y como pareja, y no como cuadrilátero de boxeo.

No es fácil, pero merece el esfuerzo.
Habrá caídas, no siempre se estará a tono, alguna vez te saldrás de la línea, pero estos traspiés son parte del proceso de aprendizaje.
Usar las fallas como excusa para no hacerlo, es fracasar antes de comenzar.

Entonces, ¿cómo podemos hacer para que las discusiones de pareja sean beneficiosas?

Para comenzar tengamos bien en cuenta, siempre, en toda relación humana, que lo que no se comunica auténticamente termina siendo expresado por medio del conflicto .
Ante esto, creo que un buen primer paso es identificar la razón que realmente está generando la discusión.
Pongamos un ejemplo para entender esto.
Ella te pide algo AHORA, tú dices sí pero luego. Ella dice AHORA, tú dices sí pero luego. Ella insiste que es AHORA, porque ella lo quiere AHORA. Entonces tú te enojas y fuera de tono le indicas que lo harás pero cuando tú puedas, que no es ahora y que no siempre las cosas tienen que ir al ritmo que ella quiere imponer.
Ella retruca, dice que él siempre deja las cosas sin hacer y que por ello tiene que ser AHORA.
Él responde que eso es mentira, que le diga cuál cosa ha dejado de hacer, que las cosas no van al ritmo que ella quiere, porque ella siempre quiere todo AHORA, no es capaz de considerar los tiempos y ritmos de los otros, especialmente los de su marido.
Gritos van, gritos vienen. Se sacan a relucir viejos desacuerdos, cuestiones que poco tienen que ver con lo que está aconteciendo en este momento. Alguno que insulta, otro que golpea una puerta y así…
Quizás te suene conocido.
Tal vez te ha pasado algo parecido alguna vez.
Cuando ya estás dentro de la rosca es difícil pensar con calma, apaciguar en vez de confrontar.
Por ello, antes de meterte en este baile triste recuerda que la pelea no es por lo que están peleando, sino por lo que está en la sombra y no se ha comunicado auténticamente.
Entonces, procura encontrar y delimitar qué es lo que está pasando en la zona oscura, aquella que no está siendo comunicada y que se expresa por medio del conflicto.

Probablemente en el fondo de todo está el EGO, que usa el miedo, el sentimiento de impotencia, la manipulación, como sus herramientas habituales.
Pero, no nos quedemos con la respuesta armada, con la que ahora te estoy dando. Aunque sea cierto que el EGO está manejando los hilos, busca y encuentra qué es lo que no se ha dicho, lo que se ha ocultado, la mugre bajo la alfombra que provoca el tropezón actual. Porque esa gotita que rebalsa el vaso no es la causante del derrame, sino la última cosa añadida que ha precipitado la reacción negativa.
Así pues, toma tu tiempo, medita, indaga, sé sincero, ve qué es lo que está trascurriendo por detrás.
Cada uno, cada cónyuge, es el encargado de hacer este análisis personal, porque no podemos ir presuponiendo qué está pasando en el otro, sino tan solo tratar de conocernos a nosotros mismos.
Si la confianza está firme, si ya no hay ánimos de conflicto, si el rencor, la venganza, la vergüenza, etc., están de lado, entonces pueden atreverse a bucear juntos e ir descubriendo qué es lo que desde el silencio se expresa con el conflicto.

Como ves, es indispensable conocer y aplicar la Comunicación Auténtica.
Te sugiero que encuentres en este sitio todo lo que tenemos publicado al respecto, lo estudies y empieces a vivir según este principio rector.
Básicamente las pautas son:

  • Ser sinceros, en la máxima medida de lo posible.
  • No a la agresión. Ni para un lado ni para el otro.
  • Ser simples, concretos, específicos, claros, sin rodeos.
  • No presuponer, no prejuzgar, no dejarse llevar por impresiones o supuestos. Preguntar, preguntar, preguntar.

Parece un sistema muy rústico, poco sofisticado… ¡lo es!
En ello radica su belleza y su efectividad.
No es con remilgos, palabrería, filosofía, mística, o largas y sesudas sesiones como se destraba el poder del EGO, sino con un trabajo firme, preciso, directo.
La Comunicación Auténtica –CA- es una herramienta esencial.
Entre otros motivos, porque no le da chance al EGO de jugar con excusas, con manipulación, con agresiones, con fantasías perjudiciales.
Claro, de tan fácil, de tan práctico, da miedo usar esta espectacular herramienta.
Por ello es necesario animarse y entrenar, en cada circunstancia, con quien sea, en donde sea.

A partir de las pautas de la CA podemos darnos cuenta de otro error típico en las discusiones de pareja (y en cualquier otra): tratar de ganarlas a como dé lugar.
Por tanto, que la meta sea comunicar, encontrar la sintonía, fortalecer la relación, zanjar las diferencias de modo que ambos ganen.
Porque, cuando uno gana y el otro pierde, ambos pierden. Pierde el matrimonio y la familia.
Así pues, no quieras tener la última palabra, no pretendas ser el vencedor, no busques humillar o dejar mudo al oponente, porque solamente encontrarás la derrota.
Usa la CA, comprende que es el EGO de cada uno el que está conduciéndolos, quita el poder al EGO (porque ciertamente el EGO es impotente, solamente comanda porque tú le das autoridad).

Relee las pautas de la CA y encontrarás el respeto en ellas.
No agredas, trata con respeto aún en la diferencia, no te acalores, no eleves la voz, cuida tus gestos, reduce la agitación, no permitas el insulto –ni tuyo ni de la otra parte-, trata al otro como quieres ser tratado.
Dale tiempo para que exprese sus ideas, sentimiento, etc.
Como no quieres ganar la discusión sino hallar el camino para la paz, no estarás corriendo para tapar lo que la otra persona dice, sino que escucharás, admitirás su punto de vista aunque no estés de acuerdo, le dirás que admites lo que dice pero que tú sientes o te parece de otra forma.
Si el otro está alterado, tú automáticamente entrarás en un estado de alteración, es natural, está en nuestra neurología. Entonces, aparátate, cuenta hasta diez o cien, sal a tomar aire, toma agua, cállate hasta que la agitación automática pase, haz algo o deja de hacerlo, pero no respondas. Son solamente segundos que deberás controlar, porque es lo que dura –habitualmente- la respuesta automática-instintiva. Luego, podrás tener una actitud mucho más saludable y llevar la discusión hacia un puerto seguro.
Te repito, no es fácil, precisas entrenar, estar consciente, saber que fallarás eventualmente, tener el conocimiento de los procesos, y trabajar en ti y en la relación.
Un buen recurso es ponerse como observador externo y juzgar lo que estás diciendo o cómo estás actuando, ¿es así como quieres ser visto y valorado?

Como la intención no es ganar, ni doblegar, ni derrotar entonces es lógico que no pretenderás forzar al otro a hacer lo que no quiere o no puede.
Estás en tu derecho de decir lo que no te gusta, siempre y cuando sea bajo los parámetros de la CA.
Puedes pedir también aquello que quieres o necesitas.
Pero no ejercer presión, amenaza, extorsión, violencia para alcanzarlo.
Exprésate, mejor comunícate auténticamente, pero no esperes del otro nada… ni siquiera que se comunique auténticamente contigo…
Por ahí el otro no quiere o no puede cambiar, o no quiere o puede acceder a nuestro requerimiento. Quizás somos nosotros los que podríamos reevaluar nuestro pedido y considerar si es válido, necesario, oportuno, conveniente, etc.
Además, tal vez es cuestión de tener paciencia, porque el otro tal vez precisa procesar la información, los cambios, etc.
Así pues, expresemos pero sin esperar nada a cambio.

Además, fortalezcamos la relación.
Las disputas corroen, hieren, laceran, cansan, desgastan.
Aunque seamos prudentes, cada golpe deja su marca.
Hagamos nuestro esfuerzo para traer belleza a la relación.
Que si preparas una rica comida, que si le das un obsequio, que si traes flores, que si le haces reír, que si invitas a la suegra a comer a casa, lo que sea bueno para la pareja, hazlo.
No pierde nadie, ganan todos.

Por supuesto, pedir perdón sinceramente y perdonar completamente.
Si sabes que no eres perfecto, admitirlo no te rebaja sino que te enaltece.
Ser responsable ante tus fallas no te desmerece, te hace mejor.
Ser comprensivo con las torpezas del otro, no es un acto de misericordia, sino de construcción de Shalom.
¿De qué te vale llevar una agenda con cuentas pendientes que al final serás tú el que pagará con dolor?

Como última idea que te dejo, aprovecha esas crisis para sacar algo positivo y mejorar no sólo la relación sino también a ti mismo.
Que sea de enseñanza, para no caer en idénticos errores mañana.
Que sirva para descubrir lo que está silenciado y no se ha comunicado.
Que se vuelva una herramienta de perfeccionamiento y no de destrucción.
Nada fácil, muy lindo decirlo y escucharlo, pero nada fácil.
Sin embargo, es posible, depende de que ambos estén de acuerdo en hacerlo.

Por tanto, no te guardes esta valiosa información para ti.
Compártela, estúdienla juntos, diseñen alguna estrategia para que vuestra futura discusión sea bajo los términos de la CA… ¿lo harás?

Ahora, cuéntame ¿cuáles te parece que son las causas más frecuentes que llevan a una pareja a discutir acaloradamente?
¿Qué excusas dan para seguir juntos?
¿Qué puedes compartir de lo tratado en este post?
Gracias.

Pureza de corazón

Hace un tiempo atrás les había hablado del valor fundamental de la gratitud, y por consiguiente, el tremendo escollo que supone la ingratitud para el desarrollo personal y colectivo. (Te sugiero que antes de continuar con este post, te tomes unos instantes para releer aquel otro, comprenderlo, comentarlo, encontrar los puntos de tu atención).

Quiero mencionarlos brevemente hoy otro de las piedras de tropiezo en el camino del crecimiento y la plenitud: el rencor.

La contracara del rencor es la capacidad de perdonar sinceramente y su complemento es el arrepentimiento auténtico.

Debes tener muy en cuenta que uno de los 613 mandamientos para los judíos es “no guardar rencor en el corazón”.
Otro es “no vengarse”.
Ambos mandamientos son reglas de vida provechosos y accesibles para todas las personas, no solamente asumidos como mandamientos para los judíos.
Es decir, cada noájida que así lo desee puede tomarlos para sí, vivir con ellos, porque son conductas éticas, beneficiosas para la persona, para la sociedad, para el entorno.
Aunque no son mandamientos noájicos fácilmente pueden enlazarse con el fundamento de “no asesinar”, también con el de no “no robar”, puesto que el rencor y la venganza suelen llevar a tragedias, a veces incluso con la costo de vidas humanas, pérdidas materiales, entre otros dolores derivados.

Antes de avanzar, delimitemos qué entendemos por guardar rencor, y qué por venganza.
Ejemplo de rencor:

  • Juan le pide a Pedro un utensilio.
  • Pedro se lo niega.
  • Al otro día Pedro es quien pide a Juan un utensilio.
  • Juan se lo da pero agrega un comentario del estilo: “Para que veas que yo no soy como tú, yo sí presto”, o algo parecido.

Ejemplo de venganza:

  • Juan le pide a Pedro un utensilio.
  • Pedro se lo niega.
  • Al otro día Pedro es quien pide a Juan un utensilio.
  • Juan NO se lo da y quizás agrega un comentario del estilo: “Tú no me diste, ¿cómo tienes el coraje de venir a pedírmelo ahora?”, o algo parecido.

Con lo que fuimos aprendiendo del EGO, rápidamente podemos reconocerlo detrás de estas oscuras actuaciones.
Te lo explicaré bien brevemente, pues no es el punto central de nuestro post actual.
Pedro hizo sentir impotente a Juan, le negó algo que él solicitaba. Le puso un límite que probablemente no esperaba. Lo frustró en su deseo. Le hizo ver que no tenía el poder sobre Pedro ni sobre la propiedad de Pedro. En resumen, Juan estaba enfrentando una situación de impotencia real y magnificada por su EGO.
No sabemos la historia previa, pero podemos suponer que Pedro no estaba negando el servicio de manera maliciosa, sino por sus propios intereses válidos.
Entonces, Juan, el que experimentó impotencia a causa de Pedro, cuando al otro día se siente en situación de poder, lo quiere ejercer, pero no desde la postura de construir Shalom (ser realmente espiritual), sino desde el EGO.
Su corazón se nubla con el deseo de tomarse la represalia, de hacer sentir mal al otro, de darle una cucharada de amarga impotencia. Guarda rencor, porque es el EGO el que susurra desde sus entrañas y domina su corazón.
Es su EGO el que lo lleva a la acción negativa, a la venganza.
Si no fuera EGO el que estuviera manipulando, las respuestas hubieran sido otras, pacíficas, armoniosas, conciliadoras, de verdadero ejercicio de poder, con autoridad y no con autoritarismo que es propio del EGO.

Así pues, romper el yugo del EGO, al no guardar rencor y al no vengarse, es sin dudas un excelente consejo de vida, que alcanzaría una importancia esencial en sí mismo, más allá de ser prescrito por el Eterno como mandamiento para los judíos.

La persona que atesora los malos sentimientos, que los acumula como si fueran monedas de oro, que no los libera correctamente, se afecta a sí misma en primer lugar. Se llena de malestar, de pensamientos nefastos, de dificultades para relacionarse con el prójimo, de fatigosas tareas que no conducen a ningún beneficio.

La manera de erradicar el rencor del ser, es por medio del sincero perdón; es decir, de equilibrar las cosas, de liberar las cadenas, de fomentar el bien, de buscar el imperio de la justicia.
Y no existe perdón sin auténtico arrepentimiento, sin reconocimiento del error, sin la decisión de luchar en contra de los hábitos perjudiciales, sin la determinación de restituir el orden que se ha quebrado con las acciones negativas.

Despoja al EGO de sus trucos, quítale sus juguetes de distracción, no te dejes convencer por las excusas que fácilmente inventa el pensamiento esclavizado al EGO.
Cuando justifiques una mala acción, date cuenta de que es mala, de que es producto del EGO, que en definitiva lleva a la destrucción, al dolor.
No solo de otro, sino de ti mismo.
Acuérdate que el EGO se presenta como un salvador, como un dios bondadoso, como un dios dispuesto a morir por tus pecados, pero en verdad es un tirano perverso, un ídolo sin poder pero con gran astucia para confundir, sembrar caos, mentir, perturbar, dañar porque se le da permiso de hacerlo.

Si guardas rencor, si tu vida se ha petrificado por hechos reales o ilusorios del pasado, si no ves la luz pues tienes oculta tu visión por los humos del mal sentimiento, si no encuentras la clave para la felicidad por rumiar el estiércol agrio de la venganza; ¿no crees que estás desperdiciando los irremplazables instantes de tu valiosa vida?
Estás en tu celdita mental, tus barrotes los has puesto tú mismo, y tú eres quien puedes romperlos y salir.
Si es que te animas.
Pero… no lo harás… es más cómodo seguir en la cárcel, justificarte, intelectualizar, armar teorías, echar culpas, manipular, hacerte el tonto, ser religioso, confiar en diositos redentores, todo es más fácil, hasta odiar, con tal de no hacerte cargo de tu vida.

Si el rencor es lo que te posee, tú no eres el amo de tu vida, sino que permites ser manipulado como marioneta en un tonto juego sin sentido, que siempre termina en soledad, desamparo, dolor, muerte.
Sí amigo, así es.
El rencor, la venganza, el juego de tramar historias perversas, siempre termina mal.
Porque es el EGO el que comanda.

Tenlo presente, y mientras aprendes a agradecer, aprende a perdonar sinceramente.
Es un consejo de amigo, de maestro.

(Elaborado a partir de un viejo texto de mi autoría en: http://serjudio.com/exclusivo/cterapia/sin-rencor)

Salir de la timidez

El EGO está detrás de la timidez extrema.
Ésta se constituye en un verdadero obstáculo que puede dificultar nuestro progreso multidimensional.
Su función es asilarte del mundo, empequeñecerte, hacerte desaparecer, que te vueltas invisible, que seas nadie.
No debe confundirse con la modestia, también conocida como humildad, que es el saber el lugar propio en el mundo, con los defectos y virtudes personales, y actuar en consonancia.
A diferencia de la modestia, la timidez es negarse, desconocerse, rechazar el contacto, sumergirse en pensamientos y creencias oscuros e irreales, que te separan de la realidad, de los otros y de ti mismo.
Por supuesto que hay grados, pero todos comparten la misma meta, el mismo origen, similares procedimientos, con mayor o menor énfasis o gravedad.

Como te he dicho, es el EGO quien manipula desde las sombras, desde lo más profundo de tu cerebro, para que vivas de esa manera.
Es su estrategia para dejarte estancado por sentirte impotente, que no te conozcas en tus reales dimensiones, para que de esa forma sigas dependiente de su falso abrazo salvador, de su mentirosa proclama de salvación.
Porque cuento más hundido en el sentimiento de impotencia, más fácilmente el EGO toma el control de tu vida.
Si tú sientes que no caes bien, si no te animas a esbozar la menor crítica, si no sabes lo qué decir, si no puedes pedir ayuda, si juzgas que si te equivocas –aunque en una cuestión mínima- eres un fracasado o se reirán de ti, si dices a cada rato “no sé” o “no puedo” y ni siquiera haces un poquito de esfuerzo para saber o poder, si te escondes, si te encierras, si te quedas en soledad, si pasan a tu lado como si no existieras, si sufres por todo esto o ya te has acostumbrado a esta tortura, estás evidentemente sumergido en el océano de la impotencia, bajo el mando del EGO.

Por ahí a veces se te ocurre alguna excusa, te justificas de tal o cual manera, encuentras que como nadie te comprende mejor no hablas, como nadie te lleva el apunte mejor ni te apareces, como ya sufriste de que te rechazaran mejor te autoexcluyes, y así vas inventando una tras otra excusas, o das siempre la misma, o hasta ya te cansaste y ni siquiera precisas decir más que “soy tímido”.

Aunque te parezca imposible, o innecesario, o ridículo, o lo que fuera, debes tener presente la necesidad de pedir ayuda para salir de esta situación. En realidad, no solo pedirla, sino también aceptarla y hacerte cargo de tu parte para salir de esta prisión que desde tu interior te has impuesto.
La gran mayoría de los psicólogos no manejan el concepto de EGO (todavía) como nosotros lo hacemos, pero igualmente tienen a disposición herramientas y técnicas para ayudarte. No sigas perdiendo el tiempo, pues estás malgastando tu tesoro más precioso, que es tu vida.
En vez de dar excusas huecas, es hora de ponerte en marcha para salir de esa prisión que te has construido, quizás con ladrillos y barrotes que otros te han dado, pero que tú te has construido con tu timidez.

Por supuesto que puede haber personas que son menos activas, menos sociables, menos comunicativas, y que no padecen de timidez patológica, sino que su estilo de ser es más bien reservado, lacónico, etc. Esto es aceptable, por supuesto. No todos somos iguales ni debemos actuar de forma idéntica.
Pero, la timidez extrema, la que paraliza, obtura, inmoviliza, impide el crecimiento, esa es necesario reconocerla y desactivarla, pues detrás de ella siempre está el EGO ejerciendo sus influencias nocivas.
Piensa esto, si tu eres callado, no vas a reuniones, no conversas, etc., porque en el fondo –o no tanto- te das cuenta que tienes miedo a: el fracaso social, al rechazo, a la soledad, a equivocarte, a parecer tonto, a que te crean loco, a decir algo desubicado, a no parecer exitoso, a quedar en desventaja por tus ideas, a la vergüenza, entonces, allí está el EGO operando para someterte.

Te daré ahora unos pequeños consejos para ir saliendo de la prisión de la timidez (pero recuerda solicitar ayuda especializada, dado el caso).

  • Conoce y aplica la comunicación auténtica en toda ocasión. Aunque tengas excusas para no hacerlo, hazlo. Las excusas se inspiran en el EGO y es a éste a quien no queremos más como tirano en tu vida.
  • Uno de los principios de la comunicación auténtica es no prejuzgar. En este sentido, debes saber que es imposible que interpretes correctamente y sin errores el pensamiento del otro a partir de sus gestos, de alguna palabra, de su expresión facial, etc. Podrías suponer, sacar conclusiones y estar por completo fuera de foco.
    Al tener conciencia de lo limitado de tu capacidad de apreciar sin errores, lo indicado es que preguntes, con tacto, con respeto, con amabilidad, pero no que te quedes con la idea de que tienes el conocimiento y te manejes a partir de ese prejuicio.
    Muchos tímidos optan por guardar silencio, por esconderse, por huir, porque presuponen intenciones, ideas, creencias, etc. en el otro, cuando quizás todo fuera absolutamente diferente de lo que está prejuzgando.
    Lo mejor, aunque cueste, es preguntar.
  • Como vimos, entre la timidez y el EGO están los miedos, muchos de los cuales se resumen al de fracasar, al de cometer errores.
    Aceptar que somos falibles, que podemos fallar, que no nos hace peores el ser imperfectos, es esencial para dejar de lado el mecanismo de la timidez.
    Por supuesto que tampoco sirva de excusa para ser perezoso, descuidado, irresponsable, si igual todos nos equivocamos… ¡no! Tú haz tu parte, plenamente, cabalmente, con todo, para que el éxito sea posible, pero ten presente que el resultado final no depende solamente de ti.
  • Tienes derecho a disentir, a contradecir, a no estar de acuerdo, a pensar diferente, a no gustarte algo, a tener ideas propias, a cambiar de parecer, a no decir “amén” a todo. Tienes derechos, aunque el EGO y otros que te quieren manipular te los nieguen.
    Claro que el que se escuda en la timidez propondrá mil excusas que parecen inteligentes para no decir, es más, para ni siquiera pensar algo que pudiera ponerlo en contrario a otros. Entonces, deja de luchar contigo mismo, no te esfuerces en hacer algo que te duela, pero tampoco dejes de hacerlo.
  • Hablar en voz alta, casi gritando, con seguridad, proyectando el aire las palabras, con gestos fuertes, pero sin agresiones, sin faltar el respeto, sin quebrar límites, eso dará seguridad. En principio externa, como sentida forzada, pero que se irá convirtiendo en parte de la manera habitual de comunicarse.
  • Así como tú eres imperfecto, tienes dificultades, dudas, temes, te escondes, también los otros.
    Reconoce el Yo Auténtico detrás de las máscaras.
    Reconoce las máscaras y aprécialas en su rol. Las máscaras ocultan, pero también revelan.
    Encuentra la sintonía para ti y para estar con el prójimo.
  • No juzgues (no en el sentido falsamente espiritual, de los religiosos), no te dejes llevar por el EGO.
    Deja de pretender controlar aquello que no puedes controlar.

Quisiera oírte a ti.

Poder de la Comunicación Auténtica

Hemos tratado el tema de la Comunicación Auténtica en más de una ocasión.
Explicamos que es una herramienta poderosa y efectiva para quitar injerencia al EGO, por tanto permite conectarse con el prójimo a través de conectarse con uno mismo.
Si ésta fuera su única utilidad, ya sería suficiente para tenerla en cuenta. Sin embargo, posee otras ventajas. Te mencionaré ahora unas pocas.

Potenciar rasgos favorables. Al ser sinceros, al tratar de que el respeto circule en ambas direcciones, se hace hincapié en aquellas características favorables que se quieren fortalecer.
Por ejemplo, un padre quiere que su hijo sea más prolijo a la hora de escribir a lápiz. El chico no tiene dificultades psicomotrices, simplemente no hace su mejor esfuerzo. Cuando el padre le dice algo así como: “Hijo, yo sé que tú eres capaz de hacer muy lindas letras”, los estudios demuestran que efectivamente el hijo será más cuidadoso y prolijo. No se precisa mucho más que esa confirmación por parte del otro, ese aliento, esa etiqueta positiva.
¡Cuánta diferencia a decirle: “Mira que eres un pequeño bruto, ni escribir te sale bien”!
Como segunda idea sobre esto: cuanto potencias cualidades negativas, no te sorprendas si los resultados son nefastos.

El toque personal. Al estar atentos al otro, al no buscar vencerlo en un duelo verbal, al estar receptivo a sus sentimientos e ideas, al no prejuzgarlo, se abre un canal de comprensión. El otro está habilitado para sentirse a gusto contigo.
Se siente importante para alguien, contenido, atendido, quizás entendido.
Es un toque personal en la relación, algo terriblemente difícil de encontrar hoy día.
Es como recibir una carta manuscrita, personalizada, directamente elaborada para ti. ¿No tiene un “no sé qué” diferente a recibir un email o una envío masivo en una cadena?
Por supuesto que no todos estarán abiertos o dispuestos a comunicarse, no nos enseñan a hacerlo, por el contrario nos entrenan a cerrarnos, a disfrazarnos, a escondernos, a ignorarnos e ignorar al otro.
Pero, es cuestión de des-aprender también los malos modelos de trasmitir mensajes para estar habilitándose a aprender a comunicar auténticamente.

Pedir favores. Hay gente con la que no te llevas, sea porque nunca se dio la situación, sea que están en posiciones opuestas, sea por prejuicios, sea por malos entendidos, por lo que fuera.
Pareciera que la Comunicación Auténtica no es posible, si ni siquiera tienes ocasión de intercambiar palabras con la otra persona.
¿Qué tal si vas y le pides un pequeño favor?
Algo que no le sea costoso pero que sí le dé cierta idea de tener importancia, de tener un poder el cual tú no tienes.
Si te rechaza, no perdiste nada.
Si acepta, estás abriendo una puerta a una nueva relación.
Por supuesto que similarmente aplica con gente con la cual si tienes algún vínculo positivo.
Recuerda que el EGO es un tramposo, juega contigo de muchas maneras. Una de ellas es hacerte sentir la impotencia, hacerte sentir débil, fracasado, solo, perseguido, etc. Cuando tú vas al encuentro del otro desde una posición humilde, de peticionante, le estás hablando directamente al Yo Esencial del otro, esquivando por un momento a su EGO (y al tuyo).
Te asaltarán mil excusas para no hacerlo, inventarás mil justificaciones, pero si lo intentas verás el provecho.
Ten en cuenta que no deberás aprovecharte del otro, sino solicitar su ayuda, su favor, en algo que no le resulte perjudicial ni lo coloque en posición desventajosa.

Bondad. Cuando actúas con nobleza hacia el prójimo, cuando eres bondadoso sin esperar nada a cambio, estás conectándote con el otro.
Eventualmente las bondades no quedan sin respuesta beneficiosa.
Las palabras buenas, siempre que sean sinceras y no lisonjas baratas, son poderosas.
No te cuesta nada, absolutamente nada, ser agradable, agradecido, cordial, elogioso.
Sí, parece que en realidad te cuesta, pero no es así… es el EGO el que prefiere ser peyorativo, mal hablado, despechado, orgulloso.
Doma al EGO siendo comunicativo, positivo, confiable, honroso.

Ve las cosas de su lado. Es frecuente querer convencer, oponerse, negar al otro su punto de vista, tratar de imponer, entrar a jugar una pulseada verbal.
Ese es el EGO, que quiere demostrar quien manda, al tiempo de manipular con los sentimientos de impotencia, los miedos, etc.
Ponte un instante en la posición del otro, date cuenta de que por algo está diciendo lo que dice. No lo contradigas, aunque no estés de acuerdo ni lo vayas a estar. Solamente admite que él piense, siente, cree, se fanatiza con eso, aunque objetivamente esté por completo errado, pero es su punto de vista.
No quieras cambiarle la idea, porque entonces él se encerrará y la defenderá para no ser “impotente” ante ti.
Pero puedes decirle algo así como: “Entiendo qué tú lo veas de esa manera y respeto que así sea. Ahora permíteme un momento para decirte como yo veo las cosas”.
No funcionará siempre, pero sirve.
Por supuesto que cuando el otro es un fanático sediento de sangre, que lo único que quiere es violencia directa ya, no hay forma de respetar eso, ni de admitirlo. Hay que andar con precaución, pero no con miedo.
Por otra parte, cuando lo que quieres es que el otro colabore, y no hay una divergencia sustancial de ideas, es bueno pedirle su opinión, su apoyo, etc.

¿Qué te parece lo que he expuesto hasta aquí?
Sería bueno saberlo.

Ideas para compartir e impartir

Quiero compartir contigo algunas ideas acerca de cómo impartir temas en público.
Son unas pocas modestas observaciones realizadas a través de años en experiencia como educador, a veces sustentadas también por la teoría.
Es un breve recopilatorio, abierta a críticas y sugerencias de tu parte.

1- El contenido (información) es importante, pero no lo es todo.

2- Impartes contenidos, pero también actitudes y procedimientos.

3- Ser simple, ser claro, ser concreto.

4- Repetir para fijar el conocimiento.

5- Repetir variando el estilo.

6- Complementar el mensaje involucrando a todos los sentidos de la percepción posibles.

7- El buen ánimo es un excelente vehículo para los mensajes.

8- No es conveniente avanzar sin haber asegurado el terreno anterior.

9- Ir de lo simple a lo complejo.

10- Ir de la descripción al análisis y luego a una síntesis.

11- Tú eres un elemento más del acto de compartir en el enseñar-aprender. Existen otros participantes y factores que no dependen de ti.

12- Sé flexible. Si no funciona el plan A, ten a mano opciones.

13- En esta época se ha tornado más relevante aprender a discernir y emplear el material que a preservarlo estático en la memoria.

14- El aprender y el enseñar deben ser momentos de disfrute.

15- No todos están en posibilidades de recibir, de comprender, de compartir, de asumir.

16- Si no estás pasando un buen rato, el público probablemente tampoco.

17- Si no pasas un buen rato, es momento de hacer cambios.

18- Prepara tu exposición pero no exageres.

19- Prepara también las tangentes, ramificaciones y posibles derivaciones.

20- No te apegues demasiado al contenido, permite que el público te acompañe. Estás para educar, no para demostrar tus dotes.

21- No estás obligado a saber todo.

22- No estás obligado a responder todo.

23- Es bueno decir “no sé”, cuando no sabes.

24- No discutas.

25- Estás para educar, no para hacer acólitos ni para que te reverencien.

26- Comunicación auténtica.

27- Pregunta a tu público, sé concreto en lo que indagas. (Decir: “¿Se entendió?” Realmente NO es preguntar, ni se obtiene idea cabal de la situación de la clase).

28- Es buena idea comenzar con preguntas hacia el público. Cada tanto tiempo hacer una pausa para nuevamente preguntar y ver cómo está la sintonía de la clase.

29- No te extiendas demasiado. La concentración no se sostiene por mucho tiempo (para adultos, máximo 45 minutos a una hora).

30- Permitir que desde el público se haga un resumen para retomar la clase anterior, o para finalizar la actual, es una buena forma de saber dónde se está parado.

31- Los chistes y anécdotas son útiles, pero en dosis exactas y sin que se conviertan en el centro de la reunión.

32- Invita a analizar.

33- En ocasiones no compartes el mismo léxico (coloquial, técnico, localismos, etc.) de tu audiencia, sintoniza con ellos.

34- Que tu voz, ritmo, volumen, tono, postura corporal, gestos, movimientos, etc., sean facilitadores de la comunicación.

35- Es cierto que una imagen vale más que mil palabras.

36- Elogia los puntos fuertes en tu audiencia.

37- Refuerza los puntos débiles en tu audiencia.

38- Si te equivocaste en algún asunto, corregirlo es lo mejor. Sin excusas tontas.

39- Evalúa a posteriori cómo te has sentido, cómo lo harás la próxima vez.

40- Lo que uno descubre suele ser más poderoso que lo que uno recibe pasivamente. Sé un facilitador para tu clase, no una madre nutricia, y mucho menos un tirano.

41- No hablar mal de nadie, ni de la audiencia ni fuera de ella.

42- Una cosa es ser crítico, otra ser criticón.

43- Una cosa es estar en el rol del maestro/docente/ponente otra en la de alumno/estudiante/audiencia, no confundir los roles.

44- Cuando todos aprenden, incluso el orador, es maravilloso.

45- Sería bueno que tuvieras en cuenta, y presente, por qué y para qué estás exponiendo.

46- Presta atención a las reacciones corporales de tu audiencia, pero no prejuzgues.

47- Conoce de antemano a quien va dirigida la exposición, pero no prejuzgues.

48- Conoce tu estilo de comunicación, no trates de imitar a otros sin antes saber quién eres.

49- Que las ayudas audiovisuales, o la tecnología, no sean el centro de tu exposición. Son solo ayudas. El encuentro es lo principal.

50- Déjate sorprender pero no avasallar.

Modelo noájico

La tarea del noájida consciente y activo NO es ir “predicando” la “verdad”, la “palabra”, la “buena nueva”, puesto que el noájida consciente y activo NO ES parte de ninguna religión ni busca adeptos a sus “creencias”.
El noájida consciente y activo es la persona que llegado a descubrir su verdadera identidad espiritual, aquella que Dios le ha dado con amor y sabiduría, y reconoce el inmenso valor de tal esencia espiritual. No se siente en desventaja, como un hermano bobo del judaísmo, ni anhela cambiar su propia identidad por la de otro. Siente gusto por saberse bello y perfecto como es en su esencia espiritual, y se propone mejorar en aquello que puede ser mejorado en el resto de las dimensiones que lo forman.
Por lo cual, lleva una vida afín a la Divina Voluntad para él, esto es, vive plenamente cada instante, como un constructor de Shalom, como una persona íntegra, justa y buena. No se anda “mandando la parte” de ser un santo, ni se disfraza de judío, ni actúa como misionero, ni pregona un estilo de vida santurrón y dogmático.
Al contrario, su vida es plena, gustosa en la medida de las posibilidades en cada una las dimensiones que le forman.
Disfruta de los placeres permitidos para el cuerpo, cosecha las bondades materiales que están a a su alcance, ejercita el disfrute sensorial lícito, mantiene relaciones armónicas con sus semejantes, participa de todas las actividades sociales positivas, colabora, trabaja, descansa, opina, pregunta, responde, canta, baila, dibuja, cultiva su mente, amplifica su creatividad, no se niega a nada que desee y le sea permitido (y conveniente) porque no apela a la torpe excusa de que prohibiéndose cosas (que son permitidas) será más “santo”.
La santidad no va por ese lado, no va por empequeñecerse, ni por negarse el placer, ni por apartarse de lo “mundano”, ni por repetir como loro lemas “religiosos”, ni por hacer malabarismos para incluir palabras y objetos judíos en su vida, ni por ser un payaso sin respeto por su propia identidad.
La santidad es actuar con bondad y justicia, con lealtad a las reglas que Dios realmente le ha ordenado, haciendo que cada momento esté cabalmente comprometido con la tarea de construir shalom, sea que lo alcance o no, pues el esfuerzo depende de él pero no el resultado.
Por lo cual, el noájida consciente y activo no debe tener la meta de subirse al púlpito, ni adoctrinar a los “infieles”, ni de atiborrarles de información, ni de perseguirles para que dejen las religiones y los vicios, ni de congregarse en algún antro para hacer cosas supuestamente sagradas (que por lo general son parodias de costumbres judías mal entendidas, o de usos paganos acondicionados a gusto del consumidor).
La tarea del noájida no es ministrar, ni pastorear, ni liderar, ni ser “moreh”, ni dar clases de “Torah”, ni farfullar en hebreo y jeringonza para darse aires de superioridad. Por supuesto que tampoco es tener algún blog en la Internet, ni hacer en su garaje un centro de reunión de fieles, ni de poner a cada rato música de judíos en sus publicaciones en el Facebook, ni de idolatrar a rabinos o monigotes barbudos, ni de decir “shabua tov” en vez de “buena semana”, ni de desesperarse para llenarse de conceptos seudo cabalísticos o jasideos, ni de…
¡Nada de eso es ser noájida!

Ser un noájida consciente y activo es vivir como constructor de Shalom a cada instante, según las mejores intenciones y acciones.
Se trata realmente de encontrar armonía interior, de vivir en paz con uno mismo, para así poder vivir en sintonía con el prójimo. De hacer lo bueno y lo justo. De aprender a responder pacíficamente y no con ironía o agresiones. De trabajar. De ser responsable. De ser feliz. De ser comprometido. De colaborar con acciones positivas. De oponerse con firmeza al mal, a la mentira, a la idolatría. De enseñar con el ejemplo de vida y no con la palabrería hueca pero que suena bien.

Se trata de aprender a vivir bien, en la medida de las posibilidades.
De ser feliz, por sentir la plenitud en cada instante.
De actuar como Dios quiere del gentil, es decir, siguiendo el modelo de vida que se basa en los Siete Principios Fundamentales.

Noájidas de antaño, verdaderos ilustres sirven de ejemplo para el noájida de todas las épocas.
Tomemos al primer patriarca de los hebreos, a Avraham, quien era noájida.
En casi todo puede ser replicado por el noájida actual, menos en aquello que explícitamente Dios le codificó para él y sus descendientes (los judíos actuales) como particular y exclusivo (por ejemplo, la circuncisión como acto espiritual, entre algunas otras cuestiones puntuales).

Vemos a Avraham en los primeros capítulos del Génesis y no encontramos a un religioso, ni a un predicador, ni a un “moreh”, ni nada parecido. Ni siquiera su imagen es la de una judío “ortodoxo” de la actualidad, de seguro no usaba kipá, ni sombrero, ni turbante, ni cuerditas de un ponchito, ni traje negro, ni barba de “rabino”, sino que su imagen externa era la que correspondía a un hacendado del medio oriente de hace 4.000 años atrás. Porque él sabía que la imagen externa debe ser espejo de la interna, y ésta en consonancia con la época y el código correcto de presentarse.
¡Cuántos gentiles delirantes de la actualidad debieran aprender de esto! Así no se disfrazarían de “jabad”, ni de “jasideo”, de ni de cabalistero, ni de judío, ni de lo que sea que se disfracen…
Pero, yendo a lo más importante, lo que reconocemos es a un hombre pleno, en cada una de sus dimensiones.
Que actúa, como mejor puede y de acuerdo a las circunstancias y capacidades.
Que cuando tiene que ir a a guerra, a la verdadera y no a esa payasada que los religiosos llaman “guerra espiritual” o “guerra santa”, va a la guerra.
Que cuando tiene que amar, ama.
Cuando tiene que negociar, negocia.
Cuando tiene que llorar, llora.
Cuando tiene que reír, ríe,
Cuando tiene que ser amable, lo es.
Cuando tiene que ser desprendido, no da excusas mezquinas.
Cuando debe implorar, hasta por los malvados, no se detiene de hacerlo.
Cuando tiene que trabajar, no manda a otros a hacer su parte.
Cuando tiene que ser alumno, no se escuda diciendo que ya es profesional y sabio y no tiene lo qué aprender.
Cuando se equivoca, y se da cuenta, trata de corregirse.
Cuando tiene que poner todo por su familia, no sale corriendo a congregarse en la iglesia.
Cuando tiene que reconocer su debilidad, no se espanta y afirma su personalidad.
Hay tanto para aprender de como vivir como noájida, como uno real y no como una patética imagen mediocre de religioso, no como hermano bobo del judaísmo, no como un adorador del EGO en forma de supuestas doctrinas espirituales.
En fin, es cuestión de aprender del modelo de Avraham, porque es hora de que los noájidas de la actualidad rompan los viejos mandatos y esquemas de las religiones, de la sumisión, de la esclavitud, para alcanzar los grados de belleza que desde su interior están llamados a alcanzar.

Resp. 1046 – cuando Dios volverá a nosotros?

juan lira nos consulta:

buenas noches, gracias por recibirme; saludos y mi deseo de paz.
1- respetado maestro; siento una nostalgia muy grande;
2- es como si ya nada me importara de este mundo,
3- comprendo que hemos faltado el respeto al creador de muchas maneras y el se ha alejado,
4-  tambien hemos faltado mucho el respeto a nuestro projimo.
5- ¿volvera pronto Dios a nosotros ?
6-  ¿terminaran nuestras desventuras?
7- ¿que hacemos mientras para sobrellevar esta nostalgia o tristeza que nos invade por dentro?
gracias por sus respuestas y s
juan lira navarrete, 42 años, conductor profesional, santiago de chile

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Resp. 1045 – El Noe de otras culturas

shyngr nos consulta:

Hola Yehuda

Un gusto saludarle nuevamente esperando que el Eterno lo tenga con bien a ud y sus seres queridos.

Si pudiera ayudarme a aclarar la siguiente duda se lo agradeceria mucho:
Segun sus articulos en http: serjudio.com/creencias/la-evidencia-cruzada y http://serjudio.com/rap1651_1700/rap1669.htm
Como pudieron los indigenas americanos llegar a conocer sobre el diluvio si a lo que entiendo solo las criaturas dentro del arca pudieron salvarse?

Saludos y muchas gracias
Shy, 29, CR

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Lot hoy, tú hoy

Voy a copiar y pegar un texto que tiene ya casi una década.
Es acorde a la parashá que corresponde ser leída esta semana.
Con el paso del tiempo, con el sumar de vivencias y conocimientos, quizás podamos comprender de un modo diferente aquel texto, modificarlo, mejorarlo, corregirlo, aprobarlo, etc..
¿Quién sabe?
Lo dejo a tu criterio.
Me encantaría saber tu opinión.
Hasta luego:

Hola,
Creo que mas que un cuestionamiento, es un consejo lo que le pido:
Yo soy gentil, pero desde hace mucho he tenido un interes grande en todo lo relativo a Dios y quise intentar estudiar lo mas posible todo lo relacionado a Dios.
Como consecuencia perdi -si alguna vez lo tuve- cualquier rastro de cristiano y me fui acercando al judaismo, etc.
No quisiera extenderme mucho, pero le resumire -como una vez se lo conte mas detalladamente- que esto me significo feroces persecucciones de toda indole…
Como le he comentado, yo no siento la mas minima identidad cristiana pero no se bien como manejar esto con los extraños e incluso con los familiares, pues aunque no soy una persona que ande por la calle comentando mis ideas religiosas, a veces es poco menos que dificil explicarles que no me interesa participar de ritos cristianos… hay mucha presion social.
No quiero decir que tenga tentacion de participar, en lo mas minimo !!!
Pero como la gente ASUME indebidamente que soy cristiano por el solo hecho de ser latinoamericano, se extrañan mucho si notan mi nula cristiandad. Incluso la situacion es mucho mas compleja con familiares de mi mujer, que se indignan por ello.
Pero, por otro lado, no creo que la solucion fuese darles una amplia explicacion, porque casi necesitaria converncerlos -lo cual en el fondo no me interesa- para obtener, ya no digamos comprension, sino al menos tolerancia.
No se si he logrado ser claro:
No es que me preocupe la opinion de ‘la gente’, sino que descubro cada dia con horror que poca tolerancia hay en nuestros paises. Es muy dificil explicarle a una tia buela -por poner un ejemplo- de mi mujer que nosotros NO queremos bautizar a nuestra bebe, pues se enojan, se indignan, comienzan a murmurar… a partir de ahi todo son sospechas de su parte… han llegado a intentar escuchar nuestras conversaciones a escondidas…
Una vez mi mujer menciono la palabra ‘judaismo’ a su abuela… esta corrio a preguntarle al cura… este barbaro le hablo de cabezas de cerdo y sangre (que ya averigue y si fue ese curita el que dijo eso)… en fin.
Otra vez mi mujer hablo con su mama… ingenuamente le intento explicar… mi suegra salio serena de nuestra casa, al llegar a la suya rompio en llanto y hablo con toda su familia diciendoles que habia perdido a su hija…
Pero esto no para ahi, hasta el viejo que me alquila la casa interoga a mi sirvienta, etc.
Y no se vaya a creer que hacemos nada TAN raro para llamar la atencion, simplemente no vamos a misa los domingos y cosillas asi y eso basta para que nos vean como bichos raros.
Esta situacion es muy peculiar, me parece, pues como todos SUPONEN que somos cristianos, o sabian -los familiares de mi mujer- que eramos cristianos, nos pone en el punto de no saber si sera mejor mudarnos a donde nadie nos conozca… aunque yo me temo que cuando la niña vaya a la escuela va a comenzar el mismo problema de nuevo…
¿Porque la gente siempre tiene que poner cara de sorprendida/horrorizada si uno no es como ellos quisieran que fuera?
¿Porque decimos que vivimos en sociedades modernas, justas y democraticas cuando en el fondo -y me consta bastante- como sociedad no hemos pasado del nivel mas BARBARO, SALVAJE y CRUEL????
Mi pregunta es:
Que sera mejor: ¿enfrentarlos? ¿explicarles? ¿ignorarlos?
Disculpe si me extendi mas de lo aconsejado, pero es dificil para mi explicar en pocas lineas el asunto
Con aprecio

En reserva
Argentina

Shalom.
Gracias por hacernos parte de su inquietud tan personal, y no se preocupe por el máximo de 50 palabras, su carta amerita excederse ese límite.

Lo que me pregunta es un planteo de difícil cuestionamiento.
¿Sabe porqué?
Los judíos, fuimos tantas veces perseguidos, acusados falsamente, mancillados, excluidos, echados, convertidos a la fuerza, asesinados, etc. que lo que usted cuenta tiene sabor a conocido… ¡sabemos lo que es el amor y tolerancia de algunos que se creen más nobles y benditos!

Y, si echamos un vistazo a los innovadores, o a los que intentaron vivir de acuerdo a parámetros diferentes (pero correctos) de vida, la turba y los dirigentes no siempre los miraron con buenos ojos.

Le pido que recuerde a Lot, el sobrino de Avraham, él y su familia nos servirá para alumbrarnos en su situación actual.

Lot fue criado por Avraham, por lo que aprendió los preceptos básicos (los 7 de Noaj), así como modos de comportarse que dignifican a la persona (por ejemplo: hospitalidad, generosidad, justicia)
Por motivos que no vienen a colación, fue a vivir a una ciudad distinguida por su pereza, porfía, necedad, depravación, maldad y violencia, fue a vivir a Sodoma.
Los hábitos y modos destructivos, llevaron a esa ciudad al borde de la decadencia y extinción.
Lot, por sus acciones sería salvado, pues así lo quería Dios.
Y entonces, cuando las cosas estaban en su clímax, y los vecinos del mal querían apresurar la devastación, veamos las sucesivas reacciones y posiciones de Lot:

  1. Quiere hallar un camino de solución, de conciliación, muestra que es diferente y mejor a ellos; pero al mismo tiempo, su pensamiento ya ha sido teñido por la ideología imperante. (Bereshit / Génesis 19:7)

  2. Trata de dialogar con sus vecinos maliciosos, de llegar a un acuerdo, de explicar, de armonizar. Pero éstos sólo saben de burlas, inquina, de romper y destruir. (Bereshit / Génesis 19:8)

  3. Como los perversos no comprenden, ni quieren hacerlo; comienzan a forcejear, amenazan, buscan destruir los que les resulta extraño (e inconscientemente reconocen como mejor), especialmente la familia de Lot (Bereshit / Génesis 19:9)

  4. Como el diálogo es estéril, o peor, perjudicial, es metido a su casa, es decir, busca en la intimidad la paz que no halla fuera. (Bereshit / Génesis 19:10) Mientras los que quedaron fuera, quedan ciegos, inermes, nada pueden hacer si la familia permanece unida y armónica. (Bereshit / Génesis 19:11)

  5. Sin embargo, si la propia familia se ha contaminado de los modos erróneos, si en las entrañas familiares la maldad comienza a florecer y extenderse, la incomprensión y los trastornos aparecerán con todo su legado de fatalidad. (Bereshit / Génesis 19:14)

  6. Cuando se hace evidente que de continuar en compañía de los que buscan la muerte, sólo se hallará muerte… aunque resulte doloroso, es menester salir de allí, acompañado por los seres queridos y acordes. (Bereshit / Génesis 19:15)

  7. Para prevalecer sobre la situación angustiosa, es necesario contar con el apoyo de fuerzas del Bien, que son personas, instituciones, entidades, Dios, etc., que posibilitan desprenderse de lo que está perjudicando y asfixiando, pues solos se hace una tarea titánica, y la desesperación sea la peor de las aliadas. (Bereshit / Génesis 19:16-21)

  8. Si la semilla del Mal ha sido plantada y abonada, quizás personas del seno íntimo prefieran escindirse de la familia, y petrificarse en las relaciones negativas. Causando su perdición, y la tragedia en la familia. (Bereshit / Génesis 19:26)

  9. Lamentablemente, de las relaciones con los perversos, siempre quedan secuelas, a veces muy profundas, por lo que es menester trabajar arduamente para limpiarse, y retomar el camino del crecimiento, junto a la familia (que quizás fue la más perjudicada) (Bereshit / Génesis 19:31-38)

Es un panorama estremecedor, sin dudas.
Pero, a cada paso hay posibilidades de hallar una alternativa.
Y, cuanto antes se reconozcan las situaciones negativas, y se implementen medidas correctivas, ¡mucho mejor!

Hay un detalle que no quiero dejar de lado.
A Lot sus malos vecinos le dijeron: "Solitario vino aquí para residir como forastero, ¿y ahora habrá de erigirse como juez? Ahora te haremos a ti más daño que a ellos." (Bereshit / Génesis 19:9)
"Solitario"- tal parece que la vida de la persona de bien, que no se ha avecinado junto a personas similares, es la del solitario, la del estigmatizado… ¡por su altura moral!

Creo que he contestado, pero quizás no queda claro, pues use la alegoría en lugar del consejo fácil. Prefiero que reflexione, y halle su camino.
Pero, le ruego que me consulte nuevamente si precisa que sigamos estudiando la situación juntos un poco más.

Espero los comentarios de todo lector, y recuerden que quedo a las órdenes.
I
ebarejejá H’ – Dios te bendiga, y que sepamos construir Shalom

Yehuda Ribco